Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Realidad Invertida (Stony) por Mariela

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 6

 

Desde que tenía memoria, Sharon ya era consciente de su lugar privilegiado en la cúspide de la pirámide jerarquica, y de la especie que debía elegir como su compañero de vida: un omega, fuera femenino o masculino, no importaba.

Siendo ella una alfa de gran dominio y prestigio en SHIELD por ser la nieta de uno de los fundadores, se esperaba que a su lado estuviera un omega a su altura, alguien digno o digna de ella.

Alguien que le diera lo que todo alfa necesitaba para reafirmar su virilidad: un hijo.

Pues el ego alfa era tan grande que, para demostrar su fuerza, combatían con otros alfas ya fuera por cortejo o por riña, para demostrar su dominio defendían a muerte su territorio y a su pareja, para remarcar su superioridad  sometían la voluntad de los omegas y los condeban a girar en su periferia, para confirmar su virilidad tenían hijos, tantos como para el alfa fueran necesarios, y justamente por esa razón, no existía ningún alfa (al menos no con preferencias social y moralmente aceptadas) que no le exigiera un heredero a su compañero de vida.

Pero Sharon Carter, una Agente liberalmente extremista, se reía de esas costumbres, de esas actitudes absurdas que caracterizaban a los de su raza.

La rubia creía fervientemente que eso no la definía ni como persona ni como alfa, lo único que consideraba en verdad necesario para demostrar tanto su dominio como su fuerza, su virilidad, y su superioridad, era marcar, proteger, y entregar la vida por su pareja. Y éste, no necesariamente tenía que ser omega, para Sharon bien podría tratarse de un beta o incluso un alfa el que estuviera a su lado, el género no le interesaba.

Así es como Sharon reafirmaba su casta, muy a diferencia de sus semejantes masculinos.

Por eso, y aunque su novio fuera de su misma especie, ella le entregaba todo de sí, incluso su protección apesar de saber que no la necesitaba. Y aunque todos le dijeran que su relación era una aberración a la naturaleza, para la Agente 13 no había nada más correcto que lo que compartía con el Capitán América.

No le importaban los insultos, las ofensas, las burlas, y el desprecio de muchos de sus colegas alfas, ella era Sharon Carter, nieta de Peggy Carter, una de las pocas mujeres que habían logrado entrar al ejército en una época donde se rechazaba que los omegas y las alfas y betas femeninas sirvieran a su país.

Su tía Peggy le había enseñado que no porque todos le dijeran que lo que hacía estaba mal, significaba que así era, y con esa ferrea convicción  regía su vida.

¿Acaso no siempre le dijeron que el omega que eligiera debía ser alguien verdaderamente digno de ella? ¿Alguien que estuviera a la altura de una mujer tan fuerte y tan hermosa como letal? ¡¿Quién era más digno que el Capitán América?! ¡¿Quién más estaba a su nivel sino él?! Steve Rogers, un alfa que antaño fué tan débil, enfermizo, asmático, y tan inocente que muchos  tomaron por omega, y que luego ídolatraron como al mismisímo Hitler en su primeros años.

Nadie. Solo él era digno de su belleza, solo él era digno de su cuerpo, solo él era digno de su amor. Y era tan suyo como ella era de él.

Y por eso, verlo tan herido y decepsionado le causaba una enorme furia y dolor al sentir que no había podido protegerlo de aquel que le hizo tanto daño: Tony Stark.

-¡No puede tomarse nada en serio!-alzó la voz dando vueltas de un lado a otro en la sala.

-Steve, cielo, tranquilo.

-¡Y encima de todo, me restriega en la cara lo ingenuo que fuí al confíar en él!

-¿De qué hablas?

-No tengo nada en contra de Pepper, pero que la use para molestarme es muy bajo hasta para Tony.

-Steve.

-¡¿Quién demonios se creé que es?! Oh, y debiste ver como la besaba, es...es...¡Es un ímbecil!

-Lenguaje.

