-Oh, dios, ese era el “Asqueroso Aldebarán”- musitó Mu una vez fuera de la casa y después de que Saga le dedicara una mueca extraña.
-No lucía asqueroso.
-Lo era cuando salía con él- replicó girándose para buscar la dichosa casa de Aioria.
-Tienes mala suerte con los hombres, esa es la verdad- Mu no le prestó atención ya que había encontrado a Aioria, quien salía de la casa de lado.
-Ahí está Aioria- señaló con una sonrisa- Vaya, se ve muy bien para estar divorciándose- susurraba Mu más para sí. Saga fruncía el ceño mirando hacia donde el pelilila encontrando a un hombre de piel bronceada y cabello castaño saliendo de la casa junto a ellos.
-Quizá por eso luce bien.
-Ok, yo puedo encargarme ahora- sonrió Mu empujando a Saga dándole a entender que se fuera.
-No me empujes- replicó el griego empujándolo de vuelta comenzando una pelea de manotazos.
-Vete.
-No me empujes- rezongó entre dientes pellizcándole el brazo.
-¡Vete!- gritó Mu golpeando levemente las costilas del peliazul llamando la atención de Aioria.
-¿Mu? ¿Mu Krýstallo? ¿Eres tú?- preguntó el sonriente castaño acercándose a ellos.
-¡Aioria! no puedo creerlo, qué gusto- sonrió Mu fingiendo sorpresa mientras Saga estaba por soltarse a reír.
-Es magnífico verte.
-Sí que lo es- asintió el peliazul haciéndose notar.
-Aioria, él es mi vecino Saga Diástasi, quien ya se tiene que ir.
-No, no tengo que irme.
-Es un placer, Aioria Kevavná- saludó el castaño estrechando la mano del peliazul.
-Lárgate, Saga- musitó entre dientes mientras el mayor continuaba sonriendo.
-Vaya, Mu, ¿Te veías así de bien cuando salíamos?
-No, tenía el cabello demasiado corto y estaba más escualido.
-Y ahora parece una chica- se burló Saga sin inmutarse en realidad a Aioria, quien seguía mirando a Mu sin escuchar al peliazul.
-Oye, están enseñando mi casa y tengo que irme por una hora o algo así, ¿Quieres beber algo?
-Sí, genial. Nos vemos Saga- se despidió el pelilila dejando a un sonriente griego que avecinaba el fracaso.
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-Quita a Aioria de la lista ¡Ahora!- gritó Mu llegando a su apartamento donde Saga lo esperaba.
-¿Qué sucedió?
-Estaba casado con mi ex jefe, es de quien se está divorciando. Es el ex esposo del imbécil de DeathMask- dijo cerrando los ojos con fuerza- Maldito idiota, jamás lo mencionó.
-¿Qué? bueno, sólo decía que estaba separándose, pero no sabía de quién.
-Lo entiendo. DeathMask es un idiota, pero no puedo salir con él después de haberme acostado con su esposo, es una increíble persona.
-¿Y qué sucedió?
-Salí huyendo, ni siquiera supe qué le dije. En cuanto escuché el nombre de DeathMask comencé a balbucear estupideces igual que un Muppet.
-Me gustan los Muppets.
-¿A quién más tenemos?- resopló Mu dejándose caer en su sofá. Saga sonrió y se acercó tendiéndole su mano levantándolo para llevarlo a la terraza, ahí podían pensar mejor.
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Pidieron pizza y subieron un par de cervezas. El lugar era asombroso, lleno de luces, un sofá y una vista excelente.
-Pensé que no podíamos subir aquí ¿No viste el memo?
-Yo envié ese memo- sonrió Saga mordiendo un pedazo de pizza haciendo que Mu negara sonriendo.
-Qué audaz.
-Subía demasiada gente y no podía hacer mi música.
-¿Qué clase de música?
-Ya lo dijiste, tengo mi guitarra, me gusta el rock- Mu se alzó de hombros. No era su preferida, pero no la odiaba, tomó otro pedazo de pizza y se sentó junto al peliazul.
-Una amiga de mi padre busca un músico para los diez años de su hijo.
-No, no soy el tipo que toca en esos eventos, no es lo mío.
-¿El tipo que gana dinero?- Saga chistó y negó.
-No hablemos más de eso, nos quedan diez más. ¿Camus Faure-Dumont? Preguntaste por él, ahora es médico, urólogo.
-Suena bien ¿Dónde está?
-Por lo que sé, reside en Francia.
-Está demasiado lejos ¿Quién más?
-Minos Yárna, el chico que dijiste que amaba las marionetas.
-No quiero salir con él ¿Dónde está Shaka?- la paciencia de Mu se terminaba. Quería ver a Shaka, saber que todo estaba bien entre ellos o mal y salir de la duda.
-Está en África, dirige la fundación filantrópica de su familia y construye una escuela ahí- los ojos de Mu se iluminaron en cuanto escuchó aquello.
Shaka era tan perfecto como siempre, se alzó un poco para ver lo que Saga tenía en sus manos viendo una foto de él. Era tan apuesto, con ese cabello rubio y largo, su piel blanca que combinaba perfecto con sus hermosos ojos azules. Era todo un sueño.
-¿Volverá algún día?
-Eventualmente, pero por ahora tenemos a Minos.
-Genial- soltó Mu con sarcasmo dándole un trago a su cerveza.
-Te agradará, estoy seguro.
-Y que lo digas- dijo alzando su cerveza- Por cierto, gracias por tu trabajo, de verdad lo aprecio- sonrió sinceramente mirando al griego a su lado, quien ladeo el rostro mirándolo con media sonrisa.
-¿Lo haces? Porque a veces no lo parece.
-¿En serio?- Mu se acercó hasta él para darle un abrazo. Algo que el mayor aprovechó para colocar su mano en su trasero -¿Qué haces?
-Sólo trato de terminar la velada con sexo- Mu se separó enseguida resoplando, pero no totalmente sorprendido.
-¿No puedes salir con alguien sin acostarte con él?
-Puedo, pero no es divertido.
-No estás en mi lista- sonrió Mu levantándose, no sin antes enviarle un beso soplándolo en su mano. El peliazul hizo ademán de tomarlo y colocarlo en su bolsa. -Descansa, y mantén a tu pene dentro de tu pantalón.
-¿Del tuyo?
-Adiós, Saga- sonrió bajando de la terraza dejando al griego con una enorme sonrisa.