“Es verdad, aún no les has dicho nada sobre ti, aunque conozcan casi todo sobre nuestras historias” sujetó su estómago con fuerza, sin poder dejar de reír “aunque en su mundo era viernes, aquí es en realidad domingo. Es perfecto”
“Clint…ni se te ocurra” rápidamente, Steve captó el doble significado de las palabras de su compañero, con el rostro enrojecido por la vergüenza.
“¿a qué te refieres?” preguntó con confusión Roberta.
“Que mañana es lunes. Y, por ende, el Smithsonian se encontrará abierto” la sonrisa de Clint no auguraba nada bueno “¿y qué mejor que responder a sus preguntas, que con un recorrido por el inicio de todo?”
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“¿Se puede saber por qué vamos al Smithsonian? Es solo un museo” tal y como había predicho Steve, su madre estaba lo suficientemente molesta como para no callarse durante todo el viaje “Deberían dar marcha atrás y regresar a buscar otra manera de devolvernos”
“Lamento lo que diré, pero tu madre es una cabeza hueca, Cap” firmó Clint, utilizando lenguaje a señas, para que solo los Vengadores pudiera entenderle. Desde que habían descubierto que el arquero tenía problemas de audición en una de sus misiones, cuando sus audífonos se habían descompuesto, todos habían prometido aprender, para que no tuviera que depender siempre de la tecnología “no importa cuántas veces le expliquemos. De genio no tiene nada”
Aquello le valió a Evelyne una nueva ronda de carcajadas, y aún más enfadada al no entender que decían de ella, se cruzó de brazos y les fulminó con la mirada. El propio Steve sonrió divertido, pues aunque en otros tiempos no le habría hecho gracia ver a alguien burlándose de su madre, en esta ocasión se lo había buscado.
El día anterior, luego que Clint lograra convencer a todos de su visita al museo, habían cenado amenamente. Junto con la orden de las pizzas de Bianca, habían llegado Hope con Laura y los niños. Rápidamente su sobrina había empezado a conversar con Cassie, y tal como había predicho Scott, se habían vuelto buenas amigas en cuestión de minutos. Un asunto por demás entendible, dado que las figuras paternas de ambas estaban involucradas en situaciones que escapaban de toda la comprensión y la lógica. Y tener a alguien con quien compartir su vida, un confidente de su misma edad, era más de lo que Steve podía pedir para Mary.
Casi al final de aquella celebración improvisada, tanto Wong como Strange había aparecido en el comedor, atraídos por el maravilloso olor del queso derretido.
El soldado se sentía aún un poco avergonzado, sobre todo por los celos erróneamente dirigidos que había sentido hacia el buen doctor, sino que también por lo desgastado que parecía tras realizar aquel hechizo que le había regresado a su hogar. A fin de cuentas, era su culpa por haberse dejado vencer por las palabras de Evelyne, no estar más atento, y terminar con sus seres queridos en esa dimensión.
Tony tenía razón: debía ser fuerte, no dejar que sus cimientos se tambalearan. Aunque el pensamiento de las personas hubiese cambiado en las últimas décadas, no todos serían tan abiertos como para aceptar distintos tipos de relaciones. Evelyne era una de ellas, y aunque parecía decidida a no acercarse a él de momento, Steve pensaba intentar ganar su aceptación. Tenía dos semanas por delante, y las aprovecharía al máximo.
Pero antes que el rubio pudiera abrir la boca y disculparse, o al menos darle las gracias al Hechicero Supremo, Loki de todas las personas se adelantó a sus planes “Oh, parece que el gran guardián del mundo astral apenas puede moverse” la sonrisa arrogante y soberbia del dios brilló con furia, y aunque aquel gesto habría levantado las alarmas de todos, en aquel momento Strange realmente no podría hacer mucho para vengarse de sus palabras.
“Eso lo dice el hombre…perdón, dios…” Stephen respondió con el mismo tono venenoso, acercándose hasta estar a solo unos metros de distancia “que cayó fácilmente en mi trampa y estuvo cayendo en un vacío infinito por media hora”
Para el asombro de muchos, la sonrisa de Loki en ningún momento se tambaleó “La excepción a la regla. Pero al menos yo puedo hacer magia, y tú, mortal, pareces más seco que una planta”
Steve sabía que ambos podrían seguir así para siempre, sin ceder una pisca, todo por su orgullo maltratado. No los conocía personalmente, pero eran demasiado parecidos en ese aspecto. Y sus amigos en realidad parecían más que divertidos ante aquel giro de acontecimientos, por lo que la mayoría eligió un bando, iniciando con una ronda de apuestas.
