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De Aristocracia y Otras Estupideces. (New Version) por Menz

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Notas del capitulo:

 ¡Accio cap 34!

 

 

 

Tarde pero seguro.

Capítulo 34

Noche de Máscaras.

 

*****  *******

***CRIS******

 

Eso de estar fuera de Castilnovo era fantástico. Después de  despertar más tarde de lo normal, habían salido del edificio en busca de alimentos. Detrás de la avenida había un pequeño mercado donde habían conseguido comida que se veía deliciosa, ¡y  frutas picosas! Ale había comprado varios mangos cortados en forma de flor, con chile en polvo encima. Ella nunca había comido algo así, pero le había encantado.

Ahora entendía perfectamente a lo que Alejandra se refería con “libertad”. Era muy satisfactorio andar por ahí en ropa casual, con sandalias y el cabello recogido en una simple coleta, comprando chucherías para comer.

Al regresar al departamento, se habían sentado frente a la televisión en ropa interior, a desayunar con calma.

 

-Este ciudad es fenomenal, pero hay demasiado calor a veces.- Dijo Ale mientras terminaba de lavarse los dientes.

-A muchas personas nos parece algo exótico el calor. Castilnovo está frío todos los días.- Ella había abierto algunas cajones de la habitación de Ale.

-Prefiero el frío… ¿que haces?- La chica la observaba.

-Perdón, me dio curiosidad.

-Puedes revisar lo que quieras.

-Esto llamó mi atención.- Una libreta con varios apuntes.- ¿Es tu diario?

-No… Es una libreta donde escribía algunas cosas.

-Como un diario.

-Canciones, pensamientos, cosas.

-Eso es un diario.

-Un artista tiene muchas cosas en la cabeza, necesitamos donde escribir todo eso.

-Por eso… esto es tu diario.- Abrió la libreta.- “¿Y para que me quedo? ¿Para verte cumplir el sueño de tu madre? ¿Para verte de blanco en el altar, junto a un tipo por quien no sientes nada?

No. Prefiero marcharme y no ser testigo de tu decadencia. Porque después de todo, sé que extrañarás la suavidad de mis manos, cuando sus manos toscas te toquen. Y cuando él esté dentro de ti, seguramente varias lágrimas saldrán de tus ojos al no sentir la ternura de mi cuerpo sobre el tuyo. Pero, ¿sabes? Ya no pensaré en ello. No puedo hacer más por ti, si tú misma elegiste el infierno, dejando atrás el paraíso que tenías conmigo”.

-Es un poema. Era intensa en ese entonces.

-¿Eras? ¿Todos son tuyos?-  Se subió a la cama y fue pasando las hojas.

-Sí.- Se detuvo en una foto.

-¿Es el padre Sebastián?- Acercó la fotografía a sus ojos. 

-Sí, con mi abuelo. Esa es mi mamá, ella tenía como cinco años y Sebastián  no sé.

-Vaya, se ve muy joven. ¿Por qué tiene ropa militar?- Ale la observó un momento antes de hablar.

-Estuvo en el ejército un tiempo. 

-¡¿En serio?! Nunca ha mencionado nada la respecto.

-Él  no habla de esa etapa de su vida. Mi mamá me dijo una vez que pasó algo muy fuerte y que después de eso Sebastián entró al seminario. No sé más. Mi madre me pidió nunca mencionarle ese tema. Jamás.

-Vaya… creo que nunca había pensado en él como un simple hombre, que alguna vez fue joven.

-Sí. Parece que siempre ha sido un anciano.

-No es tan viejo. Creo que exageras con su edad.

-Sinceramente creo que él nos sepultará  a todos. Apuesto que esa será su última gran  broma. Estar aquí se siente bien, ¿verdad?

-Sí. Me fascina este departamento. ¿Alguien viene a limpiar aunque no estés?

-La señora que limpia la casa de Mimí  viene una vez al mes y Katty ayuda cuidándolo ahora que está solo.

-Me siento muy cómoda aquí.- dijo estirando las piernas sobre la cama, sintiéndose ligera en ropa interior.- Es como otro universo. Me encantaría vivir en un lugar así contigo.

-¿Crees que nunca podremos?

-Ningún miembro de la familia ha vivido fuera del palacio.

-¿Ni Antonio?

-Me refiero al conde y vizconde… en este caso duque y heredera. Aunque sería enriquecedor tener nuestro propio sitio.

-También me agradaría… pienso que sería en la playa, frente al mar. Así podríamos caminar descalzas en la arena todas las mañanas y podríamos hacer el amor dentro del agua.- Ale puso cara de lujuria. 

-Hagámoslo.  Vivamos aparte, en nuestra propia guarida. Imagínalo… Tú, yo, la playa y nuestros hijos.

- Dejando que la vida se abra camino.

-Jurassic Park.

-¡Bien!- Chocaron los cinco. - Tengamos ocho hijos.

