Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Besos de vainilla por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 48]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, hola...

Un poco de drama no le hace mal a nadie, y a estos dos ya les venia haciendo falta algo diferente :p.  No se que tan triste pueda ser un capítulo que involucre a Liir y Blair, no mucho pienso yo, pero en cualquier caso espero que lo disfruten y no desesperen. 

Me dejo caer sobre el cuerpo de Liir.  Él me besa, aun si apenas podemos respirar.  Acaricio una de sus piernas mientras recuperamos el aliento.


— Se supone que deberías estar terminando tu tarea— me dice, sus manos acarician mi espalda. Hace ya algunas semanas que volvimos de casa de mis padres, desde entonces hemos tenido este gran avance en lo nuestro. Es imposible tener momentos íntimos en su casa, así que agradezco vivir solo.


— Lo que no te dije es que ya la había terminado—él se ríe. Sería estupendo que Liir se pudiera quedar a dormir aquí alguna vez, pero hasta ahora, solo podemos estar a solas un rato antes de que tenga que volver a  su casa.


— Tramposo— sus manos caen a los lados, en una pose agotada. Sus ojos miran la habitación mientras intento no aplastarle mientras me acuesto a su lado— oye, Blair ¿has pensando en mudarte?


— ¿mudarme? ¿Por qué?— Liir siempre se ha mostrado maravillado con mi departamento, sé que le fascina la idea de vivir a solas, aunque no le veo viviendo por su cuenta. Es tan distraído que de seguro se olvidaría de comer, o sacar la basura. El sin duda tendría el típico departamento de soltero— ¿sigues con eso de que es pequeño?


— no, no es eso… he estado pensando. Es genial que vivas solo— eso ya lo sé— y me gusta mucho venir aquí y hacer esto. Pero tengo un problema con eso mismo. No me gusta para nada la idea de hacer esto si también lo hiciste con tu ex— me enderezo, mirándole. ¿En serio está diciendo eso? no sabía que Liir tenía ese problema con estas cosas— no, tonto, no es porque lo hicieras. Él no me agrada.


— ¿Cómo?


— eres ridículo. Es inevitable que tengas sexo con alguien si vives solo. Me molesta estar en el mismo lugar que él. Eso es todo— sonrió, inclinándome hacia él— ¿Qué pasa?


— bueno, puedo asegurarte que hay cosas que sin duda es mucho mejor hacerlas contigo. Has estado con mi familia— decirles a mis padres, y a todos, que salía con Liir fue más fácil de lo que pensé después de lo que había estado pasando. Claro que después de eso fue casi imposible pasar un momento a solas a menos que saliéramos a la calle.


— ¿En serio?


— claro.


— Solo dices eso por compromiso— su dedo presiona mi mejilla— pero está bien. Me gusta mucho que intentes hacerme sentir bien.


— Pero es verdad— hago una mueca. Liir vuelve a reír— ¿siempre piensas eso cuando estás aquí? porque es raro,  deberías estar pensando solo en mí—  a propósito acaricio su brazo. Él me mira, arqueando una ceja.


— Arrogante— murmura, él se inclina hasta mí para besarme, y aprovecho para detenerle sobre mí. Acaricio su espalda, bajando mis manos hasta si trasero— ¿solo piensas en tener sexo? Porque a veces es en lo único que pienso cuando estamos a solas— me pongo a reír. Liir no es como parece al inicio.  Me besa, y dejo de reír. Intenta acomodarse mejor sobre mí, pero le detengo y giro, dejándole ahora sobre la cama, sobre él y sin dejar se besarnos.  Ah… de nuevo tengo una erección. Pero no soy el único, puedo sentir que Liir tiene el mismo problema.  Y aun puedo ver las marcas que le hice hace unos momentos.


— ¿no vas a quejarte después?   


 — Nunca me he quejado— podría discutir eso,  pero no es momento. Sus manos se sujetan a mis hombros, luego suben a mi cabeza donde jala de mi cabello. Es doloroso, pero solo logra ponerme más caliente.  Le beso, mordiéndole el labio.  Empujo un poco la cadera, las piernas de Liir se mueven,  rodeándome las caderas.  Me froto un poco antes de poder entrar en él. Liir gime, su voz se ahoga en mi boca.  Me gusta escucharle gemir. No es tan difícil hacerlo ahora que ya lo hemos hecho, solo  empujo y empujo, buscando esos lugares que hacer casi gritar a Liir.


