Mientras Seokjin terminaba de secar su cabello para poder acostarse Namjoon se acercó a él desde atrás. El mayor encontró los ojos del menor a través del reflejo y pudo notar la preocupación en su mirada, por lo que apagó el secador y con dulzura le preguntó:
— ¿Estás bien?
Namjoon abrazó por el cuello a su esposo y se apoyó en su hombro. Con una mirada de cachorro abandonado le respondió:
— Hoy me he encontrado con alguien a quien no esperaba ver en absoluto.
Seokjin preocupado apoyó sus manos sobre las de él.
— No me digas que ella…
— No es ella, no te preocupes. Fue Jungkook.
— ¡¿Qué?! Eso es aún más impresionante.
— Lo sé, lo sé, solo que… no se veía como él, es decir, sí, parecía igual de despistado que el Jungkook que conocíamos pero de una forma diferente, más maduro.
— Bueno, han pasado algunos años, me alegra escuchar que ha madurado al fin. — Seokjin comenzó a mover su pulgar en círculos sobre la mano de Namjoon. Él suspiró.
— Pero no se veía bien. Ya sabes, no de la forma en que siempre estaba. Aunque se nota que ama a sus hijos y que…— Namjoon fue interrumpido por su marido:
— ¡¿Qué?! ¡¿Jungkook tiene hijos?! ¡¿Jeon Jungkook?! ¿Estamos hablando del mismo Jungkook verdad? ¿El niño que le tenía miedo a las mujeres y que estaba todo el día detrás de Jimin?
— Eso es lo que me pareció más extraño. Jungkook nunca pareció del tipo que fuera a tener hijos, ya sabes como… — Namjoon se cortó a sí mismo en medio de la frase.
— Como Min Yoongi, lo sé.
Ambos se quedaron en silencio, cada uno mirando a un punto diferente de la habitación. Sus manos acariciando suavemente la del otro. Al cabo de un rato Seokjin volvió la vista a su esposo quien seguía estático, probablemente pensando en el pasado, recordando. El mayor se levantó del asiento frente a su tocador y le dio la mano a su esposo mientras lo hacía. Los condujo a la cama con dos pasos y los arropó en esta. Acostados de lado frente a frente Seokjin acarició la mejilla de Namjoon.
— Siento mucho que todo se haya arruinado, Joonie. A veces pienso en todo lo que podríamos haber logrado juntos y- — Jin tapó su rostro con sus manos para que Namjoon no lo viera llorar, pero su esposo lo conocía muy bien, y sabía que Jin creía que todo había sido su culpa, cuando eso estaba muy lejos de la realidad.
— Hyung… — murmuró Namjoon y atrajo a Seokjin hacia él. Lo abrazó pero no lo obligó a sacarse las manos de la cara, sabía muy bien que Seokjin odiaba que lo vieran llorar. — Ya hemos hablado de eso. Lo que pasó no fue culpa de nadie, éramos muy jóvenes y creíamos que podíamos lograr todo si lo deseábamos. Pero a veces el esfuerzo y el trabajo duro no son suficientes.
Seokjin no dijo nada, pero Namjoon sintió que había dejado de llorar y eso era suficiente para él. Así como Jin odiaba que lo vieran llorar, Namjoon odiaba verlo llorar, porque se veía frágil y perdido, y Namjoon no sabía qué hacer cuando Jin se veía así. Podía enfrentarse al Jin enojado, podía cuidar al Jin asustado, podía amar al Jin solitario. Pero no sabía cómo sanar al Jin triste. Él lo intentaba, de verdad que lo hacía, no se metía en medio, pero permanecía a su lado hasta que Jin se sentía mejor; pero había heridas que ni siquiera él podía ayudarlo a sanar. Y Namjoon odiaba no ser capaz de ayudarlo más.
— Y estábamos juntos. — la voz apenas audible de Seokjin intentó hacerse oír desde el pecho de Namjoon.
— ¿Qué? — preguntó el menor abriendo un poco los brazos para que Seokjin pudiera hablar mejor. El rostro iluminado de su esposo apareció detrás de una cortina de cabello marrón.
