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Besos de vainilla por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

 

 Dando mas vueltas, otra vez tenemos a Eder y Nate, disfruten el capítulo.

Ah, de nuevo estoy siendo un acosador. En el mismo lugar en el que me quedaba antes de atreverme a ir a la heladería.  Esto salió mal, no debí haberle hablado. ¿Cómo le vas a explicar a alguien que no eres gay, pero que le gustas? Suena tonto, y como una broma, Nate debe estar pensando que solo estoy jugando.  Ya ni sé si él es así o solo esta fingiendo ser lento para entender las indirectas. ¿Qué se supone que haga ahora? creo que ya me quedo más que claro que Nate no quiere nada más que ser mi amigo.

¡Y esa nunca fue mi intención!

Nunca quise que fuéramos amigos,  siempre fui por más, y fui tan idiota para pensar que podría lograrlo solo con unos días y mi apariencia. Siempre he tenido lo que quiero con mi apariencia, pero nunca había intentado nada con otro hombre, las chicas siempre caen. A veces solo era amable con los chicos también para obtener algo, pero no tanto como para que malinterpretaran lo que quería.   

Nate no me ha visto estos días, me da vergüenza ir ahora que le he dicho todo eso, no sé que me dirá, ni que decirle. ¿Lo siento? ¿Mejor ya no nos veamos? Claro que yo seguiría viniendo a verlo como ahora. Intentar ser amigos no funciono,  porque… arg, es mi culpa, se que Nate no hizo nada para hacerme pensar otra cosa, yo soy el que quiere ser más que amigos. Ah, ya se va. Espero unos momentos para ponerme a seguirle, siempre tratando de aparentar de que yo también voy por ese camino, y supongo que ese es el truco, no parecer desesperado por llamar la atención de nadie.  El clima es fresco, perfecto para da una vuelta en la calle. Nate camina, parece demasiado pensativo, al menos en el tiempo que le vi en la heladería.  Conozco bien la calle de Nate, por eso ya no entro ahí, sé que no parezco un vecino de por aquí, así que en lugar de dar vuelta, me quedo en la esquina viendo como Nate entra a su casa, y luego sigo caminando hasta dar la vuelta a la calle y regresar al parque para ir a la parada y luego a casa.

Voy llegando casi al mismo tiempo que Noah, que llega cuando estoy abriendo la puerta.

— ¿de dónde vienes? Ya debería estar la cena.

— Y también la ropa lavada y el suelo limpio, pero nadie se queja  por eso— ah, no tengo muchas ganas de discutir con Noah, es casi imposible ganarle, porque siempre sabe que decir, y porque hace la comida. Principalmente porque hace la comida— ¿Qué te pasa?

— ¿umm?

— nunca te quedas callado hasta que tocamos el tema de la comida.

— nada, solo no tengo ganas de discutir.

— aburrido. ¿No estuviste aquí en todo el día?— pregunta, y me doy cuenta de que no recogí los platos de la mesa, mis cosas están el mismo lugar que los deje anoche mientras hacia los bocetos publicitarios que me pidieron para la próxima semana.

—  claro que si, solo no pude recoger porque…

— porque no estuviste aquí, entiendo— me siento imbécil tratando de mentir, a él no le importa si vine o no— solo recoge las cosas, esto es un asco.

— sí, si— Noah se pierde en la cocina.  Pff, esto es deprimente. ¿Por qué no puedo conformarme solo con lo que Nate me ofrece? Todo sería más fácil. Ah… hablar con él era entretenido. Arg, debí conformarme con eso de momento. ¿Por qué mierda no espere y luego intentaba algo? joder, ya había esperado mucho, nada perdía esperando un poco más— oye,  Noah, mañana tampoco voy a estar por aquí.

— no me importa mientras recojas.

— ni qué fueras a traer a alguien, eres el mismo diablo en persona.

— Pero cocino como dios ¿no? deja de quejarte y recoge tus cosas, no es tan difícil— ah,  será un completo idiota, pero tiene razón. Además, es la única compañía que tengo.  Si yo no fuera como soy, posiblemente me hubiera mudado hace mucho tiempo ¿quién aguantaría a Noah? Es un engreído que goza del sufrimiento ajeno, y por eso nunca le cuento nada que le de material  para burlarse. Me pongo a recoger las cosas que deje, plumas, tinta, fotografías y hojas blancas a medio dibujar. Noah termina de cocinar casi al mismo tiempo que yo en guardas mis cosas, y no porque él cocine rápido.

— Wow, huele fantástico.

