Llamó su nombre de nuevo, esta vez más suavemente, al entrar en la inmaculada habitación. Miró por sobre la cama y no lo encontró, sólo el espejo de la pared le mostró donde estaba. Se asomó a ese pequeño espacio entre la mesa de luz y la pared y pudo verlo, sumido en su propia desesperación con el teléfono celular en la mano, temblando y llorando, las manos negras de restregarse los ojos llenos de maquillaje y el cabello enmarañado por la desesperación interna que lo invadía.
- Sabía que algo te pasaba – susurró delicadamente mientras se ponía en cuclillas frente a él y le levantaba el rostro – ¿qué ocurre?
Reita hizo todo lo posible por no perder su tono apacible al ver la expresión de extremo desconsuelo y desesperanza que los ojos de Ruki le reflejaban. Este solo gimoteó y se lanzó a sus brazos, llorando en un silencio desconsolador. El bajista reiteró su pregunta una y otra vez hasta que la desesperación se apoderó también de él, tomó al vocalista por los hombros y lo sacudió, primero levemente, levantando la voz.
- ¡¿Qué demonios pasó?! – le preguntó casi gritando mientras lo sacudía como un muñeco
Ruki se limitó a seguir llorando interminablemente, Reita no sabía que más hacer, lo abrazó con mayor fuerza de la que podía, casi lastimándolo, mientras seguía preguntándole lo mismo una y otra vez. Pasado un tiempo, Reita fue hasta la cocina a servirle un vaso de agua a Ruki y a fumarse un cigarrillo, temblaba de los nervios y no había logrado sacarle una sola palabra al más pequeño. Cuando le dio el vaso de agua se quedó mirándolo, realmente agotado, el vocalista lo bebió entero casi de un trago y se quedó sujetándose la garganta con una mano mientras que dejaba la otra al alcance de Reita para que tomara el vaso.
- ¿Estás mejor? – preguntó acariciándole el rostro y Ruki asintió lentamente
Lo hizo sentarse en la cama mientras seguía acariciándolo dulcemente, adorándolo con cada roce – ¿ahora vas a decirme qué pasa?
‘No puedo’, fue lo que Ruki dijo, pero Reita no pudo oírlo, solo lo vio mover los labios en un vano esfuerzo por romper la barrera que se había formado alrededor de su garganta y su corazón. El bajista se quedó petrificado y lo tomó de los hombros, preguntándole de nuevo, más lentamente, el vocalista volvió a desesperarse, moviendo la boca, expresando exageradamente las palabras que de ella no salían, comenzando a llorar nuevamente.
Reita tomó su celular mientras se quedaba acariciándole la cabeza a un dormido Ruki, se alejó al sentir que el teléfono comenzaba a sonar del otro lado. Kai atendió entre apurado y preocupado, sabía porqué llamaba su amigo.
- ¿Qué ocurre? – preguntó casi alterado
- No tiene voz – respondió Reita hablando casi en un susurro
- ¿De qué hablas?
- Ruki, Ruki no tiene voz… – repitió a punto de desesperarse en llanto
- Voy para allá
- No, Kai, quédate donde estás, está dormido ahora, esperemos a mañana…
- Con un poco de suerte sea sólo por esta noche… pero ¿qué demonios puede haberle pasado para reaccionar de esa manera?
- Aoi – masculló el bajista apretando los dientes
- ¿Tú crees?
- Lo voy a matar – murmuraba lleno de ira
- No, Reita, cálmate, espera hasta mañana a ver si Ruki esta mejor, NO hagas nada
- Está bien – refunfuñó cortando la comunicación