Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Baile y Regalo EraserMic por Pineapple Phoenix

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Capítulo único.

Las clases habían llegado a su fin, los estudiantes de primer año en la prestigiosa academia UA estaban emocionados por sus logros. Por motivo de esas fechas la academia solía hacer fiestas en donde tanto alumnos como de primero, segundo y tercero junto a las demás áreas convivían.

Todos estaban emocionados por la fiesta, sobre todo cierto joven de cabello rubio.

—¡Será una gran fiesta Shouta! — Normalmente la voz del Hizashi ya era demasiado alta, emocionado lo era aún más. Sin embargo, Aizawa ya había tenido medio año para acostumbrarse a él, por lo que no le molestaba demasiado. A veces.

—No me interesa. — Respondió con tono somnoliento mientras guardaba sus cosas en su mochila, los profesores y demás estudiantes ya se habían retirado para prepararse, sería el domingo en la noche, pero era mejor prevenirse desde antes.

—Pero si es para celebrar que logramos el primer año aquí, ¡será divertido, debemos ir! — Ya conociendo la negativa de su amigo no se rendía en tratar de convencerlo. — Te emociona más la idea que a mi Hizashi, puedes ir con cualquier otro y estará igual de feliz que tú. Prefiero dormir, cuando salgamos de la academia entonces si tendré algo qué celebrar.

Dando la discusión por terminada, Aizawa se echó su mochila al hombro, listo para irse a su casa, pero la mano de su amigo lo detuvo a mitad de pasillo.

—Te invitaré a bailar. — Declaró. Aizawa lo miró escéptico. — ¿No te lo dije? Tomé clases de baile para este momento. — Alardeó señalándose con orgullo. — Fui el mejor de la clase.

—¿De verdad tomaste clases solo por esto? — Asintió emocionado. — No tenemos fiestas como esta todos los días ¿cierto?

Shouta aceptando que no podría negarse a su amigo terminó por seguirle el juego para ir a la dichosa fiesta, habría mucha gente y demasiado ruido, sin contar el espacio cerrado, pero hasta cierto punto su amigo lo valía. Después de todo él fue el primero en dignarse a hablarle en cuanto fue transferido de estudios generales a la clase A.

Se despidieron al salir de la escuela, ambos vivían en vecindarios distintos.

Hizashi al llegar a su casa lo primero que hizo fue contarle a su madre sobre la fiesta y que iría con su amigo, debía planear qué ponerse para impresionar allí. Aizawa por su parte decidió que se preocuparía por el atuendo después, nunca le habían gustado las fiestas o los lugares concurridos. Para evitar el estrés innecesario pensó en dormir hasta el día siguiente, sus padres seguramente estarían más emocionados que él y le enviarían algo de dinero para la ropa. Un desperdicio de dinero en su opinión, pero tampoco es como si tuviera ropa para la ocasión, su armario se resumía en playeras negras y pantalones de igual color, una que otra prenda de otra tonalidad, pero definitivamente nada elegante.

Los problemas llegaron antes de lo esperado.

—¡BUENOS DÍAS SHOUTA!—

Un estruendoso grito hizo retumbar las ventanas de su departamento. El sueño de Aizawa se desvaneció más rápido de lo que hubiese querido y por ende su posible buen humor se esfumó. "Su razón para despertar" ya estaba fuera de su edificio con toda la energía del mundo. Seguramente despertó a medio vecindario con su grito.

—Buenos días Yamada— y como cada mañana su amable vecina le devolvía el saludo. — ¡Hola a usted también señora Matsui! —

Desganado se quitó las cobijas de encima y talló sus ojos, buscó su reloj digital para ver la hora. — Lo voy a matar. — A penas iban a dar las siete de la mañana.

Sin molestarse en ver cómo iba, bajo para abrirle la puerta a su amigo. — Tardaste mucho. — Sin responderle regresaron a su departamento en donde Hizashi se adueñó de la cama. Shouta por su parte fue a buscar algo de ropa pues se había dormido con su uniforme. — ¿Qué haces aquí tan temprano? —

—Iremos al centro comercial. — No era una pregunta. — ¿Qué te hace pensar qué tengo ganas de ir? — Le respondió desde el baño. Hizashi aprovechando se dirigió hacia el armario de su amigo. — Porque tu tampoco tienes qué usar y pensé que sería más entretenido ir los dos juntos a buscar.

