Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Appassionata por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 61]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

Hola, hoy toca capitulo, espero que les guste.

 

 

Crescendo: el incremento progresivo de la intensidad del sonido.
Lea más en https://glosarios.servidor-alicante.com/terminos-

Esto es desesperante. En serio me gusta mucho esto de tocar en la representación del parque. Me enamore de esto, simplemente no hay otra forma para describir lo que siento. El clima fresco, el viento y el violín, llenando todo el lugar con el sonido. No tengo que preocuparme por si suena bien, si se salta alguna nota o si la melodía no queda como es originalmente.  Es todo tan novedoso y refrescante. Los demás son amables, incluso Bastian dejo de ser tan sarcástico, cada uno de ellos tiene un lugar importante en este grupo y es difícil imaginarlo sin alguno… y luego esta Solange.

 

—  ¿estás pensando en mi? 

 

—  sí, pero no son pensamientos agradables.

 

— que cruel, mi preciado violinista—  Solange se puso… insoportable. No entiendo que es lo que pasa por su cabeza.  No creo en lo que me dice, y aun si fuera verdad ¿Por qué tendría que corresponder? Somos chicos, y no estoy interesado de forma romántica en él. Casi pierdo la cabeza cuando me beso, ¿Por qué un chico tendría que besarme? ¡Un hombre! Nunca tuve un conocido al que le gusten las personas de su mismo sexo, y si lo tengo no me he enterado.  El problema era que me había besado, un hombre me había besado, y eso es confuso, aterrador. Al menos lo fue al inicio, es como cuando eres niño y piensas que cuando las niñas te tocan te pasan los piojos, sentí algo parecido con ese beso.

 

—  No me llames así—  me sentí mucho peor cuando lo primero que hice fue buscar en la red algo sobre el tema. Es ridículo ver como hay cientos de entradas con temas similares, la mayoría de chicos que apenas están descubriendo estas cosas. La respuesta me pareció todavía más tonta, algo a lo que yo mismo podía llegar. Que me bese él, no es muy diferente a que lo hiciera una chica, teóricamente hablando ¿no? si quitamos todo ese asunto de que somos chicos, no es más que una persona intentando hacerle saber a otra lo que siente ¿no?        

 

—  Nunca te había molestado—  tuerzo la boca, no tengo nada que decir contra eso. Estamos intentando montar un escenario, pero el viento es muy fuerte.  Los demás están en medio de su cambio de ropa o luchando contra la carpa que quiere salir volando.

 

—  es incómodo.

 

—  pero me gusta llamarte así. Lo hago desde que te conocí, no desde que me di cuenta que me gustabas.

 

—  aja.

 

—  es como un mote cariñoso. Sería muy difícil dejar de hacerlo, no me lo pidas por favor—  suspiro, asegurando el primer escenario. Será muy difícil montar y desmontar todo esto cada que cambiemos de escenario.

 

—  ¿Puedes pasarme la soga?— me agacho a atar la última parte para dejarla fija—  listo, solo espero que el viento…— ¿Qué? ¡Dios!  ¿Qué hace Solange tan cerca?— ¿Qué…?

 

—  No hablaba con nadie. No sonreía nunca. Parecía adorar la música, puesto que asistía a todos los espectáculos de música y, sin embargo, no se entusiasmaba, no aplaudía, no se exaltaba nunca—  estoy algo sorprendido, no esperaba toparme con la máscara sonriente de Solange. Su mano me acaricia la mejilla, como si apartara mi cabello del rostro. Me inclino hacia atrás, alejándome de su contacto—  me recuerda a ti.

 

—  ¿d-de donde es eso? 

 

 —  el fantasma de la ópera.

 

— ah, ya habías mencionado antes esa obra. ¿Te gusta?— comento, dándome la vuelta, fingiendo que ordeno los escenarios. Por favor, que alguien venga, quien sea, pero que venga y no me deje a solas con Solange.

