La nave de la pantalla explota, simulando una gran explosión que deja la pantalla en blanco unos segundos, seguida del mensaje “Perdedor”
— Mi turno— Dejo que Sumiye tome mi computadora. De cualquier modo no estoy usándola, ni siquiera puse atención al juego. ¿De verdad estoy…? Liir tiene una mirada casi salvaje cuando hace explotar también la nave de Sumiye.
— Gane— un teléfono suena, una canción de moda interrumpiendo sus palabras. No se levanta a contestar a otro lado— si, no, no lo voy a olvidar. Ya se… oye… ¿quieres escucharme? No quiero ir… ah, está bien—cuelga el teléfono.
— ¿problemas?
— No, solo que…no es nada— dice, aunque es obvio que pasa algo. Quizá no grave, posiblemente sea una llamada más de su mamá, porque nunca he visto que reciba llamadas de alguien más. Liir parece dejar de disfrutar el juego, sus risas y exclamaciones desaparecen. Ni siquiera está concentrado, aun así no podemos ganarle aunque Sumiye logra casi ganar una vez.
— ¿Liir estar bien?— me pregunta Sumiye, acabamos de despedirnos, dejando a Liir en la banca.
— creo que si— no, no lo creo, pero lo que sea no debe ser grave, o sea, él dice que se lleva bien con su familia, y no me cabe en la cabeza que tenga un problema familiar tan grave como para preocuparse. Yo estoy más preocupado de otra cosa. La siguiente clase que tengo la tiene también Myles, así que le miro a ratos, intentando recodar. No me arriesgo a mirarle mucho, el recuerdo de lo que hizo es muy reciente y me cuesta recordar algo de buena forma. ¿Cómo me sentía cuando me enamore de él? ¿Cómo fue? Recuerdo como nos conocimos y como pasamos tiempo juntos. Arg, no puedo recordarlo sin pensar que todo eso fue falso y sentirme traicionado.
Entonces ¿Cómo se supone que acepte todo eso con él? en serio que era idiota. ¿Le creí? Obviamente. La clase me parece aburrida, y me cuesta ponerle atención. No hay ningún mensaje de Liir. Debería preguntarle como esta, o si puedo ayudarle en algo.
« ¿Estás bien? »— lo mando antes de pensarlo mejor. Ah, no… no me gusta involúcrame mucho en la vida de los demás, de seguro que Liir pensara que eso es lo que quiero hacer. ¿Por qué no tengo la opción de eliminar el mensaje?
« ¿De qué hablas? Claro que estoy bien » el texto llega unos minutos después, seguido de un montón de caritas sonrientes.
« Parecías desanimado»
« No es nada» Pff, larespuesta suena tan poco convincente incluso si no está aquí. Bien, Blair, te lo mereces por entrometido. No insisto más. Sé que Liir es muy cuidadoso con lo que dice de su familia, con eso que menciono sobre que las personas dejaban de ser sus amigos al enterarse de que tenía dos mamás, ¿de dónde saco esa idea? Es tonto. Sonrió.
— Blair, ¿Qué haces?
— eh… nada.
— pensaba en Liir. ¿Crees que estar bien en serio?
— claro, es Liir. Me sorprendería verle mal. Apuesto a que solo es una cosa pequeña a la que le está haciendo mucho drama— Sumiye asiente, la vista perdida en la pizarra blanca— ¿tuviste problemas el otro día?
— ¿ah? No. creerme cuando dije eso, así que no problema. Aunque si preguntarme si estar de acuerdo con que los chicos salgan con chicos y eso. Mi familia no está acostumbrada a esta clase de cosas, pero no se pone mal con eso.
— umm.
— ¿Por qué?
— solo quería saber. Me gusto salir con ustedes, pensaba hacerlo otra vez, pero ir a otro lado. A una sala de videojuegos o algo así.
— eso gustarle a Liir. No sé si a mí me guste.
