Sasuke tenía su cabeza dando vueltas, toda la locura que aconteció hace unos instantes, la gran cagada que dió y vaya que el maldito pelirojo golpeaba duro, pero seguramente también los golpes que él le proporcionó le dolerían, no podía dejar de repetir la escena de la rubia diciendo que Naruto estaba enamorado de él, demonios, al calor del momento dijo cosas sin medir el daño causado, el ver al idiota peli rojo dirigirse con tanta confianza al rubio le revolvió las entrañas, fue fácil hacer conclusiones equivocadas entre ellas la estúpida idea que le pateaba las pelotas, Naruto logro superarlo acostándose con ese idiota, error, su relación recién terminada con Sakura le traería solo ventajas, error, insinuar un trio entre su hermano, Naruto y él, error, maldito y estúpido error.
En el departamento de Itachi había tomado una ducha, su hermano le facilitó un pantalón deportivo beige, una playera lisa de algodón negra, calcetines y en la entrada le dejó unas zapatillas deportivas, el traje y zapatos Hugo Boss eran un asco.
Itachi lo llamó desde la cocina
—Toma
Itachi extendió una cerveza y Sasuke la bebió despacio
—Necesito verlo Itachi, hablar con él, explicarle lo . . .
—No, por ahora déjalo estar otouto, de verdad Naruto estaba mal, esa horrible sutura, la herida claramente fue hecha con un onjeto punzo cortante, ¡Rayos Sasuke tú lo estuviste jaloneando!
—¡Lo sé! Diablos Itachi, lo sé —Sasuke se puso de pie apretando fuertemente la lata entre sus manos —Quiero verlo, saber qué sucedió, si esta bien, yo no quise hacerle daño, jamás haría algo para lastimarlo
—Te creo, por eso estuve pensando en comunicarme con él —Sasuke miró fijamente a su hermano —No empieces de nuevo, recuerda que él dijo que “su problema” no era conmigo, déjame tantear el terreno tonto hermano menor, intentare comunicarme con él y te diré cuando haya posibilidad de un reencuentro entre ustedes
—Bien, manténme al tanto de su recuperación, si por mi fuera iria en este instante a su departamento, pero seguramente sus amigos lo llevaron al hospital, detesto que ese tipo este con él, pero claramente no seré bienvenido donde sea que Naruto se encuentre
—Es correcto, lo más coherente es que entre todos te correrían a patadas
Sasuke suspiro, se sentó y terminó de beber su cerveza, él y su hermano hablaron un par de horas más, pero recibió la llamada de su futuro socio, al parecer su flor de loto entre toda la mierda era saber que su alianza con Manda Enterprisses era un hecho.
El timbre de la puerta sonó y para Itachi fue toda una sorpresa encontrat a Deidara con maletas en mano, su corazón latió fuertemente en su caja torácica y una sonrisa genuina afloro en sus labios, la misma que casi murió cuando a voz delicada de Kurotsuchi lo nombró
—Itachi nii — reverenció la japonesa
Sasuke terminó la llamada, si bien Deidara no era santo de su devoción hizo una leve reverencia hacia la pareja recién llegada, el rubio rodo los ojos, al parecer el estriñido hermano menor de Itachi compartía departamento con él ¡GENIAL! Simplemente genial, nunca lograba congeniar con Sasuke, era un tipo bastante antipático, las pocas veces que habían convivido era un grano en el culo la actitud ególatra del Uchiha menor, si no fuera por el increíble parecido físico entre ambos, Deidara dudaría que fueran hermanos, una mueca molesta nació en el rostro del Seyriu, misma que Itachi adoraba, Deidara internamente agradecía a quien sea que le rompió la jodida cara a Sasuke, esos moretones seguramente los merecía.
—Venimos a hacerte compañía en estas vacaciones, pensamos que estarías solo Hnnn ¿esperaban a alguien?
