Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Aires del tiempo por RyuStark

[Reviews - 170]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola bebés de chocolate con nariz de cacahuate <3

Los amo, no tengo más que decir. Bueno, eso y que les traigo fluff, fluff y fluff, ¿Ya mencioné el fluff? jajaja situaciones candentes también, humor estúpido y de todo un poco.

Disfrútenlo :3

-----Ukitake------

Bueno, hablando de situaciones incómodas supongo que yo me gano el premio grande al momento más absurdo del año, ¿Que digo del año? ¡Del siglo! En serio, de verdad, ¿Cómo es que terminé en esta situación? Atendiendo a mi hija que está más traviesa de lo usual y encima sentado frente a mi ex-marido.

Así es, dije ex-marido. El turco, polaco, ruso lo que sea que se supone que debería estar muy lejos de aquí y en su lugar está sentado frente a mí en una de las mesitas de mi cafetería.

—El café sabe magnífico y también los pastelillos. —Me dice.

—Que yo recordara no te gustaban los dulces.

—Ni a ti los niños. —Señala a Nelliel, que está sentada a mi lado coloreando con sus crayolas y abrazando a Pesche.

—Más bien a ti no te gustaban y yo estuve de acuerdo en no tenerlos por un tiempo. —Aclaro.

—Sería más fácil admitir que no podías tenerlos, te enojaste y terminaste rompiendo nuestro matrimonio. —dice tan impasible como siempre, haciéndome fruncir el ceño y abrir la boca de indignación, ¿Cómo se atreve a decírmelo de esa forma?

—Yo no rompí nuestro matrimonio, fuiste tú.

—Mira Jushiro, no quiero pelear, mi comentario estuvo fuera de lugar y fue insensible.

—Bastante diría yo, pero ahora dime, ¿Qué haces aquí? Que yo sepa Londres está bastante lejos de Karakura.

—Quizás ya me aburrí del clima nublado de Londres y en su lugar quiero algo soleado como Karakura.

—Ahórratelo y dime en serio por qué estás aquí.

—Te extraño. —declara como si fuera lo más normal del mundo, haciéndome suspirar prolongadamente.

—¿Ahora me extrañas?

—Estamos destinados, es natural.

—No es natural. Ya terminamos, nos divorciamos, acordamos no vernos más y que cada quién rehacería su vida lejos del otro. —Él niega y comienza a decir una sarta de disparates mientras yo encuentro mi mirada con la de Grimmjow, que está en la barra esperando un par de órdenes seguramente para llevarle a casa a Ichigo y su familia que llegaron esta mañana.

Grimmjow me levanta una ceja y me pregunta con señas ¿Quién es la persona? A lo que me remito a encogerme de hombros.  

—¿Me estás oyendo Jushiro? —inquiere, volviendo a llamar mi atención. —¿Esta es tu vida ahora? ¿Atender un café de pueblo, con tu novio el mecánico y su hija adoptiva?

—Lo dices como si fuera algo malo. —respondo molesto.

—Jushiro fuiste un catedrático brillante y un doctor en tu área, ¿Cómo terminaste aquí en este...lugar?  —Su tono es bastante despectivo y estoy por decirle un par de verdades, de no ser porque Nel le tira sobre el pantalón su chocolate caliente.

—Ay hija, qué has hecho. —Finjo sorpresa.

—Que niña tan desastrosa. —Se queda el idiota mientras se limpia y yo le sonrío a Nel como diciendo ‘Buen trabajo’. —Deberías enseñarle a comportarse mejor.

—¿Quién es el tipo estúpido? —Una voz más me hace sonreír al ver a Grimmjow llegar como si nada mientras que mi ex pone una expresión de fastidio ante el sobrenombre.

—¡Gatito!

—Que hay niñata. Oe Ukitake, despacha al imbécil y ven a comer a mi casa con monstruito, llegaron los padres de Kurosaki y habrá una reunión, podemos avisarle a Kyoraku en el camino.

—Disculpa, ¿No ves que estamos ocupados? —insiste el hombre que ya me tiene harto y que le saca una sonrisa a Grimmjow.

—A ver estúpido, sácate el palo que tienes en el trasero y largo de aquí, ¿O quieres que te dé una paliza huh? Mira que los relamidos como tú son mi saco de boxeo preferido.

—Jushiro, ¿Quién es este rufián?

—No es ningún rufián, su nombre es Grimmjow, es empleado de mi novio y mejor amigo de la familia, además de que lo quiero mucho y te pediré que no hables mal de él.

—Ya lo oíste idiota a joder a otro lado. —se burla Grimmjow.

—Jushiro, vine porque aparte de extrañarte me intrigó la investigación que estás haciendo. Puedo ayudarte más si lo quieres.

—No necesito nada tuyo.

—Estás siendo necio Jushiro, pero eso es lo que siempre me ha gustado de ti. —menciona mientras coloca su mano sobre la mía sorprendiéndonos a todos. Grimmjow y Nel se miran entre sí y no dudan en ponerse a la defensiva.

—Oe, ¿Qué mierda crees que haces? ¡Suéltalo!

—¡Mami, mami, mami! —Se quejan ambos sacándome una sonrisa, haciendo que me suelte y les diga que yo me encargo. Me pongo de pie y me aclaro la voz.

—Mira ‘amigo’, terminé contigo porque eras un imbécil, lo sigues siendo y siempre lo serás. No me valoraste, no me querías y no te importaba, pero ahora que por fin soy feliz quieres arruinarlo y no te lo voy a permitir. ¡Así que largo de aquí! —grito eso último asegurándome de tomar mi bebida y arrojársela a la cara. Nel y Grimmjow sonríen y hasta chocan sus manos por mi hazaña, que par son.

—Jushiro…

—Y sí, por si te lo preguntas soy muy, muy feliz en mi cafetería de pueblo con mi hija, que es mía y con mi novio, al cual amo mucho y con el que me voy a casar por cierto. Ahora vete antes de que Grimmjow barra el piso contigo y mira que tengo ganas desde que nos divorciamos idiota, estúpido, ¡Imbécil! —me tapo la boca ante eso último, ya que no se supone que diga malas palabras frente a Nel, que ahora se ríe tierna junto a su mejor cómplice.

—Te vas a arrepentir de esto, sé lo que te digo. —Es lo último que dice mi ex antes de salir corriendo y casi matarse en cuanto Grimmjow le mete un pie.  Una vez que desaparece de mi vista me vuelvo a sentar con Grimmjow de frente, el cual le arrebata su pastelillo a Nel y se lo come de lo más feliz.

—Así que tu ex, que mal gusto joder, con razón terminaste con Kyoraku, supongo que de entre los males el menor. —Comenta haciéndome sonreír.

—Amas a Shunsui y él a ti. —Digo viéndolo fruncir el ceño y sacarme una carcajada.

—Sólo no le pateo su barbudo trasero a ese viejo verde, porque si no me quedo sin trabajo, quiero aclarar.

—¡Gatito, gatito!

—Silencio enana, por cierto sigue en pie la invitación para comer.

