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The Second Mutation por midhiel

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The Second Mutation

Capítulo Trece: El Retorno

Después de recibir el alta médica, Charles regresó con David a Westchester. Como el parto se había adelantado más de un mes, a la habitación del niño todavía le habían faltado algunos arreglos pero Mystique se encargó de equiparla y cuando el telépata entró, se llevó la sorpresa de observar la nursery más completa, cálida y acogedora.

-Raven estuvo detrás de esto – dedujo sin necesidad de leer la mente de nadie.

Erik, que había entrado con él, asintió.

-Cada uno trabajó para que la tuviéramos lista.

-No sé cómo se las ingeniaron para haber hecho todo esto en apenas unos días y después de la batalla en Egipto.

-Somos los X-Men – bromeó Erik y le plantó un beso.

Charles llevó al bebé hasta la cuna blanca, que tenía un móvil musical con animales colgando. Lo acomodó con cuidado y lo arropó con la sábana amarilla. Permaneció un rato contemplándolo, sin poder creer aun que ese niño fuera suyo, suyo y de Erik.

-Es sano, es fuerte y tiene una mente especial – opinó Magneto, mientras le apoyaba cariñosamente una mano en el hombro -. Pocos han vencido a una entidad milenaria como En Sabah Nur a las pocas horas de vida. ¿Cómo se llamaba ese dios o semidiós griego que mató a las serpientes en su cuna?

-Heracles – contestó Charles -. Es demasiado poderoso – suspiró -. Mi madre me contó que yo había vencido a una entidad que se estaba gestando conmigo antes de nacer, y él acabó con un mutante, que ninguno de nosotros podía destruir.

-De tal padre tal hijo, Charles – sonrió -. Ya sabemos que heredó tus poderes. Eso es una ventaja porque cuando crezca, necesitará una guía y te tiene a ti, nos tiene a todos.

El telépata se volvió hacia Erik.

-¿No te asombra y preocupa?

-¿Qué estás diciendo?

-Sus poderes – contestó Charles con un dejo de consternación, y miró nuevamente a su hijo -. Su mente es demasiado poderosa, más que la mía. Necesitará mucho acompañamiento, necesitará conocerse, aprender a controlar su poder.

-¿Eso no es acaso lo que vienes haciendo en Westchester desde hace décadas? – cuestionó Erik, que no veía motivo alguno para preocuparse -. Charles – le presionó el hombro para que lo mirase -. David no puede crecer en un lugar más conveniente que aquí. Está rodeado de gente como él, que va a protegerlo y guiarlo. Nos tiene a ti y a mí, que somos sus padres. ¿Cuántos de los nuestros sufrieron por no ser comprendidos ni aceptados por su propia familia? David no vivirá jamás esa experiencia. Además eres el psíquico más poderoso y su padre, vas a criarlo, vas a guiarlo, vas a ayudarlo. A mí me tendrá en todo momento a su lado. Sus amigos, la gente con la crecerá será nuestra gente. ¿Qué problema futuro ves en eso? ¿Por qué te preocupa su porvenir?

-Es cierto – recapacitó Charles -. Yo no tuve a nadie, creí que me estaba volviendo loco cuando escuchaba las voces y no fue hasta los doce que entendí de dónde venían. Tampoco podía contárselo a nadie, temía que quisieran encerrarme en alguna institución. Recién cuando me topé con Raven en la cocina, aprendí que no era el único. Tú, bueno, tu historia fue triste y desoladora.

-Imagina lo que hubiera sido tu infancia, rodeado de gente que tomara tu poder como algo natural, y padres que te comprendieran y vivieran lo mismo que tú – comentó Erik y le sonrió al ver que se estaba tranquilizando -. Para que no te queden dudas, te pregunto: ¿qué viste, qué sentiste cuando visitaste su mente?

-Era un lugar luminoso y radiante – recordó -. Transmitía tranquilidad, calma, era un sitio donde hubiera deseado quedarme. Paz – suspiró -. Sentí mucha paz.

-Paz, tranquilidad, luz, calma – enumeró Erik -. A mí me suena a un paraíso. ¿Qué ves de preocupante en la mente de alguien así, Charles? Cuando En Sabah Nur desapareció, sentí lo mismo que me describiste. Nuestro hijo es sano y está lleno de luz y armonía. Crecerá en un lugar repleto de amor, donde será muy feliz. Dime qué te preocupa.

