Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

moster? por angeloDivoglio

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Su corazón latía a mil por hora, Shura le observaba con detenimiento,  o más bien como si hubiera tenido ante sus ojos a un muerto recién salido de la tumba, quedándose ambos así por algunos segundos.

 

- ¿se conocen?

 

Cuestiono  afrodita, notando aquel comportamiento  con un poco de duda, sin recibir respuesta de alguno de los dos.

 

- perdónenme, tengo que regresar a trabajar, y de nuevo perdón afrodita te he descuidado mucho, prometo  pasar más por tu departamento.

 

Fueron las únicas palabras de Shura, al notar que le hablaban de otras mesas,  mirando una vez más a aquel chico que estaba con afrodita.

 

-¿por qué no me lo dijiste?

 

Cuestiono con ligera seriedad, sin recibir nuevamente respuesta, ya que los ojos de Death, como toda su atención solo en estaba en Shura, en lo que hacía, en el cómo discretamente seguía volteando para verle, sonriendo ligeramente cada que volteaba;  así que sin más respiro profundo, mirando todo aquello en silencio.



Y todo hubiera seguido  así, hasta que el sonido de su celular llamó su atención,  como esta vez la Death, sobre todo al notar que la mirada de su amigo  intentaba esconder un miedo profundo, al ver el mensaje que le había llegado.

 

- ¿afrodita estas bien?

 

Cuestiono; mas esta vez fue el quien no recibió respuesta, parecía que el peli celeste no podía siquiera hablar, incluso respiraba agitado, y sus manos temblaban ligeramente.

 

-¿afrodita?

 

Volvió a llamar alzando un poco la voz, llamando esta vez la atención de Shura, quien intentó acercarse más su jefe se lo impidió.

 

- ¿qué demonios te pasa?

 

Aquel comportamiento era demasiado extraño, inquietándolo de inmediato, la mirada de su amigo reflejaba un horror que él conocía muy bien, ya que era su misma mirada cuando él era un crio y aquel demonio le arrastró a su infierno.

 

Sin pensarlo dos veces y  olvidando un instante su emoción por ver a Shura, le tomo de la mano  llevándoselo del lugar, sintiendo que tras suyo no iba una persona, si no tal vez un simple muñeco de trapo que se dejaba llevar sin objeción.

 

- por favor, dime que te pasa.

 

Le  dijo una última vez con un tono sumamente preocupado, llegando a su departamento, mas su amigo se negaba a tan siquiera verlo a los ojos.

 

- por favor, dime.

 

su tono preocupado cambiaba a uno que demostraba su desesperación ante no saber que había ocasionado que afrodita se encontrara en ese estado lleno de miedo  o mas bien terror, pero aun así no recibió respuesta, así que solamente se acercó más a su amigo, acariciando su mejilla con una mano sintiéndola mojada, usando su otra mano para tomar la de afrodita que aun temblaba sin descanso.

 

- no sé qué pasa, pero todo ya estará bien, lo juro, yo voy a cuidarte, confía en mi por favor.

 

Fueron aquellas palabras las que por fin  le hicieron reaccionar, haciéndole verle a la cara, sus ojos celestes estaban cristalinos y lágrimas caían por estos sin descanso.

 

- perdóname en verdad, lo siento mucho, yo no quiero hacer eso.

 

fue lo único que pudo pronunciar, antes de aferrarse a Death en un abrazo, tan fuerte que parecería  que fuera a romperlo, mas este no se quejó ni dijo nada, solo acaricio su celeste cabellera, intentando calmarlo, sin cuestionarios ni nada, solo era el silencio y aquel abrazo.



Había pasado una semana después de eso, afrodita había borrado aquel mensaje, y simplemente actuaba como si aquello no hubiera pasado,  desviando el tema cada que Death lo tomaba.

 

intentaba actuar con normalidad más le era imposible, si bien aún seguía ayudando a Death a saber más de Shura, preparándolo para su próximo encuentro, existía algo más; su consumo de ciertas drogas como de alcohol había aumentado considerablemente, aunque si bien  hacia todo eso en soledad, o eso creía Death ya que siempre lograba encontrar suficiente evidencia para notarlo, logrando que este se sintiera extrañamente preocupado por el, si bien el también consumía aquellas cosas, no lo hacía al grado como el peli celeste lo estaba haciendo.

 

Sabía que había algo malo, como también sabía que afrodita no se lo diría, y no iba a obligarlo, sin embargo, mientras pasaban los días y miraba su ojos, era como si se viera a si mismo años atrás, y no podría dejar que eso ocurriera, al menos no con dita, como el comenzaba a llamarlo, no con él, porque él era la única persona desde hace mucho tiempo ya en la que pudo volver a confiar,

 

así que sin más, un martes por la mañana mientras se encontraba en aquellos columpios donde afrodita le había hablado, mirando el departamento de su amigo, escuchando una y otra vez la canción NEVER TOO LATE, esa canción le recordaba mucho al celeste, no sabía porque pero la escuchaba sin descanso, al parecer el mismo había copiado inconscientemente aquella acción.

