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Cette Fois por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

Holis, por aquí de nuevo...

jueves, 7 de noviembre, 2019

      Cette Fois 

XII  

Puis donner à bouffer à des pigeons idiots
     

Bien sabía que no podía hechizar al Ministro, no llegó a ser un gran Lord malvado sin conocimiento de Artes Obscuras y sin paranoicos pensamientos que lo llevarían a adoptar toda clase de protección hacia su persona. Pero no pude evitarlo, en realidad sí, sí podía evitar el mirarlo intensamente y repetir en mi mente uno de los tantos encantamientos bromistas que logro recordar de parte de Sortilegios Weasley... algo inofensivo, muy sencillo y valió totalmente la pena el ambiente pesado de parte del Ministro al sentir un cambio en su persona sin lograr reconocerlo. En un parpadeo estaba frente a mi con su barita en mano apuntando mi garganta.  

--¿Qué fue eso? -- siseó, su mirada dura no permitiría más que la verdad.  

--Un incentivo a que se retire de mi habitación, Ministro. --dije con calma.  

Como si su barita no estuviera casi impidiendo que mi voz se escuchara. Yo y mis acciones suicidas. Ahogué un suspiro, un día de estos me voy a meter en un gran problema.  

>>Si me permite, Ministro, tengo que estar presentable para mi traslado a Francia, tengo muchas cosas que hacer.  

Aun desconfiado bajó su barita y se alejó unos pasos, caminó hasta la puerta y antes de salir se volvió para recordarme acerca del desayuno.  

Bufé, me rasqué el lugar donde presionó su barita y me apuré a asearme, tomé un cambio de ropa de mi baúl para cambiarme y como siempre, tardé más tiempo en peinar mi cabello y con mis cosas guardadas, bajé con mi baúl, nada me haría quedarme en Gran Bretaña.   

 

¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨     ¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨     ¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨  

Era una mesa relativamente discreta, durante el desayuno, varios magos y brujas se acercaron a mencionar lo bien que se ve el Ministro con su nuevo color de pelo, algunas brujas incluso le pidieron que anunciara su ¨nuevo estilo¨ en la revista semanal de Corazón de Bruja. Gaunt aceptó sus comentarios, agradeció sus palabras y cuando tuvo la oportunidad levantó una barrera que nos ocultaba de los demás así como un hechizo silenciador, nadie podría escucharnos.  

--Conque rubio, no sabía que mostraba más interés hacia los rubios, señor Evans. -- dijo el Ministro antes de tomar de su té.  

--Tengo catorce años, Ministro, cada vez me asusta más su insistencia por mi estatus sentimental. Definitivamente lo reportaré con un adulto responsable. --dije nada más para molestar.  

--Créame señor Evans, usted no actúa como un niño de catorce años. --sentí su mirada en mi rostro con tal intensidad que casi me vuelvo a mirarlo de igual manera --En fin, no lo cité para hablar de edades sino para proponerle que sea aprendiz del Medimago Francis Scamander, nieto del famoso Newt Scamander, comparten cierta excentricidad pero el señor Francis mostró pasión por la medicina muggle y el cómo implementarla con la Medimagia, ciertamente es mu capaz y su residencia es a las afueras de Londres, varios de sus estudios los realiza en el Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas, así usted tendría oportunidad de seguir en contacto con su familia y retomar sus raíces en Gran Bretaña. Empieza el próximo lunes, se pondrán de acuerdo para sus visitas al Ministerio y tomar sus exámenes...  

Un escudo personalizado detuvo mi ataque. Abiertamente le lancé un Expulso. Y sí, me encontraba totalmente furioso... y él, él se encontraba asombrado, incrédulo que alguien le haya atacado o que hubiese tenido la guardia baja como para que fuera un escudo de emergencia lo que detuvo mi hechizo, iba a abrir la boca cuando me adelanté.  