-¡¿Tantos?! Siempre pensé en dos o tres. ¿Sabes? En mi adolescencia tuve mucho tiempo para imaginarme todo eso.

-¿No pensabas en simples besos?

-Me salté eso. Iba directo a pensar en los hijos. Más bien, el hijo.  Lo sentía como una obligación, parte de mi responsabilidad. Ahora, sinceramente los quiero.

-Aunque no me queda claro cómo lo haremos entre las dos.

-Podríamos intentar ahora, ¿no crees?- La verdad era que ver a Alejandra con el cabello revuelto siempre le despertaba las ganas de hacerlo.

-¡De acuerdo!

 

********* *********

*********ALE**********

 

-Tu mano se ve hermosa.- Observaba el anillo en ella.- Y todo lo demás.- Cristina estaba desnuda sobre la cama.

-Creo que se nos hará tarde. Lalo no debe tardar en llegar.

-Dijo que iba apenas por las máscaras.

-¡Eso fue hace una hora!

-Vamos a hacerlo otra vez.- Quiso ponerse sobre su novia.

-Mejor vamos a darnos prisa.

-¿Por qué?- Empezó a besar el cuello de la azabache.

-Porque quiero conocer la ciudad. Quiero hacer algo divertido.

-Está bien. Pero luego no te salvas.

-¿De qué serán las máscaras?- Su chica corrió a meterse bajo la ducha. La siguió.

-No sé. Siempre usamos diferentes. El año pasado usamos de superhéroes. El anterior de personajes de terror.- Empezó a tallarse con el jabón. - La verdad todos se ponen algo locos.

-Perfecto, quiero ponerme un poco loca.

-¿En serio? ¿Bailar? ¿Beber? ¿Todo el paquete?

-Todo el paquete.- Los ojos de Cristina brillaban.

-Creí que no volverías a beber nunca.

-Es que… estoy probando la libertad. Quiero que seamos dos chicas comunes hoy. ¿Te das cuenta que no tengo que preocuparme de si un paparazzi me toma una foto bebiendo algo? Y lo más importante, ¿sabes que papá está muy lejos de aquí?

-Suenas como una niña reprimida.

-Fui una vizcondesa y ahora heredera de una corona. ¡Claro que me reprimieron! Hoy quiero ser una chica divertida e inmadura. Quiero olvidarme de lo demás y disfrutar la noche. Solo he bebido una vez en mi vida. Fue contigo y casi tenemos sexo por primera vez.

-Estuvo rico.

-¡Casi te mueres!

-Es que creía que eras mi hermana. Pero ahora que lo pienso… y viéndolo lujuriosamente… estuvo rico.

Toc toc toc toc.

-¡Atención! ¡Chiflando y aplaudiendo! ¡Nada de manoseos que hay visitas! ¡Ale! ¡Ale, deja la lujuria y abre la puerta! ¡Repito! ¡Deja la  lu-ju-ria! ¡Pecadora, abre la puerta!

-Lo voy a matar.- Se puso lo primero que encontró y corrió a abrir.

-¡Y satanás vencerá si la lujuria no es erradicada del mundo!

-¡¿Quieres callarte?!- Le lanzó una patada a Lalo en cuanto abrió la puerta.

-¡El sexo anal es delicioso! 

-Te gusta ver arder el mundo.

-Grita conmigo. ¡Lucifer deja Los Ángeles y múdate a este corazón pecador!

-¿Por qué tanto escándalo?- Cristina apareció ya vestida y secándose el cabello.

-Es que vi a la vecina del piso de arriba. Es súper homofóbica y cada que veía a Ale con alguna chica, empezaba a persignarse y a tirarles agua bendita.

-Mi mamá hacía lo mismo que Lalo. Le encantaba darle dolores de cabeza a la vecina.

-Tú también gritabas cosas.

-¿Y Ale siempre traía chicas?- Interrogó la azabache.

-Ya  es tarde, ¿no? Mejor nos apresuramos.- Jaló a su novia y la metió a la habitación para terminar de alistarse.

-¡Recuerdo que hicimos una fiesta unos días antes de que se mudara  a Castilnovo, la vieja llamó a la policía para reportar actos inmorales!- Gritaba Lalo desde la sala.

-¡¿Y  si hacían actos inmorales?!

-¡Algo así! ¡¿Recuerdas Ale?! ¡Fue la ocasión en que coqueteaste con unas gemelas sin darte cuenta! ¡Creíste que era la misma chica y acabaron gritándote las dos!

-Vaya. ¿Hiciste muchos actos inmorales en esta cama?- Cris miraba el colchón.

-No..¿Lista?- Su novia sonrió y negó con la cabeza. 

-Voy a maquillarme y peinarme.

-Llevaremos máscaras.

-¿Y qué? Quiero estar linda.

-Siempre lo estás. Te espero afuera.- Tomó sus botas y fue hasta la sala a terminar de ponerlas.

-Oye, ¿invitaste a Katty?