—Gracias, pero quede dé comer con mi padre, ¿Verdad Nel? Verás a tu abuelito. Aunque hablé con Kaien por la mañana y te veré en la noche. —Grimmjow no comprende, pero de todas formas asiente. —Si quieres te puedo pasar a dejar a tu casa, me queda de camino.

—Te diría que no, pero con tantas cajas de pastelillos que me pidió Kurosaki y en mi triciclo del terror seguro que me mato.

—Bien, pues vayamos. —Los tres nos marchamos en mi auto rumbo al hogar Kurosaki. Grimmjow se dedica a mirar el paisaje a mi lado mientras Nel canta en la parte trasera.

—Si que el tiempo pasa rápido, monstruito cada día está más grande.

—Lo sé...Grimmjow, ¿Te puedo hacer una pregunta?

—Supongo.

—Tú…¿Sabes qué día es el cumpleaños de Nel? —cuestiono notándolo tensarse. —Aquella vez dijiste que ella también ha estado de donde tú vienes así que...No quiero incomodarte, sólo me gustaría saber para celebrarlo cuando sea apropiado. —Grimmjow permanece con la vista fija al frente, hasta que eventualmente suspira.

—Éramos hermanos, bueno medios hermanos. —inicia. —Era hija de mi madre y de mi padrastro, pero siempre fue un bebé enfermizo así que no la veía mucho, por no decir nada, porque ella vivía prácticamente encerrada en su habitación.

Yo era un niño y recuerdo que me gustaba asomarme a su cuna, cuando lograba escabullirme, para jugar con ella, pero un día simplemente….desapareció. Bueno, eso me dijo mi mamá, seguro que era una mentira y más bien fue su enfermedad quien se la llevó. concluye triste.

—¿Has oído de la teoría de las cuerdas Grimmjow? —pregunto, mirándolo levantar una ceja y negar. —Asegura que no existen las partículas como punto, sino como cuerdas en forma de lazos que dependiendo de su vibración generan distintas ondas. Y estas ondas se manifiestan en cosas que podemos ver.

—No te entendí un puto carajo y mucho menos a que viene esto ahora. —dice sacándome una sonrisa.

—Guiándonos en la física cuántica a gran escala, podemos decir que existen millones de universos paralelos vibrando y manifestándose constantemente. Muchos pueden ser similares al nuestro, pero con algunas diferencias. Otros quizás totalmente diferentes e incluso pueden existir universos idénticos. —Grimmjow abre la boca para hablar, pero termina cerrándola como diciéndome que siga.

—Digamos que estos universos son como burbujas en el agua hirviendo. Infinitos universos en las distintas dimensiones, pero compartiendo el mismo espacio y tiempo.   

—¿Estás implicando lo que creo que estás implicando? —cuestiona incrédulo, haciéndome reír y encoger de hombros.

—No sé nada Grimmjow, porque nada es certero en esta vida. Lo que sí te puedo decir es que ahora estás aquí, Nel también y esta vez nadie los separará. Ambos están en casa, tu pronto te casarás con tu amado Ichigo, verás a tus hijos crecer y de paso a tu hermanita. Ahora bájate antes de que Nel se encapriche y se quiera quedar contigo. —digo estacionándome frente a su hogar. Grimmjow me mira detenidamente, aclarándose la voz y tragando saliva.

—Sólo dime algo, ¿No hay vuelta atrás cierto?

—No la hay. —respondo instantáneamente, mirando la luz llegar a su vida. Sus ojos se abren y de pronto una sonrisa inmensa se dibuja en su rostro.

—¡Seis! —Grita Ichigo alegre y saludándonos desde el jardín.

—Gracias. Gracias. Gracias. —Grimmjow me estruja con tanta fuerza que siento podría romperme, pero sé que es por lo feliz que está. No me queda más que abrazarlo de regreso, hasta que él decide que es suficiente y me da un beso en la frente. —Gracias Ukitake.

—¡Gatito!

—Sí, sí, tú también. —Le dice a su hermana mientras se baja para asomarse por la ventana trasera y besarla. Por mi parte saludo a Ichigo que nos mira contento.

—¿No quiere entrar Ukitake-san? Mis padres se alegrarán de verlo.

—Será mañana hijo, tengo cosas que hacer, pero salúdamelos ¿Sí? —Ichigo asiente antes de ser cargado por Grimmjow que le da un par de vueltas y pareciera no caber de tanta felicidad en su alma.

—¡Seis, estás loco! ¡¿Por qué estás tan feliz?! ¡¿Qué te pasa?!

—¡Pasa que te amo carajo! —Grimmjow besa repetidamente a su novio que se ríe adorable mientras se dan de vueltas por todo el jardín. Suspiro igual de contento, simplemente tomando mi camino y mirando a mi hija por el retrovisor.

—¡Mami, gatito se fue! ¡Lo extraño!

—Al rato irá a la casa y tú y yo le prepararemos una enorme tarta, pero primero vayamos con tu padre. —Mi hija asiente feliz y una vez en casa, la cargo y me encuentro con que Shunsui aún no llega. Olvidé a Grimmjow preguntarle por él, pero bueno, seguro que debe estar por ahí metiéndose en problemas. Por ahora me dedico a preparar un par de cosas, cuando de repente un brusco mareo me llega. Este calor será mi perdición, pienso mientras me voy de lado al querer tomar un vaso.

—¿Mami? —Nel me mira detenidamente desde su sillita mientras me agarro del refrigerador y le sonrío.

—Todo está bien bebé, mamá se mareó un poco, es todo.

—Jushiro, tu amado está en casa y te traje algo. —Shunsui tan parlanchín como siempre llega aventando sus botas, besando a nuestra hija que patalea feliz de verlo y de paso entregándole una enorme paleta, antes de venir conmigo y besarme.

—Hey, ¿Qué pasa con esa cara? ¿Todo bien?

—Sólo un ligero mareo, sabes cómo me pongo con el calor, pero todo excelente. —digo sonriente.

—Ya, pues en ese caso mira lo que te traje. Sé que dijiste que comeríamos con Yamaji, pero también sé cuánto te gusta la comida china.

—Gracias mi amor. —Shunsui me sonríe y saca de un par de bolsas que trae varios recipientes de plástico, los cuales abre y me pasa uno, que apenas huelo casi se me sale el estómago por la boca. De inmediato se lo regreso con brusquedad, hasta vaciándole un poco antes de salir corriendo rumbo al baño para sacar todo y más. Que desagradable.

—¿Cariño? —habla preocupado desde el otro lado de la puerta. Después de sacar todo, me levanto y lavo la boca millones de veces.

—Creo que mi estómago está algo sensible.

—¿Seguro? Podemos ir con Retsu, ella podría recetarte algo. Recuerda que la semana pasada también estuviste algo adolorido y mareado.

—Estoy bien. —digo ya afuera y topándome con él que me mira curioso.

—¿Me estás ocultando algo Jushiro? —cuestiona haciéndome poner los ojos en blanco.

—No empieces con tus alucinaciones raras Shunsui, ya dije que estoy bien.

—Si estás embarazado o algo, solo dilo. —menciona juguetón y provocando que le dé un golpe en el brazo.

—Eres un bobo, eso es imposible.