-¡No me interesa!-rugió, volteando unos segundos para verla-Él era nuestro líder, ¡¿qué clase de líder abandona a sus soldados en el campo de batalla?! Yo te diré quién, ¡Tony Stark! Yo nunca estuve en contra de que tuviera una omega, una familia, ¡¿pero por qué tenía que dejar al equipo en un momento tan crucial como este?! ¡Necesitabamos estar unidos para luchar contra el rechazo social! ¡¿Y qué hizo?! ¡Se acobardó!

-Entiendo que eso te hirió, pero...

-Dijo que era lo correcto-apretó los puños con ira-¡Dijo que era la única forma en que las personas volverían a confíar en nosotros! ¡Que tan pronto como las cosas volvieran a la normalidad haría hasta lo imposible por deshacer los acuerdos! ¡¡Dijo que sí firmaba y convencía a los otros de firmar, el equipo se mantendría unido y podríamos recuperar juntos la aprobación pública!! ¡Me lo suplicó, Sharon! ¡Me suplicó que los convenciera, y no solo a Los Vengadores sino también a todos los superhéroes!

-Sé que te sientes culpable amor...

-¡Y yo le creí! ¡Confié en él porque era mi amigo!...y me traicionó.

-Cálmate, por favor.

-Confié en la persona equivocada, y ahora ¡mira! ¡Mira lo que pasa allá afuera! ¡El gobierno nos atá de manos para actuar y castiga a los que lo hacen y no firman los acuerdos! ¡Y todo es mi culpa!

-¡No es cierto!- se levantó bruscamente del sofá en el que hasta entonces se había mantenido observando y escuchando a su pareja, y caminó hacia él con pisadas fuertes-No es tu culpa, mi alfa.

-Claro que sí, yo los guié a esto y...

-No-lo abrazó por la cintura-Te aseguro Steve, que el único error que pudiste haber cometido fué creer en que alguien tan egoísta y cobarde como Tony Stark pensaría en alguien además de sí mismo.

-Y ese único error me costó muy caro-dijo sin devolver el abrazo.

-Sé que él era tu amigo, Steve, que eran amigos muy cercanos, pero debes aceptar que te traicionó y no importa cuánto intentes persuadirlo de dar marcha atrás a su decisión, no lo hará. Y honestamente Steve, empiezo a creer que esa manía que tienes con Tony es más un mero capricho. No lo necesitas y tampoco el equipo, todo lo que Los Vengadores requieren eres tú. El mundo no necesita de Iron man sino del Capitán América.

-Eso es muy imparcial considerando que eres mi alfa-se separó y desvió la mirada-Es solo que...yo nunca le doy la espalda a mis amigos, Sharon.

La profunda tristeza con la que Steve había dicho eso causó que el corazón de la rubia se encogiera. Le dolía ver tan afligido a su compañero y el odio, que desde antes ya sentía por Stark, creció a niveles insospechados. Se acercó nuevamente al rubio y lo besó con suavidad.

-Acepta entonces que habrá amigos que sí te la darán a ti, Steve.

-¿Y tú?-la miró fijamente-¿Tú también lo harías, Sharon?

-No-respondió sin algún astibo de duda-Jamás te traicionaría, mi alfa. Jamás.

Eso logró sacarle una dulce sonrisa al súpersoldado, y Sharon se prometió en ese momento que no dejaría que nadie la borrara de nuevo.

************************************************************

Vamos, admite que, sí alguien te ofreciera algo que toda tu vida quisiste y deseaste con todo tu ser,  aceptarías gustoso sin vacilar ni reparar en consecuencias, la tentación sería demasiado grande como para  rechazarla, y sí es bueno o malo, no importaría.

Tony lo hizo, y ese fué su error. ¿Qué tan caro le saldría? Estaba por averiguarlo.

Y por esa razón estaba despierto desde las cinco de la madrugada, encerrado en su taller con solo una taza de café ya frío y una dona a medio terminar de dudosa procedencia, búscando ansioso entre los periodicos y noticias algún evento extraordinario que hubiese acontecido en los últimos días que llevaba ahí, algún ataque, explosión o fenomeno metereológico que pudiera explicar su estancia en ese mundo, sin embargo, no hallaba nada.

