Capítulo 12
Tony estaba en verdad fastidiado y aburrido, no llevaba ni media hora en esa pastelería y ya quería largarse. Y es que Pepper no era capaz de elegir un condenado pastel de los ciencuenta que ya le habían mostrado, y por sí no fuera suficiente, tampoco habían elegido aún los arreglos de centro para las mesas ni el color de los manteles de cada una, lo cual estaba causándole una terrible migraña.
¡¿Por qué las mujeres tenían que complicarse tanto para una boda?! Diablos, de seguir así estaba seguro que estallaría. Si por él fuera, se habrían casado en la Vegas, habrían hecho su fiesta en un cacino y habrían pasado su luna de miel en un hermoso hotel en Acapulco, pero no, Pepper y Tony Alfa querían una boda tradicional, y de no seguir el juego la pelirroja empezaría a sospechar. Situación que tenía que evitar a toda costa.
"Irónico", pensó. La versión de sí mismo de esa dimensión era capaz de asesinar a quienes se interponían en su camino sin sentir remordimiento alguno, pero resultaba incluso más romántico y tradicional que él, y Tony no pudo evitar preguntarse ¿qué demonios pasaba por la cabeza de ese tipo?
Brrr, Brrr.
Chasqueó la lengua con molestia y se sacó el teléfono del pantalón para responder la llamada, girándo en el acto hacia donde se hallaba su prometida, quien ahora parecía pelear por decidir de qué sabor sería el pastel.
-Tony al habla. ¿Quién es?
-Soy yo Tony, Matt-respondieron del otro lado de la línea.
-¡Matty! Hola, me alegra que me llames, estaba a punto de morir de aburrimiento.
-¿Dónde estás?
-En una pastelería con Pepper, estamos eligiendo el pastel de bodas.
-¿Debería alegrarme?
-No en realidad. Mi omega no es capaz de decidirse por algo.
-Entonces, ignoraré que estás en plenos preparativos para tu muy precipitada boda y te preguntaré si has visto las noticias últimamente.
-No, ¿por qué? ¿Hay algo interesante?
-Tienes la mejor tecnología del mundo, ¿y me dices que no estás enterado de nada?
-¿De qué hablas?-frunció el ceño.
-Tony, ayer, mientras nosotros discutíamos sobre nuestra investigación, una de las tres bombas de Helmut Zemo estalló en el Puente de Brooklyn y asesinó a cientos de personas, y no solo eso, los medios, redes sociales, el gobierno y la ciudad entera culpan de esto a los Vengadores, principalmente al Capitán América, ya que ellos se negaron a cumplir las demandas de Zemo y se resistieron a la orden arresto que se había dado en su contra.
-¡¿Qué?! ¡¿Cómo diablos sucedió?! No, olvídalo, mejor dime ¡¿por qué demonios Rogers permitió que eso pasara?! ¡Era su deber detenerlo!
-No lo sé Tony, pero según mis fuentes, el Capitán América está en el hospital luego de ser seriamente herido durante su batalla contra Helmut, y parece que su situación en verdad es grave ya que pasó varias horas en cirugía.
-¡¿Qué cosa?!
Tony sintió que el alma se le escapaba del cuerpo, un nudo muy grueso se formó en su garganta y su respiración se agitó ante esas palabras. ¿Steven...en el hospital?
-¿Cómo está ahora, Matt?-preguntó en un murmullo casi inaudible.
-Aun no sé su estado actual, pero ya me dirijo al hospital para averiguarlo. Mientras tanto, si es posible que te desocupes un poco de lo que estás haciendo, me gustaría que fueras al-
-Te veré en el hospital.
-¿Qué? Tony no-
Colgó.
Regresó su teléfono a su bolsillo y salió corriendo con tanta prisa hacia el hospital de Steve que olvidó su auto y el hecho de que ni siquiera sabía con certeza en cual hospital había sido internado el rubio.
Eso último lo hizo detenerse y golpear con fuerza la pared a su costado.
-¡¿Qué carajos estoy haciendo?!-gruñó.
No entendía ese enorme temor por Rogers, ese impulso de correr a su lado y verificar por sí mismo que se encontraba bien y a salvo, abrazarlo y protegerlo de todo y todos, ¡ese no era su Steve! Y aunque lo fuera, no podía olvidar tan fácilmente la traición que había cometido en su contra, y la forma tan brutal en que había intentado eliminarlo. Sin embargo, apenas escuchó que estaba en un hospital, sus instintos se habían disparado en respuesta a su miedo a perderlo, porque no importaba cuanto jurara odiarlo, aun lo amaba, y su amor se rehusaba a dejarlo ir.
-¡Diablos!
"¡No permitas que algo malo le pase!"
-ngh-gimió ante las primeras punzadas de una migraña.
"¡Protégelo!"
Se sujetó la cabeza en un intento por aplacarla y cerró los ojos con fuerza al sentir como el piso se movía y las personas a su alrededor se hacían borrosas.