—A mi me parece muy posible con el mucho “tiempo feliz” que tenemos cada noche...—menciona con un sugerente juego de cejas que me hace reír.

—Dije que es imposible. Ahora en lugar de inventar cosas raras, vamos a comer, que tenemos que ir con mi padre y luego tengo que regresar a hacerle una tarta a Grimmjow.

—Odio a Grimmjow. —Se queja infantilmente.

—No lo odias, lo amas. Ahora muévete. —Me lo llevo de una oreja, brincando en cuanto me da una nalgada y logra abrazarme para darme montones de besos, al igual que Nel que se ha bajado de su sillita y se aferra a mis piernas.

—Como te amo Jushiro. Nadie me hace tan feliz como tú.

—También te amo. —Lo abrazo a él y a nuestra hija, sintiéndome el hombre más afortunado en el mundo. Porque a pesar de que todo es incierto, al menos en esta vida tengo la fortuna de tenerlos a mi lado y sé que cada momento valió la pena para llegar a este presente tan alegre.  

----Grimmjow J.-----

Mi nombre es Grimmjow Jaegerjaquez, tengo veinticinco años, nací en una ciudad de Alemania y posteriormente me mudé a Sídney. Nunca conocí a mi padre, mi madre murió demasiado joven al igual que mi hermana, mi padrastro nunca quiso tener nada que ver conmigo y en su lugar quien se hizo cargo de mí fue mi siempre estricto abuelo.

Pero eso nunca fue relevante, porque si tuviera que señalar algo importante en mi vida sería mi amor incondicional por un chico llamado Kurosaki Ichigo. Un hombre que ha sido mi enemigo a muerte, mi mejor amigo, mi cómplice, mi héroe a través del tiempo y sobre todo mi más gran amor.

Con el que he formado grandes y maravillosas familias a través de distintas vidas y con quien espero pasar el resto de la eternidad. No sé muy bien cómo logré vivir tantos años sin su presencia, pero lo que sí sé, es que tuve que morir y volver a nacer para encontrarme con él.

Por una u otra razón llegué a su lado y tuve que acostumbrarme de golpe a una nueva vida. Estaba asustado, desconcertado y preocupado, no mentiré. Pero también sé que llegué aquí porque éste siempre fue, es y será mi hogar. Justo al lado de Ichigo y nuestros hijos, además de nuestra familia de jodidos chiflados dementes, que me hacen odiarlos y amarlos con la misma intensidad.

—¡Piensa rápido mi teñido yerno! —Por supuesto que mi suegro loco tiene que sacarme de mis pensamientos, con nada menos que una de sus patadas mágicas y voladoras.

—¡Viejo, deja a Grimmjow! —Intenta prevenirme Ichigo, pero ya es muy tarde.

El bastardo de su padre me agarró desprevenido, por lo que en cuanto reboto contra la pared sé que retiro lo dicho, ¿Dije que los amaba? Bromeo, odio a los Kurosaki, bueno, sólo a uno, mi suegro el lunático que ahora se ríe abiertamente con los brazos cruzados mientras Ichigo me ayuda a levantarme.

—¡¿Y así piensas que te daré la mano de mi adorado hijito huh?! ¡Deberías regresar por donde viniste teñido!

—¡Como si necesitara su permiso viejo loco! Además, por si no lo ha notado, le he agarrado mucho más que la mano a su hijito. —Comento burlón y acariciándole el vientre a Ichigo, que me jala una oreja y me da su miradita de muerte.

—¡Masaki! ¿Oíste lo que me dijo este degenerado? ¡Qué desgracia la que azota a mi bella familia! ¡Mi hijito siendo pervertido por este bárbaro con el que se casará!

—Para su información, su hijo fue el que me pervirtió a mí. —Aclaro, ganándome un puñetazo sagrado de Ichigo que seguro me rompió un par de costillas, pero que como siempre vale la maldita pena al verlo sonrojarse.

—Mamá, diles algo. —Se queja Ichigo.

—Ya, ya, vengan todos a cenar, hice tu favorito Ichigo. —Menciona mi amable y bella suegra.

—¿Qué vamos a cenar? ¿Chocolate con chocolate y pedazos de chocolate bañado en salsa de chocolate? —Pregunto avergonzando a mi futuro esposo.

—¡No sólo como chocolate! Bueno, a veces sí ¡Pero ese no es el punto seis, eres un idiota! —Me rio divertido de su adorable puchero a la vez que soy tacleado por la bebé de la casa y su gemela malvada —Yuzu y Karin— a las cuales muy para el disgusto de mi suegro, abrazo y beso de más con tal de verlo berrear.

Obviamente apenas me siento para cenar, la puerta de la casa es azotada por nadie menos que el trío Urahara que como el día del concurso, llegan azotándome a la cara un montón de papeles y casi tirándome en el proceso.

—¡En hora buena sobrinos queridos! Hemos repartido todas las invitaciones de su boda y esas son las confirmaciones. Y, ¿Qué creen que es lo mejor del asunto? ¡Todos vendrán! —Declara Kaien orgulloso.

—¡Hasta Shiro-nii dijo que vendría! —Interviene Tensa.

—Oe, ¿Cuáles putos invitados? Nosotros no planeamos un carajo. —Comento mirando a Ichigo que se encuentra ignorando a todos, debido que está cortando medio refractario de lasaña para servírselo todo en su plato. —Di algo Kurosaki. —Intento razonar ganándome un verdadero gruñido animal de mi novio, que aparta su plato y me mira molesto como diciéndome que no me compartirá de su comida.

—Hah, ¡Aparte de teñido, tacaño! ¿Qué esperabas? ¿Una boda miniatura y exprés? ¡Por supuesto que no! ¡Te casarás con mi hijo como se debe y haremos una gran fiesta por ello! —Enfatiza mi suegro haciéndome rodar los ojos.

—¿Eso es lo que quieres? —Le pregunto a Ichigo que deja de masticar para mirarme fijamente.

—Lo que quiero es que me pases el queso parmesano. Por cierto, ¿Te vas a comer eso? —Cuestiona mientras toma de mi plato algunas frambuesas de la ensalada.

—Eres un tragón carajo. —Tomo su rostro, apretujándole las mejillas y besándolo. Ichigo berrea, pero termina riéndose adorable y dándome otro beso.

—Te amo seis.

—Yo también, pero devuélveme mis albóndigas. —Menciono al ver que ha aprovechado la distracción para tomar más comida de mi plato. Ichigo frunce el ceño y me las regresa haciéndonos reír a todos.

—Bien, entonces ¿Cuándo es la boda? —Pregunto.

—Mañana. —Contestan todos al unísono incluyendo a Ichigo.

—¿Perdón?

—No te perdono seis, come o dame tus albóndigas.

—Oe, mierda muy seria está sucediendo aquí y lo único en lo que piensas es en comer.

—Jódete, estoy embarazado, es normal. ¿Y cuál es el problema? ¿No fuiste tú el que dijo que se quería casar conmigo cuanto antes? ¡Pues ahora lo cumples! —Amenaza de lo más tierno del mundo sacándome una enorme sonrisa, ¿Cuán perfecto puede ser?