Era sumamente infantil e inmaduro, pero incluso él terminó del lado de Loki, divertido ante los nuevos insultos. Creía que al menos el dios de las travesuras tenía un punto: si aún conservaba su magia, tenía una ventaja superior, al menos en ese momento. Y mientras ninguno terminara diciendo groserías, por el bien de los niños presentes, no perdería nada en disfrutar un poco y relajarse.
Thor, obviamente, estaba del lado de su hermano, aunque había comentado en voz alta que el hechizo sobre la cerveza mágica era un buen contrincante. No muchos estaban del lado de Strange, sobre todo por no conocer de lo que era capaz, pero Steve creía que tanto Scott como Clint se encontraban allí solo para avivar la pelea.
A fin de cuentas, fue el hambre que terminó con la discusión. Loki permitió una pausa para que Stephen y Wong cenaran, consciente del desgaste que provocaba esa clase de hechizos, y evidentemente complacido al encontrar un digno rival. Pero tras la comida el sopor y cansancio hizo mella en todos, por lo que cada quién se dirigió a su habitación.
“Tu viejo cuarto sigue tal cual lo dejaste” le comentó Tony, mientras ambos limpiaban el desastre en la cocina. Era un viejo hábito que se había instalado en el equipo muchos años atrás, cuando aún Vivian en la Torre: por parejas, dos días a la semana, se encargaban de la cena. El último día salían fuera a algún restaurante, si no es que una misión les tomaba por sorpresa.
“Eso…es inesperado…” tartamudeó, sin saber cómo reaccionar ante tamaña declaración.
“Lo sé, todos pensaban que la había destruido. Pero ni siquiera yo puedo ser tan desalmado…” el ingeniero sonrió con amargura “¿Qué clase de hombre sería si acabara con tus únicas pertenencias, tus recuerdos de tu anterior vida?”
“Hey…no, no es lo que quise decir…” con suavidad le tomó de su muñeca, obligándole a mirarle a los ojos “creí que tras meses después…de mi muerte, simplemente habrían seguido adelante. Reutilizar mi habitación para alguien más. Es todo”
Visiblemente, la expresión de Tony se suavizó, relajándose poco a poco “Tienes razón…lo pensé en un momento, pero sencillamente no fui capaz. Luego Cuernitos hizo esa reunión…”
“Lo entiendo…”
Steve le sonrió, antes de depositar un suave beso en sus labios y darle las buenas noches. Ansiaba pasar tiempo con su novio, de conocer su cuerpo por primera vez, pero era algo que aún no podía permitirse. Realmente se sentía exhausto, y a la mañana siguiente, Clint seguro le habría avergonzarse hasta decir basta.
Y no solo eso. Tenía el vago presentimiento que alguien más lo necesitaría esa noche.
Tal y como había imaginado, poco después de llegar a su habitación y tomar una breve ducha, sintió un breve e inseguro golpe en su puerta. Rápidamente se puso una de sus viejas camisetas, que si bien se ajustaba en su largo, era demasiado ancha. No se había dado cuenta de la diferencia entre su anterior anatomía y la actual, hasta que tuvo un parámetro seguro para comprobarlo.
Al abrir, no pudo evitar sonreír ampliamente: Mary vestía un largo vestido, seguro cortesía de Cassie, y abrazaba a Fred entre sus brazos. No dudaba que sus otras mascotas estaban con su nueva amiga, encantada ante los felinos, por lo que no pensaba preocuparse hasta la mañana, cuando tuvieran que comprar comida para ellos.
Aunque Mary se sintiera verdaderamente emocionada ante esa experiencia, no dudaba que la preocupación debía estarla carcomiendo viva. Como bien le había comentado a Tony días antes, temía que le alejaran de su lado. Durante los primeros días necesitaría un recordatorio constante, de saber a ciencia cierta que su tío seguía a su lado, que la protegería.
Era una niña que había perdido y sufrido mucho en su corta vida. Y si Steve podía ayudarla de esa manera, lo haría sin dudarlo un segundo.
Por eso, sin decir palabra alguna, Steve guio a la pequeña a la amplia cama de su habitación. Apagó las luces y se acostó a su lado, cubriéndola con las mantas, antes de abrazarla contra su pecho.
Mary también parecía inusualmente callada, dejando que Fred tomara su lugar habitual y su acurrucara muy cerca de los pies de su dueña. Bostezo un par de veces, relajándose poco a poco, antes de quedarse dormida en sus brazos.
