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Preguntas por zion no bara

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Notas del fanfic:

Es un fic cortito con esta pareja que hacía tiempo no utilizaba, espero que les guste.

 

 

¿Por qué estaba haciendo eso?

Porque era el momento, si lo perdía el de cabellos azules sabía bien que no habría ningún otro, necesitaba seguir con sus pasos hacia a delante y eso lo llevaría inevitablemente hacia el templo de Virgo, no podía seguir aguardando a lo que iba a hacer, lo sentía pero no terminaba de estar seguro sobre el resultado, al quedar de pie ante la entrada de la antigua construcción de mármol se quedó quieto por unos segundos ¿Qué era lo que buscaba? ¿Qué era lo que quería? ¿Qué iba a suceder? Demasiadas dudas se anidaban en su interior y detestaba no tener la respuesta para ninguna de ellas, apretó los puños por unos segundos, necesitaba tomar una decisión pero si lo necesitaba ¿para qué había llegado hasta ahí? ¿Por qué seguía cuestionándose todo solamente por ese hombre? Tal vez a Shaka le gustaba ser de esa forma, hacer que los demás se miraran a sí mismos y se preguntaran por lo que iban a hacer.

¿Qué era lo que iba  a hacer?

No tenía ni la menor idea de lo que iba a hacer desde ese punto, había sido como una necesidad llegar hasta ese templo pero ahora que estaba en ese punto no sabía que otra cosa hacer, así que tal vez lo mejor era no hacer nada, siendo así respiró con profundidad y prefirió darse vuelta para marcharse, era lo mejor de todo, solo iba a irse y… ¿Marcharse, él? Death Mask de Cáncer no se daba la vuelta ante nadie y menos ante ese rubio simplón sin gracia que no tenía atractivos, no lo iba a hacer, iba a pararse ante él y le iba a dejar muy en claro las cosas, que dejara de jugar sus estúpidos juegos con él, que no le iban a servir de nada, que lo dejara en paz. Sí, eso era exactamente lo que iba a hacer.

¿Debía hacer eso en ese instante?

Por supuesto. Con esa determinación cruzó la puerta del sexto templo, el de la India iba a saber que nadie se metía con Death Mask de Cáncer. Podía ser una nueva vida y todo lo demás, pero a él nadie lo hacía levantarse de su cama a media noche para ir a ver a lo lejos lo que hacía otra persona, ni lo hacía quedarse por horas pensando en las palabras que le había dicho, ni llenaba sus sueños, ni lo hacía mirarlo a hurtadillas, ni lo tenía como chiquillo balbuceante solo por hablarle, nadie le hacía eso. Necesitaba dejar muy en claro las cosas entre ellos dos, eran caballeros, y caballeros dorados además, el rubio tendría que aceptar la situación tal y como era, además era adulto y listo, sin duda entendería bien  lo que iba a exponerle.

¿En verdad lo iba a entender?

Pero pobre chico, se dijo por otro lado, quizás no era necesario ser tan duro, a lo mejor un poco de amabilidad no estaba mal en esa situación, su señora Atenea era gentil y las cosas marchaban bien, por eso tenía la oportunidad de una nueva vida, solo por su gracia y su bondad, no era un mal ejemplo aunque él no fuera mucho de ese tipo de comportamiento. Bueno, un enfoque amable podría resultar, solo le explicaría a ese muchachito que no necesitaba que estuviera metiéndose en sus pensamientos como lo hacía, hablarían de ello, llegarían a un acuerdo y las cosas seguirían con tranquilidad entre ellos dos. Por supuesto que todo eso sería así si el de Virgo no se sentía mal con sus palabras por más amables que fueran pero ¿Por qué habría de sentirse mal el venido de la India? ¿No era acaso el más cercano a los dioses y todo eso? Sin duda estaría bien.

¿Y si no?

¿Qué tal que se sentía mal con sus palabras? ¿Y si se  ponía mal delante de él y lloraba o algo semejante? ¿Qué iba a hacer si se mostraba herido? Solo quería dejar las cosas en claro, no lastimarlo, esa parte de su existencia había quedado atrás, ya no era ese tipo de hombre, había comprendido un poco más ese asunto de las emociones y que la gente tenía sentimientos o al menos que tenía más de uno ¿Pero en qué estaba pensando? Se trataba de Shaka de Virgo, el perfecto caballero de la sexta casa del Santuario que dominaba tantos conocimientos y de gran poder ¿Cómo podría hacer algo él que lo lastimara? Para nada, además solo sería una conversación, ya no se trataba de reclamos, tan solo le pediría amablemente que lo dejara en paz y asunto arreglado, volverían a sus vidas de siempre como si nada.