—Bien, bien, pues mañana será, pero ¿Si se dan cuenta que nadie preparó nada y ustedes ya repartieron invitaciones a lo loco? —Inquiero, mas los Urahara ni se inmutan también cenando.

—No te preocupes hijo, ya verás que todo saldrá bien. —Me dice Masaki, frotándome un brazo y sonriéndome. Y ya que un ángel del cielo ha hablado, supongo que debo creerlo.

La cena como todas se pasan de lo más divertidas conmigo y mi suegro ahorcándonos cada cinco minutos y con Kurosaki pateando traseros, porque exige sus derechos de embarazo y pide ser el primero en recibir postre.

—Amo esto. —Habla Ichigo, pero más que para mí, lo ha dicho en voz alta para sí mismo mientras sonríe y observa a toda su familia reunida. Sus ojos tienen un brillo tan especial y dulce, que mi corazón se aprieta y también me obliga a verlos a todos pensando en que no me importaría pasar cada día de esta manera.

Por lo que cuando termina la cena, Ichigo se va a hablar sobre la boda con su madre, hermanas y tíos mientras yo secuestro a mi suegro y le pido que caminemos un poco por el jardín.

—¿Y bien? ¿Qué es tan importante? Te juro que si me dices que no te quieres casar con...—Lo interrumpo al verlo escudriñarme con la mirada.

—No es eso. Amo a su hijo más que a mi vida misma y no quiero nada más que casarme con él.

—Entonces...—Me mira curioso mientras yo pienso en cómo decirlo.

—Suegro, sé que no soy el ideal de hombre que usted quería para su hijo. Nunca le pedí permiso para salir con él y encima lo embarace antes de casarnos, pero debe saber que en serio daré todo de mi para hacerlo muy feliz y también a nuestros hijos.

—Eso lo sé. —Me dice por primera vez amable. —No eres mi favorito, pero sé que él te quiere y está contento cuando están juntos. Encima de ello me darán nietos y hasta donde he visto te gusta trabajar y consentirlo, pero también ponerlo en su lugar cuando es apropiado. Quizás no nos llevamos del todo bien, pero te apruebo Grimmjow y Masaki y las niñas también. —Dice muy a regañadientes y sacándome una sonrisa.

—Muchas gracias, pero uh…¿Cómo lo digo? Verá, Kurosaki es feliz cuando está conmigo, pero también con ustedes, no le gusta tenerlos alejados...—Comienzo, mirando a mi suegro levantar una ceja.

—¿A qué va todo esto?

—Si fuera posible me gustaría que usted, su esposa y las niñas regresarán a vivir a Karakura. Sé que no debería meterme y que yo no debería opinar, porque usted tiene un empleo allá y las niñas van a la escuela. Pero no sabe lo feliz que haría a Ichigo tenerlos una vez más con él y más ahora que los bebés nacerán pronto. Nada lo pone más contento que tener a toda la familia reunida. —Mi suegro me mira detenidamente, suspirando y cruzándose de brazos.

—Grimmjow, seriamente, ¿Nos imaginas a ti y a mí viviendo cerca o peor aun en la misma casa?

—Seguramente querremos matarnos, pero si lo imagino. Quiero que mis hijos crezcan con usted y su esposa cerca y sé que Ichigo también.

—No lo sé, ustedes serán recién casados y necesitarán espacio, sé lo que te digo.

—Bueno, no tiene que ser ahora mismo, pero quizás en un futuro. En serio haría muy feliz a Ichigo. Y si es por las cuentas ahora yo también trabajo y puedo ayudar a pagarlas.

—Ya has hecho más que suficiente Grimmjow, no sólo levantaste a mi hijo, sino también el negocio que le dejé. Así que hablaré con Masaki y las niñas y veré que puedo hacer. —Me promete aliviándome y alegrándome hasta el alma. —Pero bueno, ahora volvamos, que seguro Ichigo no tarda en venir a preguntar qué le hago a su amado teñido. —Ruedo los ojos, pero definitivamente lo sigo hasta la entrada, donde tal y como lo dijo Ichigo ya venía saliendo.

—¿De qué hablaban ustedes dos huh? Se ven muy sospechosos. —Nos incrimina Kurosaki.

—¡Tu bobo marido se atrevió a retar a un duelo a muerte a tu todopoderoso papito y claramente gané hijo querido! ¡Felicítame cancelando la boda!

—Buen intento viejo, ven seis, vamos a dormir.

—Ah no, eso sí que no. —Interviene Kaien. —Hoy no pueden dormir juntos si se casarán mañana.

—Por dios tío, estoy extremadamente embarazado, ¿Qué puede pasar si dormimos juntos?

—He dicho que no, ya se saltaron muchos pasos pero este no. No se verán hasta la ceremonia, así que adiós. —Nos dice, jalándome y sacándome de la casa. Kurosaki y yo nos miramos anhelantes, pero él me termina sonriendo y despidiéndose con la mano mientras soy llevado por Kaien hasta su auto donde ya están Urahara y su hijo.

—Oe, ni siquiera me dejaron tomar mis cosas ni despedirme de Ichigo. —Me quejo una vez encerrado y en el auto en movimiento. —¿Y dónde mierda se supone que dormiré? No me digan que con ustedes, no quiero tener que escuchar cómo le hacen un hermanito a Tensa.

—¡¿Tendrán un bebé?! ¡Qué emoción! —Chilla Tensa eufórico.

—El problema niñato, es que tus papitos se toman muy en serio eso de sacar bebés de coles. —Menciono ganándome otra mirada de muerte desde el retrovisor por parte de Urahara.

—¡Espera un momento seis, ya soy grande y sé que los bebés no nacen de las coles! ¡Sino de sandías! ¡Justo como la que Ichigo se comió! Ahí está el bebé, fin del cuento, ¿Cuánto más creían todos que podían seguir viéndome la cara? —Lo peor del asunto es que Tensa lo dice tan jodidamente serio que sus padres y yo no sabemos si reírnos o llorar.

—Uhm, cambiando el tema de los bebés, ya llegamos Grimmjow, pórtate bien que te harán el favor de recibirte.

—¿Hah? ¿De qué hablas? ¿No me llevarán con ustedes?

—Claro que no, ya hay mucha gente que se hospedará con nosotros hoy y el resto de la semana por la fiesta.

—¿Pues cuántos días durará?

—Los Kurosaki celebramos semanas enteras, así que vete acostumbrando. —Es lo último que dicen antes de que Tensa me empuje y haga que me baje del auto que se arranca sin siquiera mirar atrás, ¿Qué mierda les pasa a estos tipos?

—¡Ah, la pesadilla en persona! —Dice una voz que bien conozco y me hace poner los ojos en blanco.

—¡Gatito, gatito!

—¿Es en serio? ¿De todas las personas me tenían que dejar contigo? Pudieron dejarme en casa de Starrk o yo que sé, en todos lados menos la casita de Barbie, su viejo barbón y monstruito. —Le digo a Kyoraku que se ríe mientras carga a Nel, que está eufórica de verme y se me arroja a los brazos apenas me tiene cerca.

—También me da gusto verte niñato, ahora dentro, que Jushiro te preparó una tarta.