-Me dijo que estaría ahí con unos amigos y se nos uniría.

-Perfecto. Tengo solo hasta fin de año para conquistarla y lograr que se mude conmigo.

-¿Por qué estás tan aferrado a ella?

-¡Estoy enamorado!

-Y las otras chicas ¿que?

-¿Cuales?

-En esa última fiesta de la que hablabas, el que estuvo haciendo actos inmorales fuiste tú, ¡en la cama de mi madre! 

-Iba a utilizar la tuya pero la tenías ocupada, picarona. 

-Katty estaba aquí y no te importó besuquear a otras.

-¡Tu sabes que esa mujer me pone muy nervioso! Las otras chicas no.

-Estás loco. Mejor dime, ¿qué máscaras trajiste?

-Esto sí fue un reto. Pacholo me prometió que guardaría las mejores para nosotros, para tener mucho de donde escoger. Pero el inútil vendió casi todas.- Lalo abrió la bolsa y empezó a sacar cosas.

-Si trajiste de la casa de papel, te mato.

-Tranquila, sé que odias esa serie…- Sacó una máscara de Salvador Dalí.- ¡la usaré yo! Traje antifaces de cuero, la de Hannibal,  Darth Vader, el hombre de la máscara de Hierro y V de Vendetta.

-!Yo quiero la de Hannibal!- Escuchó el grito de Cristina.

-¿De verdad no habían más?

-Nou.

- Dame la de V.

-Creí que usarías la de Darth Vader.

-¿Sin el resto del traje?

-Tienes razón, parecerías tonta y cabezona.

******** **********

*********CRIS**********

 

-¡Esto es maravilloso!

-¿Nunca habías venido?- Quiso saber su amigo.

-No. Había leído algunas cosas sobre esta calzada, de toda su historia y valor artístico, pero nunca había podido venir.

-Pues deja que un nativo de aquí te cuente la historia….- Lalo carraspeó.- Ale, cuéntale.

-Ya me parecía extraño que hubieras puesto atención a la clase de historia. Mira amor, aquí donde estamos es donde empieza la calzada. Es un recorrido de casi tres kilómetros. Cuando se fundó la ciudad, decidieron hacerla a lo largo de una sola calle, para estar paralelos al río. Todas las casas de ese entonces se construyeron aquí, a ambos lados de la calle. Por eso todas tienen ese estilo arquitectónico.

-Es bastante elegante.

-Sí, es como francés, ¿no?- Se metió Lalo.- Como el palacio enorme de ese rey de pelo como de Gloria Trevi… ¿como se llamaba?

-¿Luis XIV? ¿Versalles?- El chico pensó un poco.

-No sé.

-Por eso durante un par de siglos, la ciudad no tuvo un centro común. Ya sabes, un parque, con la iglesia y el palacio de gobierno a su alrededor. Todo era esta calle empedrada.

 

Caminaban por la calzada, con las máscaras puestas. Ya se podían ver a bastantes jóvenes por todas partes, con diferentes máscaras. A lo largo de la calle estaban instalados pequeños escenarios y en cada “estación” había algo diferente. En algunas estarían grupos de rock, bailarines, pintores, obras teatrales…

 

-¿Cómo empezó esta tradición?- Quiso saber la chica.

-Bueno, se cuenta que para lograr la prosperidad de la ciudad, la gente trabajaba incansablemente todo el año. No compartían ninguna celebración ni fecha especial. Entonces en el siglo XVII, el alcalde decidió proponer una semana de fiesta para todos. Cada persona podía hacer algún acto frente a los demás, o unirse con más personas para bailar, cantar, actuar o lo que quisiera hacer. Ahí empezó todo el movimiento artístico de la ciudad. La gente empezó a crear sus grupos, sus coros, compañías teatrales, rondallas, para actuar esos días de fiesta. Y la noche de las máscaras es lo que da comienzo a todos esos días. Y se volvió tradición que fuera algo más dirigido a los jóvenes, a la locura.

-Y ahora las celebraciones duran un mes. Dejan mucho dinero a la ciudad. Mucha gente llega de visita y llena los hoteles, los restaurantes, los teatros, todo.- Lalo dio su aportación.

-Promete que vendremos todos los años.

-Claro.- Ale le besó la mano.

-¿Esa es la Casa del Gobernador?

-¿La conoces?- Cristina asintió.

-¿Podemos entrar?- La antigua casa, era en la actualidad un museo dedicado a la vida del gobernador Carrillo.

