Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Paper Love and Black Heart. por McMaddy02

[Reviews - 49]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola!

 

Estamos aquí de vuelta para este nuevo capítulo que me da mucho gusto traer.

 

Ahora si tomen asiento y relájense porque la introducción de hoy es muy larga, sin mencionar que el capítulo también lo es.

 

Para comenzar… ¡Feliz aniversario! Un poco tarde tal vez jaja pero ya tenemos un año de estar compartiendo cosas lindas en este fanfic, un añito de ser una familia bella bella… y con esto les tengo una noticia muuuy importante jiji.

 

Resulta… que esta autora no se aburre jaja, es como si mi cerebro quisiera que esta historia no acabara nunca. Hace tiempo una personita hermosa me preguntó si aparecerían más Hats dentro de la historia, o sea, más familiares de Black Hat, a lo que yo respondí que realmente no lo tenía planeado. La cuestión es que en toda la historia había un hueco que no conseguía cubrir, una parte que quedaría vacía y no tenía del todo sentido, quizá podría justificarla con algo sencillo, pero tuve una idea mejor. He decidido sumar más familiares de nuestro Lord a esta historia, se preguntarán ¿Cómo es posible si cuando uno nace otro muere?, se supone que he planteado que en esta familia no existieron “tíos” ya que el único parto gemelar que ha habido es el de Black y White, además de que el periodo de reproducción es cada 600 años. Bien, pues ya encontré una manera que considero… interesante. Esto no acaba aquí, tomé otra decisión, pam pararaaaam… *tambores*…

 

Después de mucho pensar y ahorrándome un poquito la penita que me da hacerlo jaja formaré mi propio AU con esta temática “familiar”, en este universo se hablará de la gran ascendencia que tiene Black Hat. Aquí nuestro demonio tiene familia, principalmente una ascendencia, una larga línea de Hats que se han ocupado de aterrorizar y gobernar su mundo por generaciones, siendo el tipo de demonios que ya he planteado, iré presentando a cada integrante a lo largo de la historia. Me emocioné bastante con esta idea, tanto que no solo serán descritos, también serán dibujados, no pueden faltar sus imágenes oficiales, la cuestión es que su querida autora no sabe dibujar jaja bueno sí, pero no a el nivel que quisiera, entonces tuve la pequeña idea de pedirle a varias artistas que admiro, que dibujen a los personajes más representativos de este AU (obviamente con su respectivo pago y créditos), quiero que cada personaje sea dibujado por una mano distinta, un estilo diverso. Obviamente no incluirá ni a Black Hat, ni a Flug, ya que su imagen en mi fanfic es la dibujada por Cats Dont Draw, aunque tengo planeado que un personaje en especial sea dibujado de tal manera que, si este AU llega a ser usado por alguien más, pueda tener la libertad de usar su propia imagen de Flug (quizá sueño alto, pero sería grandioso). Los dibujos serán presentados como portada en Wattpad cuando el personaje sea descrito por primera vez.

 

Ya tengo a las artistas seleccionadas para estos cuatro personajes que están planeados hasta ahora. Me encanta la idea de ver trazos diferentes en cada personaje, además quiero apoyar a las artistas. De hecho, justo acabo de revisar los bocetos del primer personaje, está quedando increíbleeeeeee… ¡Estoy emocionadísima!

 

En total, este fanfic ya tendrá tres AU; Heroic, Parasite y… ¡JA! ¿Cómo se va a llamar? En un principio simplemente iba a llamarle “FamilyAU”, pero resulta que ya existe y no lo sabía jaja, así que como en esta versión no es una simple familia, es más complicado que el parentesco común, decidí llamarlo BloodlineAU, lo cual se traduce como “Línea sanguínea” que hace referencia a la consanguinidad o al parentesco.

 

El BloodlineAU se resumiría de este modo: La familia Hat se compone de una larga línea de demonios con diversas y poderosas habilidades, así como intereses distintos, con una estructura social compleja. El orden natural del universo no permite la existencia de más de un Hat vivo por mucho tiempo, por lo cual un Hat que engendra a un hijo se vuelve mortal y muere con el pasar de los años dejando el destino de su legado a su prole. Su reproducción es llevada a cabo cada 600 años, por lo que lo normal es que cada Hat engendre un solo hijo, en este fanfic es llevado a cabo por parasitación tal y como lo maneja el ParasiteAU descrito por Cats, pero puede modificarse el método de concepción. ¿Cómo es que pueden interactuar entre familiares y aparecer dentro de esta misma historia? Lo descubrirán más adelante.

 

Habiendo dicho esto, quiero saber ¿Qué opinan? ¿Les gusta? Los leo :3

 

 

 

¡Siguiente punto! Y muy muy importante… también un poco triste.

 

Ayer hubo un suceso un poco decepcionante. Cats realizó una publicación en la que comentaba bastante molesta que su comic fue publicado por alguien más sin dar créditos y además dándole una modificación a la historia, con el plus de haberlo llamado “Omegaverse” pese a que Cats ya ha aclarado que se trata de un Mpreg (NO ES LO MISMO). Varios conocemos a esta personita, de hecho, se encuentra entre ustedes, afortunadamente tuvo el valor y educación de dar una disculpa pública y directa por lo sucedido. No voy a crucificarla o quemarla en leña verde, somos humanos, cometemos errores, todos hemos robado una imagen y la hemos publicado con auténtica inocencia, no soy nadie para dar lecciones de moral, pero si quiero comentar algunas cosas. Le tengo un gran amor y respeto a los dibujantes, tengo muchos amigos que se dedican a esto, sé muy bien el trabajo que conlleva hacer lo que ellos hacen, en general cualquier artista invierte mucho esfuerzo en sus creaciones y por ello merece reconocimiento. Cats ha demostrado ser una gran dibujante y bella persona, trata con mucha amabilidad y paciencia a cada uno de sus seguidores, definitivamente no merece que le sucedan esa clase de cosas. Por favor tengan respeto por el trabajo ajeno, si van a publicar un dibujo que no es de ustedes, así sea el más sencillo del mundo, tengan la consideración de al menos dar sus respectivos créditos, con esto sus páginas crecen y pueden seguir haciendo lo suyo. No cuesta nada pedir permiso, para este fanfic yo personalmente le pedí permiso a Cats para usar sus dibujos, he dado créditos en cada capítulo en el que son usados (Wattpad), porque es importante para ella y también para mí, debemos honrar lo que hacen (Dibujo, fotografía, texto… meme, todo, no por estar en internet debe ser obligadamente de uso público).

 

Pues bien… disculpen el sermón, ahora vamos a nuestro capítulo con los datos curiosos:

 

Flapper: Este término fue acuñado en los años 20 para referirse a mujeres de apariencia joven, caracterizadas por desafiar los convencionalismos sociales. Eran mujeres que acostumbraban a usar vestidos cortos sin corsé, peinados especiales, mucho maquillaje y tenían actitudes que en esos tiempos eran comunes únicamente en hombres, como fumar, beber, bailar, conducir y escuchar música poco propia de una “dama”.  Todo esto para darle un giro al concepto de mujer, querían ser incluidas en derechos civiles y socialmente aceptadas en quehaceres cotidianos diferentes, dieron un paso muy marcado para el feminismo. Un precioso ejemplo es la actriz Louise Brooks.

 

El significado de las flores:

 

En este capítulo hay una pequeña mención de dos flores, para entender un poco algunos comentarios es necesario saber su significado.

 

Gardenias: Consagradas como las flores del amor, simbolizan la pureza, la dulzura, portadoras de armonía y buena voluntad junto a los sentimientos más íntimos de amor y cariño.

 

Azucena: De manera religiosa, representan la virginidad de la Virgen María, son consideradas una de las máximas expresiones de la pureza. Incluso son utilizadas en los ramos de las novias.

 

Finalmente, quizá se preguntarán por qué el nombre del capítulo es distinto si estábamos desarrollando la obra de Vivaldi. Bien, pues interrumpiremos la programación para introducir esta canción (más moderna jaja), después continuaremos la programación habitual. Esta canción describe una parte crucial e intensa del capítulo, aquí les dejo la letra en inglés y español.

 

Guilty

 

(Rag’n’Bone Man)

 

 

 

Seven in the morning and I'm lying in my bed

 

A million ways to hurt you

 

Running 'round and 'round my head

 

 

 

I won't feel guilty for that

 

I won't feel guilty for that

 

No no no

 

 

 

Everything about you that was good

 

Is now erased

 

Only remnants of you

 

Is that awful bitter taste

 

 

 

I won't feel guilty for that

 

I won't feel guilty for that

 

No no no

 

 

 

Give me one good reason

 

Why I should not be thinking

 

Of leaving you now

 

Maybe I'm just foolish

 

But I can finally see your true color now

 

 

 

You're blacker than black

 

You're colder than ice

 

And I don't know who you are

 

You're blacker than black

 

You're colder than ice

 

And I don't know who you are

 

 

 

All I know is I don't feel it anymore

 

I don't need to try

 

Cuz I don't need you anymore

 

Need you anymore

 

 

 

Give me one good reason

 

Why I should not be thinking

 

Of leaving you now

 

Maybe I'm just foolish

 

But I can finally see your true color now

 

 

 

You're blacker than black

 

You're colder than ice

 

And I don't know who you are (Ohh)

 

You're blacker than black

 

You're colder than ice

 

And I don't know who you are (Ohh)

 

 

 

Blacker than black (blacker than black)

 

Colder than ice (colder than ice)

 

And I don't know who you are

 

Blacker than black (blacker than black)

 

Colder than ice (colder than ice)

 

And I don't know who you are

 

Ohh

- ¿Y bien?

