Capítulo 35
Aquí mis chicharrones truenan.
-¿Pero cómo pasó?- Preguntó Cristina con preocupación en su voz. Se habían conectado en videollamada con Sofía y Guillermo.
- Creemos que Dominique cumplió su amenaza.
- ¡Pero ella está en prisión!
- Carlota no.- Intervino Sofía.- Ella es la líder del grupo amigo de Tomás, no me sorprendería que se haya aliado con Dominique.
- Así que Carlota... ¿No han levantado cargos en su contra?
-En eso estamos.- Su papá pensó un poco.- Creo que está invirtiendo todo su capital e influencia para vengarse por la muerte de su hijo.
- Alberto no era inocente.- Dijo Cris con rabia.- ¿Nos atacan primero y ahora quieren vengarse por defendernos?
Se escuchó como alguien entró al despacho. El sonido de unos pasos indicaron que una persona se aproximaba a Guillermo y a Sofía. Angie apareció en pantalla.
-He hablado con algunas personas. Hay rumores de que Carlota envió un abogado para Dominique... No hay duda de que esas dos están coludidas en esto. ¡Pero encontraré a esa maldita víbora y la arrastraré de los pelos!
- Las víboras no tienen pelos...- susurró ella.
- Padre, ¿Cuál es el plan?
- En cuanto aterricen, un helicóptero las estará esperando para traerlas a casa. Aquí resolveremos lo otro.
- ¿Para qué un helicóptero?
- La entrada está prácticamente sitiada por periodistas. Han estado esperando ver a Alejandra. Por su seguridad, es mejor que lleguen por aire.
- Deberían dejarnos en paz. Solo quiero tener unas semanas tranquila antes de mudarme a Nueva York, ¿es mucho pedir?
- La nobleza está reaccionando a la nueva organización política del ducado. Ahora los hombres de baja cuna podrán ocupar altos cargos en el gobierno, ya no será necesario presentar un árbol genealógico de oro para trabajar con nosotros... por eso esta nueva rebelión. No aceptan que Guillermo les quite beneficios y los otorgue a todos por igual.- Dijo Sofía con tono solemne.
- Alejandra, debemos ocuparnos primero en darle sepultura a tu madre. Lo demás lo atenderemos luego.
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Desde el cielo, podía ver a la multitud de personas y vehículos en la entrada principal del palacio. Su nombre era noticia nuevamente. Soñaba con llevar su música a todo el mundo. Que la reconocieran por sus composiciones, no por chismes o rumores sobre su origen. Observó a Cristina, que miraba por la ventanilla con el ceño fruncido. Su novia había pasado gran parte del viaje en silencio. Apostaría toda su fortuna a que Cristina estaba pensando en mil posibilidades para encontrar el plan perfecto.
El ruido de las hélices la hizo darse prisa en bajar del helicóptero. ¡Odiaba ese escándalo! Se aseguró de que Milo llevara con cuidado el osario y caminó hacia las criptas, donde su familia las esperaba ya.
Su padre la abrazó en cuanto la tuvo cerca. Sintió sus brazos estrechándola con más fuerza de lo normal mientras su respiración hacía subir y bajar su pecho. Guillermo se mantuvo así con ella por varios segundos. Solo la soltó para poder abrazar también a Cristina.
-¿Estás lista?- Le preguntó Sofía haciéndole una caricia maternal en la mejilla. Asintió.
Se mantuvieron todos atentos mientras Sebastián hacía unas oraciones antes de colocar los restos de su madre en su lugar de descanso eterno. El osario estaba sobre una elegante mesa frente a ellos. Miró a la pequeña Sofi totalmente inmóvil y guardando un riguroso silencio, algo bastante raro en ella que era toda risas y travesuras. Era idéntica a ella de niña... y tan diferente. Su hermanita sabía comportarse frente a las personas, frente a las cámaras. Sabía de protocolos y modales, sabía sobre etiqueta, sobre realeza... y sabía ocultar muy bien quien era en verdad. Pero tenía muy claro que en cuanto tuviera permitido correr, Sofi lo haría. Recordó cómo corría ella por las calles mientras Laura caminaba detrás. Nunca había tenido que ocultar nada de sí misma, a nadie.
Miró al cielo en donde ya podían verse algunas estrellas... agradecida por la vida tan feliz que tenía, por esos años en que pudo aprender todo sobre el mundo. Sintió la mano de Cristina rozando la suya. Su novia la veía con curiosidad, como si quisiera saber si lo que pasaba por su mente eran pensamientos de dolor. Le sonrió para tranquilizarla. Sabía que los próximos días tendrían que pelear de nuevo por su amor, pero tenía una fuerza inexplicable en su corazón en ese momento. Podía pararse frente a quien fuera y vencerlo.
Después de unas últimas oraciones, el osario fue colocado en su sitio y sellado con una placa de mármol, con el nombre de su madre y la silueta de varios monumentos internacionales junto a una bailarina. Era bastante llamativa en comparación a las tumbas de los demás San Román. Su padre le guiñó el ojo en complicidad por ese gesto de rebeldía.
