18.- Cita de medianoche
-Se ve muy contento el día de hoy sheriff- comento el novato de la estación, Jordán, desde temprano había visto muy contento a su jefe e incluso tararear mientras realizaba sus labores.
-Hoy tengo una cita con mi chica especial- respondió el hombre con una radiante sonrisa.
Aun con la mala noticia de la enfermedad de su esposa, entre el tiempo de tratamiento, las visitas de la familia Addams y su trabajo, la pareja Stilinski aun guardaban algo de tiempo para ellos solos.
-Entonces espero que se la pasen genial-
-Así, será. Nos vemos luego caballeros- diciendo esto tomo su chaqueta y se despidió de sus demás colegas y amigos.
Era un poco agridulce verlo así de alegre para sus compañeros en la estación, admirable pero triste a la vez, pues no era secreto la condición de Claudia o que los tratamientos en el hospital no estuvieran dando resultado o frenando su enfermedad, si no supieran del diagnóstico no sospecharían de que la muy vivas esposa del sheriff estuviera mortalmente enferma, pero a pesar del humor negro muy marcado de la mujer sabían que no bromearía con ese tipo de cosas.
Su jefe y compañero se había mostrado fuerte y decidido esos días desde que se dio la fatal noticia que corrió por todo el pueblo, no descuidaba su trabajo o familia, y como el día de hoy planeaba salir con su mujer a una velada romántica. Podía ser el hombre más fuerte pero sabían que tarde o temprano la pérdida le afectaría, además de los familiares de su esposa ellos como colegas y amigos estarían para él y su hijo por cualquier cosa que se les ofreciera.
Un hombre enamorado era John Stilinski, lo fue desde el día que conoció a Claudia y lo era incluso el día de hoy, ella decía que era parte del encanto Addams, como de un secreto embrujo se tratara, y si lo fuera que alegría era haber sido víctima de este a lo largo de estos años.
Realmente antes de conocer a Claudia no se cruzó por la cabeza casarse y tener hijos, culpaba de esto a su infancia, la mayor parte de su juventud y adolescencia creció en un orfanato después de que sus padres biológicos lo abandonaran, eso hizo creer en gran parte de su vida que estaba roto y que no era suficiente para las demás personas, también lo llevo a no confiar en la gente, si tus propios padres te desechan como basura un desconocido lo haría más fácil. Tuvo amigos, colegas, pero nadie muy cercano, no dejaba que la gente se acercara tanto como para que doliera, y un día llego Claudia que como una fuerza imparable de la naturaleza se coló a su vida.
Estaba loca, desquiciada y era peligrosa, aun se le ponía la piel de gallina cuando la escuchaba reír o sonreía de esa manera que solo ella podía hacer, y si había un dios o el destino le agradecía cada día por haberla puesto en su vida. Amaba sus imperfecciones y ella las de él, le hizo creer en la gente de nuevo y le dio el regalo más hermoso de todos que era tener una familia.
Hablando de dicha familia tenía que recoger a su pequeño hijo para dejarlo en casa de los Addams, normalmente en sus noches de cita contrataba alguna niñera (alguien valiente que no le importaba cuidar al hijo del sheriff unas horas y quedarse en su misteriosa casa, o es lo que decían la gente del pueblo) o lo dejaban con Scott y Melissa, pero esta noche como la familia estaba en la ciudad mientras John y Claudia tenían su cita el pequeño Stilinski tendría una pequeña pijamada con su familia.
-¿En serio no quieres venir con mis primos esta noche Scott?, probablemente hacemos malvaviscos y salchichas en la hoguera-
-No, gracias Stiles. Diviértete mucho esta noche- se negó el niño de rasgos latinos, quería a su amigo, pero sus primos parecían ser un poco aterradores, especialmente Wednesday, tenía un tipo de mirada que sentía que le analizaba el alma y sus juegos parecían un poco extremos, trato de acompañarlos una tarde a jugar al ahorcado, se desmayó cuando vio que realmente colgarían a Pugsley o Pubert dependiendo que equipo perdía el juego.
-Está bien, tratare guardarte algunas de las cosas que hacemos en la hoguera-
-¿En serio?, ¡Gracias!, ese volcano flameado con chocolate del otro día estuvo fantástico-
-Lo sé, ya le pedí la receta a Large. Podría hacer uno pequeño para tu cumpleaños-
-Seria genial-
Ambos chicos esperaban frente a la escuela a sus respectivos transportes, Scott el autobús escolar y Stiles a su padre por el día de hoy.
Cuando la patrulla de policía estaba a la vista el pequeño Stilinski se despidió de su mejor amigo y fue corriendo a donde su padre lo esperaba.