¿Debía continuar con su plan?

Era lo mejor, así que confiado en su nueva decisión estaba cruzando la entrada del sexto templo cuando una nueva idea lo saltó haciendo que se quedara de pie en el mismo lugar ¿Cómo iba a reaccionar Shaka ante sus palabras? ¿Qué tal que si lo lastimaba o por lo menos lo mortificaba? ¿Y si de verdad lo hería? Porque Shaka sería muy caballero dorado y poderoso y cercano a los dioses y demás pero al final del día seguían siendo humanos, solo hombres, con todas esas cosas que acarreaba ser solo una persona, podría no tomarse bien que fuera a semejantes horas solo a decirle que todo lo que estuviera sucediendo entre ellos se terminaba. Quizás el de largos cabellos dorados eligiera ser equilibrado y admitiera con un sencillo movimiento que se sentía conforme con la idea…o podría ponerse mal y llorar incluso…

¿Qué iba a hacer si se enojaba?

No le daba miedo, de ninguna manera, ya parecía que iba a asustarse con la idea de un Shaka enojado, podría con eso y más, sin embargo imaginarse que lastimaba a ese lindo chico rubio eso si lo hacía quedarse sin saber que hacer ¿Lindo chico rubio? ¿De dónde había salido eso? Para nada, él no pensaba que Shaka era lindo, bueno, tampoco era que asegurara que fuera feo o algo así, podía admitir que tenía un bonito cabello rubio, y lindos ojos, además que sin duda algunos lo encontrarían muy guapo, pero no por eso estaba diciendo que él pensara como toda esa gente. Mirando el lugar de pronto su corazón latía más aprisa, lo mejor era que dejara las cosas así, ya hablarían por la mañana, no era muy cortés lo de ir a despertar a media noche a otra persona solo para decirle que no quería nada con ella.

¿Era lo mejor eso?

Dándose vuelta se dispuso a marcharse de nuevo por donde había venido, lo mejor era regresar a Cáncer y ya a la mañana siguiente hablarían, descansados y con tranquilidad, aunque parecía que estaba huyendo de Shaka. Se quedó de pie en el primer escalón ¿huyendo, él, Death Mask? ¡No, él no huía de nadie y menos de Shaka de Virgo! Y se lo iba a dejar muy en claro en ese instante, por lo que se dio vuelta y fue hacia el templo de nuevo, con pasos decididos, ahora si iba a ser escuchado, no le importaba la hora ni el momento, necesitaba terminar con todo eso ¿Necesitaba? ¿Él necesitaba? ¿De qué se estaba tratando todo eso? Él no necesitaba de toda esa escena, era ese rubio compañero suyo quien necesitaba saber las cosas con sinceridad para que entendiera que fuera lo que fuera que pretendía hacerle no le iba a funcionar, tan cierto como que se llamaba Death Mask que no iba a dejar todo de nuevo y…

¿En serio no recordaba que ese no era su nombre?

Era cierto que no se llamaba Death Mask pero ¿Qué importaba a esas alturas? Ya estaba en Virgo de nuevo, traspasaba la entrada y se dirigiría al sitio que necesitaba ¿Cómo iba a encontrar a Shaka? Pues debía estar descansando, ya era tarde, por lo tanto tendría que estar en su recámara y como parecía que todos los templos por dentro contaban con estancias y dimensiones similares, así que la recámara debía estar en el mismo sitio que la suya. Se plantó en su sitio, iba a llamar a Shaka y… ¿De verdad iba a despertarlo a esas horas con gritos? No parecía muy buena idea, de hecho parecía hasta descortés, no, lo mejor era dejar todo ese asunto para el día siguiente, no necesitaba armar semejante escena en otro templo cuando en tan solo unas horas podría charlar con calma con el venido de la India, sería lo mejor. Así que respiró con profundidad y se marchó, era lo mejor, además podría descansar también y relajarse, así sería más sencillo todo.

 

**********

 

Aun  pensando en lo que iba a hacer y decir Death Mask caminaba con la cabeza baja por las escaleras hasta que estaba cerca de un templo, en la entrada, tan metido como iba en sus asuntos  ni se dio cuenta que otra persona venía en la dirección contraria y en las mismas que él, por lo que terminaron chocando con algo de fuerza. Ambas figuras en el suelo se sintieron sorprendidas y se miraron de frente con toda la sorpresa del mundo en sus expresiones.

