-¡Mmm!... –gimió estirándose en medio de mantas revueltas- ¿Qué hora será?
Draco aun estaba dormido a su lado, boca abajo y ya sin orejas ni cola presentes; al ver que el rubio no respondía, puso su muñeca a unos centímetros de sus ojos para ver la hora.
-Son las ocho de la mañana… Draco despierta –insistió dándole una palmada a su trasero.
-Mmm… no jodas Harry…
-No, eso lo hice anoche, anda despierta que ya tengo hambre.
-¿Qué hora es? –pregunto dándose vuelta mientras se frotaba los ojos.
-Las ocho.
-Es muy temprano para levantarnos –dijo abrazando una almohada.
-Bueno, si quieres podemos quedarnos y repetir lo de noche –respondio recostándose de nuevo y abrazándolo por debajo de las sabanas sintiendo la desnudez del rubio.
-Lo haría sino estuviera adolorido –exclamó abriendo los ojos.
-¿Te duele mucho?
Draco se tanteó el ano y apretó un poco para ver qué tanta era la molestia.
-Creo que no.
-Ahí está, podemos hacerlo.
-Eres un maldito calenturiento –dijo riendo.
-¿Y tú no? –respondio besándole el cuello y pellizcándole un pezón.
Draco le pasó los brazos por el cuello sintiendo con agrado los labios de Harry en su piel, pero entonces la urgencia de su vejiga le hizo detener los avances del moreno y quitarlo de encima de él.
-Quiero orinar ¿Dónde está el baño?
Haciendo una mueca de frustración Harry se quitó y señalo una puerta.
-Ahí.
Draco se levantó, pero al momento de sentarse en la cama, hizo una mueca.
-¡Oh rayos!
-¿Qué pasó?
Draco se sentó de lado mientras se tocaba el vientre.
-Me duele el culo, pero no afuera, es más bien como adentro… bueno también afuera.
-Sí, suele pasar, no te preocupes, estarás bien –respondio sentándose también y recargándose en la cabecera.
-Eres un bárbaro, esto es tu culpa –refunfuñó levantándose.
-Solo estoy bien equipado cariño, la culpa la tiene Dios.
-Tarado… -exclamó sonriendo mientras jalaba una sabana y se cubría con ella.
-No inventes Draco, ya te vi todo encuerado ¿Qué te tapas ahora?
-Cállate, se llama pudor.
Harry sonrió mientras lo miraba entrar al baño, entonces también se levantó, se vistió y caminó hasta la mesa en donde estaban las bandejas con comida cubiertas con su respectiva tapa; entonces salió Draco y fue su turno de entrar al baño.
Draco se vistió y camino hasta la mesa en donde destapó una charola encontrando unos bollos calientes como si acabaran de hornearlos.
-Qué rico… -tomó uno y le dio una mordida mientras destapaba otra bandeja.
Harry salió unos minutos después y se unió al desayuno.
-Dobby uso su magia para mantener la comida caliente –dijo Harry buscando mantequilla para untarla en su bollo.
-Ya lo sé tonto, eso hacen los elfos.
Harry se sentó viendo a Draco permanecer de pie.
-¿No te sentarás?
Draco lo miró y alzó una ceja diciendo:
-Hazte el tonto.
-¡Yo no tengo la culpa! –respondio riendo mientras se zampaba su bollo.
Pasaron toda la mañana en la cabaña aprovechando que era sábado, por lo que sin ninguna preocupación volvieron a hacer el amor antes de regresar al colegio.
-¡Ah! –gimió Draco recargando la frente en el hombro de Harry mientras éste lo embestía con fuerza- ¡haz-hazlo con cuidado bruto!
Harry asintió en silencio mientras su pene resbalaba dentro del ano de Draco, quien apretando los dientes se aferraba a él.
-Tienes… unas piernas maravillosas Draco… -susurró sin dejar de ondear su cadera- pero más maravilloso es que las abras para mí…
Draco metió los dedos entre el húmedo cabello negro mientras jadeaba sintiendo con agrado como la excitación invadía de nuevo su bajo vientre.
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Cuando al fin regresaron al colegio, se fueron a la habitación de las mazmorras para pasar el resto de la tarde juntos y asistir a la cena en donde se sentaron en la mesa de los Griffindor, cosa que desesperó a Ron y a Pansy por igual ya que cada uno deseaba interrogar a su amigo sobre su noche fuera.
