Reita se sujetaba la cabeza con ambas manos, negando una y otra vez, sentado contra la pared de una habitación terriblemente oscura, o tal vez él la había vuelto así.
- Metiste la pata Reita – comentó Uruha mientras pitaba de su cigarrillo, sentado a su lado
- No hace falta que me lo digas – gimoteó el bajista enfadado – no hice más que cometer errores desde que lo conocí, yo no lo entiendo…
- Ruki no es para ti, pensabas que estabas enamorado, pero todos tus errores eran solo para mostrarte lo equivocado que estabas – dijo pensativamente, sin mirarlo
- No hables así, yo sí lo amo – se enfadó Reita y lo miró
Uruha se encogió de hombros y siguió fumando tranquilamente, junto al bajista en esa oscura habitación, la única luz que les permitía ver quienes eran venía de la calle y se colaba por la ventana del departamento. El guitarrista apagó su cigarrillo contra el suelo y lanzó un suspiro.
- Y si no estaba enamorado, ¿entonces por qué? – preguntó dolido mientras leves lágrimas caían por sus ojos
- Eso no me lo preguntes a mí, como yo lo veo, Ruki fue solo un antojo disfrazado de amor…
- Te equivocas, yo sí lo amo…
- Me equivoco – se rindió Uruha – sólo intentaba hacerte sentir mejor, pero aquí el único equivocado eres tú, sabías que Ruki te dejaría y aún así lo hiciste…
- Es algo que no puedo controlar… – musitó Reita hundiendo el rostro entre sus manos
- Por eso te repito, Ruki no era para ti, él es terriblemente inestable, lo que necesita es a alguien asquerosamente amoroso que lo haga sentir seguro… alguien como Kai – dijo lanzando una risita
- No bromees – se enfadó Reita –…y si Ruki no es para mí… ¿dónde debo buscar?
Uruha se encogió de hombros nuevamente y le acarició la cabeza. El bajista se le quedó viendo, algo confundido aún, pero esbozó una pequeña sonrisa a pesar de las lágrimas y se acercó al rostro del otro, tomándole el mentón con una mano. El guitarrista sonrió y cerró los ojos, mientras los labios de ambos se posaban en un dulce beso.
Kai acariciaba sistemáticamente la cabeza de Ruki en su regazo, mientras Aoi se fumaba ya el quinto cigarrillo de ese día.
- Déjalo un rato, ¿no crees que es suficiente? – preguntó el baterista en voz baja
El guitarrista se encogió de hombros y lo apagó en el cenicero de la mesa ratona que estaba frente a él, lanzando un suspiro al volver a acomodarse en el pequeño sillón.
- ¿Qué vamos a hacer cuando despierte? – examinó mientras observaba la plácida expresión de Ruki
- No mucho, lo que él nos pida supongo… – comentó Kai esbozando una sonrisa
- ¿Cualquier cosa? – sonrió burlón
Kai se sonrojó considerablemente y lo miró enfadado. El guitarrista se disculpó riendo y volvió seria su mirada.
- Sea lo que sea, yo no me alejaré de su lado, aún quiero pagarle por todo el daño que le hice…
- Mmm… me parece bien, pero, ¿no crees que Uruha se pondrá celoso?
Aoi negó con la cabeza, esbozando una triste sonrisa.
- Parece que no soy quien de verdad le interesa a Uruha…
- No me digas que— – pero la confirmación del guitarrista no lo dejó continuar
- Terminamos ayer en la tarde… – lanzó un sonoro suspiro – parece que no somos las parejas perfectas después de todo… ni Uruha y yo… ni Reita y él…