Ocho meses habían pasado, desde que el rubio había partido, y en cierta forma, la calma imperante en la vida de Kaiba, era exasperante, sentia todo el tiempo que le faltaba algo, como una voz que le fastidiara todos los días.
En la mañana del lunes, al llegar a su oficina, vio a un hombre vestido de negro esperandolo en la puerta.
-Quién demonios eres y qué quieres?- no había deparado en el rostro de la persona, pero ya estaba a punto de llamar a seguridad.
-Es que no ve bien, señor kaiba?- le repondio muy cortesmente -Buenos días tenga-
Kaiba se detuvo en seco, lo miro detalladamente, conocía esa voz, pero sus ojos debían estar jugandole una mala pasada, por que al que tenia enfrente no lo reconocia, no podía ser, era musculoso y el cabello acomodado de esa forma, lo hacia verse mas maduro de lo que era -Wheeler?- exclamo casi con un hilo de voz.
No sonrió, pero le hizo una reverencia pronunciada -Si señor, ya he acabado con mi entrenamiento, por esa razón, me enviaron para empezar mi trabajo-
Seto no se lo podía creer -Pero.....pero......va!!!! como sea, acompañame-
-Si señor-
Joey estuvo todo el día a su lado, no hablaba del todo, y eso le incomodo a Kaiba, esperaba a cada momento un reproche o cualquier majaderia de su parte, pero por mas que lo fastidio, por mas que le mando directas e indirectas, el rubio no le contestó, lo unico que hacia, era revisar a la gente que lo venia a ver, hasta que estuviera seguro que estaba todo "limpio", los dejaba pasar, y no les perdía de vista, haciendo que varias personas, cayeran casi en panico, por esa mirada fria y punzante.
Lo peor de todo, es que Kaiba no podía decirle nada por su comportamiento, ya que era obligacion de un guardaespaldas personal, catar a todo aquel que llegara hasta su señor.
Ya en la tarde, a la hora de salir, Joey espero a que Kaiba le dijera donde se quedaria, Seto como estaba muy enojado por muchas cosas, lo unico que atino a decir fue:
-Eres mi guardaespaldas, asi que vendras conmigo a todo lado, eso implica que hasta mi casa, si es asi como quieres que sean las cosas- le gruño
-Si señor Kaiba-
-Acaba eso de señor Kaiba, me molesta de sobremanera!- le corto al fin.
-No puedo, es una formalidad que no puedo evitar ni mucho menos, expesar frente a los demas, eso seria una falta de respeto hacia su persona- no lo miraba a los ojos y estaba erguido, esperando para irse.
-Qué es toda esa porqueria, Wheeler?- se le puso enfrente.
-No son tonterias, señor Kaiba, es parte del entrenamiento al que fui sometido-
Kaiba se exaspero de gran manera -Dios Wheeler, desde cuando me haces caso?- pero como no recivio respuesta alguna, meneo la cabeza , que ganas le dio de pegarle en el rostro, pero no era su culpa, para su desgracia asi fue entrenado, entrenamiento que el mismo habia pagado -maldita sea!- penso ya mas molesto aun -Hagamos esto, mientras no este nadie, llamame solo Kaiba, esta bien?, ya que veo que te gusta que te de ordenes-
Joey lo escruto profundamente, con una expresion indefinible -Como quieras, Kaiba-
A Seto le irritaba casi todo lo que hacia el rubio, como el hecho que revisara su limosina, chequeara a los conductores, hasta miro de mala gana a sus secretarias, lo vio en varias ocasiones hablar con seguridad, y serciorarse de no sabia que cosas, pero estaba en contacto con los demas guardaespaldas del edificio a toda hora.
Ya aun mas molesto, al fin se marcharon para la masion Kaiba, no le hablo en todo el camino, ni parecio que al rubio le afectara, estaba pensativo, pero no perdía ningun detalle, como el hecho que tomaron otro camino para llegar.
En la entrada los esperaba Mokuba, el hermano menor de Kaiba, -Hola Seto!, como te fue?- le abrazo como siempre, cuando vio a Joey bajar se sorprendio bastante -Joey!, ya regresaste de tu entrenamiento?!, te fue bien?-, Kaiba monto en colera cuando vio que el rubio le sonrio a Mokuba.
-Claro señorito Kaiba!, no podrias esperar menos de mi!- le froto la cabeza, y sin mas se dirigio a hablar con los de seguridad de la masion.
El niño se toco la cabeza -........señorito Kaiba, que feo sono eso!, verdad hermano?-, pero Seto no lo escucho, su atencion se perdio junto con el rubio -Hermano?-
-Lo lamento Mokuba, estoy muy cansado- trato de sonreirle tambien, pero parecio que la mueca le dolio de alguna forma -Ire directo a mi habitacion-.
-Qué hago con Joey, donde se quedara el?- se quedo pensando que cuarto le daria.
-Wheeler se quedara en la habitacion contigua a la mia!- le regato -Y no seas tan amistoso con el, no es mas que el perro guardián de nosotros- le chispo los dientes.
-Hermano......-
Kaiba dejo todo arreglado y sin fastidiarse mas, se encerro en su alcoba, se quito la ropa, quedando solo en el pantalon, y se tiro a la cama -En qué piensa ese idiota de Wheeler?- se quedo mirando por largo rato su techo, hasta que alguien le toco la puerta -Ya deje instrucciones, no me molesten!- y se acomodo entre sus cobijas.
El rubio abrio lento la puerta -Solo queria saber si estabas aquí, Buenas noches, señor Kaiba!- y se marcho.