— Dijiste que creíamos que podíamos lograr todo si lo deseábamos. Bueno, creo que eso no era todo, también debíamos estar juntos. Jimin se había ido de Corea unas semanas antes de que todo ocurriera y Jungkook se alejó de nosotros sin decirnos nada. Para ese entonces las cosas ya se habían salido de control.
— Sí, pero ellos no…
— Lo sé, lo sé, ellos no tienen la culpa, la culpa final es de ella. Lo que quiero decir es que si hubiéramos estado juntos entonces quizás lo habríamos logrado. — Seokjin se quedó en silencio de repente pero Namjoon podía oír los engranajes de su cabeza funcionando y supo que había acertado cuando Jin se sentó de un solo movimiento y exclamó:
— ¡Ya sé! ¿Dijiste que viste a Jungkook, no? — Namjoon asintió, pero sabía que él no necesitaba su respuesta. — Entonces lo buscaremos, le preguntaremos si sabe algo de los chicos y nos iremos reuniendo lentamente otra vez. ¡Y podremos cumplir nuestro sueño! — Seokjin aplaudió una vez emocionado y Namjoon rió al ver tan feliz y animado a su esposo, agarró su mano y de un tirón hizo que Jin cayera encima suyo, Namjoon le dio un pequeño beso en los labios y respondió:
— Tú eres mi nuevo sueño. — para acto seguido avergonzarse por sonar como una princesa de Disney. Se tapó los ojos con su brazo y Seokjin rió:
— Llevamos casados casi diez años y aun te avergüenzas de decir cosas cursis.
Jin apoyó sus manos en las mejillas de él y lo besó nuevamente, pero su esposo aún permanecía bajo el ataque de los nervios y Seokjin negó con su cabeza.
— Eres un desastre, Kim Namjoon.
Seokjin comenzó a moverse para acostarse de su lado de la cama pero Namjoon lo encerró entre sus fuertes brazos impidiéndoselo.
— Pero soy tu desastre. — miró a los ojos al hombre que amaba y había amado por años y lo besó una vez más. Pero esta vez lo hizo con lentitud, intentando demostrarle a Seokjin que aunque se avergonzara por las cursilerías que a veces decía, las decía en serio.
Además ver a Seokjin tan emocionado y lindo siempre hacía que Namjoon tuviera la necesidad de querer besarlo.
°~°
Jeongin no podía dejar de pensar en la escena que había presenciado esa tarde. Recostado en su cama intentando dormir, cerraba los ojos y el momento vivido volvía a vislumbrarse:
— ¿Papá? — había entrado a la pequeña habitación que su tío Hoseok y su padre habían convertido en una oficina administrativa en el estudio de danza; pero su sorpresa y preocupación crecieron al ver la reacción que había tenido Park Jimin, ignorándolo por completo y dándole la espalda pidiéndole tácitamente a Hoseok que tomara las riendas de la situación:
— Oh Jeonginnie, ya estás aquí.
El adulto intentó llamar su atención pero él no era tonto, aunque su padre decía que sólo lloraba al ver películas Jeongin sabía que el hombre podía ser bastante débil de lágrimas. El problema no era que estuviera llorando sino por qué lo hacía.
— Hola, tío. — le había respondido y aunque no eran familia sanguínea Jeongin no podía recordar un sólo día de su vida en que no hubiera estado presente la familia de Jung Hoseok. Aunque, a fin y al cabo, ellos eran familia también. Él y Changbin, el hijo de Hoseok, eran tan cercanos que Jeongin lo consideraba su hermano mayor, y a la tía de éste su propia tía. Si se lo paraba a pensar un segundo, en sus cortos años de vida había visto más veces a la familia de Jung Hoseok que a la familia de su propia madre.
Pero la actitud extraña de su padre lo desconcertaba a más no poder.
