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Amor Asesino por Tina Black

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Notas del capitulo: Después de la larga ausencia, por fin estoy libre de los exámenes :DDD Ahora a ponerme al corriente con el freelance y los fics. Disfruten del capítulo.

Zeff se encontraba terminando de guardar la documentación que le mostraría a Crocodile. Leía cada papel con detenimiento para conocer un poco mejor al pequeño quien ya se encontraba dormido en su habitación –No sufre de ninguna alergia, vaya tipo de sangre que tiene...

[*****]

-¿Y bien? –Preguntó Crocodile quien estaba viendo algunos trajes en una tienda departamental en la cual Zeff estaba buscando algo de ropa para su nuevo esclavo.

-¿Qué? –Dijo a secas al tomar una camisa.

-¿Qué harás con él?

-¿A qué te refieres?

-Si... ¿Qué planes tienes con ese niño?

-...

-¿Será tu criado?

-...

-¿Lo harás trabajar en el restaurante?

-...

-¿Lo harás tu esclavo sex...? –Recibió un pantalón en su cara.

-¡No lo digas en público!

-Perdón... ¿Entonces si lo obligarás?

-No...

-Se puede ver en tu cara que lo quieres para ti... –Dijo pícaro.

-Todo a su momento... Tal vez cuando menos se lo espere lo haré mío...

-No has tenido el valor...

-Una mas y juro que te... –Pero antes de poder lograr que su rodilla impactara contra el rostro de su amigo, este ya le había quitado la funda que cubría su venenoso garfio el cual ya estaba a escasos centímetros de tocar el cuello del chef –Vaya, aun conservas esa agilidad...

-Son cosas que uno no debe dejar ir...

-Bien, ayúdame a buscar lo que falta... –Dijo ya recuperando la compostura, caminaron dejando atrás a algunas personas que habían visto su pequeña pelea.

-Espero y ese niño no te cause problemas...

-Si algo pasa, solo lo mataré y listo... –Dijo  en un tono frio.

[*****]

Debajo de su escritorio sacó un revólver y se levantó saliendo a prisa del estudio. Llegó al cuarto del muchacho y quitó el seguro y entró con sigilo y de inmediato posó el frio metal sobre la sien de un pequeño quien estaba profundamente dormido. Su dedo estaba intentando jalar del gatillo, pero algo le impedía hacer tal cosa; tenía las intenciones de dispararle en la cabeza, pero ese algo estaba haciendo que se arrepintiera antes de poder cometer alguna locura –No... No será justo para el... Tampoco para... –Por fin alejó el arma y se dispuso a salir de la habitación cerrando con cuidado para no despertar al rubio.

-Debo saber que fue lo que pasó con ese mocoso...

[...]

Era por fin de mañana, Zeff estaba terminando de contarle a Shanks por teléfono que tenía un asunto que atender –Si... Iré al restaurante como a la una o dos de la tarde... Cuando llegue te contaré  que pasó... Nos vemos al rato. Adiós. –Colgó y fue a la entrada donde lo esperaba Sanji quien estaba un poco nervioso. Vio que el mayor llevaba consigo un maletín delgado y en seguida se puso los zapatos y salieron al jardín –Ve a abrir el zaguán... –Le entregó las llaves de la casa. Sanji obedeció y fue a abrir en lo que el chef iría encendiendo el auto. Salió y el muchacho cerró bien la entrada y se fue corriendo para entrar al auto y agarraron trayecto con destino a una escuela pública la cual era propiedad de Crocodile, era tanto el dueño del edificio como el director de la institución la cual contaba los grados de la primaría hasta la preparatoria. Normalmente para Japón, una escuela pública era un tanto difícil de entrar ya que se necesitaba pasar por medio de exámenes, y una escuela teniendo los tres niveles era una mina de oro ya que solo se requería pasar ese examen una vez para el ingreso, el resto de los grados ya solo eran pruebas para colocar a los estudiantes en grupos de la “A”, a la “H”. En un caso como el de Sanji, debían presentar el examen de admisión. Al llegar a la entrada al estacionamiento, se encontraron con un vigilante. Zeff le comentó que tenía una cita con el director y mostrándole un papel el cual tenía un adorno con el escudo y el nombre del colegio y llevando escrito el asunto, el guardia los dejó pasar. Dejaron el auto no muy lejos del edificio, salieron y yendo en dirección a la escuela, encontraron en la entrada a una mujer alta y blanca con un cabello rizado y de color azul rey.

