Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Besos de vainilla por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 48]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

 

El regreso de Noah y harvey. Espero que disfruten el capítulo de hoy. 

La cocina es un caos. Pero siempre lo es, ya estoy acostumbrado a escuchar los gritos de los chefs en las otras estaciones.  También por eso es que trabajo a solas, es más fácil concentrarme en lo que yo estoy haciendo en lugar de preocuparme por lo que están haciendo los demás y en si  las cosas van a salir al mismo tiempo. Es mucho más tranquilo trabajar solo, aunque tenga que trabajar más.  Hoy no es una demostración ni evento de caridad, no es más que una de las numerosas fiestas sociales que hacen las personas que tienen dinero. Que aburrido.


— llegas tarde, cenicienta.


— lo siento, olvide que tenía que hacer otra cosa. ¿Todavía no…?


— apenas van a servir la entrada, creo— miro en dirección a la parte más ocupada de la cocina ene se momento— pero hoy solo serviremos algo sencillo. Ya casi lo tengo listo.


— ¿ah, sí? Eh, ¿Noah? Allá afuera hay mesas. ¿No tengo que ir a pasearme entre las personas ofreciéndoles los postres?— ah, ya se dio cuenta. Él es muy observador, pero idiota como para hacer algo. Es muy divertido ver como se bloquea cuando se estresa.


— hoy no. ¿Puedes pasarme esas cucharas?


— ¿Quieres que vaya a servirles a la mesa?— suena alarmado. Sonrió, metiendo los últimos postres al congelador que tengo disponible.


— luces bien, cenicienta.


— ¡No me preocupa eso!


— No lo decía por eso— ah, extrañaba molestarlo. No nos hemos visto fuera de mis trabajos últimamente. No sé qué paso con la chica que le sigue, porque ahora Harvey encontró a alguien que le puede llevar en auto desde donde trabaja hasta… la verdad no sé, solo sé que le dejan huir de esa chica.


— ¿Y qué pasa si tiro eso encima de alguien?


— seria genial, y me harías reír mucho. Si quieres, puedo ayudarte a practicar— le miro con malicia. Él me ve, no me entiende del todo.


— ¿A practicar?


— Puedes comenzar a disculparte una y otra vez— me mira, entrecerrando los ojos al entender de qué ayuda estaba hablando— adelante, puedes comenzar, te escucho.


— eso no es gracioso. Estoy hablado en serio.


— calma, Blancanieves, no serás el único sirviendo— le toco la frente con el dedo— piensa, tu solo, sirviéndole a todos ellos, tardarías mucho. Algunos meseros van a ayudar— suspira, parece relajado— ¿Puedes hacerlo?


— sí, creo que sí. ¿Por qué me llamaste si había alguien más que iba a servir?— buena pregunta. No estoy seguro de porque lo hice.  Solo quería molestarlo más, y no pensé mucho en dejarle fuera de esto. De todos lo que han trabajado conmigo en esto, me ha gustado más estar con él, y con Eder, pero con Eder no es tan divertido.


— Porque se me olvido— respondo simplemente. No solo viene a servir, a veces me ayuda con tareas sencillas, que no me molesta que haga porque no me estorba, y no es tan torpe con esto, al menos no ha arruinado nada y eso ya es una buena señal— ¿Cómo te ha ido con la bruja? Ya no he podido ir a recogerte.


— lo sé, pero no importa. Es decir, aun me están llevando, así no tengo que salir corriendo, y ya me he acostumbrado a verla fuera de ahí, como no ha encontrado mi casa, puedo decir que todo está bien. Pero…  ¿no crees que sospechara?


— ¿Cómo?


— Eh… bueno, seguimos saliendo, supuestamente— se apresura a añadir— y ella ya no nos ha visto  juntos, ¿no va a pensar que terminamos? ¿O que la estuve engañando?