—     Death Mask.

—     Shaka.

Pero parecía que no podían decir otra cosa pues solo se miraban e incluso seguían en el suelo de mármol del templo, aparentemente sin poder moverse, pero después de unos segundos lo hicieron, se pusieron en pie y al mirarse de reojo les pareció que debían decir algo sobre lo que terminaba de suceder.

—     ¿Qué haces aquí?—preguntaron al mismo tiempo.

Apenas lo habían dicho cuando dejaron de mirarse, sus ojos azulados se desviaban, necesitaban tranquilizarse un poco, así que fue el de cabellos azules quien continuó hablando.

—     No estabas en tu templo Shaka.

—     Tu tampoco Death Mask—y el rubio se dio cuenta de algo más— ¿Me fuiste a buscar a Virgo?

—     ¿Tú me fuiste a buscar a Cáncer?

—     Solo quería hablar contigo.

—     Yo también.

—     Entonces…parece que los dos nos buscamos y no nos encontramos en nuestros templos.

—     Si, incluso debimos cruzarnos en el camino y no nos dimos cuenta que el otro estaba haciendo lo mismo.

Se dieron unos segundos de silencio y finalmente el de la sexta casa se animó a preguntar por lo que estaba ocurriendo.

—     ¿Qué es lo que querías decirme Death Mask?

—     ¿De qué?—preguntaba el de la cuarta casa.

—     Si me buscabas a semejante hora debía ser algo importante—continuaba el rubio— ¿Qué era lo que querías decirme?

—     Pues…yo…

El de la cuarta casa odiaba sentirse así pero con esos azules ojos mirándolo se ponía así, idiota, no podía decirlo de otra manera ¿Por qué le pasaba eso? No era un crio estúpido para actuar como uno pero ante ese rubio era su manera usual de comportarse y detestaba que fuera así.

—     Mejor dime algo Shaka ¿Por qué me fuiste a buscar a mi templo?—decidió preguntar para salir del atolladero.

Pero el de la sexta casa dejó de mirarlo en ese instante, incluso parecía que no quería decir nada, pero al final respiró y eligió dar una respuesta.

—     No sé por qué fui a buscarte Death Mask.

—     ¿Cómo no lo vas a saber?

—     Pensaba en algo y después en otra cosa y luego en otra y al final solo atiné a regresar a mi templo—admitió—Pero aun no me respondes ¿de qué querías hablar conmigo?

El del cuarto templo por un instante se sintió atrapado, pero inmediatamente se dijo que podía hablar de lo que había pensado, le diría que se terminaba todo eso…que sus juegos mentales…distraerlo…confundirlo…fascinarlo…

—     Death Mask—le hablaba el de Virgo.

Parecía que los pensamientos de su compañero de armas se estaban haciendo muy dispersos, así que tal vez era mejor dar un paso.

—     No sé porque me siento tan confundido contigo Death Mask—admitió con honestidad—A veces no sé siquiera lo que hago, ya no solo cuando estas cerca, tan solo por pensar en ti, y eso me confunde.

—     Shaka…

—     Quería hablar contigo y me pase horas debatiendo sobre ello, terminé por ir a buscarte pero seguí discutiendo conmigo mismo antes de regresar a mi templo y no estoy más tranquilo ahora que antes.

El de Cáncer notaba la honestidad de ese chico ante él,  era verdad que era un lindo rubio, pero no fue eso lo que determinó su siguiente movimiento, necesitaba saber que se sentía confuso, inquieto, y que no terminaba de explicarse lo que le ocurría. Se colocó delante del de la India y lo miró directamente, entonces habló.

—     Te amo Shaka.

¿De dónde había salido eso? Por la cara que ambos tenían ninguno de los dos lo sabía pero ya había sido dicho y era mejor intentar dar una respuesta.

—     ¿Qué?—preguntaba sorprendido el rubio.

—     Nada—intentó decir el de cabello azul.

—     ¿Dijiste que me amas?

—     Nooooo—respondía el otro alargando la respuesta.

—     Si, acabas de decir Te amo—aseguraba el guardián del sexto templo.

—     No, dije algo en italiano—afirmaba el otro.

—     ¿Qué dijiste?—peguntaba el caballero de Virgo cruzando los brazos.

—     Ti amo.

¿Qué había sido eso? ¿Acaso su cerebro se desconectaba frente a Shaka? Con algo de suerte no sabía italiano.