Cuando me muerde ahogo un gemido. Se abraza a mí, sus dedos me lastiman ahí donde se clavan.  Desde que lo hacemos, siempre me he perdido en la expresión de placer de Liir. 


 


 


Algo se interpone en mi vista, pero sigo ignorando todo hasta que Sumiye mueve la mano delante de mis ojos.


— ¿estás bien?


— claro. Mejor que nunca— ella se sienta en su lugar. Las clases han sido realmente aburridas desde que regresamos de vacaciones, me cuesta mucho no ponerme a responder los mensajes de Liir que me llegan cuando estoy en la clase.


—  Liir menciona que paso las vacaciones contigo, y  familia. ¿De verdad les dijeron a tus padres? ¿Estar felices?  


— ¿mis padres? Todos estaban encantados con Liir. Debiste ver a mis sobrinos.  Ahora Liir quiere que vaya con él y sus mamás en las próximas vacaciones… me gusta la idea, pero ¿imaginas pasar el verano con la profesora Stella?— ella se ríe, y aunque al inicio yo también lo consideraba una broma, está dejando de ser gracioso.  Sin duda, cuando este con ellas no van a dejarnos a solas ni un segundo.  


— pero tu querer a Liir ¿no? entonces está bien.


— si, Liir lo vale. Creo… creo que por Liir podría hacer todo— no creo que sintiera esto por nadie más. Esto debe ser lo más cercano a lo que llaman amor—  y no es nada raro.


— es lindo que pienses eso. ¿Saberlo? Yo decidir que eran buena pareja— ah, debe estar mencionando aquellas veces que me dijo que le pidiera fingir a Liir que éramos pareja. Sonrió recordándolo. Siento que eso paso hace siglos.       


— bueno, es increíble lo que un par de helados puede hacer ¿no? En cualquier caso, mis padres también le han invitado a ir a casa cuando quiera. A lo mejor podrías ir con nosotros alguna vez.


— no, no me gusta. Ustedes salen, y yo… estorbo.


— claro que no— siempre pensé que Liir se sentía más cómodo estando con Sumiye cuando salimos, como si su presencia desviara la atención de nosotros. Quizá solo le agrada mucho, pero me termine por acostumbrar. Jamás había pensado que ella se sintiera mal con eso— ¿te incomoda ir con nosotros?   


—  un poco. Liir ser… llamativo.


— ¿Te refieres a ese salvaje que tienes por novio?— los dos volteamos la cabeza. Myles está sentado en la silla de atrás. Suspiro. ¿Por qué seguimos en la misma clase? Ah, sí, porque ya no le hablo y no sé en qué clases va a estar ahora.


—  que tu no sepas tener la boca cerrada  y te la pases provocando a los demás no es lo mismo que ser salvaje— murmuro, sin prestarle mucha atención.  No pienso mucho en Myles si no le veo, creo que después de todo, ya le he superado. Simplemente ya no siento nada por él, ni cariño, odio, celos… nada.


 —… vas en serio con él ¿no?— le miro solo porque está dentro de mi visión—  pensé que estabas usándolo o fingiendo para no parecer tan patético. Me equivoque.


— yo no soy como tú.


— Auch— se ríe.


— ¿Qué quieres? realmente no tengo ganas de hablar contigo Myles.


— nada. Solo escuchaba.


— Más vale que no te metas con él de nuevo— porque por su culpa podríamos perder varios días si vuelven a castigar a Liir. Myles me mira, ahora parece aburrido.


— pensé en pedirle ayuda a algunos amigos…  pero resulto no ser mi estilo. Además, no sé nada de tu nuevo novio más que no estudia en este edificio, ¿programación? Es lo que se dice— no le respondo. Si no hubiera llevado a Liir conmigo quizá me hubiera encontrado con algo desagradable al regresar.  No le respondo— como sea, prefiero hacer las cosas por mí.


— ¿Ibas a mandar a golpearlo?— se encoge de hombros— no eres para nada como me hiciste creer— es todo lo que puedo decirle ahora. Siento su mirada insistente sobre mí, y luego escucho la silla moverse.