— siempre…— en la mesa ya están los dos platos servidos como siempre. Noah no arregla mucho la mesa, solo pone los platos, a mí me toca lavarlos, sacudir las cosas una vez por semana, el aseo de la casa nos lo turnamos un día y un día, aunque a veces a mí se olvida— oye, ¿qué te pasa?

— ¿Cómo?

— estas raro.

— tuve un mal día.

— bueno, no pude ser tan malo si sigues aquí.

—  no tienes idea.

— ¿te estuvieron acosando? Conozco a alguien a que no puede hacer nada porque alguien se la pasa siguiéndole todo el día— ¿¡QUE!? ¡¿Lo sabe!?— Wow, eso es asqueroso— dice, cuando me comienzo a ahogar con la comida y toso con escándalo para poder respirar.

— ¿de qué estás hablando?

— de alguien que conozco, esa persona no puede hacer nada porque le siguen todo el tiempo, incluso se mudo de casa— ah, no está hablando de mi—… por cierto, si llegas a ver a una chica de cabello oscuro parada frente aquí, o si alguien te pregunta por mí, no les digas nada.

— ¿Qué? ¿Tienes una admiradora? Pobre chica, le conviene mejor quedarse solterona que estar contigo.

— pero no le digas nada.

— no lo hare. Quizá le diga que sea mejor alejarse de ti.

—oye, esa es una excelente idea. Hazlo— Pff, que pobre chica. Aunque supongo que puedo entender un poco que ven en Noah, claro que si yo fuera una chica, no saldría jamás con alguien como él.  

La pequeña conversación con Noah me  ha puesto a pensar. No puedo seguir acosando a Nate de esta forma, se que no le hago mal, pero no está bien. Debo terminar con eso de una vez. Yo no me gano anda acosándole, y si él no quiere nada conmigo, no hay nada que hacer. Debo disculparme por las molestias, y luego será todo.

 

Arg, ¿Por qué es tan difícil? No logro salir de mi escondite. Tengo toda la tarde aquí, observando a Nate.  Como siempre, nadie me ve desde donde están. Solo… solo tengo que ir y decir “Lo siento” solo es eso… 

No puedo hacerlo. ¿Es mi imaginación o Nate esta distraído? Parece demasiado serio, casi siempre tiene una sonrisa y hace platica a las personas que van a comprar algo ahí, y no hay nada de eso hoy. Veo como su sobrino se despide y luego pasa por el camino que está cerca de mí. No me ve, pero podría preguntárselo a él….

 — oye, espera…— le alcanzo casi a la mitad del parque, ah, pero que rápido camina este chico.

— ah, eres tú.

— ¿tienes un momento?

— Si— se encoje de hombros— pero Nate sigue en la heladería, si quieres hablar con él ahora mismo debe estar solo— eso lo sé.

— no busco a Nate.

— umm ¿te hizo algo? Sé que Nate puede ser muy despistado y dice las cosas creyendo que está haciendo algo bueno. Si lo hizo, créeme, no lo hizo a propósito.

— eh, bien…— lo imaginaba,  es bueno saberlo— pero más bien quería saber si Nate esta… saliendo con alguien, o interesado en alguien— él me sonríe,  una de esas sonrisas un poco burlonas que pone la gente cuando le dicen algo que ya sabe, o que esperaba.

— no que yo sepa, Nate no sale con nadie desde que recuerdo, o si lo hizo, duro muy poco y no supe mucho.

— ya veo.

—pienso que deberías hablar con él, se que piensa que no pasa nada, pero Nate está preocupado por ti.

— ¿d—de verdad?

— eso creo, o al menos le hace falta hablar contigo,  se la pasa mirando la mesa donde se sentaban como si quisiera está ahí. Por eso pienso que deberías ir. Quién sabe, a lo mejor logres hacer que Nate cambie de opinión.

— ¿sobre qué?

— sobre salir con alguien. No eres la primera persona que lo intenta, aunque si el primer chico. Supongo que por eso puede ser más lento que de costumbre, pero quien sabe. Ah, se me hace tarde, nos vemos luego.

