Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Coma profundo por Fullbuster

[Reviews - 103]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cinco años después:


La soledad de la habitación es algo a lo que me he acostumbrado. Cinco años es demasiado tiempo. Me he resignado, creo que nunca voy a despertar y si lo hago, lo más seguro es que mi cuerpo y seguramente mi cerebro esté demasiado mal como para hacer vida normal. ¡No me atrevo a decirle esto a Naruto! Cinco años han sido demasiado como para darme cuenta de que le amo, que siento celos cuando sale por ahí con los amigos, que me entristece cuando se aleja de mí, pero tengo que dejarle marchar.


Cinco años viéndole dormir, queriendo arroparle cuando se destapaba sin poder hacerlo, deseando sentir el tacto de sus labios, de poder agarrar su mano, sentir la calidez de su cuerpo. Todo en Naruto es dolor, así lo siento. Cuando le miro me duele. Sé que jamás podremos estar juntos y eso es un dolor que va desgarrándome por dentro lentamente.


Miro mi cuerpo. He perdido musculatura y mi rostro está demacrado. Mi cabello ha crecido en estos cinco años pero nadie se atreve a cortarlo. Mi cuerpo sigue teniendo reacciones involuntarias, espasmos, ligeros movimientos en los dedos o párpados, casi como si quisiera despertar, pero no son más que eso... espasmos. Al menos he dejado de tener los ataques. Mi corazón parece recuperarse pese a que mi cuerpo se niega a despertar. ¡El cerebro debe estar frito! O eso es lo que pienso al verme ahí tirado en la camilla.


Al menos, Naruto ya está en la especialidad para neurocirujano. Mañana es su primer día y está ansioso. Él piensa que arreglará mi problema, pero yo soy escéptico. Cuanto más estudio, más cuenta me doy de que el coma no es algo de lo que se esté seguro. No sé cómo despertar y tampoco me he atrevido a decirle algo así a Naruto con lo ilusionado que está. Ha hecho un gran esfuerzo para llegar hasta donde está, aunque la medicina no es lo suyo. Sin embargo, es cierto que con los conocimientos básicos que él tiene y mis conocimientos más avanzados, es capaz de hacer grandes cosas. Tiene habilidad con las manos pese a que sea un mal estudiante.


Es muy posible que ahora mismo, Naruto esté en la panadería trabajando. En estos cinco años no ha abandonado su trabajo. Clases por la mañana, dormir por la tarde y trabajar por la noche. Debe estar agotado pese a que ha ido dejando el trabajo para los fines de semana. Sin embargo, en ellos, estudia o al menos... se mantiene despierto y aburrido pasando las páginas para que yo pueda estudiar.


Como estipulaba el contrato, ha ido a muy pocas fiestas y eso que su amigo Sasori le insistía en asistir a ellas. Tampoco he podido ser demasiado rígido en ello y por eso mismo, le he permitido asistir a alguna de ellas pese a que los celos me carcomieran. ¡No ha besado a nadie! Es raro en fiestas de ese estilo, pero no lo ha hecho. En lo que sí tuve que ceder... es en esa estúpida idea de que practicase kendo. Sin embargo, creo que fue una decisión acertada a la larga. Está tanto tiempo en casa, que cuando va a sus clases su sonrisa vuelve con más intensidad, se divierte y mueve los músculos. Tampoco quiero que se pase el día en casa encerrado pasando páginas para mí.


Miro la fotografía que Naruto dejó hace meses en la mesilla de la habitación del hospital. Está toda la familia y no sólo eso... también sale Deidara. Mi hermano inició con una simple cita deportiva, luego con algún café y finalmente... a salir juntos. Son tal para cual. Mis padres no parecen haber tenido gran dificultad para acogerle como a uno más. Siempre pensé que no se harían a la idea de tener un hijo homosexual y guardé el secreto de mi hermano, ahora me doy cuenta de que todo estaba en mi imaginación. Ellos lo han aceptado bien.


- ¿Sasuke? – escucho la voz de Naruto provenir desde la puerta -. ¿Qué haces aquí a estas horas?


- Sólo... miraba la fotografía – le confieso – todos están felices.