— ya veo… el viernes término las clases, iré por ti—  él no dice nada, y mientras espero a que traigan los platos vacíos de la comida, comienzo a poner las cucharas en mis postres. No sé si Harvey aún está procesando lo que le dije, pero finalmente se pone a mi lado y comienza a poner cucharas también— ten cuidado con el glaseado.


— Sí— casi estamos terminando cuando vemos que entran los primeros platos. Apenas y nos miramos y comenzamos a poner todo en las charolas. Oh, de nuevo esta nervioso. Los otros chicos que van a ayudarme llegan por las charolas, y Harvey también toma la suya.


— espera… pon el plato por el lado izquierdo de los invitados, retíralo por la derecha.


— ponerlo por la izquierda, retirarlo por la derecha. Lo tengo— le dejo irse. Sé que no va equivocarse. Ah, pero esto ya se está poniendo aburrido. No hay muchos invitados, y con todos ayudándose en el servicio, no hay más comida que servir. Pasan como diez minutos antes de que Harvey regrese— no me dijiste que tenía que volver.


— pero si eso es obvio. Vamos, relájate, no van a terminar pronto— le señalo una silla frente a mí, y extiendo un plato con uno de los postres que serví— ¿Qué me vas a decir de ese?— Él me mira, sé que esta receloso por lo que hice con el postre cuando fue a mi casa. Aún sigo indignado porque no había comido nada de lo que le había dado, ¿Cuántas cosas le di? Y para que no comiera nada. Lo que es más gracioso de eso, es que en lugar de molestarse por la forma en que le di, le hago sentir mal por no haber comido nada hasta que yo le obligue ¿no es una persona genial?


—  ¿Qué es?


— Es una tarta de frutos rojos— mira su pieza en el plato, un buen rato a decir verdad. Luego me mira a mí, con las cejas fruncidas.


— ¿Cómo puedes hacer algo tan bonito y tener un alma retorcida?—  es tan gracioso, no me aguanto la risa, lo que es mejor, no le respondo. Tomo la cuchara y me llevo un trozo a la boca. Harvey me imita. El postre no es para tanto, o sea, sé que esta bueno, pero no es nada excepcional, cualquier persona que estudie repostería puede hacerlo—  ¿sabes que es peor? Que esto sabe bien.


— claro que sabe bien.


— ¿alguna vez has pensado en ser amable en realidad y no fingir que lo eres?


— suena a que soy una persona malvada. No me considero malvado, ¿solo porque me gusta burlarme de los demás? ¿O porque te molesto a ti?


— un poco de ambas. ¿Cómo vas con las clases?


— bien, gracias a estos trabajos tengo buenas notas. Estoy pensando en hacer mis propios postres, inventar.  Pero…— le miro fijamente— Al parecer soy tan malvado que no puedo hacer algo tan dulce— Harvey se pone colorado. Finjo ignorarle, pero estoy a punto de ponerme a reír. Esa idea se me ha ocurrido hace poco, y no he inventado nada todavía, así que no hay mucho que decir de eso. 


— oye, no es mi culpa decirte la verdad.


— me ofendes.


— No pareces para nada ofendido— hago un gesto con la cuchara— ah, no tiene caso.


— como sea… ¿y qué has hecho sin mi presencia?— el me mira sonriendo y poniendo los ojos en blanco, pero no me reclama por eso.


— estamos por terminar una investigación, pero estar llenando todos los formularios es cansado, y eso que también avanzamos con los reportes, o al menos yo lo hacía, así que no tengo tanto trabajo como los demás.


— que suerte.


— solo es lo que hago.


— Por cierto, creo que tienes trabajo— le señalo a los meseros, que ya se ha levantado y se dirigen a la entrada. Harvey se levanta casi corriendo. Yo sigo comiendo, esperando a que todo termine.  Aun tengo que recoger mis cosas.  Esta vez, Harvey tarda más en regresar, y cuando lo hace, no viene directo a mí, camina muy despacio hasta el fregadero.


— no vuelvas a pedirme que haga algo como esto, es muy difícil, siento que terminare pagando todo lo que rompa.