— ah, si… hasta luego—  ese chico sí que sabe cómo hablar, siento la cara caliente, cosa inexplicable porque no debería avergonzarme por lo que me dijo.  Tengo una minúscula posibilidad con Nate,  no es nada como había pensado.  ¿Es verdad? No estoy seguro de eso, o sea… Nate parece de la clase de personas que mantiene sus ideales, en pocas palabras, es un maldito terco.  Ah, creo que mañana podría esperar e ir, tengo que pensar primero que es lo que le voy a decir— ¿Nate?— ¡¿Qué está haciendo allí!? No había nadie aquí  y ahora… ¿nos escuchó? ¿Por qué no dice nada? solo me está viendo… me pone nervioso— hey… ¿Qué pasa?— siento la boca seca, ¿y si lo que dijo su sobrino no es más que su imaginación? Quizá está viendo cosas, con lo raro que es él, no dudaría que sea lo que quiere y no lo que pasa. Rayos. Tengo que disculparme, por lo de antes, y quizá confesar que le estuve acosando, supongo que eso terminara todo— ¿Nate?— ¿Qué…? por un momento pensé que me iba a golpear, pero que me abrase es un poco peor. ¿¡Que hago!?

— ¿ahora quieres salir con Liir?

— ¡¿Qué!?— los dos nos movemos al mismo tiempo, alejándonos. ¿De qué está hablando? ¿Por qué querría salir con su sobrino?

— ¡Lo lamento!  No es… eso no es lo que quería decir. Yo… ah, eso sonó mal. No estoy reclamando nada, solo era un comentario. Y disculpa también por el abrazo.

— ¿eso porque fue?— estoy perdido. Por un momento pensé que… yo creí que él estaba molesto por la plática que tuve, pero parece que no escucho nada.

— olvidemos eso ¿sí?

— Ok— quizá por el momento— Pero la respuesta es no. Solo lo estaba saludando, nos encontramos por casualidad. Además, tu sobrino está interesado en alguien más.

— ¿en serio?

— eh, sí— ¿en serio cree que ese chico viene aquí a diario solo para comer helados? Está bien que estén buenos, pero en serio… lo último que nota es si el helado esta bueno o no— espero no meterlo en problemas.

— para nada, si eso es verdad, Michelle ya debe estar enterada. ¿Qué haces por aquí, Eder?— buena pregunta.  No traigo nada para decir que vine de compras.

— solo estaba dando una vuelta— creo que es la única jodida cosa que puedo decir y que no suene a mentira— me moleste con mi compañero de piso, y necesitaba un poco de aire— Nate me cree, le veo asentir, pensativo— pero fue mi culpa, olvide hacer el aseo.

— umm, debe ser complicado vivir con alguien más.

— un poco, él es muy excéntrico, pero estoy acostumbrado a cosas peores— Nate ríe, y por fin siento que mi sangre vuelve a correr normalmente— debería irme.

— ah, espera. Es un poco tarde, deja de acompaño al menos hasta donde haya más personas. No queremos un incidente como el de aquella vez— ah, yo quiero perderme de aquí. ¡No puedo decirle que no!  El parque no se me hace tan grande ahora, creo que llegamos demasiado rápido hasta donde comienza a pasar la gente— bien, aquí estamos.

— eh… Nate…

— ¿Qué pasa?

— yo… iré mañana a la heladería. Si no te molesta, y si quieres volver a hablar conmigo— uf, al menos no tartamudee, y espero haberme escuchado tan confiado como quiero estar.

— claro que me gustaría hablar contigo otra vez, eres un buen amigo— no, no soy un buen amigo, eso es lo que cree porque es lo único que ha conocido de mi.

—entonces… iré mañana a la heladería.

— Estaré esperando— me dice, con una sonrisa. Parece más tranquilo que hace un rato, y claro que quiero preguntar más, pero no es el momento. Mañana… dejare las preguntas para mañana— ¿te irás caminando?

— Sí, no creo que pase nada— sonrió. No soy tan débil como parezco, aunque tenga una cara bonita. Me muerdo la lengua para no decirle que me dé su número y así podría llamarle o mandarle un mensaje cuando llegue a casa.

— bien, entonces, nos vemos mañana.

— eh, si…— ah, que decepción.  Me doy la vuelta, y comienzo a caminar. Cuando doy la vuelta, veo a Nate aun de pie donde estábamos hablando. Ah, que mal. 

Cuando regreso de las clases al día siguiente, la casa huele a pan horneado y chocolate.  Noah está en la cocina, como siempre. Noah parece realmente alguien que sabe lo que hace,  de no ser por esa sonrisa malvada que tiene.

—estúpido Noah, ¿en qué estás pensando? Tienes esa sonrisa psicópata que pones cuando quieres conquistar el mundo— le digo, a modo de saludo. Hay varios recipientes en la cocina, y todos huelen increíble.  Me inclino a uno que huele mucho mejor que los demás, un liquido espeso.