— Eres demasiado bueno, Blair— se va. Sumiye me pellizca el brazo.   


— ¿Qué hice?


— Eres demasiado bueno, Blair— repite— no deberías hablar con él siendo tan educado— supongo, pero  no puedo evitarlo. Las clases siguen normalmente, apuntes y exposiciones, y cuando llega la hora del descanso, siento que la mañana ha pasado muy rápido. Liir no está cuando llegamos a la banca que usamos, y ahora está  ocupada por alguien más. Terminamos sentándonos en el pasto. 


— qué raro… Liir no me ha mandado ningún mensaje. ¿Y a ti?— ella niega. Le llamo, no tiene clase ahora— no responde…— no quiero ser paranoico, pero que Liir no responda el teléfono es preocupante. Sé que no lo han castigado tampoco. Intento otra vez, y de nuevo timbra hasta que entra la contestadora.


— Blair, allá—  Liir viene hacia nosotros.  Ah, pero bueno…  se sienta a mi lado, dejando caer su mochila en el pasto y sin decir nada.


— ¿Paso algo?


— ¿Cómo?


— estas mas distraído que otros días.


— oh, no es nada— sonríe— estaba pensando seriamente en hacer algunas cosas, así que…


— Espero que no estés intentando nada extraño— él solo hace un gesto con la mano, y comienza a hablar de la última clase que tuvo. Esto es raro…


Ya no podemos vernos en la heladería porque están por cambiar el local, así que nos vemos en la calle para dar una vuelta o a veces en nuestras casas. Hoy acabamos de salir del cine, donde se suponía veíamos una película cómica. Supongo porque solo yo estaba viendo la película. Liir sigue mas distraído que nunca. Ausente diría yo.  Llegamos a su casa sin decirnos ni una sola palabra.


— ¿Quieres pasar?


— Sin duda— necesito saber qué pasa con Liir. No hay nadie en su casa, él va encendiendo las luces.


— hay algo de helado en el refrigerador, Nate me lo dejo porque se iba a echar a perder en el cambio. ¿Quieres?— le digo que si con la cabeza. Regresa con dos tazas de helado repletas y se sienta en el suelo después de encender la televisión. Ah, no sé cómo iniciar esta conversación.


— ¿Vas a ir con tu padre de nuevo?— eso le puso raro la última vez que paso, y si después de las vacaciones tiene que volver a ir porque no fue, quizá eso le tiene un poco de mal humor.


— no…


— ¿Qué pasa entonces? estas actuando muy extraño. Puedes decirme lo que sea— Liir no voltea a verme, parece… triste. No está de mal humor, o molesto porque tiene que ir a algún lado.  Juega un rato con la cuchara, y solo puedo ver que su boca está muy tensa.


— no voy a ir con mi padre…


— ¿y cuál es el problema?


— no es un problema. Antes de vacaciones  solicite una beca, solo porque mi mamá estuvo insistiendo y eso. Los resultados salieron ayer en la tarde, me aceptaron.


— Eso es genial Liir— estoy por añadir más, pero me doy cuenta de que Liir no está feliz por eso. Tengo un mal presentimiento— ¿Qué va mal?


— es genial que me aceptaran y todo,  acepte la beca, solo son seis meses, pero… no es en la ciudad— su voz baja— está al otro lado del país— Liir me mira, parece que quiere ponerse a llorar.


— oh…— él acepto una beca en otro lugar, sin decirme nada antes, ni siquiera me dijo que había solicitado una beca.


— ¿Blair?


— esto es… repentino. No me habías dicho que tenías una beca, y ahora ¿te vas?  ¿Qué significa esto?


— ah…


— Creo que eso es algo que debiste mencionar antes— Liir me mira, de pronto parece menos afligido. Su ceño se frunce. Él debió decirme antes, no puedes solo salir con alguien y de pronto decirle que tiene que ir al otro lado de país sin dar una advertencia. Mucho menos alguien como él que siempre dice lo que pasa o lo que hace. Es un detalle muy grande como para olvidarlo— ¿Por qué no me lo dijiste antes?


— porque no era importante.


— ¿No era importante? ¡Liir, te vas a ir! ¿¡Y no era importante!?  