— Así será si lo rompes— le sonrió. Él solo me mira de mala manera y se sienta a terminar el pedazo de tarta que dejo.


— eh… ya me voy… nos vemos luego.


— Si, si—  lo único malo de trabajar solo es que también tengo que recoger todo yo solo.  No, al final no lo vale.


 


El viernes en lugar de ir directo a casa como siempre, tomo el camino hacia donde se que estará Harvey.  Siempre hay muchas personas entrado y saliendo, y no creo que todas trabajen aquí. Creo que Harvey menciono alguna vez que seguido tienen voluntarios para  experimentos por aquí, no sé si me quiso insinuar que viniera también.  


Lo primero que noto cuando llego, es que esa chica está ahí, sentada en la jardinera más cercana a la entrada del edificio.  ¿Está esperando a Harvey? Sonrió cuando voltea a verme, creo que al inicio no me reconoce, pero cuando lo hace, casi puedo leer lo que piensa. Es obvio que había pensado que no me vería más por aquí. Le sonrió a ella, burlándome. Creo que es momento de tener una charla con ella…


— Noah ¿Qué estás haciendo?


— cenicienta, déjame enfrentarme a la madrastra malvada— Harvey me ha sujetado del brazo, no estaba en el edificio, porque llego de la calle. Me giro, sonriéndole. Él me mira, negando. Como la primera vez que nos vimos, él se encarga de alejarme de la chica.


— de ninguna manera.  Qué bueno que vienes, iba a llamarte cuando recordé que dijiste que ibas a venir. Mi amigo no puede llevarme hoy— me explica, aunque no le pedí que me dijera nada, no me importa si le llevan o no, yo solo quería hablar con la chica. Ah, pues qué más da, yo no la conozco, y si me acerco, bien podría ponerse a gritar o llorar, o las dos cosas, y yo quedaría como el imbécil que está molestando a una chica. Tsk, mala idea. No puedo acercarme a ella, bien, dejare que ella venga a mí— ahora, ¿Cómo nos vamos a deshacer de ella?


— ah, me encanta esa pregunta. Escucha, primero necesitamos un auto.


— ¿un auto?


— si,  en el centro comercial venden palas, quizá ocupemos tu chaqueta también, y unas sogas. Hacemos que nos siga hasta un callejón oscuro, luego yo le golpeo y tú la subes al auto…


— ¡Noah!


— ¡ah! lo siento, ¿quieres golpearla tú?


— ese no es el problema ¿Cómo puedes pensar en secuestrar a alguien como si fuera cualquier cosa?


— Yo no estaba pensando en secuestrar…— me dirige una mirada escandalizada— ya, solo estoy bromeando. No arriesgaría mi libertad por alguien como ella, en cualquier caso, vayamos a comer. Y a un lugar bien visible.


— ¿visible?


— sí, porque será mejor si ella…


— ¡Harvey!— por un momento creo que es esa chica, pero cuando nos giramos, veo que es otra chica, y dos chicos mas.  Harvey me suelta de la mano apenas escucha que lo llaman. ¿De verdad cree que no nos vieron? Ya ni se ha dado cuenta de que caminar tomados de la mano se ha vuelto algo normal.


— ah, hola…— y comienzan una aburrida conversación. Suspiro, no una vez, mirando a todos lados, no es agradable estar en medio de la calle cargando sus cosas. No soy tan amable, y de no ser por esta farsa le lanzaría las cosas a la cara para que las cargue él. Que aburrido… Harvey parece haberse olvidado de mí. Me muevo, la chica que llegó me mira. 


— Y ¿Quién es tu amigo?— pregunta un rato después. Sonrió, por fin algo de diversión. Harvey me mira, aun parece alegre.  Mi momento ha llegado. Extiendo la mano y le pego a mí, no pretendo parecer amigos.


 — ¿Eh?—  él me mira, confundido y aprovecho para besarle, un beso rápido en los labios.