— no quiero conquistar el mundo. Eso está caliente, inútil.

— ¿Qué es?

— eso es caramelo, si lo tocas dejaras el dedo ahí— menos mal que no tengo la costumbre de probar lo que hace antes de que me diga que está listo. Lo que huele mejor de aquí sin duda son los tazones que está sacando del horno, ya tiene varios sobre la mesa. Todos se ven deliciosos, también saben delicioso. Hoy me veré con Nate, y si quiero hacer las paces con él…  umm con unos de estos podríamos hacer una muy buena charla. Además, sé que a Nate le preocupa lo que hará con la heladería en invierno, no es un negocio muy rentable en esa época del año,  pero si se cambia un poco el tema del negocio…

— ¿me puedo llevar algunos de estos? Se los quiero dar a alguien…

—  todavía no están listos.

— ah, pero son tan ricos. Estoy seguro de que esto le va a gustar… oye, Noah, ¿podrías enseñarle a alguien a hacer estas cosas?

— estas cosas se llaman soufflé. Ahora, sal de mi cocina o no te daré nada— arg, pero no tiene que ser tan idiota, no todo el mundo estudia pastelería o lo que sea que él diga que estudia, ¿entonces, puede o no? si no supiera que sus amenazas son reales, le diría algo más, por ahora es mejor esperar a que  termine. Ah, aún falta mucho para ir con Nate. No tengo nada que hacer, como sabía que iba a estar acosando a Nate, hice todos los jodidos trabajos que tenía— oye, inútil, contesta por mí.

— En serio, no soy tu empleado— me quejo mientras voy a la cocina, casi corriendo. Noah está sacando una charola del horno, y no hay mucho espacio para ponerla  y contestar— Uh, Noah, no me habías dicho que tenías novia— me burlo al ver que en la pantalla dice “Cenicienta” vaya, ¿al final si salió con esa chica?

— ¿novia?

— te llama cenicienta.

—  Dame…— muy tarde. Sonrió mientras contesto, todo por molestar a Noah.

— ¿Si?...

—… no eres Noah…

—ah…— Es un chico. ¿Por qué le está llamando…? no, más bien, ¿Por qué dice cenicienta?— él está ocupado…

¿puede atender? Necesito hablar con él— suena nervioso, y habla en con voz baja, como si alguien más pudiera oír lo que dice.

— No…— Noah me quita el teléfono. Bah, como sea. La mesa está llena de pastelitos, o suflés, o como sea. Si Nate quisiera, podría vender estos en la heladería, que podría convertirse en una cafetería durante el invierno.  Claro que eso sería solo si Nate quiere. 

— Oye, Noah, espera ¿te vas a ir?— regreso a la tierra cuando le oigo decir que irá a no sé dónde—  ¿Y estos? Tengo que llevarme algunos.

— aun no están listos. Tu novia tendrá que esperar.

— ¿Quién es cenicienta? Esa no era una mujer— ¿se va por eso? ¿Qué demonios va  a pasar con estos? No pueden desperdiciarse así, ni siquiera los cubrió o algo. ¡¿Qué demonios pasa con Noah?!

— nos vemos al rato.

— ¡Noah!— ¿y el caramelo? No sabré mucho, pero sé que esto se quedara pegado. Se largó, en serio se fue y dejo todo. Debe ser algo demasiado importante si hace que deje lo que más le gusta así, ¿Cuántas jodidas veces le he intentado sacar de la cocina por algo? es imposible sacarle de aquí hasta termine.  Estúpido Noah ¿y cómo le  hare ahora? Estos son un buen tema de conversación si  las cosas salen asquerosamente mal.  Dos, cuatro, ocho… doce… veinte… veintidós. No echara de menos dos, ¿cierto? No dijo que eran para algo importante, y no me prohíbo tocarlos. Sera una pena dejarlos así.

 

— Nate está en la parte de atrás, haciendo inventario— me dice la chica del cabello de colores.

— Bien, esperare aquí— me voy a sentar en una de las mesas, en la más cercana ahora, porque las demás están ocupadas. Hay mucha gente hoy. Nate regresa como cinco minutos después, pero solo me hace un saludo con la mano.  Solo están él y la chica, y hay una fila larga para comprar helados.  Ya es un poco tarde cuando la fila por fin se va. No me levanto a comprar algo, mejor termino los diseños.

— ¿Qué traes ahí?

— ah, solo son unos diseños… estaba pensando en tu problema.

— ¿Mi problema?— suena receloso. Ah, ¡no! debe estar pensando en esa otra cosa.