-Tony.
De pronto, la migraña desapareció y el piso dejó de moverse.
-Tony.
-¿Quién es...?
Abrió los ojos de golpe y observó asombrado su nuevo entorno. Estaba en casa, en su torre, y había alguien con él.
-¿Cómo me veo?
Se giró hacia la voz, pero el rostro de su acompañante estaba borroso para él y tampoco era capaz de identificar su anatomía. Lo único que era claro a sus ojos era la ropa que usaba, y la reconocía, por supuesto que sí, solo que no recordaba de dónde.
-¿Y bien?
Entonces reparó en que la persona le había preguntado algo, no lo había escuchado, pero no le importaba, tenía que saber quién era y cómo había llegado a ese lugar.
-Luces bien.
Abrió los ojos con sorpresa, eso no era lo que había querido decir.
-Me alegra oír eso para variar Stark, porque no volveré a usar algo así nunca más, ¿entendiste?
-Tú crees que no, pero yo estoy seguro de que sí.
-Pues te equivocas. Tony, esto es en verdad humillante.
-Oh vamos.
-Tony.
-El sonrojo en tus mejillas indica lo contrario.
-No me hace gracia.
-¿Es así como me tratas un día antes de abandonarme? Te vas de viaje mañana y no te veré en un largo tiempo.
-En primera, no es un viaje, al menos no estrictamente hablando, y en segunda, ya te dije que esto es lo mejor para ambos. Las cosas no están bien, y que te cierres a esa verdad no cambiará nada Tony. Me voy mañana y nada de lo que digas o hagas me hará cambiar de opinión".
-¡STARK!
El grito lo sobresaltó, parpadeó confundido y miró frenéticamente a todos lados. Estaba de nuevo en la acera, rodeado de cientos de personas y con Matt a unos pasos de él.
-¿Matty?
-¿Sucede algo? Llevó llamándote como cinco minutos y no me respondías.
-Eh...sí, estoy bien. ¿Por qué-
-¿Por qué estoy aquí? Bueno, quería asegurarme de que no hicieras una estupidez como ir a buscar al Capitán en el hospital, pero veo que era precisamente lo que hacías. ¿Pensaste siquiera en la conmoción que causaría tu presencia ahí? Los medios no están afuera del hospital esperándo la recuperación del líder de los Vengadores sino que están esperándo a que dé la cara por lo que ocurrió en el puente. Tu llegada habría causado que te emboscaran con preguntas y exigencias que solo Steve Rogers debe responder.
-Pero...
-Recuerda que ya no eres un vengador, al menos no en este mundo, y por tanto, no puedes hablar y ni dar declaraciones en nombre del equipo.
-Solo quería saber como estaba.
-Está bien, no te preocupes. Sharon ya me confirmó que está fuera de peligro, creé que en un par de semanas estará recuperado. El suero que recibió lo está ayudándo mucho.
-Ya veo-bajó la mirada.
No negaría que eso lo había hecho sentir más tranquilo.
-Acompañame Tony, te invitaré un café. Aun tenemos mucho de que hablar tú y yo.
-Sí.
Abrumado e intrigado por su anterior visión, (sí es que podía llamarla así), el castaño no se sintió con ganas de poner objesión alguna a la invitación de su colega y lo siguió en silencio hacia el café más cercano. Una vez ahí, tomaron una mesa y cada uno ordenó su café tal y como les gustaba, aguardándo en silencio hasta que la mesera regresó con sus pedidos y los dejó frente a cada uno, para luego retirarse a atender a otros clientes.
-Muy bien-dijo Matt al verse a solas-Primero que nada, ¿qué averiguaste sobre las misteriosas muertes voluntarias?-preguntó mientras estiraba el brazo para tomar la miel y vertir un chorro en su café-Tengo entendido que los suicidas eran ex agentes de SHIELD que renunciaron de forma repentina, y que pasaron casi tres años prácticamente confinados en sus hogares, creo que no salían ni para hacer las compras, y esa inusual rutina me tiene en verdad intrigado.
-...-
-Si te preguntas como lo sé, bueno, mi contacto tiene acceso a mucha información, especialmente a aquella que no suele colarse para los medios.
-...-
-¿Tony?
-...-
-¿Me estás escuchando Stark?
-...-
"No de nuevo", pensó con molestia.
-¡Tony!
El castaño, quien hasta ese momento se había mantenido observándo un punto específico en la pared, desvió la mirada y la posó en su amigo, descubriéndo con horror que una vez más se había perdido en sus pensamientos.
-Ejem-se aclaró la garganta-Perdón Dare, no te escuche, ¿podrías repetir lo que dijiste?
-Pregunté qué habías averiguado algo sobre los suicidios.
-¿Eh?-arqueó una ceja.
-Los suicidios, Tony. Era tu tarea investigarlos.