Minutos después Aizawa salió ya aseado y con su típica vestimenta, el rubio lo esperó mientras escuchaba algo de música. — ¿Listo para irnos? —

—Ni siquiera he desayunado. —Yamada saltó de la cama dispuesto a llevar a su amigo a rastras si era necesario. — Comeremos algo allá, no hay que perder más tiempo.

Sabiendo que no se podía negar cuando Hizashi se ponía en ese plan dejó de resistirse y sólo tomó su celular y cartera antes de salir.

El centro comercial al que se refería el rubio no estaba demasiado lejos, era como media hora caminando. Tiempo que aprovechó para platicar sobre cualquier tema, Aizawa se dedicaba a escucharlo y a responderle de cuando en cuando. En el trayecto le llegó un mensaje de sus padres indicándole que ya habían depositado dinero para él.

Al llegar lo primero que hicieron fue pasar al área de comida, algo rápido antes de dedicarse a recorrer las tiendas, para sorpresa de Shouta fue Yamada quien se ofreció a pagar eso, al principio se negó alegando que el también tenía dinero pero el rubio terminó ganando, según él era su forma de disculparse por levantarlo tan temprano.

La primera tiendo que visitaron fue un fiasco, los trajes no se  veían mal pero los precios eran demasiado ¿los iban a volver héroes más rápido si los usaban acaso? Prefirieron retirarse antes que se les ocurriera cobrarles hasta la entrada. En la segunda tampoco tuvieron mucha suerte, más que nada por los modelos, no eran lo que estaban buscando —si es que buscaban algo en específico—. Así estuvieron recorriendo las tiendas por un buen rato, Hizashi prefirió comprarse unas gafas nuevas en cierto punto del recorrido.

Algo cansados y sin encontrar algo bueno pasaron a otra tienda antes de descansar, esta vez la suerte les sonrió. Ninguno de los dos era de vestir elegante, su estilo era más cómodo y colorido. Sin embargo los encargados de la tienda sabían muy bien cómo hacer su trabajo, les ayudaron y dieron varios consejos, terminaron comprando su atuendo en dicha tienda, felices porque habían terminado la misión del día.

Con bolsas en mano regresaron a sus hogares de la misma forma en como habían llegado, solo que, con un helado nuevamente invitado por Yamada.

—No fue tan malo como pensé. — Su amigo lo miró extrañado, claramente sin entender su comentario. — Pensé que terminaría comprando cualquier cosa o no comprando nada, pero no hubo tanta gente como esperé. No fue tan malo.

—¡Con que era eso! Fue divertido, pero lo mejor es mañana en la noche. No olvides mi invitación Shouta.

—Si, no lo olvido.

Al llegar al edificio de Aizawa ambos de despidieron. Éste se ofreció acompañarlo hasta su casa, pero el rubio se negó, "seguro estás cansado y no está muy lejos de todas formas." Fue su respuesta, no insistió y entró al edificio. Yamada al verlo desaparecer por la puerta se colocó los audífonos y encendió su reproductor para no aburrirse de regreso.

Al día siguiente Shouta agradeció que su amigo no fuera a despertarlo como cada mañana, por ese día por fin se pudo levantar tarde. Como no tenía muchas cosas que hacer inició su rutina diaria de limpieza y aseo personal. Al terminar preparo un ramen instantáneo y se dispuso a ver la televisión. Nada nuevo, algunos robos, héroes aquí y allá, el reporte del clima, nada interesante.

De regreso en su cama sacó la ropa que compró ayer, un traje negro y camina lila junto a un moño con el que seguramente luego se pelearía, aunque ya había visto el traje de su amigo se preguntó cómo se vería en él, sobre todo considerando que no se separaría de sus nuevas gafas. Aburrido pensó en tomar una siesta, poniendo antes la alarma, no confiaba mucho en que despertaría para la fiesta.

