Los días siguieron su curso, en aparente calma. Poco a poco mi gente ha ido conviviendo un poco más con Denis y su gente: Antonina, Paco y Marsien, quienes a su ritmo se han incorporado a Inmortals, gracias a ellos nuestra base va creciendo y la bestia… bueno, siempre amenazo que si no la alimentan habrá sacrificios… cof… Luna… cof…
Pero, ¿qué hay de Farma?, bueno… fue algo, digamos que cuando lo presente…
- Denis, Marsien, Paco y Antonina, bienvenidos a Inmortals
- Gracias
- Bien, ahora gente - todos me miraban atentos - demás de ellos, quiero presentarles a otro integrante nuevo él es…
- Yo me presento, mi nombre es Farmacéutico y Criz, si no te importa invite a alguien más, solo espero a que llegue
- Por mi está bien, bueno…
- Y continuando - volviendo a interrumpirme - digamos que fungiré como médico, así que si alguno se siente mal, siempre tengo un remedio que los hará sentir mejor - viendo a Luna y Ramar - a veces… - sonriendo algo nervioso
Ante ese gesto, no dudo que Luna deseaba lanzarle algo, Ramar solo se limitó a suspirar. Como Farma dijo, la herida de Melu sanaba rápidamente, lo cual era bueno para el clan en especial cuando nos enfrentábamos a otros clanes. No niego que cada clan se ha vuelto fuerte pero nosotros no nos quedamos atrás, gracias a eso, mi gente sale con heridas leves
Día a día he observado el trato que Farma tiene con los demás, con algunos se habla muy bien, otros parece estar al margen, pero con Luna y Serena parece tener un tipo de amistad, algo rara, pero veo que pasa más tiempo con ellas.
Yo por mi parte, no sé porque me dio por vigilarlo, en especial desde que escuche que alguien me dijo que podría ser un espía y que no fue expulsado de su clan anterior. Pero la verdad, yo lo dudo, al verlo con Serena y Luna, solo hablan de cosas sin sentido o hacen pequeñas bromas. Eso me da a entender, que la pequeña le perdono por haberla enfermado. Ramar solo mantiene su distancia con él.
- ¿Estás bien Criz? - me pregunto Miguel - no has tocado tu cerveza y siempre te la bebes de un trago
- Estoy bien
- Mentiroso - hablo Serg - nunca rechazas una buena y helada cerveza, anda, ya dinos que te pasa
- Ya dije que no es nada - tomando mi cerveza para luego escupirla - se calentó, que asco - en eso escuche una risa
- Es más que claro que pierde su buen sabor cuando deja de estar fría - apareció Farma con un tarro de cerveza - ¿les importa si me siento?
- Ya te sentaste - expreso Miguel - ¿Qué está flotando en tu cerveza?
- Hielo
- ¿De dónde lo sacaste? - pregunto Sergio
- Tierra Tundra - dándole un trago - Melu y yo fuimos a buscarlo después que la cure
- ¿Qué, que? - Miguel se exalto
- Es broma - riéndose - jamás expondría a alguien tan bella como tu esposa, Denis me acompaño, ese compañero es de gran ayuda
Yo solo negué y me puse de pie dispuesto a tirar mi cerveza e ir por una fría, pero Farma percibió mis intenciones
- Espera - sacando un pequeño saco - dame tu tarro
- ¿Para qué? - pregunte extrañado
- Solo préstamelo… descuida, no le pondré nada raro
No muy confiado, le arroje mi tarro deslizándolo sobre la mesa, Farma lo atrapo y comenzó a sacudir el saco del cual salieron dos cubos de hielo, eso nos sorprendió a Miguel, a Sergio y a mi
- ¿Cómo lo hiciste? - pregunto Serg
- Cabello de Dríada de Arboleda
- ¿Qué?
- Con un poco de su cabello puedes hacer muchas cosas, claro que conseguirlo no es fácil, ellas tienen que dártelo por su voluntad
- ¿Y cómo lo conseguiste?