Todo parecía normal en la ciudad de Nueva York, y lo sabía porque Pepper y él habían vuelto tan rápido como terminó la presentación de su nuevo proyecto, y hackear los archivos de la policía no había sido difícil para el gran Tony Stark.

Más no por eso, no estaba sorprendido de todo con lo que se topaba.

Artículos y más artículos atacando directamente a los superhéroes, ya fueran Los Vengadores, Los 4 Fantásticos, los X-men, o héroes individuales como Daredevil, The Punisher, Ant-man, la Avispa, Spiderman, etc., la prensa no era misericordiosa. Incluso, en uno de los artículos del periodico más popular de Nueva York se acusaba a Spiderman (un superhéroe registrado en los Acuerdos de Sokobia) de alterar el orden solo por salvar a una suicida de estrellarse en la acera causando conmosión y vitoreos en los expectadores, razón por la cual la polícia lo buscaba.

"¿En serio? ¿Por hacer su trabajo?". Y eso no era todo, Daredevil era profugo de la ley por no firmar y actuar fuera de ésta, razón por la cual todo el ejército, el FBI y hasta la CIA lo estaban buscando.

¿Tanto así los odiaba la gente? ¿De verdad deseaban sacarlos de las calles? Entendía que, después de diez años, todo el asunto de Ultrón y Sokobia aún tuviera muy furiosas a las personas, que incluso hubiera manifestaciones fuera de la torre de Los Vengadores exigiendo que respondieran por las víctimas de dichos altercados, pero llegar al punto de querer encarcelarlos por detalles tan minusculos como causar conmosión al salvar una vida, ya era algo, a su parecer, extremista.

Demasiado, sí consideraba todas las alertas amarillas que había en contra de muchos superhéroes no registrados, y las que había también para algunos que sí lo estaban. Por sí fuera poco, hackeando los archivos de SHIELD encontró algunas irregularidades que no le gustaban nada.

Por ejemplo, una sección de archivos de misiones secretas ordenadas por el comite al que debían responder lo héroes que habían firmado los Acuerdos de Sokobia, catastrofes orquestadas por villanos que no fueron impedidas por violaciones a territorios extranjeros sin autorización, por transgresiones a acuerdos de paz, a órdenes de la ONU o la OTAN, o simplemente por temor a iniciar una guerra, el despido y la posterior desaparición de Nick Fury, las muertes por "accidentes" de dos miembros del concejo que controla SHIElD, la caída definitiva  de HYDRA, los suicidios del personal de aseo, comedor y mantenimiento, los cuales, a simple vista parecían naturales, pero a Tony le daban muy mala espina.

Todo eso sumado a los informes policiacos de algunos casos de omicidio que la polícia dio por cerrados al encontrar pruebas que apuntaban a suicidio. Muertes de personas que parecían comúnes pero que al castaño le causaban escalofríos.

-Por todos los cielos, ¡¿qué mierda sucede aquí?!

Algo era seguro, tenían que ponerse a investigar ya y averiguar cómo había llegado a ese mundo, quién lo había enviado, y la más crucial de todas las preguntas, ¿por qué?

Pero, antes de averiguar lo que sucedía en SHIELD y en la ciudad debía saber qué sucedía en su propia vida, empezando por su empresa.

Pepper había dicho que había dejado a alguien de su entera confianza al frente de ésta mientras ellos disfrutaban de sus vacaciones en Río de Janeiro, así que lo primero que le pidió a Jarvis fué el archivo de esa persona.

-"Lo lamento señor, pero ese archivo no está disponible".

-¡¿Cómo que no está disponible?! Jarv, muestrame el archivo ahora.

-"En verdad lo siento señor Stark, pero tengo ordenes de no revelar esa información a nadie."

-¡¿Quién dió esa ordén?!

-"Búscando en mis archivos de memoria".

-"La ordén fué dada por el señor Anthony Edward Stark".

-¡¿Qué?!-exclamó furioso-Okey, no hay problema. Jarvis, ejecuta ordén de anulación, código 33097.

-"Anulación fallida".

-¡¿En serio?! ¡¿Por qué?!