 

Suspiro hondo no podía dejar de recordar  sus sonrisas fingidas, y la estúpida manera que tenía de fingir que todo se encontraba bien.

 

Era extraño para él, pero afrodita era muy similar suyo, el también sufría, por  razones que desconocía pero lo hacía, de mayor o igual manera que él.

 

- estuve solo, mas no dejaré que él lo este.

 

Se dijo así mismo decidido, levantándose del lugar, harto por no saber qué hacer, comenzando a caminar con paso rápido hacia el departamento, subiendo el volumen de aquella canción, que se escuchaba por sus audífonos, decidió esta vez a hablar con el peli celeste, hacerle ver que ya no estaba solo, que ahora él estaba a su lado, que el también puede ayudarlo a buscar su felicidad.

 

Así que sin más  llegó al departamento con celular en mano, regresando nuevamente la canción, entrando sin pedir algún permiso, yendo directamente a su habitación, pensando que tal vez su amigo aun dormía, así que sin más abrió la puerta,

quedando estático al no encontrar al peli celeste dormido, sino más bien haciendo otras cosas, tirando incluso por la impresión su celular, desprendiendo así  sus audífonos de sus oídos, escuchando por fin los gemidos del peli celeste que retumbaban en todo el lugar.

 

no entendía por qué, mas continuo paralizado algunos segundos, mirando como dos  hombres, los cuales podría decir que eran gemelos, solo que con color de cabello diferente, uno negro y el otro rubio, entraban al par dentro de su cuerpo, mas eso no fue lo que le provocó aquel shock, no, si no el ver el pálido cuerpo de afrodita, lleno de moretones, y sangre corriendo por su espalda, como un collar de perro con picos de metal adornaba su cuello, junto con una cadena de la cual tiraba el pelo rubio, haciendo que su hermano el que estaba de bajo de ellos, pudiera degustar  más con su cuello y su pecho, más la cereza del pastel, fue ver el rostro de su amigo, su mirada estaba perdida sin brillo y sus pupilas dilatadas, era claro que estaba sumamente perdido en alguna sustancia, sin embargo aún gemía, sin descanso, y fue aquellos gemidos los que le hicieron detenerse, lo que evito que aquel instinto que desconocía en si se mantuviera quieto, pues su cuerpo le exigía quitarle a golpes a aquellos hombres, matarlos de ser necesario.

 

- espera tu turno, estamos a punto de terminar.

 

Le dijo el peli negro con una sonrisa burlona  al notar su presencia, haciéndole reaccionar para tomar su celular y  salir de ahí, dispuesto a irse y dejar al peli celeste en su momento de intimidad.

 

mas detuvo sus pasos, quedándose en la puerta de entrada, sus pies se negaban a moverse y un extraño mal presentimiento se apodero de su ser, así que sin más se quedó ahí, sentándose en el sofá, colocando sus audífonos de nuevo, evitando escuchar lo que pasaba en la habitación.

 

Ya había pasado alrededor de 20 minutos, se sentía ansioso, mas no se movió de aquel lugar, no hasta ver aquellos  hombres salir de la habitación, lucían relajados, sonreían como idiotas, con satisfacción en sus facciones, fastidiándolo con eso.

 

Intento ignorarlos y simplemente verles marchar con el collar y la cadena con la que tenían a su compañero, de no ser porque el rubio se acercó a él, obligándolo a quitarse los audífonos para escucharlo, mientras le  extendía unos cuantos billetes de alta denominación, los cuales no recibió así que el rubio solamente los dejo el mesa de centro frente al sofá.

 

- le pagamos su tiempo a su amo,  aun así fue mejor de lo que esperaba así que dale eso como una propina.

 

Dijo sin más, retomando su camino rumbo a la puerta, dispuesto a marcharse, sin embargo el pelinegro se quedó un poco más, mirándole con una sonrisa burlona.

 

-  ¿es tu novio?

 

Cuestión sin recibir respuesta, mofándose ante la acción.

 

-  por qué no vas a su lado, creo que esta vez nos hemos pasado un poco con él, creo que necesita que le limpien las heridas.

 

Sentencio saliendo del lugar.

 

La sangre de Death parecía arder, aquello le había molestado en verdad, quería salir tras aquellos tipos, y molerlos a golpes, mas únicamente  fue a la habitación de afrodita, encontrándolo ahí, recostado boca abajo en la cama, profundamente dormido, una sábana cubría torpemente su cuerpo, por lo que se sentó a su lado acariciando su cabello, recordando el sin número de veces que él estuvo en una situación similar...

 

- ¿qué demonios te está pasando?

 

le dijo sabiendo que  no le escucharía, quitando la sabana que le cubría lentamente, sintiendo su corazón estrujarse al ver el cuerpo de afrodita,  no solo eran aquellos moretones nuevos que le adornaban, o aquella cortada que parecía aun sangraba al tacto, no , había algo más, en su espalda descansaban marcas pasadas, tal vez algún látigo o cualquier otra cosa que había marcado la piel, también había aquellas marcas en su piernas y brazos, como marcas de cigarrillos por doquier, alguien le había torturado sin compasión, años atrás.