-Nada – sonrió Charles y observó al niño -. Me siento aliviado después de esta plática. Era algo que me estaba preocupando.

-Lo que nos debe preocupar ahora es la ceremonia de nuestra boda, ¿o ya la olvidaste?

Charles sacudió la cabeza alegremente. Erik lo atrajo hacia él para besarle la mejilla.

-Westchester, un hogar para los mutantes con sus leyes para convivir en paz – adujo Magneto -. Lo he soñado casi toda la vida. Nuestra boda podría ser el inicio de este sueño.

-Esta misma noche podríamos organizar una reunión durante la cena para comunicárselo a todos – decidió Charles.

Erik se mostró completamente de acuerdo.


…………..

Charles y Erik organizaron una cena especial esa misma noche y plantearon el proyecto de fundar un micro estado dentro de los muros de la mansión, que se rigiera por leyes propias, compatibles en ética con las de los humanos, donde los mutantes pudieran ser acogidos y convivir en paz. La aceptación fue unánime. Después, entre sonrisas cómplices, Erik tomó a Charles de la mano e hizo pública su propuesta de casamiento. El comedor se llenó de algarabía. Peter saltó de su silla para saludar a sus padres y detrás lo siguió Raven, que abrazó a Charles con tanta fuerza que casi le quitó el aliento. Luego Hank abrazó al telépata y estrechó la mano de Erik. Erik se la apretó y le asintió, dando por acabado el rencor que le tenía por el secuestro. Después se levantaron para felicitarlos los demás jóvenes y el clima se llenó de fiesta.

Charles se sentía inmensamente feliz y percibía que Erik se encontraba igual. Cuando esa noche se retiraron a la recámara del telépata con el pequeño David, encontraron el momento íntimo y perfecto para hacerse el amor. No se habían amado desde antes del secuestro y estaban ávidos por encontrarse. Fue un coito intenso como tantas otras veces pero especial porque ahora su hijo había nacido y Charles podía moverse con mayor agilidad y Erik no necesitaba ser tan precavido. Jugaron mordisqueándose y rodando en el colchón como lo hacían cuando eran jóvenes. Alcanzaron el clímax y justo, apenas Erik quitó su miembro del interior de su prometido, David despertó llorando.

-Estoy exhausto – murmuró Charles, jadeando.

Erik rio.

-Esta vez te salvas – bromeó y se levantó a atender a su hijo.

………….

Transcurrieron seis meses. En ese intervalo, Charles llamó a Moira y con Erik la recibieron y le agradecieron por su ayuda. Ni ella ni Magneto mencionaron la discusión que habían tenido y trataron de dejarla en el pasado. Erik comprendía que la agente había sido una pieza fundamental para salvar la vida de Charles y de su hijo y eso le bastaba. También redactaron Charles, Erik, Mystique y Hank una especie de constitución interna, en la que dejaron asentadas las bases de convivencia dentro de los muros de la mansión. Charles no olvidó mencionar el tema de los esponsales para que su boda pudiera ser legítima y él mismo se encargó de confeccionar el artículo referido a las partes de la ceremonia por medio de la cual dos mutantes podían unirse legalmente. Peter bromeó que debían mencionar otro para el caso de divorcio y recibió la mirada desaprobatoria de su padre, que no deseaba por nada del mundo separarse más del telépata, ni en un futuro cercano, ni lejano, ni hasta el fin del mundo. Para el exterior, bajo las leyes de los humanos, Charles se encargó de inscribir a David con su apellido y el de Erik, y nombrarlo así su heredero para que el día de mañana tomara posesión de Westchester. De esta manera, el bebé se convirtió oficialmente en David Charles Xavier Lehnsherr.

Entre todos se encargaron de los preparativos de la boda. Charles escogió una mañana de primavera. El pronóstico anunciaba un día soleado y Ororo prometió que pasara lo que pasara, ella se encargaría del clima. No había de qué preocuparse.

La ceremonia tendría lugar en los jardines, donde se habían instalado varios gazebos y una pérgola de hierro pintado de blanco para que los prometidos pronunciaran los votos.

Erik y Charles, cada uno, se vistió de smoking en su respectiva recámara. Ya se acercaba la hora y Charles apenas había acabado de calzarse los pantalones y abotonarse la camisa blanca porque David no dejaba de llorar. Era un hecho inaudito ya que era un bebé normalmente tranquilo. Charles lo cargaba y mecía de un lado al otro de la habitación, y no quería delegárselo a nadie más porque percibía que su mentecita estaba agitada y necesitaba la presencia de su propio padre. De a ratos entraba en ella y notaba que estaba molesto, como si su sensibilidad captara algo que su progenitor psíquico no podía sentir.