—Pues no, no esperamos a nadie, Sasuke vino de visita, pasen
La mirada de Itachi recayó en las maletas que arrastraba Deidara, el rostro de Kurotsuchi enrojeció de vergüenza, ella le había dicho a su novio que no era buena idea molestar asi a Itachi, pero Deidara era un necio, un bruto que no conocía la palabra “No”, Itachi obviamente había venido a Seúl para pasar tiempo de calidad en familia, con su hermano pequeño, no tan pequeño, pero bueno, su hermano a fin de cuentas y ahora aquí estaban, haciendo mal ¿cuarteto? Interfieriendo entre La visita de hermanos.
—Nos quedaremos aquí Hnnn —
Sasuke frunció el ceño, eso era lo que detestaba de ese rubio, vivía pegado a su hermano, se sentía con derechos sobre él sólo por ser su médico fisioterapeuta, la última vez que hablo con Itachi deL tema el rubio saltó con los colmillos de fuera diciéndole que “no era su asunto” y Sasuke, prudente como el solo le dijo que se fuera al carajo, sí, ellos no se soportaban.
Itachi restó importancia al hecho, le quito un par de maletas al rubio y las arrastro hasta la sala, por fuera Itachi aparentaba calma, pero por dentro sabía que debía hablar antes de que todo se fuera al carajo
Bien Itachi, debo irme, al parecer Otogakure nim y su asistente el chico Shimura están por instalarse en el Imperial Palace [*] yo debo ajustar los últimos detalles de los contratos
Kurotscuhi le dedicó una reverencia al Uchiha menor, Deidara una mirada hostil e Itachi un fuerte abrazo, Sasuke salió con la mala espina de que ese rubio solamente le traería problemas a su hermano.
Itachi ya lo había pensado, mucho antes de iniciar la temporada en la JABBA, necesitaba desprenderse de Deidara, el Seiryu ya estaba perfectamente bien, la rehabilitación había hecho maravillas con su cuerpo, los ejercicios eran permanentes, parte de la terapia, esos podría practicarlos con cualquier otro médico, había hablado con el señor Onoki, le contó su deseo por emigrar a Seúl, por estar más cerca de su hermano, había contemplado un trabajo fijo en el área de fisisoterapia, la Doctora Senju Tsunade subdirectora del Centro Médico Asan estaba encantada de recibir a un fisioterapeuta de renombre como Itachi en su equipo de trabajo, él sabía que una oferta así no podía ser recazada, él ya no podía esperar por afecto, ya no podía seguir a lado de Deidara.
El rubio era su perdición, qué jodido, él y su hermano cayeron rendidos por unos blondos de hermosos ojos azules, cada día era un castigo a su corazón, ver al rubio con Kurotsuchi no era sano, la rutina lo estaba matando lentamente, un día se sorprendió queriendo patear lejos a la chica, se alarmó y se juró alejarse a toda costa, ella era una persona bastante agradable, una mujer hermosa que modelaba para los diseñadores más costosos del mundo, jamás le había faltado al respeto y eso él se lo admiraba ya que Deidara simplemente quería estar las 24 horas del día pegado a Itachi, cosa que el azabache malinterpreto, ya no soportaba la situación, la rutina asesinaba su sentido común y aquella ocasión que pudo sentir celos por vez primera supo que el amor es un lobo entre corderos, solamente esperaba que el lado racional de Deidara aceptara su decisión de quedarse en Seúl.
Habían pasado dos semanas desde el incidente en el Myeongdong, como Itachi le comento a su hermano, el día del suceso, por la noche buscó el ID de Naruto en KAKAO, le envió un mensaje de texto y en menos de 5 minutos el rubio respondió, durante todo ese tiempo ambos se mantuvieron en comunicación, se vieron dos veces y Naruto le contó la historia de las heridas, para ambos era agradable verse y conversar, desarrollaron una amistad agradable, sin atracción de por medio.
El Uchiha mayor se la pasaba pegado al celular, había días en que salía sin avisar, según Deidara, ya que él quería estar pendiente de TODO lo que hiciera el azabache, todo eso solo significaba una cosa, PROBLEMAS.