El alfa parpadeó desubicado, no entendía de lo que hablaba su colega pero su cerebro no tardó en hacer "clik" y recordó su investigación y el encuentro con el ebrio al que había dejado tirado en ese sucio callejón con un enorme agujero en la frente.
-¡Ah, sí! Ya recordé, rojo, perdona. Estaba...pensándo en otras cosas.
-Te desconectaste de repente, lo que sea que hayas estado pensándo debió ser muy importante.
-Eehh...sí, claro-rió nervioso.
Lo cierto era que solo había estado tratándo de recordar de donde conocía la ropa que la persona de su "visión" estaba usando, para así poder determinar quién era y por qué había aparecido en su mente.
-¿Y bien?-preguntó Matt.
-¿Y bien qué?
-¡Que averiguaste Tony!
-Okey, okey, tranquilo. Wow, que poca paciencia tienes, ¿cómo es que tu alfa te aguanta? Siento lástima por ese pobre hombre.
-Tony.
-¿Qué, no tienes sentido del humor?-rió, pero al ver como empeoraba el humor del omega, calló abruptamente sus risas-Bien, primero que nada, descubrí que los suicidas eran ex agentes de SHIELD que fueron despedidos por Fury después de hacer algo muy malo en contra de Sharon Carter.
-Sabía que eran ex Agentes de SHIELD, pero tengo entendido que ellos mismos renunciaron.
-No, en realidad fue un encubrimiento.
-Explícate.
-Te haré un resumen, pón atención-se aclaró la garganta-Estos veinteuno agentes de SHIELD hicieron algo bajo y repugnante con la Agente 13, (según sus propias palabras), y ese algo era tan malo como para arruinar la reputación del Capitán América, digo, siendo un héroe, ¿cómo no pudo salvar a su compañera? Pues bien, Fury no quería que esa reputación cayera, más con la situación por la que están pasándo los superhéroes actualmente, así que evitó la corte marcial y lo ocultó. Sip, el intachable Fury encubrió el ataque y despidió a los responsables como reprimenta por lo que hicieron, sin embargo, ¿despedir a tantos agentes sin razón aparente? No. Levantaría sospechas, así que lo hizo pasar por renuncia y ocultó las identidades de cada uno de mí, el mejor amigo del Cap en ese entonces, quien por supuesto, tomaría venganza por él como buen amigo que es.
-¿Qué quieres decir con que tomarías venganza?
-Que me vengué...o bueno, mi "yo" alfa lo hizo. Asesinó a veinte de esos agentes, pero el último se le escapó y fue quien "amablemente" me dijo todo esto. Claro, eso fue antes de que una bala le perforara el cráneo y se desplomara en un viejo y asqueroso callejón. Cabe mencionar que para encubrir los asesinatos, mi otro yo los hizo ver como suicidios.
-¿Y qué opinó el Capitán sobre eso? Es más, ¿por qué el Capitán aceptó que se encubrieran los hechos? Eso no suena como algo que haría un alfa, menos el Capitán América.
-Qué te puedo decir, aveces el Capi es taaan recto, sí.
-¿Eso qué significa?
-Que la paleta por supuesto que no lo aceptó, pero no se trataba de lo que él o su rubia oxigenada quisieran sino de lo que los altos mandos dictáran. Si ellos decían que algo así no debía salir a la luz, bueno, no tenía que salir a la luz, y para empeorar las cosas estaban los Acuerdos de Sokobia que pone a los héroes bajo el control del gobierno. Razón por la que Steve no tuvo más opción que otorgarles el perdón y olvidarlo, pero creo que a Tony Alfa no le gustó y por eso tomó medidas en nombre de su amigo. Digo, Rogers estaba atado de manos pero él no al ya no ser un superhéroe.
-Tiene lógica. Entonces, el otro Tony no solo asesina a los que se interponen en su camino sino también a los que se meten con sus amigos, eh. No sé si es algo de alabar o algo que temer.
-Tal vez un poco de ambos.
-De acuerdo, ahora pongános las cartas sobre la mesa-dijo, dándole un largo sorbo a su café-Tony asesinó a los accionistas de su empresa para poder lanzar su app y sobornó al Jefe de Policía para que cerrara el caso.
-Sí-dijo a reñadientes.
-"Alguien" hackeó el sistema del jet en el que viajaban el Concejal Rockwell y la Concejal Hawley para hacerlo estrellarse e impedir que ambos llegaran a la reunión con María Hill, el Capitán América y la Agente 13, y reveleran información importante de la misión secreta S. I. M, la cual teorícamente afectaba a ese "alguien" y por eso los asesinó. Además, también sobornó a los investigadores y lo hizo pasar por un accidente de motor.
-Exacto.
-El Tony de este mundo también asesinó a veinte ex agentes de SHIELD como venganza por el daño que le causaron a su amigo Steve. Omicidios que hizo pasar por suicidios de manera perfecta para no ir a prisión, y que obviamente no le mencionó a su amigo.
-Así es.
-¿Ves alguna relación en los tres?