-¡Hola papá!-
-Hola hijo, ¿Cómo te fue en tu día en la escuela?-
-¡Genial!, hoy tuvimos clase en el laboratorio, tal vez la próxima semana hagamos una disección, aunque será de una rana, pensé que lo haríamos de algo más grande-
-Bueno, creo que es tradición escolar abrir ranas en clase de biología, tal vez es más económico para que todos los alumnos puedan hacer disección-
-¿Crees que si le pido ayuda a Wednesday me enseñaría a diseccionar animales más grandes?-
-Probablemente, es buena estudiando cuerpos, creo que mencionó que le interesaba estudiar para ser patólogo forense-
-Sí, se mostró emocionada cuando le conté sobre la granja de cuerpos humanos, pero solo se permitía entrar a los expertos que los estudiaban, es probable que se inscriba en la carrera para echarle un vistazo a ese lugar-
-Es del tipo de chica que cuando se lo propone logra sus objetivos, no me extrañaría que llegara a ser directora de investigación en la granja de cuerpo humanos poco después que se gradué. Por cierto, ¿Tienes todo listo para pasarla bien esta noche?-
-¡Sí!, será una gran noche-
-Ya lo creo muchacho-
*+*+*
Hacer reparaciones en la casa era todo lo que podía hacer ahora que estaba castigado, había limpiado las canaletas del techo, reparado las tejas, incluso se encargó de la limpieza del sótano la semana pasada después de la última luna llena, estaba muy cansado.
Al menos hoy había logrado salir de la casa con la excusa de comprar más tejas y clavos en la ferretería de la ciudad, con suficiente tiempo para quizás ver a Kate, era vergonzoso haber tenido que explicarle que estuvo castigado y por eso no habían tenido oportunidad de verse más haya que un par de veces en la escuela en sus clases.
Últimamente la sentía algo distante y pensaba que quizás era por no haber tenido tiempo con ella debido a su castigo. Tal vez se estaba dando cuenta que salir con un adolescente era más molesto que placentero.
Saliendo de la ferretería listo para enviarle un mensaje a Kate no pudo evitar chocar con una figura imponente, aun con su fuerza de hombre lobo no pudo evitar caer en su propio trasero pues chocar con el otro cuerpo había sido como toparse contra una pared de ladrillos sólidos.
-Mmm disculpas- la grave voz de un hombre ligeramente familiar salió del poste humano delante de él, era Large, el mayordomo de la familia Addams.
-Oh querido, ¿te encuentras bien?- la figura más delgada y con vestimenta negra salió al lado del mayordomo, era Morticia Addams que cargaba con una pequeña bolsa de papel mientras Large, ahora que lo miraba bien, cargaba con varios leños en sus brazos.
-Señora Addams, si, bien, fue mi culpa por andar distraído. Disculpe señor Large- se disculpó pues era cierto que estaba muy distraído en el celular como para no haberse dado cuenta del hombre casi de dos metros o más al otro lado de la puerta de la ferretería.
Ahora tenía en el suelo la caja de tejas, lo bueno que no eran de cerámica, y una caja de clavos abierta con algo de su contenido en el suelo.
-Permíteme ayudarte un poco-
-No es necesario señora Addams, los recogeré rápidamente- el adolescente puso todos los clavos que pudo en la caja en el menor tiempo posible, seguramente ahora parecía un pequeño desastre nervioso.
-Aquí tienes algunos clavos y tu teléfono personal, se cayó cuando chocaste con Large- Morticia le extendió unos cuantos clavos en una mano y en la otra sostenía su celular, el cual estaba prendido y desbloqueado justo en el contacto de Kate donde no solo se podía ver su teléfono perfectamente sino también una foto de ella en una imagen comprometedora y provocadora en ropa interior.
Sintió su alma hasta el piso y sus orejas rojas, se levantó lo más rápido posible y de manera un poco tosca le arrebato tanto celular y clavos de las manos.
Morticia no pareció molesta o alterada, ni mostraba vergüenza ajena por descubrir la foto de una mujer semidesnuda en el celular, solo se mantuvo con esa pequeña sonrisa cordial mirándolo con esos ojos violetas, quizás analizándolo.
-Linda chica, ¿Es alguien especial?-
-Sí he no, yo digo sí, es mi novia- respondió no muy seguro de sí mismo.
-Ya veo-
Era una de las situaciones más incomodas en las que se pudo imaginar encontrar, al menos se consolaba el saber que la señora Addams no conocía a todo el pueblo o si quiera al personal docente de la preparatoria en que estudiaba.
-¿Me permites darte un consejo Derek?-
-Si…- no pudo negarse con esos ojos violetas mirándolo directamente.
