En ningún tiempo
En la mansión Wayne, un Dick muy animado abrazaba con fuerza a un pequeño.
— Oh supibird que adorable eres…
Conner sonríe con nervios al ver la cara de apuro de Jono.
— Lo siento… no puedo hacer nada…
Susurra, sabe que a pesar de que Dick al igual que el resto de los murciélagos no son meta humanos, tienen la capacidad de derrotar a un Kryptoniano o mínimo darle guerra, y siendo el ave azul el que más experiencia tiene del resto de los murciélagos, no quiere tentar a la suerte para quitarle el niño, el ave azul puede ser terrorífico cuando se enoja y como mamá gallina protegerá al menor de cualquier mal, en este caso está en su modo de darle todo el cariño y estirón de mejillas a un adorable mini Superman con rasgos de Jasón. Las chicas también lo ven de lejos, ni siquiera ellas se atreven a quitarle el centro de adoración al mayor de los Wayne, Damián es quien entre molesto y comprendiendo esa mirada de auxilio del menor es quien interviene.
— Grayson lo vas a sofocar con tanto abrazo…
Las chicas y Conner se sorprenden al ver que el mayor no le hace caso a su Robín preferido, Stephany es quien se burla bajito.
— Uy… no puede ser… ya no eres su preferido…
Cassie se cubre la boca para no sonreír al ver la cara de indignación del menor de los Wayne. El pequeño demonio más que enojarse, se cubre el rostro pues no puede evitar sentir pena por Jonathan, sabe lo que se siente ser el centro de adoración de Dick y lo mal que lo pasa uno cuando haces entristecer al mayor por no aceptar su cariño. Pero el más joven de los Robín sabe jugar con las mismas cartas de chantaje que utiliza el ave azul, aprendió de él. Con voz de niño inocente y la mirada de cachorro, se aproxima a ellos y le habla:
— ¿Ya no soy tu preferido? ¿Quieres más a Jono?
Grayson lo escucha, su corazón se estruja rápidamente lo toma de la mano sin soltar al otro niño, ahora los abraza a los dos con fuerza.
— No es cierto pequeño Batman… sabes que no tengo preferencia por ninguno… T_T
Las chicas solo se ríen, Stephany en tono burlón comenta:
— Aja… como no… y las vacas vuelan…
Jono sonríe por el rostro de fastidio de Damián, resignado solo se deja hacer por el mayor.
— Aprovéchalo pronto se marchara a una misión, tal vez no lo veamos durante meses…
Jono comprende y asiente, entiende lo que dice Damián, así que acepta esas muestras de afecto.
Conner por su parte se aproxima al ventanal de la biblioteca, algo raro ve entre las sombras del jardín, Tim se había ocupado en la cueva y estaba atento a lo que investigaba, al igual Kara se mantenía sentada tomando el té, atenta a todo sonido, pues Drake sabe de antemano que si están los primos Kent pueden escuchar su tono de voz bajo.
— Llámenme paranoico, pero nos están vigilando…
Susurra desde la cueva, observa el mensaje de alerta de Jasón y su ritmo cardiaco del sensor que Batman les implanto para saber en qué ubicación se encuentran, desde lo de Todd con el Joker, al sentirse impotente de no encontrar rastro de su Robín, desde la muerte del segundo, les implanto un rastreador a todos, utilizándolo solo en misiones.
— Batman…
Las cámaras de la mansión captan movimientos sospechosos, al igual Kara y Conner se habían aproximado a los ventanales de la mansión para vigilar con más cautela. Batman se comunica con Drake.
— La Corte se ha llevado a Jasón… Hirieron a Harper al igual a nuestro Superman
Red Robín toma el antifaz, escanea la mansión.
— Batman nos están rodeando
Bruce se preocupa, programa la nave para regresar a la mansión, pero está en un dilema ya ha dejado solo a Jasón varias veces, los chicos son más en cantidad, están con Kara y Conner, pueden protegerse, lo que le preocupa es lo que los dos Clark escucharon de ese Talón y lo que es peor es el mismo que asesino a todos los Wayne de esa tierra y al verdadero Superman.
