Capítulo 10
Tensión. No había otra forma de describirlo. Casi podían jurar que había un aura oscura emergiéndo de los dos individuos que bajaban las escaleras en ese instante, y de no ser porque uno de ellos era beta, el ambiente sería aun más pesado de lo que ya era con tantas feromonas alfas inundándo el lugar.
Daba la impresión de estar en medio de un campo de batalla donde solo hacía falta el más mínimo parpadeo del contrario para iniciar el ataque. Y quizás por eso, cuando el líder de la manada más poderosa del mundo demandó resultados de la búsqueda, ningúno tardó en movilizarse para satisfacer su demanda.
Natasha, el tercer alfa al mando, le notificó entonces a su superior que Helmut Zemo se hallaba oculto en una muy vieja y desconocida estación del subterráneo cuya ubicación exacta se mostraba en un mapa virtual de la ciudad. Steve, por supuesto, se mostró impresionado con tan excelente labor en tan poco tiempo, pero eso no bastó para reemplazar esa mirada de iracunda que tenía desde que había bajado.
-¿Todo bien, Capitán?-preguntó Bruce con cautela, recibiéndo a cambio un gruñido por parte del rubio, quien se volvió instántaneamente hacia su alfa.
-¿Ya encontraron las bombas?
-Claro-habló la rubia y se dirigió a su computadora-Como te dije, estuvé revisándo el expediente de Zemo y descubrí que el hombre tiene serios problemas de alcohol e ira que muchas veces terminaron en peleas que le valieron varias noches en prisión. También descubrí que perdió a su esposa, a su hijo no nato y a su padre en el incidente de Sokobia, después del cual, se mudó a Nueva York y participó de forma violenta en las primeras manifestaciones que se dieron afuera de la torre de los Vengadores. Se le acusó de terrorismo debido a la explosión que causó hace diez años y se le condenó a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.
-Suena duro. Ya entiendo por qué está tan resentido con nosotros-comentó Clint.
-Pero eso no es todo-dijo Sam-Escucha Steve, estuve analizándo el mensaje de Zemo y-
-ESTUVIMOS analizándo el mensaje de Zemo, desconsiderado-interrumpió el arquero con los brazos cruzados, nada dispuesto a ser dejado fuera de los créditos solo porque Sam había hecho el trabajo duro mientras él comía papas fritas y lo presionaba.
Es decir, su trabajo también era duro, no cualquiera puede supervisar y comer al mismo tiempo, y Barton en verdad creía que merecía un premio por eso.
El beta suspiró.
-Sí, sí, analizamos el mensaje-dijo resignado, para luego regresar su atención al más alto-Y descubrimos algo muy interesante-se inclinó sobre la mesa y dió click en la pantalla para reproducir el video.
"Hola a todo el mundo, mi nombre es Helmut Zemo y éste es un mensaje para nuestros auto proclamados héroes de Nueva York, Los Vengadores.
Hace diez años, me capturaron, me encarcelaron, y me acusaron de terrorismo, pero ustedes y yo sabemos quienes son los verdaderos terroristas, y los que están viendo este mensaje ahora lo saben también. Viven en esa torre de ego jactándose de ser nuestros héroes, pero ¿quién vengara a los que murieron en Wakanda a manos del monstruo al que llaman Hulk? ¿O las vidas que se perdieron en Sokobia a causa de la creación de Tony Stark? ¡¿Quién vengara a los que perecieron en sus-"
-¡Ahí!-exclamó, pausándo el video.
Se volvió hacia Steve y notó que éste lo miraba confundido.
-¿No lo entiendes? Él habla de las cientas de vidas que supuestamente nosotros arrebatamos, nos hace responsables de cada una de ellas y nos llama "terroristas", literalmente nos acusa de ser criminales fingiendo ser héroes, que solo quitan en lugar de salvar. Ahora, escucha esto-volvió a reproducir la grabación.
"...Nadie. Y por eso, hoy me presento ante ustedes como el vengador de esas vidas injustamente arrebatadas, y exijó al gobierno de este país que obliguen a los Vengadores a responder por sus actos criminales y se les juzgue por ellos de la misma forma en que se me juzgó a-"
Y de nuevo se detuvo.
