Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Enishi por Tina Black

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Después de siglos... :V 

Sanji se encontraba deambulando entre las confusas calles de la pictórica isla, por unos instantes se sintió algo tonto al perderse -Creo que estoy perdido... Ahora ya sé que se siente ser ese marimo con patas... -Dijo mientras caminaba dejando las curvas de las calles lo llevaran a no sé dónde. Después de un rato de caminata, terminó llegando a la orilla de la isla.

El ambiente era bastante tranquilo, cubierto por la blanca y brillante nieve que era iluminada por aquella aurora boreal que se encargaba de adornar la noche. Se quedó contemplando el bello y nocturno cielo al mismo tiempo que comenzó a recordar ese extraño sueño que ha tenido durante estas últimas noches -¿Quién será esa persona?

[...]

Zoro llegó a la habitación en dónde lo estaba esperando un cansado Law quien estaba recostado aun en su cama -Ah, Law... Es bueno verte. -Dijo calmado el espadachín.

-Lo mismo digo, Zoro-ya... -Se levantó de la cama y fue a recibir a Zoro con un abrazo seguido de un lascivo beso, algo que Zoro tuvo que rechazar. -¿Pasa algo?

-No puedo hacerlo... Lo siento.

-Nadie nos va a interrumpir... -Pero antes de siquiera tomar la mejilla del espadachín, este se separó -De acuerdo...

-En verdad, discúlpame... -Dijo en un tono serio yendo por sus espadas.

-¿A dónde vas?

-Ahora que no hay nadie, iré a buscar a ese idiota...

-¿Te refieres a Kuroashi-ya?

-...

-Desde Zou quieres arreglar cuentas con el, aun sabiendo la razón de su desaparición...

-Hay unas cosas que quiero arreglar con ese rubio tonto...

-Supongo que tendré que ir también, ya que es por lo que creo que es...

-Haz lo que quieras... -Salió ya molesto de la habitación.

-Lo tomaré como un si. -Tomó su espada y salió detrás del marimo.

[...]

Sanji se encontraba aun recapitulando sobre su situación mientras aun admiraba aquel paisaje. Hasta que... -Será mejor que te dejes ver... -Dijo sin quitar su vista del mar -¿Qué es lo que quieren? ¿Quién los envía? -En eso, aparecieron de los robles algunos de los sujetos junto con una persona vestida de una gran y blanca capa con una capucha. Su rostro estaba cubierto con una máscara con la forma de la cabeza de un chacal. Sanji se dio la vuelta con esa mirada amenazante -No dejare que lastimen a mis amigos... Respondan... -Dijo con una voz seca y llena de coraje -¿Quién los mandó? –No recibió respuesta de los presentes –En ese caso… -Se preparó para dar comienzo a otra pelea.

-Sólo recibimos ordenes… -Dijo el encapuchado.

-…

-Necesitamos que vengas con nosotros…

-No. –Dijo comenzando a perder mas la paciencia.

 

 

[***]

Había pasado un mes después del incidente contra Kuma, un mes sobreviviendo a esa extraña isla llena de esos hombres vestidos de mujer, la única cosa que lo hacía entrar en razón o no perder la paciencia, o más bien era alguien que lo acompañó en esos infernales días. Sanji estaba mas que agradecido por la amistad y compañía que Yuko le había dado y quería agradecérselo con una comida hecha con cariño y demostrando cuan valiosa era ese lazo de amistad que los unía. Estaba listo esa noche con ese gran cesto el cual tenía en su interior unos cuantos platillos, como una buena ración de takoyaki, una deliciosa pasta fría, unos cuantos pastelillos de chocolate y por último, pero no menos importante, sake. Le había costado mucho trabajo poder ganarle a uno de los okamas para que pudiera tener permiso de tomar la cocina para poder preparar esta comida. Estaba completamente agotado, pero sabía que necesitaba ese cansancio para así poder dormir ya que los nervios no lo dejarían. Cerró lentamente sus ojos y una vez que los volvió a abrir, ya estaba en ese paisaje cubierto por la noche. Pero esta vez, el ambiente de aquel lugar se sentía un poco tenso. Comenzó a buscar con la mirada a su amiga. No había rastro alguno de la sacerdotisa.

Cuando ya se iba a dar por vencido, volteó a su derecha y encontró al fin a la chica quien estaba a lo lejos y de espaldas -¡Ah, Yu…! –Pero al acercarse una extraña barrera le impidió acercarse -¿Yuko-san…? ¿Te encuentras bien?