-Buenos días. –Dijo haciendo una reverencia el mayor, al ver esta acción, Sanji hizo lo mismo –Vengo a buscar al señor Crocodile y...

-Ah, claro... –Dijo con tranquilidad la chica –Síganme por favor. –Pasaron por los pasillos de la institución –Es un gusto tener de visita al mismo Pierna Roja.

-¿Me conoce?

-Usted es amigo de mi jefe. Yo soy Paula, trabajé para la organización de Mr. 0. Fui conocida como Miss Doublefinger...

-Ya veo así que tú formaste parte de Baroque Works...

Llegaron por fin a la oficina del director. Paula tocó sin escándalo alguno la puerta y escucharon una profunda voz que les indicó que podían entrar –Señor Crocodile, aquí está el señor Zeff.

-Gracias, ve a tomarte tu descanso. Diles a los demás que al terminar las clases habrá una junta.

-Por supuesto. Con su permiso. –Hizo una reverencia y se retiró.

-Bien, bien... Con que este es el muchachito... –Dijo al ver al pequeño quien aún seguía embobado por la presencia de la peli azul.

-Te están hablando... –Dijo un mal humorado chef zarandeando al pequeño quien volvió en sí.

-¡Ah, lo siento! –Se agachó en forma de saludo –Si, me llamo Sanji, es un gusto.

-El gusto es mío, pequeño... Espero que vengas preparado. –Al lado izquierdo de su escritorio estaba un comunicador, apretó el botón rojo para llamar a su otra secretaría –¿Puedes venir un momento? –Tardaron algunos minutos cuando por fin llegó su trabajadora o ms bien...

-¿Qué sucede, señor? –Dijo con un tono alto y enérgico un hombre de vestimenta algo llamativa, pero elegante, pero su cara estaba maquillada.

-Bon Clay... Lleva al muchacho a presentar el examen de admisión...

Sanji y Zeff estaban un poco sorprendidos por la presencia de Bon-chan –¡Claro! Ven conmigo... –Dijo agradable el peli negro.

-Descuida, te irá bien... –Dijo el chef sosteniendo con calma el hombro de Sanji a quien había visto un poco nervioso –Puedes hacerlo. –Dijo con sinceridad.

-S-Si... Permiso. –Hizo una reverencia a Crocodile y se retiró junto con Bon-chan.

-Tienes buenos gustos, Zeff... –Dijo atrevido el moreno al encender su puro –En verdad es un muchachito guapo...

-¿Qué insinúas?

-¡Ja, ja, ja...! Tranquilo... –Intentó contener la risa –No le haré nada, te lo prometo... Ese niño es todo tuyo, si quieres un consejo, deberías hacerlo de tu propiedad en cuerpo y alma cuanto antes.

-¡¡Deja de decir esas estupideces...!!

-Bueno, siéntate, hombre. Estás en tu casa.

-Mmm...

-Déjame ver la boleta del muchacho... –Zeff sacó del maletín el documento y se lo entregó al moreno.

-¿Nunca te han molestado por tu garfio?

-No... Algunos de mis trabajadores estuvieron conmigo en el escuadrón, algunos profesores son ex militares, policías de bajo nivel y como te había dicho, asesinos retirados. –Echó un vistazo a la boleta –Tiene unas excelentes calificaciones... Logrará pasar el examen. No dudo que se llegue a convertir en uno de los mejores de toda la escuela, claro, eso si logra superar a una de mis estudiantes...

-¿Ya cuanto falta para que termine el año?

-Les queda un mes... Ya que este niño terminó antes, no habrá problema en colocarlo al 3er año.

-Ya veo...

-Nunca has tratado con niños, por lo que veo...

-Con este trabajo de tiempo completo...

-¿Cómo está el restaurante? Hace tiempo que no voy... Deseo comer esa tarta de limón que haces...

-Ya que el mocoso estará aquí, le diré que te lleve un día una.

-Que sea de doble crema...

-Bien...

-¿Crees que su familia haya hecho ya algo?

-Lo dudo... Comienzo a pensar lo peor...

-¿Cómo qué?