-¿Qué en dos de ellos mi "yo" Alfa es un asesino encubridor?
-Además de eso.
-Hmm-se frotó la barbilla mientras pensaba-No, por ahora no.
-Bien-suspiró-Tal vez más adelante. ¿Atrapaste al que mató a tu contacto?
-No. Fue un tiro perfecto hecho a distancia, y no tuve tiempo de reaccionar.
-Un francotirador. ¿Alguna idea de por qué lo haría?
-No, pero ahora pienso que tal vez era alguien envíado por mi otro yo para encontrarlo y eliminarlo. En verdad fue difícil que diera con el tipo.
-Es probable, sí. Tal vez se presente a tu puerta exigiéndo su paga.
-Si lo hace, lo colgaré de cabeza en mi sótano.
-Sería de mucha ayuda de poderle sacar algo-dijo, dando otro sorbo a su café-Dejándo de lado eso, Tony, hay algo de lo que quiero hablar contigo.
-¿De qué se trata?
-¿Recuerdas que te dije que hablaríamos sobre tu omega y tus extraños arrebatos de ira y salvajidad?
-Sí, ¿y?
-Tony-lo miró fijamente, no era fácil lo que iba a decir y sabía que lo que diría de ninguna manera le agradaría al castaño-Basado en todo lo que me dijiste por teléfono respecto a Pepper, he llegado a la conclusión de que ella...no es tu omega.
-¡¿Qué?! ¡Eso es imposible! Tiene mi marca, la tiene y eso demuestra que es mía.
-Sí Tony, pero entonces, intenta explicarme, ¿cómo es que ella no pudo tranquilizarte cuando golpeaste a Happy? ¿Por qué defendiste tu territorio con Sharon cuando tu omega no estaba en peligro? ¿O por qué fuíste capaz de golpearla? ¿Siquiera te arrepentiste de eso?
Tony tragó saliva. En realidad no, no se había sentido ni un poco arrepentido por golpearla. Mal, tal vez, pero no arrepentido, y siendo honestos, tampoco se había inmutado cuando la escuchó llorar en su habitación, pero si Pepper no
era su omega, ¿cómo fue capaz de percibir su celo? ¿O de sentirla en la fiesta de presentación? Era absurdo decir que no eran compañeros.
-No Matty, no puedo explicarlo, pero sí puedo asegurarte que la siento, la sentí esa noche en la presentación y la siento ahora, percibí su celo y no fue nada lindo, así que si en verdad crees que Pepper y yo no somos compañeros verdaderos, explícame tú ¿cómo es que el vínculo funciona?
-No lo hace-afirmó con una seriedad que logró causarle escalofríos al castaño-Piénsalo bien Tony, ¿en verdad puedes sentirla en el otro extremo?
-¡Sí!
-¿Seguro?
-Claro que-
-Tony-lo interrumpió-No me cabe duda de que sientes a alguien del otro lado del vínculo, ese alguien es quien en verdad te transmite las emociones, sus sentimientos, todo, y lo que fuera que estuviese haciendo, fue él quien te hizo sentir muy celoso cuando golpeaste a Happy, tu chofer y la omega solo estaban en el lugar y el momento equivocado, por eso pensaste que se trataba de ellos. También fue ese alguien quien entró en celo esa noche en la fiesta, estaba ahí y al coincidir su celo con el de la señorita Potts, de nuevo se lo atribuiste a ella, y Sharon tal vez sí estaba amenazando tu territorio, tal vez sí se había metido con lo que te pertenecía, y se trataba de ese alguien con quien nunca rompiste vínculo apesar de formar otro con Pepper.
-Eso no tiene sentido. Ningún alfa puede víncularse a dos omegas a la vez.
-No dije que te hayas vínculado a dos omegas a la vez Tony, dije que nunca rompiste el vínculo con ese alguien.
-Pero-
-¿Acaso no sabes nada de tu casta?
-Sabes que no soy originalmente un alfa.
-Aun así, deberías saber que sí un alfa no quiere romper su vínculo realmente, no lo hace ni aunque muerda a alguien más. Tú puedes morder a cien omegas, pero si no tienes la voluntad de romper tu vínculo con el primero al que te vínculaste, entonces no lo haces. Y mientras exista una vínculación, jamás podras unirte a alguno de los cien omegas que muerdas. No obstante, ellos sí estarán unidos a tí, te sentirán, pero tú a ellos no. Es...la desgracia de ser un omega.
-¿En serio?-arqueó una ceja-¿Y cómo se liberan de eso?
-En esos caso, solo basta con que otro alfa que sí quiera víncularse a ellos, los muerda. Eso romperá el hilo que los mantiene atados a tí. Ya sabes, solo los alfas rompen las uniones. Pero no estamos aquí para hablar de eso sino de Pepper, Tony, hablo en serio, no creo que ella sea tu omega. Todo lo que hayas sentido y sientas ahora, solo puede ser del omega al que realmente te emparejaste.