—     Death Mask—le advirtió el de cabellos dorados con severidad—He visto suficiente cine italiano para saber lo que eso significa, lo mismo que en español, se parecen bastante.

De repente el de la cuarta casa se sintió atrapado y sin salida, cerró los ojos y agachó la cabeza, como niñito regañado, pero al verlo así la mente del de Virgo se aclaró también, todas las dudas, la confusión, todo se esclareció con esas palabras, así que lo mejor era hacer algo al respecto, ambos lo merecían.

—     También te amo Death Mask—confesó.

—     ¿Qué?—preguntaba el otro mirándolo directamente.

—     Te amo ¿Por qué te sorprende eso?

—     Es solo que tú eres…y yo soy…—parecía no poder explicarse mejor.

—     Eso no me interesa ¿y a ti?

Estaban juntos, se habían confesado que se amaban ¿Qué más importaba?

—     Que el resto se vaya al cuerno—declaró solemnemente el de cabellos azules—Te amo Shaka de Virgo y que todo el Santuario lo sepa.

—     Death Mask—lo miraba emocionado el rubio.

Un segundo después ambos se acercaban y se daban un intenso beso en los labios para terminar de confirmar su alianza, no necesitaban de nada más para ser dichosos y lucharían por conseguirlo de ser necesario, unidos nada podría contra ellos, estaban tan felices de poder sentirse que lo primero que hicieron después del beso fue ir al templo mas cercano, el que tenían justamente enfrente y se dirigieron con velocidad a la recámara, a su juicio ya habían perdido bastante tiempo.

 

**********

 

El lugar estaba tranquilo, bastante tranquilo a decir verdad, pero toda esa quietud se acabó cuando los dos hombres de ojos azules entraron con algo de velocidad, no era para menos pues los dos habían pasado por su etapa de silencio y dudas, pero como ya no estaban en ese punto sino que continuaban y aparte de eso estaban convencidos de lo que sentían el uno por el otro, si no bastaba se gustaban y sus cuerpos se mostraban dispuestos a continuar después de ese beso que habían compartido ¿Qué más necesitaban saber? Aparentemente nada, en la privacidad de ese templo se sentían muy cómodos.

Llevados por el deseo ambos caballeros estaban bien dispuestos a continuar, por esos sus labios continuaban uniéndose entre besos mientras sus manos recorrían lo que les era posible de ese cuerpo que les gustaba, en cuanto al de Cáncer le encantaba que el rubio fuera esbelto y bien delineado, similar a una imagen delicada, mientras que al de cabellos dorados le fascinaba que el de Cáncer tuviera un cuerpo marcado y fuerte, por eso no dudaban en acariciarse con necesidad. Por supuesto que no iban a quedarse solo en ese momento, aunque les agradara tanto estar unidos y enredarse en el otro como hiedras ante un muro, pero sabían bien que podían obtener algo más.

Fue Death Mask quien hizo que Shaka quedara recostado sobre su espalda en la amplia cama de sábanas ligeras, se colocó encima y no dejaba de besarlo mientras pasaba sus manos con deseo por encima de la ropa, pero su objetivo final no era que se quedara en su camino, sino que saliera de su sitio cuanto antes. Así que se colocó a horcajadas sobre el cuerpo del de Virgo y sin más comenzó a desabrocharle la camisa con manos veloces hasta dejar al descubierto su torso, se inclinó hacia el frente y dio inicio a una serie de besos por todo su vuelo y su pecho mientras el de cabellos dorados se movía suavemente permitiéndole que lo hiciera. Disfrutaba de ver a su compañero tan interesado y entusiasmado con poder estar a su lado, con conocer su cuerpo y su calor de forma tan directa.

No podían quedarse solo en esa parte, por eso el de cabellos azules se tuvo que bajar de la cama, de nuevo con velocidad sus manos fueron a los pantalones y se hicieron cargo del broche y la cremallera al mismo tiempo que su dueño se despojaba de las zapatillas, por lo que el de Italia no tuvo dificultades para sacar los pantalones por las largas y bonitas piernas del de la sexta casa. Al verlo así los ojos azules del de Cáncer brillaron, era un chico hermoso y la forma en que lo observaba debía decir bastante ya que el de la India sonrió abiertamente y le extendió la mano para que fuera a su lado sobre el colchón. Era una invitación muy atenta que el otro no iba a dejar pasar, así que en menos de cinco segundos se había quitado la camisa y se sacó los pantalones mandándolos a volar con las zapatillas y el resto de la ropa por la habitación, no pensaban en el orden, sino en ellos mismos.