 

—  sí, creo que me gusta más que Shakespeare. Además, la máscara es estupenda.

 

—  dudo que esa mascara que  traes sea como la de la obra.

 

—  ah, no lo es. Eso sería estar robando mucho la atención, porque lamentablemente no puedo hacerme pasar por el ángel de la música que viene a ayudarte con tus problemas. Aunque en serio me gusta ayudarte porque me gusta verte sonreír.

 

—  umm…— me incomoda mucho cuando se pone así, aunque debo admitir que admiro su sinceridad. No, no, cualquiera puede decir tal cosa si tiene el rostro cubierto.  No sé quién es, y para que un desconocido haga esto…  pienso que solo le gusta jugar con los demás, y que no es la primera vez que hace esto con alguien.

 

—  ¿Qué hacen por allá? ¿Está todo listo?— Luka nos observa, y creo que es mi paranoia pero me parece verle una mirada de sospecha.

 

—  Claro—  se acerca y observa la forma en que asegure los escenarios.

 

—  bien, estamos por empezar. Solange ¿podrías ir a conseguir público? Hay algunas personas por ahí ya.

 

—  Sin problemas—  no veo cuando se va, pero siento la mirada fija e insistente de Luka sobre mí. Ignoro eso y sigo observando los pesados escenarios hechos en madera ligera.  

 

—  Elián ¿está pasando algo?

 

—  ¿Qué? No, nada.

 

—  ¿sabes? Normalmente las personas que me mienten suelen ser más profesionales—  ¿de qué me está hablando?  Ah, me estoy poniendo nervioso—  actúas extraño desde hace unos días.

 

— imaginas cosas. No nos conocemos tanto como para que me digas eso—  le sonrió. Es imposible que sea tan obvio.  No me conocen tanto como para saber cuando estoy alterado y esas cosas. Luka me sonríe también.

 

—  he escuchado mejores mentiras que esas. En un trabajo como el mío, se cuando las personas mienten.

 

—  aun así, solo estas imaginado cosas.

 

—  claro. ¿Solange te ha estado molestando?

 

—  no…

 

—  no sé lo que te ha dicho, y es extraño porque es muy serio con su comportamiento. Siempre es respetuoso. Ah, ¡¿Averiguaste algo sobre quién es?!

 

—  ¿Qué? ¡No!— exclamo. Eso sería más interesante que lo que está pasando en realidad y lo preferiría a… lo que sea que esté pasando ahora.  

 

—  Lastima—  luka pone una mueca—  entonces está pasando otra cosa. ¿Qué es?— nos miramos, la obra no debe tardar en empezar. Lo último que quiero es armar un lio con esto, solo dejarlo pasar, Solange debe cansarse en algún momento ¿no?

 

—  ¿Solange tiene pareja? ¿Acostumbra a… insinuarse a otras personas?

 

—  ah…  no que yo sepa. No imaginaba que fueras gay, pero ¿Solange? ¿No es un poco extraño?

 

—  ¡Oh por dios! No, eso no es así. ¡Y yo no soy gay! Él es quien me dice que le gusto. Es incomodo y por supuesto que es extraño—   no, dios. Debería darme de cabeza contra el suelo ahora mismo—  no, no... Eso…

 

—   Entonces sí que está pasando algo—  arg, trágame tierra.

 

—  esto no es nada, ¿entendido? Pienso que no hay nada que hacer aquí, no me gustan los chicos, lo que haga Solange ya no tiene nada que ver conmigo.

 

—  ya veo. ¿Qué harás?

 

—  ignorarle, por supuesto ¿Qué más?—  los demás entran rápido a la carpa, ya es malo que alguien lo sepa como para que ahora se enteren todos. Que mal que no le pude decir a Luka que no les contara. Él actúa como si nada paso, hablando con Evania y ajustando sus ropas. ¿Qué más puedo hacer? Obviamente no le diré que sí, podría pedirle que deje de insinuar esas cosas pero nada me garantiza que me haga caso y bueno… no está haciendo nada malo técnicamente, por eso solo le voy a ignorar cuando me diga algo relacionado con el hecho de que al parecer le gusto.

