Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Besos de vainilla por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 48]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 Hola.

Un nuevo capítulo con Eder y Nate como protagonistas. Espero les guste.

El parque esta solo  otra vez, con las vacaciones muy poca gente viene por acá, además con el frio, poca gente compra helados. No es el primer año que pasa, pero muchas cosas cambiaron desde que abrí esta heladería. Creo que dejarla será mucho más difícil de lo que había pensado.   


— Nate… ¿Por qué está cerrado? Creí que me habías pedido que te ayudara— Eder parece confundido. Comienzo a balbucear, me pasa cada que me veo con Eder desde lo que paso en la heladería. Sigo sin estar muy seguro de que está pasando entre nosotros, así que intento actuar como si nada pasara pero no siempre me sale bien— No entiendo…


— ah, bien… Liir no iba a venir, y como de todos modos no hay mucha gente, decidí cerrar para… eh, buscar otro local.


— Oh, ya. ¿Y para…?— se interrumpe— ¿Quieres que te acompañe?— sonríe, y yo siento que la cara se me pone roja.


— No… es decir, esperaba que me ayudaras a valorar los lugares, una segunda opinión, solo eso. No como una cita, solo… negocios— Eder frunce las cejas. 


— bien, no tengo problemas con hacer eso, pero eso de que no era una cita estaba de mas ¿Sabes?— ah, eso. Supongo que no era necesario, pero no quiero que piense que le traje con alguna otra intención— Igual podemos hacer una cita.


— ¿Eh? ¿En serio? ¿Por qué?


— pues porque estamos saliendo ¿No?— sonríe de nuevo. Ha dicho eso desde entonces, aunque no hemos salido nunca, solo… seguimos charlando en la heladería, sobre el nuevo lugar, la decoración, los costos y eso. No sé si estamos evitando el tema de nosotros, o solo yo lo estoy evitando— ¿A dónde vamos a ir?  


— tengo una lista de lugares disponibles.


— ¿la puedo ver?


— Claro— le paso un papel doblado, donde estuve escribiendo los lugares que me gustaron la última semana, aunque fuera solo por su ubicación. Caminamos mientras Eder lee la hoja. De nuevo pedí prestado el auto, porque muchos lugares no están cerca unos de otros— ¿Qué te parecen?


— conozco algunas zonas, aunque tendría que ver el lugar. ¿Quieres algo grande?


— Me gustaría algo amplio,  con más espacio habrá más mesas y más clientes— estoy un poco inseguro con esto de la cafetería, me gusta la idea, pero si sale mal perderé mucho, no solo dinero, porque no sé si el local del parque esté disponible si quiero regresar.


— espero que no sea muy caro. Creo que por las zonas, algunos pueden estar fuera del presupuesto que hiciste— no tiene que decirme eso, porque ya lo sé.  Eder parece muy feliz por venir. ¿Esto parece una cita? No era mi intención. Que complicado es esto, y ridículo. Sigo diciendo que no se si estamos saliendo, aunque si no quisiera salir con él, solo le hubiera aclarado las cosas desde ese beso. No lo hice— ¿Ya has visto lo demás?


— no, primero quiero tener el  local, hacer las decoraciones y  cambiar la heladería, los muebles pueden esperar, porque no son tan urgentes.


— Tienes razón— conduzco en silencio después de esto. No sé qué decirle, y él tampoco dice nada, aunque al comienzo me siento cómodo, después de un rato ya no lo es tanto. ¿Está esperando que diga algo? Ah, por eso no me gusta esto. Era mucho más sencillo cuando solo éramos amigos— ¿Les diste vacaciones a los chicos?


— ¿eh? Ah, sí. No les he dicho que voy a cambiar todo. Creo que Lindsay no tendrá problemas, y Liir… no sé cuando acabe su castigo— aunque creo que a él le gusta venir aquí, porque hace ya un tiempo que está trabajando, y si quisiera irse le hubiera dicho a Michelle que le ya termine el castigo— gracias por acompañarme, esto es un poco difícil.


— no es nada. Supongo que es algo muy importante para ti, no me hagas sentir culpable por darte la idea.