— me refiero a qué hacer con la heladería en invierno.

— oh, ¿puedo verlo?— amontono todo y lo cubro. Nate me mira, arqueando una ceja.

— primero prueba esto— saco los suflés de Noah. Nate se sienta y toma uno— no los hice yo, mi amigo los dejo a medio terminar, y quizá por eso tampoco lucen tan bien— solo pude  ponerle un poco de caramelo encima antes de que se pusiera duro.

— ¿Qué son?

— suflés  o soufflés  no sé. No se ven tan bien como él los haría, pero estoy seguro de que están tan buenos como siempre— Le veo comer uno, con demasiada  lentitud, y sin poner ninguna expresión.

— esta delicioso.

— ¡¿verdad?!  Él es muy bueno con esto. Ahora, mira— le paso los dibujos que hice— Nate los mira con el mismo gesto serio que tenia al comer— p-pensé que sería una buena idea, pero solo es una sugerencia, si no quieres hacerlo…

— ¿tú hiciste esto?

— si… ¡Pero es tu negocio, si no quieres hacerle nada, está bien! solo fue una idea que se me ocurrió.

—  Estos dibujos son increíbles. Así que… ¿piensas que sería una buena idea convertir la heladería en cafetería?

— bueno, sí…—  Nate se levanta, sin responder. No es una idea tonta, me repito. Si no le gusta esta bien, es su negocio y yo solo estoy siendo entrometido con eso también. Nate regresa con dos helados, como siempre.

— le tengo mucho cariño a este lugar.

— lo sé. No te preocupes, no me molesta que no quieras.

— Los diseños que hiciste me gustan— me dice, poniendo un dedo sobre el dibujo de unas mesas con manteles en una calle, una especie de bistró— pero aquí no queda más espacio para poner más cosas.

— ah, tienes razón. Se tendría que mover todos los congeladores.

— tendría que conseguir una bodega— ah, ya veo el problema. Los costos por contratar una bodega son muy altos. No podría poner una cafetería sin quitar eso, y usar estos refrigeradores para los pasteles y eso no sirve. Umm…  y los helados son tan buenos. 

— ¿es un  nuevo sabor? No había probado aquí el helado de galleta.

— Sí, es nuevo— Nate se la pasa mirando mis dibujos con gesto serio.  Ah, no puedo decirle sobre lo demás así. Me pongo a terminar la supuesta mejora que le haría a este lugar hasta que ya no puedo ver bien por la oscuridad.

—  creo que debería irme pronto— aunque tendré una buena con Noah por haber tomado dos de estos sin pedírselos. Recojo las cosas que Nate no está viendo.

— Eder, espera… esto…

—  Solo es una idea— me siento cansado de repetirlo, joder— no tienes que hacerlo.

— pero es que la idea me gusta mucho. Es increíble, y estos diseños son hermosos, y nada complicados— me dice, poniéndolos delante de mí, incuso se inclina para señalar lo que le gusta con los dedos— estos colores son increíbles, y la combinación…

— ¿te gusta?

— por supuesto. Ah, es tan bonito. No hay espacio aquí, y me duele que esto jamás se haga realidad.

— ¿de verdad?

— ¡Sí! pero no se… ¡Ah!... podría buscar otro lugar, aquí es muy rentable, pero debe hacer cientos de lugares con muchas personas.

— ¿de-de verdad?

— sí, también investigar  los costos de lo que se necesitaría… mesas, vitrinas… muchos más ingredientes. Sería una inversión pesada, también hay que trasladar esto a otro lado.

— Podrías tenerlo ahí… si el local es grande…— me levanto, tomando uno de los dibujos de un local colorido pero sin nombre— podrías hacer una división, poner las cosas de la heladería por aquí— hago una flecha para señalar el lugar— y la cafetería por acá.

— oh, esa idea me gusta más, no quiero deshacerme de la heladería por completo.

— Y podrías reducir las cosas de la heladería en invierno, y de la cafetería en verano— nos sonreímos sobre la mesa, los dos inclinados sobre mis dibujos. Estamos exaltados, yo estoy emocionado de que le guste mi idea, de que quiera usarla, él debe estar feliz por tener una opción tan buena.

— Eder, eres increíble— me dice. Estamos tan cerca, tan emocionados, sus palabras suenan ridículamente dulces en mis oídos, que me inclino más y le beso.  Solo siento el sabor del helado de crema y galleta en su boca.

Notas finales:

Gracias por leer,  la proxima semana vuelven Blair y Liir, hasta la proxima. 


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