Solo con la ropa interior se estrecharon y rodaron por encima de las sábanas, sintiéndose contentos por estar juntos y además disfrutaban de conocer más el cuerpo del otro caballero que había confesado sus sentimientos, era maravilloso estar vivo cuando se tenían momentos como esos. Death Mask se quedó sobre su espalda mientras un entusiasta Shaka lo acariciaba y lo besaba con sensualidad por todo el torso, sin dejar de acariciar ese varonil pecho pero supo que deseaba más, así que su mano bajó juguetonamente por su compañero para llegar hasta la ropa interior del de cabellos azules y sin más se escabulló con suavidad para comenzar a frotar el sexo a su alcance, asegurándose que el de la cuarta casa sintiera todo lo que hacía, como lo estrujaba, sujetaba la corona, tiraba suavemente, sabía lo que hacía ese muchacho de cabellos dorados en un compañero.

Si no bastaba con las caricias un animado Shaka se mostró bastante hábil para quitar de su camino la ropa interior de su compañero, no la necesitaban más tiempo ahí, por lo que en unos instantes a estaba en los tobillos de su dueño y después en el suelo, pero no importaba, no cuando el de cabellos dorados se acomodaba con libertad entre esas fuertes extremidades para sujetar el sexo ante sus azules ojos y sin más comenzar a lamerlo por todo el tronco. Unos gemidos abiertos por parte del de cabellos azules le indicaron que las cosas marchaban bien, por lo que se sintió más seguro y dedicó especial atención a la corona, que fue besada y acariciada con la lengua, además del dedo pulgar que frotaba con entusiasmo el frenillo y después todo el trono para darle espacio también a los testículos que recibieron una cuota bastante amplia de besos e incluso fueron chupados con un intenso jugueteo.

Al de Italia le gustaba lo que estaba viviendo, él mismo mantenía sus piernas separadas para seguir disfrutando de la experiencia con libertad, esos cabellos sobre su cuerpo eran un aliciente extra, tan suaves eran como una caricia más sobre su cuerpo, y  en el momento que una boca comenzó a tomar su miembro con una especie de apetito cerró los ojos, ese muchacho era maravilloso en todo sentido. Shaka se dejaba llevar por las sensaciones, le gustaba complacer a un  compañero, era una forma de indicar que le agradaba estar con la otra persona y con ese hombre de cabellos azules se estaba esforzando de verdad, deseaba que su primera vez juntos fuera especial para los dos y por eso no cesaba de excitarlo y probarlo por igual, que supiera que le gustaba y que estaba dispuesto a ser muy complaciente con él.

Sintiendo que sus deseos se colmaban, el de la cuarta casa del Santuario supo que necesitaban dejar las cosas en ese punto o iba a terminar ahí mismo y no era lo que deseaba, por mucho prefería hacer algo especial por ese gallardo compañero que le estaba dando tanta atención, y de pronto supo qué sería lo que iba a hacer. Sujetando por los hombros al de cabellos dorados lo empujó suavemente para que se separara de su cuerpo, lo consiguió, sus miradas se encontraron y sin decirse una sola palabra fue el momento del de Italia de incorporarse para hacer que el de la India quedara sobre su espalda, lo hizo con cuidado, como si buscara que estuviera lo más cómodo posible y eso incluyó colocar una almohada bajo sus caderas para después retirar con lentitud su ropa interior, dejándolo desnudo ante sus ojos.

Por unos segundos Shaka se preguntó por lo que iba a suceder, esperaba algunas cosas pero no lo que sucedió, el de Cáncer se recostó sobre él y sujetando su rostro lo besó suavemente, tomando sus labios con sensualidad, hasta casi dejarlo sin aliento, para seguir besándolo mientras descendía por su blanco torso hasta su abdomen, en ese momento separó sus largas piernas y lo besó. El de la sexta casa se sintió un tanto sorprendido cuando sintió ese último beso pues fue directo en su masculina intimidad, el de cabellos azules levantaba sus caderas al mismo tiempo que hacía que los bien torneados muslos se apoyaran en sus hombros, siendo así no esperó mucho para comenzar una nueva sesión de besos por las redondas y firmes nalgas y ocasionalmente brindaba unos besos muy marcados al delicado anillo de músculo ante sus ojos.