— no era mi intención. En serio no tengo a quien más pedirle que me acompañe, no es que este negocio le importe a alguien más como a mí. Ah, llegamos…— no hay lugar para estacionar delante de lugar, así que tengo que seguir hasta la siguiente calle. Durante las dos horas siguientes, solo hablamos de los lugares, que si es muy grande, que la calle no parece bien. Fue una buena idea traer a Eder, él ve cosas que yo ni puedo imaginar. Mientras yo solo veo el espacio, Eder ya está viendo en donde pueden ir los muebles, la cocina…


— ¿Es el ultimo?


— sí.


— no me gusta la zona, creo que no es muy adecuada para una cafetería.


— pero hay una avenida a dos calles.


— dos calles es mucho… no creo que funcione… ah, pero si te gusta, no hay nada que hacer, es tu negocio y tú decides donde quieres ponerlo— responde rápido, moviendo las manos frente a él como para espantar algo. Sonrió.


— está bien, es bueno tener una segunda opinión. ¿Vamos?— le señalo el local. Cruzamos la calle, pero el local está cerrado, parece que hace tiempo que no lo usan, y tenemos que pegarnos mucho al cristal para poder ver al interior.


— eh… creo que este es el peor de todos los que hemos visto— no respondo, pero pienso igual que Eder, esta tan sucio y en mal estado, que arreglarlo costaría mucho— ¿Y si mejor volvemos al  sexto? Ese me gusto más.


—  ¿Y qué  te pareció el cuarto?


— Umm…— hace un gesto gracioso hacia el cielo— no estoy seguro…— más bien creo que no recuerda cual fue el cuarto.


— ah, creo que podemos esperar a mañana, estoy cansando y necesito pensar en lo que he visto hoy— ¿tienes hambre? Te invito a comer, en agradecimiento por haber venido conmigo. Una comida tardía— sonrió al ver que hace ya un rato que ha pasado la hora de comer.


— O una cena temprano— creo que eso es un sí.


— ¿A dónde te gustaría ir?


— cualquier lugar está bien, tu vas a pagar después de todo.


— bien, entonces se a donde ir—  no frecuento muchos restaurantes, pero hay uno que me gusta mucho,  a veces voy yo solo.


El restaurant es pequeño,  apenas y hay unas pocas mesas. Tampoco esta tan bien decorado, me recuerda los viejos restaurantes, las mesas están pegadas a los muros, y hay bancas en lugar de sillas. No hay nadie cuando entramos.


— Este lugar es… pintoresco— menciona, mirando los letreros de neón en las paredes— estuvo de moda ¿Hace cuanto?


— quien sabe. Es mi lugar favorito para comer— camino a la mesa donde siempre me siento, junto a la ventana. Eder parece divertido del lugar— ¿Qué te parece?— se sienta frente a mí y vuelve a mirar alrededor.


— Es un lugar extraño para una cita— ¿Una cita? Me mira fijamente, apoyando los codos en la mesa y se inclina hacia a mí— pero no está mal… ¿vas a salir corriendo?


— ¿Cómo?— Eder se ríe. La verdad es que la idea de tener una cita si me hace querer salir corriendo. No tan exagerado, pero sí que me da algo extraño, todavía no sé si me gusta o no. suspiro— ¿de verdad parece que quiero salir corriendo?


— un poco. Pero no sabía que yo fuera tan aterrador, es la primera vez que salgo con alguien que está asustado de mí.


— No estoy asustado de ti— más bien de lo que está pasando, que no es igual. La chica que siempre atiende este lugar se acerca a nosotros— deja que pida por ti— el me hace un gesto con la mano para que lo haga. Pido rápido, porque es lo mismo que pido siempre— la comida no es excepcional, pero te va a gustar.


— eso espero. ¿Sabes? tienes suerte de que este de vacaciones, así puedo quedarme todo el tiempo que quiera.


— me agrada que sigas estudiando. Haces un buen trabajo, de verdad— él me sonríe, pero no dice nada. Esperamos poco tiempo la comida, no llega nadie más mientras estamos esperando— ¿sabes? me gusta que este lugar no esté lleno de personas. Después de estar todo el tiempo atendiendo a los clientes, estar aquí es muy tranquilo.


— ¿no piensas que los dueños piensan lo contrario? Podrían cerrar si no vienen clientes— dice, mirando su plato— esto es interesante.