Cuando la ceremonia terminó, los integrantes de su familia pasaron uno a uno a abrazarla antes de encaminarse hacia el interior del palacio. Guillermo se mantuvo junto a ella pues dijo que quería que hablaran un momento a solas. Su papá tocó la placa con el nombre de su madre.
- ¿Qué crees que pasaría si te reconociera como mi hija y te diera todos los derechos por ser la primogénita?
- ¡¿Qué?! No estarás pensando...
- Solo responde.- Su papá la miró a los ojos. Sintió temor al ver el verde en ellos.
- Yo... supongo que un gran escándalo... Cristina sería desplazada, además de que sería raro que tuviéramos una relación y la gente empezaría a hacer más preguntas, lo que podría ocasionar que supieran que no es tu hija biológica... Eso causaría una gran pena para ella y Sofía, además de que quedarías como un mentiroso y se arruinaría tu reputación y la de la familia. Yo heredaría el ducado y mi madre volvería del cielo para matarte.
- Sofía me planteó esa posibilidad. Posteriormente pensamos en todo lo que dijiste y siendo sincero, lo que me atemoriza más es que tu madre me asesine.
- Yo no quiero que me reconozcas ni que Cristina y Sofía pasen por eso.
- Me preguntarán a quemarropa si eres mi hija.
- ¿Quienes? Tu nunca das declaraciones por escándalos. Olvidarán esto también.
- Estamos poniendo las bases para una nueva nación, por lo tanto el nuevo gobierno quiere hacer las cosas de manera transparente... la Cámara me ha citado para una entrevista en el pleno apenas este sea conformado de manera oficial la próxima semana.
- ¿Entrevista?
- Es la forma educada de decir que quieren interrogarme.
- Miente.
- No se si pueda hacerlo.- Guillermo le lanzó una sonrisa chueca, la misma que ella tenía a veces cuando estaba cansada ya de algún tema.
- No me sentiré traicionada ni rechazada por eso. Yo sé que soy tu hija y sé que me amas. Eso es suficiente. No necesito que comprometas todo el trabajo de tu vida por mi. No tienes que probarme nada. Sé que estás cansado de problemas y que solo quieres poner el ducado en marcha y vivir en paz. Lo haremos, esto solo es una prueba más.
- Estás muy animada.
- Estar cerca de mi madre siempre me fortalece.
- Como el sol para Superman.
- ¿Acabas de hacer una referencia friki?
- ¿Creías que lo sacaste de tu madre? ¡Ella odiaba verme con mis comics por todas partes!
- ¿Por qué no sabía eso?
- Hay muchas cosas de nuestra relación que no te he contado.
- Pero lo harás, ¿verdad?
- Claro.- Su papá la abrazó por los hombros y la guio hasta el palacio.
- ¿Sabías que te concebimos en una de sus presentaciones en Francia?
- ¡No necesitaba saber eso!
- Literalmente vienes de París.
- ¡Papá!- Iba a vomitar.
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Cristina tecleaba a toda velocidad en su computadora. Habían pasado un par de días desde su regreso y no habían salido del palacio. Era verdad que la propiedad era inmensa y podía dar un paseo a caballo o nadar un poco, pero no le agradaba para nada estar escondida.
- Esto hará que la gente sospeche que es verdad lo que dicen de mí.- Se dejó caer pesadamente en el colchón de la cama.
- No te preocupes, se solucionará y pronto podremos estar tranquilos todos.
- ¿Qué estás tramando?
- Nada. Solo confío en la bondad de mi ducado.- Respondió Cris mientras tachaba algo en una libreta.
- ¿Y qué tanto escribes?
- Tarea.
- ¿Tarea? ¡Estamos en exámenes finales!
- ¿Cuándo tendrás el siguiente?
- La próxima semana. ¿Vas a decirme qué planeas?- Su novia suspiró.
- Estoy revisando la nueva Constitución.
- ¿Ya la terminaron?
- Casi. Realmente lo que me interesa ya está escrito. Las facultades del Heredero.
- Pero faltan años para que asumas ese cargo.
- Le pediré a papá que no sea así.
- ¡¿Por qué?! Creí que querías más tiempo para ti.
- Es estos meses he pasado por todo. Han habido días en que quería renunciar, días en que no me sentía digna de ser hija de papá... Pero mi madre dijo algo que me puso a pensar mucho. El poder debe tenerlo alguien que lo ejerza para lograr el bien para los demás. No puedo ayudar de manera significativa si sigo posponiendo mis responsabilidades.
- Pero ¿y tus sueños? ¿Y la equitación?
- Seguiré con eso también. Mientras tú te vas a conquistar NY, yo entraré al campeonato regional... nacional ahora.
- ¿Puedes hacerlo?
- Que intenten detenerme.- Dijo su chica sonriendo.
- Vaya... me encantaría verte compitiendo.
- Si ganamos las eliminatorias podremos inscribirnos al internacional y eso nos haría viajar por varios países.
- ¿Cuándo piensas hablar con papá?
- Hoy. Ya no falta nada para su cita con el pleno y después de eso será la investidura... para entonces la Cámara ya debe saber que quiero asumir el título.
