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Enishi por Tina Black

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Notas del capitulo:

Vaya, ahora si no tardé XD

Se encontraban en el acuario. Habían ya pasado algunos minutos del incomodo silencio, hasta que por fin decidió hablar el cocinero -¿Y bien? ¿Qué es? -Sacó del bolsillo de su camisa un cigarrillo y su encendedor -Debo admitir que me estás asustando... -Prendió por fin su cigarrillo y le dio una profunda calada.

-Es sobre tu ausencia... -Habló por fin el espadachín.

-No tenía idea de que me hayas extrañado... -Dijo con voz fingida

-Para serte sincero, yo no quería que volvieras.

-Sí, eso era lo que me esperaba.

-¿Me lo dirás?

-No tengo por qué decirte nada... Lo que sucedió allá está en el pasado...

-Supongo que querrás hacer esto a la mala... -Dijo desafiante.

-Haz todo lo que quieras, pero no te diré nada... No tengo la obligación de contártelo...

-Cómo quieras... Pero de una vez te advierto que cuando me alivie...

-¿Me estás amenazando? -Se miraron cara a cara y mostrando sus deseos de matarse -No entiendo por qué estás interesado en ello... Pensé que no significaba nada para ti.

-Quiero respuestas... ¿Ya olvidaste lo que dije, cierto?

-...

-Supongo que te lo tendré que recordar... Esto no es un juego, y dónde me entere que le hayas hecho algo a Luffy...

-¿Saldrás de la tripulación? A veces no te entiendo en verdad... No tienes por qué ser tan orgulloso... No te lleva a nada bueno.

-En tu caso, habrá un duelo... Y te lo advierto, no tendré piedad contigo...

-No sé qué fue lo que pasó para que me odiaras de esa forma... -Dijo calmado -Pero estoy seguro de que no sólo es por nuestro capitán... -Lo miró de reojo y vio como el semblante de Zoro cambió un poco -No soy un patán... -Comenzó a caminar a la salida dándole la espalda al espadachín -Yo en verdad aprecio a mi tripulación, Zoro... -Dijo quedando frente a la puerta -Por eso hice lo que hice... Y si volviera a suceder... -Apretó el puño por lo bajo -Debo regresar a la cocina... Deberías ir a descansar. -Salió por fin del acuario dejando a un Zoro con el ceño fruncido y algo impotente por lo que le dijo.

 

 

[...]

Chopper se encontraba limpiando un poco su consultorio y al pasar por la mesita en donde estaban sus instrumentos listos para ser lavados, echó un pequeño vistazo a la bala que había herido a Luffy -Que extraño... Jamás había visto una bala con este aspecto tan raro... –Se comenzó a sentir un poco débil al tomar el pequeño objeto, con trabajos pudo observarla. La bala era de un alto calibre, era del tamaño de un dedo.  De un color negro, pero resaltaba en ella un pequeño punto rojo. Al verlo con mayor detenimiento, este punto parpadeó una lucecita del mismo color. No dudó en llamar a Usopp y a Franky para que se encargaran de revisar el extraño objeto. Al llegar al taller donde se encontraban los chicos, les mostró la bala, Franky tomó el objeto y vio detenidamente y después fue a su mesa para revisarlo con mayor detenimiento.

-¿Entonces esto fue lo que hizo que hiriera a Luffy…? Pero se supone que el inmune a las balas. –Comentó Usopp al acercarse.

-Esta bala está hecha de metal marino… Por eso no pudo continuar con la pelea… -Comentó Chopper -¿Qué es lo que tiene, Franky?

-Esto… Es un rastreador. Debemos deshacernos de el cuanto antes… -Sacó del cajón unos desamadores y en seguida comenzó a separar con cuidado las piezas –Muy bien… Lo primero que hay que hacer es… -Acercó su lupa para buscar el pequeño rastreador y una  vez que lo encontró lo desactivó –Es la primera vez que veo algo así… Esta bala es única… No se preocupen. Ya desactivé el rastreador, pero me quedaré un rato a revisar con más detalle esto. Los chicos se mostraron preocupados pensando en lo peor al poder ser encontrados por esos tipos –Descuiden, no pasará nada. Si esos sujetos nos vuelven a molestar, estaremos mejor preparados.