-"Usted desactivó la anulación, señor".

-Bien-bufó-Ejecuta ordén de cancelación a la anulación, código 99887.

-"Anulación fallida."

-Ejecuta entonces Anulación de Emergencia, código 7894332140.

-"Anulación de Emergencia fallida".

-Jarvis, ¡¿cuántos malditos candados le puse a ese archivo para que ni yo pueda abrirlo?!

-"Más de los que podría contar señor, usted dio la orden clara y absoluta de que no abriera ese archivo a nadie, ni siquiera a usted, incluso desplegó su nuevo programa anti-hacker que diseñó con el Doctor Banner hace algún tiempo."

-Ese programa era en caso de que la brujita un día se apoderara de mi mente y quisiera volverme su títere, su función era evitar que yo mismo me hackeara.

-"Señor Stark, no se enoje conmigo, yo solo sigo sus órdenes."

Tony se pasó una mano por el cabello con frustración.

-Y...¿y te dije por qué deseaba mantener ese archivo a salvo incluso de mí?

-"No señor, pero sí le sirve de algo, éste no es el único archivo que selló. En mi base de datos tengo al menos seis archivos bajo la misma protección".

-Genial-suspiró-De acuerdo, entonces busca información del accidente que tuve hace diez años.

-"A la orden, señor"

-También averigua cuándo y dónde le propuse matrimonio a Pepper, cuándo volvió conmigo y qué hizo durante el tiempo en que no estuvimos juntos.

-"En seguida, señor Stark"

-Ah, y avísale a Pepper que salí a...a correr-dijo, terminándose por fin su café y dirigiendose a su cochera.

-"¿A dónde va en realidad, señor?"

-A ver a unos viejos amigos.

************************************************************

Condujó con increíble parsimonia hasta la Torre de Los Vengadores, casi deseando no tener que hacer lo que iba a hacer, pero sabía que tarde o temprano tendría que enfentrarse a su antiguos compañeros de equipo, y a Steve, por supuesto.

Sería incómodo, técnicamente no había hablado con ellos desde la Civil War, pero dado que en ese mundo nunca sucedió esperaba que la situación fuera más llevadera.

Solo tenía que pararse frente a ellos con su increíble personalidad, hacer un par de chistes, tal vez soltar un par de comentarios sarcasticos, y quizás discutir un poco con el Capitán, estaba seguro que si seguía ese orden todo saldría bien.

"Excepto por el hecho de que los abandoné, y...tal vez estén resentidos""No te preocupes, solo sé tú mismo."

-Buen consejo, Tony-dijo, bajándo de su deportivo-A la carga.

No podía negar que tenía miedo, sus piernas temblaban y sus manos estaban sudorosas, haciendo más difícil tomar valor para abordar el elevador y subir al piso donde sabía que se encontrarían los Vengadores.

Un nudo se formó en su garganta mientras subía, un nudo muy grueso que le empezaba a dificultar la respiración a cada segundo que pasaba, pero hacía su mayor esfuerzo por tragarselo. Solo hablaría con su compañeros, ¿qué tan difícil podía ser eso?

-¡Hola a todos! Ya llegó por quien lloraban, amigos, Tony está en casa-dijo efusivamente, extendiendo los brazos a los lados.

El castaño se había asegurado de poner su mejor sonrisa para la ocasión, pero aun así fué inevitable que se formara un silencio incómodo. Nadie parpadeó ni se movió, todos tenían la mirada puesta en él como sí no creyeran que se encontrara ahí.

Tony notó que todos se encontraban inusualmente reunidos en la sala, quietos, sin discutir o romper sus cosas, casi como si esperaran algo o a alguien. Natasha y Clint estaban de pie frente a la ventana con los brazos cruzados, Bruce en el sofá, Thor en la barra con una enorme jarra de cerveza, Visión en el sillón individual con Wanda en sus piernas, y Sam, parado frente al otro elevador con los brazos cruzados.

Fue Clint quien reaccionó primero y avanzó unos pasos hacia él.