-¿Lo ves? Zemo se proclama a sí mismo como un vengador, como el hombre que va a vengar esas vidas, y a nosotros como el villano a vencer.
-¿Qué tiene que ver eso con la ubicación de las bombas?
-Cap, por favor, está muy claro-intervinó el omega-El hombre se creé un vengador, y como vengador, busca causarnos un daño enorme para pagar el que le hicimos a él y a las víctimas de cada suceso que mencionó.
-Pero no lo hará lográndo que nos encierren en prisión-dijo Sam.
-Él sabía que no nos entregaríamos, sabía que lo buscaríamo y sabía también que iríamos por él, por eso colocó las bombas, porque es precisamente eso lo que espera que hagamos, es su plan.
-Es como el juego del gato y el ratón-interrumpió la alfa rubia-Él dijo: "al primer astibo de que me están búscando, no dudaré en presionar el botón", pero sabe que haremos todo lo contrario, y por eso nos desafía a hallarlo sin que lo note porque confía plenamente en que o no lo haremos o que lo haremos tarde, lo que significa que todo este circo no es más que una fachada para que nosotros siéntamos lo mismo que él cuando no pudo salvar a su familia, quiere que experimentemos el terror y la angustia de estar tan cerca de ayudar y no lograrlo.
Steve pestañeó comprendiendo el punto que sus colegas se esforzaban por exponer.
-Y para lograr algo así, independientemente de la potencia de las bombas necesita que una gran cantidad de gente esté reunida en un solo lugar, detalle que redujo la lista de posibles ubicaciones en tres objetivos-finalizó Falcón, mostrándole a Steve los tres puntos en el plano de la ciudad-El primero es la escuela Midtow High, la cual celebra hoy un homenaje en honor a su aniversario número 30, todos los alumnos, maestros, empleados y padres de familia estarán ahí; el segundo es el Hospital Monte Sinaí, uno de los más avanzados y recurridos en la ciudad; y el tercero es la conferencia de prensa del alcalde, la cual marcará el inicio de su campaña para las próximas elecciones.
-¿Ya lo llamaron para advertirle de la bomba?-preguntó el rubio.
-Lo intentamos, Cap-respondió Clint-Pero el maldito no quiso cancelarla, dijo que era muy importante y que tendría a todo su departamento de seguridad ahí para búscarla y desactivarla.
-Dudo que lo haga a tiempo.
-Sí, yo también.
-¿Y entonces?-espetó Fury, quien hasta ese momento se había mantenido en silencio-Ya tienes la ubicación tanto de Zemo como de las bombas, ¿cuál es tu plan ahora Capitán?
El alfa lo miró con rabia contenida, claramente molesto tanto por su presencia como por la discusión que habían tenido en el balcón, pero al percatarse de las miradas desconcertadas de sus compañeros, y las insquisitivas de su novia y su tercera al mando, decidió calmarse y el olvidar el asunto, al menos hasta que resolvieran todo.
-Muy bien-miró a su equipo con determinación-Sí queremos capturar a Zemo e impedir que detone las bombas tendremos que separarnos. Visión y Wanda irán a la conferencia del alcalde, Natasha y Bruce al hospital, Clint y Thor a la escuela, y Sam, Sharon y yo iremos por Zemo.
-Amm, perdón Cap, tengo una duda-el halcón alzó la mano-No tengo nada en contra de que me hayas puesto en equipo con el "señor nadie es digno de mi martillo", pero, exactamente ¿cómo vamos a contactarlo? Thor volvió a su reino de fantasía ayer y no creo haya teléfonos ahí.
-No te preocupes por eso, Thor prometió que volvería hoy así que ya debe estar enterado de todo.
-De hecho, Capitán-interrumpió Nick-Mis hombres ya deben haberlo encontrado, les llamaré para que le informen sobre su parte del plan.
-Bien-respondió fríamente-¿Alguna otra pregunta?
No hubo respuesta.
-De acuerdo. Entonces, en marcha.