Una triste sonrisa es lo único que puedo sacar, porque aunque me siento feliz por todos ellos, también duele demasiado saber que yo nunca estaré ahí, me muero lentamente.


- Pronto sacaré una foto donde estemos todos juntos, ya lo verás.


- Naruto...


Quiero explicarle que no hay solución, quiero decirle que abandone esta idea, nadie puede sacarme de este coma.


- He estudiado mucho y por fin voy a ser neurocirujano, estudiaré el cerebro, sabré lo que te ocurre y...


- Naruto – vuelvo a llamarle intentando que detenga esa idea, no funciona tan simple.


- Todo tendrá sentido a partir de mañana, me ayudarán a entender cómo funciona el cerebro y...


- No puedo despertar, Naruto – decido confesarlo de un tirón, creyendo que será menos doloroso. Sin embargo, los labios de Naruto tiemblan.


- No... siempre hay solución, ya lo verás, voy a...


- No entienden el coma, Naruto. He ojeado libros de medicina para traerte hasta aquí, los médicos no han estudiado a fondo el cerebro, es todo un misterio. Nadie te dará una solución a esto y en el fondo lo sabes, lo hemos estudiado juntos. Puede que mi cuerpo despierte por sí solo algún día o puede... que jamás despierte. Lo que sí sabemos es que cuanto más tiempo paso en este estado, más me deterioro. Incluso como fantasma estoy empezando a sentir sus efectos.


- ¿De qué hablas?


- Ya no tengo la misma movilidad que antes, Naruto. Me cuesta a veces mantenerme, siento como si me estuviera perdiendo. Quizá tengo un límite para estar en ese plano astral, puede que el tiempo se me esté acabando. Y... duele mucho veros vivir. Creo que deberíais...


- No pienso tomar decisiones sobre ti, no te atrevas a pedirme algo así.


- Sabes que lo mejor sería desenchufar todo, Naruto, dejarme marchar. No creo que vaya a despertar.


- No puedo... - tiembla frente a mí – no me pidas algo así.


- Estaba en el contrato, ¿recuerdas?


- Sólo si te quedabas en estado vegetativo, no lo estás.


- Estoy en coma, llevo cinco años y...


- Hay casos donde gente ha despertado incluso tras veinte años, no puedo hacer algo así, sigues ahí, sigues siendo...


- Sigo siendo un fantasma en tu imaginación, Naruto – sonrío – no soy más que eso.


- Sigues siendo el chico del que me enamoré – confiesa casi a gritos, lo que hace que abra los ojos ante el asombro.


- ¿Qué...?


- Lo que oyes, me he enamorado de ti. Son cinco años viviendo contigo, te conozco mejor que incluso tú mismo, yo... no voy a hacer nada que pueda perjudicarte y no me lo pidas.


Las lágrimas recorren sus mejillas pero ni siquiera trata de impedirlas. Deja que corran y eso consigue que mis ojos también quieran llorar. No puedo creer que llegase a decir unas palabras así, él no puede... él no puede enamorarse de mí.


- ¡MALDITO IMBÉCIL! – le grito, lo que hace que ahora sea él el sorprendido - ¡TE ODIO! ¡TE DETESTO DEMASIADO! ¡NO SIENTO NADA POR TI! ¡DEBERÍAS LARGARTE CON ALGUIEN! ES TU MALDITA CULPA QUE YO ESTÉ EN ESTE ESTADO, SI TÚ NO HUBIERAS ESTADO AQUEL DÍA EN ESA TIENDA, SI NO TE HUBIERAS METIDO EN MEDIO DE LA PISTOLA Y ESE NIÑO, YO...


Me detengo al verle sonreír. Sus lágrimas siguen saliendo pero sonríe y en ese momento entiendo... que mis esfuerzos por alejarle de esos sentimientos y evitar que sufra, no van a dar resultado, él no cree ni una de mis palabras.


- ¡Mentiroso! – son sus únicas palabras – te quiero.


- ¡TE ODIO! – intento nuevamente alejarle casi a la desesperada.


- Te amo – me susurra, acercándose a mí y consiguiendo que me sonroje.