 

Sigo sin creer que le guste, vamos ¿es al menos creíble? No es para nada serio, para mí de seguro solo está jugando, quizá incluso hasta hizo una apuesta o me convirtió en algo como un reto personal, yo que sé. Puedo creer todo menos que le guste.  Estar a solas con él se está volviendo incomodo, y cada que lo veo ya siento esa incomodidad en el estómago por la anticipación.

 

—   sí que eres talentoso, hasta que Solange hace algo bien.

 

—  oye, yo hago todo bien.

 

—  sí que nos fue bien hoy—  me agacho a soltar los escenarios mientras Evania intenta hacer que Bastian no hable más.  Es divertido ver como discuten, porque ni siquiera parece una discusión. Todos nos despedimos y me aseguro de no ir por el mismo camino que Solange.

 

¿Puedo evitarlo de esta forma?  Quiero pensar ingenuamente que sí. Estoy llegando un poco tarde también y procuro irme primero o lo más pronto que pueda. Mientras estamos todos, todo está bien, porque no hay nada mal, no está mal que quiera... Hacer lo que quiera. Pero no conmigo. Mientras no le siga el juego, todo está bien. Me repito que no pasa nada con que él haga esas cosas.

 

— Elián, deja, yo lo hago—  Luka se agacha para quitar los escenarios—  te vas temprano hoy ¿no?

 

—  ehh, pues…

 

—  genial, mira, estas cosas ya no las usamos, y hay un centro de acopio al otro lado del parque— ah, sí, lo he visto unas veces—  ¿podrías llevarlas? Nosotros terminamos de recoger todo.  

 

—  Claro—  ¿Qué voy a…? esto tiene que ser un chiste ¡Son como seis bolsas enormes! Si las llevo tendré que dar dos o tres vueltas—  esto… Luka, no puedo llevarlas todas.

 

—  ah… cierto. ¿Podrías ayudarle, Solange?— ¿¡Que!?

 

—  Por supuesto—  Solange se levanta del banco donde estaba sentando, mirando al camino. ¡No puede hacer esto! ¡No! miro desesperado a Solange, pero él está recogiendo algunas de las bolsas negras, luego miro a Luka, él tampoco está viéndome, pero está sonriendo con malicia a la nada. ¡Pero qué cruel! Y yo que pensaba que era una buena persona.

 

—  vamos, Elián. Se hará tarde—  ah, esto es horrible. Me cuelgo el violín al hombro y tomo las bolsas que quedan. No son tan pesadas, pero son muy grandes y estorban mucho. ¿Qué hago? ¿Qué hago? No sé qué decir, no quiero quedarme a solas con Solange.   

 

Solange no me dice nada. Caminamos en silencio, yo unos pasos detrás.  ¿Estará molesto? ¿O a lo mejor ya se cansó? Ah, qué alivio.  Llegamos al fin al centro de acopio, es un alivio deshacerse de estas cosas y por fin poder volver a casa.  No tengo problemas con las clases de la mañana, no me exigen tanto como una presentación y esto es como un ensayo, me sirve para practicar y relajarme. Y hablando de relajación, por fin me puedo liberar de Solange.

 

—  umm…

 

—  ¿Puedo hablarte unos momentos?— mi “Nos vemos luego” se queda atascado en mi boca. Le miro, un poco desconfiado.

 

—  ok…— Solange se reclina en una  banca, sin sentarse. Le escucho suspirar, y creo que no me está mirando.

 

—  ¿te estoy incomodando demasiado? yo…  no es mi intención hacerlo, pero tampoco quiero quedarme sin hacer nada. No sé cómo resolver esta situación, porque temo que no regreses, y ellos no merecen quedarse sin ti por algo que estoy haciendo yo—  su voz… la forma en que lo dice… esto… ah, esto no puede ser en serio.

