Esa misma tarde tuvieron un ensayo que se les hizo corto debido a la emoción y entusiasmo que le pusieron a cada acorde. Los cinco lo tomaron como un éxito y decidieron festejarlo en el bar de siempre, no podían evitar ir a ese lugar cada vez más seguido. Se sentaron los cinco juntos y brindaron estrepitosamente, mientras comenzaban a charlar acerca de las nuevas oportunidades que les había conseguido Ruki moviendo algunos contactos. Kai y él se habían puesto de acuerdo en las entrevistas que aceptarían y los posibles recitales que darían en los meses siguientes, de nuevo estaban en marcha.
La noche se les antojaba lenta, para poder disfrutarla al máximo, Reita estaba terriblemente pendiente de Ruki y éste lo miraba de vez en cuando, sonriéndole o haciéndose muecas mutuamente. Aoi y Uruha estaban sentados juntos y, para variar, habían comenzado a encariñarse el uno con el otro, mientras tanto, Kai se mantenía pegado a su teléfono celular, riéndose al leer los mensajes recibidos.
- Oi oi! – le llamó la atención Reita sacándole el celular
- ¡No! ¡¡Reita, dame eso!! – exclamó mientras intentaba recuperar su teléfono, sin tener éxito
- Veamos que dice… – bromeó Reita mientras lo miraba – mmmm….
- No leas eso, ¡¡es personal!! – gritó Kai mientras se le colgaba del cuello e intentaba alcanzar el celular que Reita le alejaba cada vez más
- Todo lo tuyo es nuestro, recuerda que somos una banda, ¡pásame eso Reita! – dijo Aoi tranquilo mientras atajaba el celular que el bajista le hubiese arrojado
- ¡¡Basta!! ¡¡Aoi dámelo!! – gritaba Kai mientras iba de Reita a Aoi y viceversa a medida que estos se iban pasando el celular, hasta que por fin logró saltar lo indicado y lo interceptó en el medio del paso
- Basta, es personal – sentenció guardando el celular en su bolsillo nuevamente
- Eso no es justo, tú sabes todo de nosotros, merecemos saber quién es tu amor secreto – sonrió Uruha mientras Aoi volvía a sentarse a su lado.
Kai lo ignoró y volvió a sentarse en su lugar junto a Ruki, este le esbozó una pequeña sonrisa y volvió a su bebida con desinterés. Reita se le desplomó junto a él y estiró el brazo hasta abrazarlo y darle un beso en la cabeza.
- Sólo creo que sería justo – comentó mientras sacaba la lengua, solo para provocar a Kai
- No puedo decírselos, es muy secreto, nadie de su banda lo sabe-- – se quedó callado de pronto
- Acabas de pisarte solo – se burló Aoi – ya lanzaste la piedra, ahora habla
- No, me niego a decir palabra, a ustedes puede no importarles la privacidad de su relación, pero yo no quiero que nadie más lo sepa…
- Kai, ¿no confías en nosotros? – preguntó Ruki fingiendo tristeza
- No es eso, es que yo—
- Definitivamente es eso – asintió Uruha bebiendo de su pequeña botella de Chandon
- Sin duda – agregó Aoi mirándolo seriamente
- Que terrible – comentó Reita ocultando su risa y negando con la cabeza
- ¡Basta ya!, yo confío en ustedes, pero no en sus bocas…
- Tienes que aceptar el paquete completo, Kai – dijo Reita mientras lo miraba burlón
- Prometan no decirle a nadie – los miró seriamente, con un poco de color en sus mejillas
- Lo prometemos – decretaron todos al mismo tiempo
- Keiyuu – dijo hundiéndose de vergüenza en el sillón ante la mirada perpleja del resto