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Cuando le quitaron los puntos Naruto en el hospital, Shizune personalmente lo hizo, Gaara corrió con la misma suerte. Tenía días que mantenía una agradable convivencia con Itachi, pero se sentía inquieto ya que aún no habían tocado el tema de “Sasuke”, a la vez agradecia la discreción del mayor, pero en realidad necesitaba saber cómo estaba el otro después de la golpiza que protagonizó con Gaara, sí, era patético ¿no? Él preocupado por el teme y el otro viviendo tranquilamente su vida, que jodido era estar enamorado, más si ese amor quema como el hielo.
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—Kushina, amor faltan un par de meses para que Naruto llegue, no pensé que se animaría a meter solicitud para terminar su maester aquí en Karlsruher, creo que el KIT [*] será una importante etapa en su vida, estoy orgulloso de nuestro hijo amor.
—Lo sé cariño, ¡Estoy tan emocionada! Tiene año y medio que no vemos a nuestro bebé, su tio Hashirama estará encantado de recibirlo en el KIT, al parecer tu madre ya se había comunicado con su hermano en cuanto Naruto se decidió por hacer acá el master, pobre Hashirama, hace una década que no ve a Naru, ya quiero que llegue y se instale en su piso, estos dos años los pasaremos tan juntos como se pueda Minato
Kushina besó en los labios a su esposo, feliz por la desición de su pequeño, porque Naruto siempre iba a ser su pequeño bebé.
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Todos tenemos secretos que guardamos bajo llave, el de Naruto era su huida a Baden Alemania, eventualmente se lo contaría a sua amigos, no podía simplemente desaparecer por mucho que lo deseara, el de Itachi era probablemente el mayor, el que a futuro le traería más problemas con su hermano, porque él si había tenido comunicación con Madara, su padre, como anteriormente le había comentado a Naruto, él sabía que seguía con Senju Hashirama, quien a pesar de ser el nombre más odiado en su adolescencia resultó ser un hombre agradable, que fue víctima de la sociedad y la discriminación.
Madara no pidió disculpas por abandonar a su madre, no, él pidió disculpas por abandonar a sus hijos, le conto a Itachi que peleó la patria potestad de ellos, cuando Mito comenzó con sus episodios de ira, pero el juez era homofóbico, le dijo que era una aberración que una pareja de homosexuales se hiciera cargo de dos menores, que eso influiría en su entorno, los degeneraría hacia la conducta homosexual, él y su pareja apelaron, para ese entonces Itachi y Sasuke ya estaban viviendo con Mikoto, hermana de Madara y Fugaku, su esposo, Madara confesó sentirse avergonzado en áquel entonces para enfrentar el posible desprecio de sus hijos, por lo que acepto ceder la tutoria al matrimonio Mangekyo. Día tras día, vió convertirse ese tiempo en años y cada vez se le complicaba más acercarse a sus hijos, por el estúpido temor a ser discriminado por su propia sangre, de nuevo, de ser visto como un fenómeno por ser homosexual, dejó crecer una brecha entre sus hijos y él.
Aquel día con lagrimas en los ojos Madara aceptó que el error más grande que cometió fue no reconocer con sus propias palabras ante sus amados hijos que siempre fue gay, Itachi lloro también, años de tarumaticos sucesos no podían borrarse de la noche a la mañana, cuando Itachi le cuestiono sobre el por qué permitió la violencia psicologica y verbal de su madre hacia ellos él con pesar reconoció otro error, cuando empacó sus cosas y decidió irse, creyó que Mito cedería ante su locura de permanecer a lado de alguien que no te ama de la manera que tú esperas, creyó erróneamente que el amor de madre superaría la obsesión que tenía con él, Mikoto llegó a comentarle las penosas escenas que montaba su ex esposa en su casa, llorando y pidiendo que le comunicara que siempre lo amaría y que lo estaría esperando no importaba qué, Madara tomo la mano de Itachi, la apariencia de su padre dejaba en duda su homosexualidad, éste era un hombre de 1.90, con los rasgos duros y la mirada fiera, cualquiera que viera al imponente Uchiha Madara daría por hecho que era un hombre que disfrutaba de los coños y no de los esfínteres más apretados, con sus manos unidas Madara le dijo a Itachi que aunque él y su hermano no lo perdonaran nunca, él siempre los amaría y se lamentaría cada día por no afrontar su realidad, por dejar que el dedo acusador de la sociedad lo señalara como “padre muerde almohadas”, “monstruo”, “puto”, pero él no quería que sus hijos vivieran más humillaciones, en el colegio o en la calle, no quería que los señalaran como hijos de un “enfermo”, suficiente tenía con que su “esposa” se lo gritara día con día, le pidió a su hermana que los tratara como a sus propios hijos, pero no hizo falta que se lo pidiera, a Mikoto le nació amarlos como propios, Itachi se zafó del agarre porque el corazón le dolia.
