La reunión era en la tarde y habían decidido ir por separado para evitar la mayor cantidad de gente. Cuando Aoi llegó al restaurante y se sentó junto a Uruha después de saludar cortésmente a la entrevistadora, se sorprendió al no ver a Ruki entre ellos. Kai se encogió de hombros y le aseguró que no le había pasado nada malo, solo estaba un poco retrasado. Reita llegó un rato después y se sentó en un rincón con cara de aburrido, Aoi lo codeó y se le acercó al oído.
- ¿No sabes porqué se retrasó Ruki? – murmuró
- Es que anoche le moví la estantería – respondió riendo y Aoi hizo un gesto de desagrado
Ruki llegó, considerando su escrupulosa puntualidad, realmente tarde y se sentó confundido y de golpe junto a Kai. La entrevistadora no esperó más y comenzó su trabajo mientras un fotógrafo les sacaba una que otra foto espontánea mientras hablaban. Al terminar con la molestamente larga entrevista, y una vez libres de la entrevistadora gritona, los Gazette decidieron quedarse en el restaurante ya que realmente estaban muy cómodos y tenían pocas ganas de irse. Kai comenzó a hablar con Ruki, más que nada a cuestionarle su retraso, todos creían que era un acontecimiento único y merecía una explicación. El vocalista se libró rápidamente de los comentarios de todos y se hizo a un lado de la conversación, quedando prácticamente aislado, Uruha lo miraba confundido y Aoi les prestaba suma atención sin que se notara demasiado, siguiendo como si nada la conversación de Kai. Finalmente, Uruha se sentó junto a Ruki y rozó el brazo, el vocalista lo miró confundido y le sonrió vagamente.
- Nee, ¿qué te pasa? – le preguntó sutilmente mientras se encendía un cigarrillo
- ¿Tanto escándalo por haber llegado tarde? – argumentó casi molesto
- Primero, es sumamente extraño que alguien tan obsesivo como tú llegue tarde... – dijo estas palabras rápidamente y Ruki le dio vuelta la cara, molesto – pero no es por eso por lo cual te pregunto – agregó para tranquilizarlo
- Muchas cosas están pasando por mi cabeza ahora – musitó Ruki suspirando
- Por la de todos
- No me refiero a eso, Uruha, no sé si deberíamos continuar con esto…
- ¿Se te dio por hacerte el moralista de pronto? – se burló Uruha, pero lo miró seriamente – dime, ¿te pasó algo?
- Reita – contestó simplemente – pero no digas nada, quiero hablar con él antes
- Pero ¿qué fue lo que pasó? – preguntó asustado
- Nada, no te preocupes, te lo haré saber cuando esté seguro de la situación
Uruha se tranquilizó ante las palabras de Ruki y se quedaron charlando juntos. El ánimo del lugar había cambiado significativamente y de pronto todos reían cuando Reita los invitó a su casa nuevamente, había conseguido tres películas clásicas para deleitarse y deleitarlos por una noche entera. Negarse no les sirvió de nada, porque cuando menos se dieron cuenta, Reita los metió uno a uno en su auto y aceleró sin importarle si estaban bien sentados.
Los recuerdos de la noche anterior hacían que a Ruki le resultara terriblemente incómodo estar en el asiento del acompañante, y de alguna forma, Uruha presentía lo que había pasado y no se movía en todo el viaje de entre los dos asientos, asomando su cabeza y molestando a Reita. Aoi tiraba de sus ropas para volver a sentarlo atrás, parecía un niño queriendo llamarle la atención a alguna niña de la cual estaba enamorado, en cierto modo era así, pero Uruha parecía ignorarlo a toda costa. Cuando finalmente logró mantenerlo sentado el tiempo suficiente, Reita estacionaba bruscamente frente a su casa, torciendo la cabeza hacia ellos y sonriendo.