Tan pronto como terminó de decir eso, los Vengadores tomaron sus armas y se dirigieron al quinjet para volver a la ciudad. El trayecto fue relativamente largo, pero en cuanto estuvieron en tierra todos se apresuraron en partir hacia sus objetivos.
El tiempo se les estaba acabando.
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"- Buenos días Nueva York, soy Mary Jane reportándo desde las calles de esta hermosa ciudad que pronto podría pasar a convertirse en un enorme crater en el mapa. Como todos saben, hace una horas el terrorista conocido como Helmut Zemo transmitió un mensaje en toda la nación en el que se proclamaba a sí mismo como nuestro vengador, y exigía al gobierno tomar medidas represarias en contra del reconocido grupo de superhéroes llamado "Los Vengadores" a cambio de no detonar las tres bombas que ha implantado en la ciudad.
Pues bien, se me ha informado que el presidente del país y el Cómite de Registro de Superhéroes, con el apoyo de SHIELD, emitieron una orden de arresto inmediato en contra de los Vengadores, quienes por supuesto, se resistieron al arresto y escaparon.
No pude conseguir una entrevista con la Directora María Hill, pero el teniente James Rodhes me aseguró que el ejército y la policía ya se han movilizado para encontrar y desactivar las bombas, así mismo para dar con el arquitecto de este caos y devolverlo a prisión.
Como pueden ver detrás de mí, el paso de patrullas y tanques no se detiene y hay rumores de que-"
Apagó la televisón y le dió un sorbo a su pequeño vaso de whisky, para luego volverse hacia su colega en el sillón.
-¿No deberías estar ayudándo?-le cuestinó el abogado.
-¿No deberías hacerlo tú, Matty? Tu barrio está dentro de la misma ciudad, ¿qué tal si la colocaron ahí?
-Lo dudo. Es un barrio de bajos recursos y el psícopata parece más interesado en gente con súper poderes.
-Sí, qué te digo. Cada generación quiere su oportunidad para vencer a los Vengadores.
-Creí que estabas retirado.
-Mi otro yo lo está, pero este grandioso hombre que ves aquí está planeando volver con una fabulosa entrada-dijo inflando el pecho y señalándose a sí mismo.
-No cabe duda de que tienes un gran ego, Stark.
-Gracias rojito, es un don.
-No me llames "rojito".
-¡Pero si te queda perfecto! ¿O acaso solo tu alfa puede llamarte así? No me lo has presentado, Matty, y yo muero por conocerlo.
-Es precisamente por eso que no te lo he presentado.
-Eres malo.
-¿Podemos continuar con la investigación?
-Sí, sí, lo que digas-le dio otro trago a su vaso y se sentó frente a su compañero-Okey, repasemos los hechos. Dices que los accionistas de Stark Industries no desaparecieron sino que fueron asesinados, y que la persona que lo hizo amenazó y sobornó al Jefe de Policía para que cerrara el caso y ocultara las evidencias.
-Sí-suspiró-En mi "reunión", el Jefe de Policía me reveló que ese alguien era muy poderoso e influyente, un sujeto con ojos y oídos en todos lados, con hombres en cada centímetro de la ciudad y aliados igual o más peligrosos que él, pero con el cual nunca trató en persona. Las negociasiones, sí se le puede decir así, se dieron através de un intermediario que le pasaba su mensaje al sujeto y le respondía por él.
-¿Y te dijo por qué ese sujeto asesinó a los accionistas? ¿Qué ganaba con eso?
-Lo único que pudo decirme es que al hombre no le convenía que el lanzamiento de tu nuevo proyecto se cancelara. Y sí tomamos como base ese detalle, creo que ya tenemos un primer sospechoso-dijo, inclinándose hacia el castaño.
Stark entrecerró los ojos con indignación.
-Matty, cariño, ¿estás insinuando que yo lo hice?
-¿Quién más se beneficiaba con su muerte que tú, Tony?
-Sí yo lo hubiera hecho, ¿para qué carajos te pediría tu ayuda para investigar sus muertes? ¿Para qué me descubrieras y me apresaras? No tendría sentido entonces que sobornora al Jefe de Policía.