-Ya no mas… -Respondió la chica aun dándole la espalda al rubio.

-¿Yu…? ¿Yuko-san? –Sanji estaba completamente perplejo por esta situación por la que estaba pasando.

-No quiero verte mas… -Dijo en un tono bastante frío

-Yu...

-Vete... De aquí en adelante... Nuestro vínculo está roto. -Dijo de tajo y caminó hacía la obscuridad dejando atrás a un sorprendido y ahora preocupado Sanji quien sin importar que, comenzó a luchar contra la gran barrera.

-¡Espera, Yuko-san! ¡Por favor dime que es lo que está pasando! ¡Déjame ayudarte, confía en mí! ¡Teníamos una promesa! ¡¡Yuko-san!! -De pronto, la barrera comenzó a deshacerse convirtiéndose en una gran y potente ráfaga de viento. Era tanta la fuerza que no dejó que Sanji avanzara para poder alcanzar a su amiga -¡¡¡YUKO!!!

Despertó de golpe y se levantó de la cama. Tenía la respiración agitada y estaba sudando en frio. Miró a la ventana donde se dejaba ver la luz de la noche. Miró abajo y vio el cesto tirado -Yuko... San...

 

Mientras tanto, e la tienda de los deseos, Yuko se levantó de la cama dejando ver una melancólica mirada –Pronto… El tiempo volverá a seguir su curso… No puedo impedir la decisión que tomará Shaoran… -Vio su habitación –Estoy perdiendo fuerza en mis poderes… -Posó su mano sobre su cara lamentándose por la forma en cómo se comportó con su amigo –Sanji… Si tan sólo nos hubiéramos conocido antes… Si tan sólo… -Estaba haciendo un gran esfuerzo por no soltar en llanto –No quiero que sufras por mi… Pero tampoco quiero dejar de verte… -Con su otra mano comenzó a arrugar la tela del cobertor –En verdad, lo siento.

 

 

 

Desde entonces no se vieron mas. El cocinero trataba de encontrar la respuesta ante el comportamiento de la peli negra, pensó que tal vez hizo o dijo algo que la molestara. Así había pasado durante dos semanas esperando lograr entrar a esa dimensión de los sueños para ver a su amiga, pero ningún indicio hasta que llegó esa triste noche en donde por fin se vieron para despedirse.

 

Una vez que los mugiwara se volvieron a reunir, Sanji se encontraba sentado en la cabeza del Sunny contemplando la luna llena acompañado únicamente de sus cigarrillos de la botella de sake. De pronto, su capitán hizo acto de presencia –¿Qué haces? –dijo acercándose –Ya es mas de media noche, ya acabó el convivio… -Luffy lucia bastante cansado ya que habían tenido la primera reunión de luna llena que había organizado el cocinero en honor a la Bruja Dimensional.

-La luna se ve muy hermosa esta noche… -Dijo sin quitar su vista al bello satélite.

-Oye, aun no nos has dicho por qué hiciste esa reunión, ni siquiera hubo juegos…

-No hace daño hacer una pequeña velada de vez en cuando…

-Sanji… ¿Puedes decirme lo que te sucede? Te noté serio durante la velada? –Dijo mas atento y con un gesto serio el peli negro.

-Luffy… Esto lo hice por mi amiga… Yuko-san, murió… Fue después de nuestra separación… -Dijo dolido y aguantando esa tristeza que lo invadía y sin mirar a su nakama. De repente hubo un silencio absoluto entre ambos, un silencio de cinco o diez segundos, hasta que volvió a hablar el cocinero –Sé que está mal, y no encontraba las palabras correctas para decirles sobre esto… Sé que todos tuvieron la oportunidad de convivir con ella ese día y fue la última, pero conmigo los vínculos se hicieron mas fuertes y…

-¿Quién es Yuko…? –Esa pregunta hizo que Sanji volteara a ver de golpe a su capitán quien estaba muy confundido por lo que el rubio acaba de decir -¿Cuándo pasó eso?

-…

-Yo no recuerdo haber visto a una mujer con ese nombre… -No le habría tomado mucha importancia ya que sabía que Luffy era algo despistado, pero si se trataba de alguien que aportó algo bastante importante con la tripulación sabía que la tendría presente en sus recuerdos. Se levantó y saltó cayendo de pie al piso –Sanji…

-¿No recuerdas de aquella chica que nos visitó? Era alta, de cabello negro y largo, llevaba un vestido de color carmín y un abrigo de color negro, venía con unos chicos…

-No… -Dijo con seguridad.  Prefirió no continuar mas con esto y decidió retirarse dejando a su capitán u la botella d sake sobre la cabeza del león. -¿Todo bien?