“Buenas noches, cariño” murmuró en voz muy baja, sin querer despertarla. Ella necesitaba descansar tanto como todos, si no es que más. Y los próximos días, seguro auguraban ser tan agotadores como este.
Steve estaba seguro que ambos durmieron al menos unas sólidas ocho horas, antes que un constante repiqueteo en su puerta, llevándolos de regreso a la vigilia: se trataba de Thor, quién visiblemente emocionado por una nueva excursión, estaba llamando a todos para desayunar y dirigirse pronto al museo “Steven, amigo, es hora que te prepares. Junto con nuestros leales amigos, tu querida familia y tu encantadora sobrina, nos dirigiremos dentro de poco a una de las más exitosas travesías” a pesar de lo extraño que resultaba para el soldado ver a Thor con el cabello corto y vistiendo una camisa a cuadros, aquella apariencia le sentaba extrañamente bien “me siento enormemente emocionado por lo que planea Clinton para nosotros. Tenemos que apresurarnos”
Y así, con uno de los despertares más extraños de todos los tiempos, Steve y sus amigos se pusieron en marcha. Tras un desayuno rápido, y dejar a cargo a las mascotas de Mary con Wanda, tomaron prestado una de las limosinas de Tony y se dirigieron al museo.
Para el rubio era extrañamente ridículo ir al Smithsonian en un vehículo de lujo, pero eran demasiados, y serviría para su tapadera. Junto con sus padres, Roberta, Bonnie y Mary; los acompañaban su equipo, además de Rhodey y Bucky.
“Te ves ridículo” mencionó Mary al notar como su tío y algunos de sus compañeros, se ponían un par de gafas de sol y unas gorras de béisbol “son totalmente reconocibles”
“Es justamente por eso que nos vestimos así. Nadie creería que un grupo tan reconocido y pintoresco como nosotros (o alguien tan llamativo como Thor) se vestiría de un modo tan obvio” respondió Tony, pidiéndole a Happy, quién había retomado sus deberes de chofer, que les dejara a un par de cuadras del museo “caminaremos desde aquí. Será más fácil infiltrarnos de este modo” ante las miradas interrogantes de la pequeña y sus abuelos, decidió explicar “nadie sabe que Stevie está vivo, de otra forma, habríamos venido sin estos tontos disfraces”
“Por eso Romanov y yo los distraeremos” acotó War Machine “Tones filtró un rumor en internet, de como nosotros estaremos en el Smithsonian por la organización de un nuevo evento de caridad, y que queremos que tenga lugar aquí” sonrió ampliamente “mientras estemos en la mira, nadie buscará por ustedes, y tendrán esa sección prácticamente vacía”
“Dense prisa” siseó la Viuda Negra, percatándose de los reporteros pululando por el lugar “esas aves de rapiña son el único obstáculo. No dejen que los graben, o estaremos en graves problemas”
Tras su advertencia, todos siguieron rápidamente sus papeles, entrando en el Smithsonian sin mayores problemas. Solo Evelyne seguía quejándose de la situación, sin entender nada, hasta que llegaron a la sección dedicada a la Segunda Guerra Mundial.
Tanto Steve como Bucky no pudieron evitar verse atraídos hacia los aviones y las armas, perdidos ante los recuerdos de lo que una vez había sido su vida. Tony, al darse cuenta de aquel detalle, simplemente le hizo un par de gestos a Clint, instándole a seguir hacia la siguiente habitación. Sabía que luego ese par los alcanzaría, pero primero, ambos se merecían un momento a solas. Solo ellos podían entenderse, y consolarse mutuamente ante tamaña pérdida.
“Ellos nos alcanzarán pronto” comento el castaño con voz alegre, intentando ocultar su preocupación. Sabía que luego que todos vieran esa exposición, se darían cuenta rápidamente de lo que estaba ocurriendo “tu tío está acompañando a Bucky”
“¿El señor Barnes está bien?” preguntó la niña, mordiendo su labio inferior.
Sin ser capaz de retener una nueva mentira, Tony intentó contestar con la mayor sinceridad posible “No lo sé, pero Steve estará allí para él” las imágenes que una vez había visto, de James en ese mismo museo, pocas semanas tras la caída de SHIELD, estaban refulgiendo en su mente. Era el primer avistamiento que habían tenido del ex soldado del Invierno, cuando la búsqueda de su líder recién comenzaba “solo debemos darle un poco de tiempo, y espacio”
“Lo entiendo” y con ello, su conversación parecía haber llegado a su fin.