-Que tal vez se hayan deshecho de el... Si no, ¿por qué tendría estos documentos? No ha salido nada en el periódico o en las noticias, por mucho que pasen desapercibidos, estarían desesperados por recuperar a un familiar y más si se trata de uno de los hijos.

-Eso es verdad, pero... Tú quieres saber que fue lo que hizo ese niño para que lo abandonaran a su suerte...

-Hasta ahora no me ha causado problemas, aunque sea el segundo día que lo tengo conmigo...

-¿Por qué le vas a brindar educación aun sabiendo que es tu esclavo? –Dijo dando una calada a su puro.

-No quiero tener a un niño ignorante... –Dijo con frialdad.

-Ja, ja, ja... En verdad sigues siendo el mismo hombre orgulloso de siempre...

-¡Ah, ya cállate!

[...]

Pasado el tiempo, Crocodile acompañó a Zeff al salón en donde estaba Sanji quien ya estaba a punto de terminar de resolver el examen, se le veía un poco  intranquilo, pero al ver de reojo la presencia del mayor quien se dejaba ver desde la ventana con esa mirada seria, sus nervios desaparecieron  y continuó. Cuando por fin terminó, se levantó de su pupitre y le entregó el examen a Bon Clay, se despidieron con una sonrisa y salió del salón dando un profundo respiro -¿Todo bien? –Dijo el mayor acercándose al pequeño quien asintió sin pesar alguno –Te irá bien.

-¿Usted lo cree?

-Claro, si no, siempre hay otra oportunidad...

-Gracias.

-Bien, jovencito. Por ahora eso es todo... –Se acercó el peli negro –Si gustan pueden ver el resto de la escuela.

-¿Quieres ir a ver? –Preguntó el mayor sin problema.

-Bueno, me encantaría, pero creo que... –Dijo tímido el pequeño al ver a su dueño.

-¿Quieres esperar hasta que estén los resultados, cierto? –Dijo el rubio con serenidad.

-Si...

-Yo entiendo, no hay ningún problema. –Respondió con una sonrisa ladina el director –Será dentro de un mes entonces.

-En ese caso, nos retiramos. Debo ir al restaurante.

-Los acompaño a la salida... –Salieron de las instalaciones. Crocodile fue a encaminarlos hasta el coche y al salir del estacionamiento, se despidieron las manos en alto –Buena suerte con ese niño... –Dijo al ver el carro alejándose de la escuela.

Sin querer se había producido un silencio que o tardó en ser roto ya que el chef puso un poco de música, un poco de indie no caería al durante el recorrido –Ese idiota y yo nos conocemos desde hace muchos años...

-¿Es amigo suyo entonces?

-Si... pero es muy molesto a veces... Pero debo admitir que es el mejor. Y cambiando un poco el tema, iremos al restaurante. Quiero que estés quieto y no hagas desorden, si preguntan les dirás que somos familia, ¿entendido?

-Sí.

-Eso espero, mocoso... Lo bueno es que el restaurante está a unas calles del instituto... Tengo l ventaja de poder vigilarte mas de cerca.

-Si... –Dijo decaído.

-Oye, anímate... Es eso o estar encerrado en la casa... –Pero no escuchó alguna respuesta del joven quien solo tenía la mirada abajo –Sé que soy aburrido...

-Ah, no dije nada... –Lo miró con pena.

-Pero tu silencio lo dice todo... Ah, por fin... –Estaban a unos metros de llegar al restaurante –Y es más del medio día, se ve tranquilo todo. Tal vez, hoy sea el día en que... –Pero antes de a completar la oración, vio como uno de sus meseros salió disparado del lugar con la camisa rasgada –No haya ninguna pelea...

-¿Pelea? –Dijo temeroso sin quitarle los ojos de encima al mayor.

-Verás, niño... Este no es como los demás restaurantes que has visitado. No sé por qué... –Al llegar, escucharon unos fuertes gritos de por parte de dos hombres peleándose, para ser mas descriptivos, entre un cocinero y un cliente –Pero tengo un imán para atraer las riñas...

-Con lo que me dijo no me es de sorprender...  –Dijo con ironía.