—¿Sabían que vendría?

—Por supuesto, Kaien nos lo pidió por la mañana y como comprenderás Nel y Jushiro se pusieron muy felices con la idea. Ahora asegúrate de probar esa tarta y de besar a Nel, que ya pasó su hora de dormir, pero con tal de verte se ha quedado despierta.

Suspiro y dejo que me abrace por los hombros mientras caminamos hacia el interior. Al entrar a su casa una peculiar y cálida atmósfera rodea todo. Un par de fotos, muebles viejos, juguetes por doquier y esos adornos que hacen de un lugar un hogar verdaderamente acogedor.

Ukitake me recibe a besos y abrazos y me sientan en la sala donde como una tarta que me sabe maravillosa. Ahí me dedico a reírme hasta las malditas lágrimas cuando Kyoraku dice una que otra tontería y yo lo molesto. De igual manera Ukitake nos regaña cuando nos pasamos y Nel se queda dormida en mis piernas después de un rato.

Por un momento, me sucede tal y como cuando estoy con los Kurosaki, será que los Kyoraku también supieron acogerme y ahora los considero familia. Pienso mientras cargo a Nel y Ukitake me indica cual es su habitación. Ahí me deja a solas con ella, por lo que aprovecho para acostarla y darle un par de besos que la hacen entre abrir sus tiernos ojitos de luna.

—Gatito…

—Es hora de dormir monstruito.

—Nel ama mucho a gatito.

—Y gatito a ti, ahora a dormir. —Nel sostiene mi mano en cuanto siente que me despego, por lo que nos miramos fijamente hasta que yo vuelvo a inclinarme para darle otro beso más. —¿Te cuento un secreto? —Ella asiente soñolienta y chupándose el dedo pulgar como la bebé que es. —En no una, sino en varias vidas más tú y yo hemos sido hermanos. Y aunque de donde yo vengo, no fui lo suficientemente fuerte para protegerte, esta vez no dejaré que nada malo te pase ¿Está bien?

—¿Prometes?—Pregunta con sus ojitos cerrándose.

—Lo prometo. —Un beso más por fin la deja dormida y a mi contento. Salgo estirándome, bostezando y topándome con Kyoraku que me sonríe.

—Ven, a pesar de que sé que te mueres por dormir conmigo, te preparamos una habitación.

—Muy gracioso, ¿Quién carajos querría dormir contigo viejo peludo? —Kyoraku como siempre se ríe y me ignora llevándome hasta una habitación en una de las esquinas. Es bonita lo admito, hasta tiene una gran ventana que deja ver parte del jardín y una amplia cama más un ventilador, justo lo que necesito.

—¿Estás feliz? Mañana te casas con uno de los chicos más lindos del pueblo.

—No sólo del pueblo, Kurosaki es el chico más lindo del mundo. —Aclaro. —Y sí, estoy feliz. Toda su familia y amigos estarán con nosotros, supongo que no puedo pedir nada más.

—¿Entonces por qué esa cara? —Pregunta, ya que al parecer sabe leerme mejor de lo que me gustaría.

—Es curioso...el lado de Ichigo estará lleno. —me río nervioso mientras Kyoraku me mira detenidamente. —Me refiero a que hace mucho que no pienso en ellos, pero me hubiera gustado que mis padres asistieran a mi boda. Lo cual no es posible, porque no tengo padres. Sabes, creí que ya lo había olvidado y apenas me voy a casar pienso en ellos. —Sonrío incómodamente porque ha sido un pensamiento muy tonto para revelar.

—Hey, quizás ellos no puedan venir pero...yo iré, también Jushiro, Nel y todos tus amigos. Créeme, no solo el lado de Ichigo-chan estará lleno. Has tocado a más gente de la que te imaginas desde que llegaste a este lugar Grimmjow.

Me encojo de hombros, estúpidamente avergonzado, escuchándolo reírse por mi reacción y finalmente abrazándome antes de irse y cerrar la puerta. ¿Qué he tocado personas? ¿Qué personas? Soy un bastardo arrogante y grosero que siempre molesta a todos, ¿Eso se considera tocar? Supongo que en ese caso deben ser gente tan jodida de la cabeza como yo. Analizo divertido mientras me doy una ducha y por fin me voy a la cama donde me recuesto.

Mierda, estoy demasiado feliz.

¡Mañana por fin me casaré con Ichigo! Pareciera que fue apenas ayer cuando llegué y me lo encontré. Y ahora no sólo se convertirá en mi esposo, sino que nuestros hijos están prontos a nacer, ¿Cuan dichoso más puedo ser? Es lo último que pienso al cerrar los ojos y dejar que el sueño me aborde, de no ser porque casi me infarto al sentir como me brincan encima y me tapan la boca.

///Ichigo///

Apenas se han dormido todos en mi casa, no he dudado en ponerme unos zapatos y en salir con sumo y absoluto silencio. Sé que no está bien, pero llevo más de una hora intentando dormir y no puedo. Mis hijos y yo no nos sentimos a gusto si Grimmjow no está con nosotros, por lo que ahora camino lentamente por el camino de asfalto a mitad de la noche rumbo a casa de los Kyoraku.

Es una noche de lo más bonita cómo su mayoría en Karakura, hace un rico calor húmedo, el viento es tibio y el cielo se encuentra lleno de montones de bellas estrellas que dan esa iluminación perfecta y natural. Todos es verde y frondoso y los maizales y trigales bailan sin cesar mientras que un par de cigarras cantan para la luna.

Ojalá Grimmjow pudiera ver esto. Ugh, odio extrañarlo tanto. Será que en un pueblito como este y por la forma en que he sido criado, indudablemente siento la necesidad de tener a las personas que amo cerca. Me da una sensación de seguridad y confort que no puedo explicar.

Por ahora camino a paso lento, pero seguro hasta que después de varios minutos por fin veo la casa de los Kyoraku. No tardo en abrir la rejita y meterme, el problema es ¿Cómo entrar a la casa? ¿Si entro por una ventana será muy obvio? Lo que menos quiero es asustar a alguien pensando que quieren robar o algo así.  Rodeo la casa y me alegro al ver que hay una puertita, seguro que estará abierta; más la empujo sin resultados.

—Se jala hacia afuera. —Me dice una voz que me hace brincar del susto y girar para ver a Kyoraku-san sentado en su jardín, fumándose un cigarrillo y bebiéndose una cerveza mientras seguramente observaba el cielo.

—Uh...buenas noches. Hablo sumamente avergonzado y mirándolo sonreír.

—Está entrando a la derecha, la última puerta. —Y aunque a primera instancia no comprendo, sé que está hablando del cuarto de Grimmjow.

—Gracias. —Es lo único que se me ocurre mientras entro y sigo órdenes hasta el cuarto indicado, al cual me inmiscuyo con cuidado. Sonrío al ver a mi hombre durmiendo plácidamente. Luce tan lindo que quiero verlo berrear. Me abalanzo sobre él y le tapo la boca notando como abre los ojos de la sorpresa y seguramente casi se infarta hasta que ve que se trata de mí.