— ah, sí, lo siento. No es buena idea. Cualquier lugar estaría bien para mí. Excepto las tiendas de chicas— no quiero ni pensar lo que dirá la gente si nos ve en una tienda de chicas. Ella ríe. He encontrado una nueva forma de estar feliz, que me da algo de miedo pensar en romper esta nueva burbuja que he creado con Liir y Sumiye. Quiero seguir de esta forma por un tiempo más, no debo pensar cosas raras sobre Liir. Eso, dejare de pensar en Liir más de lo necesario.
No es fácil dejar de pensar cosas raras de Liir, lo he comprobado hoy. No mando ningún mensaje por la tarde, ni siquiera para quejarse porque perdió de nuevo contra la hermana de Sumiye. Y hoy… bueno…
— Lo siento, no puedo estar aquí hoy, los veo luego— le vemos marcharse. Si eso sorprendió a Sumiye no lo demostró. Yo no puedo creer que dijera eso y que se fuera. ¿Está pasando algo raro? Quizá me apresure a pensar que no era importante lo que pasaba con Liir. Se me seca la boca.
— ¿Blair?
— ¿Qué?
— ¿estar preocupado?
— umm… solo me pregunto qué pasa. No parece… mal.
— no. ¿No saber qué le pasa? Pensé que ya le habías preguntado qué le pasa. Son amigos.
— Sí, lo somos…— siento un sabor amargo en la boca. Si fuéramos amigos Liir podría contarme que le pasa ¿no? no sabía que fuera tan poco confiable, o que Liir fuera tan… inseguro al contar sus problemas en casa— Sumiye ¿tú me contarías si pasara algo importante en tu casa?
— eh… no lo sé. Ser muy privado. Quizá cuando las cosas estén mejor lo contaría. ¿Pensar que Liir no confía en nosotros?
— Tú lo pensaste primero— la acuso. Ella ríe.
— Liir ser bueno, quizá pensar que no es importante decirnos. Tú tampoco dices muchas cosas de ti.
— ¿De verdad?— lo que me pasa no es tan importante como para contarlo. Además, le conté sobre Myles ¿no? lo hice… ¿lo hice? Si le conté ¿no? se lo comente, pero no recuerdo contarle los detalles. ¡Si le conocí apenas termine con Myles! No iba a contarle eso siendo tan reciente. Luego solo no hubo ocasión, yo evito el tema y Liir habla de otra cosa, cualquiera.
Me quedo distraído, pensando en Liir, que se me olvida que tengo que evitar a Myles. Me lo encuentro de frente, en medio de un pasillo. ¿Hace cuánto que no le veo? Intento pasar de largo, pero él se interpone en mi camino.
— ¿Tienes prisa, Blair?— dice mi nombre con lentitud. Intento pasar de nuevo, él se mueve también. Doy un paso hacia atrás cuando alza la mano para tocarme— oh… ¿sigues molesto?
— No. Pero no quiero hablar contigo. No para que sigas burlándote de mí con los demás.
— ¿sabes? no fue personal, solo algo que paso— ladea la cabeza, una de las cientos de cosas que me gustaban de él. Eso es falso, es falso— me parecías lindo.
— umm.
— es verdad. Y eres muy considerado. Pero… me gusta verte sufrir un poco.
— Ah, y eso me hace tan feliz— ¿Qué le pasa? Me giro. No quiero saber nada de Myles. Esto es una prueba de que él no es al que yo conocí.
— ¿peleaste con tu nuevo novio tan pronto?
— no estoy saliendo con nadie.
— ¿no?
— Myles, basta. Deja de comportarte como un mocoso malcriado y déjame en paz de una buena vez— le dejo atrás con facilidad cuando salgo. Que molesto. Los primeros días después de que terminamos pensé que el Myles que yo conocía podría ser el bueno, alguien a quien podría esperar, ahora ya ni siquiera me gustaría estar con él. ¿Qué sentía por él? No lo sé. Myles no es divertido, y habla poco. Incluso es… aburrido. ¿Siempre fue así? Todo lo que hace parece planeado, cada sonrisa, cada gesto. No es espontaneo. No hay risas, no conversaciones ni palabras sin sentido que me hacen pensar porque no entiendo en que las usa. Solo estaba… atraído por su apariencia. Myles es como una de esas cosas hermosas que resultan ser venenosas.