— Bruce… no lo dejes solo… Jay nos necesita…
Alfred se encontraba a lado de Tim escaneando la zona, preparando todo para la invasión inminente del enemigo, con suma tranquilidad el mayordomo extrae de una caja de seguridad las armas que el señor de la casa le tiene especialmente para él. — Usted preocúpese por ayudar al joven Todd, nosotros nos haremos cargo.
Batman dirige a toda velocidad la nave hacia el lugar donde sospecha, en eso una luz verde que volaba a su lado llama su atención.
— No, ni se te ocurra decir que es un problema solo de los murciélagos… Oa ha mandado una alerta a esta zona en especial. Así que este problema es también de los Linternas y de la Liga de la Justicia, Diana ya va hacia la mansión para ayudar a los chicos.
Batman comienza a razonar todo lo que ha estado sucediendo.
— Esa Tierra de donde viene Clark… menciono que estaba destruida, pero no es así… esa Tierra se mantiene viva, si Constantine salió de ella y ayudo a traerlos, quiere decir que existe una grieta y que no ha sido cerrada.
Linterna Verde lo escucha y responde con preocupación.
— Eso es lo que querían decir los ancianos de Oa, ese Súper viene de un Universo obscuro… de una Tierra que no debería existir, pero que se mantiene a flote, es como…
Bruce susurra con algo más que preocupación y horror.
— No es que no deba de existir, necesita existir para equilibrar, como el Ying y el Yang, el multiverso obscuro y el nuestro… pero ¿Qué quieren de Jasón?
Los Kent habían escuchado todo, Stephany al igual que Cassie también habían notado la tensión que había en los primos de Clark, por su parte el mayor de los hijos Wayne sonríe susurrando algo a los menores.
— Estén alerta…
Damián se torna serio cuando ve que Dick aun lleva el traje de vigilante bajo sus ropas de civil, lo que significaba que venía de una misión. El mayor les susurra:
— B nos había encomendado checar los alrededores de Gotham, mientras que tu Damián te encargabas de Supibird.
Pero Damián estaba más centrado observando como a Jon se le iban los colores al ver las sombras de los árboles que se mostraban en el ventanal de la biblioteca de la mansión.
Sombras, alas, personas que saltaban de un lado a otro en las penumbras, rodeándolos; Jon se estrecha más al cuerpo de Damián que al sentir que tiembla mira en esa dirección.
— ¿Qué es lo que ves Jonathan?
Jon oculta el rostro en las ropas del último Robín.
— Son ellos… la Corte viene… Los Búhos… están aquí…
Los ventanales colapsan cuando toda una parvada de aves se estrella contra el vidrio, entran atacando con sus garras a todos.
— Están… aquí…
Los búhos habían rodeado la mansión Wayne, acorralándolos a todos mientras que pasaban el tiempo con el pequeño Kent, esa pequeña distracción de la emoción al conocer el hijo de un Jasón de otro mundo, el gusto no les duraría, la corte de la Tierra Omegaverse quiere al pequeño.
El líder de los Búhos salta de azotea en azotea, llevando al menor en uno de sus brazos, estrechándolo a su pelvis con el menor recato, Jasón forcejeaba enfurecido por ese atrevimiento tan descarado, cuando tomaron una distancia considerable, el segundo Robín comenzó a golpear con el puño cerrado el rostro de su enemigo, de entre los compartimientos de su cazadora y la del pantalón, extrajo todas las armas posibles para utilizarlas en el búho, ya sean armas blancas como cuchillas; o armas de fuego las cuales disparaba a quema ropa para librarse, pero el desgraciado no solo afianzaba sus garras en la fuerte cadera del menor, sino que esquivaba los ataques al mismo tiempo que lo desarmaba con una facilidad, ya sea que recibía uno que otro disparo o corte, al Talón no le preocupaba las heridas puesto que podía recuperarse con facilidad, lo que le subía la adrenalina entre otras cosas era como el muchacho parecía un animal salvaje, hermosamente exótico, que se resistía a ser una víctima, desesperadamente trataba de escapar de sus garras. Notaba como Red Hood odiaba sentirse indefenso, odiaba que lo llevara como doncella secuestrada, no era ninguna doncella o joven casto que por esa proposición se sonrojara y llorara por su destino, oh claro que no era nada de eso, no se espantaba por la idea de ser ultrajado, pues antes de que lo tocaran sin su consentimiento primero pelearía a diestra y siniestra, pero su coraje radica de que Roy fue lastimado por su culpa, el Superman tonto de esta tierra salió apaliado por su extraña actitud de querer protegerlo, y lo peor ahora todos querían reclamarlo por ese aroma extraño de girasoles, reclamarlo como si no tuviera voz ni voto, a él, Red Hood, el que lograba que los enemigos temblaran con solo verlo, a él que reparte balazos sin importar el orden.