Esa vez salió del restaurante sin mirar atrás, paso un mes completo para que pudiera aceptar otra platica/cena con su padre, en esa ocasión Madara le preguntó por su vida, por sus aspiraciones, en aquél entonces Itachi trabajaba para la Palmo Yaesu Seikotsuin en Tokio, Itachi se dijo que si su padre había abierto su corazón e intentaba enmendar el daño, él lo dejaría ser, en una ocasión su padre le pidió ver a Sasuke, pero Itachi le hablo claro, le dijo que no esperara que Sasuke lo aceptara, las palabras precisas que uso fueron
“Otouto te desprecia, sería mejor que esperes un tiempo o a que él pregunte por ti, tal vez sea más fácil el acercamiento”
Madara entristeció, pero acepto esperar, así llevaba 5 años, esperando a que su pequeño Sasuke quisiera saber algo de su padre, pero en el fondo sabía que no sucedería, Sasuke fue el más afectado de todas las discusiones, recordaba que Mito solía gritar y romper cosas, él al no saber cómo lidiar con todo, simpre prometía lo incumplible, dejar a Hashirama, eso no sucedería JAMÁS, una vez dejó escapar su felicidad con el Senju, por el egoísmo y cizaña de su padre.
Siempre le hicieron ver que ser homosexual estaba mal, que era una aberración, dado que su familia era muy tradicionalista, era impensable compartir su sexualidad con su padre, Uchiha Tajima, ya que él era extreadamente machista, en esa época se acostumbraba aún comprometer a los adolescentes y adultos jóvenes, Madara y Hashirama habían mantenido una relación adolescente y veraniega a escondidas de sus familias, pero lo inevitable sucedió, Senju Butsuma sorprendió a su hijo besándose con el Uchiha, lo golpeó a pesar que Madara intentó defenderlo.
Un furioso Butsuma le exigió a Tajima alejar a su aberración de su primogénito, gracias a esa humillación Madara cargaba con una cicatriz horrible en el pecho hecha con un Bokken [*], jamás olvidaría el odio con que su padre rompió la espada en su cuerpo, el dolor por alejarse del amor de su vida, ni la amenaza de casarse con Uzushio Mito para limpiar el nombre del linaje Uchiha, cada día de su vida se arrepentía por ser un cobarde y no haber escapado con Hashirama, éste unos meses después fue enviado a Alemania, la clásica costumbre de deshacerse de lo que estorba, porque Hashirama jamás acepto las amenazas de su padre, él no viviría una vida que no quería, atado a una mujer que no podría amar jamás.
—Hijo, lo único bueno que obtuve de todo esto fueron ustedes, jamás me arrepentiré de ser su padre, aunque ustedes lo hagan, nuevamente te pido perdón por ser un cobarde, por siempre dejar ir lo que más amo de mi lado
Itachi no dijo nada, pero siguió frecuentando a su padre, cosa que era imposible de comentar con Sasuke, su hermano era una caja de pandora esperando ser abierta, debía llegar a él con los actos y palabras correctas, no sería fácil, pero en tiempo presente esperaba que al convivir más, hallara la manera de un acercamiento entre padre e hijo.
