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Los Frutos del Acoso por Susan Hyotei RikkaiDai

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Japón

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|| Mansión Atobe||

Un Omega se encontraba supervisando la decoración de lo que sería su nuevo hogar, había llegado hace tres días al país junto a su Alfa y su cacharro. Tras vivir 5 años en Inglaterra les costó acostumbrarse nuevamente al cambio horario y según el Omega había mucho que remodelar para su reunión, la cual se llevaría acabo mañana en la tarde, por ello el rubio de anteojos había contratado a un reconocido decorador que se encargue de acondicionar la mansión la cual era más pequeña en comparación de la que poseían en Inglaterra pero era acogedora y donde su Alfa había vivido durante sus años de secundaria y preparatoria, así que tenía gran valor emocional, sin mencionar que aquella mansión tenía un espacio amplio, jardines decorados, habitaciones luminosas de estilo contemporáneo, acompañado por una decoración sobria y moderna.

-¿Cómo va la decoración?

Aquella voz consigue sacar de sus pensamientos al rubio de anteojos que no puede evitar esbozar una suave sonrisa al ver a su Alfa dirigirse hacia él.

-Todo listo para mañana, Keigo.-comenta señalando el salón de baile, el cual tenía una decoración amena y elegantemente.

El peligris no pudo evitar sonreír, sin duda su Omega tenía un gusto muy fino, por ello no dudaba en sus decisiones cada que quería cambiar algo del lugar, pero lo que sí lo sorprendió fue que los decoradores terminarán de remodelar la mansión en tan sólo tres días.

-Siempre consigues sorprender a Ore-sama, Ah~-camina hasta posicionarse junto a su Omega. Una vez a su lado, lo toma de la cintura para atraerlo a él y darle un tierno beso en los labios.


-Keigo- susurro dedicándole una tierna sonrisa mientras se aferraba al cuerpo de su Alfa en un abrazo.

Disfrutaba sentir su calor.

-Ore-sama se preocupó al no verte en la alcoba-dijo observando el gran salón- podías haberme avisado y te acompañaba.

-No era necesario

-¿Dónde está, Nate?-pregunta observando los alrededores pues no lo había encontrado esa mañana en su habitación.

-En el jardín- señala con una bella sonrisa el rubio mirando por la ventana, en ese momento ambos ven jugar en los toboganes del amplio jardín a su pequeño Alfa, Nate.


El pequeño cachorro tenía el cabello rubio cenizo y ligeramente ondeado, sus ojos eran rojizos, había heredado los gestos angelicales de Irie y la mirada altiva de Atobe, su tes era clara, pese a su corta edad vestía elegante, había heredado la carga genética del rubio, teniendo mucha de su personalidad por lo que aveces sobreactuaba pero el Omega disfrutaba eso pues se divertían mucho enloqueciendo a Atobe, otra cosa que heredó era el gusto hacia Shakespeare.

-Parece que se acostumbró al horario, ah~

-Bueno, tiene tu perseverancia-sentencia con una sonrisa coqueta el rubio.

Al ver al Alfa no pudo evitar recordar como se fijó en el arrogante rey de Hyotei.

...
............
..................

Todo comenzó en la sub 17, fue durante su primer partido contra el rey dónde se interesó por él. Al principio se burló del arrogante Alfa, quería jugar con sus aires de grandeza por ello había perdido los primeros sets apropósito.

Planeaba burlarse del Alfa.

Quería que se confiara para después sobrepasarlo abruptamente, llevándolo así al Time Break dónde el Alfa se lesionó el tobillo, pero no se rendía, su fuerza de voluntad y deseos de mantener la promesa hacia el capitán de Seigaku lo hizo seguir. Tras sentir los fuertes sentimientos del peligris durante aquel juego decidió fingir una lesión.

Pudo haberle ganado, pero...

El deseo de Atobe por ganar superaba al suyo.

Fue en ese momento que llamo su atención y más aún después de su encuentro en la terraza aquel día de lluvia, donde se acercaron por primera vez.

Y...

Donde sería su primer beso.

»»»»»»»»»»»»»

En la habitación de la pareja el peligris terminaba de confirmar con Taki la lista de invitados vía videocámara, según decía el castaño irían todos, incluyendo algunos miembros del ex Seigaku y Rikkaidai, especialmente Sanada y Tezuka que eran los que más comunicación mantenían con el Alfa aparte se Hyotei.

-Bien entonces los veré mañana, Kei-se despide animadamente el castaño-Quiero ver a Nate.

-Lo viste hace unos meses, Taki - arquea una ceja pues los que más lo frecuentaban en Inglaterra eran Taki y Kabaji, seguido por los amigos de su Omega, Tanegashima, Oni y Tokugawa.

-Los cachorritos crecen rápido, Kei-objeta el mago haciendo un puchero.- Por cierto, Jirou regresa hoy a Japón así que podrá asistir.

-Me alegro-dijo con una sincera sonrisa, en verdad quería verlos a todos, en especial al rubio pues de todos los integrantes sólo mantenía comunicación constante con Oshitari, Taki y Kabaji. 

Y...

El risueño rubio había sido muy importante para él.

[...]

Horas después Irie entra a la habitación, era de noche pero había terminado de acostar a su cachorrito, estaba cansado y mañana sería un largo día.

-¿No vas a dormir?- pregunta el rubio a su Alfa que yacía sentado en el escritorio observando su laptop con curiosidad mientras él se desvestia para ponerse el pijama.