-Aguarda aquí y no te muevas. –Estacionó el coche y salió en seguida para poder controlar por fin la situación. Al llegar, encontró a Patty, Carne y a Shanks tratando de detener a unos molestos hombres que solo querían hacer bulla dentro del lugar, esto era del diario, si no eran alborotadores políticos, eran alumnos desobligados, asaltantes, gente de poder con altos niveles de pedantería o viejos enemigos de alguno de los trabajadores o del mismo patrón.

-¡Jefe! –Gritó Patty al quitarse a un molesto hombre de encima.

-¿Ahora que fue esta vez? –Dijo con fastidio.

-Ah, creo que hay una manifestación a unas cuantas calles y ya ve como les gusta aprovechar de la situación... –En eso, el sujeto quiso darle una paliza al moreno, pero este fue rápido y le terminó dando un gran puñetazo al grado de aventarlo por allá.

-Mmm... Odio a esos sujetos. No tengo tiempo para esto... –Se escucharon unos rápidos pasos atrás del rubio. Se trataba de un hombre de mas de un metro con ochenta quien estaba dispuesto a golpear a Zeff, pero antes de poder hacer su sucia jugada, recibió un estruendoso golpe en el lomo. Una silla había impactado sobre su cuerpo logrando que cayera aturdido al suelo. El responsable quien logró calmar a la fiera fue nada mas y nada menos que el pequeño Vinsmoke.

-¡Ese niño si que tiene agallas!–Gritó Carne desde lo lejos.

-¡¿Por qué no los sacaron de inmediato?! ¡Esto puede provocar severos daños al restaurante! ¡Les doy la confianza de cuidar el negocio y lo que veo es algo deplorable! ¡Son una bola de inútiles buenos para nada! –Mientras les gritaba a sus empleados a los cuatro vientos, el pequeño rubio se intentaba esconder desde una esquina, Shanks se dio cuenta de la existencia del niño y lo saludó con una sonrisa. El pequeño respondió de la misma forma con un poco de inseguridad.

El pelirrojo se acercó ignorando por completo los regaños de su jefe para atender al muchachito -¡Hola! Yo te recuerdo... Eres el pequeño que vino con su familia a la cena de gala de hace dos días... ¿Qué te trae por aquí? –Dijo con una simpática sonrisa para hacer entrar en confianza al pequeño.

-Este... Yo... Yo...

-¿Quieres algo de comer?

-Ah, no quiero molestar... –Dijo con una sonrisa nerviosa y negando con las dos manos.

-Ah, descuida... Lamento si viste lo de hace rato, pero no te preocupes, aquí sabemos cómo controlar la situación... Te agradezco por salvar a mi jefe.

-¡¡¿CÓMO QUE CONTROLAR LA SITUACIÓN?!! –Se escuchó a lo lejos a un furioso rubio -¡¿A ESO LE LLAMAS CONTROLAR LA SITUACIÓN?!

-¡Lo siento mucho jefe! -Dijo asustado el muchacho haciendo una reverencia de disculpa.

-¡Y tú! -Gritó de nuevo al ver al niño -¡Te dije que me esperaras en el maldito auto!

Pero antes de poder ir hasta donde se encontraban los muchachos, escuchó a alguien decir: -¡Ya no lo soporto más! -Todos miraron con asombro al mesero de la camisa rasgada protestando -¡Renuncio! ¡En este negocio no respetan a los empleados!

-¡Si eso es lo que quieres, lárgate! -Gritó el chef. El mesero se retiró con indignación del local pasando de largo con Shanks y Sanji -¿Alguien más? -Fue una mala idea, puesto que otros cinco meseros mas se retiraron con un poco de miedo -Imbéciles... -Esta vez no le tomó gran importancia a todo lo ocurrido ya que tenía otro asunto más importante. Fue por fin con los muchachos y dijo -Si no me vuelves a hacer caso para la próxima te juro que...

-Salí del auto por qué escuché unos gritos y tenía miedo de que le haya pasado algo... -Dijo con sinceridad el pequeño mirando al chef a los ojos -Y...

-Fuiste de metiche... -Agregó aun molesto el rubio.

-Vamos, señor. El pequeño estaba preocupado por usted... Un momento... ¿Cómo que esperar en el auto? ¿De dónde vienen? ¡¿Qué hace con ese niño?! -En eso, Zeff lo tomó de la oreja y se lo llevó arrastrando no sin antes ordenarle al pequeño que lo fuera a esperar a una mesa lejos del ventanal ya roto -¡Y te quedas ahí hasta que yo regrese! ¡¿Me oíste?!

