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Entre cielo y tormenta por Joker96

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Notas del capitulo:

Vuelvo con otro humilde capitulo que espero cumpla su propósito y les bride entretenimiento por un rato.

Disculpen por las faltas ortográficas.

Y aprovechando quiero pedir disculpas por no responder los comentarios, la verdad es que solo subó el capítulo y luego me pongó a hacer mis pendientes, pero tratáre de cambiar eso. 

Flashback

 

Avery POV

 

Odiaba la escuela, en serio que la odiaba. La única razón por la que seguía asistiendo era porque Camila me hizo prometerle que nos graduaríamos e iríamos juntas a la misma universidad. Para ser una chica de trece años era muy convincente, o yo era muy blanda. Aunque prefería irme por la primera opción.

 

— ¿Quién creen que me invité al baile de primavera? — escuché a una de mis compañeras preguntarle a su bola de amigas.

 

Rodé los ojos con fastidio, yo odiaba los bailes. Camila, que estaba justo al lado mío, se veía más concentrada en sus apuntes de la clase pasada. Era muy dedicada en las clases.

 

— Mila. — susurré.

 

— ¿Qué? — preguntó, sin apartar la vista de su cuaderno.

 

— Me aburro. — me quejé.

 

— Estudia. — ofreció, logrando que hiciera una mueca de disgusto.

 

— No bromees. — le reproche.

 

— No me interrumpas. — contraatacó.

 

Bufé y miré a mi alrededor. La siguiente clase no empezaría hasta dentro de otros quince minutos y lo sabía por qué el señor Hill siempre llegaba tarde. Si estaba segura de algo es que ese hombre odiaba más la escuela que yo; además de que también me odiaba a mí.

 

— Mila. — gruñí. — Por favor, hazme caso. — pedí.

 

Sonreí al ver como ella soltaba un suspiro y cerraba el cuaderno volteando a verme, algo molesta.

 

— ¿Contenta? — preguntó irónica.

 

— No del todo con esa actitud tuya. — me burlé.

 

Ella rodó los ojos. Me encantaba molestarla.

 

— Si sacó un nueve en esta clase será culpa tuya. — me reprocha.

 

— Estoy consciente. Pero sepas que el ocho que sacaras en deportes también será gracias a mi, y es lo más alto que puedes llegar. — oí como la chica de cabello negro se quejaba y maldecía en voz baja.

 

— Eres tonta. — me reclamó.

 

— Tú tonta. — remarque.

 

Camila no pudo ocultar su sonrisa. Si había algo que me gustaba más que molestarla era eso, hacerla sonreír. Mi amiga tenía una sonrisa hermosa.

 

Diablos, otra vez ese molesto revoloteo en el estómago.

 

—Todos están hablando del baile de primavera. — apuntó Camila dirigiendo su mirada hacia el montón de niñas ruidosas.

 

Yo hice una mueca.

 

— Todos son unos idiotas. — dije negando con la cabeza.

 

— Yo no creo eso. — mire a Camila como si estuviera loca. Y vaya que lo estaba.

 

— No me digas que quieres ir. — dije con una sonrisa burlona, pero con cierto nerviosismo interno.

 

Camila se encogió de hombros.

 

— Puede ser divertido. — fue su excusa. — Nunca eh ido a un baile de secundaria. Así que no puedo decir que no me gusta.

 

Negué repetidamente con la cabeza, no dando crédito a lo que escuchaba.

 

— Eres mi mejor amiga, así que te digo esto porque te quiero: Es una tontería, es estúpido y al baile solo irán tontos y estúpidos. — ante mis palabras Camila solo frunció el ceño.

 

— Solo dices eso porque nadie te ha invitado. — me acusó.

 

— Primero: aunque alguien me invitará diría que no, y segundo: a ti tampoco te han invitado. — puntualice.

 

— ¿Y por qué crees eso? — me pregunto de manera retadora con los brazos cruzados y una ceja elevada.

 

— Por favor Mila. — dije riendo. — Me lo hubieras dicho. — dije con confianza.

 

Camila me lanzó una mirada punzante.

