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You Gave Me A Home por KuroAshi_ZxS

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Notas del capitulo:

Marvel, así como sus personajes e historias, no me pertenecen.

¡Hola a todos! A pesar de lo que dice en la última actualización, si logré traer continuación este sábado (o domingo en la madrugada, para muchos). Preferí hacerlo de este modo y no tardar mucho más, aunque por ello, sea un poco más corto (al menos, unas quinientas palabras. Espero me disculpen)

Como les prometí...aquí veremos algo más sobre Thanos y también sobre Peter bebé.

Saludos especiales a: wandarogersstark ¡Muchas gracias por leer y comentar!

Disculpen cualquier posible falta ortográfica.

“Quiero creer en ti… voy a creer en ti…” murmuró Tony con suavidad, intentando sonreír.

“Te lo dice alguien con experiencia en el tema: el amor que puede sentir un padre, va mucho más allá. A veces puedes cuestionar tu labor…pero nunca, realmente nunca, serías capaz de hacerle daño a Peter. Y si sientes lo mismo por Mary, sé que tampoco lo harás. Contigo está en buenas amigos”

Asintiendo en silencio, y con lágrimas a los ojos, Tony intentó dejar que el cansancio tomara las riendas. Tal nivel de confianza podía resultar atemorizante y hasta asfixiante, pero se sentía extrañamente en paz.

Hizo una nota mental antes de caer en la inconsciencia: si los magos del Santuario lo permitían, mañana mismo estaría comprando un piano.

xxxxx

Para Thanos, luego de tales acontecimientos, había sido difícil retomar su plan. Por supuesto, en un inicio había logrado su cometido, aunque había tenido que sacrificar a la persona que más amaba en este mundo: su hija predilecta.

Gamora nunca había logrado entender cuan necesario era aquel proyecto, pero el destino había querido que fuera sumamente importante para sus planes. La había sacrificado en post de la Gema del Alma, la misma que meses después, le había arrebatado todo de sus manos.

Nunca diría que no se alegraría que su hija no estuviera de regreso, que tuviera una nueva oportunidad de encausarla, y que aceptara tomar su cargo cuando él fuera demasiado viejo. Pero gracias a Rogers, el estúpido líder de su aún más estúpida banda, los Vengadores, había perdido absolutamente todo.

No solo había acabado muy herido, perdido dos piedras y el universo se había reestablecido. No, su Guantelete que ya había sufrido daños severos tras el primer chasquido, ahora se encontraba prácticamente inutilizable. Y dado que nunca pensó que tal situación pudiera ocurrir, la fragua donde había sido concebida su arma, también estaba fuera de sus opciones.

Durante mucho tiempo pensó en una nueva solución. Sin buena parte de su armada, él herido y aún recuperándose, y solo siendo capaz de mantener en sus manos una sola Gema y por tiempo limitado, sus opciones eran pocas. Investigó, reunió a un par de espías, vigiló cada movimiento de sus enemigos. Y entonces supo qué necesitaba hacer.

Pensó que Tony Stark sería su principal adversario, pero dado que solo necesitaba una última Gema, le había dejado vivir. Que el azar decidiera, y varado en su viejo planeta de nacimiento, no podría hacer mucho para salvarse aunque sobreviviera.

Pero, a fin de cuentas, en ello también se había equivocado: su compañero había sido la clave para derrocarlo, y si bien quería vengarse, su alma ya había sido reclamada. Tomada por las Gemas del Alma y del Espacio, que le habían sido arrebatadas contra su voluntad.

Luego, un grupo de hechiceros abrió un portal inter dimensional. Tuvo la ligera idea de qué estaba ocurriendo, y una aún mejor cuando sus sospechas se confirmaron: Rogers en realidad estaba vivo, pero en un lugar más lejano del que pudiera imaginar.

Al traerle de regreso, supo que debía probarlo, darle una oportunidad a su corazonada. Y cuando la Gema del Alma devolvió su antigua fuerza, eligiéndolo como su nuevo y legitimo portador, tuvo también una nueva arma en sus manos.

Claramente, de no haber resultado, podría haberse vengado y obtener una piedra de regreso. Pero un elegido contaba con una protección extra, y la suficiente voluntad para usar todas las Gemas una vez antes de morir a causa del poder.

Eso haría: Steve Rogers sería su nuevo portador. Bien pudo elegir al mago, o al dios, pero no estaba seguro si tendría el mismo resultado: ambos, de un modo u otro, tenían la capacidad para manejar las piedras, pero no eran portadores. El androide, en cambio, lo era, pero no poseía la capacidad para restaurarlo. Rogers, debido a ello, era la única opción. Él sería su nuevo guantelete.

