Cuando Reita y Kai volvieron, Aoi y Ruki estaban sentados en el sillón, el vocalista tenía la cabeza extremadamente gacha y ni siquiera se movió al sentir a Reita acariciándolo.
- ¿Tienes sueño? – preguntó dulcemente y Ruki asintió sin mirarlo - ¿quieres venir a casa?
Para su sorpresa, Ruki negó con la cabeza, el bajista no dijo nada, sonrió de forma extremadamente amorosa y volvió a acariciarlo. Kai miró a Aoi confundido, se veía agitado y tenía la ropa mal acomodada, pero lo adjudicó a su estado de ebriedad.
- Vayamos todos a casa – sugirió esperando aprobación
- Sí, vamos – corroboró Reita mientras intentaba que Ruki fuera con él, pero éste se levantó sin decir nada y se fue caminando solo hasta el auto.
El baterista miró extremadamente confundido a Reita, este se encogió de hombros y negó con la cabeza mientras Aoi apagaba su cigarrillo para seguir al vocalista.
- Llévalo a él primero – dijo Kai en voz baja cuando todos subían al auto
Reita asintió y, muy a su pesar, dejó a Ruki en su casa, saludándolo con un leve beso en la cabeza ya que el vocalista no levantó la cabeza en todo el viaje. Después de haber dejado a Aoi, Kai se pasó para adelante para poder charlar más tranquilamente con el bajista.
- ¿Qué crees que le pase? – preguntó mirándolo
- Nada bueno de seguro – contestó algo molesto – seguro que pasó algo cuando nos fuimos, no debimos dejarlos solos
- No te atormentes, no creo que haya pasado nada grave… a decir verdad no lo sé, puede que sí, pero no ataques a Aoi si no estamos seguros aún – agregó mirándolo significativamente mientras el bajista estacionaba en la puerta de su edificio.
Kai se bajó sin decir más y se despidió con la mano desde la puerta. Al llegar a su casa Reita se tiró en el sillón, la cabeza le daba vueltas por el alcohol y por la actuación de Ruki, estaba realmente confundido. Comenzaba a quedarse dormido cuando escuchó el sonido de un teléfono; tomó instantáneamente el celular pero no era eso y el sonido seguía. Su vista se dirigió cansada al teléfono de la casa, corrió hacia él y atendió semi dormido, del otro lado no sentía nada más que una quejosa respiración y unos cuantos sollozos, más tarde habían colgado. Su primera reacción fue molestia, no tenía identificador de llamadas en el teléfono particular y no sabía quién podía ser, también le molestaba la idea de que pudiera ser una posible fan psicópata. Volvió a tirarse en el sillón bastante enfadado y se concentró en la película de acción que pasaban en esos momentos. El teléfono volvió a sonar, esta vez atendió de mala manera, pero los sollozos del otro lado en cierto modo lo hacían pensar más profundamente, lo hacían pensar lo peor.
- ¿Ruki? – llamó en un susurro y del otro lado sólo fue silencio hasta que la comunicación se cortó
Todo trabajo extremadamente rápido en su mente, sin dudarlo dos veces tomó sus llaves y bajó a una velocidad peligrosa por las escaleras, corriendo hasta su auto y derrapando en la entrada hasta llegar al edificio del vocalista. No esperó nada, sacó atropelladamente de su bolsillo la llave que Ruki le había dado hacía poco y abrió la puerta, lanzándose nuevamente por las escaleras, desesperado y jadeando. Llegó hasta el pasillo y corrió sin mirar hasta la puerta del departamento, se la sabía de memoria no hacía falta mirar el número, abrió nuevamente y entró gritando su nombre. Dentro todo era oscuridad y silencio, solo un constante sollozo proveniente de una habitación se escuchaba en el ambiente.