 

Miro una vez más su cuerpo, antes de romper un trozo de la sabana para limpiar la  herida, escuchando un pequeño susurro de los labios de afrodita.

 

- Rädda mig (sálvenme)

 

No entendió aquellas palabras, no sabía ni siquiera  en que idioma hablaba, solo entendió el dolor que sintió al pronunciarlas, mientras una lagrima se escapaba de sus celestes ojos dormidos.




no eran más de las 5 pm cuando despertó, sentándose al borde de la cama,  estaba vestido, su cuerpo no parecía tener evidencia, de haberse acostado con alguien horas atrás, mas recordaba que así había sido, sentía los golpes, la cortada en su espalda, como también tenía imágenes de  aquellos gemelos, entrando a su departamento, como de alguien que les acompañaba, un hombre de traje y de presencia intimidante, quien aún al ver su súplica a través de su mirada, le ignoro, tomándole la mano, llevándolo con aquellos hombres, presentándolo como si fuera un objeto, obligándole a quitarse la ropa, y observando unos cuantos minutos, como aquellos gemelos comenzaban a devorarlo al tiempo que le obligaban a administrarse alguna droga.

 

Mas había otro recuerdo, muy lejanamente, recordaba haber escuchado la voz de Death,  recordaba haber sentido su presencia, sus manos tocar su cabello, lo recordaba bien, y el despertar vestido y con las sabanas cambiadas solo le hacían darse cuenta que aquello en verdad paso, revolviendo su estómago al tan siquiera pensar que él le había visto de aquella manera, haciéndolo sentir aun peor.

 

- ¿afrodita?, ¿ya despertaste?

 

Escucho decir desde la puerta, la cual lentamente se abrió, dejando entrar a Death por esta, quien al verlo ya despierto se acercó sentándose a su lado,  sin siquiera mirar sus ojos, mas tomando su mano, suspirando profundamente.

 

- sabes dita, cuando era niño, mis padres se divorciaron, mas ninguno quiso quedarse conmigo, así que me  enviaron a una especia de orfanato, mi vida ahí fue un infierno, un verdadero infierno, así que cuando pude me escape, corrí tan fuerte y tan lejos, que  creo que me desmaye del cansancio, mi cuerpo no podía mas, pero mi mente estaba feliz, porque creía que por fin era libre, mas no fue así, el demonio mayor de ese infierno me siguió por todos lados, no importaba donde fuera él siempre me encontraba, y pues patéticamente el miedo que le tenía fue lo que me hace hacer muchas cosas estúpidas, lo que me obliga a buscar  un segundo de felicidad atravesó de mentiras, solo metiéndome en tantas cosas, es lo que momentáneamente me produce esa libertad que sentí al escapar del orfanato, por eso soy así supongo.

 

Detuvo  sus palabras al sentir como la mano de dita se aferraba más a la suya  como también hacia descansar su cabeza en su hombro.

 

- ¿quieres hablar  de lo ocurrido?

 

- no.

 

Contesto firmante el peli celeste, haciendo suspirar de manera frustrante a Death, quien esta vez no se daría por vencido.

 

- ¿porque aquel hombre dijo que le había pagado a tu “amo”? ¿Qué quiso decir con eso?

 

El cabello de afrodita, cubría su rostro, más  en su hombro pudo sentir nada más que humedad, su amigo estaba llorando, era la segunda vez que le había visto así.

 

- yo también tengo un demonio que me sigue Death,  mas yo no puedo escapar como lo hiciste tú.

 

Sus palabras trasmitían la tristeza que sentía, el dolor en su corazón.

 

- ¿por qué?

 

Cuestiono una vez más,  mas esta vez levantándose  de la cama, colocándose frente del peli celeste, secando sus lágrimas para después tomar sus manos, depositando un pequeño beso en ellas.

 

- ¿nunca pensaste que cuando escapaste de aquel orfanato alguien más ocuparía tu lugar? no pensaste que si tú eras el favorito de aquel demonio, el no tomaría a alguien para  llenar tu ausencia.

 

Esa no era la respuesta que esperaba saliera de los labios de afrodita, pero esas palabras hicieron rebote en su cabeza, nunca había pensado en eso, no creía que eso fuera posible, porque de ser así, aquel  hombre le hubiera dejado seguir su vida, y no le atormentaría como lo hacía.

 

- yo no me atrevería a que alguien más tome mi lugar, no puedo, soy muy débil para poder vivir sabiendo que alguien más sufrirá mi infierno, y por si fuera poco, tampoco podría irme, él me tiene amenazado con la única persona que una le importo en el mundo.

 

Guardó silencio tras decir aquellas  palabras, desviando aun su mirada a la de Death.

 

- ¿de quién te refieres?

 

Fue esta vez afrodita quien suspiro, sabiendo que   esa platica era inevitable Death no lo dejaría pasar nada más.

 

- Death, ¿si te cuento mi historia dejaras pasar esto? ¿Me dejaras continuar y actuar como si nada pasara?

 

Death guardo silencio asintiendo con la cabeza, imaginándose lo difícil que era para afrodita hablar sobre aquel tema.