— Quita tus manos de mi cuerpo…
Talón sonríe con burla, afianzándose y manoseando esas fuertes caderas hasta los muslos, sus garras se hunden en la tela del pantalón, Jasón siente las garras en su piel y la asquerosa sensación de ser tocado por alguien que no desea, se pregunta cómo cuando era un Robín al borde de la muerte:
— ¿Dónde putos demonios se encuentra Batman cuando lo necesitan?
Pero a quien engañaba, aprendió a la mala a estar solo, a enfrentar sus demonios, esa ciudad que miraba bajos sus pies mientras Talón lo llevaba como si volara pero en realidad estaba saltando de una forma sobre humana, planeando, llevando un peso que si bien no era liviano, llevándolo a la parte más distante de la ciudad que tanto odiaba y al mismo tiempo amaba, el aire golpeaba su rostro, mientras trataba por todos los medios mantener su integridad intacta, pero todo indicaba que sería lo contrario y las circunstancias lo llevarían a pasar de nuevo un mal trago.
— Que me sueltes hijo de mier…
Lincoln sonríe por la fuerza de ese joven, si, un Red Hood joven, en su plena primavera, sin marca, sin dueño, y ese aroma que surge de esa piel gritando que lo reclamen. Lincoln está consciente que ese muchacho no es un omega, no está preparado para un apareamiento, no como los que hacen en la tierra obscura donde existen las castas, donde los alfas pueden reclamar a su omega con o sin consentimiento, apareándose hasta dejarlo lleno.
— Red Hood, será mejor que te mentalices esto… serás mi puta de aquí en adelante…
Jasón al sentir esas garras clavarse más en su cadera, en un movimiento extremo lo golpea al mismo tiempo que con una patada se suelta, lo había llevado a la parte más desolada de Gotham, bodegas abandonadas de organizaciones criminales que él mismo había desmantelado yacen ahora con una grieta espacio tiempo abierta, al caer en tierra observa esa anomalía con horror dando unos pasos atrás para alejarse de eso. Talón aterriza tras de él, con su voz gruesa y en tono autoritario habla mientras lo toma de los hombros empujándolo hacia la grieta.
— No te resistas… eres la Venus de la perdición… la puta de todos… ya lo eras de un clon defectuoso, así que no habrá mucha diferencia si te tomamos entre varios…
Jasón se enfurece, con el codo lo golpea, voltea y lo patea, extrae otra de las armas de fuego que guarda en su cuerpo, disparando sin importar.
— No hables de Bizarro…
Dispara sin importar que se quedara sin municiones.
— ¿Dónde quedaron los modales? ¿Dónde está mi taza de café?
Lincoln trata de tomarlo del cuello, pero Red Hood estaba furioso no dejaba que se le acercara un centímetro más, los casquillos caían uno tras otro, las navajas se clavan en el cuerpo del enemigo.
— Mínimo invítame una cerveza si quieres algo de mí…
Las municiones iban agotándose, el ex Robín estaba decidido, lo que fuera a pasar no se lo dejaría tan fácil al desgraciado que lastimo a su amigo y a Súper.
— Oh vamos niño… no quiero desfigurar ese rostro… me lamente el cortar la cabeza de Red Hood… no tuve la oportunidad de follar…
Una ráfaga azul y negro se lleva al Talón estrellándolo con brutalidad en uno de los almacenes.
— ¡¡¡No te atrevas!!!
Gruñe Superman de traje negro, golpeándolo sucesivamente.