—Sí, me han dado el itinerario en el MCA, gracias por todo Hashirama
—Nada que agradecer Itachi, te ganaste el puesto con méritos, tu fama te precede, estoy seguro que Tsunade no te habría aceptado así se lo pidiera yo sino fueses talentoso, debo retirarme al colegio, debo preparar todo para el próximo nuevo curso
Una voz grave se escucho al fondo
—Ya te dije que eres un obsesivo, falta un mes para el comienzo
La pantalla mostraba a Hashirama sentado frente al monitor con una taza de café en mano y a Madara, su padre caminando detrás de la barra de la cocina
—Soy organizado —replicó e castaño
Itachi esbozó una sutil sonrisa, le gustaban las llamadas por Skype con su padre, le gustaba hablar con Hashirama porque era un hombre sumamente fascinante, siempre con un tema nuevo de conversación, todo el rencor que alguna vez sintió por su persona se convirtió en admiración y simpatía, la historia entre sus padres fue mala desde el comienzo y como Hashirama era fan de contar anécdotas divertidas del pasado y recordaba una en especial, aquella cuando el castaño se sinceró con Itachi y le habló francamente
—Sería muy hipócrita de mi parte disculparme por meterme entre las piernas de tu padre, porque no me arrepiento en absoluto, me disculpo por no luchar más por la felicidad de Madara, debí pedirle a mi hermano ayuda, orientación para que él obtuviera su custodia, lamento mucho todo lo que Mito les hizo pasar, lamento como terminó su vida, ella era una chica tan dulce, como ya sabes Madara lucho por muchos años por poder tenerlos con él, por eso pudieron irse tranquilamente con su hermana Mikoto, él ayudo firmando para cederles la custodia a los Mangekyo, llevo pruebas de la inestabilidad de Mito para poder criarlos y el juzgado cedió ante lo inminente, Madara es un estúpido, tantas veces lo alenté a visitarlos, no sé si recuerdes el cumpleaños décimo de tu hermano, la botarga de Doraemon
Una risa armoniosa afloró de los labios morenos del Senju
—Era tu padre
Itachi lo miró perplejo
—Le pagó al tipo del show, se enfundó en la asfixiante botarga y así pudo estar cerca de sus hijos, tú ya eras un adolescente y no te importó tanto acercarte al muñeco, pero Sasuke, él estaba eufórico, Madara estaba bañado en lágrimas dentro de esa cosa
Itachi sintió un nudo en el estómago, recordaba esa fiesta, Sasuke estaba molesto con Fugaku y Mikoto por invitar a sus compañeros del colegio, pero todo enojo se disipó al ver entrar a Doraemon, su personaje favorito, jamás imaginó que su padre se prestara a esas cosas con tal de verlos
—En serio, hubiera dado lo que fuera por verlo actuar en esa cosa
La risa de Hashirama contagió a Itachi
—Padre deberías ser animador de fiestas —comentó Itachi para tragarse el nudo de pena que sentía por el fracaso de su padre al intentar acercarse a ellos
Madara estaba rojo como la grana y con un pequeño sudor en la frente
—Debo de ir al mercado a comprar la anguila —mencionó su padre
—Un día iré a probar esa famosa sopa —mencionó Itachi
—Eres bienvenido, son bienvenidos cuando deseen venir —respondió el castaño
Aún era difícil por no decir incomodo introducir a Sasuke en la conversación, Itachi quería, intentaba decirle a su hermano sobre su “relación mejorada” con su padre, pero conocía a su hermano y sabía que no lo tomaría nada bien
—Gracias Hashirama, espero sea pronto
—Hijo, cuida de Sasuke —pidió su padre —Anhelo el día en que nos sentemos a conversar y sanar heridas —la voz de su padre se notaba decaída, siempre era de esa manera al mencionar a su hijo menor
—Claro padre, yo también lo deseo, debo dejarlos, debo ir a encontrarme con unos amigos, pronto será la fiesta de despedida de uno de ellos y estamos afinando detalles de la fiesta
—Diviértete hijo, te quiero —finalizó Madara saliendo de su campo visual
—Hablamos pronto Itachi, cuídense —Hashirama dio un sorbo a su café
—Nuevamente gracias por todo, ustedes también cuídense, hasta pronto —Itachi finalizó la llamada
Su departamento volvía a estar calmado, tanto que lo hacía entristecer, se acostumbró tanto a Deidara, Kurotsuchi trabajaba tanto con la nueva campaña de modelaje que apenas se veían y a decir verdad no la extrañaba.