 

—… no es un juego. Tú… no estás haciendo esto por una apuesta o por un reto, ¿verdad?... dios, esto es en serio.

 

—  Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo—  dice, aun en un tono medio triste.

 

—  Solange…

 

—  no importa, entiendo que no confíes en mí. ¿En serio parezco tan poco confiable? Pensé que quizá si te lo demostraba… pero creo que solo logre asustarte—  no sé qué decir, mi voz no sale. Intento hablar, pero siento la boca seca, el cuerpo helado y un vacío desagradable en el estómago. Me aclaro la garganta cuando creo que pase demasiado sin decir nada.

 

—  un poco, a decir verdad…  no sé qué decirte…  sigo pensando que no hay nada que puedas hacer, no me… gustan los chicos.

 

—  sí, ese puede ser un problema.

 

—  Respeto que te gusten y que quieras… intentar algo—  ni sé que estoy diciendo—  pero deberías buscar a alguien más, porque no tengo intenciones de corresponder tus sentimientos.

 

—  entiendo, pero hay un vacío legal en tus palabras. Dices que no tienes intenciones de corresponder, ¿Cómo sabes que no cambiaras de opinión después?

 

—  porque no me gustan los hombres.

 

— tsk, hombres, mujeres, Elián, son solo personas. Las personas se enamoran de otras personas, y eso es todo—  esto es incomodo, quiero irme a casa— ah, está bien. Si tan seguro estas de que no va a pasar nada, entonces no te molestara que diga y haga algunas cosas.

 

—  ¿¡que!? Oye, tampoco puedes solo hacer eso, yo no quiero que lo hagas—  más importante ¿a qué cosas se refiere? Si le voy a tener acosándome todo el tiempo, prefiero alejarme y dejar las cosas por mi bien.

 

—  no sería capaz de hacer nada malo. Sigamos siendo amigos, si tan seguro estas, supongo que puedo intentar convencerte.

 

— no vas a…— su mano me cubre la boca.

 

—  Entonces no tienes nada que preocuparte—  no puedo moverme, su tono de pronto es más alegre—  déjame creer, al menos unos días.

 

—  espera, no creo que sea una buena idea, no quiero que tengas ideas falsas de algo que no va pasar.

 

—  Eso no puedes saberlo—  estoy atrapado, literalmente no puedo irme, el cuerpo de Solange me impide huir. Su mano a un lado de mi rostro, la banca del parque del otro.  No quiero moverme.  Esta tan cerca…  alzo las manos para detenerle, pero aun así los fríos labios de la máscara rozan mi mejilla—  nunca había lamentado tanto usar una máscara—  murmura en  mi oreja. Se aleja, despacio—  nos vemos mañana, mi preciado violinista—  se da la vuelta, y le veo perderse en la calle, andando ligero y rápido.

 

Estiro la mano y tanteo en busca de la banca. Mis rodillas tiemblan y cuando me siento, jadeo. No había notado que había estado conteniendo la respiración.  ¿Qué fue todo esto? ah, aun siento que se me va salir el corazón.  Cierro los ojos, respirando profundo.   Sigo sin saber que  paso.  Estoy un poco asustado por esto ¿Qué fue lo que hizo?  ¿Por qué?... ¿Por qué estoy así? Me pone demasiado nervioso. Me levanto, solo porque sé que no puedo quedarme aquí, y camino a mi casa. Me cuesta dormir, pues tengo aun el asunto de Solange en la cabeza.

 

¿En serio le gusto? ¿Qué tan cruel puede ser con el mismo? No entiendo para que seguir intentando cuando le he dicho que no. ¿Qué es lo que espera? ¿Qué de pronto le diga que si? no, yo no podría hacer eso. Esto me parece algo cruel.  Arg, pues ya es su problema si quiere hacerse ideas él solo. ¡Yo no le he dado esperanzas en ningún momento! y creo que está más que claro que no estoy interesado. Yo seguiré con lo mío, no tiene por qué afectarme, ¿cierto?

