Hace un mes logro escapar de sus captores, no estaba seguro cuanto tiempo exactamente había pasado con ellos pero suponía habían sido años, y hace una semana había llegado a ese pueblo.
Su brazo izquierdo era inútil sin embargo logro conseguir trabajo con un hombre que necesitaba ayuda con trabajos que nadie más quería hacer. La paga no era exuberante pero el no necesitaba mucho para vivir ocupaba una casa abandonada a las afueras de la ciudad y había tomado gusto por una pequeña tienda que vendía unas excelentes pizzas y el precio era accesible le dejaba lo suficiente para que pronto pudiera seguir su camino.
No sabía donde iría solo sabía que no podía quedarse mucho tiempo o se arriesgaba a que lo encontrarán y no estaba dispuesto a volver. Tenia pesadillas frecuentes de las atrocidades a las que fue sometido, y no solo eso, venían a él recuerdos de las “misiones” que lo habían obligado a hacer. Sabía que eran los fantasmas de aquellos a los que lastimó y esa solo era su penitencia, su infierno personal. Solo recordaba un nombre James sabía que era el propio pero se sentía demasiado lejano.
Ese día había decidido volver a aquella tienda para obtener una porción de pizza, entro procurando no levantar el rostro no estaba seguro si alguien podría reconocerlo pero prefirió no arriesgarse.
Una vez termino salió del lugar y apenas había dado unos pasos cuando sus instintos despertaron advirtiéndole. Siguió avanzando sin rumbo especifico cuando se alejaron de ojos curiosos se percató del cambio de dirección del contrarío así que decidió actuar y en un veloz movimiento lo acorralo, con su brazo derecho, contra una pared.
Ki vagy te?. Mit akar? – dijo intimidante.
Q-quita… M-mano. -dijo el castaño intentando llevar aire a sus pulmones, el golpe y el brazo presionando su cuello no le hacía fácil la tarea.
Lo miro un segundo evaluando la situación, había algo en aquel sujeto que le hacía pensar que en realidad no era una amenaza. Quito su brazo cauteloso sin soltarlo del todo.
Tony inhalo recuperando el aliento y llevándose una mano al cuello acariciando la zona.
Si queda marca Pepper me matará. – Miro el cuerpo que aún lo tenia acorralado. – hablas español… mi húngaro no es tan bueno y hablas con un acento extraño.
Quien eres?... que quieres? – pregunto sin quitar la vista de sus ojos.
Oh claro… soy Anthony. – dijo tendiendo su mano, el otro solo lo miro confundido “En serio se presentaba sin más en ese tipo de situación” sabía que en otra circunstancia eso le causaría risa.
James, me llamo James. Por que me sigues? – aún no descifraba la naturaleza de aquel sujeto.
Curiosidad. – fue su sencilla respuesta supuso que sería mejor serle honesto y así evitar mal entendidos.- llevo algunos días por aquí y no te había visto me causaste intriga y te seguí.
Es tu costumbre seguir a la gente por algo así? – dijo relajándose un poco “este sujeto definitivamente es extraño”.
Normalmente, No… pero que quieres que diga la curiosidad es mi maldición. – dijo encogiéndose de hombros.
Bueno no hay nada de interesante en mí. – dijo dando el asunto por zanjado y comenzó a avanzar para irse de allí.
Te das cuenta de que si haces eso solo me intrigara más? –
Normalmente no seria así. – Quería alejarse de allí no podía bajar la guardia aun lo seguían.
De donde eres? – pregunto ignorando el comentario.
Porque crees que te diría? – no entendía su actitud, lo estaba ahorcando hace menos de 10 minutos lo normal sería correr en dirección contraria.
Te vas a quedar? – agotar la paciencia del oji azul era su objetivo creyó que así respondería.
En serio insistirás? –
Definitivamente, donde te quedas? – le dio una sonrisa burlona.
Decidió ignorarlo así se aburriría y lo dejaría en paz vio una plaza así que decidió ir hasta una de las bancas a esperar que el castaño desistiera.
Has vivido mucho tiempo en Hungría?... lo digo por que hablas excelente. – se sentó junto a él ciertamente el frío era horrible pero era entretenido. – A mi me cuesta un poco… eres de un país cercano?
El moreno no parecía rendirse las preguntas simplemente seguían llegando aun cuando se notaba que moría de frio.
No piensas detenerte? Estas tiritando? –
Creí que había quedado claro que no lo hare y sí muero de frio pero donde me quedo no es por aquí y creo que si te dejo te vas a esfumar y en serio estoy intrigado. –
Eres realmente extraño. –
Recién ahora te das cuenta, Sherlock? – dijo con una sonrisa ladina.
Y que? vamos a estar aquí hasta que te de hipotermia? –
Es que acaso no tienes frío? –
No. –
Bueno en ese caso creo que sí. –
Se quedaron en silencio con uno que otro comentario por parte del castaño hasta que obtuvo una reacción.
Porque tu brazo izquierdo no se mueve? – se le dificultaba mantenerse despierto.
Mejor que este así. – La respuesta pareció reanimar al casi dormido castaño.
Porque lo dices? –
Solo hacia daño.- Ni si quiera sabía por que contestaba.
A ti o a otras personas? –
Las dos cosas. –
Dolía? –
También, a veces… aunque de alguna forma era un alivio. –
Por eso estas escapando? –
Es uno de los motivos. –
Yo también estoy escapando. – dijo inexpresivo.
De qué? – No se lo hubiera imaginado.
De mis fantasmas. –
No creí que los tuvieras. –
Nadie lo cree. –
Y como te va con eso? –
Son jodidamente rápidos. –