— ¡Yo no quería ir!  No pensé que fueran a aceptarme, muchos tienes mejores notas que yo. Pero paso…


— sí, paso. Y ahora te vas a ir. Solo así.


— No me voy a ir  esta noche. Ah, mierda… sabia que esto iba a ir mal— murmura. ¿Desde cuándo lo sabe?— de verdad no pensé que tendría que ir.


— ¿Y desde cuando lo sabes? Tú siempre dices todo.


— no era importante, y ahora lo es. No puedo ignorarlo tan solo así— me mira, ya no queda nada de la tristeza de antes— ¿Acaso vas a negarlo?


— no. yo… me hubiera gustado saberlo antes. Creo que debería irme ya.


—   Blair…


— quizá quieres hacer otras cosas en privado.


— Vamos, Blair…— me levanto. Me siento demasiado dolido y extraño. No quiero decir nada ahora mismo, no es momento para discutir. No sé si piensa lo mismo, porque no me dice nada más y me deja ir.


¿Se va a ir? ¿Solo así? Me cuesta mucho aceptarlo solo así. Las cosas están tan mal como pensé cuando él no me respondió el teléfono. Se siente irreal que apenas hace unos días estábamos felices andando por ahí. Ahora parece que se ha abierto un hueco entre nosotros.


Liir no me llama ni me envía ningún mensaje por la noche ni por la mañana, ni esperaba que lo hiciera. Casi ni he dormido tampoco. No me concentro en las clases, pero no me importa mucho. Sumiye me da algunos codazos de vez en cuando me pierdo demasiado.  


— ¿Pasa algo? No estar bien.


— umm.


— Blair…


— Estoy bien— No lo estoy, pero no se que mas decir. Cuando tenemos nuestro descanso, no me muevo de la silla. Ella se me queda viendo desde la puerta, y luego regresa a sentarse donde estaba. Hace mucho tiempo que ya nadie habla de mí, o es lo que creo, ahora me parece una tontería.      


— ¿Peleaste con Liir?


— ¿Cómo?


— no vas a ir allá.  No has visto tu teléfono. ¿Pelearon?


— Algo así— más bien no quiero pelear. Necesito aceptar la idea de que Liir se va a ir… no, eso no es lo que me molesta. Sé que es algo importante y no soy tan imbécil para reclamarle por querer estudiar en otro lugar porque así no es como se supone funciona una relación sana. Me molesta que no me comentara nada. Que esto fuera una sorpresa. Eso es lo que me duele.


— oh.


— No importa, solo es una tontería— nos quedamos en el salón hasta que inicia la siguiente clase.  Mi última clase es justamente con la mamá de Liir. Ah, esto será una pesadilla, si Liir les dijo lo que paso, no quiero estar aquí.  Me sorprendo porque ella no me dice nada, ni siquiera me mira.  Cuando paso a recoger mi último trabajo, no hay comentario sarcástico ni nada. Solo me mira fijamente cuando estoy frente a ella.  Lo sabe, ella sabe lo que paso, o al menos lo que dijo Liir que paso.  Es raro que me ignore así, casi esperaba que me hiciera las preguntas más difíciles que se le ocurrieran para dejarme en vergüenza.  


Para la tarde me siento demasiado perdido.  Sin llamadas de Liir y sin querer llamarle yo, pero le extraño.  Esto es una tontería, pero tampoco siento que pueda dejarlo pasar tan fácil. ¿Hemos terminado?


Paso tres días sin saber nada de él, ni siquiera le he visto.  Ya no sé si me siento mal, si quiero saber algo o prefiero que todo quede como está. No, no quiero que las cosas queden como están, nunca he sido muy bueno hablando, prefiero solo aceptar lo que me dicen los demás, no sé cómo ir con Liir ahora que me he comportado así sin contar que una parte de mi desea que sea Liir quien venga a… solo que venga.  Siempre que estoy por ir a buscarlo, me arrepiento y regreso. ¿Y si está molesto por cómo me comporte? A lo mejor él está esperando que me disculpe.


En el descanso del día siguiente, apenas salgo del aula, choco con Sumiye, que se quedó parada sin moverse. ¿Qué le pasa? Abro la boca para preguntarle, pero no digo nada. Liir está caminando por el pasillo, hacia nosotros, pero no parece vernos. Me quedo ahí, sin saber qué hacer. Debería volver y esconderme…


— Blair.