Solo debía planear cuidadosamente como obligarlo a utilizar las Gemas del Infinito. Y quizá, para ello, necesitara la ayuda de uno de sus viejos conocidos.

Mientras tanto, en la Tierra, el propio Capitán estaba despertando. Con una mueca de fastidio, se dio cuenta que el suero, además de restaurar sus sentidos y su fuerza, también lo había hecho con su habitual rutina de entrenamiento. El reloj marcando las cinco treinta de la madrugada era una prueba clara de tal ironía, pero pronto esa molestia se vio reemplazada por claro deleite: Mary y Tony aún permanecían dormidos, claramente abrazados y cómodos el uno con el otro.

Eran demasiado adorables para su propio bien.

Dado que no tenía su teléfono consigo, tomó el de Tony, desbloqueándolo con facilidad. No era difícil imaginar su contraseña, al menos ahora para él, pues siempre solían ser referencias de cultura pop. O, cuando estaba enfadado con alguno de ellos, un insulto creativo hacia su persona.

Tomó un par de fotografías, guardando una bajo el título “si puedes ser un buen padre. Ten la confianza que eres capaz de lograrlo”.

Dado que era muy temprano, y sabiendo que no podría dormir, decidió tomar la muda de ropa que había aparecido mágicamente para él en un sofá. Su cuarto tenía un baño propio, pero como el cuarto de Tony era el siguiente, prefirió ir allí para asearse y no despertar a ninguno de los dos.

Tomó un largo baño, obteniendo suciedad y polvo de lugares que nunca había imaginado. Su muñeca se encontraba del todo sana, por lo que fue una tarea sencilla. Tan sencilla como podía, cada vez que imágenes del día anterior asaltaban su mente.

Era muy distinto haber redescubierto sus viejos recuerdos en una vida donde lo más peligroso que había vivido, había sido un asalto y un enfrentamiento con un borracho. Pero había participado nuevamente en una pelea, y las consecuencias se estaban dejando sentir, luego de quedarse solo por primera vez en mucho tiempo.

Tomó una de las toallas de los estantes, secando su cuerpo, y descubriendo que tampoco quedaban marcas de la última pelea. En un momento, se encontró cara a cara con su reflejo, frunciendo un poco el ceño ante lo largo que se encontraba su cabello. Estaba acostumbrando a usar barba, y no decidía si era buena idea recortarla o no. Pero pensó seriamente que debería pedirle ayuda a Natasha para arreglar su apariencia. Después de todo, ya no era más un criminal buscado activamente por el gobierno. Su título, antes de morir, había sido reivindicado.

Se vistió con parsimonia, y cuando se encontraba ajustando las botas que le habían proporcionado, alguien tocó la puerta de su habitación. Extrañado, y revisando rápidamente el reloj de su habitación, se dio cuenta que aún era temprano.

Con la bilis subiendo con su garganta, no pudo evitar pensar que algo malo estaba ocurriendo otra vez. Tuvo que permitirse un par de segundos para calmarse, y darse cuenta que de ser una emergencia, una vieja alarma habría entrado en acción, como todos habían acordado la noche anterior.

Con esos pensamientos en mente, abrió la puerta, dándose cuenta que se encontraba Stephen frente a él. Vestía unos pantalones y una camisa bastante elegantes, contrario a su clásico atuendo de Hechicero, aunque su fiel capa seguía cómodamente instalada en sus hombros.

“No tengo idea porqué pediste un jodido piano, Tony, ni tampoco la razón para preguntarle a los chicos por su autorización a la una de la madrugada” el doctor tenía en sus manos un recibo de compra, con la vista fijada en él, por lo que aún no se daba cuenta que otra persona había abierto la puerta “pero lo aceptaron. Y me despertaron temprano solo para recibirlo, así que tú también deberás sufrir conmigo, ya que fue tú idea…”

“Uh… ¿estás seguro que es un piano?” preguntó Steve, entendiendo más o menos lo que había ocurrido.

Parpadeando confuso, el Hechicero Supremo alzó la vista, sonrojándose quedamente “Lo lamento, Capitán, creo que debí equivocarme de habitación”

“No, estás en la correcta” tras explicar brevemente porqué se encontraba en ese cuarto, negó levemente con la cabeza “debí suponer que eso pasaría. Mary ha estado obsesionada con aprender a tocar un piano, y Tony debió escuchar. Lo siento mucho, por despertarte a estas horas”

“Está bien, si se trata de tu sobrina…los niños necesitan una distracción, sobre todo ahora…” sonriendo quedamente, hizo unas señas, pidiendo que lo acompañara “pero ya que esto aquí, puedo aprovechar esta instancia para hablar contigo” súbitamente, su tono de voz se volvió más serio “¿puedes acompañarme, Capitán?”