—Shh, te van a oír. —Digo por lo bajo y quitándole mis manos de la boca.

—¿Kurosaki? ¿Qué haces aquí?

—Te extrañé idiota. Los bebés no se querían dormir sin ti. —Mi futuro marido ablanda su mirada, sonriendo y abrazándome.

—Ninguno de los tres tiene remedio carajo, yo también los extrañé.

Suspiro tranquilo y a gusto entre sus fuertes brazos, aprovechando para acariciarle un poco el pecho mientras él nos cubre con una sábana ligera por el calor.

—¿Cómo entraste?

—Tengo mis trucos —miento.

—Uh-huh, sí sabes que tus padres se volverán locos cuando no te vean ahí por la mañana ¿Cierto?

—Pienso irme temprano, pero si me llegaran a descubrir diré que me fuiste a raptar por la noche.

—Y tu padre dice que yo soy la mala influencia.

Mi futuro marido se ríe encantador, deslumbrándome por lo guapo que siempre luce y provocando que le acaricie el rostro y cierre la distancia hasta besarlo. Grimmjow se queda quieto, esperando a que yo haga algo. Y sí que lo hago, meto mis dedos entre su suave cabello, atrayéndolo e invitándolo a que me bese con mayor profundidad.

—No podemos Ichigo. —Dice entre candentes y prolongados suspiros.

—Sí podemos. ¿No me deseas?

—No hay un solo momento en que no te desee.

—Entonces ¿Qué esperas? —Pregunto, incorporándome hasta sentarme y sacándome la camiseta frente a él. Mis mejillas se sienten calientes, no sólo por el calor, sino porque a pesar de que solemos tener sexo frecuentemente, la manera en que me mira con esos ojos oscuros por el deseo siempre me atraviesan hasta el alma y me hacen temblar tal como si fuera la primera vez.

Grimmjow, desde que tengo memoria, pareciera disfrutar estos gestos tímidos que provoca en mí, pero lo hace de una forma cruel. Porque bajo esa apariencia de hombre dulce y caballeroso, aun con mil y un vidas, es y siempre será un hombre perverso y hasta cierto punto dominante.

Me deja llevar el control de nuestra relación y cada aspecto de ella, pero cuando estamos en la cama, justo como ahora, ambos sabemos quién tiene el control.

En este preciso momento por ejemplo, me encuentro tragando saliva de lleno y sintiendo un delicioso cosquilleo propagarse por mi cuerpo, al igual que una pesada ráfaga de calor al verlo salir de la cama, ponerse de pie y tenderme su mano para indicarme que haga lo mismo.

Y tal como siempre lo sigo sin protestar, tomando su mano y levantándome. Aquí frente a él, dejo caer mis shorts y ropa interior hasta mis tobillos, desnudándome totalmente y dejando que admire mi cuerpo. Grimmjow se relame los labios, palpándome las caderas y muslos con esas manos amplias y rudas que tiene mientras se inclina para besarme el cuello y meter su nariz en mi cabello húmedo.

Hago mi cabeza de lado dándole mayor acceso, mordiéndome los labios, abrazándome a su ancha espalda y rasguñándolo debido a sus manos frotándome y estrujándome las nalgas sin decoro alguno. Grimmjow me entierra los dedos, marcándome y doblegándome ante él y todo su erótico domino sexual.

—Ven aquí. —Seis me sorprende cargándome y sentándome sobre el borde de un mueble que hay contra la pared.

Suspiro caliente al comprender y para antes de que diga algo, ya me encuentro abriendo mis piernas para él y recargándome en mis codos dándole acceso a mi cuerpo. Grimmjow sonríe complacido ante el gesto, bajándose la ropa interior y robándome el aliento por lo deliciosamente grueso y duro que ya se encuentra.

El padre de mis hijos se mete entre mis piernas, acariciándolas y rasguñándome el interior de los muslos; sacándome un par de roncos gemidos mientras yo aprovecho para sujetar su erección y masturbarlo un poco, sintiendo lo caliente que está y cómo no para de escurrir tibio y traslúcido para mí. Deslizo mis dedos por cada vena hinchada, colorida y palpitante, bajando un poco hasta sus testículos llenos, aterciopelados y pesados, los cuales acaricio mirándolo cerrar los ojos y disfrutar mis perversas caricias.

—Mierda Ichigo, intento ser bueno contigo...—Me ruge al oído, besándome y mordiéndome una oreja.

—Entonces se bueno y fóllame seis.

Grimmjow levanta una ceja entretenido ante mi irreverencia, tomando mis tobillos y colocándolos sobre sus hombros para acomodarse bien y matarme al meter su mano entre mis piernas y deslizar sus dedos contra mi pequeño agujero rosado y empapado.

—Estás escurriendo bebé. —Menciona metiéndome dos de sus dedos hasta los malditos nudillos.

—No quiero tus dedos. —Me quejo caliente.

—Lo sé, tú necesitas algo mucho más grande y grueso, ¿No es así? —Pregunta con sadismo.

—Grimmjow carajo. —Protesto entre gemidos al sentir como lejos de alejarse, me entierra sus dedos con mayor profundidad para moverlos y abrirlos dentro de mí.

—Uhm...tan suave y caliente.

—Grimm...por favor. —Suplico tomando su rostro, acercándolo para morderle el labio inferior y tomando su erección para restregar su glande contra mis testículos.

—Pequeño provocador descarado. —Grimmjow me estruja el rostro, besándome y haciéndome ahogar no solo por su lengua traviesa entrando en mi boca, sino también porque ha sacado sus dedos de mi interior e igual de rápido me ha penetrado con brutalidad.

Me retuerzo, gimiendo entre sus labios y enterrándole las uñas en los brazos a la vez que siento mis ojos llenarse de lágrimas debido a lo excesivamente lleno que me siento.

—Eso es...tan maldita sea apretado. —Dice perverso y dándome un fuerte manotazo en un muslo que me hace brincar por el rico ardor.

Mi hombre jadea complacido, relamiéndose esos labios tan tentadores que tiene y simplemente aferrando sus manos a mis muslos para embestirme con vigor y sin descanso. Grimmjow como siempre no se mide, saliendo hasta la mitad y clavándose hasta el límite para restregar sus testículos llenos contra mis nalgas, haciéndome gritar y sentir el cuerpo quebrar por la violencia con la que me quiebra hasta el alma.

—Shh...No querrás despertar a todos ¿O sí? —Cuestiona malicioso.

Lo mato con la mirada, mordiéndome los labios y cubriéndome la boca para no gritar por la rudeza con la que se entierra en mí. Por segundos el calor excesivo y sudor fragante causa estragos pasionales en mi mente y cuerpo, debido al placer carnal agobiándome la razón y hasta los sentidos.

Me siento exageradamente lleno de él; notando su carne dura abrirse paso dentro de mí, dejándome bien suelto y de paso llenándome con su líquido tibio que ahora escurre libertino desde mi agujero y el interior de mis muslos.

Grimmjow me coge rápido y luego sumamente lento para matarme de la agonía, también encargándose de marcarme al inclinarse y morderme los labios, la barbilla, el cuello y las clavículas como si tuviera hambre y quisiera engullirme pedazo a pedazo.