-Miren quién está aquí muchachos, es Tony Stark, el genio, el visionario, el futurista, el maldito cobarde que entregó la libertad de su equipo para conseguir la suya-escupió con rabia-Aplaudan chicos, no sean antipáticos-comenzó a aplaudir escándalosamente-¡Aplaudánle al poderoso Stark! El hombre que hoy nos honrra con su presencia en la Torre de los Vengadores.

-Clint-advirtió Natasha.

-Oh, Nat, no seas así. Hay que celebrar que nuestro viejo líder al fin recordó que éramos un equipo.

-Que amable Clint, pero aunque me gustaría quedarme, no puedo. Tengo cosas que hacer-respondió con el mismo tono de Barton.

-¿En serio? ¿Y qué puede ser más importante que pasar un tiempo con tus "colegas"? Ah, claro, lo olvidé. TÚ.

-¿Quiéres decir algo, Clint? Te escucho-avanzó hacia él hasta quedar cara a cara.

-Eres un ímbecil, Stark.

-Y tú un completo idiota.

-Suficiente-habló Sam, descruzando los brazos y acercandose al par-¿A qué vienes Stark?

-A saludar, por supuesto. ¿Qué, no puedo? Es mi torre al final de cuentas.

-No es un buen momento-dijo Natasha-Estamos por salir a una misión.

-No planeó quedarme arañita, solo es una visita rápida. Ahora, ¿dónde está el Cap?

-No es de tu incumbencia-respondió mordazmente el arquero.

-Perdón, ¿te pregunté a ti, Barton?

-El Capitán América ya está en camino, señor Stark. Él nos reunió aquí para darnos detalles de la misión a la que partiremos.

-Gracias, Visión. Creo que lo esperaré entonces.

-Yo no haría eso sí fuera tú, amigo Stark-dijo Thor con una sonrisa-Vendrá la Agente Carter con él y a ninguno le agradará verte aquí.

-Cierto. Mejor vete Tony, no queremos una pelea innecesaria entre el Cap y tú.

-Oh, vamos Bruce. No vine a pelear, vine a tener una conversación pacífica con un viejo amigo.

-Creí que ya no eran amigos-dijo Wanda.

-Pues creíste mal.

-Escucha Tony, vamos a ser  sinceros contigo. No creemos que hayas venido sólo a saludar y tampoco que no busques pelea, así que dinos la verdad, ¿qué haces aquí?

-¿Tan poco confías en mi Sam?

-Es difícil confíar en alguien que huyó, Tony.

-Auch. Eso dolió, pero te pérdono.

Justo cuando Falcón iba a agregar algo más, el sonido del ascensor desvió la atención de todos hacia la persona que había llegado.

Tony tragó saliva y sintió un inmenso temor recorrerlo de pies a cabeza, causandole unas inmensas ganas de salir huyendo de ahí, pero luchó con todas fuerzas contra ese impulso y se mantuvo firme en su lugar.

-¡¿Qué demonios haces aquí?!-exclamó Sharon, indignada-¡No tienes ningún derecho a pararte en este lugar, Stark!

-¿Qué? ¿Disculpa? Sí no mal recuerdo ésta es mi torre, rubia oxigenada. Y  la única que no tiene derecho a estar aquí eres tú, digo, ¿no viste la enorme A de allá afuera? "A", de Avengers, y tú no eres una vengadora-arremetió con arrogancia.

-De hecho-sonrió triufante-Lo soy Stark, el Capitán me nombró miembro oficial del equipo.

-¡¿Qué hizo qué?!

Desvió su mirada hacia el rubio y gruño molesto, olvidándo por un instante todo su temor.

-¿Necesitas algo Tony?-espetó Steve.

-Sí, que saques a la rubia oxigenada del equipo.

-Imbécil-escupió la aludida, cruzando los brazos.

-No puedo hacer eso, ahora, si eres tan amable, retirate. Mi equipo y yo tenemos una misión que cumplir.

-Pueden esperar unos minutos-hizo un gesto con su mano para restarle importancia y caminó hacia el alfa para empujarlo hacia el ascensor-Tú y yo tenemos una conversación pendiente, Cap. Así que andándo.