-Como sea!-, no tuvo una noche muy buena que digamos, por mas que trato de conciliar el sueño, dio vueltas por toda su cama, se sentia algo extraño, sabiendo que Wheeler estaba a su lado -Maldita sea! Qué me esta pasando?-.
Se levanto temprano, ya que no podía dormir mas, al llegar a la mesa para su habitual desayuno, se encontro a Joey ya listo para salir, tomando lista de la seguridad de la casa y arreglando desperfectos en las camaras, levanto una ceja -Me sorprende verte tan temprano!- se burlo -Crei que tendria que mandar a levantarte-.
El rubio le dio los buenos días, pero no dio explicacion alguna, se dirigio a los del servicio de la casa, le dijo varias cosas por lo bajo y excigio la comida para Kaiba -Lo esperare en la entrada, señor Kaiba- y se fue.
No pudo tragarse el desayuno, ni aun con aceite, la actitud de Joey lo estaba volviendo loco, no leyo su periodico, por que lo habia arrugado.
-Me sorprende ver a Joey tan dedicado!- le comentaba su pequeño hermano -Se levanto desde las 4:30 am para hacer ejercicios y me conto que era lo que siempre hacia en el entrenamiento- termino de servirce comida
-Qué quieres decir con que te conto?!- dejo de hacer lo que estaba haciendo -Mokuba, desde qué hora estas despierto?-
-Siempre me levanto temprano, pero hoy, todas las chicas de servidumbre estaban comentando muy alto y ya no me pude volver a dormir, asi que baje a ver que pasaba y me tope a Joey en la cosina desayunando- levanto los hombros sin ganas -No hablamos mucho, pero me conto bastantes cosas-
-Como qué?- trato de mantener una actitud calmada, pero por alguna razon, cada palabra amable del rubio hacia los demas le irritaba, Mokuba le conto lo fuerte que fue el entrenamiento, lo ya acostumbrado a la vida dura que estaba, y que no importa que pasara, no perderia ante nadie, ademas desde que llegara, le agrado a los del servicio y los de seguridad estaban contentos por que paso casi toda la noche arreglando el sistema de cámaras -Desde cuando ese inutil es tan bueno?-
-No sé, pero lo prefiero asi que antes- se ruborizo un poco -Es mas maduro y se que estas en buenas manos-
-No me malinterpretes, Mokuba- grazno -Recuerda que lo hice solo porque perdio una apuesta, no por que pensara que seria buena idea-
-No estoy muy seguro- le recalco el chico -Pareciera que lo esta tomando muy enserio, me refiero a lo de tu seguridad, por que nada se le ha escapado por el momento, ni el hecho que tienes una hora para comer y ni cual es tu desayuno favorito- le sonrio.
Kaiba no habia reparado en eso, aunque se levanto temprano, bajo puntual a las 7 am, no habia pedido nada, pero su comida favorita estaba servida -...........- se quedo callado y solo se despidio de Mokuba a los minutos.
Como le habia dicho el rubio, estaba en la entrada hablando con varias personas, Seto se quedo mirandolo por largo rato, sera verdad?, que esta tomandolo muy enserio?.
Se marcharon a KaibaCorp, todo el día transcurrio con total normalidad, con escepcion de que Joey chequeaba TODO lo que llegaba hasta las manos del chico, ademas de que estaba al tanto del sistema nuevo de seguridad del edificio, por lo cual se ausento dos horas, para saber como funcionaba y si era de fiarse.
-Señor Kaiba, su nuevo guardaespaldas es imprecionante!- uno de sus accionistas habia llegado en la tarde y presencio la prueba del sistema nuevo del edificio, ya que Joey habia logrado pasar sin ser detectado por ninguna camara, ni por los lazers ni por los detectores infrarojos, despues de eso, el rubio actualizo y mejoro varios de los aspectos desfavorables del sistema, hasta que el mismo provo los cambios y no pudo pasar hasta el tercer nivel -Cuando se aburra de el, me lo manda?- se rio el anciano -Un chico asi, no se puede desperdiciar y mas porque esta joven y lleno de vitalidad, hasta me haria sentir joven a mi-.
-No bromee con eso- ni se digno a sonreir y hasta le miro de muy mala gana, pero debia admitir que estaba impresionado, por algo la gente que lo habia entrenado estaban tan contentos con los resultados y alargaron el entrenamiento, qué mas le habian enseñado?.
Los cambios que hacia el rubio para aumentar la seguridad en KaibaCorp. Y en la mansion fueron muy favorables en casi todos los aspectos, se descubrio la infidelidad de varios empleados y la transferencia de informacion por parte de un sistema oculto dentro de la base de datos de la compañía, la habilidad en computadoras de Joey dejo a mas de uno con la boca abierta.
Paso asi mas de dos semanas, hasta tal punto que Joey se volvio el jefe de seguridad de ambas partes, ya nadie hacia nada sin pedirle permiso primero, y como Kaiba estaba tan ocupado, no objeto para nada, era mas hasta Mokuba se desocupo un poco por ese lado, asi pudo enfocarse en la empresa y en ayudarle a su hermano..
Kaiba en mas de una ocasión, se sorprendio a si mismo contemplado a su guardaespaldas mientras este no lo veia y se fastidiaba inmediatamente, pero no podia sacarselo de la cabeza, mas porque solo a el, no le dedicaba esa sonrisa tan calida que disfrutaban los demas -Mirame... sonrieme a mi tambien...- y algo en su interior se empezo a desquebrajar.