Tragando saliva, claramente nervioso, Steve cerró con suavidad la puerta para seguirle. Este los condujo a uno de los niveles más bajos del Santuario, donde Wong se encontraba revisando unos viejos tomos, claramente desgastados por el tiempo. El rubio pensaba que, de no ser por la magia imbuida en el lugar, aquellos libros mucho tiempo atrás habrían desaparecido en una fina capa de polvo.

“Un gusto verte” saludó Wong, sin dejar de revisar las ancestrales páginas de aquel volumen “¿no es demasiado temprano para molestar al Capitán, Stephen?”

“Fue culpa de Tony” Strange puso los ojos en blanco, claramente aún molesto por el asunto del piano “Te traje aquí porque…bueno…necesitas aprender a controlar esa Gema. De haber sido más tarde, habrían más hechiceros por aquí para ayudarnos, pero dos es tan bueno como cualquier otro número” tras invitarle a tomar asiento en unos cómodos sofás, continuó “Tener una en tu poder ya es enorme responsabilidad, aún más si esta te ha elegido”

“No quisiéramos presionarte, menos aún después de dar tu vida por nosotros, pero necesitamos que te hagas cargo de ella. Al menos hasta que…la guerra contra Thanos termine” el otro hechicero añadió, con claro disgusto marcando su tono de voz.

“Eso lo entiendo” Steve asintió “Pero ya que estamos en esto juntos, llámenme por mi nombre, por favor. Somos compañeros, aunque llevemos poco tiempo conociéndonos, pero estamos unidos por una misma causa”

“Está bien… Steve…” replicó Strange, como si fuera extraño tal clase de cercanía con el Capitán “Por eso queremos enseñarte lo que sabemos de tu Gema, hasta que los Guardianes lleguen al Santuario. No sirve de nada ser discretos, cuando sería bastante obvio de todos modos que ellos vendrían en algún momento” ante un nuevo asentimiento de parte del rubio, se permitió proseguir “y también…debemos crear un nuevo relicario. El anterior estaba unido a la magia de Nueva York, pero uno ligado a ti, será más poderoso. Y podemos evitar, de ese modo,  que alguien te lo arrebate en medio de una batalla”

“Eso sería genial… pero, ¿cómo…?”

“por eso mismo necesitamos tu ayuda” aseguró Wong con una suave sonrisa “Eres versátil a la hora de pelear, y si no te sientes cómodo, podríamos dificultar tu labor”

De ese modo inició una discusión, que los tuvo a los tres aislados en la vieja biblioteca, por buena parte de la mañana. En un momento, y en lo que parecía ser el desayuno, dos viejos hechiceros se unieron a ellos para discutir las posibilidades. Steve no sabía que pensar ante la idea de un brazalete, pues si bien era más discreto, podría dificultar sus movimientos con los escudos que le había regalado T’Challa tanto tiempo atrás. Uno de ellos sugirió qué, quizás la mejor forma, era incrustar la Gema a su cuerpo, aunque el mayor de los peligros era que, si Thanos se enteraba, no dudaría en acabar con su vida para obtenerla.

La alternativa de él mismo convertirse en un relicario, no era tan descabellada. Ya era un guardián y un portador asignado, y no era un proceso que no se pudiera revertir. Podría pensarlo hasta el arribo de los Guardianes, y hablar con Gamora sobre alguna otra alternativa. Pero mientras, ese parecía ser el único camino a seguir. Además, de ese modo, tendría un grado de protección extra.

Cuando fue el momento de descansar, y todos decidieron que lo mejor era presentarse al almuerzo, Steve empezó a sudar frío. Claro, desde que Stephen le había llamado, se había visto inmerso en una conversación transcendental para él, y que podría incluso salvar su vida. Pero el verdadero peligro lo corría ahora: sin su teléfono, y a varios niveles mágicamente bajo tierra, temía la reacción de su sobrina y su novio, tras pasar horas sin poder contactarle. Y peor, luego de que lo secuestraran hace solo unas horas, a causa de Thanos.

Pero poco antes que pudiera llegar al salón donde todos se encontraban reunidos, casi chocó con Peter. El chico tenía una mirada culpable en su rostro, y a juzgar por el modo en que acariciaba su brazo casi compulsivamente, acababa de escapar de la enfermería. No había tenido tantas oportunidades de charlar con él, pero sabía por lo poco que había escuchado de Tony, que tenía un férreo odio por las agujas y todo lo que ello implicaba. Seguramente, hasta escasos momentos, una vía con antibióticos y suero había estado conectado a su antebrazo.