-De esta sí me sé la historia.- Dijo Lalo con orgullo, encabezando la visita en el interior del lugar.-Se cuenta que el gobernador Carrillo fue un hombre preocupado por la igualdad de los indígenas y las mujeres en la sociedad de entonces. Él nació en esta ciudad y a pesar de su origen humilde logró gobernar toda la región, pues la gente lo apoyaba mucho. Aunque se casó con una dama de cuna noble, se dice que su gran amor fue una periodista estadounidense que llegó a hacer un reportaje sobre estas fiestas. Dicen que se enamoraron con locura y pasaron varios meses juntos en estas tierras. Él decidió tramitar su divorcio y viajó a EE.UU a conocer a la familia de su amada y pedir su mano. Acordaron que él se adelantaría para empezar con los preparativos y su amor lo alcanzaría unas semanas después. Lamentablemente la boda nunca se realizó. Apenas puso un pie en la ciudad, fue asesinado. Unos dicen que por los hermanos de su humillada ex esposa.

-¿Y qué tan real es la historia?- Podía ver los ojos tristes de su chica, mirando una vitrina en donde estaba la ropa manchada con sangre del gobernador.

-Pues él está enterrado en el cementerio de la ciudad, a unas calles de aquí… y junto a él está ella. Alma Reed, la reportera.

 

******** **********

*********CRIS********

-¡Wow! Se ven geniales.- Katty había llegado.

-¿Como nos reconociste?- Quiso saber ella.

-Por tu cabello. Y… ¡Ash! ¿Qué haces aquí?

-Vivo aquí.- Respondió Lalo.

-Nada de peleas. ¿Si? Es la primera visita de Cristina, no la arruinen arrancándose las greñas.

-Solo por ti, Cristina.- Dijo Katty apartándose lo más posible de Lalo.

 

La noche ya estaba cayendo y todo el recorrido era maravilloso. En la última “estación” visitada,  había un grupo de percusiones  y ¡había bailado con desconocidos!  ¿Por qué en Castilnovo no hacían un festival así? Caminaban entre la gente y se mezclaban con las actividades a su paso. Alejandra tenía la máscara ya pintada de varios colores y Lalo había perdido la camisa mucho atrás. 

 

-¡Soy el rey del mundo!- Gritó un chico parado sobre una carretilla adornada como si fuera la punta del Titanic, mientras dos chicos más lo empujaban a toda velocidad entre la multitud.

-¡Vamos detrás!- Propuso Lalo.

-¡Jack! ¡Quiero compartir la puerta contigo! ¡Jack!

Corría como loca intentando no chocar con nadie. Habían luces y música por todas partes. Ella aprovechaba para tirarles espuma a toda persona con la que se cruzaba. Alejandra había comprado muchos botes para divertirse un rato.

-¡Quiero cerveza!- Escuchó que decía su chica. Se detuvo junto a ella y sus amigos.-

¿Quieres?

-¡Por supuesto!

-¡Voy por ellas!- Se ofreció Lalo.

-¡Trae muchas! ¡Y tequila! ¡Y comida!- Gritó Ale.

-¿Alejandra?- Una pareja se acercó. El hombre se quitó la máscara. Su compañera también.

-¡Andrés! ¡Ximena!- La castaña abrazó al par.

-¡Qué gusto verte! ¿Dónde te metiste?- Su chica se quitó la máscara para poder hablar a gusto.

-Me mudé a Castilnovo.

-¿Castilnovo? ¿Tan lejos? 

-Sí, vivo ahí desde hace mucho.

-Entonces, ¿estuviste ahí durante el levantamiento?

-Por ahí andaba, sí.

-Escuchamos que fue algo muy fuerte. 

-Algo. ¿Como están? ¿Dónde están los demás?

-En la “estación”. Un poco más allá.- La mujer señaló hacia adelante.- En media hora empezará nuestro acto. Tienes que venir a vernos.

-¡Por supuesto! Disculpen, ¿recuerdan a Katty?- La chica se quitó la máscara.

-Claro, de tus fiestas de cumpleaños.

-Hola.

-Y ella es mi novia, Cristina.- Se apresuró a quitarse la máscara de Hannibal para poder saludar bien.

- Ellos son parte de la compañía de danza de mi madre.

-Mucho gusto.- Extendió la mano para que se la estrecharan, pero la pareja la abrazó y estampó un beso en cada mejilla.

-Bienvenida a la familia.- Le dijo la mujer.

-A los demás les emocionará mucho saber que están aquí.- El hombre tenía los ojos llorosos.

-En cuanto vuelva Lalo, vamos para allá.

-¿Ese loco también está por aquí?

-Nunca se lo perdería.

 

************  ***********

 

-Está buenísimo.- Dijo antes de darle una mordida a una quesadilla a la diabla.

-¿Si? Creí que estaría muy picosa para ti.- Lalo se veía aliviado de que le haya gustado la comida.

-He vivido el suficiente tiempo con Alejandra.- Bebió un sorbo de cerveza.

-No sé qué tan común te sientas ahora, pero esto es lo más que puedo hacer por ti. Estás comiendo quesadillas picosas, bebiendo cerveza, de pie en una calle llena de pintura, espuma, música y borrachos.- dijo Ale con orgullo.

-¡Salud!- Lalo se acabó su cerveza de un solo trago.- ¡Otra!¡Otra!- Sacó más de la bolsa.

-Yo también quiero.- Pidió su amiga.