-Tony, no he dicho estrictamente que tú lo hiciste, ¿pero que hay de tu "yo" alfa?
-Tal vez no somos la misma persona, pero sí de algo estoy seguro es que ningúna versión mía haría algo así para su beneficio. Ni siquiera antes de Aftganistán.
-Pero no todas tus versiones serán tan amables como tú, Stark-dijo, adoptándo un tono más serio-Y sí estás tan seguro que no fuíste tú ni tu otro tú, entonces solo nos queda una opción obvia.
-¡Harley no tiene que ver en esto! Él es un niño, nunca haría algo así.
-¡Pues alguien lo hizo, Stark! Y ese alguien tiene que provenir de Stark Industries, porque ambos sabemos que nadie más se beneficiaba con esas muertes que tu maldita empresa.
El castaño apretó los puños. Ante eso no tenía argumentos, era cierto que nadie más salía beneficiado con los omicidios, pero estaba convencido que ni su otro yo o Harley harían algo así. Jamás. Él había pasado décadas sembrando la semilla de la destrucción, creándo armas para la paz que fueron usadas para asesinar y masacrar gente, y Aftganistán le había hecho darse cuenta de su maldito error, por eso, había pasado los últimos años tratando de remediarlo, de compensar sus fallas, de corregir su camino, y sí su otro yo en verdad era Tony Stark, y había pasado por lo mismo, entonces no había razón para pensar que mataría por lo que quería.
¿O sí?
-Tony-lo llamó suavemente-Revisé el informe de los asesinatos.
El alfa lo miró.
-Los mataron con un rayo repulsor.
Sus ojos se abrieron como platos, su respiración se aceleró y casi suelta el vaso que sostenía debido a la impresión. Después de todo lo que habían hecho, por lo que pasaron, lo que aprendieron, ¡¿ese maldito se atrevía a matar inocentes por una app?! ¡¿A sembrar nuevamente el terror contra el que tanto habían luchado?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué haría algo así?! ¡¿Qué lo hizo cambiar de opnión?! Ahora todo se volvía más claro, Tony Alfa había dejado a los Vengadores porque no creía que las personas volvieran a aceptarlos, sí, pero también porque deseaba vivir sin restricciones a su nuevo estilo de vida, y sin obstáculos para conseguir lo que quería.
¡¿Qué diablos pensaba?! ¡¿Qué sí el mundo le había dado la espalda él también se la daría?! ¡¿En serio?! No podía creerlo, no podía ser Tony Stark sí se inclinaba por el asesinato, y de cierta forma, no lo era.
Porque el Tony de ese mundo era un alfa y él, el original, era un omega.
-Tony.
El castaño se levantó bruscamente del sofá y comenzó a dar vueltas por la sala.
-¿Estás bien?
-Oh, claro. Estoy de maravilla, Matty. Sí, porque descubrir que hay una versión estúpida de mí en el multiverso no es algo tan perturbador y grave, no. De hecho, ¡tengo ganas de hacer una fiesta! ¿Quiéres ir a una fiesta? Te invito.
-No tienes que ser sarcást-
¡PAM!
El sonido de algo rompiéndose interrumpió sus palabras. Podía percibir las feromonas agresivas que comenzaban a cubrir la sala y se incrementaban conforme Tony destruía su hogar. Estaba furioso, y Matt sabía que en un alfa, la ira llevaba a la salvajidad, y por eso, prefirió quedarse en su lugar a esperar a que el castaño se calmara, o a que la omega volviera de donde fuera que había ido, ya que él, por sí mismo, no podría aplacarlo.
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-¡PUAAAGGG! ¡PUAG, PUAG! ¡PUAG!
-¿Te encuentras bien, amigo Clint?
-¡¿Y tú que crees grandisímo Dios marti-¡Puaagg! ¡Agh!
-Lamento que el viaje fuera muy agitado-dijo, palmeándo su martillo-Pero era más rápido que te trajera volando a que viajaras en esa máquina que llamas motocicleta.
-¡¿Ah, sí?! ¡Pues la próxima vez asegurate de tener un mejor aterrizaje!