Era verdad que Death Mask no se sentía especialmente atraído por mostrarse de esa manera en la cama, lo disfrutaba cuando él recibía un rimming pero no se inclinaba por ser quien lo hiciera, pero por Shaka estaba más que dispuesto a hacerlo, quería que ese hermoso hombre lo disfrutara pero también quería que estuviera preparado para el resto del encuentro, combinadas ambas necesidades le convencía  hacerlo. Siendo así comenzó a lamer alrededor del íntimo pasaje con lentitud para después usar la punta de su lengua y juguetear sobre la sensible entrada, escuchaba los  suaves sonidos de satisfacción que iba provocando en su compañero y se dispuso a hacer algo más por él. Con habilidad nacida de la creatividad más que de la experiencia, el caballero de Cáncer emprendió el usar su lengua con mayor insistencia, menos besos pero más caricias húmedas, incluso buscaba entrar en el discreto anillo que apenas si le permitía algo de movimiento, pero se esforzaba por conseguirlo.

Utilizando sus dedos el de cabellos azules se dedicaba a separar un poco más las redondas nalgas del rubio, incluso tiraba levemente de su entrada para hacer más sencillo el paso  de su lengua que no dejaba de estimular y juguetear a ese hermoso hombre para que se sintiera complacido con lo que estaban compartiendo, no iba mal encaminado por cierto. Shaka se sentía un poco extraño al inicio pero conforme avanzaban las atenciones continuaban se mostraba más a gusto, le agradaba de verdad, se sentía tan bien que tenía que morderse el labio inferior por la excitación, se acariciaba si mismo los pezones y respiraba más aprisa, su vientre temblaba un poco hasta que tuvo que dar un gemido por una nueva invasión. El de Cáncer estaba utilizando sus dedos para separar sus íntimas paredes, penetrándolo primero con uno hasta que el paso se hizo más sencillo y pudieron ser dos, moviéndose con cuidado, con calma, no era necesario apresurar las cosas si los dos lo estaban pasando tan bien.

Sin embargo, ya dilatado el tan deseado pasaje masculino del de cabellos dorados era el momento de seguir, porque ciertamente un Death Mask también estaba ansioso por algo más, tanto como lo estaba su compañero de la India, ninguno de los dos dejó de cooperar cuando se encontraron de nuevo sobre la cama. Con sus ojos azules brillantes de deseo, sus manos se buscaban con un poco de torpeza pero estaban más interesadas en sentir que en ser amables, sus cuerpos se unieron exteriormente y de inmediato se besaron con pasión, intensa pasión, uniendo sus lenguas incluso mientras sus formas se acoplaban y los dos buscaban la forma de sentirse lo más pronto posible, siendo así el de Italia estaba entre las largas y bien torneadas piernas del de la sexta casa,  a su vez el de Virgo rodeaba con sus muslos las masculinas caderas del de Italia. Definitivamente se sentían listos para continuar.

Fue el de cabellos azules quien se dispuso a tomar la delantera, así que tuvo que apoyarse en uno de sus brazos para ganar algo de control sobre la situación, ansioso se frotaba contra la entrepierna del de cabellos rubios, quien respiraba con rapidez y lo incitaba con los movimientos de su cadera a que continuara. Con la otra mano el venido de Italia guiaba su sexo a la masculina entrada dilatada, masajeando la corona contra el dilatado anillo pero antes de empujar escupió algo más de saliva en su mano y la aplicó encima de su miembro, se sentía más seguro por la comodidad de su compañero de esa manera. Solo entonces se impulsó hacia el frente y comenzó a traspasar las delicadas paredes íntimas del de la sexta casa, sin perder detalle alguno de su rostro, le parecía emocionante contemplar cómo sería ese caballero en la intimidad, y le encantaba lo que veía.

No tenía idea que también el de cabellos dorados deseaba verlo aunque no era tan sencillo cuando él mismo estaba viviendo las primeras etapas del placer, tuvo que estirarse con sensualidad mientras daba leves voces de satisfacción, tal vez no podía ver mucho aunque si sentía con totalidad lo que ese hombre podía brindarle. El rígido sexo del de cabellos azules entraba en el delicioso cuerpo del de la sexta casa, le fascinaba la sensación de ser estrujado por es intimidad que se cerraba alrededor y poder sentir el resto de su dueño, era todo un sueño ese hombre, uno hecho realidad. El de Virgo rodeó al venido de Italia con sus brazos por el cuello y lo atrajo contra sí mismo, volvieron a besarse y de inmediato comenzaron un movimiento imponente de caderas que los hacía unirse más y más al otro hombre, sintiendo como su cuerpo se encendía desde la cabeza hasta los pies y los impulsaba a actuar en consecuencia.