Esa máscara de felicidad casi cayó al sentir una pequeña mano aferrándose a la suya. Al mirar hacia abajo, vio como Mary había decantado por elegirlo, para que lo guiara, mientras se deleitaba con cada uno de los objetos en exposición. Esa muestra de evidente confianza hizo que sus ojos se sintieran extrañamente húmedos, pues aunque se conocían por tan poco tiempo, la niña no había hecho más que apoyarlos en su relación.
Sujetó con firmeza su mano, tomando la delantera: aquel era un espectáculo que la sobrina de Steve, tenía derecho a ver y deleitarse, primero que todos.
La guio hacia una escalera mecánica, y al entrar, fueron recibidos con una enorme pantalla, que rezaba las palabras ‘Bienvenido de regreso, Capitán’ con la bandera de los Estados Unidos flameando en el fondo. Ya con esa simple señal, las cejas de Roberta se alzaron, y la mirada de Walter parecía más que incrédula. Tony lo entendía, pues esa frase, había sido dedicada por un presidente. Su shock era esperable.
La siguiente pared tenía la imagen de su escudo, junto con la frase ‘Leyenda viviente y símbolo de coraje’. Y entonces, una vieja fotografía de Steve, utilizando uno de sus primeros trajes, junto con una voz diciendo “Un símbolo de la nación, un héroe para el mundo. La historia del Capitán América se trata de honor, valentía y sacrificio…”
“Imposible…Capitán…Capitán América…ese es su sobrenombre completo” murmuró Bonnie, pues si bien ya tenía una idea que su grupo trabajaba como héroes a tiempo completo, nunca había esperado que su ex novio fuera tan reconocido.
“Esto…esto es…mentira. Ustedes debieron prepararlo, para jugarnos una broma” la voz entrecortada de Evelyne delataba su furia, pero también como intentaba convencerse con todas sus fuerzas que la exposición no era real, que su hijo en ese mundo no era un héroe condecorado. Pues con ello, lo volvía incluso más importante que el descubrimiento de una ecuación matemática: de un hombre que había dado todo por su gente, salvado a millones y perdido su vida en el proceso.
“Eso no es factible, y lo sabes bien, cariño” en un susurro, Walter reprendió a su mujer. Pero también sabía lo difícil que era para ella: las respuestas a todas sus preguntas en un solo lugar.
“¿Ese…ese era Frank…?” Mary fue la siguiente en hablar, viendo las imágenes de Steve antes que le administraran el suero, la forma en que antes lucía por su horrible estado de salud y las enfermedades que lo atacaban diariamente “¿Programa del súper soldado? Oh Dios…”
La siguiente era una imagen comparativa de lo mucho que había desarrollado su musculatura gracias al suero. Como a muchos niños, Tony alzó a la pequeña en sus brazos, permitiendo que se diera cuenta de la enorme diferencia entre ambos marcos “Lo es. Tu tío era un tipo muy valiente y arriesgado, que se metió de lleno en un experimento en los años cuarenta…” hizo una pausa, recordando tardíamente lo que aquello significaba “Sí, Steve tiene cien años. Gracias al suero es que pudo vivir tanto tiempo…”
La leyenda grabada en una pared, explicó un poco más para ellos ‘Mientras estaba de gira en Azzano, Italia, Rogers salvó ciento sesenta y tres vidas. Incluyendo a su mejor amigo, James Buchanan Barnes’.
“El señor Barnes también…” la voz de Bonnie pendía de un hilo, entendiendo ahora el motivo por el que ambos hombres habían decidido quedarse atrás.
Rápidamente llegaron al salón donde exponían sus viejos trajes, junto con los de los Comandos. El que había robado Steve durante la caída de SHIELD había sido devuelto, arreglado y limpio, como si las quemaduras de bala y las marcas de cuchillo, nunca hubiesen estado allí en primer lugar. Escucharon atentamente sobre el equipo y HYDRA, sobre Smith y su atentado hacia Estados Unidos.
Se detuvieron unos instantes en la esquina conmemorativa a Bucky, a su sacrificio, y los videos en blanco y negro donde Steve y él aparecían sonriendo alegremente “Cielo Santo, parecían tan jóvenes…” para Roberta, aún no caía en su cabeza como es que ambos eran tan mayores. Pero eso explicaba en cierta forma su madurez, y la mirada nostálgica que parecía siempre prevalecer en sus ojos.
Para Tony era incluso peor, al igual que para sus amigos: todos sabían que por mucho, aquel había sido el único lugar donde su líder podía reencontrarse con sus viejos camaradas. Y con su hermano, quién había creído perder para siempre.