Lo que más le sorpendió hace años a Itachi fue una ocasion que su padre le pidió verlo, le sorprendio verlo llegar con su “pareja”, el nombre "Hashirama" ahora tenía un rostro, y era dificil tener enfrente al que por tantos años concidero el factor que destruyo su vida y la de su adorado hermano, cabe decir que Itachi no es la clase de hombre que juzgaría a alguien sin conocerle, pero los traumas son como la niebla, impiden ver claramente, la primera vez que conoció al Senju, no pudo evitar ser cortante y hasta un poco grosero con su actitud fría, en las siguientes ocasiones supo que Hashirama era un Bioquímico prodigio, supo entonces después de unas cuantas charlas por qué su padre se enamoro de él, Hashirama era un hombre fascinante, inteligente y apuesto, sorprendentemente, su sexualidad jamás representó un obstáculo en su formación academica, después de la muerte de los patriarcas Uchiha y Senju Hashirama regreso a Tokio, su hermano Tobirama lo recibió con los brazos abiertos
—Como en esas películas melosas, una tarde que salí a comer al restaurante Kikko, me encontré con tu padre que tenía una cena de negocios con los Kayuga, jamás olvidare su cara —Hashirama soltó una carcajada y acarició la mano de Madara —Fue jodidamente bello, el reencuentro del amor, pero la vida es una perra, él seguía casado, con dos niños, claro que fue inevitable investigar, yo no podía meterme en un matrimonio, por más que lo amara, ustedes, sus hijos debían ser primero, yo no sería quien destruiría su hogar
—Y no te equivocaste, fueron padre y madre, ellos jodieron todo para mi hermano y para mi
—Sabes Itachi, yo conocía a Mito, era amiga de la familia, yo la consideraba una amiga, me sorprendió y decepciono a partes iguales cuando supe que acepto el compromiso en ese entonces con Madara, ella sabía de nuestro “romance”
Itachi dejo de comer y miro fijamente al Senju instándolo a seguir
—Siempre supe que algo estaba mal con ella, no te ofendas, quiero decir, ella no estaba bien mentalmente, muchas veces la anime a ir con un psicólogo, lo hizo un tiempo, pero ella se dejaba influenciar bastante por su familia, su madre le dijo que “eso” era para personas locas, que dejara de ir a terapia, al principio creí que había aceptado su compromiso por obligación, pero se tomo la molestía de ir a verme días antes de irme a Alemania, ella estaba feliz y eso en verdad me molestó, no parecía la misma, es decir como si no recordara que Madara fue mi ¿novio? o lo que sea, recuerdo que la corrí de mi habitación, la invitación de la boda estaba sobre la mesa ratona y y no pude hacer más que destrozarla
Hashirama se encogió de hombros y Madara paseo su mano por el muslo del moreno a modo de consuelo.
Después de bastante tiempo y de escuchar la versión de ambos hombres, Itachi había cambiado un poco la perspectiva de la situación, se imaginó a él y a Deidara en los zapatos de su padre y Hashirama, era malditamente horrible, dejar ir al amor de tu vida solo porque la sociedad ve con malos ojos la homosexualidad, comprometerte con una mujer porque “es lo que Dios manda” eso realmente es estar enfermo, amar es solo amar, sin importar género ni posición social.
Despues de forjar algo así como una tregua con el “responsable” de su traumatica adolescencia, su padre, y la manzana de la discordia, su amante Hashirama, éste le contó sobre su hermana menor Senju Tsunde, sobre su hermano “del medio” Senju Tobirama y su madre fallecida.
Su padre su actual pareja vivian en una ciudad de Alemania, frecuentemente sostenían llamadas por Skype, en una ocasión, cuando Itachi le comento a su padre sobre su idea de cimentar en Seúl, Hashirama le dijo que su hermana trabajaba el el MCA [Centro Médico Asan] y que si quería él abogaría por una entrevisa de trabajo, Itachi accedió ya que con todos los problemas que conllevaba su estadía permanente en el país, llamese Deidara, no tenía cabeza para buscar trabajo estando aún en Tokio.
Claro que el puesto lo gano con méritos, su curriculum y su renombre como médico, lo que ignoraba completamente era que Naruto era nieto y sobrino de dichos personajes, precisamente eso era el mayor error.