-Habría sido mejor sí no hubieras comenzado a vomitar antes de tocar tierra. Además, manchaste mi armadura.
-¡¿Y eso qué?!
-¿Cómo que qué? Esta es una armadura de batalla, y una armadura así solo alcanza su gloria cuando es mancillada y desgarrada por la sangre de los enemigos de Asgard en las batallas más grandes del universo, las cuales se volverán legendarias con el pasar de los siglos y quedarán marcadas en la historia de los Nueve Reinos -dijo levantándo su martillo en el aire e inflando su pecho con orgullo.
-Ay, para qué pregunté...-se lamentó el omega, para luego erguise de y tomar su arco para dirigirse al interior de la escuela-Camina señor legendario, tenemos que encontrar la bomba cuanto antes y ya perdimos mucho tiempo.
-Noble arquero, si perdimos tiempo fue porque pasaste media hora vomitando-respondió, caminándo detrás de él.
-Eso fue porque no sabes aterrizar como un superhéroe normal.
-Ya te dije que habría sido mejor si no hubieras vomitado.
-De acuerdo, okey, okey-alzó las manos en son de paz-Envíame la cuenta de la tintorería, si es que hay en Asgard.
-Y tú la del desayuno.
-Hecho.
-Hecho.
Tanto Thor como Clint se dispusieron a entrar a la escuela, pero justo antes de que siquiera pusieran un pie en el pasillo, una telaraña bastante conocida por ambos cayó de repente y los adhirió al suelo.
-¡¿Qué carajos?!
-¡¿Qué brujería es ésta?!
-¡Hola, vengadores! Que alegría me da verlos-exclamó el culpable, aterrizándo justo frente a ellos-Qué tal Hwakeye, Thor.
-Niño, ¿es en serio?-gruñó el omega-¡Quítanos esto! Tenemos una misión importante.
-Clint tiene razón, Hombre Araña. Normalmente disfrutaría de escuchar tus gloriosas anécdotas de batalla y tus chistes carentes de humor, pero ahora tenemos que hayar la bomba del malvado Zemo o mucha gente morirá.
-Oigan, oigan, tranquilos chicos. No tienen que preocuparse, su amigo el inigualable hombre araña está aquí para ayudarles-dijo, para luego quitarles la telaraña de los pies.
-¿Cómo que para ayudarnos? ¿Cuándo pedimos la ayuda de un niño?-el omega se cruzó de brazos.
-De hecho, Fury me llamó y me dijo que me necesitarían, y cuando los grandiosos Vengadores me necesitan no puedo ignorar el llamado.
-¿El hombre de un ojo te llamó? ¿Y por qué lo haría?
-Sí. ¿Por qué enviaría a un mocoso a hacer el trabajo de un hombre? ¿Acaso no sabe quiénes somos? Además, ¿no se supone que la policía te estaba búscando, niño araña? Dentró del auditorio debe haber como cien oficiales, y aparecer de la nada frente a ellos no es lo más inteligente.
-Tranquilicese, señor Hwakeye. Fury ya lo arregló todo-sonrió debajo de la máscara-Y ya que soy estudiante de esta escuela, creo que mi ayuda puede ser valiosa para búscar la bomba.
-¿Estudias aquí?
-¡Sí! ¿No es grandioso?-exclamó con entusiasmo, pero al ver la ceja alzada del único omega presente, se aclaró la garganta y se puso serio-Lo siento.
-Okey niño, escucha, nosotros somos los Vengadores, los héroes más poderosos del planeta, y los héroes más poderosos del planeta no necesitan la ayuda de un niño de doce años para salvar el día, ¿entiendes? Ahora vete y dejale el trabajo a los profesionales-dijo Clint, rodeándo al beta y continúando con su camino en compañía de Thor.
-¡Esperen!-exclamó Peter, corriendo detrás de ellos-Señor Hwakeye, señor Thor, por favor, puedo ayudarles.
-¡No!
-¡Pero-
-¡Que no, niño! ¡Lar...-se interrumpió al doblar la esquina del pasillo y toparse de frente a un ejército de hombres armados con máscaras de halloween-...go.