-Sí. -Dijo el pequeño ya mas aliviado al ver que no le pasó nada grave a su dueño.

-Y tú ven conmigo... ¡Patty! ¡Carne! -Los mencionados se sobre saltaron del miedo e hicieron una posición de firmes para recibir las órdenes del jefe -Ustedes también vengan...

Los presentes sabían que tendrían una junta en la cocina, esto era cada vez que tenían algún evento de suma importancia y era necesario dejarlos hablar a solas ya que eran los trabajadores de mayor antigüedad. Al llegar a la cocina, bajaron las persianas de la ventanilla –¿Por qué viene con ese niño? –Preguntó de nuevo el pelirrojo un tanto extrañado mientras se sobaba su oreja.

-Shanks, mi renuncia tendrá que esperar un poco...

-¿De qué rayos hablas? –Preguntó esta vez Patty al ver con sigilo al pequeño quien se encontraba sentado mirando a su alrededor –Ese es el mocoso que venía con esa familia de peinados extraños.

-Es cierto... –Dijo Carne acompañando a su amigo a espiar al pequeño –¿Olvidó algo?

-Nooo... –Dijo ya perdiendo la paciencia el rubio –Escuchen, debo platicarles algo, pero quiero que lo tomen con calma y no quiero ninguna estúpida pregunta, ¿entendieron? –Los muchachos asintieron y en seguida, el mayor fue con los chismosos de sus cocineros y los jaló del cuello de su uniforme -¡Vengan aquí!

Sanji por otra parte estaba viendo la mesa en donde se sentó junto con su familia y recordó la noche de gala y miró a su derecha donde se encontraba esa maceta, era justo ahí donde se había quedado a platicar con Zeff y Judge llegó a interrumpir su tranquila charla. Fue un momento de vergüenza al recapitular el como su padre se portó de una manera inadecuada contra el chef.

 

[*****]

Judge estaba completamente indignado por la con la conducta que mostró su hijo cuando estaba discutiendo con el chef. Era tanto su coraje que no le importó si estaba lastimando el brazo del pequeño cuando lo estaba llevando a la fuerza de regreso a la mesa. En eso, sintió como su hijo intentó deshacer el molesto agarre y escuchó la queja del niño pidiendo que lo soltara. Sin hacerle caso alguno, continuó jalándolo por la fuerza y lastimando ese brazo. Esto hizo enojar a Sanji y como pudo, hizo un movimiento brusco logrando quitarse de encima aquella pesada mano -¡Eres un insolente...! -Dijo al mirar con desprecio al niño quien se encontraba mirándolo un tanto desafiante al mismo tiempo que se sobaba su brazo.

-Te dije que me estabas lastimando... -Contestó con enfado, pero se notaba su inseguridad al hablar .

-No me hagas enojar, Sanji...

-Yo no he hecho nada, eres tu quien quiere pelear... Sólo estábamos platicando de... ¡Eh! -Justo en eso, vio como su padre levantó su fornido brazo con las intenciones de darle una bofetada. Lo único que podía hacer era cerrar fuertemente los ojos y encogerse de hombros esperando el golpe. A ya escasos centímetros de que la mano tocara su mejilla, el mayor se detuvo mirando aun con desagrado al niño. Sanji abrió lentamente sus ojos y vio como su padre regresó a su seria postura. Y con ello dejando con sorpresa a los presentes que vieron la escena que armaron, provocando así una enorme pena para el pequeño, pero para Judge fue en verdad indignante.

-Bien... Si eso quieres... -Volvió a agarrarlo con violencia del brazo y fueron al fondo del lugar donde se hallaba una entrada que llevaría hasta el estacionamiento el cual se encontraba solo. Fueron hasta lo más retirado del lugar llegando a un rincón oscuro. Llevando a rastras a su joven hijo, este intentaba forcejear y llevaba sus pies arrastrando intentando detener todo, pero solo consiguió hacer enojar más a su padre y apretó más su mano sobre el delgado brazo del niño.

-¡Ya suéltame! ¡Papá! –Por fin se detuvo el hombre y como respuesta le dio una sonora bofetada en la mejilla izquierda la cual era cubierta por ese característico mechón. El pequeño posó su mano sobre la enrojecida mejilla mientras veía la pared y haciendo un intento por no llorar.