 

 

 

—  ¡Elián!— Solange es el primero que me ve cuando llego al parque. Incluso viene hacia mí y me pasa un brazo por los hombros—  ¿escuchaste eso? ¡Quieren hacer una nueva obra!— me dice, usando un tono alarmado y por de mas exagerado.

 

—  ah, si… lo escuche—  desvió la mirada de la máscara. Hoy trae una nueva, color dorado en el centro y los ojos en color azul oscuro.

 

—  ¿y estás de acuerdo?

 

—  claro.

 

—  Traición—  dice, llevándose una mano al pecho. Aunque no quiero, no puedo evitar reírme.

 

—  hay todo un mundo de posibilidades fuera de Shakespeare. ¿O acaso no confías en que aprenderás algo nuevo?

 

—  hey, claro que puedo aprender algo nuevo. Pero nada es tan estupendo como Shakespeare. Además, si no hacemos Shakespeare, no podre usar estas ropas. Tendré que usar ropas normales, ¿sabes lo difícil que es combinar una de estas con ropa normal?

 

—  lo difícil es creer que sigas usando mascaras—  Sergio ríe, y yo rio mas.

 

—  chicos, dejen ya eso. Aquí está el nuevo libreto—  Evania trae varias hojas—  hagamos  de esto un ensayo—  hoy están todos aquí. Solange se queda atrás, y no se acerca a tomar el libreto.  A nadie le parece extraño, y cada quien toma un libreto. Me acerco a tomar el único que quedo libre, mientras los demás ya empiezan a leer.

 

—  Oh, si… ¡Yo seré el villano!— no lo dudo, Bastian es perfecto para ese papel.

 

— Oye, ponte a leer también—  le digo a Solange, dejando el libreto frente a él. Está sentando, dándoles la espalda a los demás.  

 

 —  ah… lo hare luego.

 

—  eres tu quien me dijo que me quedara por ellos. ¿Dónde quedan tus consejos?— le oigo reír, y me hace una seña para que me siente a su lado. Suspiro—  pero solo estoy aquí como amigo, no hay nada de segundas intenciones.

 

—  Auch. Entiendo.

 

—  ¿y bien?

 

—  lo hare después. ¿Sabes que las piezas que tocas no sirven para obras más modernas?

 

—  Claro que sirven—  le digo, indignado. La música clásica puede usarse en más lugares que otros géneros. Solange se ríe, y me toca con el dedo la nariz. Me hago hacia atrás, pasando mi mano por la nariz como si limpiara algo.

 

—  Bien, entonces, pensaba que deberías tocar algo nuevo—  me dice. Le observo buscar entre sus ropas hasta que saca algunas hojas dobladas y algo arrugadas—  ¿conoces esta pieza?— tomo las hojas, mirando las partituras.

 

—  No…— no veo el titulo, pues me centro en las notas. Un revoltijo de notas, todas apretadas unas contra otras—  es complicada.

 

—  Il trillo del diavolo. La sonata del diablo—  dice, Solange. Le miro, su rostro en mi dirección, apoyando su barbilla en la mano—  dicen que es una obra difícil, aunque si preguntas, muchos responderán con otras y no está.

 

—  conozco algunas obras de Tartini. ¿Quieres que toque esto?— pregunto.

 

—  sería interesante. No muchos se atreven por la dificultad.

 

—  O por miedo—  Solange ríe.

 

—  ¿crees acaso que el diablo se te aparecerá? La canción que toco el mismo diablo cuando Tartini se lo pidió, tan hermosa según que el mismo Tartini intento imitarla, surgiendo su mejor obra y que aun así no se asemejaba a la que toco el diablo. Según la leyenda, solo es si tocas con el mismo violín que la toco por primera vez, dudo mucho que tu moderno violín sea ese mismo. Sé que eres bueno, Elián.  

 

—  ¿sí?