 

-Lo siento, no será posible... tu salud no ha mejorado...

 

Sentado, en una camilla médica, dentro del oscuro laboratorio de un científico ligeramente más cuerdo que él, el doctor Flug escuchaba el predecible veredicto, no era una sorpresa.

 

Las semanas anteriores fueron quizá las más terribles que había vivido dentro de la mansión del sombrero negro. Desde que el demonio se enteró del inesperado embarazo del joven se encargó de volverlo todo un sitio hostil para él, la relación entre ambos parecía haber reiniciado, todo volvió a aquellas épocas no tan lejanas en las que había un maltrato constante de empleador a empleado; los gritos, reprimendas, miradas amenazantes y trabajo sin descanso volvieron, de hecho, parecía que el villano lo cargaba intencionalmente de mucho trabajo. Pese a que Flug, en un efímero momento de paz, logró explicarle calmadamente que, si realmente quería deshacerse de lo que llevaba en su vientre, debía mejorar extremadamente su salud, después de escucharle con una mirada llena de desdén, Black pareció buscar sus propios métodos, el joven no sabía a ciencia cierta si intentaba matarle. Pasaron largos días de fastidiosa lucha, mientras el científico intentaba mejorar su estado de salud, el demonio se empeñaba en tratarle como un esclavo, como era antes, no le dirigía una palabra a menos que viniese acompañada de una orden.

 

Por las noches, Flug miraba sus manos, apreciaba con melancolía el anillo que adornaba su dedo, una promesa hecha de oro en donde ambos habían jurado amarse y respetarse... Ahora le quemaba como el fuego, era un anillo de esencia abrasiva, más pesado que el plomo, cada día era más difícil usarlo, más doloroso, desde que el demonio le demostró que para él no poseía el mismo valor, sin embargo, no se atrevía a quitárselo, no se sentía capaz de renunciar a la esperanza de que todo volviera a su sitio pronto... de que Black volviera a amarlo como antes a pesar de la situación.

 

Lamentablemente no fue el único afectado por el humor actual de Black Hat, la chica demente estaba en circunstancias similares, siendo, en ocasiones, peores por el hecho de no ser culpable de nada. El villano la privó de toda libertad, tenía estrictamente prohibido salir de la mansión, no podía usar su teléfono móvil, no podía comunicarse con Belle, de hecho, ninguno podía, ambos fueron limitados en su comunicación con el mundo. Curiosamente, por el contrario de mostrarse vulnerable o entristecida, Demencia había formado una extraña fortaleza, desde aquel día en el que el demonio se enteró de todo, la joven se dio a la tarea de cuidarlo en la medida de lo que podía, lo acompañaba en sus tardes de arduo trabajo aminorando la presión, con ayuda del experimento lo hacía alimentarse en tiempo y forma, incluso de vez en cuando daba la cara por él contra su jefe, quien ante las acusaciones de la chica sobre su pésimo papel como marido, prefería retirarse de la contienda. Se volvió su salvación durante las dos semanas anteriores. La compañía de la chica, 5.0.5. y el pequeño pooka, fue lo único que le dio minutos de alivio en esos agobiantes días.

 

-Lo entiendo... -Respondió con sencillez.

 

Slug parpadeó atónito. -Vaya, lo tomaste mejor de lo que creí.

 

-Es... resignación, -Se encogió de hombros- ya lo esperaba, no pude cuidarme como hubiese querido.

 

El héroe lo miró con notoria angustia, pocas veces se daba el lujo de mostrarse así de humano. El joven le había hablado, a muy grandes rasgos, de todo lo que ocurrió en los días pasados, solo algunos datos que le daban una idea de que todo iba de mal en peor para él.

 

-Dime... ¿Cómo lo tomó? -Se atrevió a preguntar.

 

-Busca el escenario más terrible en el que puedas pensar, -Respondió serio- fue mucho peor que eso.

 

Slug suspiró, se rascó la cabeza, agobiado, comenzó a guardar sus instrumentos, pero sabía que había algo más de lo que era necesario hablar. -Flug, -Inició, puso toda su atención en él- hay... algo en lo que debes comenzar a pensar, ya tienes ocho semanas de embarazo, el tiempo transcurre y el producto en tu vientre está creciendo, la posibilidad de extraerlo sin riesgo es cada vez más pequeña, creo que deberías pensar en otras opciones...

 

Flug soltó una pequeña risa, fue una extraña mezcla entre gracia y frustración, como una pequeña burla a si mismo por darse cuenta de que solo se avecinaba a él la tragedia. -Supongo que cuando dices "otras opciones" te refieres a continuar con el embarazo.

 

-Bueno... con eso parece haber un mejor pronóstico.

 

-Ya lo he considerado. -Contestó desviando la mirada, parecía un poco perdido- Al principio me asustaba demasiado la idea, por mi cuerpo, por el bebé... por Black Hat, pero repentinamente dejó de parecer aterrador, en realidad me he acostumbrado un poco... solo me preocupa su futuro, nuestro destino, Black Hat no va a permitirlo.

 

-Quieres decir que... de no ser por Black Hat ¿Lo tendrías?

 

-No estoy seguro... quizá.

 

El científico tuvo demasiado tiempo para pensarlo, hablaba aún con un sentimiento de incertidumbre, pero realmente aquellas palabras no eran ya lejanas a lo más sincero que había en su cabeza. Su primera decisión fue tomada con miedo puro, con el paso de los días, cuanto su corazón se enfriaba un poco más ante la reacción de su pareja, consideraba que quizá bajo otras circunstancias podría ser muy feliz con ello, 5.0.5. lo hacía extremadamente feliz ¿Cómo sería con un hijo de su propia carne? Después de todo lo ocurrido, era probable que su relación con el demonio no volviera a restablecerse, tal vez aquello que se gestaba en su vientre podría traerle una pizca de dicha a su vida, lamentablemente eso significaría alejarse del villano, temía demasiado por la vida de ambos al nacimiento de esa cría, definitivamente no podrían vivir bajo el mismo techo... quizá podría ser feliz con su hijo, lejos del padre, aunque eso significara perder la esperanza en él.

 

-De cualquier manera, sea cual sea tu decisión final, deberás cuidar mejor de ti hasta tu próxima revisión ¿De acuerdo?

 

El doctor le dedicó una pequeña sonrisa. -De acuerdo... te lo agradezco, Slug.

 

-Ni lo menciones, es por la ciencia, -Le devolvió la sonrisa- además te lo debo por darle una paliza al idiota de White.

 

Flug rio, le enternecía esa curiosa relación de amor-odio que ambos llevaban, era muy obvio que el doctor de los héroes le tenía más que solo estima a su jefe, lo negaba de una cómica y rejega manera.

 

-Creo que debo irme, el señor Black Hat no me dio mucho tiempo.

 

-Me sorprende que te permitiera venir.

 

-Lo hizo solo porque sabe que eres lo más cercano a la solución de sus problemas... -Soltó con apatía.

 

Slug no respondió, podía notar el dolor en aquellas palabras, entendía lo duro que era para él la indiferencia total del villano. Se dedicó a señalarle la salida con una media sonrisa, acompañarle hasta la puerta y proporcionarle un transporte era lo menos que podía hacer para ayudarle en ese momento.

 

Se dirigieron a la salida, compartieron una charla casual en el camino seguida de una pequeña despedida cuando estaban a mitad de la recepción. El escandaloso timbre de la mansión resonó de repente, el héroe miró dudoso la puerta y le indicó a Flug permanecer atrás mientras se ocupaba de ello. Viró los ojos hastiado de manera inconsciente en cuanto pudo ver lo que había detrás.

 

- ¡Ya estoy aquí! -Gritó entusiasmada la mujer en el umbral.

 

Flug entornó los ojos, observo detenidamente a quien entraba en la mansión, la conocía, debía hacerlo, atender y apoyar a centenares de villanos también incluía conocer a sus enemigos, en especial a ella. En el portón se encontraba Harmonie de Paix, también conocida como Harmonie le Fait o el Hada Armonía, una heroína francesa de entusiasta actitud, coqueta, simpática y adorada por todos, una mujer con poderes que parecían haber salido de un cuento para niños, brillos por aquí y por allá se desprendían de ella cuando usaba sus poderes empapados de naturaleza para ayudar a quien más lo necesitaba. Era sumamente hermosa, de cabello rubio recortado, grandes ojos azules y piel de porcelana, portaba cuatro alas traslúcidas, le gustaba vestir al estilo flapper de los años veinte y maquillar su rostro de forma exagerada.