Deidara había regresado a Tokio, la conferencia que le precedió en Shizuoka fue un éxito, la cara del Seiryu era un imán para las ventas, muchos se preguntaban por qué Deidara no se dedicó al modelaje en vez de al basketball, tenía todo el porte de un súper modelo, pero él sabía que a Dei le gustaba jugar más que conducir motocicletas, veía sus ojos brillar al driblar en la duela de la cancha, lo veía ser un brabucón con sus contrarios y reírse en sus caras cada que fallaban una canasta o no conectaban un pase de balón, el jamás dejaría el deporte, estaba seguro de ello, la alianza con aquella marca deportiva prestigiosa era meramente publicidad innecesaria, pero bien redituada, gran parte de lo ganado se iba a fundaciones para deportistas lesionados, muchos de ellos sin posibilidad alguna de volver a ejercer, Deidara sufrió en carne propia el sentirse inútil y por eso busco la manera de ayudar a los que no tuvieron una segunda oportunidad como él, el trato era justo, ellos hacían servicio social, nada pesado, y recibían pagos monetarios que les ayudaban a vivir dignamente.
Desde hace poco más de 7 semanas los pensamientos de Itachi revoloteaban alrededor de Deidara, bueno, desde que lo conoció, pero con la fiesta de despedida de Naruto era inminente hacerle saber al rubio testarudo de su permanencia en Seúl, esperaba de veras que nada saliera mal ese día.
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“SINDROME DE ASPERGER”
Sai releyó el diagnostico que el doctor Sabaku No le entregó hace media hora
"Las personas con el síndrome de Asperger quieren socializar y tener amigos, pero cuando intentan establecer relaciones muchas veces se equivocan"
Desde pequeño siempre rehuyó del contacto infantil, fue educado con mano dura por su padre adoptivo Shimura Danzo, cargaba con muchas cicatrices físicas y mentales, siempre siendo comparado con su hermano mayor
"Las personas con síndrome de Asperger no tienen ningún tipo de problema físico ni verbal que los identifique a primera vista, muchas veces se las ha acusado de ser pedantes o maleducados, muchos de ellos quieren ser perfectos a la hora de denominar las cosas. Esta hiperprecisión resulta extraña al resto de las personas”
Recordaba perfectamente cada vez que su “padre” le volteó la cara con una fuerte cachetada, recordaba perfectamente el día que su hermano murió, accidente de auto provocado por él, su padre le escupió en la cara que hubiese preferido mil veces que él muriera a su hermano, Sai no soltó una lagrima siquiera
“ALEXITIMIA”
“ Trastorno que impide manifestar las emociones. Existe la alexitimia primaria, producida porque las estructuras neurológicas vinculadas con las emociones están afectadas, y la secundaria, que ocurre como consecuencia de un trauma emocional grave o por un desorden en el aprendizaje emocional”
Tenía 10 años cuando su padre le exigió comportarse a la altura del heredero del apellido Shimura, Sai nunca supo lo que era una muestra de cariño por parte de la figura paterna, nunca recibió palabras reconfortantes ni abrazos cálidos para apremiar su desempeño académico, recordaba que su padre siempre lo miraba duramente, su papeleta de calificaciones debía estar siempre en excelencia, desde el preescolar desfiló por los colegios más prestigiosos de Seúl hasta que a sus 17 años, su padre lo estableció en Europa, Alemania, para Sai era realmente fácil viajar de un lugar a otro, jamás formo lazos ni amistad con nadie, se desenvolvía muy bien en eventos sociales, pero todo era una fachada porque sonreía sin ganas, debía cumplir con su deber como hijo de Shimura Danzo, Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en representación de Corea del Sur, si bien era cierto que vivió una década en Alemania, no le quitaba ejercer sin problema en su tierra natal, de hecho para eso su padre había contactado a Sasuke hace algún tiempo, su padre conocía a Orochimaru desde toda la vida, un prodigio, según él, en aquella ocasión buscaba alguien que representara a su persona en el Bundesgerichtshof o Tribunal Federal de Justicia, Orochimaru le recomendó al Uchiha, en aquella ocasión recuerda lo molesto que su padre estaba al hablar con Sasuke, había pedido implícitamente que él personalmente llevara su caso y el cabrón le mando a otro tipo.