Cuando al fin el día terminó y cada uno estuvo en su habitación y durmiendo, Ron se acercó a hurtadillas a la cama de Harry y se sentó en ella.
-Harry, Harry…
Harry frunció el ceño pues comenzaba a quedarse dormido.
-Mmm…
-Cuéntame Harry ¿todo salió bien?
-Ajá.
-No seas así.
Harry exhalo un suspiro y termino por abrir los ojos y sentarse recargándose en la cabecera.
-¿Qué quieres que te cuente? Todo salió como lo planee, una tarde genial con mi chico.
-Qué suertudo –respondio sonriendo- ¿y le gustó la decoración?
-Le encantó.
-¡Te lo dije! Ya sabemos a qué nos podemos dedicar si no entramos a la escuela de aurores… oye Harry tengo un curiosidad sobre… pues sobre… -exclamó entre dudoso y avergonzado mientras se rascaba la nuca.
-¿Sobre qué?
-Pues sobre… sobre el sexo gay Harry, bueno, en realidad sobre el sexo en general pero el de ustedes, pues…
-Ah ¿y qué quieres saber?
-¿Ustedes deciden quien…? Pues…
Harry sonrió entendiendo perfectamente de lo que Ron deseaba hablar, por lo que se cruzó de brazos diciendo:
-¿Quieres saber quien se lo hizo a quien?
-Bueno… sí y no.
-¿Sí y no?
-Ajá… me bastó ver como se sentaba Malfoy para adivinar quién se lo hizo a quien, lo que yo quiero saber es como lo deciden.
-Pues lo platicamos y nos ponemos de acuerdo –exclamó alzándose de hombros- no hay nada raro ni complicado en ello.
-Ah, ok, también se gustaría saber mas pero se me hace raro que sea con un chico con quien lo hayas hecho… es decir, ya no me causa conflicto el que seas gay, pero no puedo preguntarte como les gusta más a las chicas que hagas determinadas cosas.
Harry sonrió entendiendo el punto, por lo que solo se alzó de hombros diciendo:
-De todos modos todas las personas son diferentes, estoy seguro que lo que le gusta a Hermione puede ser muy distinto de lo que le guste a Padma o a Parvati por ejemplo.
-Pues sí, eso si.
-Lo que si es seguro es que siempre uses condón, no vaya a ser que dejes un premio por ahí.
-¿Tú lo usaste?
-¿Yo? ¡Claro! –respondió rascándose la nuca.
-Sí ¿verdad? no vaya a ser que pronto veamos corriendo por ahí a una camada de gatitos –dijo riendo para luego ponerse serio de nuevo- ¿pero que tanto esperaron para pasar a la acción? ¿cenaron primero?
-No porque ya habíamos cenado.
-¡Oh es cierto!
-Ron entiendo tu curiosidad, de verdad, pero tampoco te contaré mas cosas de las que imagino quieres saber… mira, tal vez si se tratara de una chica lo haría, digo para compartir información y tratar de responder dudas, pero con él… la verdad amigo, no te contaré nada más… bueno si, que tiene unas piernas de ensueño y un trasero que…
-De acuerdo, de acuerdo –interrumpió entendiendo el punto.
Harry rió al ver el conflicto de su compañero, por lo que dando por concluida la plática, dijo:
-Fue una noche maravillosa porque estuve con la persona que quiero.
Ron pareció meditar unos momentos en aquellas respuestas, luego sonrió más ampliamente diciendo:
-Cómo sea, me da gusto que haya sido así y me alegra que hayas sido el que se haya impuesto.
-¿Impuesto?
-Sí Harry –respondio levantándose y palmeándole un pie- que tú hayas sido el hombre.
-¿El hombre? –repitió de nuevo frunciendo el ceño.
-Sí, sabes de que hablo –dijo quitándose las pantuflas para acostarse de nuevo- que hayas estado arriba.
-Ron el que yo haya estado “arriba” no me hace mas hombre que Draco, no significa que él haya sido la “mujer” -dijo haciendo comillas con los dedos- la próxima vez bien puede ser al revés y no soy menos hombre por eso.
Al oír la respuesta de Harry y ver su actitud, Ron se dio cuenta de que había cometido un error.