Sus labios están muy cerca de mí. Ha acortado la distancia conmigo a cada frase que decía, pero yo no me muevo, sé que no puede tocarme, no puede hacerme nada, así que simplemente, mantengo mi posición hasta que sus labios deberían tocar los míos. ¡No siento nada! Simplemente soy aire y él tampoco puede sentirme pese a que los hemos juntado. Finalmente, las lágrimas que he retenido empiezan a brotar de mis ojos. ¡Dolor! Es lo que siento por no poder tocarle, por no poder besarle, pero él no se aparta.


- Te amo – me repite.


- Esto no está bien. Yo no... no puedo tocarte, no deberías enamorarte de mí.


- Pero ya lo estoy. No puedo evitarlo. Quiero estar contigo, da igual si no puedo tocarte, da igual si no puedo besarte, estaré a tu lado igualmente.


- Eres idiota, tu lugar está con los vivos.


- Aún no has muerto – sonríe – cinco años, Sasuke... hemos estado juntos cinco años, no puedes pretender que no me enamorase.


- Soy antipático y nada sociable – intento disuadirle.


- Eres tierno con los que quieres y un gran hermano pequeño. Te preocupas por la gente.


- No es cierto, soy egoísta y...


- Y vuelves a mentirme. No te veo así, Sasuke. En cinco años me ha dado tiempo a conocerte, a ver cómo eras en realidad, a verte llorar por las noches, a verte preocuparte por tu hermano y tu familia, he visto tu lado bondadoso ayudándome a cumplir este sueño universitario, te he visto reír con la timidez de tu hermano y con mis locuras y... me he enamorado. No puedes evitarlo, por mucho que grites que me odias, ya no hay marcha atrás. Los engranajes están girando y lo hacen por ti.


Su mano se apoya sobre la mía en el suelo. No puedo sentirle pero sí veo el gesto y sé lo que intenta. Igual que cuando yo me "siento" sobre una encimera cuando en realidad... sólo floto sobre ella por aparentar ser humano aún, él intenta fingir que puede tocarme cuando no puede.


- Despertarás, yo confío en ti. Despertarás y volverás a mi lado.


- Idiota... - susurro – eres un idiota. Sólo tú podrías enamorarte de un fantasma.


- Cualquiera se enamoraría de ti si te conocieran, Sasuke. Además... aún puedo besarte – sonríe como un chico rebelde pese a que puedo ver aún el camino que han dejado sus lágrimas en sus mejillas.


Me quedo estático en mi rincón contra la pared, pero él se levanta y se dirige a la camilla. Intuyo lo que quiere hacer pero por algún motivo, dudo. Mi cuerpo tiene el oxígeno puesto en la nariz pero al menos, no está la mascarilla como el primer año. Naruto se acerca hasta mi cuerpo, inmóvil y con un ligero temblor en los párpados que él también sabe ahora, son impulsos nerviosos que no indican nada.


- Naruto... - le llamo al ver que agacha su cabeza hacia mis labios.


No me hace caso. El muy idiota sigue agachando la cabeza hasta que sus labios rozan los míos. ¡No ocurre nada! Me gustaría decir que siento algo, una corriente eléctrica pero no es cierto, es como si besase a una persona diferente sólo que con el mismo físico que tengo yo.


- Vaya... no has despertado.


Aquello me deja intrigado. ¿Creía que despertaría por un simple beso? ¿Qué clase de imbécil es? Mis lágrimas se han secado y ahora le miro con total indignación.


- ¿Pero en qué narices pensabas? – le pregunto con enfado.


- No sé... como en los cuentos, que despertases tras un beso.


- Esto no es un cuento para niños – me quejo – estoy en coma, Naruto, no me despierta un beso.


- Había que intentarlo – sonríe como todo un niño pequeño y hace que me calme al instante, sacando una ligera sonrisa que intento él no vea. ¡Es único para esas cosas! Pero me hace reír, me hace soñar... me hace amarle cada vez más.


- Quizá es que no lo he hecho bien – sugiere algo pensativo - ¿Debería meter la lengua?


- ¡IDIOTA! – le grito preso de un rubor sin igual en mi rostro, más rojo que un tomate al pensar en esa posibilidad y sé que el muy desgraciado es capaz de intentarlo – NARUTOOOOO – grito al ver que agacha la cabeza nuevamente, poniéndome en pie para intentar evitarlo pese a que sé que no podré conseguir nada.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).