Cuando Uruha subió a la camioneta sintió que los cabellos de la nuca se le erizaban al ver la mirada que Ruki le estaba dirigiendo. Sabían que en cuanto transcurriera el ensayo el mal humor se le iría enseguida, pero mientras tanto sería insoportable y les resaltaría cada error con lujo de detalles. Aoi le plantó el reloj en la cara y le sugirió que cambiara su humor ya que no tenía porqué enfadarse.
- No estamos retrasados, intenta calmarte – le sugirió Kai dulcemente
- No puedo calmarme, tengo sueño, estoy de mal humor, no voy a calmarme – respondió de mala manera mirando por la ventana
Reita se sintió terriblemente culpable por esas palabras y por el estado de su amigo, se arremangó un poco más la camisa que le quedaba terriblemente ajustada y jugó con fuego al acariciar las rastas de Ruki, este le corrió la cabeza de mala manera y lo ignoró el resto del viaje. Aoi seguía observando donde estuviera el moretón de Uruha, antes de que él lo llenara de maquillaje para ocultarlo prácticamente a la perfección. ¿Cómo demonios se lo había hecho? La última vez que le vio uno así fue cuando discutió con Ruki de una manera terrible, todos temieron que ese día Gazette terminara, pero el problema se solucionó prácticamente por sí mismo. Aoi se despabiló cuando vio que Uruha cruzaba las piernas y se dio cuenta que Ruki también lo estaba mirando, eso sólo lo hacía sospechar más.
Llegaron a destino a los pocos minutos y Kai fue el primero en salir, caminando rápidamente lejos de las cámaras hasta entrar en el estudio. Cuando el último, naturalmente Ruki, hubiese entrado, la puerta se cerró con un ruido sordo y los cinco fueron bienvenidos cordialmente. Estuvieron más de dos horas ensayando, perfeccionando hasta el último detalle para el recital, cuando se dieron cuenta ya no podían pensar claramente y estaban verdaderamente agotados. Ruki decidió que era momento de terminar y se tiraron en un sillón puesto especialmente para ellos, se quedaron un rato tomando un suspiro y más de uno encendiéndose un cigarrillo, cuando decidieron irse para sus respectivas casas. En el viaje de vuelta Reita les propuso salir, por el simple hecho de disfrutar la noche y relajarse un poco. Fue un sí inmediato de parte de todos y se encaminaron a alguno de esos bares poco exitosos y por lo tanto escasos de gente.
Aoi y Reita se sentaron a esperar que el resto trajeran algo para beber, no pensaban moverse del sillón que habían ocupado, ambos estaban demasiado cansados para levantarse. Reita le golpeó el hombro y lo miró con una sonrisa pícara.
- Nee, ¿qué andabas haciendo hoy en la mañana en el departamento de Uruha?
- Lo mismo pregunto, ¿qué hacías saliendo del de Ruki?
- No pasó nada – respondió ligeramente decepcionado
- Aquí igual – agregó Aoi, recordando lo vivido en la mañana – eto… ¿no sabes si Uruha se lastimó durante algún ensayo?
- ¿Qué? ¿tenía un moretón? – comentó tranquilamente
- Si, ¿cómo sabías?
- Se lo hizo Ruki – respondió simplemente y acalló las preguntas de Aoi ya que los otros se estaban acercando
Uruha se dejó caer al lado de Aoi y Ruki se sentó con Kai junto a Reita, repartieron las bebidas y brindaron por el ensayo satisfactorio de esa tarde, Aoi no pudo quitar sus ojos de Ruki y Uruha en toda la noche.