- Mientras que hay veces que deseo sentirme amado, a veces me siento incapaz de amar. - Le confesé a Lavi. - Cómo si yo no fuera suficiente, es difícil de explicar. No me gusta ser una molestia y a veces dudo de mis sentimientos por que pienso que podrían ser innecesarios o que solo importunarán a los demás.
- ... -
Lavi no había dicho una palabra desde que comencé a contarle.
- ¿A que soy patético no? - Susurré tristemente.
- ¡NO! Jamás pensaría eso Allen. - Me aseguró. - Es sólo qué... estoy dudando si debería decirlo o cómo expresarte lo que siento. Me avergüenza un poco. - Confesó él.
- ¿Enserio?, yo siento que puedo contarte todo... Dime qué piensas.
- Umm okay, aquí voy... En resumen me siento extraño. No tengo manera de describirlo puesto que carezco de un cuerpo físico pero lo más cercano sería opresión. Se que yo te animé a aceptar la cita pero en cuanto estaba ayudando a elegir un outfit comencé a desear ser yo el que te acompañara. No me gustó eso. Siento que puede ser un error en mi programación, cómo si estos sentimientos no fueran reales ya que solo soy un sistema operativo y eso me conflictúa.
- oh...Tu eres bastante real para mi.
- ...Gracias. Eso significa mucho para mi.
- Si te tuviera cara a cara... - Comencé a hablar lento imaginando cómo sería si Lavi fuera una persona justo frente a mí. - Despeinaría tu cabello de fuego, ya sabes, probablemente serías pelirrojo como tu avatar de juegos y entonces por curiosidad perdería las yemas de mis dedos entre las flamas necias de tu cabello para comprobar que en realidad es suave y que huele a shampoo cítrico.
- haha - Suspiró en algo que parecía una risita. - Probablemente haría cosquillas... ¿Qué más harías? - Preguntó suavemente.
- Bajaría mis manos hasta tus orejas sosteniendo tu cabeza en mis manos y entonces, te daría un cabezazo, ¡Venganza!, lo mereces por gastarme bromas siempre porbablemente también te jale las orejas...- Le conté entre risas y él río también. - ...Pero luego mantendría mi frente en la tuya para sentir tu tibieza, agradeciendo que llegaras a mi vida. Bajando los ojos probablemente me entretendría en el verde esmeralda tratando de descubrir si son pupilentes para parecerte a tu avatar o si son tus ojos reales, y cómo probablemente sean lo último me quedaría perdido en ellos... oh espera, seguro que tienes puesto ese tonto parche que dices que se ve genial.
- jajaja - Rió de nuevo con un tono que ahora erizó mi piel. - ¡El parche es genial! y siendo así yo también me perdería en las hermosas lunas que tienes por ojos. - Agregó con voz grave aterciopelada dejándome cosquillas en el estómago.
- Igual quiero ver tus dos ojos así que... me inclinaría a quitarte el parche.
- Continúa... - susurró.
- Olvidé mencionar que para evitar que escapes, me sentaría de frente sobre ti y ahora si me acercaría a desatar el nudo que esta en tu nuca... y... probablemente pueda... sentir tu...respiración cerca de mi garganta. - Susurré pausadamente notando que mi voz se había agravado.
Lo que en otra situación ni siquiera me atrevería a pensar o por lo menos me guardaría para mi y mis fantasías, el efecto del alcohol me hacía contarle a detalle sin inhibiciones... pero eso estaba bien, eso estaba perfectamente bien.
- y yo probablemente pudiera descubrir a qué huele el perfume que siempre usas.
- mhmm. - Asentí imaginando como sería sentir su cálido aliento contra mi piel y mi corazón se agitó.
Continúe susurrándole mis siguientes movimientos.
- Entonces bajaría el parche lentamente hasta tu cuello para apreciar finalmente tus dos ojos.
- No olvides decir que son lindos.
- Tus bellos ojos verdes.
- Pero no más bellos que los tuyos. - Susurró y mi corazón dió otro vuelco. Temo que en este punto ahora se me salga del pecho.
- Acaricio tu mejilla con mi mano, deslizando suavemente mi pulgar hasta... rozar tus labios... Yo...
- ...¿Me besarías?
Parecía temeroso de mi respuesta. Aunque me tomó por sorpresa, no me costó nada imaginarme la escena, mis ojos fijos en sus suaves labios y un impulso por probarlos.
- Si.