Camino hasta la calle, no pienso quedarme aquí si Myles estará molestándome. Además, tengo la guardia baja por culpa de ¡Liir! Está ahí, en la calle de enfrente. Debería hablar con él… no doy ni dos pasos cuando alguien se detiene junto a él. Liir sonríe, guardando su teléfono, un móvil con un protector naranja chillón. ¿No había dicho que no tenía amigos? y… él últimamente estuvo algo serio, y ahora no. ¿Quién es?
— ¿Blair?
— Sumiye ¿Qué haces?
— ¿Por qué estas…? ¿Ese es Liir?— señala lo que yo ya vi, la sujeto cuando intenta salir corriendo. Liir ríe, no puedo ver a la otra persona, pero parece mayor que Liir. ¿Un profesor? Su ropa es muy formal para un estudiante. Liir parece tan alegre como siempre lo fue con nosotros— ¿Por qué...?— no termina la frase. El hombre le pasa el brazo por los hombros y caminan por la calle. Liir no me dijo que estaba saliendo con alguien… ni que le atraían los mayores. Les sigo con la mirada hasta que suben a un auto, casi en la esquina— Blair...
— vamos ¿te vas a quedar o iras a casa?
— termine mis clases.
— bien.
— Estar… lastimándome— miro mi mano, alrededor de su brazo. La suelto y siento el movimiento como si no hubiera sido yo quien lo hace.
— lo siento. Nos vemos mañana— así que Liir… está saliendo con alguien. ¿Le avergüenza decirnos? Él sabe que a mí también me gustan los chicos, y dudo que nos interese si sale con alguien de su edad o alguien mayor. Eso no me… ¿Por qué no nos dijo? Creía que él era diferente, dijo un montón de veces que no le gustaba mentir. Oh… entonces ¿por eso no quería tomarme de la mano el día del cine? Y también parecía avergonzado durante la película. Si le gustaba alguien pudo haberlo dicho antes. ¿Con quién está saliendo? Ah, Liir es un poco ingenuo, y él parecía mayor, fácilmente podrían aprovecharse de él. Salir con personas mayores no es seguro. Debe saberlo ¿no? ¿Y si esa persona está casada? ¿O solo quiere una aventura? Dios, Liir no soportaría pasar por algo como eso.
Tengo que decirle.
No me responde el teléfono, ni los mensajes. Ah, maldición. Supongo que un día no hace mucha diferencia. Aun sigo intentando llamarle, sin éxito. ¡Bien! si Liir quiere hacer eso entonces que haga lo que quiera. No tengo porque cuidarle, solo estoy exagerando. No sé si tengo más ganas de golpear a Liir o al otro sujeto. Me voy a olvidar de eso y ya. Lo que queda del día la paso con una desagradable sensación de cosquillas en el estomago.
Liir no me responde hasta muy tarde, y ahora soy yo el que no le responde. El resultado fue una mala noche. Estoy de malas ahora, ignorando las preguntas de Sumiye y las miradas de Myles.
— Blair.
— Sumiye, no estoy de buen humor hoy— en lugar de dirigirme a las bancas me dirijo al lado contrario. Me dejo caer, suspirando. Esto no puede estar pasando, no otra vez, no tan pronto. Estoy asustado de pensar si quiera en que siento algo más que amistad por Liir. Es obvio que es especial para mí, pero ¿enamorarme de él? ¿Hace cuanto termine con Myles? No sé si es correcto estar enamorado tan rápido. No quiero arruinar las cosas con Liir, y si ahora está saliendo con alguien más… quizá ni quiera me vea como posible pareja, para él no soy más que un amigo.