 

Afrodita suspiro con fuerza, pensando cada una de las palabras que diría, aferrándose un poco más a las manos de su amigo, mirándolo con tristeza a los ojos.

 

- cuanto tenía alrededor de  8 años, mi padre trajo a casa a un amigo, un extranjero ,que en  principio parecía ser una buena persona, pues solía siempre traernos regalos a mi primo Albafica y a mí, si no era eso, solía llevarnos a cabalgar cuando mi padre no podía llevarnos, en verdad le tomamos un gran aprecio,sin embargo yo en mi inocencia nunca pude darme cuenta que a él solo yo le interesaba, hacia todo eso por mí, mas no sabía por que, hasta que una noche,  mientras esperaba el regresar de mis padres de una cena importante de negocios, el llego, llevándome a su lado, diciéndome que mis padres habían “sido asesinados en un asalto” y que ahora el me cuidaría, mi familia intento detenerlo pero misteriosamente algo les pasaba, extraños accidentes, algunas amenazas, entre otras cosas, hasta que dejaron de insistir, aprovechando para quedarse con todo lo que mis padres poseían, sus cuentas en el banco, su mansión, me dejaron sin un maldito centavo, y en las manos de aquel hombre; solo Albafica era el único que sin importar nada me buscaba, es al único al cual aún le importo, el cual cuando se enteró para qué era que aquel hombre que se hace llamar “mi amo” me usaba intento matarlo, fallando completamente, prometiéndome la íntima vez que lo vi, que lograría liberarme, pero no es así, de, el  lograr hacer algo, lo obligarían a tomar mi lugar, o eso es con lo que me ha amenazado por años, es por eso que yo no puedo huir, aun que viva lejos de el no puedo, es por Albafica que tengo que obedecer a todo lo que él mande, solo por su seguridad,



Detuvo sus palabras notando la atención que su amigo le brindaba  como la tristeza que había en sus ojos azules.

 

- Death -continuo- tengo que lastimar o dejar que me lastimen, todo por mantenerlo a salvo, pero no quiero hacerlo, te juro que no quiero, pero no sé qué hacer, una vez dijiste que eras un monstruo, pero no es así, el verdadero monstruo soy yo.

 

El peli azul suspiro con fuerza, levantándose pero sin soltar la mano de dita, quien igual se levantó de la cama, quedando frente a frente.

 

- dita.

 

Pronuncio limpiando su rostro de aquellas lágrimas, acomodando sus celestes cabellos para dejarle ver mejor su rostro, notando por primera vez lo apuesto que era su compañero.

 

- no sé qué decirte, en verdad que no, solo sé que no me importa que tenga que arder en el infierno lo hare por ti, te ayudare con esto y juntos encontraremos una solución, matáremos al bastardo de ser necesario, solo hay que idear algún plan, y te juro que  le hare sufrir todo el daño que te ha hecho. Lo juro, por el meñique.

 

Tras decir aquellas palabras  y como si fuera un niño pequeño y con una linda sonrisa  coloco su mano frente a dita dando a notar únicamente su dedo meñique esperando la reacción de este.

 

Dita le miro algunos segundos, dudoso de su reacción, mas termino imitándola, fingiendo una sonrisa, quedándose en silencio después de eso.

 

- gracias por contarme, sé que es difícil, lo sé muy bien, y ahora déjame recompensártelo,   vayamos a comer algo o algún bar, yo invito, ¿te parece bien?

 

Afrodita le vio con ternura, sintiéndose ligeramente alegre, por la reacción de su compañero.

 

- gracias a ti, nunca nadie había sido tan lindo conmigo.

 

Death sonrió un poco más, incrédulo por las palabras de su amigo, era un chico hermoso, el fácilmente podría haber tenido a quien quisiera a sus pies.

 

- no mientas, de seguro tienes una larga fila de pretendientes, tras tuyo, eres muy apuesto, de seguro  tanto hombres como mujeres deben estar detrás de ti.

 

Afrodita suspiro con tristeza, bajando la cabeza, haciendo una pequeña mueca.

 

- nunca he tenido novio o novia Death, nunca he besado a alguien, y tampoco he estado sexualmente con alguien de manera consensual,  tal vez tengas razón, y tanto hombres como mujeres estén tras mío, pero ninguno me ha dado razones para querer algo con ellos, siempre se notan sus intenciones y no me interesan.

 

 

La sonrisa de Death se borró un instante sintiéndose el hombre más estúpido del mundo por decir aquellas palabras y hacerle recordar a su amigo su miseria.



- perdón soy un idiota, en verdad lo siento.

 

Tras esa disculpa un silencio incomodo inundo el lugar por algunos segundos.

 

- ya se tengo hambre y de seguro tu ni siquiera has desayunado, te parece si vamos por  unas hamburguesa, donde tanto te gustan, yo invito, de ahí podremos ira donde tú quieras, solo quiero que estés feliz un rato ¿sí?