Tal vez se trataba de algo que solo estuviera afectando al bebé. A la impaciencia, Charles le estaba sumando la preocupación y salió al pasillo para sacarlo al balcón y que el aire fresco lo calmara.

“Charles.”

Era la voz inconfundible de En Sabah Nur. El telépata sintió escalofríos y detuvo la silla a mitad del corredor. Miró a los costados y no vio a nadie. Estaba solo en el extenso pasillo con su hijo alterado en brazos.

“Charles. Sé que puedes oírme.”

David lloró con toda la fuerza de sus pulmoncitos. Charles se debatía entre calmarlo y enfrentar a la voz.

“No te estoy hablando directamente a ti, Charles, sino que lo hago a través de la mente de tu hijo.”

-¡Sal de ahí! – exclamó Charles furioso y David se alteró más.

“Es una mente frágil, inocente,” continuó En Sabah Nur, satisfecho de la angustia que provocaba en el telépata. “No me ofreció mayor resistencia y entré. ¿Creíste que un infante podría vencerme? Fueron ingenuos tú y tus débiles discípulos. Erik Lehnsherr es mi hijo predilecto pero está tan sometido a ti, que me hace dudar de su potencial.”

Charles cerró los ojos y se sacudió tratando de quitárselo de la cabeza. Pero era imposible. Intentó entrar en la mente de su hijo pero para su horror la sintió bloqueada. Esto le hizo perder el control. Una cosa era que lo torturara a él y otra que molestara a David.

-¡Déjalo en paz! – ordenó y rogó Charles, desesperado -. Enfréntame a mí pero aléjate de mi hijo.

“Te prometo que así será, si me das lo que deseo. Necesito un cuerpo donde reencarnar. Te niegas a sacrificar a este niño pero puedes darme otro. Tu capacidad de gestar sigue intacta.”

-¡Estás loco! – exclamó el telépata.

Erik salió de su recámara, abrochándose los gemelos y vio a mitad del pasillo a Charles gritando y sacudiéndose con David llorando. Corrió hacia ellos veloz como saeta.

-¡Charles! ¿Qué te ocurre? ¿Están bien?

-En Sabah Nur está dentro de la mente de David – exclamó Charles con desesperación -. Me está hablando a través de él. ¡No lo vencimos y está torturando a nuestro hijo!

Erik se aturdió. No sabía qué hacer. Como pocas veces perdió la compostura y sintió ganas de arrojar metales, buscar la manera de llegar a ese monstruo, defender a David y protegerlos a él y a Charles.

“Buenos días, hijo mío.”

Erik oyó la voz y se echó hacia atrás, entre confundido y exaltado.

“Solo necesito un cuerpo para regresar,” continuó En Sabah Nur en ambas cabezas. “Engendren otro niño y dejaré a este en paz.”

-¡No! – gritó Erik. Cayó de rodillas y golpeó los puños contra el suelo.

-Se ha ido – suspiró Charles -. Puedo sentir otra vez la mente de David.

El bebé se sintió liberado y, de a poco, se tranquilizó acunado por su padre. Charles lo apretó contra sí, mientras le besaba la cabeza.

-¿Qué vamos a hacer? – preguntó el telépata, al tiempo que trataba de recuperarse de la conmoción. Sentía mucha violencia y furia, también impotencia y miedo -. Quiero matarlo. Nunca sentí tanto odio. Quiero matarlo.

Erik se irguió, serio y determinado.

-Busquemos a Jean y entremos los dos en el plano astral para combatirlo.

Charles asintió con firmeza.


………………

Los dos se acostaron juntos, boca arriba, en la cama de Charles. Jean, que estaba ya vestida para la ceremonia con un largo traje violeta, se ubicó en la cabecera de Erik y le apoyó las manos en las sienes para concentrarse. Ambos amantes se miraron a los ojos antes de cerrarlos para iniciar el viaje. Enseguida se encontraron en la mente del psíquico, una réplica exacta de la sala principal de la mansión, con la escalera alfombrada de roble oscuro, los ventanales con las cortinas descorridas para que entrara la luz y el piso de mármol. Arriba, de pie en el último escalón, se encontraba En Sabah Nur aguardándolos. Se lo percibía más transparente que la vez anterior, también más débil. Era innegable que aunque no hubiera acabado con él, el pequeño David sí le había drenado la energía. Tanto Charles como Erik se tranquilizaron al notar que sería más fácil enfrentarlo.