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Llevaba 7 semanas, 1176 horas, 42 minutos y 23 segundos de relación con Sasuke y no podía ser más feliz, justo ahora eran las 2:40 pm y se dirigía a la entrada del edificio, Banna lo recibió en la entrada, con una respetuosa inclinación de cabeza.
—Bienvenido Naruto-sshi
—Buenas tardes Banna —Naruto ya conocía al jefe de seguridad del edificio, un sujeto moreno de cabello rojo con patillas largas, era un sujeto muy educado
Naruto continuó su trayecto sonriendo a los que pasaban, Sai entraba justamente por la puerta, releyendo las hojas en sus manos y evocando recuerdos, entró sin dirigirle la palabra a Banna, su vista fija en el texto
—¿¡Subes!? —Gritó el rubio y Sai enfocó su mirada oscura en el índigo
—Subo — respondió sonriendo como siempre hacía, guardo las hojas dentro de su maletín cuidando de no doblarlas ni desacomodar los demás papeles, Naruto bloqueaba el cierre de las puertas del elevador para que Sai entrara con él
Uzumaki Naruto era alguien interesante, con un resplandor único y atrayente, siempre le miraba una radiante sonrisa en el rostro, aun cuando sabía que era pareja de Sasuke “cara de culo” Uchiha, aguantar a ese jodido pedante debería ser premiado, para Sai Naruto era el sol, dorado y cálido, Sasuke era la luna, taciturna y fría, tal vez eso era lo que los unía, sus diferencias complementaban al otro.
—Es hora del almuerzo —mencionó el rubio
—Es bueno que arrastres a Sasuke a comer, antes de que frecuentaras este lugar él vivía encerrado en su oficina —Sai se acercó al rubio a modo de hablar en secreto —A veces dudaba que fuera humano —Naruto río sonoramente —De no ser porque sé que tiene baño en su oficina juraría que es un robot programado para sentarse y teclear
—Así es el teme, un adicto al trabajo —mencionó el rubio alegre
—Supongo que sí —El timbre del elevador anunció el piso 32 —Pero creo que incluso antes que al trabajo es más adicto a ti —La cara del rubio competía con el rojo de emblema de Mangekyo —Nos vemos Naruto —mencionó en voz alta Sai con una sonrisita retorcida y dio vuelta en un pasillo
Naruto avanzó aún sonrojado y abrió estrepitosamente la puerta de la oficina de Sasuke, Ten Ten, su secretaria habría salido a comer, y no tardaba en regresar para que Sasuke pudiera irse con el rubio
—¡Teme! —Gritó el rubio —Te dije ayer que era mala idea que me quedara contigo aquí hasta tarde
Sasuke dejo sus lentes especiales para trabajar frente al monitor y fijo sus ónices en los ojos de trueno azul del Uzumaki
—¿Por qué llegaste con Sai? —preguntó el Uchiha quien escuchó a la copia barata despedirse a todo pulmón de su rubio
—¡No llegué con él Teme! —Graznó el rubio —él venía entrando y detuve el elevador para que subiera, al fin y al cabo venía al mismo piso que yo, no me cambies el tema —enfatizó señalando con su dedo acusador a su enamorado
Sasuke se levantó de su escritorio, rodeándolo y situándose frente a su delirio de ojos de trueno
—Yo creo que quedarte hasta tarde ayer fue una maravillosa idea —respondió el Uchiha acercando a su girasol a su cuerpo
—Sasuke —gimió el rubio antes de que sus labios fueran apresados por los del azabache
—Anoche fue delicioso, follarte frente al ventanal, viendo tu delicioso cuerpo alumbrado por las luces de la ciudad —expresó en un tono que derritió como mantequilla al rubio
—Creo que Sai escuchó —mencionó el rubio sintiendo su erección crecer mientras Sasuke lamia su cuello y daba mordiditas a su lóbulo derecho
—¿Crees? —ironizó el Uchiha —Anoche se fue a la 1 de la mañana
Naruto saltó dando la cara a su novio
—¡Sasuke! —Gritó a todo pulmón, azorado y avergonzado —pudiste decírmelo anoche antes de… de
—De comerte —completó el azabache —No quería que te contuvieras dobe, me gusta como gimes para mi —Tomó el rostro del rubio y le dio un beso sucio, delicioso
Sus lenguas danzaban en sincronía, Sasuke sonrió entre el beso porque sabía cómo derretir a su dobe, descendió sus besos por la clavícula, apreciando la marca de sus perfectos dientes en esa piel tan tersa, tan suave y lamió el agravio, sintió al rubio estremecerse “odaxelagnia” eso le dijo Naruto que el mapache sin cejas había diagnosticado, era su sucio secreto, uno que no compartiría más que con él, agradecía que por sus descaradas maneras de marcar al rubio descubrieran que éste era adicto a ser mordido durante el sexo.