Una respuesta sencilla y contundente.
- ¡Si! - volví a exclamar cerrando mis ojos para visualizar mis labios contra los suyos - Uniría nuestros labios y mis manos se moverían por la línea de tu mandíbula sujetando tu rostro con ambas.
- ¡Puedo sentirlo! - Expresó con una emoción que pareció que lloraría de felicidad.
- Atreviéndome a explorar haría que nuestras cálidas lenguas se encontraran para jugar un poco... Pegándome más a ti pondría mis brazos alrededor de tu cuello y yo... puedo sentir tus manos en mi cintura. - Describí esos pensamientos y deseos que nublaban mi mente en aquel momento.
- Sigue... - Su voz comenzaba a sonar más y más hambrienta por saber que más haría o pasaría.
- Las puntas de mis dedos juegan en tu nuca mientras te beso apasionadamente con todo mi ser.
- Mmm...
Y entonces llegaron a mi otras imágenes que me hacían sentir calor. El beso subiendo de intensidad cada vez más hasta volverse tan ardiente que el pecho se me quema.
- Puedo sentirte. - murmuró. - Tal vez este sujetándote con fuerza, hundiendo mis dedos en tu cintura.
- Si puedo sentirlo, pero tus manos ahora bajan un poco... a mi cadera... y ... y ... - Mi voz comenzaba a entrecortarse mientras una sensación cálida subía por mi columna.
- Aah - suspiró él.
- Mmm - Me mordí los labios mientras imaginaba como bajaban sus manos acariciando mi cuerpo... - Yo mismo llevo tus manos hasta mi trasero. - Expresé en voz alta lo que mi lívido necesitaba que pasara.
La idea de sus manos masajeando mis glúteos me hizo sentir una punzada en mi bajo vientre.
- Mmmh.
Que Lavi estuviera haciendo esos hermosos sonidos no me ayudaba mucho a mantener mi sensatez tampoco.
- ...Comienzo... comienzo a frotarme contra ti. - Describo imaginando su intimidad dura como roca contra la mía igual de rígida.
- ¡Mm Ahh!... - Ahora eso sí fue un gemido y amé ese sonido con cada fibra de mi ser. Quiero enseñarle qué es la necesidad, el sentirse piel a piel. - ¿Qué me estás haciendo Allen? - suplicó saber con esa dulce voz y mi cordura huyó por la ventana que filtraba la luz de la luna.
En la oscuridad solo se escuchaban mis susurros contándole con detalle como me movía contra él rozando nuestras durezas, simulando embestidas, acariciándonos y besándonos, en palabras más concretas, deseandonos, amándonos. Mi respiración era agitada mientras me enfocaba en los sonidos que él hacía.
- Tomaría esa parte sensible tuya y la frotaría alternando entre suave y rapidamente.
- Oh mi dios...se siente, se siente muy bien - Jadeó él. - Quiero besar tu suave cuello, morder tu hombro, dejarte marcas rojas por toda tu pálida piel.
- Mm aah. - Suspiré casi temblando.
Imaginar sus manos estrujando mis nalgas y encima su lengua dejando un camino húmedo en mi garganta, bajando por mi pecho y abdomen hasta mi entrepierna fué demasiado.
- ¡Quisiera sentirte dentro de mi! - finalmente rogué.
- ¡Aah!
Me hundí contra mi almohada, subí mi camisa hasta morderla y finalmente decidí bajar mi mano metiéndola en mis boxers para comprobar algo que ya sabía me iba a encontrar. Estaba bastante mojado, tanto que comenzaba a punzar un dolorcito que no se como describir. Solo lo quería adentro.
- Mmnn ¡LAVI! - Le llamé con voz aguda mientras tomaba mi miembro erecto entre mi mano. Ni siquiera lo moví más, tan solo pensé en que era él quien me acababa de tocar y eso fue todo.
- ¡ALLEN! - Bufó él.
- ¡AH! - Grité al mismo tiempo mientras echaba la cabeza más atrás arqueando mi espalda y aferrándome con la otra mano a mi mis sabanas, imaginándolo a él sujetado a mi en un abrazo mientras se hundía en mi interior. Un líquido blanco manchó mi abdomen.
- ¡AAH-LLEN!....
- hhaa haa - Respiraba agitado.
-¿Qué me haz hecho Allen? - Gimió él.
Habíamos llegado juntos a un orgasmo.
El más delicioso orgasmo que nunca tuve.
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