 

 

 

 

Sanji se encontraba limpiando un poco la cocina  y recapitulando lo que sucedió con el y contra el sujeto que no quiso lastimarlo -Pudo haberme atravesado con esa arma... Pero logró detenerse con mucha precisión... Estoy seguro de que no eran humanos... ¿Quién los habrá mandado? ¿Y cómo para qué? Dudo mucho que  sea solamente por nuestras cabezas...

<<-El amo nos lo ordenó>>

-El amo... -Entrecerró los ojos mirando a la nada estando frente al lavadero -Espero y no los volvamos a ver... -Miró el reloj de la pared y dijo -Media noche... Ya es hora de dormir... -Se estiró un poco mientras caminaba. Salió de la cocina y fue directo a la habitación encontrando a Luffy y a Zoro durmiendo. Se quitó los zapatos y cerró con cuidado la puerta para no despertarlos. Fue directo a su hamaca y se acostó mirando al techo hasta que por fin lo invadió el sueño.

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De nuevo se encontraba en ese lugar. Mirando detenidamente la silueta de esa persona -¿Quién eres tú? -Preguntó en sus pensamientos sin quitarle la vista de encima -Este lugar... Creo haberlo visto antes... -Detrás de la silueta se dejó ver una singular torre que apenas estaba agarrando forma. Y el resto del escenario era la noche acompañada de una gran luna brillante. En eso, escuchó el tintineo de unos cascabeles. Y en cuanto sintió una extraña fuerza que lo obligó a mirar abajo desde donde estaba parado, era una torre de color gris y blanco. Se dio cuenta que la estructura de aquella torre se comenzaba a dejar ver mejor y vio que a lo alto se dejaba ver una bandera -La marina... -De pronto, el símbolo de la bandera comenzó a cambiar de forma junto con el edificio y antes de poder ver la forma que comenzaba a tomar por fin...

Abrió de golpe sus ojos. Se levantó y miró a su alrededor cerciorándose de que se encontraba en su habitación. Aquel sueño lo sintió tan real que no pudo olvidar cada detalle que vio en este -¿Qué me está pasando? Estoy seguro de que se trata de una señal... -Había perdido el sueño -Espero y no pase nada malo.

 

[...]

Por fin llegó el día, estaban a unas horas de llegar a la siguiente isla en donde los esperaba  Law y el resto de su equipo. Todos estaban ansiosos por conocer el lugar. Por fin conocerían la enigmática, fría, pero hermosa isla de Samara. Se dejaban ver unos bellos edificios de cristal macizo y deslumbrando en cada uno un color específico a modo de que se dejara ver una especie de aurora boreal reflejándose en el cielo -¡Es increíble! -Exclamó el capitán desde su asiento especial -Ya quiero ver que mas hay...

-No te impacientes, Luffy. ¡Buurrr...! Si que hace mucho frio... -Dijo la navegante al cubrirse mas con su enorme abrigo de color naranja oscuro.

-¿Cuánto tiempo tardará la brújula en indicar la siguiente isla? -Preguntó animado Luffy.

-La verdad, aun no estoy muy segura, pero según mis cálculos tal vez en una semana. De todas formas voy a preguntar.

-Bien.

-Pensé que estarías desesperado por llegar a Raftel...

-Tal vez, pero ahora quiero divertirme un poco y conocer este lugar.

Al llegar a la  isla encontraron a un encargado les indicó que podían dejar el barco dentro de uno de los almacenes donde se encontraban otros. Eran varias naves, desde la mas pequeña hasta la mas monumental. Tantos barcos turísticos como piratas.

