Lucía extraño y absorto en sus pensamientos, no importaba cuanto lo mirase, ignoraba completamente mi presencia allí, incluso si no era a propósito por algún motivo eso me irritaba bastante y eso que vine explícitamente a entregarle lo que koenma me ordenó, como sea no es mi problema si no quiere recibirlo, así que solo me me iré sin dárselo, de todas formas ni siquiera sabe que estoy aquí, mucho menos notará que me fui...
-¿cuanto tiempo llevas ahí?.
Me notas cuando estoy a punto de irme... siempre has sido así conmigo kurama...
-el suficiente como para darme cuenta de que algo te ocurre, aunque realmente no es mi problema.
Por que tengo que preocuparme por el, no es como si el alguna vez se hubiera preocupado por mi... Seguramente me ve como cualquier otro espíritu...
-¿De que hablas Hiei?- respondió Kurama con una sonrisa fingida.
Es demasiado obvio que esa sonrisa es falsa, creo que jamás... Me ha mostrado una sonrisa verdadera.
-No debes subestimar el poder del tercer ojo Kurama, si lo haces... Ten por seguro que te arrepentirás- dijo mientras le entregaba una extraña caja de color negro- te la envía Koenma, el dijo que tú sabrías mejor que nadie que hacer con ella- agregó antes de desaparecer en la oscuridad de la habitación.
Sólo vine a entregarle la caja, pero por que me siento culpable por irme sin preguntarle que era lo que le ocurría... Yo no soy así...
[Hiei fue convocado por Yusuke y ya que no tenia nada importante que hacer este acudió inmediatamente]
-veo que has llegado más rápido de lo que me esperaba Hiei, me sorprende que estés tan obediente- dijo el travieso chico con una expresión burlesca en su rostro.
-veo que no has cambiado nada Yusuke, sigues igual de molesto que siempre- le respondió Hiei mientras se acercaba a el- ¿y? ¿Para que me has convocado?.
-Es sobre Kurama, su poder demoníaco había estado aumentando increíblemente rápido, estuvo a punto de alcanzarme, sin embargo, de un momento a otro este desapareció, temo que le haya ocurrido algo, tengo entendido que vienes de haberte encontrado con el, dime Hiei, ¿lo encontraste extraño?... ¿Hiei?... ¡Ese maldito me dejo hablando solo!.
Tonto Kurama... Espero que no hayas hecho nada estúpido... No tengo ni la menor idea de que es lo que te sucede... No somos tan cercanos ni nos llevamos también como para que me lo cuentes... Pero aún así... Me haces preocuparme tanto por ti...
[Hiei regreso lo más rápido que pudo a la casa del chico del cabello rojizo, jamás incluso durante sus más difíciles batallas se le había visto tan preocupado... Lleno de dudas e inseguridades y casi sin darse cuenta ya había llegado a la casa de Kurama, sin embargo... Tal y como dijo Yusuke el poder demoníaco de Kurama había desaparecido totalmente y no había ni rastro de él]
-¡Kurama! ¡Kurama! ¡Oye infeliz! ¡Si no respondes juro que...
-¿Qué?, ¿Qué me harás? - dijo un Suichi despreocupado
-Kurama... ¿Eres tú? ¡Idiota hiciste que me preocupara por nada! ¿Qué le ocurrió a tu poder demoníaco?
-Ah, ¿eso? No te preocupes Hiei, solo lo controlé un poco, porque estaba aumentando demasiado - respondió el pelirrojo
-¿Un poco? No siento que emane ningún poder de ti, además ¿quien dijo que estaba preocupado?- Dijo el pequeño chico de cabello negro con un leve sonrojo en la cara
-Pues tú acabas de decirlo pero si dices que no supongo que habré escuchado mal, de todas formas gracias por venir aquí Hiei, pero por el momento quisiera estar solo... - dijo con la misma sonrisa de siempre
Esa sonrisa otra vez... Kurama... ¿Acaso jamás serás capaz de darme un sonrisa sincera como a los demás?.