“Oh, Capitán Rogers…me alegra mucho que se encuentre de regreso” masculló entre dientes, pues si bien parecían genuinas sus palabras, un deje de temor también era notable. Seguramente, esperaba que lo regañara, le enviara de regreso a la enfermería.

Steve suspiró con diversión y cansancio. De tal padre, tal hijo.

“¿Quieres acompañarme a buscar a Tony y a mi sobrina? Estuve fuera toda la mañana, y si voy solo…. pues, mi destino no es exactamente seguro” Peter no pudo evitar reír ante tal declaración, asintiendo a modo de aprobación “Supongo…que ya sabes que él y yo estamos saliendo…”

“No he tenido la oportunidad de hablar con él…” aclaró “pero puedo notarlo con solo verlos juntos. Y el tiempo que usted estuvo muerto…realmente lo destrozó por completo…” el chico tomó a Steve del brazo, frenándolo antes que pudieran acercarse lo suficiente al salón y ser escuchados por el resto “no solo él…todos en el equipo. El mundo vio caer a un líder…” se mordió el labio, claramente indeciso por lo que iba a decir a continuación “y yo también me incluyo. Gracias a usted me encuentro vivo…le debo tanto…me sentí muy alegre ayer, cuando chocó la motocicleta, y me di cuenta que en realidad estaba aquí…”

“Te debo la vida yo también, de otro modo, no habría sido capaz de llegar al santuario y dar con la Gema del Alma” el rubio le sonrió cálidamente “y si bien creo que es un tema que debemos hablar directamente con Tony, necesito antes tu aprobación”

“¿yo? ¿aprobar?” tartamudeó, con el rubor claramente manchando sus mejillas.

“Eres como un hijo para él, por ello…”

“¿entonces él es mi hermano mayor?”

Para dos hombres con sentidos sobre humanos, que eran capaces de anticipar a un enemigo a distancia, una niña de escasos ocho años logró asustarles. Riendo ante lo ridícula de la situación, Steve se agachó, permitiendo que Mary se lanzara a sus brazos. A su lado, Fred estaba ronroneando, claramente disgustado por la escasa atención que estaba recibiendo en esos momentos.

El rubio hizo una mueca. Había olvidado también que esa mañana, irían por los gatos de la pequeña al veterinario, gracias al cual se habían salvado del ataque y posterior colapso de la base.

“¿tú eres…la sobrina del Capitán…?” Peter también se arrodilló a su lado, claramente anonadado ante sus palabras.

“Hola, soy Mary” la pequeña se separó de su tío por un momento, extendiendo su mano, de modo que este pudiera estrecharla “Steve y Tony están saliendo, y pronto seremos una familia, porque decidí quedarme aquí, con ustedes. Entonces serías mi hermano mayor, porque viviremos juntos, o eso al menos espero” Mary frunció un poco el ceño, tomando una bocanada de aire, luego de semejante discurso sin apenas respirar “o si es lo que tú quieres…”

“Claro que me gustaría…sería un honor ser el hermano mayor…de una pequeña tan inteligente y bonita como tú”

Por supuesto, en el momento en que había sido designado a pasar un par de días en la enfermería, había acatado con aparente normalidad la decisión del doctor Banner. Había pensado en salir tras la cena, pero entonces Tony había llegado de su operación, y despertado poco después, por lo que sus planes no habían podido seguir adelante.

Scott estaba en una habitación separada, junto a Hope, principalmente por la gravedad de sus heridas. Por lo que solo estaban ellos dos esa noche.

Mientras conversaban, y el hombre a quien tanto admiraba le explicaba la situación respecto al Capitán y su llegada al mundo de los vivos, logrando conectar las comunicaciones con la sala de reuniones. Gracias a eso supo su historia en la otra dimensión, donde había ido a parar gracias a la Gema del Espacio, y quién era Mary y qué significaba para él.

Había sido sincero con Steve en lo respectivo a su noviazgo: el genio no había confirmado ni negado nada, pero dado la historia que existía entre ellos y la razón tras la muerte del Capitán, no era algo exactamente extraño a imaginar. Por eso también estaba al tanto que Mary era muy inteligente, y sobre la idea del rubio: que él se convirtiera en una figura para la niña, dado que solo eran diez años mayor, en comparación a la mayoría de los genios residentes.