-Lo siento, no quise ofenderte.
-No me ofendes amigo, es solo que lo que mencionas son mitos o mala información y el asunto no es así.
-De acuerdo –respondio acostándose.
-¿Todo bien? –pregunto Harry acostándose también.
-Todo bien –sonrió.
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-Mira, salimos en la portada de “Corazón de bruja” –dijo Draco días después mostrándole a Harry una revista mientras descansaban bajo un árbol a la orilla del lago negro.
-¿Tú ves esas revistas? –pregunto recostado en el pasto.
-Claro, sacan chismes interesantes –respondio hojeándola y buscando el reportaje sobre ellos- mi padre se infartará sino es que ya lo hizo.
-Bueno ¿y qué dice?
-Mmm dice “El único hijo y heredero de la importante familia Malfoy y el afamado “Niño que vivió” al parecer están disfrutando plenamente de la tranquilidad que dan los tiempos de paz ahora que el que no debía ser nombrado ya no está, pues últimamente se han dejado ver por en el colegio de Hogwarts e incluso en el pueblo de Hogsmeade en una actitud totalmente fuera de lo convencional pues todo indica que hay un romance entre estos dos importantes chicos de la comunidad mágica ¿cómo podemos tomar este singular hecho? ¿Escandalizándonos por la falta de decencia y valores morales? O ¿valorando que el amor se hace presente sin importar el género? La respuesta nos la darás tú enviándonos una lechuza, al final de este mes se hará un conteo y de la respuesta ganadora se elegirá una carta a la cual premiaremos con una suscripción anual a nuestra revista y una colección de tazas con la imagen de nuestros dos chicos besándose, esperamos tu respuesta ¡no se amontonen chicas!
-¿En serio eso dice? –pregunto Harry sonriendo incrédulo.
-Sí, mira…
Harry tomó la revista viendo que efectivamente se había abierto un concurso usando su relación y no pudo menos que comenzar a reír con ganas al ver también una foto de ellos en Hogsmeade caminando de la mano.
-Qué barbaros… -dijo dejando de reír poco a poco- ¿y de donde tomaron nuestras fotos?
-Veamos que mas dice –exclamo tomando la revista de nuevo.
-Pues yo mejor diría que nos ocupemos de cosas mucho más interesantes –dijo Harry levantándose un poco para quitarle la revista y besarlo.
En cuestión de minutos Draco ya tenía orejas y cola de gato presentes mientras Harry le lamía el cuello.
-Harry… falta poco para la comida… irás lleno de pelos.
-Si es una cuestión de pelos mi gatito, no me importa… ya te lo dije -respondió desabrochándole el pantalón para liberar la cola- a quien no les gusten los pelos, que no tenga gatos.
-Pero no soy… un gato… -masculló sintiendo la mano de Harry dentro de su pantalón acariciándole una nalga.
-Sí lo eres, eres mi gatito –respondio acariciando con la otra mano la suave y esponjada cola- anda, dilo…
Sin más remedio Draco sonrió rodeándole el cuello mientras decía:
-Sí Harry… soy tu gatito.
Fin
Epílogo
-¿Un paquete para mí? –repitió Chloe viendo el paquete que su elfo doméstico le entregaba.
-Sí ama.
Intrigada miró el remitente quedando atónita el ver el nombre de Pansy Parkinson en el.
-¿Parkinson? –exclamó alejando instintivamente el paquete de su cuerpo.
-Ama, como siempre reviso cuidadosamente el correo –dijo el elfo al ver el gesto- y no detecté ninguna magia oscura en el.
-De acuerdo –respondio no muy convencida- retírate.
-A la orden.
Cuando quedó sola caminó hasta su cama y se sentó en ella examinando con ojo crítico el paquete, luego procedió a desenvolverlo y a abrirlo sintiendo realmente mucha curiosidad.
-¿Qué es esto? –masculló sacando un objeto envuelto en papel multicolor de los diez que había ahí- ¿¡Pero qué demonios…?! –exclamó estupefacta al tener en sus manos una taza de cerámica con la imagen de Draco y Harry besándose.
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-¿Porqué sonríes así Pansy? –preguntó Blaise a su compañera mientras tomaban una cerveza de mantequilla en la Taberna “Las tres escobas”
-Por nada Blaise, por nada.