-Bien-bufó con fastidio-Supongamos que tienes razón, ¿por qué entonces mi otro yo va a casarse con Virginia?
-Tengo entendido que ellos habían terminado, y un día de pronto volvieron, ¿sabes algo al respecto?
-Solo lo que Jarvis investigó.
-¿Y eso es?
-Bueno, resulta que mi otro yo terminó con Potts hace apróximadamente veinte años, después de la batalla de los chitauri, pero retomaron su relación hace apenas cuatro.
-¿Dieciseis años separados y un día de pronto deciden volver? ¿No te resulta sospechoso, Stark?
-Pues...
-¿Sabes al menos que estuvo haciendo Pepper todo ese tiempo?
-Sé que estuvo viajándo, tal vez para olvidarme.
-Pero regresó contigo justo después de que dejaras a los Vengadores, asesinaras a los ex agentes de SHIELD y comenzaras a trabajar en tu app, ¿no crees que es demasiada coincidencia?
-¿Qué insinúas?-arqueó una ceja con desagrado-¿Qué ella está conmigo solo por interés? ¿O por qué tiene otras intenciones?
-Es posible-respondió con tranquilidad.
-Pues te equivocas. Virginia no es así.
-La de tu mundo tal vez.
-¡Oh, dios! ¿Y qué sigue? ¡¿Eh?! ¡¿También dirás que es una espía envíada para seguir mis movimientos?! ¡¿Para robarme a Extremis?!
-Pues eso tiene más lógica a decir que solo descubrió que no podía vivir sin tí y por eso volvió.
-Matt.
-Tony-se levantó, siendo imitado por el castaño-Aunque no lo quieras admitir, sé que sabes que algo no está bien, y no solo con ella, sino también contigo. Dime, ¿no te has sentido raro últimamente?
-¿Qué?
-Contesta.
-No.
-Claro que no, tú no lo sientes porque para tí ahora es totalmente natural.
-¿De qué estás hablándo, Matt?
-Tony, ¿acaso no te das cuenta que cada día que pasas aquí te comportas más como un alfa que como tu conciencia debería dictar?
El alfa abrió los ojos como platos ante esa pregunta, envíando su mente con rápidez hacia los recuerdos de los últimos días. Claro que se había sentido raro, claro que había hecho cosas extrañas, pero no les había prestado atención hasta ese momento.
Un claro ejemplo de esto eran esos sentimientos de superioridad que últimamente lo controlaban, las veces en que sometió a Pepper, y los arrebatos de salvajidad y machismo que a cada día se hacían más constantes.
Sin duda había estado comportándose como un alfa.
Aun cuando se había jurado ser mejor que ellos.
-Oh, Dios-dijo, mientras se tallaba la cara con las manos.
-Creo que es demasiado evidente, Tony, que tu estancia aquí está empezándo a tener consecuencias-señaló, volviéndo a sentarse-Hasta ahora solo han sido consecuencias respecto a tu forma de ser, pero temo que pronto se extiendan al multiverso.
-Sí, bueno, creo que era inevitable-dijo, para luego desvíar la vista hacia otro lado-Lo investigaré...y también empezaré a trabajar en una forma de volver a mi dimensión.
-Me reconfortaría que lo hicieras.
-Sí, sí, lo haré, tranquilo. Ahora-se estiró y sacó su billetera para dejar unos dólares en la mesa-Creo que volveré con Pepper antes de que se ponga histérica por haber desaparecido. Te veré luego Matty-se despidió, marchándose a paso veloz de la cafétería.
-Nos vemos, Stark.
************************************************************
Dos días después de la explosión, Steve por fin despertó de su letargo para el alivio de Sharon, quien durante ese tiempo no se había movido de su cama bajo ninguna circunstancia que no fuera alimentarse o ir al baño.
El rubio abrió los ojos con pesadez, y parpadeó sintiéndose confundido y desorientado. No sabía dónde estaba y tampoco recordaba cómo y qué circunstancias lo había llevado ahí. Sin embargo, reconoció casi al instante el aroma dulce de su alfa, quien se encontraba sentada a su lado con una radiante sonrisa que intentaba ser el foco de su anteción para que las enormes ojeras que se mostraban en su rostro, pasaran desapercibidas para él.
-Buenos días, dormilón-lo saludó ésta con alegría-¿Cómo te sientes, hermoso?
-¿Sh-Sharon?
-Así es-la rubia se acercó y plantó un beso suave en su frente-No sabes cuánto me alegra que estés bien, estaba muy preocupada.
-¿Preocupada? ¿Por qué? ¿Qué ocurrió?
-¿No lo recuerdas, lindo?
Steve desvió su mirada a la pared y al instante, las imágenes de su batalla con Zemo se reprodujeron en su mente a una velocidad impresionante, aturdiéndolo y causándole una fuerte punzada en la cabeza que lo hizo cerrar los ojos ante la mirada de una muy preocupada alfa.