-¿Mis besos? ¡Auch!- Katty había golpeado a Lalo.

-¿Algún día dejarás de ser un pelado?

-Lo hace porque lo pones muy nervioso.- Intervino ella.- Él sabe que está mal portarse así con una chica, pero  su mente se ataranta cuando está contigo… Además de que está algo loco.

-Sí…- Lalo miró con timidez a Katty. Ale le dio un “discreto” codazo.- es que… eres lista y guapa...y ¡me dan ganas de besarte!- ¡Plaf! Lalo se dio una cachetada a sí mismo.- ¡¿Que rayos pasa contigo, Eduardo?! ¡Sé un caballero! Lo que quiero decir…- El chico dudó un momento.

-Amor, mejor vamos un poco más allá.- Ale la guió varios metros adelante.- Hay que darles espacio.

-¿Crees que Lalo lo logre?

-No.- La castaña sacó su cámara y empezó a grabar a sus amigos.

-¿Te moviste para grabarlos?

-Desde aquí sale mejor la toma.

-¡Eres un tonto!- Escucharon el grito de su amiga. La chica se dio la vuelta para marcharse, pero Lalo corrió a interponerse. Lo vieron agitando las manos, como si explicara algo. Katty se cruzó de brazos mientras el chico negaba rápido con la cabeza. Luego lo vieron buscando algo en la bolsa. Era un chocolate. Lo sostuvo unos segundos hasta que Katty por fin decidió tomarlo. Ahora era el turno de la chica para hablar. La observaron mover la boca y por su expresión, parecía que le estaba leyendo la cartilla a Lalo. Al final, la chica destapó una cerveza y la hizo chocar con la de Lalo antes de darle un trago. 

-¡Lo logré!- Su amigo levantó los brazos victorioso.

-¡Me asustaste!- Katty le dio un golpe en un brazo.

-Corte.- Ale dejó de grabar y metió el celular en su bolsillo. Sus dos amigos se acercaron.

-¿Todo bien?

-Espero no arrepentirme de tratarlo como un ser humano.- Dijo Katty con una sonrisita.

 

*********** ***********

*********ALE*********

 

-¡Bravo!- Toda la gente aplaudía con fuerza. La hermosa presentación de ballet había terminado. Le había encantado ver de nuevo a los antiguos compañeros bailarines de su mamá. Durante esos minutos había recordado esos interminables días en el teatro, en los ensayos de obras y obras. Recordó esas giras de largas semanas, de muchos hoteles y aventuras. Cuando la escuela no se interponía, Laura solía llevarla a sus presentaciones en diversas ciudades del país y del extranjero. Su mamá triunfaba en donde sea que bailara, siempre acababa recibiendo ovaciones de pie, ramos de rosas y propuestas de trabajo. Pero ella era feliz con aquella compañía, con aquella familia que había reunido y a la que ella dirigía hacia el éxito temporada tras temporada. 

Le daba mucho gusto saber que habían permanecido unidos y mantenían el espíritu de ese proyecto. Todos los bailarines salieron al escenario, parados uno junto al otro y tomados de la mano.

-Gracias por acompañarnos esta noche. La compañía de ballet “Passione e Vita” se complace en anunciar que en un par de semanas saldremos de gira por Europa, presentando “Giselle”.- Andrés se detuvo un momento esperando que el público dejara de aplaudir de nuevo. Los ojos del hombre se clavaron en los suyos.- Verán… esta puesta en escena es muy significativa para nosotros… Hace un par de años la estábamos preparando cuando un accidente nos rompió el corazón y nos arrebató a nuestra bailarina estrella, nuestra amiga, fundadora y directora, Laura García.- Los aplausos volvieron con más intensidad.- Veo que tampoco la han olvidado. En su memoria y aprovechando que su hija se encuentra hoy con nosotros, queremos dedicarle la próxima gira, enviarle un beso hasta el paraíso y agradecerle por enseñarnos lo que es la pasión y la vida. ¡Muchas gracias!

 

********* **********

-¡Ale te amo!- Gritó Cristina mientras ella hacía todo lo posible por no caerse.- ¡Hagamos el amor!- Después de estar toda la noche en el festival, habían regresado a casa y no en las mejores condiciones. La azabache estaba algo indispuesta para caminar y había tenido que echársela al hombro.

-No encuentro las llaves…- Buscaba en su bolsillo para poder abrir la puerta.- Katty, ¿me ayudas?- Silencio.- ¿Katty?

Su amiga estaba dormida en un costado del pasillo.Lalo también estaba tumbado junto a la chica. ¿Donde había perdido los zapatos?

-¡Quiero verte desnuda!

-Amor, voy a bajarte, ¿está bien?

-¿Crees que nos esté escuchando la vecina?- Cristina se tambaleó un poco.

-Seguro que sí.- Se apresuró a abrir la puerta y a dejar a su novia sentada en el sofá. 