— Un placer conocerles, soy Noah, y no soy amigo de Harvey. Soy su novio— ah, como saboreo estas palabras. Creo que si las palabras tuvieran sabor, estas serian dulces, como caramelo.  Harvey me dirige una mirada de pánico, pánico  puro. Ah, y no solo eso. La chica que le acosa, también tiene una cara digna de retratar.


— oh… no sabía que…  no nos habías dicho que salías con alguien.


— eh…


— A Harvey le avergüenza que los demás sepan que está saliendo con un chico— les sonrió— pero acordamos que intentaríamos cambiar eso ¿no?— le clavo los dedos en las costillas, eso parece hacerle reaccionar, porque sonríe, aunque es una sonrisa muy forzada.


— si… b-bueno, nos tenemos que ir… íbamos a… nos vemos luego— me despido con un gesto de la mano— ¿¡Porque les dijiste eso!? Dios, ahora todos van a saber que estoy saliendo contigo.


—bah, no es para tanto. Además, ¿no es lo mejor?  Parece más creíble, si los demás también piensan que salimos, ella lo creerá más.


— Estas inventando eso— casi me gruñe. Es como un perrito molesto. Incluso camina más rápido que yo. Dejo que nos lleve a donde quiera, al menos en un inicio, porque yo ya sé en dónde vamos a comer.  Cuando él quiere seguir derecho, yo le doy un jalón para que demos  vuelta— No puedo creerlo. ¿Por qué tenías que decirles?


— vamos, cariño. ¿Por qué niegas lo nuestro?— le señalo el restaurant, un local con un gran ventanal en la parte delantera, como no hay nadie, nos llevó hasta una mesa para dos junto a una parte del ventanal. Pido por los dos, porque Harvey sigue murmurando cosas y ya me da pereza intentar entenderle— oye, Blancanieves, mira a tu izquierda, despacio— la chica se quedó de pie, en la calle de enfrente.


 — ¿Por qué nos sentamos aquí?


— Para que nos vea, así que… ¿Por qué no fingimos que nos queremos mucho y me tomas de la mano otra vez?— le digo, sonriendo y extiendo mi mano sobre la mesa. No duda cuando me sigue el juego, pero me clava las uñas.


—  estas disfrutando mucho de esto ¿no?


— para que digo que no. ¿De verdad te preocupa que piensen tus amigos? Para ser alguien que estudia el comportamiento social no pareces muy hábil socialmente.


— que estudie el comportamiento no quiere decir que no esté fuera de las normas.  Y me importa, pero no porque este con un chico, sino porque tendré que inventar muchas cosas para explicar porque estamos saliendo, no les voy a decir que es una farsa. Son muchas mentiras.


— con que era eso. Bueno, si te consuela un poco, esta mentira no afecta a nadie, te estás librando de un problema.


— ¿estás intentando hacerme sentir mejor?


— claro, con esa cara que pones ahora, cualquiera diría que la estas pasando mal conmigo, y aunque sea de mentira, no  dejare que crean que soy novio terrible— él me mira, indignado unos momentos, luego le cuesta no sonreír, hasta que empieza a reír. Sonrió.  La comida tarda más de lo que pensé, y eso que no hay mucha gente por acá. Me paso la comida burlándome de lo que les va a decir a sus amigos, inventado situaciones ridículas y explicaciones mucho menos creíbles. Dejo de hacerlo cuando en lugar de molestarle, me doy cuenta de que le estoy haciendo reír.


— ¿sabes qué? Mejor déjame eso a mí, incluso les diré que me dejaste por tu compañero de piso, cuando termine todo eso con Susan.


— ¿Con Eder?— casi escupo la comida, hago una mueca de asco— de entre todas las malditas personas que hay en esta ciudad, ¿tenía que ser Eder?


— Admite que es creíble, tu amigo es atractivo, y vives con él— es un pensamiento tan escalofriante, que ni siquiera puedo pensarlo seriamente. Si saliera con un chico, no sería con alguien que llame más la atención que yo, y Eder es de los que llaman demasiado la atención.  Vuelvo a negar con la cabeza y luego hago una seña para que traigan la cuenta.