-Buenas noches. –Dijo seco yendo de camino a la habitación. En el jardín se encontró con Robin quien ya estaba de camino para ir a su habitación. –Ah… ¡Robin-chan! –Corrió para alcanzar a su nakama, ella lo volteó a ver recibiéndolo con su característica sonrisa.

-Ah, Sanji. Muchas gracias por la velada. Estuvo rica la cena.

-Gra… Gracias… Oye, quisiera preguntarte algo.

-Si, dime.

-¿Te acuerdas de Yuko-san? –En eso, no vio gesto alguno de su nakama.

-…

-La chica que había venido. Fue cuando…

-No recuerdo haber conocido a alguien con ese nombre… ¿Quién es? –Con eso tuvo para ya no seguir con este asunto. Pudo entender lo que estaba pasando aquí. Todos habían olvidado lo sucedido y sobre todo la existencia de la Bruja de Dimensional. Yuko había preparado todo una vez que su hora llegara. Un hechizo que logró que todo aquel que la hubiera conocido y que no se hubiera creado un serio vínculo o que esta persona no se le hubiera quedado tan marcado el día que la conoció, olvidaría que alguna vez hubo alguien que le haya concedido su deseo. Los únicos que podían recordarla, eran Shaoran, Sakura, Fye, Kurogane, las dos Mokonas, Maru, Moro, la adivina, Kohane, Himawari, Domeki, Watanuki, el resto de los seres fantásticos que conocieron a lo largo de su vida, Sanji y…

 Prefirió dejar en paz a Robin y siguió su camino hasta llegar a su habitación. Al llegar se encontró con Zoro quien estaba preparándose para ir a dormir. –Ah, eres tu… -Dijo con cansancio.

-Tampoco tengo ánimos de verte… -Sanji pensó en preguntarle al marimo sobre lo sucedido. –Oye…

-¿Qué? –Dijo con molestia.

-¿Recuerdas cuando nos emboscaron?

-Siempre hemos sido sorprendidos por piratas o la marina.

-Bueno, me refiero a ese día en el que un sujeto me disparó en el pecho y…

-¿Qué? ¿Cuándo sucedió eso?

-¿Ni siquiera recuerdas lo demás?

-¿Qué?

-Ah, nada… -Fue a su ropero y se quitó el saco para colgarlo.

-No, dime que pasó…

-De verdad, no pasó nada… Olvida lo que dije… -Se fue a recostar en su hamaca, se tapó y se volteó para no ver al espadachín. Dejó por muerta esta situación y decidió no volver a tocar el tema. Lo único que le quedó por hacer fue guardar esos recuerdos.

[***]

 

 

Ahora en el presente, a quien había dejado intrigado fue a Zoro quien se encontraba buscando al cocinero unto con Law -¿En qué piensas? –Preguntó el peli negro mientras estaban caminando entre las calles de Samara.

-Nada…

-¿Estás preocupado por Kuroashi-ya?

-No digas tonterías… -Dijo fingiendo indignación.

-No me molestaría que los tres…

-Será mejor que te calles ante de que te parta en dos… -Dijo ya mas molesto.

-De acuerdo… -Dijo con esa sonrisa.

 

 

[…]

Sanji se encontraba peleando contra aquel sujeto de la máscara. Había ya pasado tal vez dos o tres horas de combate –Vaya, parece que has mejorado…  -Dijo el enmascarado bloqueando una de las patadas de Sanji –Me pregunto qué tan fuerte se ha vuelto tu capitán.

-¿Quién eres tu? –Dijo en un tono amenazante.

-Pronto lo verás una vez que te llevemos con el… -Se lanzó de un solo salto llegando junto al cocinero y le propinó un fuerte golpe en el estómago lanzándolo lejos. Sanji cayó al suelo y derrapó contra la nieve. Se levantó con un poco de trabajo y se posicionó nuevamente para continuar con la pelea, pero no contaba con la presencia de los demás sujetos quienes lo acorralaron y en un vago intento por paralizarlo, Sanji los arrojó con una lluvia de patadas, pero uno de los sujetos logró esquivar los ataques y se acercó al muchacho, este lo miró con detenimiento, hasta que… vio una marca que apenas y se asomaba en el cuello de la extraña persona. Eso lo desconcentró y terminó recibiendo una paliza por parte del sujeto. Hizo el intento por no caer al suelo y en seguida dio un gran salto quedando por los aires para escapar del lugar. El hombre de la máscara no se quedó atrás e hizo exactamente lo mismo quedando al nivel de Sanji. Dio un salto más llegando nuevamente con el cocinero y le susurró algo al oído.