No podían soltarse, se estrechaban con intensidad, sus pieles sudaban dándoles un brillo especial, mientras su corazón palpitaba aprisa y su respiración se agitaba con fuerza pero no dejaban de sentirse, sus labios parecían encontrar un poco complicado el besarse pero lo intentaban pero a esas alturas era su cuerpo el que mandaba, inundado por la satisfacción uy por algo más. Uno y otro habían tenido sus experiencias íntimas anteriores pero lo de ese momento era diferente, era único, especial, algo que no habían sentido con nadie anteriormente, tal vez porque se amaban, quizás por no poder explicárselo antes, por lo que fuera, la realidad era que estaban juntos, y entregándose por completo, eso sin duda resultaba magnífico.

No habían contemplado que al estar tan deseoso de continuar y ser tan cooperativos con la experiencia iba a desarrollarse con algo de velocidad, así que las embestidas del de cabellos azules eran más veloces y más profundas, lo que no molestaba al rubio ya que no dejaba de abrazarlo y sus piernas se habían enredado alrededor de la cintura del de Italia, animándolo a continuar. De pronto los dos gemían abiertamente, moviéndose al mismo ritmo y con la misma fuerza, sintiendo como sus sexos palpitaban y sus músculos se tensaban, un calor más intenso los recorría y parecían no poder respirar a momentos, la tensión se acumulaba en sus vientres y parecía que sus ingles iban a estallar. Unos instantes más y fue la esencia del de Virgo la que brotó de su sexo sin ayuda alguna, haciéndolo sacudirse sobre la cama e impulsando de esa manera que el de Cáncer terminara a su vez, vaciando su simiente en el interior de esas cálidas paredes que lo oprimían con placer.

La culminación fue intensa y casi simultánea, dejando a ambos hombres tendidos sobre las sábanas dando las declaraciones de su placer satisfecho, sin separarse, pero lograron relajarse lentamente, hasta que fueron conscientes de sí mismos de nuevo, tan solo para mirarse y besarse de nuevo, había resultado de verdad espléndido entregarse a su cariño. Por un instante el de cabellos azules no estuvo seguro de lo que debía hacer y al final despejó ese hermoso rostro de los cabellos que lo cubrían, de verdad era un rubio muy lindo, más aún bajo el brillo de la pasión, se acercó y lo besó con suavidad, encantado de poder sentirlo, de estar a su lado, de ser quien deseaba hacerlo sentir dichoso por el resto de su vida y… ¿de dónde salían semejantes cosas? ¿Por qué las estaba pensando siquiera? No era el tipo de hombre que cavilaba semejantes ideas, por nadie ¿Acaso era porque lo amaba?

—     Death Mask—murmuraba el de Virgo.

—     ¿Sí?

—     Te amo—dijo sonriendo.

—     Te amo—fue su respuesta.

Siguieron prodigándose cariño, no se negaban lo dichosos que eran por haberse sincerado en todos los sentidos y con todos los sentidos de paso, pero también estaban cansados por lo que terminaron sucumbiendo al sueño, desnudos sobre la cama que estaba hecha un desastre, con la ropa desperdigada en la silenciosa recámara en que se habían refugiado, pero eso sí, completamente dichosos.

 

**********

 

Death Mask y Shaka continuaban profundamente dormidos, abrazados y dichosos por sentirse incluso de forma inconsciente, antes de despertar ya estaban felices, era tan maravilloso sentir algo así, nada podía arruinar el momento que compartían desde las horas anteriores. Se fueron despertando lentamente en la silenciosa habitación y lo primero que vieron fue el rostro del hombre al que amaban, eso bastaba para estar contentos, apenas si esperaron para besarse otra vez, sus labios se unieron, su vida sería espléndida desde ese instante y…

—     ¡¿Hay algo que me quieran explicar?!

Ante semejante voz de reclamo los dos  amantes se incorporaron a medias sobre la cama, no entendían lo que estaba ocurriendo, tenían frente a ellos a otro de sus compañeros, quien parecía bastante molesto, se le notaba por cómo se mantenía de pie ante ellos y esperaba por una respuesta con los brazos tensos y las manos en la cintura.

—     Aioria—decía sin entender Shaka.

—     ¿Qué estás haciendo aquí, en…?