-Será mejor que no me desafíes y menos en esta velada... Créeme que si fuera por mí, te habría dejado en la casa y no tener que mostrar la clase de hijo que tengo...

Esto lastimó al muchacho y lo mucho que pudo hacer fue mirar con temor a su progenitor y decir con una débil voz –Lo siento...

-¡Ahora ven aquí! –Lo tiró del brazo para decirle –Pobre de ti si me haces pasar por otra estupidez tuya... –Vio como el muchacho intentaba ocultar su rostro mirando a otro lado –Deja de llorar... –Lo aventó ocasionando que el niño se cayera de frente al suelo. Con un poco de dolor, se levantó del suelo con algunas lágrimas en sus ojos. Justo en eso, fue aprisionado por el fornido brazo de su padre el cual rodeó su cuello y lo obligó a retroceder chocando a su pecho –Hay veces en las que deseo romperte ese cuello, pero por alguna razón no tengo el suficiente valor para hacerlo... Sólo espero el día en el que alguien me haga el favor de desaparecerte. –Las lágrimas continuaban cayendo de sus tristes ojos -¡Muévete! –Lo soltó y lo empujó de nuevo –Será mejor que te apures y límpiate esa cara... –Se adelantó para volver a entrar al restaurante dejando en paz al muchacho.

-Lo siento... –Dijo en un susurro controlando su llanto y secándose las lágrimas con las mangas de su traje.

[*****]

 

Estaba callado y mostraba una mirada perdida intentando reprimir ese recuerdo. De pronto, vio un plato con un pastel de queso y zarzamora frente suyo –Espero te guste... –Dijo el pelirrojo con una sonrisa –El jefe invita. Ahora por fin entiendo todo... Y debo decirte que eres bienvenido. –Dijo con optimismo sentándose a lado del pequeño –Adelante, no tengas miedo. Tal vez no lo hizo el jefe, pero si seguimos su receta al pie de la letra. ¿Cómo te llamas?

-Sanji...

-¿Sabes? Yo a tu edad conocí al jefe. Sé que te espera una ola de regaños, pero créeme, el no es tan malo como lo aparenta ser. ¿Cómo te ha ido con el?

-Bueno... –No podía contarle la forma en cómo intentó seducirlo –Bueno, yo...

-Zeff me platicó que te defendió de ese sujeto... Si te hace sentir más tranquilo, sé cuál es el negocio del jefe y yo también formo parte del equipo. Sólo te puedo decir que ahora que vas a estar con nosotros, debes agarrar carácter. Creo que tardarán en llegar los clientes, así que te acompaño...

-Gracias... ¿Y el señor Zeff? –Preguntó por fin dando el primer bocado de la rebanada de pastel.

-Está en la cocina aun hablando con los chicos. Unas vez que se desocupen, te los presentaré. ¿Qué tal está?

-Está muy bueno. –Dijo con una sonrisa saboreando la crema y el queso que emanaba ese delicioso y espeso sabor.

-Que bueno... Es la primera vez que lo hago. –Dijo en un suspiro.

-Te quedó muy delicioso, muchas gracias... Aah...

-Disculpa mi mala educación. Debí presentarme antes... Me llamo Shanks.

-El gusto es mío... –Se saludaron de mano -¿Gustas? –Dijo ofreciendo la rebanada de pastel a su nuevo amigo.

-Creo que te tomaré la palabra. –Tomó una cuchara de la cubeta de los utensilios ya limpios que estaban a unos pasos de su mesa y se dispuso a comer un bocado del postre. Zeff estaba contemplando la escena desde la ventanilla de la cocina.

-Vaya, ese mocoso tiene ángel para tratar con los demás.  Quiero que ustedes traten bien a ese niño...

-¿Y qué planes tiene para ese ricachón? –Preguntó el moreno mientras preparaba una sopa.

-...

-Jefe... –Lo llamó Carne, pero no recibieron respuesta del patrón quien estaba aun viendo al pequeño quien por fin estaba interactuando.

-Es un avance...