 

Afrodita, no dijo nada, no tenía ganas de salir a la calle, ni siquiera de levantarse de su cama, deseaba seguir durmiendo, hasta que su cuerpo le obligara prácticamente a levantarse, mas no podía negarle nada a Death, en especial si le miraba con aquellos ojos que aun que no se lo  diría le encantaban porque le hacían sentir seguro y en paz, aunque solo fuera un momento.

 

- mejor vayamos al restaurant donde trabaja Shura, así servirá que lo vez un poco y te alegra el dia que seguramente te arruine,  yo estoy bien con cualquier cosa.

 

- no - respondió inmediatamente Death- vayamos a donde tu gustes, pero porque tú quieres, quiero ver a Shura es verdad pero, también quiero verte feliz, tú me has ayudado mucho, es hora que yo haga algo por ti. ¿Si?

 

Por primera vez desde que lo conocía, la sonrisa del peli celeste fue genuina, en verdad estaba feliz.

 

- eres un idiota Death.

 

El mencionado sonrió, levantándose del piso tomando a dita de la mano, clocándolo frente suyo.

 

- pero por hoy solo seré tu idiota, lo juro

 

Nuevamente afrodita sonrió con alegría, alegrando inconscientemente aún más a Death.

 

- me gustas más cuando sonríes, es cuando verdaderamente te vez apuesto. Me gustas  así.

 

Las mejillas de afrodita tomaron un ligero color carmín, no creía que Death le dijera esas palabras de alguna otra forma que no fuera amistad, sin embargo, por un momento y sin decirlo en voz alta,  internamente gritaba de felicidad, sintiéndose la persona más afortunada del mundo por tener a Death a su lado.

 

- vayámonos ya, ¿vale? creo que de verdad tengo mucha hambre

 

Pronuncio Afrodita, tomando una chaqueta, buscando otra para su compañero, quien como un niño feliz, le estiba su brazo, para llevarlo consigo.

 

Llevan una hora desde que habían salido de su departamento, ahora se encontraban sentados en  un banco de aquel puesto de hamburguesas ambulantes, miraban a la calle, contando los autos de color rojo, mientras comían de su hamburguesa.

 

- carro amarillo.

 

dijo el peli celeste, sonriente dispuesto a golpear el brazo de Death, quien solo rio ante la acción, recibiendo aquel  golpe, sobre exagerando el dolor, haciendo sonreír aún más a afrodita, deteniéndose un minuto, observando bien cada facción, cada detalle en su rostro, como también como un poco del brillo de sus ojos volvía a renacer.

 

- en verdad me gustas mucho  verte así, y tal vez te suene raro, pero me gusta la idea de ser yo quien provoque tu felicidad.

 

Dijo aquellas palabras sin  pensar, desviando la mirada del peli celeste, regresando a la calle, comiendo su último bocado de aquella hamburguesa.

 

Afrodita no digo nada, solo bajo la mirada, terminando de igual manera su hamburguesa, para recargar su cabeza en el hombro de Death, posando su vista en los autos.

 

- Shura, será muy feliz a tu lado, estoy seguro de eso.

 

El silencio reino entre aquellos dos,  ni siquiera parecía importar que la gente pasara, a su lado, todo era un molesto ruido de fondo, en el cual se mantuvieron algunos segundos.

 

- parece que el cachorro, se ha alegado de su amo, ¿qué te trae por esos barrios preciosura?

 

Escucharon  decir desde un carro que se estacionaba frente de ellos,  el cual era conducido por un hombre que a primera vista parecía estar un poco ebrio, pero aun así reconocería a afrodita en cualquier parte del mundo.

 

- por favor vámonos Death.

 

Pronuncio el peli celeste, levantándose de su asiento, agradeciendo la comida y tomando a Death de la mano, haciéndolo seguirlo.

 

- quien demonios es ese tipo.

 

Death estaba furioso, mirando como aquel hombre comenzaba a perseguirlos con el auto.

 

-  tu noviecito, no es más que una vil prostituta, que utilizó su amo para convencerme  de trabajar con él, pero eso si tengo que decirte, fue lo mejor que tuve en la cama, siempre sumiso, obediente, mentiría  si te dijera que no disfrute sus lágrimas, mientras me pedía que parara al ya no soportar el dolor que le hice sentir, fue algo tan embriagador.

Ya se amigó, estoy por estos rumbos buscando un poco de compañía, y sé que él es perfecto, que te parece si te pago a ti su tiempo en vez de a su amo y todos felices

 

La sangre de Death parecía arder, tras escuchar aquellas palabras, pero sobre todo al ver como afrodita parecía ignorarlo, siguiendo tomándolo de la mano, evitandole acercarse  a aquel hombre.

 

-vuelve a hablar así de él, maldito y te juro que te matare.

 

Dijo Death soltándose del agarre del peli celeste, quien con voz baja evitando llamar la atención, agradeciendo que habían caminado lo suficiente para estar en la parte oscura dela calle, le pedía que lo dejara así, que simplemente le ignorara, y siguieran su camino.

 

Mas no pudo hacerlo,  solo se limitó a soltarle una patada a la puerta de aquellos conductos, sumiendo un poco la misma, para después colocarse frente a dita, mirando de manera retadora a aquel hombre, viéndole bajar de su carro, para colocarse frente suyo.