Ya no tengo clases con Sumiye y me basta con ignorar mi teléfono para poderme ir apenas termina mi última clase. Esta por llover, como si faltara más. Al menos no me encontré con Myles hoy, eso hubiera sido el colmo de mi mala suerte. Termino bajo el techo de una tienda, en una pequeña banca.
— ¡Te encontré!
— ¿Ah?— justo comienza a llover. Liir está delante de mí, sonriendo y con el teléfono en la mano
— ¿Qué te pasa?
— ¿Cómo?
— no fuiste hoy, Sumiye dijo que no estabas de buen humor— genial.
— claro, soy el único que tiene que dar explicaciones de que me pasa. ¿Me estabas siguiendo?
— el GPS de tu teléfono.
— ¿eso no es ilegal?
— ¡No! entonces… ¿solo estas de malas?— mis ojos se desvían a su cuello, en busca de… ¡No! me obligo a mirar a la calle. Liir se sienta a mi lado— ¿es porque no te dije que pasaba?
— si estas saliendo con alguien no me importa. Ni que salgas con alguien mayor.
— ¿salir con alguien…? No estoy saliendo con nadie— suena confundido. Ah, ¿no decir las cosas también es mentir? Es obvio que para Liir no es así.
— te vimos yendo con un una persona, parecían cercanos. Y ¿sabes? En realidad no me importa si sales con alguien, ni que sea mayor, ya te lo dije. No tenías porque ocultarlo, ni ponerte todo sospechoso.
— umm.
— tampoco lo vamos a ir diciendo o vamos a acusarte con tu mamá. No tenías que mentir, o no decirnos. Estuve preocupado, y creo que Sumiye también, si solo ibas a pasar una tarde con tu novio— me cuesta decir esa palabra— nos hubieras dicho algo al menos.
— ya veo… entiendo que está pasando, pero no mentí— le miro, ¿en serio? ¿Y que se supone que hizo? él se reclina en la banca, mirando la lluvia— lamento que te preocuparas por mi culpa, pero no pasa nada. Tú viste a mi medio hermano.
— ¿medio hermano?
— dos veces al año tengo que visitar a mi padre. No me gusta, y si fuera por mí no iría, es obvio que allí nadie me quiere. Bueno, quizá mi padre y Richard.
— ¿tienes papá? Bueno, es obvio que sí, pero…
— claro que tengo un papá, Blair. No sé como pasaron las cosas, pero creo que después mi padre se arrepintió y eso. El caso es que desde que tengo cinco años visito a mi papá dos veces al año. Richard tiene que venir por mí o no voy. No es cosa de la corte, es un acuerdo entre mis padres solamente.
— ¿Por qué no dijiste eso?
— porque es una tontería. No sabía que me comportaba distinto cuando tenía que ir, pero escuchar lo mucho que detestan las relaciones entre personas del mismo sexo y que por su culpa soy como soy… altera mucho. Pensé que quizá este año podría dejar de ir.
— ah…— ahora me siento como un idiota. Mi consuelo es que no me comporte como un idiota ni hice un alboroto— bueno, al menos ya no tienes que estar allá.
— eso es lo que más me gusta. Ahora ¿Qué paso contigo?— ah, si… él no sabe que estaba molesto por su culpa.
— me tope con Myles el otro día, no he estado bien— me siento mal por mentir, pero por ahora no le diré nada.
— ah… bueno…— Liir sonríe, me quita de un tirón la mochila y se pone de pie, levantándome con él— se de algo que te hará sentir mejor, y considéralo una disculpa por haberte preocupado.
— eh, Liir…— su sonrisa es advertencia suficiente, pero la noto muy tarde, cuando el agua de la lluvia me moja como en tres segundos. Liir salta a la calle, en la lluvia.
— ¡vamos!