 

[*****]

Después de la charla que había tenido con Shanks, entraron de nuevo al restaurante. En eso, sin querer a lo lejos vio como el magnate entró desde la puerta del estacionamiento y regresó a su lugar, pero no se encontraba el pequeño, justo cuando se lo iba a preguntar para sí mismo salió el niño aun pasándose las mangas de su traje a la cara y sin ánimo alguno. De inmediato pensó que pudieron haber tenido una fuerte discusión por su culpa. Sólo vio como regresó a su asiento con mucho temor y evitando ver a su padre mientras este le respondía con una fuerte mirada llena de desprecio y odio. No sabía por qué, pero eso le hizo sentir mal a Zeff. ¿Qué tan dura fue esa discusión para que se trataran de esa forma sin importarles si quiera que estaban en público? ¿Siempre será así con él? –Ese idiota no ha cambiado en nada... –Decía al referirse a Judge –Era de esperarse que actuaría como si nunca nos hubiéramos visto... –Dio un largo suspiro y se dirigió de nuevo a la cocina para traerles los platillos que pidió la familia Vinsmoke. ´

Al llegar con la comida, le dio a cada quien su plato, todo iba bien, hasta que Judge abrió la boca -Vaya, hasta que se digna a traernos la cena...

-Hacemos lo posible por qué nuestra comida llegue bien. Debemos trabajar con mucha dedicación para nuestros clientes. -Respondió con mucha tolerancia para no provocar alguna discusión la cual no afectara mas al muchacho -Después de esto, ¿Qué postre desean comer?

-Yo voy a querer una rebanada de pastel de chocolate. -Dijo de inmediato Niji.

-Un mus de mango no estaría mal... -Dijo Ichiji con indiferencia total.

-Yo quisiera un helado con mucho jarabe de chocolate.

-Creo que no estaría nada mal comer un pay de limón. -A diferencia de los chicos, hasta ahora fue Reiju quien pidió con amabilidad su postre.

-Mmm... Si no se tarda de nuevo, yo quisiera también un pay, pero de frambuesa. -Dijo con mal humor Judge intentando desesperar a Zeff. Este por otro lado prefirió ignorarlo y solo anotar lo que pidió -Creo que sería todo...

-Espere. Falta el muchacho... -Agregó el chef dirigiéndose a Sanji.

El niño lo miró por un segundo, pero al querer pedir fue acallado al sentir el pie de su padre tocando su espinilla en señal de amenaza. Solo pudo decir -No, está bien. Gracias... -Dijo cabizbajo.

-Sí, supongo que sería todo... Además, recuerden que los postres salen más caros que una comida normal... Clásico robo de los restaurantes... -Agregó el empresario con un pésimo sentido del humor y queriendo provocar a Zeff.

-Está bien... Los dejo comer. -Se retiró de la mesa lo más rápido que pudo para no entrar en conflicto con el igualado de Judge. Pero antes de entrar a la cocina, se topó con la vitrina que tenía en exhibición los postres que había visto el pequeño. En eso recordó que le había interesado esa rebanada de pastel de queso con zarzamora, de todos esos niños, se había simpatizado por Sanji. Olvidó lo bien que se sentía hablar con  alguien por lo que tenían en común y ese amor que sentían por la cocina. -<<El... Me recuerda mucho a...>>

-¡Jefe! -Sus pensamientos fueron interrumpidos por Patty quien salió por un momento de la cocina la cual en esos momentos era un horno -Lo estamos esperando. Aun hay mesas por atender...

-Si... Ya voy. -Siguió a su trabajador y entraron.

Al poco rato que los Vinsmoke habían terminado de comer, el chef regresó con los postres en el carrito. Y como era de costumbre, les entregó a cada quien su respectivo platillo. Claro, a excepción de Sanji.

-Pensé que tardarías de nuevo... -Dijo altanero el rubio. Sus hijos a excepción de Reiju y de Sanji, comenzaron a reírse como si eso fuera en verdad gracioso -Aun así no te daré propina.

-<<Con lo que me importa...>> Me retiro, cualquier cosa pueden llamarme a mi o a mis meseros... -Hizo la finta de que estaba por irse hasta que se dio la media vuelta y dijo -Oh, pero que descuidado... Olvidé entregar este... -Fue al carrito y tomó el pastel junto con una taza de café cappuccino para Sanji. Al ponérselo en su lugar, este quedó maravillado por tal sorpresa que no pudo evitar sonreír de la felicidad.