- Cure a una que había sido gravemente herida y en agradecimiento, me dio un mechón de cabello. Me dijo que lo llevara con la Bruja Naga y lo hice, ella me tejió este saco el cual hace que las cosas como hielo o comida, aguanten por días sin podrirse o derretirse. Las Dríadas sí que son criaturas fascinantes
- Y yo que creí que decías puras tonteras - pensé en voz alta
- Gracias por el halago - sonriéndome - pero lo último lo dijo Luna, bueno, ahí tienes - devolviéndome el tarro
Atrape mi tarro y pude ver el hielo flotando dentro de mi bebida, por indicaciones de Farma, espere un poco, mientras los cuatro nos pusimos a platicar, cuando sentí un poco más fría mi bebida, le di un trago
- ¿Y bien? - me preguntaron mis compañeros
- Mejoro el sabor, ¿Qué es esto? - sacando uno de los cubitos de hielo - que…
- Ah, así que ahí se escondió - Farma tomo el cubito de hielo - buscaba matar esta cucaracha, supongo que se congelo cuando eche el hielo
- ¿QUÉ, QUÉ? - grite molesto
- Tranquilo, puede comerse
Apenas vi que se la metió a la boca, corrí a vomitar, mientras escuchaba la risa de Farma… y eso no fue todo, la lista de bromas siguió: cuando comíamos sopa, la mía estaba caliente de mas, he de mencionar que culpe a Serena por esto, pero cuando supe que no fue ella… ahora tendré que lavar los trastes por dos años. En otra, fui a buscar mi silla de montura, examine que estuviera intacta, pues el bromista corto las correas y me caí de mi Lopunny, en eso, vi una silla de montar así que corte un poco sus correas, la silla resulto ser de Valentina quien me dejo un ojo morado.
En otra ocasión vi como platicaba alegremente con Luna, no sé porque, pero no me gusto las confianzas que se tomaba, no solo con ella, también con Melu ya fuera ayudándoles a entrenar, darles abrazos o incluso chocarse las manos. Con Serena le enseñaba sobre algunas plantas medicinales que ella no conocía.
De hecho, me sorprendió lo rápido que las chicas aceptaron a Farma, salvo por algunas que casi no hablan con él. Como quisiera que se alejaran de él… un momento… ¿Qué rayos dije?, no, no… sacudo mi cabeza con fuerza tratando de pensar bien, además, no hacen nada malo, solo conversan y ya.
Voy a la biblioteca con la intención de buscar un buen libro y tratar de distraerme, entro y me asombro de lo enorme que es la habitación; un sinfín de enormes estantes llenos de libros, no sé cómo Ramar, Luna y Denis no se aburren de leer. Busco los libros que me han recomendado pero ninguno me llama la atención, cuando escucho que no estoy solo.
Me asomo y veo a Farma buscando un libro, toma uno, lo examina y lo devuelve al estante. Veo que hace eso mismo con otros diez libros, hasta que encuentra uno de tamaño mediano y gordito. Bajo mi mirada, no sé si acercarme, casi no hablo con él, cuando me animo alzo mi vista y veo que ya no está cuando
- Hola
Casi pego un brinco al techo de la biblioteca, respiro agitado al mismo tiempo que Farma se ríe
- ¡¿Qué te pasa?! - viendo cómo se quita unas lagrimitas
- Lo siento… no lo pude evitar - aun riéndose - no pensé que fueras tan asustadizo
- No lo soy, solo que me tomaste por sorpresa. Además, en este sitio no se puede hacer ruido
- Bueno, yo no fui el que grito
Que ganas tengo de tomar el libro más pesado y darle con él en la cabeza, solo bufe y quise alejarme de ahí pero sentí un agarre en mi antebrazo
- ¿Qué estas - al verlo que se acerca demasiado a mi
- Sshh…
Veo como su mano se coloca en mi cabeza y siento como sus dedos mueven mi cabello, no sé porque, eso no me está gustando pero no me puedo mover
- ¿Qué están haciendo? - apareció Denis
- Nada - tratando de no sonar nervioso
- Solo le quitaba la basurita que había en el cabello de Criz - respondió Farma
- ¿Y tú que haces Denis?
- Traje un libro nuevo, por si alguien quiere leerlo - mostrándomelo
- No entiendo lo que dice - dije mientras lo hojeaba
- Lo sé, está escrito en un idioma en clave. Pensé que a los demás les gustaría aceptar el reto de traducirlo
- Eso solo lo harían Miguel, Luna o Ramar, los demás no se
- Igual pueden entretenerse, bueno los dejo. Perdón si interrumpí
Apenas iba a reclamar, pero Denis se alejó a paso veloz, cuando sentí los dedos de Farma en mi cabello
- ¡Deja de hacer eso! - exprese molesto
- Luna tiene razón - acercándose más - te vez tierno enojado
No sé cómo paso, pero lo que recuerdo, es que agarre un libro que le estampe en la cara y salí corriendo. Corrí hasta llegar a mi habitación, me tumbe sobre la cama y ahí las palabras que me dijo se repetían en mi cabeza, mientras sentía que mi corazón latía con fuerza… decidido, Luna no se salva de esta