 

Los estatus sociales en el mundo de los héroes se manejaban por cuestiones lejanas al poder o dinero, giraban en torno a sus actos de valentía y al amor que los ciudadanos les tenían. Ella tenía un estatus social considerablemente alto, pero el científico tenía en cuenta que realmente era una heroína de dudosa moral, entre los villanos se sabía de sus terribles adicciones al alcohol y al cigarrillo, su poco pudor, incluso se corría el rumor de ser la responsable de una ruptura temporal entre el matrimonio Valdoom ocurrida años atrás, tenía amoríos con héroes y villanos y la incapacidad para evitar el coqueteo. Era enemiga natural de Cininda Lleyi, la arlequín la detestaba, sus asaltos eran frustrados constantemente por ella, aunque se sabía que también había sido derrotada más de una vez por la villana y en una ocasión por Belle Mort, quien rechazó por completo seguir teniendo contiendas con alguien como ella a quien no consideraba de su calibre, demasiado débil para la dama pooka.

 

- ¿White Hat te espera? -Cuestionó Slug.

 

-Oh, pero qué frío eres ¿No vas a saludarme? -Preguntó dando coquetos parpadeos, moviendo sus largas pestañas.

 

El doctor solo la observó con seriedad, esperando tener respuesta a su pregunta.

 

Por otra parte, Flug se ponía impaciente, la mujer no parecía cooperar, seguía importunando al héroe, él debía marcharse pronto.

 

-Espero que tu visita haya sido placentera, Flug. -Llamó alguien a su espalda.

 

El joven miró con indiferencia al individuo, era evidente de quién se trataba. -Le agradezco que me recibiera, señor White Hat.

 

-No hay de qué. -Caminó hasta estar junto a él- Veo que tenemos una inesperada visita de la dama Harmonie... será mejor que te pongas cómodo, esto va a demorar algunos minutos.

 

- ¿Siempre es así?

 

-Sí... A veces se pone peor, Slug suele ser muy intolerante y ella... bastante inoportuna, quizá hasta tengamos la suerte de ver al doctor perder los estribos. -Rio divertido.

 

-Ella ¿Viene a hablar con usted?

 

White sonrió ampliamente, se relamió sus filosos dientes. -Podría decirse que sí.

 

El doctor entendió de inmediato aquel gesto, el demonio blanco no era tan diferente a Black Hat, tenían actitudes similares en algunas circunstancias, después de todo eran hermanos. Viró los ojos, eso era justo lo que Slug detestaba de él, parecía tener razón cuando mencionaba que el demonio era muy "desinhibido", lamentablemente era el problema principal entre ellos, si tan solo el héroe le diera un poco de atención especial a Slug, quizá él correspondería.

 

-Señor White Hat, -Llamó- ¿Alguna vez ha pensado en sentar cabeza?

 

El demonio parpadeó atónito. - ¿Por qué la pregunta? ¿A caso quieres un nuevo padre para tu hijo? -Dijo, burlesco.

 

-Ugh ¡No! -Respondió avergonzado- Es simple curiosidad.

 

White rio, divertido. -Lo he considerado antes, pero digamos que no he encontrado a la persona adecuada... o al menos quien yo creía adecuado no me ha correspondido.

 

Flug esbozó una tenue sonrisa, sabía de quien hablaba. -Y usted ¿Se ha esforzado lo suficiente?

 

El demonio ladeó la cabeza, confundido.

 

-Sabe, Señor White Hat, -Inició, observó a Slug sin borrar su sonrisa- nosotros los humanos somos más complejos de lo que ustedes los demonios creen. -Se encogió de hombros- De vez en cuando algunos tienen tendencia a la poligamia, sin embargo, la mayoría preferimos un trato... especial, nos gusta saber que somos importantes para alguien y, a veces, ser los únicos para ese alguien. -Lo miró de frente- Tal vez para usted no tenga mucho sentido que yo le diga algo como esto, pero presiento que necesita saberlo... al menos si aún considera a esa persona como su opción para sentar cabeza. Cambiar lo que somos no es la opción para ser amado, simplemente a veces debemos sacrificar algunas actitudes para darle seguridad a quien estimamos... ¿Entiende?

 

El demonio no respondió, no sabía que decir ante aquellas palabras, palabras llenas de más sentido de lo que el joven creía, de algún modo sintió como si muchos nudos en su cabeza por fin lograran desenredarse. Admitía que su curiosidad se debía a su desconocimiento del mundo, ocasionalmente era bastante ingenuo respecto a lo que lo rodeaba, demasiado abierto y bastante despreocupado, constantemente hería susceptibilidades sin siquiera notarlo, podía presumir de lograr interesarse en los sentimientos ajenos a pesar de su naturaleza demoniaca, lamentablemente esa misma condición lo hacía ignorar algunos detalles que aparentemente eran importantes para la humanidad que frecuentaba. Lo que Flug comentaba era un pequeño descubrimiento, algo que sabía, pero al mismo tiempo no fue capaz de darle la importancia que ameritaba por no sobresalir entre sus circunstancias diarias.

 

Ambos permanecieron en silencio por varios minutos, el demonio se descubrió a sí mismo ensimismado y serio. En un afán de deshacerse de la incómoda quietud, decidió tocar un tema de suma relevancia.

 

-Y dime... -Inició con ligera timidez, carraspeando para recuperar la claridad en su voz- ¿Cómo lo tomó mi hermanito? -Sonrió.

 

El doctor resopló. -Estar vivo es una suerte... o un infortunio, quizá...

 

White borró su sonrisa, miró con detenimiento aquella expresión de desasosiego en el chico. Jamás esperó una respuesta positiva de parte del demonio negro, pero el resultado parecía bastante preocupante. Desconocía por completo si el motivo de aquella visita a su mansión se debía a cuidado o continuaba con la búsqueda de un "remedio" a sus problemas, tal vez no lo corroboraría, Slug solía ser bastante discreto con el tema, solo tenía conocimiento de su estado de salud, esa respuesta le daba una leve idea de que el pronóstico en su relación con Black Hat era malo.

 

-Debió ser bastante duro para ti.

 

-No tiene idea...

 

- ¿Ya lo han hecho público?

 

-No... nadie tiene idea, en realidad, -Se rascó la cabeza, nervioso- parece querer ocultarlo de todos.

 

-Ya veo... -Contestó pensativo, aquello significaba que el villano se había sumergido en sus propias ideas, si nadie tenía conocimiento de la situación del doctor, entonces Black no había recibido opinión ni de su amiga más cercana.

 

-Disculpe, -Llamó el joven sacándolo de sus pensamientos- debo irme pronto ¿Cree que pueda ocuparse? -Preguntó señalando al par en la puerta.

 

-Uh claro. -Volvió a sonreír, se acercó campante hasta la puerta- Saludos, mi querida...

 

- ¡¿Cuánto más pensabas tardar, intento de demonio?! -Gritó Slug, interrumpiéndolo- Llevo casi diez minutos escuchando a la mosca hablar.

 

-Um... Soy un hada. -Corrigió la mujer.

 

-Lo que sea, tienes alas y eres fastidiosa, es casi lo mismo.

 

El héroe sonrió incómodo. -Me disculpo... nuestro querido invitado ya va a retirarse. -Anunció.

 

-Les agradezco. -Dijo Flug abriéndose paso para salir- Te tendré informado. -Le comentó en voz baja al científico, atravesó el jardín sin mirar atrás y subió con apuro al auto blanco aparcado frente a la mansión.

 

Los tres presentes observaron al auto irse y perderse entre las calles.

 

La mujer se giró hacia el demonio, le sonrió con picardía mientras lo miraba con sus grandes joyas azules. -Señor White Hat, es tan placentero poder verlo el día de hoy, -Pronunció con una voz suave y melodiosa, se acercó, paseó uno de sus dedos por el borde de su saco- pero creo que podría volverse mejor. -Tiró suavemente de su corbata.

 

La boca del demonio se humedeció, se relamió los labios sonriendo, lascivo. -En definitiva... -Respondió tomándola de la cintura.

 

Un resoplido lleno de fastidio se robó instantáneamente la atención del héroe, observó de reojo, mientras la mujer se esforzaba por alcanzarlo, cómo el doctor se alejaba del lugar en silencio, caminaba a paso rápido con los puños cerrados. White se irguió, miró indeciso a ambos jóvenes, aquello le traía de vuelta lo que el doctor Flug había mencionado.

 

No era tan torpe como para no considerar antes que sus constantes encuentros eran una molestia para su científico, sin embargo, nunca creyó que fueran tan importantes, imaginaba que se trataba más que nada de incomodidad, de hecho, jamás pensó que pudiesen ser el motivo por el cual Slug se volvió tan indiferente con él. Aquello también significaba algo que le removía las entrañas de entusiasmo: Slug estaba celoso. Si se trataba de ello, entonces la atracción era mutua.