-¿De verdad? -Dijo con pena, pero bastante agradecido con el chef.

-Sí, no muchos piden este postre y si te soy sincero, también es mi favorito...

-Mu... ¡Muchísimas gracias! -Exclamó con esa radiante sonrisa, una sonrisa que hizo sentir bien y feliz al cocinero.

-¡Oye, te dije que...! -Pero al protestar el rubio, el chef se le adelantó.

-Si, pero sería grosero de mi parte dejar al niño sin postre... No se preocupe por su dinero, este platillo va a cuenta mía... Debe pasar por una gran crisis económica como para limitar el alimento de sus hijos...

-Eres un...

-Si quiere le regalo dinero para que no pase por mas penurias en su costosa billetera de piel... Con permiso. -Se retiró no sin antes darle una pequeña y amistosa palmada en el hombro al pequeño quien se mostraba aun agradecido y querido. Ya que era la primera vez que alguien lo defendía de uno de sus hermanos y su padre.

El servicio del Baratie pronto iba a llegar a su fin por esta noche. Los clientes ya estaban comenzando por irse y entre ellos los Vinsmoke. Sanji se adelantó y fue a buscar al chef para agradecerle por lo que había hecho por el. Llegó a la cocina y se topó con Shanks; se acercó al pelirrojo y le preguntó con amabilidad donde se encontraba Zeff. Este sin problema le dijo que podía pasar a la cocina con confianza y una vez adentro, lo encontró -Señor Zeff... -Le llamó algo tímido.

-Muchacho... ¿Qué pasó?

-Vine por... Por... Quería saber si puedo...

-Ah, es cierto. Ven conmigo. -Ambos se dirigieron al cuarto de lavado y le entregó el pantalón ya seco. El pequeño de inmediato fue al otro cuarto para cambiarse y una vez que salió le entregó el pantalón ya doblado al chef.

-Se lo agradezco mucho... -Dijo con esa dulce sonrisa. Zeff en cambio se mostraba serio, pero en el fondo apreciaba el gesto de gratitud del pequeño.

-No es nada... Debes irte ahora o tu padre se molestará.

-Es verdad...

-Ven, te acompaño. -Salieron y regresaron de nuevo a las mesas. Vieron como la familia ya estaba por irse -Anda, ve. No me gustaría que te regañasen...

-Señor... Yo... -Dijo con la voz temblorosa intentando decirle algo de suma importancia -Debo.... Tengo que decirle esto...

-¡Sanji! -Gritó a lo lejos Ichiji con el ceño fruncido -¡Apúrate ya, que no te vamos a estar esperando por más tiempo, tonto! -El chef vio como el pequeño hizo un gesto de disgusto y rabia al igual qie cerraba los puños con mucho coraje.

-Debes irte. -Dijo con una voz gruesa, pero llena de calma y serenidad.

-Pero...

-Lo que debas decirme será en otro momento... Hasta entonces yo te estaré esperando. Eres bienvenido.

-Señor... Zeff...

-¡Sanji! -De nuevo le gritó su hermano. Y sin mas que hacer, dio una reverencia al hombre y se retiró por fin dejando a Zeff un poco confundido por lo que le quería decir, pero fue algo que ya no le tomó mucha importancia. Lo que si, era que por fin conocía a la familia de Judge, pero fue mas su admiración y atracción al conocer a ese niño.

-Espero y nos volvamos a ver...

[*****]

 

-Y vaya que nos volvimos a encontrar, pero de la forma mas extraña... Sea lo que sea que haya pasado, no fue una simple casualidad. -Se dijp a si mismo sin quitarle la vista al pequeño quien ahora estaba ayudando a Shanks y al resto de los meseros a recoger el desorden que ocasionaron esos vándalos -Vinsmoke Sanji... En verdad eres muy diferente a ese idiota. Me alegra que...

-Jefe... -Si, de nuevo fue interrumpido por el moreno.

-¿Qué quieres? -Preguntó de mala gana.

-Ah, solo quería preguntarle qué planes tiene para ese niño...

-Lo que yo quiera, es algo que a ustedes no les incumbe...

-¿Trabajará aquí?

-...

-Jefe... ¿Jefe?

-Lo voy a pensar.

Notas finales:

Espero le haya gustado, espero no volver a tardar en actualizar...


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