-Wow-dijo el menor-Amm, ¿hola?
Apenas dijo eso, los hombres comenzaron a disparar y los tres tuvieron que cubrirse. Clint sacó una flecha y la colocó en su arco, listo para contraatacar, mientras que Thor hizo girar su martillo y se lanzó al ataque.
-¡Por Midgard!
-¡Thor, espera!-intentó detenerlo, pero como siempre, el Dios lo ignoró y comenzó a golpear a los sujetos-Genial.
-¿Cree que pueda solo, señor Hwakeye?-preguntó el castaño, mirándo fascinado al del martillo.
-Sí, seguro estará bien-respondió haciéndo un gesto con su mano para restarle importancia-Pero tú no lo estarás sí no te vas ahora. Esto es peligroso, niño.
-¡Pero no soy un niño! Y conozco la escuela mejor que usted, puedo ayudarlo.
-¡Largo!
Dicho esto, el omega siguió con su búsqueda tomándo otro pasillo y disparándo a diestra y siniestra a todo enemigo que se le presentara. Como agente de SHIELD había aprendido muchas cosas sobre terrorismo y bombas, y sí tuviera que apostar, apostaría todos sus ahorros a que Zemo había colocado la suya debajo del escenario principal de la ceremonia de celebración, así que tenía que dirigirse ahí cuanto antes, porque si era verdad que el ex convicto tenía forma de saber si estaban interfiriendo en sus planes, entonces ya debía estar enterado de que los Vengadores habían dado al fin con sus bombas, y sí el Cap no lograba detenerlo a tiempo, las detonaría. Tenían que impedirlo.
Pero la presencia de tantos mercenarios en el lugar complicaba mucho las cosas.
"¡Carajo! ¡¿Cómo cuántos fanaticos tiene ese imbécil?!", gruñó el omega. Habían demasiados sujetos con armas como para pensar que el tipo los había contratado, demasiados, y sí estaban ahí era seguro porque creían en los ideales de Zemo, ya había visto eso antes. Villanos que obtenían el apoyo del público y gente poderosa por el simple hecho de compartir el mismo odio hacia ellos.
-¡Demonios, gente estúpida!
Las flechas iban y venían al igual que las balas, y pronto se les unió los gritos de pánico de la gente al oír disparos y comenzar a correr a la salida. Los oficiales no tardaron en apróximarse a la escena, y por supuesto, no fue precisamente para ayudar al halcón sino para arrestarlo junto a los otros. Al final, Clint estaba acorralado por todos los ángulos y en verdad necesitaba un milagro para escapar.
-¡Thor!-lo llamó por su comunicador-¡Thor, maldita sea, necesito ayuda!
-¡Ya voy, Barton!-le respondió el Dios, apenas entendible con el sonido de relampagos de fondo.
-¡Date prisa! Estoy acorralado y no estoy ni cerca del auditorio.
-Entiendo, ya estoy en camino.
-No se preocupe, señor Hwakeye-habló una tercera voz por el comunicador-Ya estoy en el auditorio, hay más enemigos aquí pero tranquilo, estoy cerca del escenario.
-¡¿Qué estás dónde?!-exclamó horrorizado-¡Niño idiota, te dije que te fueras!
-Lo sé, pero el auditorio me quedaba cerca y la gente estaba saliendo, y los oficiales también, así que aproveché la oportunidad y decidí ayuda-¡BANG!
-¡Niño!-gritó Clint, aterrado al escuchar un disparo tan cerca del comunicador-Niño, ¿estás bien?
Estaba tan concentrado en eso que no se fijó en que uno de los sujetos le apuntaba, y le habría dado de no ser porque en ese preciso momento apareció el Dios del Trueno y lo lanzó lejos con su martillo.
Al verlo, los oficiales dejaron de disparar y lo miraron con asombro.
-Escuchen nobles guerreros, retirénse ahora y alejen a las personas de aquí, esta batalla es para lo Vengadores-ordenó, invocándo a los rayos para lanzarlos contra los enmáscarados.
-¡Sí, señor Thor!
-¡Enseguida!