 

-Aunque... -Continuó, lo más alto que podía hablar, con toda la intención de ser escuchado por ambos- creo que el día de hoy pasaré de su compañía, bella dama, -Pudo apreciar como el doctor paró en seco- de hecho, -Sonrió triunfante- me complace informar que mis intereses actualmente son otros, pero usted será bien recibida si requiere contar con nuestros servicios.

 

Harmonie parpadeó atónita. -Uh... yo... -Balbuceó, era un mensaje inesperado para ella- Es usted tan gracioso, -Soltó con una risa- hilarante. -Se alejó y caminó hasta la puerta de salida- Volveré cuando esté de mejor humor para recibirme. -Su voz sonaba un poco quebrada, ligeramente nerviosa. Extendió una mano frente a la expresión de confusión del demonio, de la palma de su mano nació un pequeño brillo, un fino talló verde creció rápidamente, formó un capullo del cual floreció una blanca y bella gardenia, de delicados pétalos y un perfume embriagador- Hasta pronto... -Le entregó la flor, observó fugazmente al estupefacto científico que los miraba desde el fondo del salón y atravesó calmadamente la salida.

 

White permaneció quieto hasta que la puerta se cerró frente a él, le parecía que el mensaje no había llegado a ella con mucha claridad.

 

-Parece que la hiciste molestar. -Dijo Slug, acercándose.

 

- ¿Te parece? Yo creo que lo tomó bastante bien... -Respondió, admiró la planta en su mano- Una gardenia, consagrada como la flor del amor, representante de la pureza y la dulzura... poco representativa de ella, a decir verdad, pero admito que de haber sido una azucena me habría reído.

 

El doctor soltó una sonora carcajada, realmente detestaba a la mujer, escuchar algo semejante de parte del demonio valía oro. - Parece una declaración de amor ¿Qué harás con ella?

 

El héroe lo meditó por un segundo, mostró una sonrisa ladina, miró de frente al joven y le entregó la flor. -El tiempo convirtió a estas flores en una declaración del amor incondicional, -Explicó- son las portadoras de los sentimientos más íntimos de amor y cariño.

 

La voz del doctor se desvaneció, balbuceó torpemente con un gesto nervioso y mejillas enrojecidas. Sintió como su estómago se hundía y en su pecho se formaba un agujero escarbado por la vergüenza. Después de varios minutos de indecisión, por fin tomó la flor. -Yo... uhm... gracias... -Respondió finalmente, recriminándose por no poder decir nada mejor.

 

White rio ligeramente, tomó una de las manos del joven y depósito un galante beso en su dorso. - ¿Le gustaría acompañarme a beber un trago, doctor?

 

Slug respiró profundo, era una oferta un poco diferente a otras ocasiones, quizá por una vez no estaría mal hacerle un poquito de daño a su orgullo. -Bien... -Susurró sin mirarlo.

 

-Y tal vez después podamos divertirnos un poco. -Continuó, insinuante.

 

El científico viró los ojos. -Buen intento, para eso tendrás que hacer lo mismo con los otros quince héroes que acostumbran abrir las piernas para ti. -Respondió molesto, pero rápidamente retomó un buen humor- El trago estará bien.

 

-Es justo... -Respondió entre risas- pero antes quiero pedirte algo. -Su semblante se volvió serio- Necesito que consigas el contacto de Lady Belle Mort y quiero que me comuniques con ella.

 

...

 

El sol de la tarde acariciaba los tejados de las casas aledañas a la calle por la que el automóvil blanco conducía, todo en el entorno parecía tranquilo y solitario, era probable que lo estuviese, estaban muy cerca de la mansión del sombrero negro, dónde la ciudad se volvía peligrosa y, en algunas zonas, abandonada. La realidad era que nadie quería vivir tan cerca de aquel villano demoniaco de mal carácter, ni siquiera sus más devotos seguidores se atrevían a frecuentar sus terrenos. Justo en ese momento, tampoco él estaba seguro de querer volver a esa mansión.

 

El doctor Flug se destrozaba los labios, los mordía por la terrible ansiedad que lo invadía, pensar en volver y verse obligado a darle la noticia al demonio de que no podría interrumpir su embarazo pronto, comenzaba a provocarle pánico, de algún modo sentía que debía preparar su rostro para otra paliza. Tan solo un par de días atrás sus heridas habían sanado, el último moretón desapareció por completo, tuvo suerte de no haber terminado con la nariz o algún diente roto, solo tuvo que soportar varios moretones y el labio partido en varias partes durante más de una semana. Tenía miedo, no sabía ni siquiera quien conducía el auto en el que él viajaba y, aun así, sentía más confianza en ese lugar que en presencia de con quien contrajo nupcias alguna vez, confiaba incluso aún más en el demonio blanco y en su científico.

 

El auto frenó, al fin llegó a su destino. El joven bajó lentamente, cerró la puerta con desgano y esperó hasta verlo marchar para entrar en la mansión, tocó el timbre temeroso, tembloroso. La puerta se abrió mostrando una cara un poco más amable de lo que esperaba. Dryadalis apareció en el umbral, hizo una pequeña reverencia y lo dejó entrar.

 

El pooka había crecido mucho a lo largo de dos semanas, ya superaba la estatura del doctor por algunos centímetros, abandonó su forma animal para volver a ser indefinido y vaporoso, recuperó aquel rostro del cráneo de un conejo que tanto lo caracterizaba, pero se apreciaba renovado, liso y un poco brillante, en poco tiempo volvería a verse igual que antes.

 

-Bienvenido, joven Flug. -Saludó con voz profunda y grave.

 

-Hola Dryadalis, estoy en casa, ¿Dónde está Demencia?

 

- ¡Flug! -Gritó la chica desde el otro extremo del salón, corrió hasta donde se encontraba- ¿Cómo...?

 

El doctor negó con la cabeza desatando una expresión angustiosa en la joven demente. -La buena noticia es que no he empeorado. -Dijo con alegría fingida.

 

-A mí me preocupa que lo que empeore sea la actitud de...

 

- ¿Y bien? -Preguntó un individuo de voz ronca, sus zapatos de corto tacón resonaban lentamente mientras se acercaba.

 

-Señor Black Hat... -Pronunció Flug, agachando la cabeza.

 

El pooka se colocó detrás de ambos jóvenes, su vaporoso cuerpo los invadió a ambos, parecía abrazarlos. El demonio hizo una mueca ante la acción, era evidente que buscaba protegerlos.

 

- ¿Cuándo terminará este molesto inconveniente? -Cuestionó con mirada severa.

 

-Bueno... yo no he mejorado... -Inició nervioso- por ahora no será posible. -No lo miraba, no podía, tenía miedo.

 

- ¿Qué dices? -Movió la mano indicándole a la chica hacerse a un lado, eso incluía al pooka, la joven frunció el ceño, no se movió, pero el demonio repitió la acción, esta vez mostrando sus dientes, molesto, obligándola a ceder.

 

Las piernas del chico flaquearon al sentirse desprotegido. -No... no podré deshacerme de él por ahora, señor. -Cerró los ojos esperando lo peor.

 

-Eres un inútil. -Despotricó enfadado, cerró los puños con fuerza, nuevamente la ansiedad volvía a él ante esa fatídica noticia, ya no sabía a qué recurrir para conseguir acabar con el problema, a ese ritmo terminaría matándolo, poco le importaba.

 

El sonido de un auto derrapando en el asfalto los alertó. El pooka se irguió, movía las orejas como si tratara de identificar un sonido. La reja fue azotada, la puerta fue golpeada varias veces en lugar del timbre. El doctor se decidió a abrirla en vista de que ninguno se movía. No tuvo que hacer un gran esfuerzo, la puerta se abrió rápidamente en cuanto él giró la perilla, apenas tuvo tiempo de hacerse a un lado para evitar ser golpeado.

 

- ¡Lord Black Hat! -Gritó la pequeña mujer con gran enojo, adentrándose en la mansión- Ya me preguntaba por qué motivo no tenía ninguna noticia de ustedes, -Belle Mort caminó a pasos agigantados, con presencia imponente, se acercaba de a poco al villano- me parece de mal gusto y una gigantesca falta de respeto que me privara de toda comunicación con los habitantes de esta mansión, no ha respondido una sola llamada de mi parte.

 

La mujer consiguió hacer que el demonio retrocediera un par de pasos, se le veía sorprendido. -No recuerdo haberla invitado a venir. -Respondió tratando de mantener la compostura.

 

-No se atreva a venir con esa clase de excusas baratas, jamás he requerido invitación alguna. -Contestó enfadada- Me sorprende que su hermano haya tenido más valor para contactarme y hablarme de lo que ocurría antes que usted.

 

Los presentes observaban la escena con los nervios de punta, jamás habían visto a la mujer tan enojada.

 

-Lady Belle luce molesta. -Comentó el pooka.

