Xanxus estaba tranquilamente recargado en uno de los tantos ventanales de la mansión a dónde fue llevado. Desde que dejo de crecer sus "padres" habían creído que para no generar un escándalo era mejor mandarlo con algunos familiares.
A pesar del lugar tan agradable y del poder que tenían sus tíos en la zona, para él era un asco, la casona si bien exteriormente parecía desgastada en su interior contaba con todos los lujos que se podía dar un noble. Tenía a cientos de sirvientes trabajando para él y cuando realmente se sentía vivo eran esos escasos momentos dónde lo mandaban a cobrar y conseguía dinero o sangre.
Su estática existencia pasaba desapercibida para casi todos en el pueblo, unos cuantos habían tenido la desgracia de verlo y comenzar un estúpido rumor que nadie se encargó de desmentir.
— Hoy tenemos que reunirnos con el padre Adam, intenta no hacer una estupidez— la dueña de esas palabras era una mujer de edad avanzada, a pesar de eso era hermosa y como toda aristócrata debía cuidar su imagen.
— Dis juste merdeb...(1)
— Pero que insolente, ese amable hombre ha estado intentado ayudarte y sigues negandote, Dieu a pitié de toi(2)
Con esas palabras dichas la mujer se marchó dejandolo de nuevo en silencio. No supo cuántas horas más se mantuvo bebiendo y mirando el denso bosque, deseaba que ese par de ancianos tuvieran un accidente en el carruaje y se los tragaran los animales.
Mientras sonreía por la película mental de su muerte, algo atrajo su atención, no podía decifrar de manera exacta pero era como si pudiera sentir una presencia entre el follaje del lugar.
Para facilitarse la tarde salió de la habitación buscando el balcón más cercano, no podía ser una persona del pueblo ya que temían por sus vidas, los viajeros a veces se cruzaban con el lugar pero igual por las leyendas no buscaban estar en el terreno de la mansión.
Squalo llevaba cerca de media hora abriéndose camino con su espada, era mucho más fácil que estar rodeando todo el lugar para encontrar el camino. De momentos sentía una extraña sensación envolverlo y le animaba a ser más veloz con sus movimientos.
Cuando menos se lo espero se encontró con la reja perimetral del lugar, todavía adentro había más jardín pero se veía en mejor estado.
Aunque a lo lejos la mansión se veía deplorable, ahora que estaba más cerca pudo comprobar que no era del todo así, parecía que de hecho había sido planeado de esa forma, podía ver algunas cuantas luces de velas al fondo y decoración que seguro valía una fortuna.
— Pensé que los monstruos coleccionaban cabezas de sus presas, no antigüedades...
Se las ingenió para trepar un árbol y usarlo para cruzar la reja, ya dentro colocó su espada en la funda y comenzó a caminar con cautela. El silencio paso de ser tranquilizador a ponerle la piel de gallina, era obvio que había una atmósfera de peligro en ese lugar.
Dudo un poco en entrar, usar la puerta principal sería una estupidez, por lo que prefirió buscar el punto ciego y trepar por los balcones. Con sigilo fue subiendo dándose tiempo de ver en el interior de las habitaciones, todo parecía en calma, escuchaba algunos ruidos a lo lejos pero no eran problemáticos. Por lo menos fue así hasta que se encontró con una habitación que estaba ocupada, una tenue luz se veía en la mesa de noche, había un bulto bajo las sábanas pero era demasiado delgado.
Squalo cerro los ojos para agudizar su sentido del oído y se permitió escuchar. La suave respiración era errática, quien sea que estuviera en esa habitación está a llegando a sus últimos momentos. Mientras pensaba eso pudo distinguir sonidos de pasos acercándose, debía de apurarse y subir, aún mirando la habitación estiró un brazo para impulsarse y subir, cuando lo logro sus ojos se toparon cara a cara con el rojo sangre más intenso y hermoso que había visto.
Estaba a escasos centímetros de un hombre varios años mayor que él, por la cercanía incluso podía sentir su respiración caliente en el rostro, lo habían atrapado
"Joder"...esa fue la palabra que su mente se grito debido al descuido que tuvo, aunque gracias a esa situación su pie resbaló y cuando pensó que caería no fue así.
Una fuerte mano lo había sujetado de la camisa que llevaba y de un tirón lo subió a al balcón haciendo que se fuera de cara contra el piso
— Para ser un ladrón eres un estúpido...— Xanxus había estado siguiendo al intruso, a pesar de como lo llamo era obvio que no era eso, por esa misma razón tenía curiosidad.
Squalo quiso gritarle pero se tuvo que morder la lengua, debía irse, aunque no podía apartar los ojos de esa fiera mirada.
— Bestia...
—¿Cómo me has llamado enclenque?
Squalo se dió cuenta de sus palabras, en verdad ya había encontrado a la bestia de las leyendas
— Voooi, dije que es una bestia, animal salvaje —Principalmente lo dijo por esa abrumadora fuerza, incluso por sobre la tela podía ver ese cuerpo trabajo y musculoso, era solo un poco más alto que él, pero estaba seguro que podría mandarlo a volar de un puñetazo.
— Bueno
Xanxus respondió a sus palabras y está vez sujetándole del cabello lo arrinconó contra el barandal, Squalo sentía que si se movía aunque fuera unos centímetros se iría de cara, podía sentirlo presionarse sobre su espalda.
— Si soy tan bestia debería dejarte caer, Tsk es una lastima que no fueras una mujer, con ese cabello pensé que me podría divertir un poco
— Qué...¿¡qué mierdas dices?!— Olvidando la situación el albino busco soltarse, pero sólo consiguien irse más de frente y tuvo que llevar una mano a aferrarse a su captor.
— ¿Qué trajo a un Molly(3) a mi hogar?
— Un...Un Molly, escúchame maldito bastardo...
— Bueno, decidete, soy un bastardo o una bestia— Xanxus se estaba divirtiendo, no conocía a esa basura, pero parecía que no se intimidaba con su presencia.
— ¿Debería llamarte entonces
bestia de Gévaudan?
— Un creyente...— Eso le quitaría cierta gracia a su juego.
— ¿Creyente? No jodas, venía a cazar o desenmascara un monstruo, cualquiera vale en el bajo mundo
Una sonrisa arrogante apareció en esos carnosos labios y Squalo sintió como lo levantaban pero le dejaban acorralado entre el borde y un cálido pero dormido cuerpo.
Xanxus con su mano libre tomo un brazo de Squalo y lo inmovilizo en su espalda antes de soltar su cabello, su mano aparto un poco las hebras plateadas y se acercó para murmurarle al odio.
— Pues buena suerte en eso— En ese momento lo levantó y de un movimiento lo arrojo a los árboles que estaban cerca a su ventana.
Squalo se había quedado paralizado al escuchar ese murmuró que le puso la piel erizada y fue por eso mismo que no pudo meter las manos y quedó atascado en un árbol.
— Es...esa fuerza es inhumana
Mientras el espadachín luchaba para liberarse de las ramas, Xanxus se daba la vuelta para volver a entrar a la mansión, por lo menos parecía que algo interesante por fin aparecía en esa mierda de lugar.
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(1)Dice pura mierda
(2)Dios tenga misericordia en ti
(3)Los 'mollies' eran hombres afeminados que tenían relaciones sexuales con otros hombres