 

- ¿porque te enojas tanto? eso es lo que es, una vil prostituta y estoy dispuesto pagarte bien por él.

 

Death no le digo nada, solo le aventó con fuerza, contra su auto, esperando el primer golpe

 

- crees que me das miedo, ja, que patético tú no eres más que basura, solo eso, tu...

 

Le dijo a Death, más fue interrumpido por un fuerte puñetazo que este le propino, soltándole muchos más,  llenándose el puño de su sangre, deteniéndose únicamente para verificar que aun estuviera vivo.

 

- ahora quiero que le pidas una disculpa, o te juro que no voy a detenerme, y te matare.

 

Dijo aquellas palabras totalmente furioso, levantándolo  del piso tirándolo a los pies de dita, quien solo miraba a Death, totalmente apenado.

 

- gracias Death, pero no es necesario, en verdad lo que él pueda decir o no, no me importa, tiene razón, eso es lo que soy y nada lo va a cambiar.

 

Afrodita bajo la mirada tras decir aquellas palabras molestando aún más a Death, quien colocando su pie en la espalda de aquel tipo.

 

- sigo sin escucharte.

 

Pronuncio ignorando las palabras de dita, siendo testigo que dé como aquel hombre comenzaba a suplicarle porque le  disculpa.

 

- no eres eso, así que no lo digas, porque si tu pierdes la esperanza, yo también lo hare, nosotros solo somos las victimas de alguien, pero no somos lo que ellos quisieron que fuéramos, y eso lo aprendí gracias a ti, así que no pierdas la esperanza, que yo también estoy aferrado a ella.

 

Death solo abrazo a dita, ignorando por completo a aquel tipo que aún estaba el suelo,

 

- si tú te rindes, es como si yo lo hiciera.

 

Death se apartó un poco del peli celeste,  mirando la tristeza en su mirada.

 

- te prometí que hoy no estarías triste, y no dejare que ese hijo de puta, te entristezca, hare que disfrutes lo que resta de la noche.

 

Death  se alejó aún más de afrodita, notando que el auto todo el tiempo se encontró encendido.

 

- tengo una idea.

 

Exclamo tomando a dita de la mano, subiéndolo al auto, viendo como este le miraba, con curiosidad y un poco de miedo.

 

- no vamos a robas su auto ¿verdad?

 

Death sonrió, cerrando todas las puertas con el seguro automático, acelerando sin voltear atrás.

 

- bueno, el tipo eso estaba tan arrepentido  que no creo que se moleste por lo del auto, así que dime a dónde quieres ir.

 

Dita solo guardo silencio,  volteando hacia atrás observando como aquel tipo seguía en el piso, intentando moverse.

 

- nos meteremos en problemas, lo sabes.

 

Death sonrió volteando a ver el rostro preocupado de su compañero.

 

- tranquilo dije que iba a protegerte, y lo hare.  Así que solo disfruta lo que queda de noche .

 

Afrodita no dijo más,  solo se limitó a sonreír, sintiendo el rubor en sus mejillas.

 

Eran las  dos de la madrugada ya, habían manejado lo más lejos que pudieron  de la ciudad, comprando un poco de alcohol y el cual tomaban sobre el capo del auto, miraban el cielo y las escasas estrellas, que habían en el.

 

Estaban en silencio, compartiendo aquella botella, sintiendo como tras cada trago, comenzaban a sentirse  mareados, aquella sustancia estaba haciendo efecto en ambos. Hasta que Death saco un cigarrillo, prendiéndolo y extendiéndose a dita al tiempo que de igual manera se quitaba su chaqueta, colocándola sobre el peli celeste

 

- está haciendo demasiado frio, fuma un poco, y cobíjate bien, no quiero que te vayas a enfermar.

 

Afrodita rechazó la chaqueta,  intentando torpemente volver a colocársela al peli azul, quien reía ante su torpeza, sabiendo que él estaba peor.

 

- ya estas ebrio, y creo que yo también deberías regresar a tu departamento, ¿no crees?

 

Afrodita asintió, bajando del capo, entrando al auto, siendo imitado por Death, quien estando frente al volante,  notando que tal vez no estaba en condiciones de manejar.

 

-¿qué vamos a hacer con el auto?

 

Cuestionó el peli celeste, con  palabras que le costaba mucho pronunciar, recargándose por completo en  el asiento del auto.

 

Death suspiro profundamente, intentando controlar el estado en que estaba, notando que  los documentos del auto estaban a plena vista, así que los tomo, viendo que toda la información del dueño de este estaba ahí.

 

- hagamos algo que nunca olvidaremos ¿vale?

 

Una sonrisa se formó en sus labios tras decir aquello, a lo que prendió el coche, afrodita solo se limitó a obsérvalo sin entender lo que pasaba.

 

- afrodita, quiero que te  pongas el cinturón, te agarres fuerte de lo que encuentres, y cuando te diga que corras, debes de correr, ¿entendido?, hare esto lo más lento que pueda, para que todo salga bien.