-¿No hay problema? -Preguntó Nami quien estaba bajando del barco y yendo con el encargado.

-Claro que no hay problema, señorita. Esta isla es visitada frecuentemente. Todos son bienvenidos aquí. Siempre y cuando sus intenciones sean conocer y hospedarse.

-Vaya, eso me alegra.

-Vengan... -El encargado les indicó la dirección de una pequeña caseta en donde debían registrarse.

-¿En cuánto tiempo el loge pose me indicará la dirección de la siguiente isla?

-Normalmente tarda entre una o dos semanas.

-Mmm... Supongo que no hay remedio...

-¡¿Una o dos semanas?! -Exclamó Luffy -¡Es demasiado tiempo!

-Dijiste que no te importaba...

-Si, pero es demasiado...

-Vamos. No hará daño descansar un rato... -Comentó con templanza el esqueleto llegando con el resto de los muchachos.

-De acuerdo... ¿Alguien recuerda el nombre del lugar en dónde se está hospedando Torao?

-Si no mal recuerdo es en un lugar llamado Mercure Arbat... -Dijo la arqueóloga recordando las indicaciones de Law.

-Que nombre tan extraño... -Dijo el carpintero quien estaba a lado suyo.

-Tengan. -El encargado les entregó un tríptico en donde tenía el mapa de la ciudad y marcó el punto en dónde encontraba la casa de huéspedes.

-Ah, muchas gracias. -Dijo Luffy tomando el tríptico.

-Sean bienvenidos a Samara. Si tienen alguna duda, pueden preguntarle con confianza a los vigilantes. Ellos portan un uniforme de color negro con dos cintas de color rojo en el hombro izquierdo.

-Muchas gracias. -La tripulación se adentró por fin a la isla llevando sus mochilas con algunas mudas de ropa. Se llevaron una gran sorpresa al ver el resto de la ciudad. Estaba cubierta por un bello manto de nieve y era iluminado por algunas luces tenues. Había cerca de ellos un parque bastante llamativo y con una hermosa fuente la cual tenía a una estatua con la forma de una bella diosa. Nami le pidió a Luffy que le prestara por un momento el mapa para empezar a buscar el hotel -Que les parece, el lugar está a unas cuadras de aquí... -Dijo al ver el camino marcado en el mapa -Andando.

Al continuar con su camino, al pasar por un callejón, Sanji vio de rápido por el rabillo del ojo una sombra de un aspecto robusto. Al voltear, esta ya no estaba y pensó que su mente le estaba jugando una broma por lo sucedido en la última isla que visitaron. Al ver el ambiente de la ciudad, no pudo evitar recordar uno de los sueños que tuvo junto a su amiga. Sin querer se detuvo al contemplar uno de los rincones iluminados. Dos personas se encontraban platicando sentados en una banca mientras comían un bocadillo y bebían un poco de café.

-¿Qué ves? -Dijo Usopp acercándose a su nakama -¿Acaso te recuerda algún momento romántico con alguna chica? -Dijo divertido testereando el brazo del muchacho con su codo.

-Yuko-san...

-¿Eh?

Sanji reaccionó al fin y vio a un sorprendido Usopp -¡Ah, no es nada! ¿Qué decías? -Dijo con una sonrisa denotando pena ante su pequeña distracción.

-¿Yuko? ¿Quién es Yuko?

-Ah, no. Nada... Vamos... -Comenzaron a caminar -Si no nos apuramos nos dejarán atrás... Jejeje...

No, fue su imaginación, en verdad alguien estaba ahí espiándolo, esa persona se asomó para poder ver qué dirección tomaban –Parece que van al hotel que está unas cuadras del parque… -Se encontraba hablando con un den den mushi –Si… De acuerdo… Seguiré vigilándolo, cualquier movimiento daré aviso al jefe.