— ¡Estás loco!— patea el agua en mi dirección. Intento volver a la banca, al refugio que da el techo, cada vez Liir me lo impide a jalones y empujones— basta, no somos niños, Liir.
— solo diviértete.
— Nos va a dar una neumonía—él solo ríe, corriendo y pateando agua hacia mí. Ah, no voy a seguirle este juego. Estoy dispuesto a dejar que cargue con mis cosas con tal de detener esta tontería. Camino por la calle, dejándole atrás.
— ¡Blair!— me taclea, caigo hacia delante, en medio de la corriente de agua. Liir me cae encima, mi cara da contra la calle, y literal, me hundo en el agua. Me levanto tosiendo, escupiendo el agua.
— Voy a matarte, el agua es…— escupo otra vez— ¡El agua está sucia!— siento que se me revuelve el estómago, no sé si por el agua o por la sonrisa de Liir.
— Que tonto ¿Por qué te bebes el agua de la calle?— le arrojo agua con la mano. Solo lo hace reír más. Corremos por la calle, Liir riendo mientras le sigo para vengarme. No le alcanzo, claro, soy torpe corriendo en el agua aunque me llegue a los tobillos.
— ah, basta. Me estoy congelando— ya no está lloviendo. Liir se me acerca, veo la cautela en sus ojos, también esta agitado— si mañana enfermo será por tu culpa.
— sí, si… entonces iré a tu casa a llevarte sopa… si mi madre me deja salir después del resfriado que me dará. ¿A que fue divertido?
— Lo fue, pero no creo que lo sea mañana— hace años que no jugaba en la lluvia— si quitamos el hecho de que bebí de esa agua.
— nadie te obligo— ah, está sonriendo— pero si, deberíamos irnos. Si tengo suerte nadie sabrá lo que paso y no tendré que explicar porque llego mojado a casa— como a mí me da lo mismo como llegue a casa solo me encojo de hombros. La verdad me olvide de todo en este rato. Supongo que valdrá la pena aun si me enfermo. ¿Cómo llevare la mochila sin mojarla? Eso sí que es un problema. Liir parece pensar lo mismo, porque se queda de pie, sin acercarse a las mochilas. Se forma un charco a su alrededor del agua que escurre.
— Creo que deberíamos esperar un poco— sacudo con las manos mi cabello.
— supongo. Espero que no te enfermes.
— no importa. Me divertí.
— ¿en serio? ahora creo que no fue tan buena idea. Si nos enfermamos no podremos salir. No nos vamos a ver.
— podemos hacer un video chat, o algo así. Incluso podríamos contagiar a Sumiye y hacer que se una también— digo esto con la intención de hacerle reír. Él no ríe— ¿Liir?— el cabello se le pega a la cara, gotitas de agua a le escurren por las mejillas— podemos jugar un… ¿juego de rol?— eh… ¿no le gustaran? Él solo me está mirando, como si no me entendiera o no me escuchara— oye.
— ah…
— ¿Te pasa algo?— ¿quizá ya se está enfermando? Parece que esta algo rojo— ¿Liir?—se inclina hacia mí, rápido, y me da un beso en la mejilla.
— ¡Ah!... lo siento— ¿Qué esta…? ¿Qué significa esto? me quedo mirando su expresión de pánico, luego toma la mochila y se va corriendo. ¿Me beso la mejilla? ¿Y qué pasa con esa huida? Esto es… raro. Toco el lugar donde me beso, mirando todavía la calle por donde se fue. No estoy molesto, más bien… sorprendido. ¿Cómo podría molestarme esto? pero… ¿Cómo? lo primero que hago es tomar mi teléfono y marcarle. No espero que me conteste, pero siento una malsana satisfacción al imaginarle en pánico al ver mi nombre en su teléfono.
Regreso a casa, mojando, temblando, pero feliz y un poco confundido. Vamos, es Liir, las cosas son raras con él. Si no hubiera salido corriendo no pensaría nada, y luego también lo de la heladería. ¿Por qué me dio ese helado? Ahora eso me parece un poco sospechoso.