—Mmmmh basta Sasuke, Ten Ten está por regresar —articuló el rubio mitad arrepentido por detenerlo y mitad deseando que se repitiera lo de anoche
Anoche Sasuke le avisó que tenía bastante trabajo pero que deseaba verlo, Naruto cual abeja adicta a la miel voló literalmente hasta la oficina de Sasuke a eso de las 10 pm, puso de excusa que necesitaba ayudarlo con algo urgente y que más tarde él lo llevaría de vuelta a casa, Tsunade aceptó, recordaba que Sasuke como todo un caballero a la antigua había pedido permiso a la rubia para tener una relación sentimental con su nieto, a ella le sorprendió que el muchacho le pidiera eso, su nieto ya era mayor de edad, pero le causo orgullo saber que Naruto la tomaba en cuenta en su vida, dio su aprobación y desde entonces ese par no podía estar más de 8 horas separados, cabe decir que el tiempo que le tomó a Naruto llegar a la oficina bastó para que Sasuke tadelantara bastante el contrato de Kono Ashika, una actriz internacional que buscaba quién llevara su economía. Naruto llego al edificio y éste ya estaba cerrado, Banna lo reconoció y le dejó pasar, sabía de ante mano lo importante que era el chico para su jefe, un minuto exacto después Sasuke le hablaba por el walkie talkie diciendo que el rubio iba para allá, éste e pidió guardar el secreto de que ya había llegado, Sasuke le mencionaba a Banna que podía retirarse, que él solo esperaría a Naruto y estarían ahí otro poco, omitió a Sai ya que no le interesaba si se quedaba encerrado en el edificio, cosa imposible porque ambos tenían llaves de todos los recovecos del inmueble.
Banna se despidió cortésmente del rubio y salió por la puerta, dejando solamente al velador recluido en una pequeña caseta aledaña al estacionamiento
Naruto había irrumpido quedamente en la oficina de Sasuke, quien levantó la vista admirando a su perfecto girasol caminar sensual hasta su escritorio
—Buenas noches Señor Uchiha —el tono que uso el rubio era divertido, Sasuke sonrió de lado —¿Necesita algo más señor?
—Acércate —ordenó el azabache al rubio, este se sentó a horcajadas sobre el regazo del de ojos negros y se besaron, despacio, chupándose los labios, Naruto daba lengüetadas al labio inferior del azabache
—Te extrañé Teme —hablo el blondo entre el beso —¿Quieres que te ayude?
—Solo estoy puliendo detalles, hoy hubo mucho papeleo —Sasuke aspiro el aroma del rubio mientras recargaba su barbilla sobre el hombro de su rubio
Debes estar muy cansado —rodeo a Sasuke con sus brazos y besó su coronilla —¿Haz comido algo?