Un ataque de risa le hizo más complicada la tarea de arrastrar a sus dos amigos hasta su departamento. Los dejó dormidos sobre la alfombra de la sala. ¿Donde estaba Cristina?

-Este me quedará…- Escuchó su voz en la habitación de su madre.

-¿Qué haces?- La azabache había sacado algunos de los vestidos de Laura.

-Tengo una fantasía desde hace mucho.- Cris arrastró un poco las palabras.- Quiero que la hagamos.

-¿Una fantasía?

-Sí, es algo muy sexy que me imagino contigo.

-Bueno…- Empezó a desabrocharse la ropa..- pero mejor en mi cama, ¿no?

-No, no, no. No es sexo.- Cristina se dirigió ahora hasta su recámara y buscó ropa en su maleta y en su closet.- Ponte esto.

-Creo que prefiero el sexo.

-Cambiate afuera. Alistare todo aquí.

 

No estaba segura de que Cristina estuviera consciente de lo que hacía pero no parecía nada peligroso, ¿o sí? Se quedó parada un momento en el pasillo, con la ropa en las manos. ¿Que tramaba su novia? Miró a su alrededor y notó que sus amigos seguían en coma. No había peligro de desnudarse ahí. Se puso todo lo que su chica le había dado. Pantalón negro, camisa blanca y chaleco negro. Se tambaleaba un poco, aunque  ella no estaba ebria ¿o sí?

Después de la obra de los amigos de su madre, habían ido al área de los bares todos juntos. Habían jugado billar, cantado, bailado y bebido.

Cristina no había parado de platicar con todos y de divertirse. Nunca la había visto tan despreocupada y con la guardia baja.  Esa noche en verdad no se preocupó por los paparazzis de Fiorella o por el regaño de su padre por comportarse indecorosamente.

Calculaba que serían las 4 o 5 de la mañana. ¿Qué cosa tenía en mente Cristina?

-Amor…- Escuchó la voz de su chica. Al llegar a su habitación, la vio con un vestido blanco, bastante sensual. Su cama estaba un poco más lejos y había mucho espacio en el centro del cuarto.

-¿Qué haremos?

-Bailar.

-¿Bailar? ¿Ahora?

-Sí. Quiero que bailemos eso.- Se fijó que la tv estaba encendida. 

-¿Eso? ¿O sea hacer esa coreografía?

-Exacto. Me parece súper sexy.- La chica arrastraba las palabras.

-Está bien.

-¡Perfecto! Voy a grabarlo.- Cris colocó su celular sobre el buró.- ¿Lista?

 La música empezó. Las primeras notas de Thinking out Loud de Ed Sheeran sonaron. Su novia amaba esa canción y ese video. Lo veía sin parar cada que tenía tiempo libre… y ella lo veía también. 

 

El gris y el verde se encontraron. 

Cristina la miraba de un forma que sentía que las piernas le temblaban... La azabache caminó lento hacia ella. Ella también se acercó. 

Le tomó las manos a su novia y la hizo girar entre sus brazos. Cristina se movía con soltura… su cuerpo emanaba esa sensualidad que solía tomarla desprevenida en muchas ocasiones. Y sus ojos… esos ojos  la guiaban mientras la música seguía. No necesitaba ver la pantalla, ella sabía muy bien cómo moverse con esa canción y con esa chica. Abrazó a Cristina y la hizo girar en el aire. Amaba sentir ese cuerpo pegado al suyo, amaba saber lo que esa chica escondía al mundo y que compartía solamente con ella. Se tumbó en el suelo mientras la azabache bailaba sobre ella. Su bella novia la hizo ponerse de pie de nuevo, continuando con sus movimientos sensuales. Con cada minutos que pasaba, se sentía más excitada. 

 

********* **********

-Te quiero conmigo para siempre.- Escuchó. Se movió sobre el colchón y abrió los ojos. Cristina le sonreía y le daba besos en el rostro.

Despacio, se sentó sobre la cama y miró alrededor. ¿Había soñado todo? Entonces se fijó en su ropa. Tenía el bóxer hasta los tobillos y traía la camisa y el chaleco abiertos.

-¡No fue un sueño!

-Claro que no...

-Bailamos, ¿verdad?

-Sí. Ha sido una de las mejores noches de mi vida.

-¿Una de las mejores?

-Sí. Está en mi top diez. Obvio que todas son contigo.- Su chica la besó.- ¿Quieres ver el video?

-Claro, ¿tú ya lo viste?

-No. El celular estaba descargado, lo conecté hace unos minutos.

La azabache buscó en su teléfono. El video empezó. Aparecían las dos caminando hacia la otra… chocaron… Cristina giró entre sus brazos y se golpeó con la pared… la azabache saltó sobre ella para que la cargara…  se le resbaló de los brazos… empezaron a bailar de forma torpe… ella se echó al suelo mientras Cristi se tropezaba con su cuerpo… se levantó tambaleante… Estaba bailando de espaldas a su novia y abrazaba una almohada… Cristina empezó a jalar hacia abajo su pantalón… cayeron sobre la cama…. patearon el buró… el celular se cayó… solo se veía el techo… murmullos… sus pies al aire… ropas volando hasta el techo… risas...ronquidos… el video tardaba una hora más así...