— Es una hamburguesa— lo divertido es que es una hamburguesa vegetariana, supongo que lo dice por la falta de carne en ella. Sonrió, cuando se pone a ver que hay entre los panes, con un gesto como de asco. Cuando me comienzo a reír, me mira— lo siento, pareces un niño pequeño.


— A esto le falta carne, pero hare un intento por comerla— lo hace, aunque se queja a cada rato porque todo está seco— ¿hiciste esto a propósito? La próxima vez que quieras tener una cita dime si vas llevarme a un restaurant vegetariano.


— no es vegetariano.


— oh…


— ¿Estaba tan mal?


— no, pero extraño la carne. Tú no eres vegetariano.


— no, pero comer algo así de vez en cuando no hace mal— Eder solo murmura algo que no alcanzo a entender— vamos, te llevare a casa.


— ¿ya?


— eh…— me quedo de pie delante del auto. ¿Qué más podemos hacer?


— Oye, Nate…— Eder se reclina en la puerta— ¿Qué piensas de nosotros? ¿Sigues pensando que somos amigos? ¿O piensas en nosotros como pareja?


— eh…


— ¿no te molesta lo que hice?


— ¿a qué te refieres?


— siento que te estoy obligando a estar conmigo, de cierto modo— oh, entiendo. En la heladería fue un poco brusco al confesarse, y al aceptar todo de forma tan rápida. Es tranquilizante saber que no siempre es así, si lo fuera, no estaría diciéndome esto— todo esto es tan extraño… es la primera vez que hago tantas tonterías por un chico. Todo esto es muy extraño— repite.


— sí que es raro. 


— ¿y bien? ¿Qué piensas?


— aun temo hacer algo que te haga sentir mal— pienso que me va a reclamar otra vez, pero en lugar de eso se pone a reír. Le miro, alzando las cejas.


— ah, es que no lo entiendes. Te conozco mucho, y sé que eres muy despistado y que dices y haces las cosas sin pensar mucho en lo que sienten los demás, pero no porque no te importen. Solo… eres espontaneo. 


— ¿Espontaneo?


— sí, haces las cosas porque te gustan o no te gustan, no porque quieras hacer sentir mal a alguien. Así que puedes dejar de preocuparte por eso, no me voy a poner a llorar solo porque me trajiste aquí en lugar de un restaurant romántico, o porque no hayas dicho que querías una cita conmigo— eso es todo lo que he hecho hoy, me siento avergonzado porque no me había dado cuenta.


— Eder…


— ¿no te parece genial? Parece que hacemos una pareja después de todo. Sin embargo, hay algo que me molesta— ¿solo algo?— sé que eres cruel, pero no sabía que podías estar conmigo sin estar interesado. Dime, Nate ¿Por qué no me alejaste?— ah, eso.


— estoy confundido, trato de entenderte, pero no es sencillo. ¿En serio quieres estar conmigo? ¿No es solo un capricho?  Había pensado que pasaría más tiempo para que intentara de nuevo con alguien, y luego apareces tú. Me preocupo por ti, y desde que te conozco he sido muy consciente de ti. Sé que soy terco, y quizá no quiera admitir que siento algo más de amistad por ti.


— no lo dudo. ¿Entonces no te desagrado?


— No— incluso me molesta pensar que puede pasarle algo— lamento si te parece cruel, pero… es justo lo que quería  evitar, hacer que te sintieras mal.


— Ya veo, pero…no es suficiente para que deje de intentarlo—abre la puerta y entra— tendrías que ser un verdadero imbécil para que me aleje, y sé que no lo eres— me quedo mirando sobre el techo del auto. No puedo ser como dice, al menos no de forma intencionada. Conduzco sin decir nada hasta el parque de la heladería. Umm, pensándolo bien, dejarlo aquí podría ser un poco arriesgado.


— Eder, ¿Dónde queda tu casa?


— ¿mi casa? ¿Por qué?


— ya que estamos, podría llevarte hasta tu casa.


— oh… bien… entonces sigue derecho y a dos calles gira a la derecha— paso del largo el parque. No sé qué debería decir, ¿Qué cosa se comenta en un caso como este? Mientras espero la luz verde, miro de reojo a Eder. No luce molesto, más bien tranquilo— ¿pasa algo?