— me has quitado las ganas de comer.


— pero si todavía no pido el postre.


— Pff, para postres mejor te preparo yo uno— le digo, dejando algunos billetes y más propina de la que me gustaría dejar. Él se va quejando que aun quiere algo dulce, y no le detengo cuando entra a una  tienda pequeña. Mientras espero, me quedo mirando a la chica que nos sigue. No parece para nada dispuesta a dejar esto. ¿No cree todavía? Para la mayoría de las personas basta con ver que caminamos de la mano o nos besamos, vamos, incluso con los amigos de Harvey funciono. Umm sin duda sigue creyendo que puede tener algo con Harvey. Por favor, esa chica necesita un duro golpe de realidad en su pequeña cabeza.


Para su fortuna, soy muy bueno con la realidad.


— Oye, Noah,  ten, por haber pagado la comida— ¿Qué se supone que es eso?— es granizado de mango— es raro que elija algo helado, no está haciendo mucho calor. Aunque tampoco tengo muchas ganas de comer otra cosa— ¿Y bien?


— ¿Qué?


— ¿Cómo nos vamos a librar de Susan?


— ya te lo había dicho.


— Esto es serio— suspiro. Él ya no se pone tan nervioso cuando ella nos sigue, quizá porque sabe que yo le  voy a sacar de  esto. Necesito hacer algo que le deje claro a la chica… aunque me divierto molestando a Harvey, esto se está volviendo cansado. Ah…


—  Por aquí— le digo, dando vuelta.  Caminamos delante de esa chica, puedo sentir a Harvey tenso, su mano me aprieta mucho los dedos— vas a romperme la mano, idiota.


— ¿A dónde vamos?


— Es una sorpresa— le suelto la mano porque los granizados se están derritiendo. Casi no puedo dejar de sonreír, ni de voltear a ver si ella todavía nos sigue.  ¿Por qué no se había ocurrido antes? Harvey sigue nervioso, creo que pasar frente a ella le afecto más de lo que pensé, tampoco es para tanto, pero me ayuda porque no se da cuenta a donde estamos yendo. Le tomo del codo para cruzar la calle, él también está mirando más de la cuenta hacia atrás— espérame aquí.


— ¿eh?


— Tira estos  a la basura— le digo, mientras entro al edificio: Un hotel. Y no cualquier hotel. Harvey ni se ha dado cuenta de que estamos en la zona roja de la ciudad. Este no es el único hotel que hay por aquí, pero es de los que tiene mejor aspecto. Había pasado algunas veces por estos lugares, cuando hago las cenas en las zonas cercanas, pero nunca había entrado. Harvey está mirando al suelo cuando llego, casi me podría reír porque parece justamente lo que quiero: Que venimos especialmente aquí y no fue solo una idea de improvisto— ya está.


— ¿Qué?— sonrió, pasándole el brazo por los hombros y dirigiéndome a dentro, no sin antes mirar con burla a la chica, que está de pie en la esquina, ella si se dio cuenta de donde estamos— oye, espera ¿estamos…? ¿Por qué estamos en un hotel?


— vaya, hasta que te das cuenta. Te cuento en la habitación— subimos las escaleras. Él sigue medio perdido, hasta que no estamos delante de la habitación que renté.


— la…— mira fijamente el numero, y luego su cara se pone roja, tan rápido que no me extrañaría que comenzara a salirle humo por las orejas— ¿Por qué me trajiste aquí? ¡Van a pensar que nosotros…!


— Shh— le empujo dentro y luego cierro la puerta— ese es el punto, tonto.


— no entiendo.


— ¿Qué crees que ella va a pensar?— le digo, sentándome en la cama. Al menos, la habitación tiene buen aspecto— exactamente eso. Así que pasemos un rato aquí y luego salgamos. 


— ¿C-cuanto tiempo?