En la casa de los Yamada, por otro lado, todo era un caos. Si bien la celebración era para los estudiantes eso no impedía que las familias se emocionaran incluso más que los chicos. La madre de Hizashi lo obligó a ponerse el atuendo desde antes para ver si le hacía o no correcciones y claro, tomándole fotos cada que podía, su padre y hermano solo lo observaban, con orgullo claro estaba.

—Ya casi es hora de que nuestro hijo salga, deja de asfixiarlo con tus atenciones.

—Oh, el no se está quejando y puedes llevarlo tú de cualquier forma.

—¡No es necesario! Pensaba en pasar por mi amigo e ir a la academia.

—Lo normal es que se pase a recoger a las señoritas, no a los amigos. — Señaló su hermano con clara intención de fastidiarlo.

—Basta, no quiero que inicien una pelea justo ahora. —La señora Yamada intervino antes de que Hizashi pudiera responder. — Si vas a pasar por Aizawa será mejor que te vayas de una vez, no quieren llegar tarde ¿verdad? — Lo despidió con un beso en la frente, su madre era de lo más comprensiva y claro astuta.

—¡SHOUTA, ES ¡HORA DE IRNOS! — Si no se presentaba gritando simplemente no era Hizashi Yamada. Aizawa no tardó mucho en bajar. El rubio hizo el mayor intento por no soltar un silbido, ¡que incluso había recogido su cabello! Le daba un aire completamente diferente.

—Te ves bien. —

—¡Gracias! Tu tampoco te ves nada mal Shouta. — devolvió el alago, aunque era innecesario. En silencio ambos caminaron hasta la UA.

Desde la entrada se notaba que el ambiente ya estaba puesto, pues la música no se hizo esperar, así como muchos de los compañeros de clase. Todos iban bastante arreglados y emocionados. —¡Hey, chicos! —

No habían dado ni tres pasos dentro cuando Nemuri los llamó, decir que se veía bien con su vestido azul era poco. — Vengan, hay bocadillos aquí. — señaló una larga mesa puesta con elegancia. Muchas personas iban y venían por algún aperitivo o algo de beber. — ¡Ya vamos! — Respondió Hizashi arrastrando a su amigo hasta el grupo con quienes estaba la chica.

Tal y como había temido Aizawa, había demasiada gente amontonada, muchos riendo o platicando, otros pocos tratando de ligar a esas alturas. La música no estaba del todo mal al menos. Sentía como que no encajaba en ese lugar.

—Shouta— lo llamó — Vamos a bailar.

—Preferiría que fuera luego. — Hizashi notó enseguida la molestia de su amigo, tanta gente lo hartaba por lo que tuvo una idea. — Entonces bailemos en otro lugar.

Y sin darle tiempo para negarse lo guio hasta uno de los campos de la escuela, hacía frío sí, pero no le importó demasiado. — Hizashi, si solo me quieres invitar a bailar ¿no crees qué es demasiado?

—No, porque te ibas a terminar aburriendo estando ahí adentro y ya no querrías hacer nada. Ahora... —

Del bolsillo de su pantalón sacó su celular y una pequeña bocina. —¿Qué te gustaría bailar? — Se alzó de hombros. — ¿Supongo que es mal momento para decirte que jamás he bailado?

—Nunca es mal momento para aprender. — Con una sonrisa en el rostro le extendió su mano para comenzar a bailar. Una melodía suave fue su elección, perfecta para que ambos estuvieran juntos. Tal vez no fue una mala idea ir a un lugar más alejado.

Aizawa, tratando de no demostrar su nerviosismo aceptó firme la invitación, el problema fue cuando comenzaron a moverse. Un paso al frente, al lado y uno atrás fueron suficientes para que pisara los pies de su amigo en varias ocasiones. Repetidos "lo siento" salieron de su boca, no pensó que los nervios le harían una mala jugada. ¿Nervios de qué? Era su amigo, no debía estar nervioso de estar con él.

Fue el momento de dar una vuelta, no salió tan mal, los pisotones vinieron esta vez por parte de Hizashi, Aizawa por accidente había quedado más cerca del cuerpo de su amigo, chocando a penas un poco lo que logró desequilibrarlo.