—  nada.


— umm. ¿Qué piensas? Parece que quisieras decirme algo.


— no conozco tu casa. Siempre… hablamos y todo, pero no sé dónde queda tu casa.


— solo se te olvida preguntarme. No es extraño… yo…de no ser porque te seguí a tu casa, no tendría ni idea de dónde vives. Ah, al menos hasta que me dejaste a dormir allí.


— ¿me seguiste?


—… algunas veces. Antes de hablarte, quería agradecerte por haberme ayudado esa vez, pero nunca encontraba como hacerlo, y termine siguiéndote, ¡Pero luego regresaba! Cuando perdía la oportunidad, solo volvía.


— Vaya…— no sé cómo interpretar eso. Por una parte es halagador que hiciera eso, sin embargo nunca me di cuenta de que me seguía, y eso no es algo bueno, si alguien como él, que tiene buenas intenciones lo hace, no imagino como seria si alguien más lo hace también— eso es arriesgado.


— ¡Lo sé! Pero no sabía que más hacer. Da vuelta a aquí, es en esta calle—giro como me dice, y luego me detengo en la casa que me dice. Todas las casas en esta zona son iguales,  y a oscuras dan más la impresión de que son la misma casa— parece que Noah todavía no llega.


— ¿tu compañero de piso?


—Si— arruga la nariz— no habrá cena hoy, al parecer… ¿de qué te ríes?


— perdón, pero acabamos de cenar— me cuesta no seguir riendo, así que intento respirar profundo varias veces.


— No sé si podría llamar cena a eso— Eder me sonríe— pero no te preocupes, no estuvo nada mal. La próxima vez, elijo yo.


— ¿la próxima vez?


— Sí, porque estamos saliendo ¿no? entonces, saldremos otra vez— ah… salir con Eder…— ¿mañana?


— ¿Cómo?


— mañana nos vemos ¿no? para ver lo de los locales… si es que aun quieres que te acompañe.


— eso sería de mucha ayuda, pero quisiera ir más temprano, ¿paso por ti?


— umm, creo que mejor nos vemos en la heladería, tengo algo que hacer y será más fácil llegar allá—


— oh, bien— no sé qué más decir, él parece notarlo. Me sonríe de nuevo, pero ahora parece divertido.


— en serio eres todo un desastre en esto. Anda, nos vemos mañana— me dice, y es como una invitación para que me vaya. Me despido solo inclinando la cabeza.


 


Mientras intento dormir, pienso en como terminamos de esta manera. ¿En qué momento Eder decidió ser tan terco? Le salve una vez, pero… no siento que fuera para tanto, solo hice lo que cualquier persona haría en una situación como esa, le ayude y ya. No esperaba que me agradeciera, mucho menos que terminara sintiendo algo por mí. Confundido o no, Eder  me quiere, y simplemente ya no puedo ignorar eso.


 


Como me dijo, al otro día llega un poco después de la hora que habíamos acordado, o al menos en la que yo pienso que era la hora acordada  porque nunca le dije una hora exacta.


— hola… lamento llegar tarde…


— está bien, vamos. Ya solo quedan pequeños detalles, y conseguí los números de los dueños, no deberíamos tardar tanto— hoy tampoco abrí la heladería, comienzo a caminar y Eder me sigue— ahora que lo recuerdo ¿Qué paso con esos amigos tuyos? Los que estaban… molestándote.


— ah, ellos. No les he visto otra vez— sé que Eder antes era un poco como ellos, sinceramente no lo imagino golpeando a alguien solo porque sí.  Recorrer los locales que quedan nos toma poco tiempo, y como predije anoche, ahora podemos notar cosas que ayer no podíamos y con eso pudimos descartar otro local más— ¿Y? ¿Cuál te gusta más?


— No lo sé, los dos me gustan— casi tienen el mismo espacio, y los dos necesitan poco trabajo y están en una buena zona— supongo que dependerá del costo.


— es razonable. Ah, es Noah.


— ¿Noah?


—  vive conmigo. Espera aquí—  ah, su compañero de piso, ese es… él… ¿Ese es el compañero de Eder? Parece problemático. Eder apenas y habla con él, le dice algo y sigue caminando.  Eder regresa, cruzando la calle— creo que esta algo ocupado. Le iba a pedir que viniera para comentarle lo de la cafetería.