Sin embargo Death Mask ya no pudo decir nada más, una mirada más amplia le mostraba lo que le rodeaba, ciertamente era una recámara pero no reconocía ninguno de los objetos que veía, así que no era la suya, y dudaba que el de la India tuviera una fotografía de los hermanos Sagitario-Leo. Así que atando cabos, aparentemente, necesitados como se sintieron uno del otro, habían ido al primer templo que tuvieron cerca, pero como se encontraron en la entrada del quinto templo que estaba entre los de ellos dos, entonces debían estar en…

—     ¡¿Qué están haciendo en mi templo?!—reclamaba el joven de ojos verdes— ¿Es esto un tipo de fantasía de ustedes dos?

—     Aioria, lo sentimos—decía el de largo cabello rubio—No estábamos pensando mucho.

—     Me voy una noche a cenar con mi hermano—continuaba con el mismo tono de irritación en la voz—Me quedó a descansar en su templo porque ya era tarde y me los encuentro a ustedes dos desnudos  en mi cama y con mi habitación hecha un desastre.

Parecía que la indignación del joven estaba plenamente justificada tomando en cuenta toda la escena, lo comprendían bastante bien sus compañeros, así que necesitaban dar algún tipo de explicación que fuera satisfactoria dadas las circunstancias, aunque no parecía nada sencillo eso.

—     Aioria, solo déjame hablar—le pedía el de Cáncer—Te aseguro que puedo explicarlo todo.

—     Muy bien, los escucho—decía con tono enfadado el de Leo.

—     Pues…Shaka y yo…pues…

¿Desde cuándo tartamudeaba? Jamás en su vida lo había hecho y que fuera en ese momento resultaba casi humillante para el de Italia.

—     ¿Y bien?

—     Nos amamos.

Era la respuesta más natural y la más honesta, que provocó que el de la sexta casa sonriera con adoración a su compañero.

—     Death Mask—lo llamó.

—     Shaka.

Sin pensárselo dos veces volvieron a abrazarse y besarse, aparentemente se les olvidaba el tercero en la escena pues un segundo después y ya estaban cayendo de nuevo sobre la cama, el de Leo primero se quedó con la boca abierta pero al siguiente instante salió con toda velocidad de su templo, no necesitaba enterarse de más sobre esos dos, ya le habían dado muchas pistas sobre lo ocurrido al encontrarlos como lo había hecho en su habitación. Por el momento se iría pero después iba a exigirles respuestas y de las convincentes, no a medias como hasta ese instante.

—     Aioria ¿Qué sucede?

El joven se había ido a la novena casa, Sagitario, donde su hermano no esperaba verlo tan pronto de nuevo.

—     Tengo invitados en Leo—respondió con cierta irritación.

—     ¿Qué? ¿Quiénes?

—     Death Mask y Shaka.

—     ¿Qué están haciendo en tu templo? ¿Por qué los dejaste solos? ¿querían algo? ¿está ocurriendo algo entre ellos dos? ¿Crees que…?

—     Aioros—le dijo levantando su mano para pedirle que guardara silencio y empezó a dar respuestas a todas sus preguntas—Te puedo decir que no quieres saber qué están haciendo en mi templo, lo mejor para mi salud mental era dejarlos solos, lo único que querían era estar juntos y está ocurriendo lo que nos imaginábamos que querían desde hace tiempo.

—     Ya comprendo—decía sonriendo el de Sagitario—Bueno, si es así, me da gusto por ellos dos.

—     A mí también pero ¿Por qué en Leo?

—     Bueno, eso después lo sabremos, no te preocupes—para que se terminara de relajar le hizo un ofrecimiento— ¿te gustaría desayunar conmigo?

—     Desayunar, almorzar, comer, merendar, cenar, no sé cuándo se van a ir de mi templo esos dos.

—     Ya lo harán, no te preocupes.

—     Eso espero.

El castaño hermano mayor continuaba sonriendo, le daba gusto saber que finalmente sus amigos se habían confesado, esperaba que todo saliera bien para ellos, y por la cara de su hermanito así debía ser, les darían algo de tiempo, ya después, similar a sus felices compañeros aunque con diferente método, tendrían todas las respuestas a todas sus preguntas.

 

**********

 

 

FIN

 

Notas finales:

Espero que les gustara.

Si no sucede nada subo una nueva trama la semana que entra.

Linda semana.

Nos leemos.

Gracias por leer.

Atte. Zion no Bara

 


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