-Estuvo mejor en mi cabeza.- dijo después de varios segundos de silencio.

-Creí que habíamos bailado perfectamente...

-¡Mamás! ¿Ya despertaron?- Lalo las llamaba.

-¡Me siento terrible!- Cristina se aplastó contra la cama.- ¡Estaba segura de que había salido idéntico y sensual!

-Creo que después de todo, sí estábamos ebrias.- Cris la miró un momento y soltó una carcajada. Ella la imitó, ¡se veían tan ridículas!

-Te amo.

-También te amo.

-¡Mamás! ¿Están vivas?

-Sí, ¿tú estás vivo?

-Creo que sí. ¡Tengo hambre!

-Hay comida en la cocina. Ahora vamos.

-Creo que será mejor que nos demos prisa. Hay que ir por mi madre y con los viejos antes de volver a casa.

Así que se apuraron a ducharse y ponerse algo presentable. Cuando salieron de su habitación, Lalo estaba en la cocina terminando de preparar el desayuno y Katty estaba acostada en el sofá, con un trapo mojado en la cabeza y un vaso enorme de agua en la mano.

-Esto fue peor que el año pasado.

-Creí que te habías ido a tu casa.

-¿Estas loca? Mi madre me daría un sermón por llegar así. 

-Ella hacía lo mismo a tu edad, todos lo sabemos.

-Eso le digo pero ella jura que nunca fue a una noche de máscaras.

-¿Le has enseñado las fotografías del archivo de la ciudad?

-Sí. Dice que no sabe quién es esa chica idéntica a ella.

-Traeré café.- Ofreció Cristina- Y puedes bañarte si quieres. Te prestaré ropa. 

-Yo necesito zapatos y una camisa…¿Alguien recuerda donde los dejé?- Lalo estaba poniendo la mesa.

-Se los tiraste al chico del billar cuando se iba en su auto.- Dijo Katty casi dormida.

-¿Porqué haría eso?

-Porque te ganó todo tu dinero en una partida.

-¡¿Qué?!- Lalo buscó en sus bolsillos. Sacó su billetera y palideció al abrirla.

-¡¿Porqué hay un condón usado aquí?!- Con cara de asco corrió al baño.

-¡¿Por qué lo tiras en mi baño?!

-Gracias, Cris.- Su amiga tomó una de las tazas de café.

-Katty…- Lalo había regresado.- ¿acaso tú y yo?- Señaló su cartera.

-Ni en tus sueños.- Dijo su amiga tomando un sorbo.

-Pues ese será el enigma de este año.- Dijo el chico derrotado.- El año del condón usado.

 

******** *********

-Mejor no pregunto.- Estaban ya en casa de los viejos. Vic había abierto la puerta y se había quedado observando la camisa apretada de Lalo y sus pies descalzos.

-Por eso me agradas abuelo.- El aire olía a comida casera.

-Voy a cambiarme rápido.- El chico corrió a su habitación.

-Siéntense, chicas.

-¿Mimí ya está lista?

-Dice que nos esperará aquí.- El anciano consultaba su reloj.- Tenemos el tiempo justo.

-Si, perdón. Desayunamos en casa con una amiga y tardamos en hacer las maletas.

-Estaban reviviendo eh. Yo crecí aquí, sé como es la mañana siguiente. Al menos siempre regresan de un pieza. Lalo estaba feliz de salir con ustedes. Creyó que este año iría solo.

-Nunca lo dejaría solo en una noche así.

-Está entusiasmado por la mudanza. Todos lo estamos.

-No creí que esto pasaría.

-Cuando se es anciano, se quiere estar con la familia. Con toda la familia.- Mimí había entrado a la sala.- Además esta ciudad se pone más caótica cada año. La idea de tranquilidad nos atrae mucho y Sebastián habla maravillas de su pueblo.

-Ese viejo se la pasa convenciendo a todo mundo.

-Seguro le pasa lo mismo que a nosotros. Quiere estar cerca de su familia. Por cierto, el carpintero trajo el osario hace un par de horas.- Vic se levantó y salió de la sala un momento, para regresar después cargando una caja de tamaño mediano.

-Vaya, se ve muy bien.- En la madera estaba escrito el nombre de su mamá y podía verse la silueta de una bailarina.

 

********** ********

 

-Con cuidado, Eduardo.- Pidió el abuelo pues Lalo iba cargando el osario.

Caminaron entre las tumbas, hasta llegar a la de Laura. Ahí los esperaban tres hombres. Uno de ellos se acercó a ella y le pidió su identificación para llenar unos documentos. Después de firmarlos y verificar que todo estuviera en regla, los otros dos hombres sacaron unas herramientas para abrir la tumba. Ella observaba todo hasta que llegó el momento de abrir la caja. Prefirió darse la vuelta. Cristina la abrazó mientras escuchaba a los hombres acomodar todo dentro del osario.