Una sonrisa nerviosa brotó de ambos, ninguno esperaba que fueran a bailar tan mal, pero aun así, era divertido. Conforme la canción iba terminando los pasos de ambos eran cada vez más seguros. Y al término de ésta fue Hizashi quien terminó por hacer una gran reverencia totalmente fuera de lugar pero que hizo reír a su acompañante. — Gracias por concederme esta pieza.

La música en su reproductor no se detuvo, dio lugar a una canción con más ritmo, una de moda como pensó Aizawa. — ¿Quieres seguir practicando? — Preguntó con una amplia sonrisa. Sabía que sus pensamientos no debían ir por allí, pero no pudo evitar perderse en su sonrisa, como si Hizashi irradiara luz por sí solo. — Te aseguro que no me molestaré aunque me sigas pisando. — Lo animó. Shouta terminó por aceptar, no había nadie que los viera y en verdad era muy divertido bailar con él.

Sin que ninguno se diera cuenta pasaron una hora completa bailando, entre risas y leves golpes, ambos cayeron exhaustos en el pasto, tratando de controlar su respirar, dejaron que la música siguiera mientras ambos contemplaban el oscuro cielo. — Eso fue divertido, pero pensé que bailabas mejor.

— Me puse algo nervioso, en verdad soy muy bueno

— ¿Ah sí? — Era curioso ver a Yamada así, nervioso, tomó una foto mental del momento. —¿Nervioso por qué?

El rubio se congeló en su lugar, no esperaba esa pregunta y mucho menos sabía cómo responder. — Si, ya sabes, no quería pisarte y cosas así.

Shouta dejó el tema por la paz, volvió su atención al cielo. A alguien se le había ocurrido la brillante idea de lanzar fuegos artificiales, muy pocos y sin mucha gracia, pero la idea en sí fue buena. En el tiempo que se quedaron sentados no dijeron nada. Aunque poco les duró el gusto pues sus compañeros de clase los encontraron.

—¿Qué hacen ustedes aquí? La fiesta es adentro chicos.

—Seguramente Aizawa se hartó de tanta gente, no lo culpo, incluso nuestros superiores de tercer año están allí.

—Lo sentimos, Shouta y yo sólo queríamos tomar un poco de aire fresco, pero no nos dimos cuenta de la hora ¿verdad? — Aizawa le dio la razón, aunque un tanto decepcionado, ignoró el porqué.

—Yo ya me voy. Tengo sueño. —

—¿Te vas tan rápido? — Shouta asintió, limpiándose el pasto de la ropa. Hizashi por su parte apagó su reproductor y guardó su bocina. — Yo también me voy, me siento cansado.

—Woh, Yamada se puede cansar, no lo sabía. —

—Yo también soy humano Nemuri. Bueno, supongo que nos vemos el siguiente ciclo ¿no?

—Claro, aunque igual podemos vernos para salir. — Hizashi se despidió de sus amigos con un gran abrazo y claro, no podía olvidar tomar algunas fotos. Su madre lo mataría si las llegaba a olvidar. Después fue corriendo hasta donde estaba su amigo.

—¡Espera Shouta!—

—Debiste haberte quedado, estabas muy emocionado por esto.

—¡Nah! Además, la música que yo tengo es mejor que la que pusieron allá.

—Si tú lo dices. —Aizawa pensó que se alejarían en cuanto salieron de la UA pero ara su sorpresa su amigo seguía con él. — ¿No piensas volver a casa?

—Claro que sí, pero olvidé pedirte que nos tomáramos una foto.

—¿Solo por eso me vas a seguir? Ya es bastante tarde.

—No importa, mis padres pueden venir a recogerme de tu casa. — Hizashi camino a nivel de su amigo, silbando una melodía cualquiera. —Shouta ¿a ti te gusta alguien? — Casi se para en seco. — ¿Por qué la pregunta ahora?

—Solo me surgió la duda, además soy tu amigo, tengo derecho a saberlo.

—No me gusta nadie.

—¿De verdad nadie? — Shouta asintió, por unos segundos pudo ver como la expresión del rubio cambiaba a una más ¿triste? Pero se compuso rápido por lo que no pudo definirla del todo.