-Imagino que habrán venido para que cerremos el trato – comentó el monstruo con su voz gutural -. Ya me habían desafiado antes, habían luchado con todas sus armas y poderes, pero no habían podido vencerme. Ahora tampoco lo lograrán.

Charles observó a Erik y luego a su enemigo.

-Ahora lo comprendo – admitió, maravillado -. La primera vez te derrotó Jean, la segunda fue nuestro hijo. Ya me preguntaba de dónde había sacado el poder para hacerlo. Tenía apenas unos minutos de vida. Te atacó con tanta fuerza que ahora te percibo débil, no eres más el oponente que nos tenías en vilo a todos. David te venció con su luz y la luz es amor – Erik lo miró, entre asombrado y confundido. Charles continuó -. Cada vez que entro en su mente la encuentro más y más iluminada. Es resplandeciente. Está llena de amor. Observa estos ventanales. En mi mente las cortinas están descorridas para que entre la luz, para que entre el amor. Puedes conseguir todos los poderes que quieras, En Sabah Nur. Se los has quitado a otros mutantes a lo largo de la historia. Pero nunca podrás conseguir el amor, ni tampoco podrás combatirlo. Erik – se volvió hacia Magneto con el brazo extendido -. Toma mi mano. Vamos a enseñarle el poder que no podrá quitarnos jamás.

Erik le apretó la mano con fuerza. Se concentraron en el amor que se sentían y sentían por David y Peter, y le enviaron la sensación. En Sabah Nur se preparó para el golpe y con sus pocas fuerzas, se evaporó antes de recibir la descarga.

-¿Adónde fue? – cuestionó Erik.

Charles cerró los ojos para percibir. Los abrió ansioso y furioso al mismo tiempo.

-Se trasladó a la mente de nuestro hijo. ¡Dios mío, Erik! Quiere poseerlo porque nos negamos a darle otro. Viajemos ya mismo hacia allá.

Charles presionó más la mano de Erik para transportarlo con él. Jean captó que realizarían un nuevo viaje y ayudó a su mentor a trasladar a Magneto. Regresaron a la mente de David pero no hallaron a ese monstruo. Estaba más iluminada todavía que aquella vez después del nacimiento. Notaron en el aire destellos confortantes y cálidos, que les producían amor. Escucharon una sonora risa infantil y vieron a David en el suelo, sacudiendo las piernas y los brazos alegremente.

-¿Dónde está? – preguntó Erik, nervioso, mirando hacia todos lados.

Charles percibió reflexivamente las sensaciones que emanaban del lugar, mientras se inclinaba para alzar a su hijo.

-Nuestro hijo es una maravilla, Erik – suspiró, sonriendo -. Al final En Sabah Nur quiso poseerlo otra vez, pero estaba débil. Nunca se recuperó del primer ataque de David y ahora el bebé acaba de vencerlo. Lo venció con la potencia de su mente pero además con el amor que percibe de nosotros, de nuestros amigos, de todos – lo acunó junto a su corazón -. Su mente es poderosa, tal vez más poderosa que la mía, pero no debemos preocuparnos por nada porque está llena amor.

Erik sonrió entre orgulloso y emocionado.

-Con esto quedan descartadas tus preocupaciones, ¿cierto?

Charles asintió.

-Me preocupaba el alcance de sus poderes y si íbamos a ser capaces de enseñarle a canalizarlos. Pero si está lleno de amor, no tendremos nada que temer.

-Es tiempo de volver – admitió Erik -. Tenemos una boda que realizar e invitados impacientes.

-Espera a que oigan los que nos pasó.

Erik sonrió. No serían quiénes eran si antes de casarse, no enfrentaban a algún ser todopoderoso y maligno como En Sabah Nur. Después de todo, eran X-Men.


………………..

Hola:

Ya le queda solo un capítulo a este fic. Lo de la entidad que venció Charles antes de nacer se refiere vagamente a su gemela Cassandra.

Les aviso que estoy preparando otra historia que subiré en breve, si puedo dentro de un par de horas, inspirada en el tráiler de la nueva película “Dark Phoenix” y los adelantos de la proyección de este fin de semana en Nueva York.

Las parejas serán Charles y Erik, obviamente, pero también Peter tendrá pareja y un papel especial.

Espero que les haya gustado.







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