— ah, cierto— me había olvidado de eso. ¿En serio él es el chico que Eder tanto menciona? No parece alguien experto en la cocina. La risa de Eder me distrae, y me doy cuenta de que estaba mirando hacia donde se acaba de ir ese chico.


— no te preocupes, podrá ser un completo imbécil, pero hace buenos postres. Apuesto a que si lo tienes encerrado en la cocina todo el día no dará problemas.


— no creo que pueda hacer eso. Disculpa, voy a llamar a los dueños.


— Claro, te espero aquí— me alejo un poco, no porque no quiera que Eder me escuche, si no porque busco un poco más de calma para poder pensar bien las cosas.  Hacer esto sigue siendo difícil, pero siento que ya no puedo detenerme. Eder me espera, reclinado en el auto, con los audífonos puestos y tarareando una canción.


— Eder…


— ah, ¿Qué paso? ¿Elegiste uno?


— este local es más barato que el otro.


— ¿Y te gusta más que el otro?


— umm… creo que sí.  Quedaron de llamarme para mostrarme el lugar a fondo…—  subo de nuevo al auto, y aunque vamos en silencio, me siento muy tranquilo. Es un silencio cómodo, solo porque no hay nada más que decir.  Apenas está atardeciendo cuando llegamos al parque de nuevo— ¿ya has comido?


— sí, comí antes de venir. Temía que me llevaras a otro restaurant vegetariano.


—  no era… olvídalo— niego, suspirando. Aunque ya he detenido el auto, ninguno ha hecho el intento de bajar. Nos quedamos mirando, y ahora si me siento un poco incómodo. Me aclaro la garganta y juego con las llaves— ¿quisieras venir a ver el local conmigo? posiblemente me quede con ese.


— genial. Entonces iré— no sé si es lo que esperaba, pero se gira un poco para abrir la puerta. Le detengo, tomándole del brazo.


— estuve… estuve pensando. No sé cómo te… enamoraste de mí, pero creo que no puedo hacer nada ya con eso, es decir, tu estas muy decidido.  Es verdad que no quiero lastimarte, ni a nadie, y que no he tenido buenas experiencias— tampoco todas fueron malas, pero no viene al caso. Vuelvo a mirarle— pero ahora pienso que aunque te lastime…


— ¿puedes usar otra palabra? Cuando dices “Lastime” pienso que golpeas a las personas.


— eh… no sé cómo mas decirlo. Eso no importa, el caso es que si llego a hacer eso, si te lastimo mientras estamos saliendo, será menos que si te digo que no  ahora ¿cierto?— Eder esta tan… comprometido, tan terco con lo que quiere, que si le dejo, siento que se volverá imprudente, que podría deprimirse mucho, y eso sería mi culpa. No sé si solo soy yo pensando de más, o solo busco una excusa para hacer esto más correcto.


— estas… ¿estás diciendo que te vas a quedar conmigo? ¿Para no lastimarme?— no exactamente por eso. No tengo idea de cómo hacer esto, pero…. Ag, que rayos. Me inclino hasta él y le beso. No es un beso muy largo, y por unos momentos, pienso que le he ofendido con lo que dije.


— ¿Eder?


— ¿no estás bromeando?


— ¿Qué? no, por supuesto que no— Eder sigue sin poner expresión, y me estoy poniendo nervioso. Luego Eder sonríe, tan de pronto que me asusta un poco. Casi se lanza contra mí para besarme.


— estoy bien con eso, por ahora. Ya te demostrare que puedes estar conmigo sin miedo— me dice, sigue tan feliz… abre la puerta, saltando del auto— y entonces estaremos mejor.


 — está bien— sí, creo que lo está. Supongo es momento de seguir con esto, de dejar de tener miedo y ver si va a funcionar o no. no estoy seguro de si es algo bueno o malo todavía, pero tengo la sensación de que Eder no va a dejar que no funcione.

Notas finales:

 

Este par terminando de arreglar sus cosas, para la próxima semana estaran de regreso Liir y Blair. Gracias por seguir leyendo esta historia.

Nos leemos la próxima semana.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).