 

dijo Death, con gracia prendiendo un cigarrillo, al llegar a una estación de policía, sin antes haber guardado un poco de sustancias tóxicas en diferentes partes del auto, las cuales consiguió en una última parada con un conocido suyo,  dejando una nota junto a los documentos que decía:

 

- “la próxima vez que no termines de vender lo que se te ha encargado, no solo será tu rostro, si no tu vida.”

 

- ¿qué demonios vas a hacer?

 

Cuestiono dita, sintiendo que un poco más consciente.

 

- le daré  otro recuerdo al maldito que nunca olvidará.

 

Sentenció, prendiendo el auto, viendo como afrodita, quien aún no entendía lo que pasaba se colocaba rápidamente el cinturón,  al tiempo que lo miraba, esperando no cometiera ninguna estupidez.

 

No se dijo más, ambos solo veían como el auto se acercaba cada vez más a una estatua conmemorativa de la estación, impactándose con fuerza contra esta, creando un gran estruendo.

 

- corre.

 

Le grito, quitándose su cinturón, viendo como el peli celeste hacia lo mismo, bajándose del auto dispuesto a correr, dándose cuenta que corría al lado contrario, dándose la vuelta alcanzando a su compañero.

 

Corrieron con todas sus fuerza, escuchando como las siena de alguna patrulla comenzaba a sonar, sin embargo no se detuvieron hasta llegar a su departamento el cual por suerte solo estaba a algunos minutos de ahí.

 

No creían que alguien les hubiera visto,  gracias a la oscuridad de aquella noche.

 

- eres un maldito loco.

 

Le decía afrodita, tirándose en su alfombra alada del sofá, intentando recuperar el aliento, viendo como Death, solo se reía sin descanso, sintiéndose aun un poco ebrios.

 

- hubieras visto tu cara,    fue genial.

 

Fue lo único que respondió sintiendo por fin dolor en sus nudillos, notándolos verdaderamente lastimados, por golpear tanto a aquel sujeto,  pero aun así sin dejar de reí.

 

- esto me dolerá  mañana, pero bueno ya será problema de mañana, mientras tanto a terminar de disfrutar la noche.

 

Sentenció  caminando hasta la  mesita frente al sofá, observando aun aquellos billetes, que horas atrás  aquel rubio le había dejado a Afrodita, más intento ignorarlos, no quería que el peli celeste recordará aquel momento, sin embargo, si tomo aquel bong que siempre descansaba ahí, cargado para cualquier momento, así que fumo un poco, siendo imitado por afrodita, para terminar ambos recostados en la alfombra   frente al sofá.

 

- mañana vaya que me va a doler.

 

repitió Death, sintiendo como lo fumado le había hecho efecto, afrodita solo tomo su mano depositando un beso en ésta, el cual aun después de dado, no fue motivo para que le soltaran, se mantuvo así, en silencio mirando los ojos de Death, sonriéndole agradecido por aquel día.

 

- ¿por qué haces esto por mí? ¿Por amistad o por lastima?

 

Cuestionó el peli celeste después de algunos segundos en esa posición.

 

- no es lastima esto seguro, pero de lo que no estoy seguro es que si es por amistad, últimamente, desde que te conocí, he pensado mucho en ti, él lo iguales que somos, en que me gustas cuando sonríes, porque me haces sentir bien, me haces sentir que hay esperanza.

 

Respondió Death con sinceridad, esperando que tal vez la respuesta de afrodita le hiciera entender   lo que sentía.

 

- creo que me gustas Death, o mejor dicho angeló.

 

No supo qué pasó en aquel momento, creía haber escuchado algo que tal vez su compañero no había dicho, no era consciente al cien por ciento de la situación, solo sentía que por un instante su corazón se aceleró, por  lo que creía haber escuchado.

 

- ¿qué dijiste?

 

Cuestiono dudoso, esperando que lo repitiera.

 

- que me gustas Death, me gustas mucho,  aunque sé que tu corazón no me pertenece, sé que tu amas a Shura, no se el por qué pero, le has amado desde hace mucho tiempo y también sé que el a ti también él me dijo que se conocieron desde hace mucho años atrás, y que se enamoró de ti, apenas te vio.

 

Death suspiro con fuerza, pensando que verdaderamente por motivo del alcohol como el thc en su sistema había alucinado al escuchar aquel nombre.

 

- ¿de que estas hablando?

 

Death se sentía mareado, la cabeza en si le daba vueltas, no entendía muy bien que era lo que pasaba, comenzando a estresarse, por no poder estar consiente al escuchar algo que  dentro de sí le decía que era muy importante.

 

- Death.

 

Dijo en un susurro acercándose al mencionado, abrazándole en el piso, pegándose demasiado a su cuerpo.

 

- si no lo hubieras conocido, ¿te hubieras fijado en mí?

 

Los ojos de afrodita, estaban fijos en los Death, quien comenzaba a sentirse extraño por tener tan cerca al peli celeste.

 

- ¿me  hubieras hecho el amor? - continuo afrodita- ¿si  no lo hubieras conocido, me hubieras regalado mi primer beso?