 

—  Vivir dudando de tu potencial es como firmar un contrato de por vida con el fracaso. Quiero lo mejor para ti, no creas que te estoy presionando para que la toques. Solo pensé que sería interesante oírla en vivo. Hay otras obras ahí, darían un efecto dramático a cualquier obra que ellos quieran hacer, y podrían servirte para tus presentaciones también.

 

—  ah… gracias. En serio—  nunca me habían dado unas partituras solo porque si, siempre es para que las toque si o si. Que las ensaye para una presentación, que el concierto, que el examen…

 

—  Mira, de hecho…— Solange saca un ipod. ¿Quién tiene uno aun? Le conecta unos audífonos y me extiende uno—  la descargue ayer ¿quieres oírla?— sonrió mientras lo tomo. Él se pone el otro. Cierro los ojos mientras escucho la muisca. Lenta, lenta al inicio,  luego rápida. Me gusta cómo se alterna. Suspiro, ignorando la presencia de Solange, sentado junto a mí, con su hombro contra el mío.  Una caricia me hace abrir los ojos de nuevo. De nuevo, Solange está muy cerca. Me quedo sin respirar, sin moverme. La música sigue sonando lenta, igual de lenta que la caricia de Solange. Exhalo despacio, la música y la caricia me relajan, aunque la piel se me ha erizado.  

 

— Eh…— Esto no está bien, debería moverme, alejarme. No puedo. Solange se acerca más, puedo ver todos los pequeños detalles de su máscara. Esta demasiado… demasiado cerca. Le escucho suspirar, y su mano baja por mi mejilla.   

 

—  Antes de tocar tus labios, quiero tocar tu corazón y antes de conquistar tu cuerpo, quiero conquistar tu amor—  murmura. Se aleja, dejando un cosquilleo en mi rostro. Quiero decir algo, pero solo logro abrí la boca, cerrarla y pasar saliva. La música de detiene—  ¿Qué te pareció?

 

—…— ¿de qué me está hablando?

 

—  ¿Elián?

 

—  Esta… bien—  murmuro—  tengo que…

 

—  ¡Solange! ¿Podrías ayudarme un momento?— ambos giramos a ver a Moira. El ambiente que había se rompe. Ni siquiera note que había un ambiente. ¿Qué rayos está pasando?

 

—  claro. Disculpa, Elián—  Solange se levanta,  le veo hablar animadamente, como si no hubiera pasado nada aquí. ¿Qué fue lo que paso? Doblo las rodillas hacia mí, me dan ganas de abrazarme a mí mismo.   

 

 

 

Estoy asustado. Me repito que no me interesa Solange, que no siento nada por él, que ambos somos chicos. Pero esto… ¿Por qué no hago nada? Es para que yo le detuviera, que me aleje y le dijera que no debe hacer estas cosas.  No lo hago ¿Por qué no lo hago? Ni siquiera he podido decirle que deje de llamarme como lo hace.  ¿Por qué? Sé que no siento nada más que amistad por él, sigue siendo un desconocido, alguien a quien no conozco. ¿Amistad?

 

¿Qué es exactamente Solange para mí? Sí, me he estado apoyando en él para no sentirme presionado, pero nada más. Es un amigo. No tiene porque ponerme nervioso, no tengo porque ponerme a pensar en que hará, ni sentir que se me saldrá el corazón de lo rápido que late. No… no puedo estar… ¡Esto es tan extraño! No tengo ni la mínima idea de cómo tratar a un chico cuando te dice que le gustas y también eres chico. Intentar ignorarlo o hacer que nada paso no funciono.  Ya no se que mas hacer.

 

Ah, ¿Por qué tenía que pasarme esto? es muy fácil decir que no pasa nada, pero cuando esa persona sigue insistiendo… no puedo hacerlo.

 

No voy a corresponderle.

Notas finales:

 

Hoy les comparto la pieza que menciono aqui La sonata del Diablo  Interpretada por David Garret, que junto con Linsdsey stirling son mi inspiracion para esta historia.

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).