No quería ese recuerdo en su mente. Quería recordarla viva siempre, bailando, parada en un escenario recibiendo los aplausos y el cariño de las personas. Quería recordarla retocándose el maquillaje antes de salir a escena. Guiñandole un ojo y diciéndole que después del show irían todos juntos a comer pizza.

-Ahora estará en casa, con nosotras.- Le susurró su novia.

-¿Alguna vez te he conté qué fue lo último que me dijo?

-No.

-”Estoy segura de que cumplirás tus sueños”. Acababan de aceptarme en la facultad de artes. Me dijo eso antes de irse al teatro.

-Yo tambíen estoy segura de que los harás realidad.

-Ya hice realidad el primero.- Besó con ternura los labios de su chica.

-Listo.- Miró el osario, de elegante madera. Era momento de volver a casa.

 

****** ************

 

-Déjenme ganar, por favor.- Estaban en la sobremesa. Mimí los había deleitado con una deliciosa comida y estaban a nada de salir para el aeropuerto.

-Me abruma darte molestias.- Dijo Vic. Discutían sobre la mudanza.

-No es ninguna molestia. Mi familia, Ale y yo estaremos más tranquilos si enviamos a alguien por sus cosas y ustedes viajan en avión directo a Castilnovo.

-No es seguro que atraviesen todo el país para llegar. Son muchas horas manejando y no tienen veinte años.- La idea de Cris era sensata.

-Yo sí tengo veinte.

-Cállate, Lalo.

-Por sus cosas no se preocupen, enviaremos gente de nuestra total confianza.

-Bueno… lo platicamos cuando llegue el momento.- Vic estaba sonrojado.

-¡Niñas! Nos encantó verlas.- Mimí las abrazó.

-Y el siguiente año, ¡la locura en Castilnovo! Cris, como tu amigo, ¿tendré inmunidad diplomática o algo así?

-No.

-Sí, eso creí.- Dijo Lalo resignado.- Voy por las llaves del auto.

-Denle nuestros saludos a su familia y díganle a Sebastián que pronto le prepararé esas galletas que tanto le gustan.

-Claro Mimí, tu mensaje le encantará.

 

***** ********

 

Estaban ya en la pista, a unos metros del avión de su familia. Observaba a Cristina que no había dejado de tomar agua todo el día. Unos hombres se acercaron. Eran los encargados de subir todo.

-Con cuidado, por favor.-- Les pidió a los sujetos cuando cargaron el osario.

- Colóquenlo en la habitación.- Indicó la azabache.

-¿Iremos de paseo en ese avión?- Preguntó su amigo.

-Por supuesto.- Aseguró su chica.

-No lo arruines con Katty.- Le dijo a Lalo.

-Lo intentaré.

-Nada de eso.- se metió Cristina.- Quiero que sea dama en nuestra boda, así que no la hagas enfadar.

-¿Y ya tienen fecha?- Preguntó el chico abriendo el maletero del auto para que los asistentes de vuelo tomaran las maletas.

-Aún no.

-Podría ayudar a planear la fiesta, ¿no? Imagínense, todos en trajes de baño, las chicas más guapas de Castilnovo…

-No tienes remedio.- La azabache abrazó a su amigo.- Nos vemos pronto.

-Cuida mucho a los viejos.

-Claro.

Ring ring.

El teléfono de Cristina empezó a sonar. 

-Te espero dentro.- Dijo la chica caminando al avión. La vio pegar el celular a su oreja.

-¿Venderán la casa?

-Eso quieren mis abuelos. 

-Me pondré a conseguirles un buen sitio en el pueblo.

-Pero tú te irás pronto a Nueva York.

-Le encargaré a alguien que lo haga.

-¡Ay sí!, la princesa tiene esclavos.

-¡ALE, VEN RÁPIDO!- Escuchó el grito de su novia.

 

Corrió al avión, con Lalo yendo tras ella. Cuando entró, Cristina estaba de pie frente a la televisión. La chica subió el volumen. En la pantalla había un reportero hablando.

 

-Esta noticia ha corrido como pólvora en pocos minutos. Sin duda, Don Guillermo tendrá que dar una declaración al respecto, ¿ustedes qué opinan? ¿Será verdad que Alejandra es su hija?

 

Notas finales:

 

 Muchas gracias por leerme , por su paciencia y lealtad a esta historia. Le dejo mis redes sociales... besos cachondos y apretones de nalga.

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Podcast: Yo Soy Menz.

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Les recuerdo que tengo un proyecto en conjunto con mi amors. HISTORIA DE UN MATRIMONIO BIEN & GAY.

 

Sitio web: https://historiadeunmatrimoniobienygay.com/

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¡Travesura realizada!


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