-¿Qué?-frunció el ceño-No es el momento, Tony.

-Al contrario, creo que es el momento perfecto.

Apesar de las quejas del rubio, éste no hizo ningún movimiento para alejarse del castaño y permitió que lo llevara a la azotea para conversar en privado, dejándo a la Agente 13 muy molesta.

Sharon se apartó de los otros Vengadores y se encerró en la habitación que solía ser de Steve cuando aún vívia en la torre, antes de mudarse con ella a una departamento en Nueva York.

-Jarvis.

-"¿Sí, señorita Carter?"

-Dame imagen y sonido de la azotea ahora.

-"Enseguida, señorita Carter"

-Date prisa y no olvides dar un acercamiento de Stark y Steve.

-"Claro"

************************************************************

-¿Qué quieres Tony?-preguntó, cruzando los brazos y recargandose en la baranda.

El millonario tragó saliva al estar bajo esa mirada tan acusadora, pero su lado alfa no se amedrentaría tan fácil.

-¿Qué "qué" quiero? Conversar, por supuesto. ¿Cómo has estado? Me da gusto que siguieras mis consejos de seducción, pero no pensé que los aplicaras con una alfa.

-¿Consejos de seducción?-arqueó una ceja.

Tony se puso aun más nervioso. En su mundo, antes de que el Capitán y él iniciaran siquiera con su juego de miradas y sonrisas complíces, él solía molestarlo todo el tiempo con tips para conquistar omegas y betas femeninas  con posiciones de kamasutra, y hasta con juegos sexuales con el único propósito de hacerlo sonrojar, sin embargo, no estaba seguro sí también había sido así en ese mundo donde AMBOS eran alfas, y por la mirada del rubio, temió que no.

-Querrás decir "chistes sin gracia", Stark. Y no, no los apliqué con Sharon, y en todo caso, eso no es tu incumbencia.

-Wow, tranquilo Cap, no tienes que ponerte a la defensiva. Solo pienso que pudiste haberlo hecho mejor. Además, no tenía idea de que te gustaran los de tu misma especie, ¿quién es el de abajo? Apostaría toda mi fortuna a que eres tú.

-Tony-se frotó el puente de la nariz-¿En serio me vas a decir que volaste medio continente y  condujiste por toda la ciudad solo para preguntarme sobre mi preferencia sexual?

-Más o menos. ¿Por qué?

-Eres increíble-bufó y se disponía marcharse cuando el castaño lo retuvo por el brazo-Suéltame, Stark, no tengo tiempo para tus bromas.

-¿Por qué dejé a los Vengadores?

-¿Qué?-entrecerró los ojos con desconcierto-¿Por qué me preguntas eso?

-Sólo responde.

-¿Y cómo voy a saberlo? Tú solo dijiste que no le debías nada a nadie y que ya estabas cansado de pelear, que querías una vida pacífica y lejos de nosotros.

-¿No dí otra razón?

-No.

-¿Estás seguro?

-¿Por qué me preguntas algo que tú deberías saber mejor que nadie Tony?

-Porque necesito...recordarlo, es todo.

-Bueno, entonces meditalo tú-se soltó del agarre y caminó hacia el elevador.

-Steve.

El súpersoldado se detuvo.

-¿Por qué firmaste los Acuerdos de Sokobia?

La molestia del rubio aumento ante esa pregunta, ¿acaso se estaba burlando de él?

-Por idiota.

Dicho esto, subió al ascensor y regresó con su equipo, dejándo al castaño confundido y molesto.

-Cada vez que necesito de tí, siempre me fallas Steve-gruñó.

-"¿Señor Stark?"

-Jarvis, dime que ya tienes algo-se puso sus lentes.

-"Así es señor, ¿por dónde quiere que empiece?"

-Por mi accidente, cuentame todo lo que sepas de él.

-"Enseguida, señor, yo..."

-Pero antes, localiza a alguien por mí.

-"¿De quién se trata señor?"

-Daredevil.

Notas finales:

claro, no podía faltar Daredevil aqui, ¿estamos de acuerdo?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).