Esto, hizo que el cocinero sintiera mas pavor quedando completamente helado por lo que le acababa de decir su captor –Será mejor que cooperes si no… -No terminó de decir lo demás ya que fue interrumpido por una patada en el estómago haciendo que se alejará del cocinero.

-¡¡SERÁ MEJOR QUE TE LARGUES AHORA MISMO!! –Dijo ya colérico el cocinero.

-No lo haré hasta que vengas con nosotros…

-¡¡¡ENTONCES TE HARÉ ENTENDERLO A LA FUERZA!!! –Sanji se acercó al sujeto para darle de lleno con otra patada.

-Kekkai… -Apenas si la patada logró hacerle un pequeño roce al ahora escudo humano del hombre.

-¿Qué?

-Yo seré quien te hará venir con nosotros a la fuerza…

-…

-Siempre supe que los más callados son los que tienen mejores sorpresas… De haber sabido que eras parte de la familia de asesinos del North Blue, te habría llevado junto con ella… -Con el dedo índice levantado lo enterró justo en ese punto situado en la costilla del cocinero. Esto logró que Sanji cayera inconsciente al congelado mar.

Zoro y Law quienes por suerte se encontraban a unos metros del lugar vieron la pelea en el aire y con ello  fueron directamente al lugar. Gracias a las habilidades de Law, Se tele transportaron llegando a un desolado puerto en donde ya no había nadie, sólo  unas hondas que se estaban terminando de formar en el agua. Sin pensarlo dos veces, Zoro se quitó su abrigo y su camisa. Dejó las espadas sobre la nieve y corrió. Entró al agua de un salto sin importar lo fría que estaba. Llegó a lo mas profundo del agua logrando ver al cocinero quien no despertaba. Hizo todo lo posible por alcanzarlo y tomarlo del cuello de su abrigo. Pasaron algunos minutos cuando por fin Zoro salió del agua junto con el cocinero. Llegaron a la nieve y de inmediato lo arrojó al suelo y le hizo presión de pecho hasta que por fin el rubio vomitó toda el agua que yacía dentro de su cuerpo. Abrió lentamente los ojos encontrándose con unas dos siluetas a las que apenas y les vio forma, después se desmayó.

 

 

Despertó con algo de pesadez y lo primero que vio fue el techo de la habitación, sin prisa alguna volteó a su derecha encontrando a los chicos ya dormidos. Habían pasado el resto de la noche en vela por el bienestar de su camarada. Sanji volvió a mirar al techo y recordó lo sucedido.

[***]

Justo cuando aquel hombre se acercó le susurró al oído diciendo –CP0. –Una vez que recibió el ataque antes de caer inconsciente vio como el tipo se quitaba la máscara dejando ver aquel rostro tan familiar.

[***]

 

 

Lo único que hizo fue fruncir el ceño. Se levantó con mucho cuidado de la cama y pasó con total sigilo para no despertar al resto. Abrió con cuidado la ventana y salió cerrándola y saltó desapareciendo de la fría y oscura niebla.

 

[***]

 

-¿Sabes? –La chica lo volteó a ver mientras se encontraban  contemplando nuevamente la luna llena de los sueños –Jamás había conocido a una chica tan linda y dulce como tú.

-Eso debes decírselo a todas.

-No, es verdad. –Dijo riendo.

-Haré como que te creo. –Dijo con una sonrisa.

-Me alegra haberte conocido, Yuko-san y quiero que esta amistad perdure por mucho, mucho tiempo. Sin importar la distancia… Oh, bueno. La dimensión en la que nos encontremos.

-¿Lo dices de verdad?

-Sí. –Dijo con total confianza. Aquella respuesta hizo que Yuko se estremeciera un poco, apretó un poco el vaso que tenía en la mano -¿Pasa algo? –Dijo preocupado el cocinero al ver el repentino cambio de humor de la peli negra.

-No… No es nada. Aprecio mucho esta amistad que tenemos. El poco tiempo que te conozco no significa que seas lo menos importante para mi. Eres una maravillosa persona, Sanji-san. –Dijo con ilusión, pero en sus adentros le decía que tal vez esta sería la última vez que se verían.

 

 

 

Notas finales:

Bueno, ya no escribo nada por qué ya se hizo olvidada la historia y esto fue a causa mia, lo mas seguro es que ya la deje hasta ahí y tan tan.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).