 

[…]

Habían llegado por fin al hotel en donde pidieron sus habitaciones compartidas. Por supuesto, los grupos se conformaron de la siguiente manera a petición de Nami: Habitación 200 estarían Robin, Nami y Chopper. En la habitación 201 se instalarían Franky Sanji y Zoro y por último en la habitación 202 se quedarían Luffy, Usopp y Brook. Una vez que se lograron instalar, no tardaron en comunicarse con Law para avisarle por fin de su llegada y preguntar en que habitación estaba junto con sus nakamas. Una vez que le dieron aviso de su llegada, se dispusieron a disfrutar de las comodidades que les ofrecía el edificio, empezando por ir a las aguas termales. Se reunieron en el pasillo y fueron de camino al lugar, claro, todos… Excepto Sanji quien se encontraba sentado a lado de la ventana viendo el nocturno y bello paisaje de la isla mientras recordaba todos y cada uno de los sueños que tuvo junto con la bruja dimensional. Sin duda jamás olvidaría todo lo que vivió y más al ser testigo de la verdadera magia.

-Me ayudaste a aclarar mejor mis ideas… -estaba hablando solo sin dejar de ver el cristal –Bueno… Aún tengo algo pendiente… -Sacó del bolsillo de su camisa un pequeño costal en el cual tenía guardado el huevo que le dio la peli negra –Estuve a un paso de usarlo en esa extraña isla de pastel. Debo pensar muy bien en mi deseo cuando sea el momento… -Guardó de nuevo el costalito en su bolsillo y se dispuso a encender un cigarrillo –Mañana será luna llena. –Comenzó a recordar los días en los que convivió con Yuko.

 

 

[*****]

-¿En qué piensas, Yuko-san? –La chica salió de sus pensamientos una vez que escuchó la voz de su amigo quien la veía con esa angelical sonrisa.

-Amo los días de luna llena… -En eso, Sanji le sirvió otro vaso de sake y se lo dio, al tomar el vaso, lo levantó al aire –¿No te parece hermosa?

-Si, es muy bella… ¿Poe qué te gustan estos días?

-Así como es un astro el cual atrae a los malos espíritus, también es un gran protector, mientras tengas el conocimiento necesario y… -Hizo una pequeña pausa dejando intrigado al rubio –Es una noche perfecta para disfrutar del sake. –Dijo esto con gran alegría –En especial si esto lo puedes compartir junto con las personas que amas… Como ahora.

-¡¡Woooooooohhhh…!! ¡¿Acaso estás diciendo que me amas?! –Gritó con gran emoción -¡No…! ¡No debo! ¡Pero es tan bella! –Se abrazó a sí mismo al comenzar a crear un empalagoso escenario en donde ambos estuvieran juntos y tomados de la mano y a pocos segundos de darse un beso.

-Eres un chico con una gran imaginación… -en eso el chico reaccionó y volteó a ver a la chica y esta le señaló a que mirara a frente suyo mostrando una sonrisa. Al mirar al frente, vio la escena que había imaginado antes.

-¡¡Aaahhh…!! –Cayó de espaldas con un gran rubor en su rostro mientras una risa invadía su ambiente –Olvidé que todo se puede proyectar en este mundo…

-La verdad no me molesta, me hace sentir halagada –Dijo con picardía -Pero sabes... -Se acercó lentamente hasta llegar con el rubio y dijo con una seductora voz -Si es eso lo que quieres, puedes pedírmelo -Yuko miró sin desparecer su encanto seductor con Sanji y dejó caer un poco de la manga de su kimono mostrando ese delgado y pálido hombro. Sanji no pudo mas y gritó con esa graciosa cara llena de nervios -Jajajajaja... -La chica se alejó sin dejar de reír al ver la reacción de Sanji quien estaba reincorporándose  -En verdad eres muy lindo... Jajajaja...

-Me asustaste... Bueno... -Se comenzó a poner mas nervioso -Admito que eres muy bella y... Y... Si... Pero... Pero... No quiero ser un... -Los nervios no lo dejaron continuar y claro su rostro estaba mucho mas rojo.