— ¿Papá, pasó algo? — él intentó saber, y aunque su padre era un ferviente creyente de que los hijos debían conocer toda la verdad Jeongin se dio cuenta de que existían cosas que al parecer él no podía oír. Su padre lo calmó diciéndole que Hoseok sólo le había contado una broma y que había reído hasta las lágrimas. E intentó dejar zanjado el asunto.
¿Entonces por qué Jeongin no podía dejar de recordar la mirada amarga y herida de su padre, o la vacilación en los ojos de Hoseok?
Quizás su padre pensaba que había cosas que le debían ser desconocidas, pero Jeongin nunca había sido alguien que se mantiene quieto cuando se lo dicen. No, él necesitaba una garantía para su calma. Y estaba dispuesto a encontrarla, aunque eso significara que su padre lo mirara decepcionado.
°~°
— Tierra llamando a Felix. — la mano de su hermano sacudiéndose frente a él logró que Felix volviera a concentrar su atención en la comida que tenía delante de él.
— ¿Es normal que haga eso? — pregunto el chico de cabello borgoña que se encontraba sentado frente a él.
— Más de lo que estaría dispuesto a reconocer. — respondió Hyunjin.
— ¿Y nunca han pensado en llevarlo a algún tratamiento? — continuó Seungmin con preocupación en su voz provocando la risa de Hyunjin:
— Así lo queremos.
— En realidad puedo entender un poco eso, pero yo no puedo decir lo mismo. — Seungmin chasqueó los dedos delante de los ojos de su propio hermano invocándolo a ese momento también.
— ¿No creen que el cabello de Minho-hyung se ve muy bien hoy? — fue todo lo que este pudo responder haciendo que los dos chicos dejaran de comer para seguir la dirección de la mirada de Jisung.
Los alumnos mayores estaban jugando un partido de fútbol en el predio verde. Minho por su lado corría de un lado a otro en su posición de mediocampo, su cabello era un enredo castaño pero flotaba por el viento.
— ¿Su...pongo? — le respondió sin importancia y volviendo a su comida.
— ¿Qué están viendo? — preguntó Felix en su característica voz barítono.
— Vaya, has decidido volver a la tierra. En serio, eso lo has sacado de papá. — le respondió su hermano con un tono altanero, pero lo altivo de su actitud desapareció cuando una pelota aterrizó casi sobre él si no hubiera sido lo suficientemente rápido para correrse del lugar soltando un grito agudo.
— ¡Changbin, ten cuidado! ¿No ves a los pequeños comiendo? — exclamó Minho con una risa a lo que Jisung se apresuró a responder con un exagerado:
— ¡Estamos bien, hyung, no se preocupen por nosotros!
— Oye que a ti no te preocupe que ese chico que te gusta te vaya a pegar no significa que el resto quiera poner en peligro su bello rostro, ¿verdad, Hyunjin? — acotó Seungmin.
— ¿QUÉ? — la respuesta de este salió una octava más alta de lo normal mientras Jisung por su lado movía sus manos rápidamente y balbuceaba cosas negando lo que había dicho su hermano.
— Lo siento mucho, de verdad, tendremos más cuidado. — Changbin, quien se había acercado corriendo y se encontraba unos escalones más abajo de donde el grupo se encontraba, les hizo una leve reverencia. Entonces Felix volvió a la Tierra por completo cuando Changbin lo miró directamente a los ojos y le pidió con una voz muy suave: — Lo siento mucho, Felix, ¿pero me pasarías…? — dejó la frase en el aire, por lo que Felix movió sus extremidades sintiéndose como un robot a quien le habían dado un comando, tomó entre sus manos la esfera blanca y negra y se la lanzó secamente al mayor, quien la agarró con facilidad y con otra sonrisa los despidió.
— ¿De verdad te aliarías con mi presunto asesino? — Hyunjin llevó sus manos a su corazón actuando dolido.
— Waaaa… estas cosas no se ven todos los días. — dijo Seungmin mirando a Jisung y a Felix por turnos.
°~°
— Changbin, estás distraído hoy.
Changbin suspiró y se sentó en el suelo del salón de Min Yoongi.