—Uhm...te sientes tan bien bebé.

Sonrío ante el obsceno cumplido, abrazándome a su cuello y besándolo no una, sino millones de veces. Mi lengua se roza lasciva contra la suya mientras nuestros dientes se rozan y chocan por la intensidad. —Así...justo así, así me gusta. —Jadeo con fuerza debido a lo jodidamente bien que se siente tenerlo cada vez más hondo.

—Carajo Ichigo, quiero correrme en tu boca. —Advierte a la vez que me toma por el cabello con violencia y me jala pegando su frente con la mía.

Nos sonreímos con complicidad mientras yo siento mis ojos irse para atrás porque estoy tan cerca. Grimmjow no para de abusar y presionar ese punto en mi interior que me hace tocar el infinito y las malditas estrellas.

—Eso es...córrete y asegúrate de decir mi nombre mientras lo haces. —Seis me estruja las mejillas con dureza, enterrándose una última vez en mí y haciendo que me corra sin reparo mientras jadeo su nombre una y otra vez. Tiemblo, vibro y me convulsiono gozando enajenado el brutal orgasmo que me invade, de paso apretando a mi novio como tanto le gusta hasta al grado de verlo berrear y oírlo gruñir.

—Carajo, ven aquí. —Grimmjow aprovecha que me encuentro perdido y lejano, para salir de mí y bajarme del mueble haciéndome arrodillar frente a él. —Ábrela. —Exige.

De inmediato abro la boca y saco la lengua; mirándolo masturbarse con afán y dejar que el placer lo consuma hasta finalmente correrse, salpicándome el rostro y llenándome la boca con su semen espeso, viscoso y caliente.

—Trágatelo. —Ordena luciendo mortalmente exquisito debido a su reciente orgasmo, con el cabello revuelto, el cuerpo sudoroso y caliente y la respiración agitada.

Sonrío retorcido para él, tragándomelo todo de lleno y enfatizando como me relamo los labios. Grimmjow suspira satisfecho ante la vista, pasando su dedo pulgar por mis labios rosados, hinchados y relucientes, inclinándose para besarme y finalmente ayudarme a ponerme de pie encarándolo.

Nuevamente me abrazo a su cuello, disfrutando sus besos húmedos y fogosos y también sus rudas caricias por todo mi cuerpo, especialmente mi vientre lleno que frota insistente. Suspiro contento y enajenado, sintiéndome estúpida, total y locamente enamorado de este hombre.  

—Cuando nazcan estos vendrán más...muchos más. —Promete.

—Uh-huh, muchos más. —confirmo contento. —Te amo seis. Te amo muchísimo. —Susurro caliente ahora que me ha pegado contra la pared y continúa marcando la piel sensible de mi cuello.

—Te amo más Ichigo, como no tienes una pequeña idea. Eres lo mejor de mí vida y mañana por fin serás mi esposo. —Dice de lo más feliz y sacándome un tierno suspiro mientras lo abrazo con mayor fuerza por un largo rato. Una vez que nos separamos nos damos otro beso y finalmente regresamos a la cama, donde nos recostamos y cubrimos con una ligera sábana.

Mi futuro marido me abraza y llena de mimos mientras yo no puedo parar de tocarlo, afirmándome que el hombre tan guapo, increíble y maravilloso que tengo frente a mí es real, me ama y mañana se casará conmigo.

—Siempre lo traes. —Grimmjow sujeta el dije de pantera de mi collar que desde que me puse, jamás me he vuelto a quitar.

—Es mi favorito. No sólo es de tu mamá, sino que tú me lo regalaste. Es mi tesoro. —Grimmjow sonríe genuinamente alegre, acariciándome el rostro con ternura y besándome la punta de la nariz.

—Estoy seguro que mi mamá está muy orgullosa de mí, ya sabes, por haberme encontrado un esposo tan lindo, aunque un poco tragón y llorón. —Dice burlón.

Frunzo el ceño y le doy un golpe que lo hace reír y a mí también. Es un completo idiota, pero como lo amo maldición. Lo abrazo con fuerza, sintiendo que el sueño me aborda y notando como Grimmjow  ya ha cerrado los ojos. Sonrío sabiendo que mañana será un día fenomenal, que sin importar cuánto tiempo pase seré capaz de olvidar.

Tengo hambre.

Abro los ojos aun un poco adormilado, percatándome que en apenas un parpadeo ya ha amanecido y el sol ahora se cuela incandescente por las cortinas. Grimmjow permanece a mi lado aun dormido y luciendo encantador a pesar de que no tarda en babearse a sí mismo. Me rio por lo bajo, dándole un beso y levantándome con cuidado de no despertarlo.

Una de las desventajas del embarazo es agacharme para recoger mi ropa esparcida por toda la habitación, por lo que en su lugar lo hago con un pie, para vestirme a prisa y salir de la habitación; percatándome que algo huele de maravilla, como vainilla y canela y viene de la cocina.

—¡Itsygo! ¡Mami es Itsygo! —La pequeña Nel me saluda eufórica desde su banquito alto mientras Ukitake-san que se encontraba sacando del horno un par de roles de canela, los deja con cuidado en la encimera, para luego quitarse los guantes de cocina y girar sonriéndome y no sorprendiéndose en lo más mínimo  porque yo esté aquí.

—Ichigo, te levantaste temprano.

—Uh, buenos días. —digo avergonzado. —¿Kyoraku-san le dijo que vine anoche? —pregunto haciéndome el loco. Sería una tortura mental que me diga que supo de mi estancia debido a mi ruda actividad con Grimmjow en la madrugada.

—Algo así. Ahora siéntate, te serviré. —me sonríe. Y aunque debería tener vergüenza, la verdad es que tengo más hambre. Me siento a lado de Nel, que se come su propio rol mientras juega con sus peluches.

—¿Mami y gatito?

—Aún está durmiendo hija, al rato jugará contigo. —Ukitake-san me sirve un plato con unos enormes, esponjosos y sumamente apetitosos roles de canela que se desbordan de glaseado y están tan suaves y humeantes que mi boca se ha hecho un mar de saliva. Me dedico a comer, sintiendo que podría morirme en este preciso momento de lo rico que está todo mientras platico con la pequeña Nel y su madre.

—Ichigo, espero no te importe que te deje, tengo que ir a recoger el vestido de Nel para la fiesta y otros encargos, pero ya le dije a Shunsui que te lleve a tu casa apenas se termine de bañar. Por ahora come más roles, también tengo varios pastelillos de los que te gustan en ese plato. —Anuncia levantándose, tomando a su hija que me da montones de besos pegajosos, para finalmente prometer que nos veremos en la fiesta.

Soy el novio y aún así no tengo prisa alguna, pienso mientras me sirvo otros dos roles de canela que inundo en glaseado y que son acompañados por tres de mis pastelillos favoritos de café del tiempo.

Como de lo más contento, frotándome el vientre y buscando con que entretenerme hasta que escucho un claro rugido, que sé no le podría pertenecer a nadie más que a seis. Me levanto con mi plato en mano, porque seamos sinceros la comida es primero y corro hasta el jardín, donde veo a Grimmjow en bóxers y siendo mojado por Kyoraku-san con la manguera.