- Pero... dijiste que tal vez se pongan algo pesados por nuestra relación. Por eso íbamos a esperar, para darle tiempo a la gente de vernos juntas.
- Alejandra, estoy harta de esperar siempre. Papá está poniendo todo de su parte para apoyarnos, aunque sé que le ha costado mucho tomar esa decisión. Él siempre estará preocupado por el ducado y por nuestra relación. Por más amor que sienta por nosotras, esto es política y si no actuamos pronto las cosas pueden cambiar muy fácilmente y ponerse nuevamente en nuestra contra. Lo que quiero es estar contigo, sin que ningún protocolo, ley o prejuicio se interponga, porque de ser así renunciaría sin pensarlo.
- ¿Y qué haremos?
- Defendernos. Dejaré bien claro que nada de lo que digan me hará romper nuestro compromiso. Y los obligaré a dejarte en paz, a dejar atrás esos rumores sobre ti.
- Entonces propones dejar de esperar y hacer un ataque frontal, ¿no?
- Así es. Para eso necesito toda la autoridad y el poder de una Heredera. Irónicamente, creo que esa sería nuestra más poderosa defensa.
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******** CRIS****
El intercomunicador empezó a sonar. Alejandra se apresuró a contestar.
- ¿Sí?- su chica frunció el ceño.- Claro papá, ahora le digo.
- ¿Está en su despacho?
- Sí. Quiere hablar.
- Pues vamos, hay mucho que hacer.
Si algo quería, era acabar con esas situaciones incómodas para su familia. No quería esperar años para sortear las dificultades que seguramente le pondrían a su relación con Alejandra. Además, todo eso de Carlota y Dominique le había colmado la paciencia ya. Cortaría esos problemas de un tajo.
Golpeó un par de veces la puerta del despacho y solo entró hasta que escuchó la voz de Guillermo autorizando su paso. Su papá estaba sentado revisando unos documentos.
- Estaba esperándote, papá. Necesito informarte un asunto.
- Yo vine a escuchar.- Dijo su castaña sentándose en la otra silla frente al escritorio de su padre. ¿En qué momento Alejandra fue a la cocina por un panecillo?
- ¿Sucede algo malo?- El hombre la miró con algo de preocupación.
- Primero tú. ¿Qué quieres decirnos?
- Bueno, pues yo quiero compartirles que me reuní con los líderes de la Corriente Igualitaria.
- ¿En serio? ¿Cómo está Rafael?- Quiso saber Ale.
- Están todos bien. Les agradecí su apoyo para derrocar a Tomás y los invité a formar parte del Consejo Ciudadano.
- ¿De verdad?- Estaba sorprendida.
- Claro. Enviarán representantes para dialogar sobre sus demandas. La Constitución debe plasmar la realidad social del ducado. Debemos escuchar todas las voces y aprobar leyes justas para todos.
- ¿Por fin dejarás salir tu espíritu igualitario?- Preguntó Alejandra con una sonrisa burlona.
- Soy flexible a los cambios.- concedió su padre.- Ahora es tu turno, ¿qué es lo que quieres decirme?
- Solo quiero informarte que he pensado en asumir el título como Heredera antes de lo que habíamos planeado.- Guillermo se quedó callado un momento. Lo vio poner la misma expresión que ponía cuando intentaba resolver un problema.
- ¿Por qué quieres hacerlo ahora?
- Sé que te pedí tiempo, pero ahora veo que nuestros supuestos amigos siguen en nuestra contra... Además, necesito asegurar el apoyo a nuestro compromiso. Solo lograré eso demostrando mis capacidades al frente. No quiero dejar algo tan importante para nosotras en otras manos. Sé que Luciano, Cindy, tú y todo el equipo están haciendo todo lo posible por asegurar el apoyo de la gente... se los agradezco, pero quiero hacer algo. Me frustra el solo pensar que tendremos que esperar años para saber si nuestro matrimonio será aprobado.
- Yo también odio eso. Entiendo tus responsabilidades y las de Cristina, pero me enoja que todos opinen en algo tan privado para nosotras. Me siento como si estuviera sentada en un banquillo con la boca tapada, escuchando como todos opinan sobre nuestro amor, como si fuera algo terrible. Esto es lo más hermoso que tengo en la vida, no estoy dispuesta a encerrarme como si me sintiera culpable por ello.
Su papá asentía suavemente. Lo vio frunciendo el ceño, seguro haciendo mil cálculos mentales a la vez.
- Ser parte de esta familia te da muchos privilegios y enormes responsabilidades. Cristina, si asumes el título ahora, no habrá marcha atrás. Las correcciones legales para esperar a que cumplas 21 años aún no han sido leídas en el pleno, por lo que podemos detener ese plan todavía. Pero ten presente que esto no es un juego. No puedes decir un día que quieres esperar y al otro que quieres asumir el cargo. Si me dices que sí ahora, no puedes arrepentirte a la mitad del camino. Por otro lado, todos nuestros esfuerzos están dirigidos a apoyarlas, les doy mi palabra de que así es. Pero también quiero que entiendan que tal vez, si las cosas no salen de acuerdo al plan... tendrán que replantear su relación. Les digo esto porque quiero ser franco con ustedes, como padre y como duque.