--Me niego, no pasaré más tiempo en este lugar y no importa lo que quiera ¨proponer¨, Ministro, hoy me marcho y si va a detenerme por reaccionar con violencia hacia alguien que claramente iniciaría a controlar mi vida, que sea antes de llegar a la chimenea pues no pienso volver. -- me levanté de mi lugar, tomé mi baúl y me dirigí hacia el recipiente de polvos flu, lo lancé a las llamas y avancé un par de pasos para susurrar la dirección de la casa de Octavio.  

Con mucha suerte, jamás volvería a ver a Gaunt.  

 

¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨     ¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨     ¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨  

El tiempo pasa y pasa, mucho más constante y a prisa cuando uno está ocupado, además, con las horas irregulares de sueño debido a las investigaciones, reportes, horas de estudios, pruebas sorpresa y extraños mandados de mi Maestro, a penas y recuerdo comer algo para no desmayarme por debilidad, las primeras dos veces fueron suficientes sin contar con las repetidas burlas de mi Maestro que dice que cómo podría hacerme cargo de otras personas si no puedo cuidar de mí mismo.  

No lo niego, el pensamiento de dejar esta carrera me se implantó en mi mente más de una vez, pero, me mantiene ocupado, me mantiene centrado, y con tantas pociones y situaciones extrañas me siento cerca de Octavio, mi viejo entrometido que me dio un hogar, que me hizo amar el conocimiento y que me hizo cantar.  

Me han llegado cartas de los Potter, Black y Lupin, no las abro, todas dicen lo mismo, también he recibido cartas de Cedric, Viktor y Fleur quien me ha invitado a su boda con Bill Weasley, le aseguré que la única manera de asistir a su boda sería que la realizaran en Francia y que no estaba bromeando. Ahora tengo en mis manos una invitación a su boda en el Parc Balbi de Sant-Louis, Versalles. No sabía en ese parque se pudieran realizar bodas, supongo que esto se refería con lo del favor que le debería a Viktor Krum.  

--Irás a esa boda. --dijo mi Maestro sobre mi hombro, definitivamente leyó la invitación.  

--No, será el próximo martes, estaremos en Montreal, Canadá, al otro lado del mundo y partimos mañana en la tarde. --repliqué al momento que guardaba la invitación en mi túnica.  

--No te estoy preguntando, debes ir, valorar a ochenta personas tan solo de vista y más tarde confirmar tus teorías, si aciertas al 90% te daré la receta de la poción que hará crecer tu cabello a como lo tenías cuando nos conocimos. --dijo con falso aire de arrepentimiento.   

--Quizá ya no lo quiero tan largo. --lo reté.  

Error.  

--Quizá seguiré fingiendo que no te escuché llorar durante dos meses cuando intentabas peinar tu cabello. --contestó.  

Auch.  

--Aún me pregunto el por qué sigo a su lado, Maestro. --dije entre dientes.  

--Bueno, no es por mi enorme carisma, o Merlin me perdone, por afecto. --ambos nos estremecimos --Tengo en mis manos el poder nombrarte como apto Aprendiz de Medimagia o el que te cierren todas las puertas de tan maravilloso campo.  

--No quiero ir a la boda. --repliqué.  

--Tampoco quieres pasar todo el tiempo en Canadá probando resistencia a mi nueva poción de nutrientes que podría reemplazar las barras de energía de los Aurores cuando están en trabajo de campo. --amenazó.  

--Me tomaré una semana. --sentencié.  

--¿Una semana? Chico, al tercer día te veré rogando por algo qué hacer. --rió.  

Bufé.  

Lo peor es que tiene razón.   

 

¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨     ¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨     ¨*´¨*´¨*´¨*´¨*´¨
 

Fue tedioso, una boda hermosa, saludé a la novia y le deseé lo mejor, le entregué un regalo de bodas a ella y a su esposo a quien sentí que ya lo conocía, y me presentaron a algunos de sus amigos y familiares, y sí, los Potter, Lupin y Black también estuvieron presentes, los evité no lo niego, hice la tarea que me dejó mi Maestro... repito, fue tedioso.  