— Lo siento, profesor.
El hombre sonrió y negó con la cabeza:
— No te martirices, es solo un ejercicio. Pero es importante que tengas tu cabeza despejada para poder hacerlo. ¿Quieres hablar de algo?
Changbin suspiró y pensó en qué podría ser aquello que no lo dejaba relajarse, porque admitía que se sentía tenso.
— Creo que estoy nervioso por la presentación de mañana. — respondió al cabo de un rato.
Yoongi asintió lentamente.
— Estar nervioso es normal, Changbin, es lo que te hace darte cuenta que estás haciendo algo bueno para ti.
Changbin sabía eso. Como también sabía que la presentación del día siguiente no era lo único que lo preocupaba. El recuerdo de una risa grave lo golpeó y se obligó a apartarlo. Lidiaría con eso luego.
— No te preocupes por el ejercicio nuevo. Terminará saliéndote. Por ahora no pienses en nada más. ¿Quieres practicar la canción de mañana una vez más?
El chico asintió y Yoongi buscó la pista base en su computadora para que sonara por el sintetizador. Escuchó atento mientras Changbin rapeaba la canción que había producido casi por completo él mismo, claro, Yoongi le había ayudado a hacer arreglos, pero la letra había sido escrita por él.
Al finalizar la canción Yoongi asintió y aplaudió un poco.
— Eres un prodigio, Changbin. — le dijo, pero su alumno cambió de actitud completamente y en vez de demostrar fiereza como hacía un momento se puso tímido y moviendo sus manos como borrando las palabras en el aire respondió:
— Solo tengo un gran profesor.
Yoongi sonrió de lado y apoyando sus manos unidas sobre sus piernas le dijo:
— No debes preocuparte por la canción, para tu edad es más que suficiente, no solo tienes una buena letra sino que además la base es pegadiza e ingeniosa. Sorprenderás a todos incluso si llegaras a equivocarte, aunque no creo que vayas a hacerlo.
— Muchas gracias. — Changbin hizo una reverencia de 90 grados y gracias a las palabras de Yoongi logró tranquilizarse un poco, aunque aún quedaba un tema que debía pensar y al cual buscarle una solución, pero lo haría luego, cuando estuviera solo en su habitación.
— ¿Invitarás a alguien mañana? Es tu primera presentación como rapero, es muy importante.
— Pensaba invitar a mi papá y a mi tía y probablemente a un amigo y a su padre, nuestros padres son amigos. — respondió Changbin sin darle mucha importancia.
— ¿Solo un amigo? Creo saber que tienes otros amigos, deberías invitarlos a todos, habrá lugar de sobra.
Changbin lo pensó un segundo más. ¿Más amigos? Bueno, quizás podría decirle a Minho, aunque el rap underground no parecía ser su estilo, él era más del baile… aunque Changbin sí conocía a alguien a quien podría interesarle.
— Conozco a un chico, bueno, hemos hablado una o dos veces, su nombre es Jisung, también rapea.
— ¿Jisung? — a Yoongi el nombre no le sonaba del ambiente del rap pero… de alguna forma parecía familiar. — Claro, invítalo, puede que incluso pueda hacer algún freestyle.
Un poco más tarde Changbin se despidió tras haber finalizado la clase. Min Yoongi volvió a quedarse solo en su pequeña casa. Un ladrido llamó su atención. Bueno, puede que no tan solo.
— ¿Demi, ya quieres comer?— le preguntó a quien había sido su compañía estable durante los últimos ocho años.
Su mascota, o a quien él insistía en llamar su hija, le respondió con un suave ladrido, a lo que Yoongi asintió y le contestó:
— Está bien, puedes comer ahora pero luego no te daré más, debes controlar tu peso, puede ser malo para tu salud si sigues comiendo tanto. — el hombre hablaba mientras llenaba el plato de comida de Demi y la observaba comer apoyado en la encimera de la cocina.