Dijeron los policías, para luego retirarse de ahí lo más rápido que pudieron. Una vez que el pasillo estuvo despejado, el rubio se acercó a su compañero, preocupado a verlo tan desesperado y gritándo a su comunicador.
-Barton, ¿estás bien?
El arquero no les respondió, siguió tratándo de comunicarse con Spiderman pero al ver que no le contestaba, y que el camino estaba libre, salió corriendo hacia el auditorio ignorándo por completo a su amigo, quien no tardó en correr detrás de él.
-Clint, ¿qué sucede?
Clint Barton era un omega, un omega masculino que al igual que muchos de su misma casta, no podía evitar que sus instintos afloraran. Esos instintos que muchas veces despreciaba, como el de tener cachorros (aun sabiéndo que con Natasha eso sería imposible al haber sido ella esterilizada) o el instinto de querer siempre proteger a las crías, incluso sí éstas no eran suyas, y era justamente ese instinto el que lo empujaba a querer proteger a Peter a toda costa.
Porque vamos, el chico podía detener autos con las manos y trepar por las paredes, pero al final de cuentas seguía siendo un niño de apenas quince años, con mucha vida por delante como para perderla en el campo de batalla, y él, siendo un Omega y un vengador, no iba a permitirlo.
Por eso, sintió que casi se le detiene el corazón cuando abrió las puertas al auditorio y no encontró por ningún lado al chico.
-¿Peter?-lo llamó con labios temblorosos-¡PETER!
-¡Aquí estoy, señor Hwakeye!-dijo una voz debajo del escenario, sacándo una mano para llamar la atención.
-¡Peter!-exclamó, corriendo a meterse al lugar y verificando que el beta estuviera bien-¿Qué fue lo que pasó? ¿Te dispararon? ¿Estás herido? ¿Por qué no contestabas a mis llamados?
-Cálmese, estoy bien. Logré esquivar el disparo y los noqueéa todos.
-¡¿Por qué no contestabas tu comunicador?!
-P-Porque se me cayó cuando esquivaba las balas-respondió asustado con la actitud furiosa del omega.
Al oír esa explicación, Clint al fin pudo soltar el aire que estaba reteniendo, y tranquilizarse, reparando por primera vez en donde se encontraban y frente a qué estaban.
-¿Qué es esto?-preguntó, observándo detenidamente el complejo de cables unidos a una mini computadora que se hallaba pegada al suelo-¿Esta es la bomba?
-Sí. Es increíble, es tan pequeña pero el tipo de la televisión dijo que tenía la potencia para destruir media ciudad.
-Debe ser tecnología muy avanzada, pero ¿dónde-
-¡Clint!-lo llamó el asgardiano, y el omega no tardó en salir para atender a su llamado.
-¿Qué ocurre, Thor?
-Tenemos compañía-respondió, preparándo su martillo para atacar.
Clint reparó entonces en que estaban completamente rodeados por cientos de metrallas y armas listas para dispararles, y sin perder tiempo, el halcón se apresuró en sacar una flecha y comenzar a atacar, al mismo tiempo que Thor invocaba sus rayos y los dispersaba.
-Niño, ¿me escuchas?-lo llamó por el comunicador.
-¿Qué sucede, señor Hwakeye?
-¿Puedes desactivar la bomba?
-Ehhh...-tragó saliva-Eso creo
-Bien, hazlo. Nosotros te cubriremos.
-Pero-
-Obedece, mocoso. ¿Querías ayudarnos, no? Pues esta es tu oportunidad. Desactiva la bomba, salva millones de personas y luego sal a ayudarnos con los fanáticos de Zemo.
-Está bien señor, lo haré.
-Apresurate-dijo, notándo que sus dos cargas no alcanzarían para todos.
Miró de reojo a Thor, el dios parecía tener energía infinita pero sabía que en algún momento se cansaría, y esos malditos sujetos de negro no dejaban de aparecer. ¿De dónde diablos salían tantos? ¿Qué les habrá prometido Zemo para que arriesgaran sus vidas en eso? Fuera como fuera, su misión era acabar con todos antes de que lograran acercarse a la bomba.
"Solo espero que los demás estén bien"