Tal como lo había mencionado Kai la noche anterior, al día siguiente Aoi no recordaba nada de lo que había hecho. Pero Ruki no lo había olvidado y menos Reita, aunque Uruha les pidió que al menos disimularan, ya que el moreno no entendía el porqué de sus miradas de odio. Se reunieron para ensayar a la hora de siempre, pero no les resultó del todo fácil: la resaca de Aoi y el mal humor de Ruki parecían juntarse y potenciarse para que todo les saliera al revés. Kai decidió finalizarlo más rápido que nunca y propuso que esa noche cada uno fuera a su casa y durmiera bien toda la noche.
- ¿Me entendieron? – preguntó mirando a Reita y Aoi significativamente, estos dos tenían la tendencia de no dejar dormir tranquilo a nadie, mucho menos a sus respectivas parejas – No van a morirse por dormir cada uno en su casa una noche
- Kai tiene razón – agregó Uruha y Aoi lo miró de mala manera – lo siento Aoi pero es cierto, una buena noche de sueño es lo que los cinco necesitamos, no vas a morirte por no estar conmigo
Aoi terminó accediendo de mala manera y se Reita los llevó a cada uno a la casa, Kai lo obligó a dejar a Ruki primero, para asegurarse que no dormirían juntos.
- Sabes que de todos modos puedo tomar el auto en medio de la noche e ir a su departamento – comentó Reita cuando él y el baterista eran los únicos
- Lo sé, pero confío en que no lo harás, Ruki no está bien, no lo presiones
Reita suspiró y se encendió un cigarrillo, Kai lo imitó al rato y se quedaron tranquilos mientras el bajista se movía lentamente por las calles. Cuando hubiese llegado a su casa, Kai bajó tranquilamente y le dio la vuelta al auto para asomarse por la ventana del conductor.
- Hablo en serio, deja en paz a Ruki sólo por esta noche
El bajista asintió de manera pesada y arrancó en cuanto el otro hubiese entrado al edificio. Llegó a su casa cansado, pare él también había sido un mal ensayo, no podía concentrarse debido a la confusión por la actitud de Aoi la noche anterior. Se encendió un cigarrillo y se tiró en el sillón de la sala a mirar televisión, prestándole más atención a su teléfono celular que a la película, esperando que sonara mágicamente. Se quedó dormido frente al televisor encendido cuando el sonido chirriante de su celular lo despabiló de golpe, el identificador del número lo hizo sonreír.
- ¿Me extrañas amor? – preguntó dulcemente al atender
La voz cansada de Ruki hablaba del otro lado, en un tono casi de súplica, aún estaba confundido por lo de Aoi y necesitaba estar con él.
- Le prometí a Kai que no iría amor, ¿tanto así me necesitas? – comenzaba a preocuparse por la manera en la que hablaba el vocalista
- Entonces iré yo, te necesito mucho – gimoteó del otro lado, a punto de cortar la comunicación
- Espera, no, iré a buscarte y te traeré a casa, ¿está bien?
Reita cortó la comunicación y prácticamente corrió hasta afuera del edificio, evitando el ascensor y yendo por las escaleras para ir más rápido y subirse al auto a toda prisa. Arrancó como si fuera el último día de su vida y llegó en menos de quince minutos al edificio donde vivía su vocalista adorado. Ruki lo esperaba sentado en los escalones de la puerta, con la chaqueta subida hasta el cuello y tiritando de frío.
- Debiste esperarme adentro – le dijo Reita mientras lo ayudaba a levantarse
- No pude – lo abrazó con fuerza – tenías razón, siento lo mismo, te deseo ahora…
El vocalista se avergonzó levemente de sus palabras, pero el otro le sonrió de costado y le besó la cabeza, tomándolo de la mano y conduciéndolo suavemente al auto, besándolo con pasión una vez adentro.