 

Demencia asintió. -A Blacky ya se lo cargó la ching...

 

- ¡Silencio los dos! -Acalló el joven.

 

- ¡No voy a permitir que me trate de esta manera! -Gritó colérico el demonio.

 

-Oh ahora mismo va a escuchar lo que yo no voy a permitir. -Contestó, un aura violácea emanaba de su cuerpo- Lo hablaremos en su oficina. -Caminó adentrándose en la mansión.

 

El villano la siguió a regañadientes. Ambos se marcharon dejando al trío en la recepción, anonadados por la escena.

 

La mujer entró sin reparo en la oficina, se sentó descaradamente en la gran silla del demonio y le hizo una seña para que se sentara, con una media sonrisa dibujada en su rostro.

 

- ¿A qué cree que está jugando? -Preguntó con severidad, permaneciendo de pie.

 

-Yo iba a hacerle la misma pregunta.

 

-No sé qué fue lo que White le dijo, pero es un asunto que no le concierne.

 

-Me concierne desde el momento en el que yo misma llevé a ese niño hasta el altar. -Se apoyó en el escritorio.

 

- ¿Llevarlo hasta el altar? -Rio- ¿Quién se cree? ¿Su madre?

 

-Si de esa manera puedo impedir que vuelva a ponerle un dedo encima, entonces sí, soy su madre.

 

Black se sostuvo el entrecejo, frustrado. -Fue un estúpido impulso. -Se excusó.

 

-Pensé que ya sabía controlar sus impulsos. -La mujer le miró preocupada, el villano tenía un semblante molesto y agobiado, suspiró- Lord Black Hat, -Inició con calma- ¿Se da cuenta de la gravedad del asunto?

 

- ¡Por supuesto que me doy cuenta! -Contestó colérico- Y no logro encontrar una maldita salida...

 

-Eso es porque la está buscando de la manera incorrecta, -Continuó con tranquilidad pese a la reacción del demonio- está asustando al pobre chico con sus amenazas, lo está obligando a deshacerse de algo que crece en su vientre y que no tiene idea de cómo llegó ahí. Le aseguro que Flug tiene más miedo que usted... miedo de usted... -Black permaneció mudo, observándola- ni siquiera ha dejado que él lo procese, que decida qué es lo que quiere hacer.

 

-Es mi inmortalidad la que está en riesgo, no es su decisión.

 

-Es su cuerpo el que está en riesgo, su vida, considero que es decisión de ambos. -Contestó con firmeza- ¿No cree que ya ha vivido suficiente? Tiene un reino a sus pies, ¿Qué más podría faltarle hacer en esta vida? Además, ¿Qué hará cuando Flug ya no esté? Él tendrá que morir tarde o temprano y usted volverá a estar solo ¿A caso quiere perderlo antes de tiempo?

 

-Yo... no lo sé... -Black bajó la guardia por completo, su expresión abandonó todo el enojo, ahora solo había angustia. Pensaba en ello, realmente había sido innecesariamente duro con el doctor, incluso con él mismo, ya había decidido hacer que todo volviera a ser como antes... el problema era que había cambiado demasiado, no podría volver atrás tan fácil como pensó que sería. Añoraba aquellas épocas sin preocupaciones, donde lastimar a quien estaba tan cerca de él no era importante, ahora parecía serlo todo.

 

-Señor Black Hat, -Se acercó a él, lo tomó suavemente de la mano sintiendo su sobresalto- si lo que le preocupa es su legado, le prometo... no, le juro, que yo misma me haré cargo de que continúe tal y como usted lo hubiese querido, yo seguiré aquí, puedo ayudarle.

 

El demonio la observó anonadado, no sabía que pensar, su cabeza era un lío y no se sentía capaz de dar una respuesta, no estaba listo para decidir. Se soltó del agarre, se reacomodó el saco retomando la compostura, caminó hasta la ventana, en silencio y miró por ella. -Retírese. -Dijo tajante.

 

Lady Belle abrió la boca para replicar, pero sus ojos se iluminaron fugazmente, se retrajo, le dedicó una mirada de entera compasión. -Disfrute de sus consecuencias, señor Black Hat... Hasta pronto. -Salió a paso lento esperanzada de que se retractara, mas no lo hizo.

 

La mujer volvió a la recepción, encontrando a los tres individuos justo dónde recordaba haberlos dejado, parecían esperar algún resultado.

 

- ¡Bonnivet! -Gritó la chica, corrió hasta ella y se lanzó a abrazarla, la dama apenas pudo sostenerla, Demencia arrastraba la mitad de su cuerpo, pero eso no la detenía para disfrutar el contacto- Te extrañé tanto... han sido días de mierda...

 

Belle acarició su cabellera, sonrió tenue. -Todo va a mejorar pronto, cariño. -Al separarse, el pooka se acercó e hizo una reverencia- Mira cómo has crecido, puedo ver que te han tratado bien. -Dryadalis asintió- ¿Listo para volver? -El pooka no respondió, retrocedió lentamente y se abrazó a la joven, la dama parpadeó atónita- Creo que eso es un no.

 

Demencia acarició su rostro en respuesta. -Solo un poco más ¿Si? -Le suplicó a la villana.

 

La dama rio. -De acuerdo, querida. -Respondió. Retomando un semblante serio, caminó angustiada hasta donde Flug- Oh cielo, lamento tanto todo esto ¿Cómo te encuentras?

 

Flug no respondió, no sabía qué decir. -No sé qué hacer. -Dijo finalmente con voz quebrada.

 

La mujer chasqueó los dedos, un par de sombras aparecieron a su espalda, no tan gigantescas como lo eran antes, parecían estar en las mismas circunstancias que Dryadalis. Extendió una mano, de inmediato le fue entregada una libreta y un bolígrafo, escribió con velocidad y le entregó la hoja. -Flug, -Inició con firmeza- esto también es decisión tuya, no permitas que te intimide y te convenza de hacer algo que no deseas, confía en ti, sigue tu instinto, -Lo tomó de la mano con suavidad- no estás solo, querido.

 

El doctor observó la hoja con desconcierto. -Esto...

 

-Cuando tomes una decisión lo vas a necesitar. -Sonrió con complicidad- Debo retirarme.

 

- ¡No! -Gritó Demencia, se lanzó dramáticamente al suelo enganchándose de una de las piernas de la villana- No me abandones... -Lloriqueó.

 

Belle soltó una risilla, se agachó y depositó un beso en su frente. -Es muy importante que permanezcas aquí, nos veremos más pronto de lo que crees. -Le guiñó un ojo.

 

La joven hizo un puchero. -Ugh... Bien. -Se incorporó, aprovechó la cercanía para plantar un fugaz e inocente beso en los labios de la dama pooka, provocando un pequeño rubor. Sonrió triunfante.

 

El doctor no pudo evitar sonreír enternecido, eran bastante tímidas para mostrar afecto en público, resultaban ser adorables. Apreció como la mujer se despedía con la mano y salía sonriente del sitio, la chica demente no dejó de ver por la ventana hasta que se marchó. Flug volvió a mirar aquella hoja que la villana le dio, lo confundía, le preocupaba, era un mensaje implícito de una decisión radical que quizá se vería obligado a tomar, de hecho, ya había pasado por su mente... Lamentablemente ahora necesitaba una buena razón para no hacerlo, e iba a buscarla. Guardó la hoja en su bolsillo, donde no pudiera perderla, se marchó silenciosamente dejando a la joven y al pooka aún mirando a través del ventanal.

 

Tenía una idea peligrosa rondando por su cabeza, las palabras de la villana lo habían hecho pensar, tenía razón, el demonio no podía obligarlo a nada o al menos no debía. Su más grande amenaza giraba en torno a lastimarlo ¿Debía lastimarse para no ser lastimado? Pensándolo bien era verdaderamente estúpido. Nunca se le dio opción, jamás le dieron oportunidad alguna de decidir qué era lo que quería hacer, simplemente seguía ordenes solo para no volver las cosas más hostiles de lo que ya eran. Ahora quería decidir, no tenía bien claro qué quería, solo quería la opción de hacerlo. La circunstancia era que tampoco existió un instante en dónde pudiese hablarlo con el villano, exponer su punto, llegar a un acuerdo... Tratándose de Black Hat era fantasioso, sin embargo, debía intentarlo, después de todo eran una pareja, un equipo ¿No?

 

Se detuvo frente a la puerta de la oficina, observó la madera oscura por varios minutos. -Solo dame una razón. -Respiró hondo, se atrevió a entrar.

 

Imaginaba que la conversación con Lady Belle no había salido bien, si hubiese tenido un buen resultado el villano habría acompañado a la dama a la puerta, no fue así, al parecer fue incluso peor de lo que pensaba. Sorpresivamente la oficina estaba intacta, pero Black Hat no parecía estarlo, estaba apoyado sobre el escritorio, agachaba la cabeza y se la sostenía con ambas manos, rascaba compulsivamente la tela de su sombrero, de hecho, podía escucharlo susurrar algo, esa imagen era un tanto alarmante.