- Gracias. Por nada del mundo queremos llegar a ese escenario. Por eso estoy dispuesta a hacer lo que haga falta.- Recalcó ella.
- Y yo.- Su castaña le tomó la mano.
- Bien. Podemos aprovechar mi entrevista con el pleno para hacer llegar tu solicitud de asumir el título a la brevedad. Solo quiero decirte que esta será la prueba más dura de tu vida. Tendrás que trabajar el doble si deseas organizar tu tiempo entre tus intereses personales, tus responsabilidades y la escuela.
- Dejaré la escuela.
- ¡¿Qué?!- Exclamaron su novia y su padre al mismo tiempo.
- Tengo que ser práctica, ¿para qué quiero estudiar Comercio Internacional? No me haré cargo de la empresa. Y no hay nadie mejor que tú para enseñarme todo sobre gobernar. La escuela no me enseñará nada sobre mis futuros deberes, solo tú puedes hacerlo. Si no tienes objeción en eso, este será mi último curso escolar.
- Realmente no me esperaba eso. Creí que amabas aprender, la escuela. ¿Le contaste ya a tu madre?
- Aún no. Amo estar preparada, saber cosas. Quiero que tú me prepares para lo que me espera. Un profesor, ¿sabe gobernar un ducado?- Guillermo pensó un poco.
- De acuerdo. Serás mi sombra... A Álvaro le hubiera encantado ser tu tutor en esto,
- Me alegra que no lo sea. Se pone muy intenso. Por cierto, ¿Dónde está?
- Camino a la empresa. Me acompañó a ver a Dominique.
- ¿De ahí vienes?- Alejandra se acercó para escuchar mejor. ¿De donde sacó más panecillos?
- Efectivamente ella le ha proporcionado información a Carlota. Los antiguos aliados de Tomás están tratando de reagruparse. Quieren que las leyes de la Corona sigan vigentes.
- Pero ya somos soberanos e independientes.
- Se resisten a retroceder. Han sido siglos de supremacía aristocrática, no están cómodos con leyes que le quitan poder a la nobleza.
- ¿Y qué harás?- Preguntó Alejandra.
- Déjame encargarme de ellos y de Carlota.- Pidió ella. Su padre sonrió.
- ¿Y qué les dirás?
- Lo mismo que piensas decirles tú.
- ¿Qué cosa?- Ale no entendía el chisme.
- Padre, estoy totalmente cansada de estas situaciones ridículas. ¿No quieren entender? Yo les haré entender.- Guillermo pensó un poco antes de hablar de nuevo. Sus ojos se clavaron en ella por varios segundos.
- De acuerdo, haremos esto sin sutilezas. Nos reuniremos con ellos en unos días. Yo estaré contigo, pero serás tú quien tendrá que hacer valer nuestra autoridad.
- Eso lo sé perfectamente.
- Entonces dejaré el asunto en tus manos. Por otra parte, Dominique presionó para que le otorgara beneficios.
- ¿Y lo hiciste?
- Por supuesto que no. Le dejé claro que jamás saldrá de prisión y que de su comportamiento depende si su estadía será confortable o no.
- Eso me sonó a amenaza.- Alejandra miraba a su padre y luego a ella.- Si fue, ¿verdad?
- Una sugerencia.- Respondió Guillermo con una sonrisa maliciosa.
- Ahora entiendo tu éxito como gobernante y empresario. Sí eres un tirano a veces.
- Ella aceptó firmar un acuerdo donde se compromete a colaborar con la Fiscalía y a dejarte a ti y a Antonio fuera de esto. Ya no se reunirá de nuevo con Carlota.
- ¿Y crees que cumpla?
- Más le vale hacerlo. Esta fue su última oportunidad.
- ¿Crees que Carlota de la cara en la reunión?
- No creo que asista. Ahora lo que necesitamos hacer es lidiar con la prensa y hacer que la gente se convenza de que todo es una patraña.
- ¿Hay alguna otra estrategia para eso?
- Solo sé que Luciano se lo ha tomado bastante personal... supe que hizo correr a la reportera... aquella chica...
- ¿Fiorella?
- Exacto.
- ¿La correteó? ¿Dónde?- Sonrió al ver como Alejandra y su padre se entregaban al chisme.
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*******ALE*********
- Estoy algo nerviosa.- Su tía se paró frente a ella y le dio una pequeña bofetada,
- ¿Mejor?- Se frotó la cara.
- La verdad sí.
Estaban en casa, a punto de acomodarse frente al televisor para ver la transmisión en vivo de la sesión del pleno de la recién instaurada Cámara de Representantes del Gran Ducado de Castilnovo. Los asistentes estaban ataviados con sus mejores galas, orgullosos de aquella primera sesión de trabajo.
Su padre y los nuevos funcionarios, habían logrado dar voz a todos los estratos de la sociedad. Se había dividido el ducado en distritos, y esos distritos habían enviado gente que los representara en la formación del nuevo gobierno. Además se habían cedido lugares a asociaciones civiles, grupos de defensa de derechos y demás asociaciones no gubernamentales.