 

— Yo no estaría tan segura.

 

Mi rostro cobro seriedad.

 

— ¿Quién te invito? — pregunté sin gracia.

 

— Eso no es de tu incumbencia. — respondió prepotente.

 

— Camila. — presioné, pero ella solo fingió que se veía las uñas. — No estoy bromeando. Dímelo. — demandé casi gruñendo.

 

— Ashton. — fue lo que dijo sin mirarme.

 

— ¡¿Miller?!, Pero si es un idiota Camila. — le dije, pero me miro con cierto fastidio. — Se comía el pegamento en tercer grado.

 

— Ya no tenemos 8 años Avery. — argumento. — Y ya no creo que coma pegamento.

 

— No, ahora se come los mocos. — murmuré girando los ojos.

 

— Mejor olvídalo. — Camila suspiro. — Ya no es algo que quiera discutir contigo.

 

Mi amiga decidió volver a ignorarme, y se dedicó a volver a ver sus apuntes. En ningún momento aparte mi mirada de ella. Ella lo sabía, pero decidió ignorarlo.

 

— ¿Le dijiste que sí? — pregunté con más calma. Ella no me respondió, y tampoco me miró. — Camila. — esta vez le pedí.

 

La morena soltó un bufido y se pasó la mano por el cabello.

 

— Le dije que lo pensaría. — respondió, dándose por vencida.

 

— Quieres ir, ¿cierto? — ella solo se encogió de hombros. — Pues ve y dile que sí. — en cuanto lo dije, Camila me miró totalmente sorprendida. Le sonreí.

 

— Creí que…

 

— Sigo pensando que es estúpido Mila. — la corte. — Pero si tu realmente quieres ir, no debería importarte lo que digan los demás. Incluyéndome.

 

Poco después vi como se levantaba y se dirigía hacia donde estaba Ashton, los miré hablar por unos minutos hasta que los vi sonreír, fue cuando decidí apartar la mirada.

 

Al final el profesor Hill no hizo aparición, y por primera vez me molesto. Tal vez si hubiera venido nada de esto hubiera pasado.

 

Camila POV

 

Estaba muy nerviosa. Era mi primer baile y no sabía cómo tomarlo con calma, Ashton me acababa de llamar diciéndome que él y su mamá ya iban en camino.

 

Mi mire una vez más en el espejo, cerciorándome de que mi vestido no tuviera nada de malo. Y cuando estuve convencida de que no, me di la libertad de mirarme sin prejuicios. Tenía puesto un vestido color crema, de vuelo y con mangas delgadas. Era lindo y era cómodo. Mi cabello estaba suelto y ondulado, y por primera vez me había maquillado mi mamá, pero solo un poco.

 

— ¿Ya estás lista Camila? — preguntó mi mamá, apareciendo en mi habitación.

 

— Creo que sí. — le respondí con una sonrisa nerviosa.

 

— Te ves preciosa cariño. — dijo juntando sus manos con emoción.

 

— Gracias mamá.

 

— Déjame sacar la cámara. — dijo mientras sacaba la cámara del bolsillo de su pantalón.

 

— Mamá. — me quejé, con las mejillas sonrojadas.

 

— Está bien. — cedió. — Pero te tomaré unas con tu cita para el baile.

 

Cuando bajamos al primer piso vimos que en la sala estaban mi papá, Ashton y su mamá. Mi papá estaba hablando con la mujer mientras sin que ella lo notara, le lanzaba miradas furtivas al chico.

 

— Pero miren quién está lista para su primer baile. — dijo mi padre poniéndose de pie, con una sonrisa.

 

— Vaya. — fue lo que dijo la mamá de Ashton.

 

— Te ves muy bien Mila. — dijo el chico.

 

Fue raro que me dijera de esa forma, solo Avery me llamaba así.

 

— Gracias. — les respondí a todos.

 

— ¿Nos vamos? — pregunto Ashton ofreciendo su brazo, como en las películas.

 

Su mama y la mía sonreían, mi papá se limitaba a disimularlo.

 

— Si, vamos.