¿Cuándo se salieron estos dos?

—¡Kyoraku maldito! ¡Ven aquí! —berrea mi hombre, intentando acercarse a su jefe, más no lográndolo en cuanto le suelta otro chorro de agua helada directo a la cara.

—Sigue llorando pelo de bebé, esto te pasa por haber roto mi mueble.

—¡Fue Kurosaki! —se excusa el idiota de Grimmjow.

—¡No fui yo! —me defiendo.

—¿Y sobre qué te cogí anoche sino lo mal recuerdas? —Escupe haciéndome abrir la boca indignado y de paso sentir que la cara me arde de la puta vergüenza.

—¡Eres un estúpido! ¡Kyoraku-san, métale la manguera hasta por las orejas!

—¡Kurosaki cabrón traidor! ¡Si te ruedas como pelota, ni me pidas ayuda para levantarte! —Grita haciendo que deje mi plato, avance hacia él y le jale el cabello.

—¡Te odio, ya no me quiero casar contigo!

—¡Que coincidencia, yo tampoco me quiero casar contigo! —dice mientras logra arrebatarle la manguera a Kyoraku-san y en lugar de mojarlo a él, me moja a mí, haciéndome temblar por lo frío del agua.

—¡Date por muerto Grimmjow Jaegerjaquez! —El estúpido padre de mis hijos y yo comenzamos una batalla sin sentido, mojándonos, jalándonos el cabello y hasta mordiéndonos mientras Kyoraku-san agoniza en un rincón muerto de la risa.

—Basta joder, no podemos llegar golpeados a la boda o tus padres me matarán. —Grimmjow arroja la manguera muy lejos.

—Pues ojalá lo hagan. —refunfuño.

—Venga ya, te doy chocolate y un beso, pero deja de lloriquear que te ves feo.

—¡¿A quién mierda le dices feo?! ¡No soy feo! ¡Tú eres feo!

—Contrólense ustedes dos, me los dejaron para cuidarlos, no para que se pelearan y divorcien antes de casarse. —Kyoraku-san intenta razonar.

—Pues dile eso a la pelota Kurosaki que está de sensible.

—¡Te lo ganaste! —Esta vez le jalo el cabello y hasta la consciencia a Grimmjow, escuchándolo gritar mientras su jefe intenta despegarnos.

—¿Y ustedes tres qué carajo creen que hacen? —Una turbia voz nos hace temblar a todos por igual. Y más cuando giramos y miramos al tío Kaien escudriñándonos con la mirada y con los brazos cruzados.

—Tú eres un inútil. —Le dice a Kyoraku-san que se señala a sí mismo. —Tú, date por muerto y castrado. Le dice a Grimmjow que se cubre inconscientemente sus partes nobles. —Y tú, escucha bien mi voz, que será lo último que oigas en tu vida después de que te jale las orejas hasta Hueco Mundo, por haberme desobedecido. —Me dice. De inmediato me cubro las orejas y me escondo tras seis al cual empujo al frente.

—Oe, en mi defensa Kurosaki vino y me sedujo, prácticamente abusó de mí y hasta el mueble le rompió a Kyoraku. Tú dile viejo…

—¡No es verdad! —Me quejo metiéndole un puñetazo. —Tío, puedo explicarlo…

—No, no puedes. Ahora cierra la boca y ven aquí, que tienes que arreglarte y sacar de la tumba a tu ridículo padre, que se infartó cuando vio que su hijito querido no había pasado la noche en casa. En cuanto a ti, cuídate Jaegerjaquez, porque sobrino o no, nadie me desobedece y me las cobraré cuando menos te lo esperes. —Sentencia.

No me queda más que suspirar y salir de atrás de Grimmjow para ir hacia mi tío, de no ser porque soy jalado y besado por nadie menos que seis, que me acaricia el rostro y me sonríe.

—¿Sabes que te amo verdad? —Inquiere sonriente.

—También te amo seis y sí me quiero casar contigo.

—Lo sé. Ahora ve y sacrifícate por nuestro amor. —Dice perverso el muy maldito, arrojándome contra mi tío y sonriéndome de lado porque se ha librado.

—¡Retiro lo dicho, quiero el divorcio!

—Muy tarde chiflado, nos vemos al rato. ¿Oe Kyoraku, eso que huelo son roles de canela? —Mi estúpido, idiota, imbécil futuro marido se mete de lo lindo con su jefe a desayunar mientras yo entro al auto de mi tío; donde se encuentra Tensa en la parte trasera, abrazando su enorme peluche de dragón y con el cabello ahora bastante corto y mal cortado.

—¿Qué te pasó? —Pregunto.

—Confundí la crema para depilar de mamá con el acondicionador, lo bueno es que sólo me lo eché en las puntas. —Confiesa haciéndome morderme los labios para no reírme al ver al tío Kaien entrar para conducir.

—Este niñato tusándose el cabello con crema y tú escapándote de tu casa. Ay dios mío, sabía que había unos genes estúpidos en esta familia, pero tú y Tensa se los han de haber llevado todos. —Nos dice el tío Kaien.

Tensa y yo abrimos la boca indignados, pero la cerramos porque hasta cierto punto tiene un poco de sentido. El viaje a casa inicia con todos en silencio, hasta que eventualmente sonrío como un idiota, porque estoy por casarme pero ya he tenido un día de locos.

Indudablemente me río ganándome una mirada rara de mi tío mientras que Tensa comienza a reírse conmigo a carcajadas, hasta que se lo contagia a su madre y el carro termina casi volteándose de tanto reírnos.

La verdad es que soy muy egoísta, estoy bastante loco y soy un peleonero de primera. Vivo de cometer errores y de eterno desenfreno y no muchos me aguantan, pero lo más maravilloso es que hay personas, así como mi familia y seis, que me aman a pesar de todo. Nunca me ha gustado presumir, pero en este momento estoy donde quiero estar y no podría estar más feliz. Ya no puedo esperar por casarme e iniciar una nueva etapa a lado de Grimmjow y nuestros hijos.

Notas finales:

¿Recuerdan que les dije que habría boda y una gran verdad? Si bueno, cosas pasaron jaja. Pero de todas formas con lo que dijo Ukitake, según yo, se resuelve el misterio del viaje de Grimmjow y de paso se confirma para quienes ya habían comprendido el concepto, sino pues lo explicaré con palabras en el próximo capítulo, ustedes me dirán.

Por ahora todo es fluff rosadito y esponjoso con mis bebus el GrimmIchi, cosas raras pasan con el ShunUki, sé que lo notaron (sé que sí ¬w¬) Y Grimm e Ichi ahora sí o sí se casan en el próximo, es una promesa de corazón. También habrá luna de miel y de todo un poco. La próxima actualización será la semana que viene espero <3

En fin los amo, disfruten sus vacaciones que muchos ya me presumieron, también tengo vacaciones, pero tengo tanta jodida tarea que ni siquiera es gracioso :’v Pero bueno, sean felices, alóquense pero no se tusen el cabello como Tensa, hay límites <3 ¡Son los mejores!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).