“Amigo Steven, es un honor poder conocer tu historia” la voz queda de Thor llamó su atención, dándose cuenta que tanto su Capitán como el ex soldado del Invierno, se encontraban a su lado. En medio de su conmoción, y del ruido del lugar, no les extrañaba a nadie no haberlos sentido regresar “Es un honor tenerte como compañero, un hombre tan digno y valiente”
“Debo admitir que no es mi primera vez por aquí” las mejillas de Bruce se habían teñido de una suave tonalidad rosa “aunque mucho ha cambiado desde que era niño”
“Esto es tan extraño para mí como para ustedes” fue la escueta respuesta de Steve, tomando a Mary por su otra mano “pero es necesario que sepan todo. Y por eso, deben conocer a alguien muy importante para mí”
El semblante de Steve, en esos momentos, se veía realmente imponente. A pesar de las gafas y la gorra, de la diferencia de masa muscular y el traje; su expresión era casi idéntica a la de los metrajes, si no es que más dura y decidida. Y aquello, robo el aliento de todos, confirmando de una buena vez que todo era real. Que había ocurrido en el pasado de aquel mundo.
En un costado, había una pequeña sala de cine, donde todos tomaron asiento en silencio. Bucky se puso a su lado y Tony al otro, con Mary sentada cómodamente en sus rodillas. Era una grabación de Peggy, pocos años de fundar SHIELD: hablando de su pasado, de su primera misión como el Capitán América “Ella era hermosa…” murmuró la niña, sonriendo ante esas imágenes.
Estaban solos en ese momento, por lo que Bucky se permitió comentar “La agente Carter era una mujer ruda, y sí, muy hermosa. No me sorprende que Steve se hubiese enamorado de ella”
Ante esas palabras, el soldado recibió miradas incrédulas, que le hicieron sentirse aún más avergonzado “Calla, Buck. No tenías por qué decirlo de esa forma”
“Ambos sabemos que es verdad” replicó el hombre de cabellos negros “Ustedes seguro se hubieran casado, de no ser por tu acto heroico. Ella también te amaba…”
“Nunca pude asistir a esa cita” admitió, sintiéndose algo incómodo, pero sabiendo que a Tony no le importaba. Peggy siempre sería su chica, pero él era su verdadero amor “pero ella fue feliz, tuvo una enorme familia, y murió en paz. Es lo que importa”
“Salvar al mundo tiene un gran costo…” Tony sonrió quedamente, mirando a los padres de su novio “Por eso le llaman el primer Vengador. Técnicamente, fue quien fundó el equipo, y quién nos lideró desde que nos ensamblamos. Una locura, todo gracias a Cuernitos”
“Espera…¿qué?” preguntó Roberta “¿ese dios…?”
“Mi hermano atacó Nueva York un par de años atrás, aunque no fue realmente su culpa” Thor parecía avergonzado, por lo que Clint decidió cambiar el rumbo. Aún había mucho de la exposición de su líder que explorar.
“Vamos, levanten esos ánimos. Vinimos aquí para molestar a nuestro líder” Steve tapó su cara con sus manos, aquel era el momento que tanto había temido “¿quién quiere verlo dándole puñetazos a Hitler?”
“¡¿Qué?!”
Con ello, terminaron viendo todos sus viejos metrajes con las chicas de la USO, con aquel baile ridículo y su primer traje. Incluso Roberta se reía a carcajadas, y Evelyne tenía una pequeña sonrisa jugando en sus labios. Eso fue hasta que levantó la motocicleta sobre sus brazos, con algunas de sus coristas aún sobre ella “Eras realmente fuerte…” Walter se encontraba sentado a su lado, intentando darle un poco de apoyo, aunque parecía igualmente divertido que el resto.
“Eso no es nada” inquirió Tony, evidentemente satisfecho con ser capaz de lucir a su pareja “Hace un par de años, detuvo un helicóptero a mano limpia”
“¡Tony!” murmuró Steve, quién en esos momentos, tenía su rostro y cuello completamente sonrojados “No es para tanto”
“Lo es, y completamente sexy” en ese momento, las luces de la habitación comenzaron a parpadear, al tiempo que su teléfono vibraba en su bolsillo: una llamada entrante, con una enorme ‘A’ brillando en la pantalla. Una oficial “¿Qué ocurre?” preguntó, cada vez más asustado.
“Se dio cuenta” la voz de Strange le hizo sudar frío “con la Gema del Espacio, Thanos se dio cuenta que abrimos un portal. Debió sentirlo” la voz usualmente calmada del doctor, sonaba en extremo preocupada “Su ejército está aquí, y estoy completamente seguro, que vienen por el Capitán”