 

Me despedí de mis padres y sin evitarlo mi mamá nos tomó un par de fotos. Cuando llegamos a la escuela, la mamá de Ashton nos dejó en la entrada, diciendo que nos recogería a las diez treinta. Ya estando dentro nos dirigimos al gimnasio, donde sería el baile.

 

— ¡Wow! — exclamó Ashton pasando su vista por el lugar.

 

Si era sincera, no era la gran cosa, solo habían puesto muchos globos, habían apagado las luces sustituyendo las por unas más coloridas y la música sonaba en todo el lugar.

 

Ambos nos dirigimos a la mesa de bebidas y postres. Ashton me sirvió ponche y me dejó escoger qué quería de comer. Luego de eso nos dirigimos a una de las mesas, donde estaban los amigos de Ashton.

 

— ¡Hey que onda! — exclamó uno de ellos, chocando su puño con el de mi acompañante.

 

— Siéntense. — invito uno de ellos.

 

Ashton como todo un caballero dejo que me sentara primero.

 

En pocos segundos la atención del chico se centró en sus amigos y yo rodee mi mirada por la mesa, sin saber qué hacer. No había hablado con ninguno de mis compañeros antes, por la razón de que Avery no era muy amigable con ellos, así que no los conocía del todo.

 

— Me gusta tu vestido, Camila. — habló finalmente una de las chicas, creo que Valerie era su nombre.

 

— Gracias, a mí también me gusta el tuyo. — respondí con mi mejor sonrisa.

 

— La verdad me sorprendió que vinieras, no eres muy sociable en clases. — dijo otra chica, una rubia.

 

— Si, solo hablas con Avery. — comentó Valerie, haciendo una mueca cuando pronunció el nombre de la ojiazul.

 

— Bueno es que la conozco desde que tenemos siete años. — me excuse pasándose un mechón de pelo por mi oreja. — Es mi mejor amiga.

 

— Eh de suponer que era más agradable de pequeña. — comentó la rubia en forma de burla, logrando que las demás rieran.

 

A mí no me hizo gracia.

 

— ¿De qué hablan? — preguntó uno de los amigos de Ashton.

 

— De Avery. — respondió la rubia.

 

Los demás chicos hicieron muecas de desagrado.

 

— Es muy rara. — comentó otro. — Siempre se comporta como si fuera un niño, mi mamá dice que es porque ya no tiene mamá. — fruncí el ceño tensando la mandíbula.

 

— Si, mi mamá dice que eso la hace comportarse de esa forma. Como una rara, mi papá dice que deberían llevarla al psicólogo.

 

— Sí, porque también está loca. — se burló Ashton.

 

Esa fue la gota que derramó el vaso. Me levanté de manera brusca, sorprendiendo a todos.

 

— En primer lugar: sólo porque a Avery le gustan los deportes y los videojuegos no significa que se comporte como un niño, ustedes sólo están celosos de que les gane en todo; y en segundo: ella no se junta con chicas porque dice que son tontas y superficiales y se equivoca, porque no solo las chicas lo son. Todos ustedes lo son. — dije. — No pueden juzgar a una persona si no la conocen. Es más, ustedes son los menos adecuados para juzgar, mejoren su forma de ser primero.

 

No espere a que ninguno me respondiera, simplemente di media vuelta y salí del lugar, estando muy consciente de que había perdido mi oportunidad de tener una vida social en la secundaria.

 

Decidí llamar a mi papá para que fuera a recogerme, cuando me pregunto que paso me excuse de que me dolía la cabeza, y como no era mamá, me creyó.

 

— Cuando lleguemos a casa podrás descansar, tu mamá te está preparando un té. — dijo, apartando su vista del camino por unos segundos solo para sonreírme.

 

— ¿Podemos ir a casa de Avery?, Quiero ir a verla. — le pedí con la voz más inocente que pude hacer.

 

— Pero Camila, ¿no prefieres descansar?

 

— Por favor Papi. — ese era mi último recurso.

 

— Está bien. — suspiro.

 

Bingo.

