Reita devoró rápidamente lo que Kai hubiese cocinado, sin detenerse para hablar o siquiera tomar agua, se veía realmente hambriento y, en cierta forma, Kai agradeció que se comiera todo sin objetar lo poco que le gustaba su comida. Ruki lo miraba divertido y le limpiaba la boca cuando lo creía necesario, su obsesión por la limpieza no le permitía dejar en paz los platos vacíos de Reita y pronto ya había limpiado todo. Se quedaron toda la tarde viendo las películas que el bajista sutilmente los obligó a ver, hasta que el cansancio de los otros cuatro lo detuvo y terminaron huyendo de su casa. Resignado, Reita se ofreció a llevarlos en su auto y dejó a Ruki para lo último.
- Pasaste tres veces por el frente de mi casa Reita – le dijo cansado mientras lo miraba conducir – ya es de noche y aún no me he dado una ducha, sabes cuánto odio no poder darme una ducha
- Te hubieses bañado en mi casa – le respondió juguetón mientras le acariciaba la nuca
- Estás retrasando el viaje, quiero volver a mi casa, ¿no lo entiendes? Sabuchan debe estar agonizando de hambre a estas alturas – agregó preocupado
- Seguro que está bien, tiene muchos sombreros de los cuales alimentarse
- No bromees – le reprochó golpeándole el hombro – apresúrate, quiero ir a casa
- Ya, ya, no te pongas así – sugirió Reita acelerando ligeramente y Ruki lo miró enfadado
- Pisa ese bendito acelerador o vas a tener un verdadero motivo para usar la venda en tu cara
- ¿Es eso una amenaza?
- Si
- Así me gusta – se rió mientras aceleraba hasta la casa de Ruki
Cuando hubiese frenado frente al edificio, Ruki se inclinó para abrir su puerta pero Reita se lo impidió tomándolo del brazo con fuerza. El vocalista se volteó furioso y estaba apunto de profesarle una grosería cuando el bajista le selló los labios con un beso violento y repentino. Ruki aflojó el forcejeo de su parte y se dejó atraer hasta Reita que lo envolvía con sus brazos lenta y sutilmente. Cuando se soltaron, al verle el rostro al vocalista, le dio la impresión que se había relajado demasiado en el abrazo y ahora estaba ligeramente mareado. Se sonrió y le acarició la cabeza, pasando luego por su rostro, Ruki tomó la mano y se quedó mirándolo con aire perdido, como una fan frente a su ídolo, Reita se rió de la situación.
- ¿Estás bien?
- ¿Qué acabas de hacer? – le preguntó Ruki lentamente, Reita se adelantó y comenzó a besarle el rostro, al ver que no había resistencia, siguió hasta el cuello
- Deja a Uruha, Ruki… yo te deseo… – le dijo mientras sentía la respiración entrecortada y nerviosa del otro entre su cabello
- Yo… no lo sé… ¡déjame solo! – lo alejó de un empujón
Reita no hizo nada, se quedó mirándolo dulcemente y le besó la mejilla, estirándose lo suficiente como para abrirle la puerta.
- Piénsalo, por favor Ruki…
El vocalista no respondió, simplemente se bajó rápidamente y fue casi corriendo hasta la entrada del edificio, perdiéndose tras el cristal de la puerta. Reita se quedó mirando hasta que lo vio subirse al ascensor y tardó en arrancar el auto nuevamente, esperando que Ruki cambiara de opinión y corriera a sus brazos; pero nada pasó. Sin embargo, hacía tiempo que lo conocía y sabía muy bien que había jugado bien al someterlo de esa manera, ahora lo tendría pensando en él día y noche hasta que finalmente tomara una decisión. Reita se sonrió complacido y se encaminó hasta su casa.