— Ah, Sumiye…— ella me mira, me toma del brazo y me da un empujón hacia el pasillo, y no hacia dentro, como estaba haciendo. Quedo frente a frente con Liir, que está igual de sorprendido que yo.


— chicos, está vacío— Sumiye señala el salón, incluso le da unos jalones a Liir para que entre.  Estoy medio perdido, pero entro tras ellos— Nos vemos después— ella sale, cerrando la puerta. No estamos encerrados, pero es extraño.


— Eso fue raro— comento, más para mí.


— Blair…— Liir. Le miro, parece nervioso, incomodo por estar aquí. Me toma unos segundos entender que él tampoco sabe que decir. Demonios, le extraño, le quiero. No quiero alejarme de él. Llego hasta él antes de que diga algo más y le beso. Su gemido se ahoga entre nuestras bocas. Como deseaba besarlo. Cualquier cosa que pudiéramos decirnos no se compara con esto. Si pudiera, le besaría todo el día, pero no dura tanto como desearía. Liir me abraza tan fuerte cuando nos separamos, que apenas puedo respirar— lo siento,  yo no…


— Shh… olvidemos eso ¿sí? ambos fuimos idiotas— le digo, acariciando su cabello.


— no pensé que te molestaría— suspiro, y le doy un jalón en el cabello. Él se queja.


— no me molesta que tengas una beca, o que te vayas.  Estaba un poco dolido porque no me comentaste nada de nada. Pienso que es genial que tengas esas actividades. Pero, ¿no se te ocurrió que podría buscar yo también alguna beca en ese lugar e ir los dos juntos?


— Ah— dice, soltándose y mirándome. Por la forma en que me mira, sé que ni se le paso por la cabeza. Sonrió. Como lo extrañe— lo siento.  Es un poco tarde para eso ahora. En realidad, venía a terminar contigo.


— ¿Qué? me niego— Liir sonríe— ¿Por qué deberíamos terminar?


— ¿aun quieres salir conmigo? ¿Aunque tenga que irme?— suspiro.


— Liir, no te vas a ir para siempre, solo son seis meses. Existen los teléfonos y el internet. No es tanto tiempo— él me mira, y como la otra noche, sus ojos se ponen llorosos.  Me abraza de nuevo, y me besa, empujándome contra el escritorio.


— ¿de verdad vas a esperarme?


— No somos los primeros en una relación a distancia— me besa  otra vez. Estamos besándonos con tanta intensidad, que se me olvida que estamos en un aula, en la universidad. Alguien abre la puerta, y solo escuchamos un “Lo siento”. Nos separamos.


— Eh… creo que deberíamos… hablar en otro lugar— Liir suelta una risita. No hay muchas personas en los pasillos mientras bajamos— así que ¿Ibas a terminarme?


— estabas molesto. O eso creí, no tenia caso irme sin al menos aclarar todo. Te extrañe, y realmente no quiero terminar— caminamos tomados de la mano, así que solo le doy un apretón. Yo tampoco quise terminar nunca. 


— entonces ¿Cuándo te vas?


— el lunes. Estoy nervioso, ahora creo que es una mala idea haber aceptado.


—  No es tan malo, ya verás que será más fácil de lo que crees— Solo me quedan unos días con Liir, de no haber sido tan idiotas, habríamos  pensado en pasar todos estos días juntos.  Y eso es justo lo que hacemos los días que quedan hasta el lunes, pasamos casi todo el tiempo juntos. El domingo en la noche, Liir llega a mi casa. Planeo esto toda la semana, y prácticamente exigió quedarse a dormir hoy.


— Aun pienso que es pequeño.


— solo vivo yo, y tu ni siquiera sabes dónde vas a vivir— hace una mueca.


— Mañana vendrán a recogerme mis mamás, quieren llevarme al aeropuerto— lo suponía, también Sumiye quiere ir mañana a despedir a Liir. Hay momentos en los que me siento mal, demasiado mal, pero no es permanente.


Liir se sienta a mi lado, pegándose a mí, me abraza. Me siento bien ahora que pudimos arreglar todo. Sé porque Liir se quedó hoy, pero no quiero que piense que solo pienso en eso. 