 

Cuando llegamos a la casa de Avery nos recibió su papá, después de que hable con el mío y que se despidiera de mí, subí al segundo piso donde se encontraba su habitación, mientras los dos hombres seguían hablando.

 

Cuando estuve frente a su habitación toqué la puerta.

 

— Está abierto papá. — respondió Avery a través de la puerta.

 

No respondí, solo abrí la puerta y entré al cuarto, la ojiazul estaba concentrada en la pantalla mientras movía el control de la consola con destreza. Un par de segundos después notó que yo no era su padre.

 

— Hola. — saludé con una sonrisa.

 

— Mila. — dijo poniéndole pausa al juego. — ¿Qué haces aquí?

 

— Me aburrí. ¿puedo pasar?

 

— Sabes que si. — dijo haciéndose a un lado para que me sentara a un lado de ella en la cama. — No tienes que contarme nada si no quieres. — dijo mirando el juego pausado, mientras yo me sentaba a su lado.

 

— De todos modos, no hay mucho que contar. Pero tenías razón, todos son unos idiotas. — me encogí de hombros.

 

— Si te hicieron algo…— siseó.

 

— Nada. — le asegure. — Al menos ahora sé que se siente ser parte del círculo de los populares.

 

— Estarías ahí si no fuera por mí. — dijo con culpa. — Yo soy la que no les caigo bien. — murmuró agachando la mirada.

 

— No digas tonterías. — espete ganando su atención. — No es tu culpa, no has hecho nada malo. Son ellos que no maduran y solo dicen y hacen cosas estúpidas. — dije con convicción.

 

Y ahora, después de esa noche, estaba completamente segura de lo que decía.

 

— Gracias. — dijo Avery en voz baja.

 

Cuando me miro a los ojos le sonreí, cosa que ella imitó segundos después.

 

— ¿Qué estás jugando? — pregunté cambiando de tema.

 

— Un juego de batallas medievales. No he avanzado mucho. — contestó mirando el mando que todavía tenía en las manos.

 

— Ya. ¿Está muy difícil?

 

— Algo. Lo que pasa es que siempre llega un momento en el que aparecen muchos enemigos y no sé de dónde.

 

— Pon el juego en marcha, yo te digo de dónde vienen. — le propuse.

 

— Dos pares de ojos ven mejor que uno. — repuso Avery reiniciando el juego.

 

Y así, mientras ayudaba a Avery a vencer demonios con armadura, fue como me di cuenta de que el escogerla a ella frente a los demás, había sido la decisión correcta.

 

Fin del flashback


Avery POV

 

Ya estaba anocheciendo cuando salí de la casa de Camila, conduje sobre calles casi vacías, con el sonido de la radio llenando mis oídos, y mis gritos internos ametrallándome la conciencia.

 

Cuando logré estacionar el auto bajé y me dirigí al edificio de departamentos. Marque el número nueve del intercomunicador.

 

“Diga”— se oyó a través del altavoz.

 

— Soy Avery. — casi inmediatamente se oyó un pitido y la puerta principal se abrió.

 

Con ayuda del ascensor llegue al piso donde encontraría el departamento que estaba buscando. Una vez que estuve frente a él, toqué el timbre. Fue cuestión de segundos para que la puerta se abriera.

 

— ¿Lista para la fiesta? — pregunto Jax una vez que me vio.

 

Negué.

 

— No, pero si para un fin de semana largo. Te aconsejo que empaques una muda de ropa, es probable que salgamos de la ciudad y que nos lleve todo el fin de semana.

 

— No te entiendo. — respondió el pelinegro totalmente confundido.

 

— Te lo explicaré en el camino.

 

— ¿No iremos a la fiesta? — volví a negar. El suspiro. — Tu manejas entonces, pienso al menos llevarme unas cervezas.

 

— Te espero en el auto. — dije sin más, dando media vuelta.

 

Al salir del edificio sentí la leve brisa que estaba cubriendo la atmósfera pegar en contacto con mi piel. Si de algo estaba segura, es que sería un fin de semana bastante agitado.

 

 

 

 

 

Notas finales:

Pásenla bien, y que tengan una buena semana :3


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