Algo que no me esperaba fue que Fleur me obligó a cantar, al parecer esos favores que pidió a cada uno de los que fueron Campeones del Torneo de los Tres Magos, el espacio y permiso de su boda en este jardín a Viktor, a Charly que convenciera al Ministro de Gran Bretaña de casarla, a Cedric tocar el piano y a mi a cantar. Suena muy extraño, según Fleur, le pidió a cada persona lo que estaba segura podría cumplir... solo quedábamos Cedric y yo.  

Subimos a la tarima que funcionaba como escenario, recordando a mi viejo gruñón le pasé a mi compañero de Torneo las notas de la canción de Octavio en piano, y empecé a cantar.  

À m'asseoir sur un banc cinq minutes avec toi
Et regarder les gens tant qu'il en a

Te parler du bon temps qu'est mort ou qui reviendra
En serrant dans ma main tes petits doigts

Puis donner à bouffer à des pigeons idiots
Leur filer des coups d'pieds pour de faux

Et entendre ton rire qui lézarde les murs
Qui sait surtout guérir mes blessures

Te raconter un peu comment j'étais minot
Les bonbecs fabuleux 

Qu'on piquait chez l' marchand
Car-en-sac et Minto, caramel à un franc

Et les Mistrals gagnants
 

 

À remarcher sous la pluie cinq minutes avec toi
Et regarder la vie tant qu'y en a

Te raconter la Terre en te bouffant des yeux
Te parler de ta mère un petit peu

Et sauter dans les flaques pour la faire râler
Bousiller nos godasses et s'marrer

Et entendre ton rire comme on entend la mer
S'arrêter, repartir en arrière

Te raconter surtout les Carambars d'antan et les Coco Boer

Et les vrais roudoudous qui nous coupaient les lèvres
Et nous niquaient les dents

Et les Mistrals gagnants
 

 

Era una melodía única, el mismo Octavio la escribió para su esposa, no la había cantado desde que me despedí de él en el cementerio donde lo colocaron junto a su amada. Ya no me duele tanto su recuerdo, me concentro en los buenos recuerdos y en todo lo que me enseñó.  

À m'asseoir sur un banc cinq minutes avec toi
Regarder le soleil qui s'en va

Te parler du bon temps qui est mort et je m'en fous
Te dire que les méchants c'est pas nous

Que si moi je suis barge, ce n'est que de tes yeux
Car ils ont l'avantage d'être deux

Et entendre ton rire s'envoler aussi haut
Que s'envolent les cris des oiseaux

Te raconter enfin qu'il faut aimer la vie
Et l'aimer même si 

Le temps est assassin
Et emporte avec lui les rires des enfants

Et les mistrals gagnants

Et les mistrals gagnants
 

Terminaron las notas y escuché los aplausos discretos de los familiares y amigos de los novios, no entendían tanto la canción por la letra en francés y era un tanto difícil explicar su significado en un solo pasar como intentan que alguien se las traduzca. Agradecí a Cedric y ambos bajamos del escenario, Fleur nos agradeció y tras una breve charla se fue a atender a algunos invitados que anunciaban su retirada.  

--Esa era la misma canción que se escuchó en el Gran Comedor la noche de Halloween cuando se anunciaron los participantes del Torneo de los Tres Magos. --dijeron a mi costado derecho.  

--No sabía que antes de aparecer en Hogwarts primero me escucharon cantar. --admití.  

--Hola, señor Evans. --saludó el Ministro.  

--Buen día, señor Ministro. -- contesté no muy amable.  

El Ministro Gaunt era alguien que simplemente no me agradaba, me generaba desconfianza, y que recuerde, jamás fui amable con él.  

--¿Me concede esta pieza? --preguntó al momento que ofrecía su mano en invitación a que la tomara.  

¿Qué tan rudo me veré si lo rechazo?                              

 

 

>>Continuará...

 

Notas finales:

Gracias por leer.

 

Editado 12/04/2020


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