— No sé, que valga la pena lo que pague— que tan poco fue tanto,  por estar en esta zona los precios son muy baratos si pagas por hora. Como realmente no hay nada que hacer aquí, enciendo la televisión— ponte cómodo— Harvey se queda de pie, en la entrada, con esa cara de idiota que pone cuando no sabe qué hacer.   Un rato después se sienta en la cama, lejos de mí.


— ¿no hay otra cosa además de… eso?— yo me pregunto lo mismo, pero no me sorprende que siendo un hotel de este tipo, solo pongan películas porno en la televisión.


— es un hotel de mala muerte ¿qué esperabas? Al menos dejaron los canales de películas— aunque son viejas, la que están pasando ya la vi como seis veces. Estoy tan aburrido, que comienzo a dormirme— este lugar no esta tan mal.


— es raro. Nunca había estado en un… hotel de este tipo.


— no es nada especial. Creo. Es solo un hotel— bostezo. Ah, solo de imaginar lo que debe estar pensando esa chica… me muero de ganas de ver su cara cuando salgamos.  ¿Así le quedara claro? Ojala Harvey tuviera su antiguo teléfono, de seguro ella estaría llamando sin parar, completamente histérica…


— ¿Por qué sonríes?


— estaba pensando algo muy agradable. ¿Quieres que te lo diga?


— no quiero saberlo.


— Pff, que aburrido. Pienso en lo que está haciendo esa chica, la imagino andando de un lado a otro frente a la calle. ¿Sabes qué? Dudo que se quede mucho rato allí, en esta zona, más de uno la puede confundir. No puedes quedarte en un solo lugar por mucho tiempo, tú sabes— su cara se pone roja otra vez— Si ella se queda ahí, todos van a pensar que es una prostituta.


— ya veo…


— ¿no estás feliz de estar aquí?


— no sé cómo sentirme por estar aquí. Creo que lo dices es lógico, pero aun así…


— creo que… te falta entrar en personaje  ¿no crees?— quiero molestarle,  como al inicio de esto.  Si puedo molestar  a dos personas con una sola acción ¿Por qué no?  No sé cómo me doy la vuelta y termino sobre él, sujetándole las manos sobre la cabeza.


— ¿Qué estás haciendo?


— No sé— es la verdad, quiero molestarle, quiero hacerle… le beso, aunque en el fondo se que no es necesario hacerlo ahora. Quiero burlarme más de él, quiero divertirme más con él. Le muerdo mientras le beso, él se retuerce, sus manos luchan para liberarse pero solo está haciendo esto mucho más divertido.


— Noah…— No le dejo hablar, le beso otra vez, acomodándome mejor para evitar los golpes de sus piernas. Él ladea su cabeza, esquivándome, le muerdo el cuello— ¡Noah! ¡Basta! No…— no sé cuándo le suelto las manos, ni mucho menos cuando meto las manos bajo su camisa, al menos hasta que me empuja y me da un puñetazo en la cara. Casi me caigo de la cama cuando Harvey se sienta y me empuja otra vez.


El sabor de la sangre me llena de la boca. Me toco el labio mientras miro a Harvey, no creo que me haya golpeado. Él me mira también… 


¿Qué estaba haciendo?


Si no creo que Harvey me haya golpeado, creo menos lo que estaba haciendo. Él se levanta, acomoda su camisa y toma sus cosas, todo tan rápido que cuando esta por abrir la puerta, me doy cuenta de que se está yendo. Me llevo la mano a la boca otra vez. ¿Estaba obligándole…?  ¿Qué demonios estaba pasando? esto está muy mal, en más de un sentido. ¿En serio quería seguir con eso? no se supone que terminara así. Estoy confundido, yo solo quería molestarle, no quería aprovecharme de él.


  Joder, en serio esto esta jodido.

Notas finales:

 

 

Si, ahora le toco a este par su dosis de drama, espero que el capítulo agridulce de hoy les gustara y nos leemos la próxima semana con Eder y Nate, y lo que paso despues de su reconciliacion.

Nos leemos la próxima.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).