El sonido del timbre lo obligó a correr hacia la puerta con su billetera en mano para pagar por la comida que había pedido por teléfono. Sí, no era el mejor ejemplo de alimentación sana, por lo que no tenía el derecho de retar a su hija. Pagó por su comida y cerró la puerta detrás de él para escuchar el sonido del motor de la moto alejarse.
Ni siquiera se preocupó por buscar un plato y cubiertos, con los palillos descartables que venían incluidos en su pedido era suficiente, además si usaba los recipientes descartables luego no tendría que limpiar, así era más conveniente.
Encendió el televisor y se sentó a ver las noticias del día. Robos, peleas callejeras, problemas en el exterior, propagandas políticas. El día podría haber terminado sin que él hubiera visto el informativo y no habría cambiado nada. Cambio de canal. Y luego otra vez. Y una más. Encontró un drama y eso le hizo pensar en su madre, ella era del tipo de persona que veía un capítulo de cualquier drama todos los días religiosamente. Yoongi deseaba tener ese superpoder de entretenerse viendo historias ficticias que sabía que se distanciaban muchísimo de la vida real. En honor a su madre dejó de cambiar los canales y se obligó a interesarse por la historia mientras comía sus fideos negros.
— No puedo creer que me hayas mentido. — decía la actriz en la pantalla justo antes de vaciar un vaso de agua en la cara del actor masculino. La imagen cambiaba y ahora lo enfocaban a él abriendo su boca indignado y limpiando el agua de su cara. La toma volvía a cambiar y ahora ella salía del café donde se encontraban hecha una furia y con una canción dramática de fondo. Unos segundos más tarde la escena se congelaba y aparecían los créditos.
Se había obligado a ver un drama y ni siquiera había podido ver el capítulo completo. Yoongi suspiró. Buscó a tientas el control remoto para cambiar el canal pero en las escenas del capítulo siguiente algo llamó su atención.
— Al fin has logrado arruinar todo, Hyung. — era la línea que había oído, sin embargo quien lo había dicho era alguien a quien no habían enfocado, pero la voz… la toma cambió y la línea continuó, esta vez enfocando a quien hablaba — Si no vas a buscarla a la estación la perderás para siempre.
Lo primero que Yoongi pensó fue “Dios, cómo pueden hacer estos diálogos tan melosos” seguido de “¿Jin-hyung?”
Aunque no había podido verlo con claridad estaba seguro de que el actor que acababa de decir la frase más cursi que había oído jamás era su antiguo amigo de la escuela.
Volvió a dejar el control a su lado por si volvían a mostrar alguna escena de ese personaje, pero parecía que no era uno de los personajes principales porque no volvió a aparecer; en cambio vio cómo el protagonista llegaba a la estación, pero no mostraban si había logrado alcanzarla o no, por lo que los escritores creaban la expectativa para que quisieras ver el capítulo siguiente. Si es que alguien siquiera tenía expectativas con ese tipo de dramas. Bueno, su madre las tendría seguramente.
Finalizado el capítulo las propagandas mostraban un clip de un programa que darían en unos días en el que habían sido invitados los actores del drama que acababa de terminar. Wow, ni siquiera se sorprendía del formato que tenían las propagandas de ese canal. Al parecer el drama era bastante popular en esos días porque habían invitado a casi todo el cast, incluidos personajes secundarios con lo que pudo volver a ver a quien efectivamente era su amigo en la pantalla. Un segmento de la propaganda mostraba un momento en que él reía y esa característica risa era la marca registrada de Kim Seokjin.
Yoongi observó la pantalla en silencio y con sus manos a mitad de un bocado. Su perra le ladró, haciendo que pestañeara.
— Jin-hyung realmente logró ser actor, Demi. — le dijo, tuvo otro ladrido en respuesta. — Wow… — sonrió sutilmente negando un poco con la cabeza mientras comía otro bocado de su plato de fideos negros. — Imagínate lo que pensaría Namjoon si lo viera en la pantalla. — su perra dio unas vueltas y se alejó corriendo como diciéndole “no sé quienes son esas personas de las que hablas”.
Yoongi sonrió nuevamente y continuó cambiando de canales.