-Precioso, tranquilo, lo importante es que estás vivo, y el doctor dice que estás recuperándote muy rápido, así que tal vez en una semana más te dén de alta.
-Sharon-abrió los ojos y la miró con seriedad-¿Qué pasó?
La rubia inhaló y exhaló con suavidad, casi cansada de lidiar con ese tema. Ya había pasado casi cinco horas hablándo con los malditos reporteros y lidiándo con el gobierno, y lo último que quería era retomar el tema otra vez, pero si era por su Steve bien podría hacer una excepción.
-¿Qué es lo último que recuerdas?
-Estaba...en un túnel, perseguía a Zemo por el subterráneo, lo enfrenté y traté de quitarle el detonador, pero...creo que no lo logré y...no recuerdo más.
-Bien, escucha, sin duda enfrentáste a Zemo en el subterráneo, pero...
-¿Pero?
-No pudiste quitarle el detonador-dijo con pesar-Alguien te disparó en el pecho y Zemo aprovechó eso para detonar la bomba.
Steve abrió los ojos con incredulidad.
-La bala casi perfora tu corazón, hermoso, un mílimetro más a la izquierda y lo habría hecho. Estuviste varias horas en cirugía y por poco de pierdo, Steve.
-Entonces...-murmuró con labios temblorosos-¿La bomba estalló?
Sharon asintió, sabiéndo que eso no sería fácil de digerir para el alfa.
Y no se equivocaba.
Un nudo muy grande se formó en la garganta de Steve al confirmar su fracaso. Había fallado, no pudo detener a Zemo, no pudo salvar Nueva York, y mucha gente había muerto. Todo era culpa suya.
-Sé lo que estás pensando-interrumpió Sharon sus pensamientos-Y no Steve, no es tu culpa.
-Tenía que haberlo previsto, no debí haber bajado la guardia, yo...
-Steve-acarició su mejilla cubierta de vello facial-Era deber mío y de Sam localizar las bombas, y nos equivocamos amor, nos equivocamos de ubicación. La bomba no estaba en la conferencia del Alcalde sino en el puente, y sí lo hubieramos sabido, Visión y Wanda no habrían perdido tanto tiempo en ese lugar y habrían podido desactivarla. Miles de vidas se habrían salvado.
-Cielo...
-No Steve, ambos sabemos que tengo razón. Tú no fallaste, fallamos todos.
El rubio sonrió débilmente al oír esas palabras, no le brindaban mucho consuelo pero al menos habían disminuido el nudo que le impedía respirar. Apretó la mano de su alfa y estiró el otro brazo para acariciar su mejilla.
-Te amo.
-Y yo a tí, Capitán-respondió, acercándose para depositar un beso en los labios del más alto.
Al separarse, la rubia recordó el motivo por el que estaba tan ansiosa de que su compañero despertara, y compuso de inmediato una cara seria.
-¿Ocurre algo?
-Cielo, estoy muy felíz de que hayas despertado, pero temo que no tenemos tiempo para festejarlo adecuadamente.
-¿De qué hablas?
-Bebé, el equipo y yo estuvimos hablándo, y creemos que Zemo no trabajó solo en todo esto.
-¿Qué?-frunció el ceño y se sentó en la cama-¿Cómo lo saben?
-Steve, el hombre tenía como a cinco ejércitos bajo su mando, tecnología lo sufucientemente avanzada como para ocultarse, y, revisándo los videos de seguridad de La Balsa, descubrí que él no escapó de ella sino que lo liberaron. Y eso no es todo, ¿en verdad crees que alguien como Helmut Zemo tendría los recursos suficientes para costear tanta tecnología? ¿O dar recompensa a los mercenarios y asesinos que nos atacaron en cada uno de los puntos? Especialmente con una cantidad tan exorbitada.
-¿Entonces alguien lo financió?
-Lo liberó y lo financió, y tenemos que averiguar de quién se trata.
-¿Dónde esta Zemo ahora?
-De vuelta en La Balsa, y el gobierno no nos deja acercarnos a él.
-Habrá que buscar la manera de interrogarlo.
-Nos escargaremos de eso. Por ahora, hay algo más que tienes que saber.
-¿De qué se trata?
-¿Recuerdas la misión de rescate en el barco de SHIELD?
-Sí.
-Al fin logramos identificar de donde provino la tecnología que estaban usándo en sus armas.
-¿Y bien?
-Son de AIM.
-¿Qué?-exclamó desconcertado-Eso es imposible. Yo la destruí junto a HYDRA.
-Sin duda destruiste la organización, pero muchos de sus inventos aun siguen esparcidos en el mundo, y en esta ocasión, cayeron en manos de esos mercenarios.
-¿Cómo las obtuvieron? ¿Ya los interrogaron?
-Lo intentamos, pero todos amanecieron muertos ayer.
-No puedo creerlo.