 

- ¿Señor Black Hat? -Llamó nervioso, el demonio se paralizó- ¿Se encuentra bien? -No obtuvo respuesta, el villano permaneció en el mismo estado. Flug estaba preocupado por él, pero debía continuar- Quería hablar... creo que necesitamos hablar de todo esto, hablarlo civilizadamente. -Se acercó lentamente hasta el escritorio- Yo... entiendo bien su preocupación, sé perfectamente lo que ocurriría si nuestro... -Titubeó- nuestro hijo naciera, -Continuó temeroso, llamarlo de esa manera era extraño para él- respeto el hecho de que usted no lo desee, lo digo con toda sinceridad, pero me gustaría que entendiera que no deseo poner mi vida en riesgo, -El silencio del demonio le daba ánimos para seguir- esto se vuelve cada día más difícil para mi cuerpo, es probable que nunca esté preparado para una cirugía como la que debería atravesar para deshacerme de este... problema... -Finalizó aquella oración con dificultad, esa palabra no sonaba bien para él, se sentía en desacuerdo, pensándolo bien, solo para Black Hat representaba un problema, incluso si a él mismo le afectaba la situación era por el demonio- Creo que debemos conservarlo, -Pudo percibir un ligero sobresalto en Black- creo que... quiero conservarlo, puedo... podemos hacer que sea algo bueno para todos, podemos ser felices con esto, -Intentó con ánimo- pero si usted no lo desea, esto puede ser como ha sido con 5.0.5., no tiene que ocuparse si no lo desea, estoy dispuesto a hacer esto por mi cuenta solo por verle feliz.

 

El científico esperó, esperaba alguna reacción, aunque fuera una mínima respuesta, pero Black Hat no se movía, eso lo ponía nervioso. Pasaron los segundos como si fueran horas, el ambiente podía cortarse de un tajo por la tremenda tensión.

 

- ¿Ya terminaste? -Habló finalmente.

 

Flug balbuceó. - ¿Disculpe? -Preguntó confundido.

 

- ¿Ya terminaste tu estúpido discurso? -Alzó la cabeza, no llevaba el monóculo, sus dos ojos eran oscuros, brillaban intensamente sus pupilas rojizas.

 

-Yo... -Agachó la cabeza, presentía que algo malo se avecinaba.

 

El ensombrerado se puso de pie, aquella mirada y la gran sonrisa quebrada en su rostro mostraban con claridad aquella parte dentro de él que Flug se había negado a ver por tanto tiempo, esa oscuridad que iba más allá de su villanía o su origen demoniaco, algo que le impedía hacer su orgullo a un lado, pensar en alguien que no fuese él mismo.

 

-Me parecía que nuestro nivel en esta mansión se había establecido hace bastante tiempo, nuestro nivel en este mundo, -Hablaba con una voz común pese a su apariencia, se acercó poco a poco al joven haciéndolo retroceder- jerarquía que establece que lo que tú desees no tiene la menor importancia.

 

Recordando las palabras de Belle, intentó ser fuerte, retomar su entereza y no dejarse intimidar. -Es mi cuerpo, señor Black Hat... No puede obligarme a nada.

 

Sin pensarlo dos veces, Black le propinó una dura bofetada con el dorso de la mano, sobajándolo. -Yo soy tu jefe, yo soy tu dueño y no vas a decidir lo que...

 

El minúsculo tamaño al que Black Hat redujo al doctor duró poco, fue una efímera humillación, sorpresivamente el científico regresó el golpe con tanta fuerza y firmeza como lo había recibido. El demonio se descubrió anonadado, fue tan rápido que no lo procesaba, observó con sorpresa esa furiosa expresión, frustrada y llena de lágrimas, lo miraba con odio.

 

-Ya me humilló lo suficiente... -Soltó con voz quebrada- ¡Solo necesitaba una razón! -Lo empujó con fuerza obligándolo a retroceder- Si así son las cosas ahora... esto ya no tiene arreglo...

 

Flug le dio la espalda, salió de la oficina azotando la puerta, dejándolo mudo, atónito. Tardó varios minutos en reaccionar, se sostuvo la mejilla, aún caliente por el golpe del chico, ni siquiera fue tan fuerte, entonces ¿Por qué dolía tanto? Dolía demasiado, más de lo qué podía soportar, una gruesa lágrima negra resbaló por su piel grisácea quemando como ácido, no su piel, sino algo muy en lo profundo de su interior.

 

El joven corrió a su habitación, cerró la puerta a su espalda y se desplomó con lentitud, quedando sentado en el suelo, en la alfombra polvosa, retenía el llanto en la medida de lo que podía, ya no quería llorar, no más, no de nuevo por el mismo motivo. Sentía el ardor en su pecho, realmente dolía, lo que pasó, lo que escuchó, lo que ahora planeaba, cada vez era más viable aquella idea que rondaba en su cabeza, pero tenía mucho miedo. Por fin se le demostró todo aquello que se había negado a ver, tanto egoísmo en un solo individuo era sorprendente, no podía seguir lidiando con ello. Se levantó con dificultad, puso el seguro en su puerta, arrastró los pies hasta su cama y se echó sobre ella, ni siquiera era tarde, solo quería descansar, estaba harto. La almohada era una buena consejera, lo ayudaría a decidir, a saber qué camino tomar y si optaba por aquel oscuro camino lleno de incertidumbre, quizá, tan solo quizá, no se sentiría culpable por ello.

 

...

 

Un par de copas de cristal eran llenadas con vino tinto sobre el gran escritorio del demonio blanco. El ensombrerado se encargaba de preparar el ambiente adecuado para una "agradable velada", un pequeño reto impuesto por sí mismo, tenía presente que el individuo con quien trataría no era una de tantas jóvenes que solían entrar en su oficina con inmensa disposición, aquel joven era Moscú en la segunda guerra mundial, inconquistable.

 

Después de cerrar las cortinas y encender algunas velas, el lugar quedó listo, el ambiente tenía ese aire romántico que tanto buscaba, o al menos así lo creía. Esperó pacientemente, con aquel miedo latente de que el científico cambiara de opinión, era una posibilidad, era voluble y terco, podría decidir no asistir, dejarle plantado.

 

Repentinamente la puerta se abrió, el joven entró sin consultar. Aparentemente se había preocupado por nada, no era el único que se alistó para ese momento.

 

Slug se había vestido para la ocasión, lucía una camisa negra de vestir, desabotonada en la parte superior, dejaba ver un poco de su piel semisintética adornada con circuitos metálicos, el resto de su ropa era oscura, incluyendo un par de guantes que cubrían sus manos. Tras descubrirse observado con admiración, desvió la mirada avergonzado, caminó en silencio hasta quedar frente al escritorio.

 

White Hat se puso de pie de inmediato. -Luces encantador. -Comentó sonriente- ¿Percibo colonia?

 

-No hagas que me arrepienta. -Respondió abochornado.

 

Soltó una risa. -Por supuesto que no, -Dijo enternecido- toma asiento y disfruta, es de una vieja cosecha. -Comentó dando un sorbo.

 

El joven vio la bebida con recelo, se inclinó y le quitó la copa cuidadosamente al demonio, este solo observó confundido como el doctor vertía el resto del vino en la otra copa, mezclando el contenido y volviendo a servirlo equitativamente.

 

-Solo tomo precauciones. -Comentó devolviéndole el recipiente a su jefe.

 

- ¿Crees que puse algo en tu bebida? -Preguntó extrañado.

 

-Te creo capaz de todo, bébela. -Ordenó.

 

White rio, divertido, bebió un gran sorbo, se relamió los labios y le sonrió ampliamente. -Slug, aunque el vino tuviese alguna clase de droga y yo la hubiese bebido, jamás habría provocado nada, algo como eso no puede afectarme, -Explicó- tendrás que confiar en mí.

 

El chico miró el líquido rojizo, inseguro. Tenía razón, no había otra opción más qué confiar, pero no podía evitar tener dudas, el hombre ensombrerado podría ser un héroe, sin embargo, también era el ser más hábil cuando se trataba de embaucar a alguien. Finalmente optó por confiar y seguir el juego.

 

- ¿Y qué tal el trabajo? -Preguntó el héroe.

 

El doctor arqueó una ceja. -Oh vamos, no vas a preguntar algo como eso en esta circunstancia.

 

-Uh... Bueno, yo... -Balbuceó confundido.

 

-Es la primera vez en años que acepto tener una... Charla contigo bajo este contexto ¿De verdad hablaremos del trabajo? -Cuestionó fastidiado. Tenía presente que el héroe intentaría ir lento a fin de no intimidarlo, aun así, esperaba algo más interesante en vista de que aquello era lo más parecido a una "cita".

 

-Bien... ¿De qué quieres hablar? -Preguntó cordial, impasible.

 

El científico sonrió triunfante, bebió del líquido embriagante, se inclinó sobre el escritorio. - ¿Qué es lo que haces para que esa mujer regrese una y otra vez a este sitio?