Formar una familia que no fuera con sus tíos, como había sido desde su temprana niñez, era un concepto nuevo para Peter. Claro, había llegado a amar a los Vengadores, y estaba consciente de su admiración por Tony, pero nunca había imaginado una proposición como aquella.

Y era un camino que no dejaría ir, pues era también honesto al quererlos como padres, y a Mary como la hermana que nunca había tenido, hasta ese momento.

“Son adorables…” murmuró Tony, al notar como la sobrina de su novio abrazaba con firmeza a Peter “y tú también lo eres, aunque sigo enojado contigo por no dejar un mensaje de tu reunión con Strange. Me hiciste pasar un susto de muerte, idiota”

“Yo también te quiero” Steve rio entre dientes, rodeando con un brazo la cadera del castaño “lo sé, lo lamento, no pensé que nos tomaría tanto tiempo”

“y a juzgar por tu mirada, aún no toman una decisión definitiva”

“No…aún no lo hacemos…preferimos esperar a saber de Quill y el resto”

“Tendremos una videoconferencia con Gamora, dado que deben terminar de convencer a los líderes de un ejército para que se unan contra Thanos, y demorarán por ello aún más en arribar a la Tierra” Tony negó con la cabeza un par de veces, extrayendo su teléfono del bolsillo al notar que había recibido un mensaje “Oh, nuevas noticias. Ella ya está conectada en la tercera sala de conferencias…a la cual no tengo la más mínima idea de cómo llegar…”

“Este lugar es un laberinto” Steve notó, con evidente sorpresa, que la fotografía que había tomado esa mañana, lucía orgullosamente en la pantalla del teléfono de Tony “¿sabes a que se debe tanta prisa?”

“Diferencia de horarios, quizá ¿cómo voy a saberlo yo?” se alzó de hombros, dándose cuenta que su chico había notado el detalle de esa imagen “por eso digo que eres adorable. Puedo tener mil dudas, pero destruyes todas en un instante con tus palabras”

“Stevie… ¿estás allí…?” la voz de Bucky resonó por los altavoces, logrando que los Vengadores alzaran el rostro, con el corazón encogido en un puño “necesito que vengas aquí, ahora, esto es serio”

Tras esa advertencia, y luego que Peter les indicara por señas que permanecería con Mary, Steve cargó a Tony en sus brazos del modo más delicado que pudo y se dirigió al salón de conferencias. En el lugar se encontraban buena parte de sus compañeros, expectantes, en medio de un silencio tan tenso, que podría ser cortado con un cuchillo.

Se encontraban sentados alrededor de una mesa circular, frente a una pantalla que mostraba a la hija de Thanos, Gamora, y a Peter Quill. Al notarlos entrar, su expresión se ensombreció, pero procedieron a recapitular, para poder informarles de lo que estaba ocurriendo.

“Creo que todos saben que poco antes de ser sacrificada por…por el Titán…”la voz de la chica se entrecortó un momento, intentando obtener fuerzas para narrar el momento en que Thanos había acabado con su vida “un guardián se presentó ante nosotros, y explicó el sacrificio que exigía la Gema del Alma… un hombre en el cual no pude confiar…”

“No entiendo cuál es el problema con ello” espetó Tony con fiereza, momentos después de sentarse en una de las sillas del despacho “si solo es un pobre desdichado con una de las tareas más aburridas de la galaxia”

“El problema es…que con el miedo que sentía en ese momento, no hice las conexiones, pero Peter me habló de ello…”

“Es…un gusto conocerle, Capitán. Y me alegro de verlo con vida” como pocas veces desde que había sido raptado, Quill ocupaba un tono respetuoso con alguien, lo que sorprendió a muchos en aquella sala “Le conté sobre sus aventuras…. pues yo…eh, era un gran fan…”

“Capitán…” Gamora volvió a llamar su atención, al notar que las mejillas de su novio estaban fuertemente sonrojadas por la vergüenza de develar ese detalle “el guardián tenía la piel roja…su rostro…parecía una calavera…”

“Imposible…” Steve sintió que sus piernas flaqueaban y, de no ser por la rápida ayuda de Bucky, habría caído al suelo. El shock era demasiado grande como para poder asimilarlo

“No lo es… sus descripciones, sus palabras, las circunstancias en que se convirtió en el Guardián de la gema…todo tiene sentido” respondió su mejor amigo “Al parecer, Johan Smith no estaba tan muerto cómo todos creíamos…”

Notas finales:

Espero les haya gustado, y cualquier reclamo o sugerencia, pueden dejarla en los comentarios. Trataré de regresar lo antes posible, aunque seguro sea el fin de semana. 

Nos vemos entonces ¡Cuídense mucho!


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