-Muchas veces confundimos el amor con lujuria y pasión, puedes vivir satisfaciendo todos tus más bajos deseos carnales con el objeto de tu lujuria, pero no significara que ames a esa persona; pero puedes estar con una persona, satisfacer esa hambre insaciable que se provoca con solo evocar su nombre o simplemente estando en la misma habitación consumiendo hasta tu propia alma con su sola presencia- dijo cada palabra con esa suave voz casi hipnótica sin que en ningún momento esos ojos se apartaran de su vista -¿Qué es lo que provoca dentro de ti esa mujer?-
-Yo…-
Esa pregunta fue como un golpe haciendo temblar en lo que siempre creyó haberse sentido seguro.
Deseaba a Kate, su sola presencia hacia que la lujuria hirviera dentro de sus entrañas, pero faltaba algo, era emocionante encontrarse a escondidas de su familia y el resto del mundo, pero siempre era en moteles o lugares donde nadie podía molestarlos y aunque el sexo era fantástico poco a poco se estaba aburriendo de eso por increíble que sonara.
Le atraía, la deseaba, la amaba ¿verdad?
Kate era segura, atrevida, diferente a sus compañeras de clase, amigas o cualquier chica de su edad que hubiera conocido, además que tenía cierto brillo en su mirada que le erizaba la piel en ciertas ocasiones, pensaba que era deseo de ella, pero podría ser otra cosa.
Pensaba en presentársela a sus padres, en salir en citas de verdad, en tantas cosas aparte de un cuarto de motel o el asiento trasero de su auto.
Y ella pensaba lo mismo ¿verdad?
-Oh cielos, se está haciendo tarde y la hoguera no se terminara sin esta leña- dijo la matriarca Addams mirando el cielo aun azul por fin apartando la mirada de Derek sacándolo de sus pensamientos.
-Eh si, y yo tengo que regresar a casa a continuar con las reparaciones-
-Que tengas un buen día Derek-
-Igualmente señora-
Los ve alejarse pero no les pone atención, se queda parado en el mismo lugar por mucho tiempo, necesita pensar.
*+*+*
John llego a la casa en que los primos de su esposa se quedaban y procedió a bajar con su hijo.
-Hey Tully, ¿arreglando tu auto?- saludo al hijo de Itt quien estaba levantando el cofre del singular vehículo frente a la casa.
-Solo es un poco de cambio de aceite, esta belleza es resistente como una roca pero debe tener sus cuidados-
-Hola primo-
-Hola Stiles, ¿listo para pasarla genial?-
-Claro que si- salto animado el chico de ojos de wiski.
-Pasemos adentro de la casa, tía Claudia ya debería estar lista-
Los tres entraron por la puerta encontrando movimiento y ruido en el interior de la casa; Wednesday, Pugsley y Pubert cargaban cajas de madera para dirigirse al jardín trasero; Gomez estaba jugando vencidas en una mesa de la sala con su hermano Fester mientras el primo Itt los observaba quizás sirviendo de réferi; se escuchaba la risa Margaret y de What saliendo de alguna parte y a la abuela colgada del candelabro del techo.
-Siempre es muy animado aquí- comento Stiles viendo cómo se balanceaba la abuela Addams desde lo alto, parecía que se había quedado dormida.
-¿Acaso escuche a mi pequeño cuervo graznar?- la voz de Claudia se escuchó desde el segundo piso.
-¡Ya llegamos mamá!-
-¿Estas lista mi amor?- pregunto John mirando expectante al segundo piso de la casa.
-Más que lista amor- Claudia se paró al comienzo de las escaleras del segundo piso con un vestido un poco más elegante de los que usaba habitualmente, un negro con encaje sobre este como de telarañas fuera y un chal rojo oscuro, tan emocionada estaba que en vez de utilizar los escalones se sentó sobre el barandal y se deslizó sobre este hasta quedar frente a su esposo e hijo.
-Te vez preciosa- la mirada de John brillaba de admiración al ver a su esposa.
-Y tú tan elegante con tu traje de policía- comento con coquetería Claudia rozando con su dedo la placa de policía en el pecho de su esposo.
-Te vez genial mamá-
-Gracias mi pequeño cuervo, espero que te la pases tan bien como yo esta noche-
-¡Haaaa!- el fuerte grito y el sonido de madera romper hiso que pusieran atención a Fester y Gomez en la sala, el hombre calvo termino en el suelo con los resto de la mesa destruida.
-Creo que gane esta ronda hermano-
-Otra vez, esto no se acaba hasta que haya huesos rotos-
-Como tú digas, ¿Ya se van a su cita tortolos enamorados?-
-Así es Gomez, diviértanse esta noche-
-Tengan una velada romántica y pecaminosa querida prima-
-Claro que la tendremos-
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