Antes de que lo notaran habían llegado al edificio, sacó las llaves de su bolsillo para invitarlo a pasar. Encendió las luces y la televisión sin prestarle atención al canal. —Tomemos la foto aquí Shouta. —

Yamada señaló su ventana, no era un mal lugar. Supuso que las fotos eran pedido de su familia así que se acercó a Hizashi y éste lo rodeó por los hombros con su brazo. —¡Di Plus Ultra! — exclamó y el flash del aparato lo cegó durante unos segundos. — Quedó bien, mira. —

Shouta que se seguía tallando los ojos tomó la cámara, tenía razón, no se veían nada mal, aunque se sentía raro el tratar de sonreír para una simple foto. —Quiero la foto.

—Dalo por hecho. —Y como el día anterior se adueñó de la cama, estirándose como si fuera la propia. —¿Quieres ramen? No tengo mucho que ofrecerte en este momento.

—Gracias, pero no. Los aperitivos de la escuela fueron más que suficiente.

Aizawa sí se preparó uno, sentándose al lado de su amigo viendo las tv. Parecía que no tenía muchas ganas de ir a su casa, no sería la primea vez que lo hace, pero esa vez no tenía cambio de ropa. El baile les quitó más energía de lo que pensaban, Yamada fue el primero en caer dormido, abrazando la única almohada que había, Shouta se conformó con recargarse en la cabecera de la cama, cuando se trataba de dormir no se ponía exigente.

No sabía cuánto tiempo había pasado, pero en cuanto abrió sus ojos notó el rostro del rubio muy cerca del suyo, y por la sorpresa lo quito con una patada. No era su intención lastimarlo, solo se asustó.

—¡Hizashi, perdón, no era mi intención! — Algo tarde, ya estaba en el suelo. — N-no hay problema, fue mi culpa en primer lugar. — El golpe le había dolido más de lo que le gustaría admitir.

—Te quería avisar que mis padres ya están aquí. Gracias por dejar que me haya quedado.

—Si, no fue nada supongo. Nos veremos luego entonces. —

—Si, si quieres podemos salir otro día. — Shouta se levantó para despedirse en la puerta. S in embargo jamás esperó que su amigo le diera un beso en la mejilla, así como no esperó que se fuera corriendo luego de eso.

Fue un contacto fugaz, a penas y sintió los labios de Hizashi sobre su piel, pero eso fue suficiente para hacer que sintiera su cara arder por la vergüenza. —¿Por qué..?

 

Las vacaciones comenzaron formalmente, y en aquel tiempo Hizashi no se comunicó con su amigo. Aizawa trataba de no pensar mucho en eso, pero el recuerdo del beso le hacía la tarea imposible.

Tal vez sólo fue una broma, pensaba de cuando en cuando, o una muestra de cariño como amigos. Como sea que haya sido había hecho “algo” en él. Y eso le asustaba, un poco de esperanza puede ser de lo más cruel en situaciones así.

Sus padres le llamaban de vez en cuando, preguntando por cómo se sentía y si estaba emocionado de avanzar en su curso. Aizawa, para no preocuparlos más de lo debido les respondía con total calma, no se atrevió a comentarles lo sucedido aquella noche, en parte por vergüenza  y en parte porque no sabía cómo reaccionarían ante eso.

En el transcurso de esos días se dedicaba a entrenar su cuerpo y mente, una buena forma de concentrarse en otras cosas. El ruido de la Tv era por lo general su compañía cuando regresaba de correr, observaba su calendario calculando inconscientemente los días para regresar a la academia. Después de todo, su meta seguía siendo convertirse en un héroe, pero quizá también existiera otro motivo para ansiar el regreso, sólo quizá.

Los días pasaron rápido, sólo faltaba un día para regresar a sus clases. Y ni un mensaje aún. Sus cosas ya estaban preparadas al igual que su uniforme, por esa razón decidió descansar un rato. Se metió en su cama listo para dormir lo que quedaba del día, de no ser porque recibió un mensaje justo cuando estaba por cerrar los ojos.

Al revisar el remitente se sentó de repente al ver que era de Hizashi. Se reprendió por su reacción infantil segundos después. El mensaje decía que le abriera la puerta pues se encontraba en la entrada del edificio.