— Deberíamos dormir temprano, mañana tenemos que despertar temprano— Liir hace una mueca. Solo tengo una cama, pero ese no es el problema. Cuando entro en la habitación, unos momentos después que Liir y me topo con sus ojos mirándome fijamente, es imposible que no le bese.  Es un beso desesperado, si tuviera un sabor, sin duda sería un beso con sabor a despedida. 


Sus manos me sujetan del cabello, me impiden alejarme de él, me arrastran con él hacia una posición mejor en la cama.  Apoyo mis manos al lado de su cabeza, sus manos me sueltan, intenta quitarme mi camisa a jalones. No decimos nada, porque no tenemos nada más que decirnos. Con la misma urgencia,  él comienza a jalar de mis pantalones.  Yo hago lo mismo cuando sus manos me dejan.  Le hago soltar un gemidito cuando le muerdo la oreja.   El aire se vuelve caliente.


Me enderezo, mirándole desnudo debajo de mí. Pasará mucho tiempo antes de que pueda verlo así de nuevo. No sé si Liir piensa lo mismo, también me mira. Siento su erección frotarse contra mi pierna. Me inclino para besarle de nuevo.   Sus piernas rodean mi cadera. Cuando se nos acaba el aire de nuevo, se abraza a mi cuello, siento su respiración haciéndome cosquillas. Comienza a dejar besos, luego siento una mordida.


— para que me recuerdes— me susurra, un susurro ronco que me pone más. Froto mi propia erección con su trasero antes de empezar en serio.  Liir gime— hazlo más rápido…— yo no quiero hacerlo rápido, así que sigo entrando en él lo más despacio que me permite mi urgencia.


— no.


— Blair…— eso es lo que termina por perderme, mi nombre en sus labios.  Liir no grita, pero un gemido bastante sonoro, y sus dedos se clavan en mi espalda.  Su cadera se mueve contra la mía,  pronto los dos estamos moviéndonos, buscando nuestro propio placer, cegados por la pasión de una despedida….


Ya no nos es difícil dormir juntos, Liir se abraza a mí, murmurando algunas cosas que no entiendo. Le abrazo como si con eso pudiera retenerlo conmigo por siempre.


 


Llegar al aeropuerto fue sencillo, esperar a que anunciaran el vuelo de Liir no.  Apenas y pudimos despertamos a tiempo para darnos un baño juntos antes de que las dos mujeres llegaran. Si saben lo que paso, ninguna hizo comentarios.


Liir está tomándose algunas fotos con Sumiye, ella llego minutos después que nosotros, mientras Liir marcaba sus maletas.


— vamos, una más. Ah, Blair, vamos— Liir me jala, poniéndome a su lado.   Los tres miramos hacia el teléfono de Liir— genial.  En serio, chicos, son los mejores amigos que tengo— me aclaro la garganta— ¿Qué? también somos amigos.


 — no te olvides de llamar cuando llegues.


— No lo voy a olvidar, mamá— Liir está mucho más despierto que otros días a esta hora. Yo no dudo que no olvide llamarnos, si técnicamente vive en su teléfono.  Los altavoces anuncian el vuelo de Liir. Me quedo mirando al techo, buscando de donde proviene esa voz, mientras Liir se despide de sus mamás y de Sumiye. Ah, realmente no quiero hacer esto— Blair…


— Es hora— murmuro.  Él me sostiene de la cara y me besa con desesperación. Desearía poder quedarme así, en cambio, apoyo mi frente con la suya— vamos, no es para siempre. Estarás de regreso más pronto de lo que pensamos.


— Eso espero— Liir intenta sonreír, y también no llorar.


— además, quizá pueda escaparme unos días y visitarte, tampoco estas tan lejos— por fin sonríe.


— Quizá yo también pueda venir—  me dice, y me abraza— así que no hagas ninguna tontería.


— lo mismo digo.


Creo que separarme de Liir en ese momento ha sido de las cosas más difíciles que he hecho hasta ahora, porque a pesar de que quería quedarme con él, seguir riendo por tonterías mientras paseamos por la calle, seguir pensando que esto es como una película romántica, donde solo tienes que correr, impedir que suba al avión y ser felices, en lugar de eso le observe caminar hasta la terminal y subir al avión.

Notas finales:

Gracias por leer.

Feliz año nuevo!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).