-Iré en un momento-comenta el Alfa observando lo que parecía ser una cuenta de instagram.

Esto llamo la atención de su pareja pues Atobe no era de estar pendiente de las redes sociales, bueno...al menos no hasta esa hora. Al acercarse se percató que en efecto era una cuenta de instagram la que veía pero no el suyo, era de...

-Akutagawa Jirou...- comenta serio.

El rey asiente suavemente, se encontraba observando las fotografías de las vacaciones del rubio con su familia, en verdad había saturado su instagram con aquellos momentos, pero bueno Jirou siempre fue así, le gustaba "Crear Recuerdos".

-mañana vendrá.

-Genial...-comenta con falsa alegría el Omega mientras quedaba en boxers, no es que le desagradara Akutagawa pero no podía evitar mostrarse incómodo al sentir el profundo cariño de Atobe, y es que ser empático era un don y una maldición.

-Luce feliz ¿No?-comenta viendo su sonrisa en uno de los juegos al lado de un pequeño pelirrojo, aunque más se centraba en las risueñas facciones del rubio. Siempre le gustó su sonrisa-...me alegra.

Aquel tono tan cargado de cariño y ¿Nostalgia? encendió los celos de Irie que lo giró bruscamente para sellar sus labios en demandante beso. Esto tomó por sorpresa al peligris que al procesar lo ocurrido no tardó en corresponder, a medida que el tiempo pasaba el beso se iba intensificando hasta el punto que el arrogante rey introduce su lengua en la boca del rubio buscando dominarlo. Al separarse, el Alfa pude sentir el cuerpo de Irie sentado sobre sus caderas.

-Kanata...- decía entre jadeos, podía sentir el calor apoderándose de su cuerpo.

-I wanna be yours-sentenció quitándo las prendas del Alfa hasta terminar ambos complemente desnudos sobre la cama, donde el Omega se mostró a su merced moviéndose con sensualidad sobre el erecto miembro de su Alfa.

-Kanata~~- jadea el rey empezando a repartir besos y ligeras mordidas en su cuello donde estaba la marca de su unión.

Su lazo.

Irie sabía cómo excitarlo.

Atobe continuó hasta llegar a su pecho, deslizaba su mano por el plano abdomen de su amante hasta llegar a su erección.

-Te quiero dentro, Keigo- exigía entre jadeos, por lo que el peligris lo tomó de la cintura y lo posicionó encima de sus caderas.

-No te haré esperar- dicho esto lo tomo por los glúteos para sentarlo sobre su erección, pese a estar lubricado por su propio líquido, Atobe introdujo lentamente todo su miembro provocándole un fuerte gemido a su Omega.

Una vez dentro del rubio empezó a penetrarlo profundamente haciéndolo cabalgar sobre él. Kanata sólo apoyaba sus manos en los hombros de Atobe sintiendo cada vez más fuertes las estocadas.

¡Joder!

Realmente lo estaba disfrutando, le gustaba sentir suyo a su Alfa, sentirse amado por él, pero sobre todo...

No compartirlo.

Nada cambiaría eso. Por lo que con una mano lo toma suavemente del rostro.

-Te amo, Keigo~- jadeaba con un fuerte sonrojo en sus pómulos mientras el Alfa aumentaba la velocidad de sus embestidas.

Atobe lo aferró fuertemente a su cuerpo para embestirlo con desenfreno, haciendo gemir fuertemente al rubio que sentía un descontrolado placer al sentir formarse el nudo dentro de él, le dolía pero era placentero, Atobe estaba tan excitado por sus gemidos, estaba por acabar. Tras unos segundos pudo sentir un fuerte tirón en su miembro.

Había llegado al climax.

Se estaba corriendo dentro de su Omega, Irie podía sentir su interior ser invadido por la cálida esencia del Alfa que jadeaba en su oído, ambos estaban muy agitados pero seguían sin separarse.

-Lo disfrute - susurra entre cortado el rubio

Ante esto Atobe muestra una sonrisa coqueta, lentamente sale de su interior para echarse a su costado, estaba agitado, no entendía a que se debía aquel arrebato pero disfruto aquella intensa sesión con su Omega que en ese momento aprovechó para echarse sobre su pecho hasta quedarse profundamente dormido.

Al verlo Atobe no puede evitar llevar una de sus manos al contorno del rostro de Irie, sin duda sus facciones eran angelicales pese a que el rubio no lo era del todo.

Aún podía recordar como se fijó en él.

...
.........
..................

Fue un mal inicio, pero tenían gustos en común, aparte del tenis claro. Se podría decir que su gusto por Shakespeare los acercó pues pese a su aprensión terminó cediendo ante el teatral Omega cuando en una noche de lluvia este le robo un beso en aquella terraza

Todo era igual al día que se acercaron.

Así inició todo.

Con las insinuaciones y coquetería de Irie Kanata.

...
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.....................

Sin embargo...

Su primer amor en esa época era su titular, nunca entendió el abrupto cambio de Jirou.

Antes creía que era su destino.

 

No entendía cuándo todo cambio.

🎶Pasaron noches vacías con nostalgia y dolor
Los amores se enfrían por falta de corazón.🎶

Irie y Nate eran su vida ahora...Los amaba, pero constantemente se preguntaba ¿Cómo todo terminó de aquella forma?

Continuará...

 


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