-Tranquilo. Sé que no serías capaz de hacerme daño, te respeto... -Intentó aguantar la risa -Pero en verdad no pude evitarlo. Quería ver la expresión de tu rostro... -Vio como el cocinero bajó la mirada para esconder su pena. -Pero... -Se acercó nuevamente y le tomó del mentón haciendo que levantara fe nuevo su vista -Si tu lo quieres...

-Yo... ¡Yuko-san! -Cerró con fuerza sus ojos para ya no ver mas aquellos hermosos y sensuales ojos de su amiga.

-Me pregunto cómo te verías si tuvieras esas lindas orejas... -Vio como el chico se estremeció mas al tenerle que recordar sus días como ese inocente y dulce chico de orejas y cola de zorro. -Anda, sólo por esta vez déjame transformarte en ese pequeño... -Dijo ilusionada y comenzando a recordar al Sanji de mirada inocente.

-No...

-Por favor... -Sanji le negó con la cabeza -¿Si?

-No...

-Sanji-san te ves tan tierno con esa carita...

-No... No es cierto...

-Claro que si...

[*****]

 

 

-Yuko-san... -Dijo con una melancólica sonrisa aun mirando a la ventana -Aun estoy algo confundido con mi corazón...

-¿Por qué? -El cocinero volteó cde golpe para ver al dueño de esa voz.

-¿Des...? ¿Desde a que hora estás aquí? -Preguntó avergonzado.

-Desde el momento que mencionaste a una tal Yuko... -Respondió un confiado Law quien estaba recargado en el marco de la puerta mirando con familiaridad a Sanji. -Me alegra verte de nuevo, Kuroashi-ya.

-Por favor no digas nada de lo que dije... -Se levantó y fue hasta el peli negro -Es bueno verte otra vez...

-¿Decir qué? Aquí no ha pasado nada. Es normal hablar con uno mismo... Bueno, a veces... -Respondió con tranquilidad yendo a recostarse a una de las camas -¿Cuál es la de Zoro-ya?

-Es la de la derecha... Esa es la de Franky... -En eso, vio como el peli negro se cambió a la cama del marimo, algo que molestó un poco a Sanji.

-Espero que no les hayas dicho algo de ese día...

-No tengo necesidad de hablar de eso... -Dijo con seriedad el cocinero yendo a desempacar su ropa.

-Confío en ti... ¿Y qué ha dicho Zoro-ya sobre eso?

-No lo sé. No he hablado con el...

-¿No se hablan?

-No...

-¿Y eso?

-¿En qué habitación estás? -Dijo el cocinero cambiando de tema.

-Estoy en el cuarto piso. Me tocó una habitación sólo para mi.

-A nosotros nos tocó compartir.

-Es lo que veo, Kuroashi-ya. Y dime, ¿Cómo les fue en el camino?

-Bien... Aunque nos topamos con unos sujetos e intentaron atraparnos...

-¿Cómo eran?

-No parecían ser de la marina, llevaban unos trajes, sombrero y gafas. Se veían bastante intimidantes y su forma de pelear era extraña... Eran como robots o... -En eso se quedó callado al analizar el asunto y en eso le vino algo en mente -No...

-¿Qué pasa?

-Na... Nada... -Dejó sus cosas sobre la cama y fue a la puerta.

-¿Kuroashi...? -El cocinero salió por fin de la habitación dejando a Law con la palabra en la lengua.

Estaba caminando lo mas rápido que podía que no se dio cuenta que estaba por chocar con Zoro -¡Oye ten cuidado...! -Reclamó el espadachín, pero antes de decirle mas, vio a su nakama algo preocupado -¿Todo bien?

-Si. -Respondió cortante y siguió su camino hasta llegar a las escaleras y bajó con mucha prisa en busca de la salida.

-¿Pero qué le pasa? -Dijo algo molesto y sin darle mas importancia fue de camino a la habitación.

 

Notas finales:

Nos vemos en el siguiente capítulo.


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