-Lo sé, al parecer, alguien no quería que hablaran. Estoy segura que ese alguien es el mismo que ayudó a Zemo en su plan, pero para confirmarlo estamos analizándo las bombas que no detonaron, ya que, según la teoría de Natasha, pueden tratarse del mismo tipo de bombas que SHIELD estaba transportando en el barco que rescatamos.
-Pero se hizo el inventario luego del rescate. Si los mercenarios hubieran robado siquiera una de ellas, lo habríamos notado ¿no?
-A menos que tuvieran a un hombre en SHIELD que alterara los datos.
-Creí que la seguridad se había incrementado después de que Hydra lograra infectarla.
-Tal vez sí, y ellos, de alguna forma, lograron burlarla.
-Esto definitivamente no me gusta, Sharon.
-A mí tampoco, Steve.
-¿Y algún sospechoso del omicidio de los mercenarios?
-Aun no, pero Bruce está investigándo.
-Bien. En cuanto tenga algo, informame.
-Lo haré, pero por ahora, es mejor es que descances. Necesitas recuperar tus fuerzas antes de volver a la batalla.
-Estaré mejor en uno o dos días más, amor.
-Eso es lo que tú dices, pero hasta que el doctor no lo ordené, no te dejaré salir de aquí.
-¿Eso fue en doble sentido?-sonrió.
Y la alfa se relamió los labios.
-¿Te gustaría?
************************************************************
-¡Esto es inaúdito!-golpeó su escritorio-Expliquen ahora, ¿cómo es que no impedimos que medio puente se viniera abajo y cientos de cíviles perdieran la vida?
-Lo intentamos, señor Presidente-dijo el vocero-Se emitió la orden de arresto contra los Vengadores, pero ellos se rehusaron a cooperar.
-¿Y es que acaso no teníamos forma de someterlos?
-Son los héroes más poderosos del planeta, señor.
-No respondieron ni al Cómite y a SHIELD.
-Actuaron por su cuenta y causaron todo esto.
-De haber cumplido las exigencias de Helmut Zemo, esto no habría pasado.
-Desobedecieron una orden directa, señor, tiene que tomar repesalias.
-Primero tenemos que solucionar este desastre, ¿cuál es su orden, señor?
El Presidente se disponía a responder cuando otra voz lo detuvo.
-Es claro lo que tenemos que hacer-dijo el Vicepresidente-Señor, tenemos que convocar a las Naciones Unidas.
-¡¿Qué?!-exclamó el vocero, mordiéndose el labio luego al reparar en el tono que había usado-Lo lamento, señor Vicepresidente, pero creo que esa es una decisión muy precipitada.
-¿Precipitada?-lanzó una mirada fría al Vocero antes de regresar su atención al Presidente-Señor, lo que ocurrió hoy no es más que una prueba de lo que ya habíamos discutido antes. Los superhéroes son un peligro para la sociedad, registrados o no, y ya es hora de tomar una decisión definitiva respecto a este tipo de individuos.
-¿Qué quieres decir?
-De que el mundo debe decidir si en verdad aún necesita de los héroes.
-Perdón, señor Vicepresidente, pero los Vengadores nos han salvado la vida en muchas ocasiones.
-Y siempre les agradeceremos lo que hicieron en Nueva York, pero lo de Sokobia y Wakanda fue su responsabilidad.
-Dígame entonces, ¿qué se supone que haremos sí se llega a la conclusión de que deben dejar de existir como héroes y aparece otra amenaza que no podemos derrotar con tanques y misiles?
-Fuímos muy capaces de sobrevivir sin individuos con máscaras por milenios, ¿por qué sería diferente ahora?
-Sí, pero...
-Suficiente-golpeó ligeramente la mesa-Señor Presidente, no esperar a que otro terrorista aparezca y haga estallar la ciudad solo porque los Vengadores se creen dioses, tenemos que ponerles un alto ahora. Helmut Zemo solo actuó porque la batalla en Sokobia le arrebató a su familia, ¿y sí eso nunca hubiera sucedido? ¿Cree que ésto habría pasado?
-¿Y quién nos habría salvado de los chitauri?
-Suficiente Vocero, Vicepresidente-habló el gobernante de la primera potencia del mundo-He escuchado sus argumentos y ya he tomado una decisión-entrelazó sus dedos y miró fijamente a todos los que se encontraban con él-Convocaré a las Naciones Unidas.
Y el Vicepresidente embozó una sonrisa complacida que nadie más notó.
************************************************************
"-Señor Zemo, no lo traje aquí para descutir lo grandes que son Los Vengadores sino para ofrecerle la oportunidad de acabar con ellos para siempre.
-¿En serio?-ensanchó aun más su sonrisa, para luego cambiarla por una mirada de total molestia-¡¿Cree que soy idiota?! ¡Nadie puede matarlos! Gente más poderosa que nosotros dos lo intentaron y fallaron!
-El fracaso de ellos se debió a su poca inteligencia y su falta de una estrátegia real, algo de lo que yo no carezco, y puedo asegurarle que de una u otra forma, esta vez ellos caerán. Pero no puedo hacerlo solo Helmut, por eso lo necesito.