—Solo el almuerzo, realmente no tengo hambre
—¡Vayamos a cenar! No puedes estar sin comer teme, la comida es sagrada, nunca debes saltarte las comidas, no puede cree…
Sasuke terminó son su griterío besándolo
—Pensándolo bien sí tengo hambre —dijo con una mueca parecida a una sonrisa, haciendo alarde de su excelente condición física se puso de pie sosteniendo al rubio quien se afianzaba al azabache rodeando su cintura con sus largas piernas
Colocó a Naruto de espaldas al ventanal, ninguno fue consciente de su desnudez hasta que los glúteos del rubio sintieron la frialdad del vidrio
—Eres delicioso, no me cansaré de decírtelo —Sasuke vivía una etapa donde se sentía pleno y feliz, expresaba lo que sentía porque Naruto se merecía a cada minuto que le recordara lo hermoso y delicioso que era
—¡AHHHH! —Gimió el rubio al sentir que Sasuke lo masturbaba despacio y le besaba la mandíbula —Y tú eres todo lo que necesito, te amo Teme
Se fundieron en un beso fogoso, pronto Sasuke volteo a Naruto de frente al ventanal y dándole a él la espalda
Acaricio con delicadeza la longitud de su espalda y besó sus omoplatos mientras simulaba embestidas sobre las nalgas del rubio, era delirante ver ese trasero restregarse descaradamente sobre su pene, Naruto no espero más y tomo el pene de Sasuke con su mano derecha y se lo introdujo despacio, quemaba y ardía, pero era jodidamente exquisito, Sasuke tuvo que sostenerse del vidrio con ambas manos, a pesar de que hacían el amor casi todos los días el esfínter del rubio seguía apretadito, el rubio comenzó a oscilar sus caderas y pronto su erección engullida segregaba liquido pre seminal, estuvieron así por mucho minutos, Naruto moviendo ese culo hermoso tragándose su verga y Sasuke mordiendo y besando toda la piel apiñonada que tenía al alcance, Naruto ladeo la cabeza y su mandíbula fue apresada por la firme mano del Uchiha
—AHHHH Naruto—
Al rubio le encantaba escuchar a Sasuke gemir, amaba esta etapa de pareja, por fin tenía al verdadero Sasuke a su lado, al que embestía con bestialidad y gemía ronco en su oído, al que expresaba sus sentimientos, el que le decía te amo mientras lo besaba con la saliva escurriendo de ambas bocas, el Sasuke que se lavaba los dientes con pasta mentolada orgánica, al Sasuke que amaba los tomates y devoraba los guisos que él con amor le preparaba por las noches en su piso, el Sasuke que no sabe mentir y es cariñoso, su Sasuke
—Sasuke por favor AHHHH MMMMH
Y el azabache sabía qué hacer, lamió la mejilla del blondo, tomó la erección del rubio con su mano libre, mientras la otra lo ayudaba a sostenerse en el vidrio, Naruto con ambas manos sobre el cristal saco el pene duro de Sasuke de su interior y se dio la vuelta, beso con ahínco los labios rojos del Uchiha y masajeo ávidamente a erección que recién salió de su interior
—Date la vuelta —Ordenó el azabache y el rubio obedeció —Quiero que toda la maldita ciudad vea como te follo —Metía y sacaba la punta de su pene de la entrada rosada del rubio —Quiero que todos sepan que eres mío, ¿Te gustaría? Mira allá —Naruto con la vista nublada miró el edificio contiguo, algunos cubículos estaban encendidos en clara prueba que ahí habían personas aun laborando
—Más profundo Sasuke, la quiero toda dentro
—Cómetela toda amor AHHHH la aprietas tan rico —Sasuke nuevamente embestía al rubio con bestialidad, a ninguno le importó que el vidrio del ventanal cediera debido a la fuerza, solo pensaban en saciar su necesidad mutua
Sai salía de su oficina, estaba acostumbrado a mal dormir y madrugar, caminó por el pasillo y dio vuelta, pasando frente a la oficina del Uchiha escuchó las lascivas palabras del Uchiha
“Cómetela toda amor AHHHH la aprietas tan rico”
Su curiosidad movió sus piernas, abrió la puerta sin importarle si lo escuchaban pero ese par estaba sumido en su burbuja
—¡Te amo Sasuke!
—¡Te amo Naruto!
Sasuke volteó la cara del rubio en un brusco movimiento, estaban en un ángulo perfecto, Sasuke no esperó más e hincó sus dientes en la clavícula de su amante, el gemido de éxtasis removió algo en Sai, era sexo en su más puro estado, sí, pero había algo más, ellos se dijeron “te amo” y él no comprendía ese sentimiento, dio la vuelta y salió de la oficina, su hazaña le valió una erección.
—Curioso —dijo al aire y bajando al sótano, su auto abandono el estacionamiento
—Estoy seguro de que nos escuchó —replicó el rubio haciendo pucheros —todo es tu culpa por seducirme, Sasuke no se aguantó la risa y su aliento caliente le hizo cosquillas en la piel al rubio —Amo verte sonreír —le dijo el rubio y beso su frente
—Y yo amo todo de ti
Ten Ten avisó de su llegada y por fin ellos pudieron ir a degustar sus sagrados alimentos.