 

El demonio rio sonoramente. -Vaya... Has entrado rápido en confianza... -Sonrió ladino- ¿De verdad quieres saberlo?

 

-Puedo imaginarlo, -Se encogió de hombros- no es una mujer pudorosa, así que adelante, confiesa. -Invitó.

 

-De acuerdo... -El ensombrerado se inclinó, abrió uno de los cajones de su escritorio y extrajo una larga soga, enroscada- A la dama Harmonie suelen gustarle... los juegos, -Sonrió divertido ante la expresión de sorpresa del chico- y francamente nunca estuve negado a jugar con ella.

 

-Y... ¿El resto?

 

White abrió varios cajones, extrajo de ellos diferentes artículos de uso sexual, excéntricos en su mayoría, los posicionó en fila. -Leri Sfíka, -Dijo apuntando a uno de los objetos- Enkefalou, Archer Ignis, Ble Rópalo, Angelorum... -Enlistó mientras apuntaba a cada extraño juguete sobre el escritorio.

 

- ¡Bien! ¡Basta! -Detuvo el doctor- No quiero saber lo que usas con el sujeto de los tentáculos. -Dijo, avergonzado.

 

El héroe soltó una sonora risotada, se aclaró la garganta. - ¿Demasiado para ti, Slugy baby?

 

Slug resopló. -Creía que los héroes eran más... reservados.

 

Se recargó en el escritorio, su semblante se volvió serio, apático. -Podríamos pensar que un héroe es la honestidad encarnada, seres de intacta moral... La realidad es que solo son un conjunto de mortales de reprimida agresividad e ignorados bajos instintos, que intentan redimir su moral con actos de valentía. Un villano podría ser más honesto con su sentir y pensar, desinhibido siempre y sin temor a mostrar lo más podrido que hay en su interior. -Explicó con fastidio- Para mí solo son... divertidos...

 

El joven le miró con sorpresa, de alguna manera aquellas palabras lo hacían sentir que estaba escuchándose a sí mismo, sin embargo, le desconcertaba escucharlas de él, siendo que ocasionalmente era justo lo que tanto le irritaba del demonio. -En ocasiones no eres tan diferente a ellos. -Soltó sin cuidado, el ensombrerado no respondió, pareció que tenía la intensión de replicar, deseo que reprimió- Vas por la vida soltando florecillas de colores por aquí y por allá, sonriendo falsamente y diciendo cosas acarameladas, -Decía agitando las manos, con una sonrisa fingida, la borró de inmediato y lo miró con severidad- Inclusive, a veces me tratas como a un juguete de tu colección.

 

-Yo no...

 

-No lo intentes, -Interrumpió- nadie sabe mejor que yo cuando mientes, nadie sabe mejor que yo cómo eres en realidad. -Habló molesto, frustrado- Eres un demonio, despiadado como tu hermano, con intensiones egoístas, cínico... La única diferencia entre tú y Black Hat, es que tu método de diversión se basa en crear protagonistas para que existan más antagonistas... y que sabes usar un ordenador... -Se relajó en su asiento- Por algún motivo que desconozco, -Murmuró- te gusta ocultarlo.

 

Estupefacto, lo observó en silencio por varios segundos, se aclaró la garganta. -Y... ¿Te gustaría más si mostrara... esa parte de mí?

 

Slug desvió la mirada, abochornado. -Me gustarías más si siempre fueras honesto... real... y si yo no fuera uno más para ti...

 

White Hat se ruborizó de inmediato. -Jamás has sido uno más. -Dijo con firmeza- Ugh... Mierda. -Soltó, estaba avergonzado, extrañamente no podía tomar aquello a la ligera como en cualquier otra ocasión, se talló el rostro y bebió de un trago todo lo que quedaba en su copa- Slugy... Slug, eres el humano más inteligente con el que he tratado, incluso el más sincero, desde que vives en esta mansión no he visto en ti una sola gota de hipocresía, ni siquiera el deseo de obtener nada de mi. -Se sinceró con dificultad, en vista de la expresión admirada del joven, decidió continuar- Nunca ha sido mi intención hacerte sentir uh... "Uno más", solo intentaba ser amable... Tú nunca mostraste interés, así que yo supuse que no importaba si me divertía con alguien más.

 

Slug permaneció en silencio, analizando lo que escuchaba, lo avergonzaba sutilmente, señal de que sus palabras llegaban a tocar algo bastante inalcanzable y profundo dentro de él, producto de las decepciones- Jamás intentaste acercarte de otra manera.

 

El demonio arqueó una ceja. -A veces eres un idiota temperamental con problemas de la ira ¿Cómo se supone que debería tratarte?

 

Slug dejó escapar una carcajada. -Bien, bien, -Dijo entre risas- tienes un buen punto, admito que soy un poco voluble. -Suspiró tranquilo, esa conversación se sentía bien para él, en ese instante su jefe estaba siendo completamente honesto, transparente, le gustaba- Podríamos comenzar de nuevo. -Sugirió.

 

White sonrió levemente, le miró con interés. - ¿Qué tienes en mente?

 

-Esfuerzo. -Respondió tajante.

 

- ¿Esfuerzo? -Repitió, confundido.

 

-Esfuérzate y yo me esforzaré, -Inició, acrecentaba la confusión de su jefe- evitaré irritarme, gritarte y demás acciones ofensivas que me he acostumbrado a hacer, pero tú debes evitar las insinuaciones, el trato meloso, los sobre nombres y... restringe el acceso a tu oficina.

 

- ¿Y esto en qué me beneficia? ¿Qué es lo qué quieres en realidad? -Sonrió malicioso.

 

-No soy idiota, White, -Respondió- si quieres algo conmigo tendrás que ganártelo.

 

Parpadeó atónito, se ruborizó, demasiado directo para pensar en una respuesta defensiva que no lo dejara al descubierto, resopló resignado. -Bien... pero no dejaré los sobre nombres.

 

Slug gruñó. -De acuerdo, pero elige uno solo.

 

-Slugy baby... -Llamó en tono cantarín, burlón.

 

-Detesto ese. -Respondió molesto.

 

-Lo sé. -Sonrió divertido.

 

Slug viró los ojos. -Tú ganas... ahora sírveme otra copa.

 

-Vas a embriagarte. -Comentó mientras llenaba el recipiente.

 

El doctor lo miró ofendido. -Te equivocas, -Sonrió- soy un magnífico bebedor.

 

Las horas pasaron, jefe y empleado charlaron hasta tarde, hasta que no quedó una sola gota del vino tinto. La conversación varió, era amable y amena, desde recuerdos hasta circunstancias cotidianas, alimentaban la charla enérgicamente. Tal y como lo dijo, Slug bebió sin límite, sin sentir si quiera los efectos del alcohol, lo único que pudo detener el momento fue el hecho de que la noche ya había abrazado por completo a la ciudad, su rutina laboral los obligaba a ir a la cama, al menos al científico.

 

El joven se hallaba a en su habitación, ordenada, oscura, con una amplia cama, sin pabellón a diferencia del resto de las camas de la mansión. Se desvestía, quedando de a poco con únicamente un bóxer ajustado en color negro, lo único que requería para descansar. La luz que entraba por la ventana delineaba tenuemente su silueta fornida, un torso bien definido, piernas largas y gozaba de buenas proporciones en su entrepierna notoria bajo su ropa interior. A pesar de los pequeños circuitos metálicos que adornaban sutilmente su piel, se veía muy humano. Se recostó en la cama, veía el techo con una media sonrisa, fue una tarde reparadora, muchas circunstancias en su entorno habían tomado forma, lo hacían sentir una calidez en su interior, todo apuntaba a que su relación con White Hat daría un gran giro, solo necesitaba esperar resultados, se sentía esperanzado, ilusionado por primera vez en muchos años.

 

Repentinamente algo chocó contra la ventana, provocó un duro golpe, aunque no lo suficiente como para romper el cristal. El doctor se levantó de inmediato, con un movimiento ágil tomó una pequeña arma colocada sobre la cómoda junto a la cama, la apuntó expectante. Una silueta se alzó frente a la ventana, se sostenía del vidrio, lo miraba con furia.

 

- ¿Mosca? -Llamó desconcertado.

 

Fuera de la habitación, Harmonie de Paix volaba con dificultad, se veía extraña, su maquillaje estaba corrido y lucía completamente desaliñada, en una de sus manos cargaba una botella con líquido ámbar.

 

El científico abrió la ventana, dudoso, la dejó entrar.

 

La mujer dio un par de pasos tambaleándose, arrojó con fuerza la botella al suelo provocando un estruendo. - ¡No te lo permitiré! -Gritó molesta.

 

-Pero qué... ¿Estás ebria? -Cuestionó, se preguntaba si debía ayudarla a mantenerse en pie, aunque no parecía buena idea acercarse.

 

- ¡Conozco tus intensiones! -Acusó, lo apuntaba con el dedo.

 

- ¿De qué estás hablando?