Esa asamblea asumiría los poderes legislativos en esa etapa de construcción del ducado, se encargaría de la redacción y aprobación de las leyes que guiarían a todos en los años venideros y posterior a ese trabajo, que tardaría poco más de un año, se realizarían elecciones para la integración del parlamento que sería renovado cada cuatro años.
En pocos minutos su padre y Cristina hablarían ante el pleno. Notó que su novia estaba frente a los asientos principales de la Cámara, hablando con Cindy y con Sergio, quienes se encargarían de llevar la sesión a todos los hogares y dispositivos del ducado.
Al ser una sesión a puertas abiertas, una multitud de gente se encontraba ocupando las últimas filas del lugar, así como varios periodistas parados en los pasillos.
- De verdad que hay mucha gente.- Observó Memo.
- Esto es aburrido.- Se quejó Sofi.- ¿Puedo ir a jugar con doña Cuqui?
- Encárgate de preparar un rico postre para cuando Cris y tu padre regresen, ¿te parece?- Le consintió su madre. La pequeña corrió feliz hacia la cocina.
- Favor de hacer silencio y tomar sus asientos.- Se escuchó la voz del presidente de la Cámara.- Compañeros representantes, estimados ciudadanos de este Gran Ducado, siendo las diez horas del día, damos inicio a esta sesión. Por favor, señor secretario sírvase a pasar lista y leer el orden de asuntos.
Sofi tenía razón, todo el protocolo de apertura fue sumamente aburrido. Decían un nombre tras otro para registrar que los representantes habían asistido o que al menos estaban los necesarios para las votaciones que se realizarían ese día.
- Hay quórum, señor presidente.- Anunció el secretario.- El orden del día de esta sesión es el siguiente: Punto uno. Entrevista al Excelentísimo Señor, Don Guillermo San Román, para ejercer los lineamientos de transparencia gubernamental y rendición de cuentas a los honorables ciudadanos de este Gran Ducado. El presidente de la Cámara tendrá la voz para realizar preguntas, que solo serán respondidas por Don Guillermo. Punto dos. lectura del dictamen de nuevas leyes comerciales marítimas y portuarias, de los gravámenes a las mercancías importadas y regulación de embarcaciones. Punto tres: Asuntos generales.
El presidente de la cámara removió unos papeles mientras Guillermo le susurraba algo a Cristina.
- Con fundamento en la legislación de este Gran Ducado y aplicando los reglamentos de transparencia y acceso a la información, llamo a tribuna a Don Guillermo. Por favor Señor, colóquese frente al micrófono.
Su papá hizo un caballeroso gesto antes de subir ese par de escalones que lo hacían ver mucho más alto de lo normal. Las manos de Sofía apretaron ligeramente su brazo mientras su tía murmuraba cosas inaudibles. No sabía si estaba rezando o insultando a todos los que pusieron a Guillermo en esa situación.
- Buenos días a todos.- Dijo su papá usando un tono amigable. Parecía que más que estar a punto de ser interrogado frente a todo el ducado, iba saludando gente mientras caminaba por una calle en un día de descanso.
- Don Guillermo, se le ha solicitado comparecer ante el pleno, debido a los señalamientos realizados hacia su persona, mismos que alteran la paz de este ducado y pueden afectar de manera significativa la sucesión y legitimidad del titular del ejecutivo de este gobierno. Por ese motivo le haré una serie de preguntas relacionadas a su supuesta paternidad ilegítima. Lo exhorto a responder con veracidad.
- Adelante, señor presidente.
- Se le señala como el padre biológico de la señorita Alejandra San Román, quien de forma oficial se encuentra registrada como hija del difunto Antonio San Román y de la señora Ana García-Villaseñor, según el acta con folio NE 250101-934. ¿Es verdad que usted es el padre de la mencionada señorita?- vio a Guillermo hacer un gesto amargo casi imperceptible. Luego respondió.
- No es verdad.- Retumbó la voz firme de Guillermo.
- Si don Antonio San Román es el padre biológico de la señorita Alejandra, ¿Dónde se encontraba ella durante todos esos años en los que no vivió bajo el techo del Palacio Castilnovo?
- Al ser menor de edad, ella estaba bajo la custodia de su madre, quien en vida fue esposa de mi primo Antonio. De los términos exactos de su divorcio no estoy al tanto, pues son asuntos que correspondían a la intimidad de mi primo y su familia. Solo me compartió el feliz nacimiento de su hija, nacida de su legítima unión con la señora García-Villaseñor. Recalco estos datos pues no estoy dispuesto a tolerar más ataques en contra de mi sobrina.
- ¿Reitera que su paternidad es una información falsa?
- Me siento profundamente orgulloso de Alejandra, de la persona que es, de sus valores y talentos. Biológicamente no es mi descendiente, pero sin duda le daría mi corazón todos los días de mi vida.- Se escucharon algunos aplausos entre los asistentes.
- ¿Niega que haya tenido una hija ilegítima escondida durante años?
- Lo niego.
- ¿Niega haber falsificado documentación oficial para acreditar una identidad para la señorita Alejandra San Román?- Guillermo no pudo evitar sonreír de lado antes de responder.