 

Death solo le miro sorprendido, sintiendo su cuerpo tan junto al del peli celeste, respirando su aroma, notando por primera vez un sutil perfume de rosas, un olor que extrañamente le era familiar, mas no recordaba de dónde.

 

- si.

 

Contestó sin más, acariciando la mejilla de su compañero.

 

- aun puedo hacerlo, en si puedo hacerlo, claro solo que tú me lo permitas, ¿me lo permites?

 

No pensaba lo que decía solo lo decía,  no sabías si era el momento, las drogas, el alcohol, la experiencia vivida horas atrás en el auto impactándose contra aquella estatua, solo sabía que eso era lo que quería, quería probar el sabor de los labios de afrodita, quería quedarse a su lado, ser el motivo de su felicidad, eso era lo que anhelaba de momento.

 

Afrodita no dijo nada, solo se levantó con un poco de dificultad, colocándose encima de Death, acercando su rostro al suyo, pero sobre todo sus labios.

 

- claro que te lo permito, nada me haría más feliz.

 

Dicho esto  besó los labios del moreno  por impulso, actuando por mero instinto, acercándose aún más a su cuerpo haciendo nulo el espacio entre ellos.

 

- tu serias  mi adoracion, mi todo, serias lo más preciado en mi vida, aunque en parte ya lo eres, estoy confundido, pero creo que yo también siento algo muy fuerte por ti.

 

Le dijo Death  separándose un momento, antes de volver a besar los labios de afrodita, quien en vez de rechazarlo, les aceptó con felicidad, disfrutando su sabor y las sensaciones que le hacía sentir.

 

Poco a poco aquel beso, comenzó a tomar mayor intensidad, llevándolos a comenzar a acariciar sus cuerpos, sintiendo un enorme calor en ellos.

 

- no quiero, lastimarte, no quiero ser como los demás, creo que lo mejor es que pare.

 

afrodita negó eso, diciéndole que él nunca sería como los demás, que eso era lo que en verdad quería, aferrándose mas al cuerpo de Death, comenzando a estimularlo, sabiendo de antemano, que por el thc en su cuerpo, las sensaciones que sentían era por demás fuertes, y por ende, haciéndole perder la razón, comenzando lentamente a desnudar sus cuerpo,  estremeciéndose tras cada caricia que el otro le brindaba, y con un poco más de tiempo, cada embestida, cada gemido, les resultaba único, haciéndoles sentir, aunque fuese por un momento, que el mundo afuera no existía, solo eran ellos y nada más.




“perdóname por no estar  cuando despertaras, tenía algo que hacer, por favor  espérame no tardare”

 

leyó esa nota al despertar, al tiempo que se colocaba su pantalón y lo que restaba de su ropa, buscando un poco de comida en la nevera, pensando una y otra vez lo que había hecho con el peli celeste,  recordando todo como si hubiera estado en sobriedad, sintiéndose la peor persona del mundo al haberse aprovechado de su compañero en ese momento, como también al haberse olvidado de Shura, del que supuestamente estaba enamorado, todo aquello le revolvía el estómago, haciéndole sentir nauseas,  al grado que aun que encontrará el que comer, le terminó rechazando.

 

- ¿death?

 

escucho la voz de afrodita desde la puerta, por lo que fue a su lado, prestando atención en su ropa empapada, al parecer no había notado que afuera estaba lloviendo.

 

- dita yo..

 

Intento decir, mientras veía como se quitaba su bufanda, mostrando marcas rojas que el mismo había grabado en su cuello  usando sus labios.

 

- gracias Death, me has hecho el hombre mas feliz del mundo, en verdad nunca nadie me habia defendido  como tu lo hiciste, nunca nadie se habia arriesgado tanto por mi, y es por eso que quiero regresarte el favor.

 

afrodita le abrazo con demaciada fuerza tras decir aquellas palabras, mojandolo un poco  con su ropa, intentando controlar el llanto.

 

- es  hora de que te marches.

 

sentencio tomando al moreno de la mano, impidiendole que dijera algo mas, llevandole hasta el ascensor, donde el peli negro le esperaba.

 

- suerte.

 

digo en un susurro, sonriéndole a death, quien confundido solo vio las puertas cerrarse del ascensor, con el peli celeste fingiendo su sonrisa tras ellas.

 

sintiendo después como shura le tomaba de la mano, haciéndole voltear para robarle un beso, en los labios.

 

- Afrodita me lo ha dicho todo, por favor, no vuelvas a escapar de mí.

 

Escuchó aquellas palabras con ese acento español que tanto amaba, sintiéndose verdaderamente mareado.

 

Mientras tanto en el departamento del peli celeste, este se encontraba, recargado en la puerta, dejándose caer con lentitud al piso, abrazándose de sus piernas, sintiendo sus lágrimas caer,  ignorando su celular que sonaba, el cual ni siquiera reviso, solo le aventó lejos de si, sin darse cuenta, que en la pantalla se mostraba un mensaje que decía.

 

 

¿Cuánto tiempo más tendré que castigarte, para que me entregues lo que te he pedido?

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).