«Liir, no seas cobarde y responde» estoy en mi habitación, mirado atento el teléfono.Liir no me ha respondido en todo el día y no espero que lo haga.
No me enfermo, lo cual es una excelente noticia. No me he encontrado con Sumiye hoy, y antes de ir a las bancas recibo un mensaje suyo, no vendrá hoy a la escuela. Me quedo mirando la dirección de las bancas. ¿Liir estará ahí? posiblemente no, si no me ha respondido es obvio que esta evitándome. Lejos de molestarme, me divierte. No, no iré, daré solo un día más antes de hablar con Liir, así tenga que buscarlo.
Paso al pendiente del teléfono lo que queda del día, deseando saber como hizo Liir para saber donde estaba y poder hacerlo yo también. Al final sé que entrego varios trabajos con errores y el peor de todos: la redacción para profesora Hall. Ah, ¿Qué voy hacer? No creo que sea una buena idea salir con alguien justo ahora, el recuerdo de Myles es muy reciente, y estar con alguien más pensando en mi ex no es algo que me gustaría. ¿Cómo paso esto?
Me levanto de la silla, en el salón vacio. Será mejor que me vaya ahora, quizá pensar mejor lo que hare con Liir. Abro la puerta y casi choco con alguien.
— ¿¡Blair!?— es Liir. ¿Qué está haciendo aquí? Que inesperado, ¿Por qué tendría que venir aquí? hasta donde se no tiene motivo, a menos que... que estuviera buscándome. Él parece igual de sorprendido que yo al verme. Espera, entonces si me buscara no se sorprendería, es obvio que yo estaría aquí.
— ¿Qué haces aquí?— que tonto, ¿Por qué Liir tendría que buscarme? Me ha evitado desde ayer por algo que él mismo hizo.
— ah, yo… estaba… buscando a mi mamá.
— ¿tu mamá? ¿Trabaja aquí?— no sabía eso.
— sí, no mi mamá, si no… ya sabes— silencio, y uno muy incomodo. Siento que estoy viendo por primera vez a Liir. Él desvía la vista.
— ¿Por qué hiciste eso ayer?— no le gusta mentir ¿no? ¿Qué es lo que dirá? Me quedo frente a él, quizá siendo un poco cruel, ignoro la mirada de suplica que me da. Suspira, sus ojos se desvían otra vez y sus labios se abren. Le toma tres intentos decir algo
— no lo sé ¿entiendes? Solo estábamos allí y lo hice, no pensaba en nada, solo pensé que parecías atractivo. ¡No pienso eso de ti todo el tiempo! Ah, pero tampoco estas tan mal. ¡Olvida eso! lo siento, se que acabas de terminar con alguien y esto de seguro te hará sentir mal o algo así, no es lo que quería y ahora me siento como un tonto por haberlo hecho— habla mucho, y muy rápido, quiero que se calle— dejemos de pensar en eso ¿si? no espero que hagas nada, ni que…— le beso. Solo así, me inclino y callo sus palabras. Liir no se mueve, aunque me pareció sentir que estuvo a punto de huir. ¿Debería sentirme mal por esto? no me siento mal. Tenía ganas de hacerlo. Que no corra es bueno, es… bueno. Sus labios presionan con los míos, y nos besamos en serio.
— Liir, cariño, te dije que fueras directo a la oficina— yo… conozco esa voz. Nos separamos, pero muy tarde— ¿¡Liir!?— Liir inhala bruscamente. Yo me quedo helado, mirando a la profesora Stela Hall. Estoy aturdido, pero los pensamientos se conectan: Liir vino a buscar a alguien. ¿Por qué una mujer adulta llamaría a Liir “cariño” con un tono cariñoso? Una mujer que no es precisamente su mamá, pero aun así…
La profesora Stella Hall es la otra mamá de Liir.
Y me acaba de encontrar besándome con su hijo.