- Lo niego.
- Con todo respeto Señor, ¿qué le causa gracia?- Preguntó el presidente con visible interés.
- Todo esto de convertir a Castilnovo en un Estado independiente y soberano, es una ardua tarea. Entiendo que los valientes ciudadanos de este ducado merezcan la verdad de parte de sus autoridades, sinceramente aplaudo eso... pero también quiero decir que tenemos aún mucho qué hacer para darle a este ducado las instituciones y el gobierno que se ha ganado. Y estas risibles acusaciones solo nos desvían de nuestro trabajo. Los ciudadanos saben que he pasado toda mi vida trabajando por este lugar y estoy aquí dando la cara, respondiendo de frente todas las dudas que hay respecto a este tema. Habrá muchas cosas que podrán decir de mi o de mi familia, pero lo que no podrán cuestionar jamás es nuestro honor. Aquí solo hay una verdad: tengo tres hijos biológicos, ni más ni menos y una hija de mi corazón. Si merezco un castigo por eso, aquí estoy para recibirlo.
Hubo silencio por varios segundos.
- Correcto.- El presidente carraspeó y empezó a revolver papeles nuevamente.- Por último, Don Guillermo, lo que declaró ante esta honorable Cámara, ¿es verdad?
- Es verdad. Dios es mi testigo.
Esperaba que con eso fuera suficiente. Su celular vibró. Leyó un mensaje de Sebastián, "tu padre se irá al infierno ja ja je je ji ji". Empezó a toser por la risa que se le atascó en la garganta.
- Don Guillermo, ¿se sometería a una prueba de ADN?- La tos aumentó.
- ¡Ay Dios mio!- Escuchó a Angie. Su padre mantenía su expresión jovial, ¿cómo carajos lo hacía?
- Lo que sea necesario para acabar con este bochornoso asunto.
- ¿Hay objeción de la Cámara?
- La hay.- Un hombre algo regordete se puso de pie. Tenía un porte gallardo, con un bigote abundante.- Me parece insultante tal solicitud. ¿En serio tenemos que violar la intimidad de Don Guillermo? Replanteo mi pregunta, ¿tenemos que violar de forma tan alarmante la intimidad de un ciudadano de este Gran Ducado? ¿Ahora se someterá a un molesto escrutinio a quien sea víctima de los chismes de un tabloide?
- Si me permite...- Otro hombre se levantó de su lugar. Era el padre de Ileana Mafud.- Don Guillermo aceptó la prueba, la Cámara no debería tener ninguna objeción. Su deber es contestar las acusaciones en su contra.
- ¡¿Acusaciones?!- Una mujer saltó de su silla.- ¿En qué tribunal se han levantado tales acusaciones? Si Don Guillermo está aquí para responder sobre este asunto ridículo, es por el respeto que profesa por esta Honorable Cámara y lo que ella representa. Ahora que si a esas vamos, es mucho más grave que algunos miembros de la Cámara estén relacionados con el gobierno ilegítimo y corrupto de Tomás de Aragón.- Los murmullos aumentaron.
- Silencio, por favor.- El presidente hizo retumbar su voz.- Compañeros, por favor tomen asiento y llevemos estos asuntos con orden y civilidad. Realizaremos una votación para aprobar o negar la solicitud de prueba genética entre Don Guillermo y la señorita Alejandra San Román.- El presidente observó la parte superior de una pared lateral donde había una gran pantalla con el escudo de la Cámara.- En unos segundos se habilitará el sistema para una votación sobre este tema. Por favor presionen en las pantallas frente a sus curules, la palabra "sí", para indicar que apoyan la prueba genética o la palabra "no", para indicar que están en contra.
En cuanto el presidente terminó de hablar, en la enorme pantalla apareció la pregunta y una gráfica en blanco. En cuanto los integrantes de la Cámara empezaron a votar, la gráfica circular empezó a pintarse de verde y rojo... Pudo ver como el verde se reducía al mínimo.
- ¿Ganamos?- Preguntó Angie que se había tapado los ojos.
- La solicitud de prueba genética es rechazada. Don Guillermo, esta Cámara agradece su compromiso con la verdad.- Declaró el presidente. Se escucharon aplausos entre los asistentes.
- Que alivio.- Suspiró Sofía.
- Yo estaba pensando en mil formas de alterar esa prueba.- Dijo su tía. Pero su padre y Cristina permanecían con su semblante cómodo, como si nada en este mundo los perturbara.
- Continuemos con el orden del día. Señor secretario, sírvase a leer el dictamen.
Y el secretario empezó la lectura. Su cerebro se había desconectado, no entendía nada de lo que decían. Todo era sumamente aburrido. En pantalla podía ver las tomas que realizaban de vez en cuando a su padre y a su novia. Los dos parecían muy concentrados en lo que se leía. Conociéndolos, ella podía jurar que en verdad estaban prestando atención y entendiendo todo. Después de diez minutos, Angie silenció la pantalla.
- ¡Que aburrido ser un Duque!- Declaró.
- Hay gente para todo.- Intercedió Sofía.