Revisó por su ventana encontrándolo recargado en la pared de la casa de enfrente, saludándolo con su mano. No le devolvió el gesto, estaba confundido, normalmente llegaría gritando, no enviando un mensaje. Aún con eso se colocó sus zapatos para abrirle. Éste le agradeció por dejarlo pasar, pero seguía callado.

— ¿Necesitas algo? —La pregunta sonó más fría de lo que planeó. — No, quería hablar contigo sobre… lo de la otra vez, si no te molesta.

— … — No le respondió, no sabía qué decir. Hizashi jugaba con sus manos notablemente nervioso, avergonzado incluso. Se tomó varios segundos para decidirse a hablar.

— Yo… sé que no debí haber hecho eso, y te quería pedir perdón. — Ahí se quebró su “esperanza”. Claro, ya lo suponía, sólo era un error por el que debía disculparse.

— No te preocupes, no me importó de todas formas. — Yamada detuvo sus movimientos. — Si era todo lo que querías decir entonces ya te puedes ir, recuerda que mañana regresamos a la academia y me gustaría descansar un poc…

— ¡Espera, eso no era lo que te quería decir! No del todo. — Shouta lo miró sin entender. El rubio sacó de su chamarra la foto que se tomó con él la noche del baile. — Esta es la foto que me pediste por cierto. — Aizawa la tomó apreciándola unos segundos, estaba mejor que como la recordaba. — Sé que lo que voy a decir está mal Shouta, pero estuve pensándolo demasiado y ya no podía ocultarlo más.

— Me gustas mucho Shouta, y si te besé aquella vez fue porque en verdad quería hacerlo. Si te molesta o te doy asco lo entenderé. — Su voz lentamente comenzó a descender. — Quería que lo supieras, es todo. No te lo quería decir por mensaje. —

Aizawa estaba poco más que sorprendido, simplemente nunca esperó eso, una declaración tan directa, tan a su estilo. Yamada por su parte estaba que se moría de nervios por el repentino silencio en el cuarto. — Lo siento, supongo que si me odias ahora lo entenderé. — Dijo una vez más antes de intentar salir del departamento. Pero Shouta lo detuvo antes de que se fuera sujetándolo de la muñeca.

— No me das asco Hizashi, tampoco te odio. — Se pasó la mano por el cabello tratando de encontrar palabras adecuadas. — También me gustas. — Confesó sin más. Ahora la expresión de la más pura sorpresa adornada el rostro del rubio, sus ojos se veían más grandes ahora -si era posible-.

— ¿De verdad?

— No te lo quería decir por las mismas razones que tú, pero ahora no hay problema.

— ¡Shouta! — Sin que lo pudiera impedir la ruidosa voz de su compañero hizo vibrar las ventanas del departamento. — ¡No hagas eso! — Lo amenazó usando su quirk, pero a Yamada poco o nada le importó. Su sonrisa era una clara muestra de eso. — Y-yo pensé que tú… — De inmediato lo abrazó, levantándolo unos centímetros del piso. Demasiado feliz por la anterior declaración.

— Hizashi, bájame. — Así lo hizo, sin dejar de sonreír. Aizawa no pudo evitar regresarle el gesto. — ¡Gracias Shouta! —

— ¿Por qué? — Sin darle respuesta Hizashi le dio un beso en la frente, mientras los tomaba por sus brazos. — Gracias. — Repitió. Aizawa, ahora avergonzado recargó su cabeza en el pecho del rubio.

 

Después de aquella tarde, Hizashi y Shouta formalizaron su relación. Sus amigos no se enteraron de ello hasta mucho tiempo después, varios años a decir verdad. Shouta prefería la discreción, después de todo.

 Ambos decidieron aprender a bailar correctamente, Yamada en sus clases y Aizawa cuando estuvieran solos.

Y aún después de tantos años, la relación de ambos perdura. Lo que inició como una invitación al baile.

Notas finales:

Espero les haya gustado, perdón si hay algún error.

Hice este como "compensación" de no haber cumplido al pie de la letra tu pedido.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).