El alfa arqueó una ceja.
-¿A qué se refiere? Si es tan poderoso e influyente como para sacarme de La Balsa, ¿qué puedo ofrecerle yo que no tengo nada de eso?
-Un rostro-respondió con una sonrisa.
-¿Qué?
-Usted mismo lo dijo, yo soy alguien muy poderoso e influyente, y no negaré que tengo grandes planes para este mundo cuando los Vengadores dejen de existir, pero sí por alguna razón me viera involucrado en un ataque de tal impacto como el que usted hará, esos planes se verían seriamente comprometidos, y eso no lo puedo permitir. En especial cuando esto solo es la primera parte de algo mucho mayor-se paseó por la habitación débilmente iluminada-Odio a los Vengadores tanto o más que usted, y acabar con ellos es una de mis muchas motivaciones para hacer todo esto, pero a diferencia suya, a mí no me guía una perdida personal, al menos no estrictamente hablándo, sino que me impulsa esta decadente sociedad que yo reestructuraré una vez que me haya deshecho del único obstáculo en mi camino, y eso solo será posible si logro mantenerme en las sombras como hasta ahora lo he estado haciendo. He tejido cuidadosamente mi plan durante años y le aseguró que el papel que usted jugará en él será la clave para mi víctoria.
El alfa entrecerró los ojos, comprendiendo al fin cuál era el propósito de su libertad.
-Usted quiere a alguien que sea el rostro que eliminó a los héroes más poderosos del planeta para mantener la atención mundial sobre él y así desvíarla de su persona mientras lleva a cabo el último paso para completar su plan.
-¿Y quién mejor para ese trabajo que un alcoholico psícopata que escapó de La Balsa con la ayuda de mercenarios fanáticos con vidas frustradas como la suya, que además logró robarle a Tony Stark una potente bomba con la que hizo estallar gran parte de su torre al ego y varios edificios cercanos? Solo Helmut Zemo sería capaz de hacer algo así.
-¿Y cómo piensa reformar el mundo? Incluso sin ellos hay gobiernos y otros héroes que no se quedarán de brazos cruzados ante su amenaza.
-Eso es asunto mío, y no debería importarle algo así señor Zemo. ¿Acaso no ve que ambos ganamos con esto? Usted consigue su venganza y yo el mundo, final felíz.
-Si decidiera aceptar...
-Lo proveería con toda la tecnología, las armas y los soldados que pudiera necesitar para acabar con ellos. Además de una buena suma de dinero por bridarme su ayuda, aunque sé que eso no le interesa.
Helmut miró fijamente a su captor, sabía que había más de lo que había confesado, mucho más, pero no podía negar que la oportunidad que le brindaba era única y que desperdiciarla sería algo verdaderamente estúpido. No le importaba el dinero, no le importaba volver a prisión, o morir en su defecto, lo único que deseaba, lo único que lo mantenía respirando, atado a esa vida, era su fuerte deseo de eliminar a los Vengadores, causarle el daño más grande posible para que sintieran lo mismo que él cuando se lo arrebataron todo en nombre de la seguridad mundial.
Y sí a ellos no les importó sacrificar vidar por el bien común, a él tampoco le importaría.
Así que, aunque desconfiara de ese chiquillo que pretendía jugar a ser hombre y que pensaba ingenuamente que no se daría cuenta de su edad y su condición Beta, inútilmente encubierta con olor a sangre y sudor, aceptaría su ayuda solo para terminar lo que empezó hace ya diez años, y por fin, descansar en paz junto a su esposa y su hijo.
-Muy bien, acepto."
Sonrió nostálgico. Había vuelto a su celda en La Balsa, pero no podía importarle menos después de haber logrado su objetivo, de había destruido a los Vengadores, y haber completado su venganza. Ahora, podía estar en paz consigo mismo y pasar el resto de sus días en prisión. Eso, de hecho, sonaba muy bien.
-Buen trabajo, Zemo.
La voz lo sobresaltó y lo obligó a mirar a hacia la puerta de su celda, encontrándose frente a frente con el niño que lo había contratado, pero esta vez, el Beta tenía descubierto su rostro.
-¿Tú? ¿Cómo...?
¡Bang!
Sus ojos se abrieron con sorpresa, no lo había visto venir, no lo había podido evitar, y sin poder articular alguna palabra coherente, Zemo se desplomó al suelo con sangre emanando de su pecho, justo donde le habían disparado.
-No creyó que lo dejaría vivir luego de esto, ¿o sí?-sonrió con burla-Usted es un cavo suelto en mis planes, y dejarlo libre habría sido un error fatal tanto para mí como para mi Alfa. Lo siento, pero quiero que sepa que no es nada personal solo-
El estridente sonido de las alarmas rojas lo interrumpió, y lo hizo chasquear la lengua con molestia antes de empezar a caminar hacia la salida con total parsimonia.
-Una buena causa.