- Creo que iré con mis videojuegos.- Memo ya no tenía ningún interés en lo que seguía.
- Alejandra, mejor cuéntanos. ¿Lista para mudarte?
- En eso estoy. Llamé a la escuela y ya está todo en regla para poder estudiar el semestre en NY. Tengo que irme en un mes.
- ¿Y dónde vivirás?
- Podrías pedir el Pent-House de nuestro hotel. Así solo estarías a un par de calles de Juilliard.- sugirió Sofía.
- ¡Sí! Imagínate, -A Angie le brillaron los ojos.- tendrías una estancia de lujo.
- Álvaro podría llamarle al gerente para darle indicaciones y tener todo listo para tu llegada.- Sofía buscó su celular.
- No, no. Tengo pensado rentar algún departamento y viajar en metro.
- ¿En metro?- Preguntaron las dos mujeres a la vez.
- Sí. ¡Vamos! ¡Es Nueva York! Hay que vivir la experiencia completa.
- Yo con gusto me ahorraría la experiencia del metro.- dijo Angie algo horrorizada.
- ¿Y ya estás buscando lugar?
- Sí, hay varios departamentos. Algunos son compartidos con otros estudiantes... Aún no me decido por alguno, pero tengo que asegurar mi estancia antes de comprar el boleto de avión.
- ¿Tampoco llevarás nuestro avión?- Angie parecía consternada.
- ¿Porqué lo llevaría?
- Porque hay que viajar con clase, con estilo. No eres cualquier persona.
- Yo creo que debes vivir esto de la forma en que tú elijas.- La apoyó Sofía.- Sin embargo, tu padre y yo hemos llegado a la conclusión de que Milo debe acompañarte.
- ¡¿Qué?! ¿Porqué?
- Por precaución. Los medios informarán sobre tu estancia en NY y es preciso que tengas seguridad contigo. Después de todo lo que ha pasado y de que todo el mundo sabe que Cristina y tú tienen un noviazgo, es necesario que alguien esté cuidándote ahí.
- Pero...
- Por favor. Estaré más tranquila sabiendo que no estarás sola.
- De acuerdo.- Aceptó. Era imposible negarse ante la mirada afectuosa de Sofía.
El teléfono de Angie empezó a sonar. Observó a su tía mirar su móvil y ponerse algo roja. Se levantó de un salto y salió de la habitación para contestar.
- Cree que no sabemos que es Álvaro.- Comentó su madrastra.- Guillermo los descubrió el otro día en la mentira. Se suponía que Álvaro estaba en la empresa y tu tía en el club, pero Luciano los vio en un restaurante juntos y se lo comentó a tu padre más tarde en una reunión que sostuvieron.
- ¡¿En serio?!- Se puso feliz al escuchar eso.- ¡Genial!
- Mira, creo que ya terminaron de leer.- Sofía señaló la pantalla y presionó el botón para desbloquear el audio.
- Se aprueba el dictamen en lo general y en lo particular.- Anunció el presidente.- A continuación, pasemos a los asuntos generales. Si algún presente desea hacer uso de la palabra, este es el momento.
- Yo, señor.- Guillermo se levantó de su asiento y subió al podium nuevamente.- Con el permiso de esta Honorable Cámara, solicito se inicien los protocolos reglamentarios para el nombramiento de mi hija mayor como Gran Duquesa Heredera.- Cristina se puso de pie.
- Señorita Cristina, ¿desea asumir el título pronto?- Se dirigió a Cris el presidente.
- Así es.- El hombre le hizo una indicación para que se dirigiera al pleno. Vio a su novia caminar decidida hacia donde estaba su padre para hablarle a todos.
- Esa es mi chica.
- ¡Regresé!- Dijo Angie arrojándose sobre el sofá para no perderse lo que venía.
- Honorables ciudadanos, representantes distritales de nuestro noble ducado. invitados y público en general, muy buenos días. Decidí venir hoy para comunicarles mi deseo de asumir el título reservado para mi, por derecho de nacimiento, al ser la primogénita de Guillermo San Román, quien será investido próximamente como Gran Duque. Quiero asumir mis responsabilidades constitucionales, trabajando por esta hermosa tierra a la que amo y a la que quiero consagrar mi vida. Por eso pido que ustedes, portadores de la voz de mi pueblo, autoricen de manera oficial mi ingreso a la vida pública como Gran Duquesa Heredera.
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******CRIS*******
Consultó su reloj para saber si era hora de bajar a la reunión. El día anterior, después de dirigirse al pleno, la Cámara había acordado que se pondría una fecha para que asumiera el título de Heredera.
Se miró al espejo arreglando unos detalles de su atuendo, pensando en todo lo que diría en unos minutos. Se había citado, a nombre del Gran Duque de Castilnovo, a todos aquellos que aún querían meterle el pie a su padre y a su gobierno. Sabían que si la cita no era de forma oficial, muchos no asistirían. Al menos estaba segura de que Carlota no tendría las agallas suficientes para poner un pie en el palacio, por eso se había encargado de enviarle una sorpresa a su puerta. Estaba segura que en unos minutos, la mujer se arrepentiría con toda su alma de haber sido aliada de Tomás y de querer seguir interfiriendo en sus vidas y en el ducado.