 

-Lo escuché... ¡Lo escuché todo! Quieres alejarme de él, lo quieres para ti. -Decía irritada, hablaba perfectamente, pero era claro que su estado era malo.

 

- ¿Lo escuchaste? -Interrogó confundido- No entiendo cómo es... -Cayó finalmente en la cuenta de lo que hablaba- La flor...

 

- ¡Sí! La flor, la perfecta y hermosa flor que le di a White y que descaradamente te ofreció a ti.

 

El joven se acercó a un mueble cercano, la blanca gardenia descansaba en un pequeño florero blanco, la sostuvo en sus manos y la examinó con cuidado. - ¿Cómo es posible? Si tuviese algún micrófono lo habría notado. -Dijo con calma.

 

-Madre naturaleza me habla, no necesito ninguna estupidez como esa.

 

-Bueno... ¿Y qué quieres?

 

La mujer se mostró ofendida, lo miró furiosa. -Años... Muchos años he tardado en encontrar a un ser poderoso de buena posición social con quien relacionarme íntimamente, no vas a destruir lo que he construido con White.

 

Slug la miró indiferente, impasible. -Lo que has construido ¿Ah? -Se sostuvo el entrecejo- Mira, no me lo tomes a mal, pero para ser honesto no me importa.

 

- ¿Me estás tomando el pelo?

 

- ¿Cuál es su pasatiempo preferido?

 

- ¿Qué?

 

- ¿Qué le gusta hacer, comer, leer, escuchar? ¿De qué color es su ojo bajo el monóculo? ¿Al menos sabes por qué lo usa?

 

-Yo... -Titubeó.

 

-No sabes una mierda de él, no has construido nada real y para serte franco, para él solo eres una más que entra en su oficina, tiene un cajón lleno de juguetes extraños que usa con alguien diferente. -Contó sin ningún cuidado, incluso lucía desinteresado en la charla- Es absurdo que vengas aquí a decirme algo como eso, sencillamente no eres tan especial como lo crees.

 

La chica se acercó colérica, lo golpeó torpemente en el rostro. -No puedes hablarme así... Voy a hacerlo todo, todo con tal de demostrar que soy alguien para él, tú... -Lo miró de pies a cabeza, sonrió divertida- tú nunca podrías ganarme, te hace falta algo como esto, -Dijo sosteniéndose los pechos- y otro agujero entre las piernas, -Continuó con descaro- no puedes ganar.

 

Slug suspiró, sonrió ampliamente, con una mirada arrogante y aire triunfante. -Ya lo hice.

 

...

 

Siete de la mañana, el dormir fue finalmente tan solo una intención, sus ojos no pudieron cerrarse ni siquiera cuando el sol se ocultó, se recriminaba a sí mismo por aquel fallido intento de descanso, algo que necesitaba con urgencia para calmar al fin esos terribles pensamientos. Una oleada de imágenes perversas, dolorosas, llenas de odio giraban por su mente, su enojo no había menguado, su rabia y desesperación estaban a flor de piel.

 

Se abrazó a sí mismo, acarició su vientre, lo que por días pensó que era la razón de sus desgracias, mas no era así, en realidad, el único causante de su dolor era aquel ensombrerado aferrado a dejarle morir con tal de cumplir lo que ahora era tan solo un capricho.

 

El joven de mirada verde intentaba traer al presente cualquier imagen positiva, momentos bellos que le recordaran el motivo por el cual ahora llevaba una sortija en la mano. Lamentablemente cualquier luz era opacada por recuerdos recientes, situaciones de indiferencia y desprecio. Durante mucho tiempo pudo admirar con inmensa claridad la belleza interna de aquel a quien le había jurado amor, de entre toda su podredumbre resaltaba una actitud culta, galante, su entera disposición a protegerlo a costa de todo, un amor sincero y gran deseo por él, inclusive, una fragilidad que no cualquiera tenía el honor de presenciar, sin embargo, ahora podía ver la desgarradora realidad, sus verdaderos colores; él era más negro que lo negro, más frío que el hielo, ahora debía aceptarlo.

 

Abrir los ojos le había resultado doloroso, aceptar los hechos era un acto de valentía para su corazón, ya podía decirlo, ya podía pensar tan despiadadamente de él como le fuera posible, ya podía culparle de su roto corazón, lo convertiría en el responsable y no se sentiría culpable por ello, no más.

 

Se levantó de la cama, su estómago gruñía, no comió nada desde la mañana anterior. La joven demente intentó de muchas maneras hacerlo salir de la habitación, lograr que comiera algo, él simplemente permaneció en silencio pese a las invitaciones y súplicas de la chica, no quería tener que hablar de lo ocurrido.

 

Caminó hasta el tocador frente a su cama, se miró en el espejo, una manera de enfrentarse a sí mismo, en especial por aquello que estaba por hacer. El día anterior le dio demasiadas lecciones, muchos indicios de que era la mejor opción, en especial teniendo la inusual aprobación de la dama pooka. Era algo muy serio, decidirlo fue un reto, en especial porque conllevaría arriesgar a un ser que amaba, abandonarlo a su suerte por un tiempo y para nada se trataba de Black Hat. Su dulce oso tendría que entender sus motivos, comprender que eso estaba fuera de sus manos y que era riesgoso para todos que decidiera no llevarlo a cabo, confiaba en que lo había educado bien, formado en él un pensamiento maduro que pudiera perdonarlo.

 

Rebuscó en su armario, varias prendas fueron a dar a su cama, un par de zapatos y una pequeña mochila, solo lo suficiente, lo que pudiese cargar. Hizo todo lo que pudo, utilizó sus últimas energías y esperanzas en encontrar un motivo, le rogó indirectamente al demonio que solo le diera una razón, pero no lo hizo, jamás pudo darle una buena razón para no dejarlo ahora, para no abandonarle.

 

Conocía su hogar, ni una sola alma en esa mansión iniciaba su día antes de las nueve de la mañana, tenía tiempo de sobra. Afortunadamente contaba con un destino, ya sabía a dónde ir, ahora solo debía marcharse, no lo haría discretamente, no volvería pronto, tampoco saldría por la ventana o desviaría a los Hatbots para no ser visto, sencillamente saldría por la puerta, anunciaría el abandono de ese hogar, haría que fuese un mensaje claro y definitivo, no se sentiría culpable por ello.

 

Tal y como lo había decidido caminó hasta la recepción, cargaba sus cosas en aquella mochila, se detuvo frente a la puerta de salida, en sus manos llevaba su bolsa de papel y sus googles oscuros, los dejó intencionalmente sobre una mesilla en aquel salón, ya no trabajaba más para la Organización Black Hat, no los necesitaría, era su renuncia. Miró la sortija en su dedo, vaciló por varios segundos, pensaba en abandonarla también, dejarla atrás como todo aquello que había construido en aquella mansión, pero no fue capaz, no todavía, su maldita humanidad lo hacía sentir muy en el fondo que aún había esperanza, aunque no fuese así, no estaba del todo listo para aceptarlo, tendría que llevar ese doloroso anillo consigo un tiempo más.

 

-Ya no sé quién eres... ya no te necesito... -Murmuró con la mirada puesta en el interior de la mansión- Aunque no lo admitas, sé que esto va a dolerte y yo... no me sentiré culpable por ello.

 

Y finalmente, con todo el dolor de su corazón, se marchó de esa inmunda mansión que le había quebrado el alma hasta no poder más.

Notas finales:

Guilty

 

(Rag’n’Bone Man)

 

 

 

Siete de la mañana y estoy acostado en mi cama

 

Un millón de formas de lastimarte dando vueltas y vueltas alrededor de mi cabeza

 

No me sentiré culpable por eso

 

No me sentiré culpable por eso

 

No no no

 

Todo lo que era bueno para ti ahora está borrado

 

Lo único que queda de ti es ese horrible sabor amargo

 

No me sentiré culpable por eso

 

No me sentiré culpable por eso

 

No no no

 

Dame una buena razón

 

Por qué no debería pensar en dejarte ahora

 

Tal vez soy tonto, pero finalmente puedo ver tu verdadero color ahora

 

Eres más negro que negro

 

Eres más frío que el hielo

 

Y no sé quién eres

 

Eres más negro que negro

 

Eres más frío que el hielo

 

Y no sé quién eres

 

Todo lo que sé es que ya no lo siento

 

No necesito intentarlo porque ya no te necesito

 

Te necesito más

 

Dame una buena razón

 

Por qué no debería pensar en dejarte ahora

 

Tal vez soy tonto, pero finalmente puedo ver tus verdaderos colores ahora

 

Eres más negro que negro

 

Eres más frío que el hielo

 

Y no sé quién eres

 

Eres más negro que negro

 

Eres más frío que el hielo

 

Y no sé quién eres

 

Más negro que negro (más negro que negro)

 

Más frío que el hielo (más frío que el hielo)

 

Y no sé quién eres

 

Más negro que negro (más negro que negro)

 

Más frío que el hielo (más frío que el hielo)

 

Y no sé quién eres.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).