Estaba ansiosa, pues al fin vería cara a cara a todos los que habían sido parte activa del plan de Tomás contra ellos. Vería a esos aristócratas que se negaban a entender que su tiempo había terminado. Agradecía la confianza que su papá había puesto en ella y sabía que era el inicio de su formación junto a él.
Su teléfono vibró. Alejandra le avisaba que "los buitres están llegando, repito, los malditos buitres ya están aquí".
Cuando llegó al primer piso, su novia y su madre estaban de pie junto a la entrada de uno de los salones. Se había colocado una mesa larga para que las casi cincuenta personas pudieran tomar asiento.
- ¿Lista?- Le preguntó Guillermo, que en ese momento hacía su aparición.
- Claro.
- Señor, - Bernardo se acercó solemnemente.- sus invitados me han solicitado bebidas y bocadillos...
- No.- Dijo Cristi.- Esto no es un día de campo.- El mayordomo solo hizo una ligera inclinación de cabeza y sonrió ante la negativa.
- Te espero dentro.- Su padre ingresó y pudo ver a todos ponerse de pie. Guillermo caminó con su andar enérgico y se colocó a la cabeza de la mesa. Los observó a todos con el ceño fruncido.
- Buenos días, Señor.- Se escucharon algunas voces titubeantes.
- Si son buenos o no, eso dependerá de ustedes.- Sentenció su padre.
- Acábalos.- Dijo su mamá. Ella entró, caminó hacia Guillermo y se mantuvo de pie. Los demás no sabían si sentarse o no.
- Tomen asiento.- Solo ella se quedó parada.- No están aquí para afirmar o negar algo.- Empezó a hablar de la forma más dura y autoritaria en la que había hablado en su vida.- Mi padre y yo sabemos de su participación en la conspiración que llevó a Tomás de Aragón al Palacio de Gobierno. Sabemos que estaban conscientes de que su apoyo a las aspiraciones de Tomás los convertía en traidores a todos.
- ¡¿Cómo se atreve?!- El señor Mafud se puso de pie, indignado.
- ¡SIÉNTATE!- Bramó Cristina dando un golpe en la mesa. El hombre regresó rápidamente a su lugar.- Dejarán de conspirar contra el legítimo gobierno que mi padre y yo representamos, dejarán de hacer sus ridículas reuniones cada jueves a las once de la noche en casa de los Albornoz.- El aludido se movió incómodo.- ¿Creían que no estábamos enterados? Dejarán de oponerse a las legislaciones del nuevo gobierno, dejarán de solicitar ayuda de la extinta familia real y a sus aliados en el extranjero. Van a agachar la cabeza y aceptarán las disposiciones que el futuro Parlamento proclame sobre los privilegios que les serán negados. Dejarán de esparcir rumores sobre mi familia, sobre mi o sobre mi relación con Alejandra. Respetarán al nuevo gobierno, a cada integrante de esta familia y dejarán de ser una piedra en mi zapato. De no ser así, los aplastaré sin compasión.
- ¿Nos amenaza?- Preguntó la madre de Ileana Mafud.
- Sí.- Dijo lanzando una mirada asesina.- El Castilnovo que conocían se acabó, los que quieran aceptar esta nueva realidad tendrán que adaptarse sí o sí. Los que se resistan, pueden marcharse de este ducado, pues si se quedan e intentan detener el progreso, serán doblegados.
- Bueno... ¿y qué le hace pensar que una familia podría contra treinta?- Soltó Albornoz. Ella sonrió con ironía en su rostro.
- No querrá enfrentarse a la respuesta.
- Si tiene pruebas de que alguno de nosotros hizo algo ilegal, enséñelas.- La retó alguien.
- Estaba esperando que alguien dijera eso.- Hizo una señal a la puerta. Entraron varios agentes.
- Señores Mafud, Albornoz, Mier y Terán, Rivas del Castillo y Rodríguez Mézquita...- Los aludidos se pusieron de pie.- están arrestados por conspirar contra el legítimo gobierno del antiguo condado de Castilnovo, por apoyar y financiar las acciones ilegales de Tomás de Aragón, por usurpar los poderes legítimos y por traición.
Algunos presentes se pusieron de pie para protestar mientras un agente terminaba de leerles los derechos a los detenidos y los esposaban.
- ¡SILENCIO!- Exigió ella. Los alborotadores se sentaron y apretaron la mandíbula. Luego de que los hombres salieron llevándose a los detenidos, ella volvió a tomar la palabra.- En los siguientes días la Fiscalía les avisará sobre las sanciones que cada uno recibirá, de acuerdo a los delitos y faltas administrativas que cada uno haya cometido. Sus fortunas familiares están congeladas a partir de este momento y no podrán salir de la ciudad ni del ducado por ningún motivo. Después de que las averiguaciones y sanciones hayan acabado, pasarán el resto de su vida ocupándose únicamente en sus asuntos. Si vuelven a interferir en los asuntos de este ducado o en los de mi familia, la poca piedad que he tenido con ustedes ahora se acabará.
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