Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cette Fois por Kunay_dlz

[Reviews - 76]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

No podía faltar la parte de alguien sufre amnesia.

 

 

jueves 13, mayo 2021.

 

 

Cette Fois

XVIII

Le tout premiere souffle, Le dernier espoir          

 

 

 

Llevo tres meses en Sicilia, es realmente cálido y siempre soleado, he vivido sin magia y tengo un trabajo en una librería, los fines de semana asisto a clases de cocina y tras varios malos entendidos aprendí a hablar italiano aunque prefiero el francés cuando me dan la oportunidad de elegir el idioma a comunicarnos... estos meses han sido extraños, de vez en cuando me duele el pecho por algún recuerdo, he ido a parar dos veces a un hospital por la comida que no preparo bien y las clases de cocina las recibo de un hombre que estuvo en la milicia. Es todo un experto en aprovechar todos los ingredientes.  

Con la distancia con mis familiares de hecho nos hemos conocido mejor, con cartas y algunas visitas no faltan temas de conversación y Sirius hasta disfruta que salga a pasear con él por la calle en su forma animaga, solo por hacer travesuras a su esposo Remus le ha comprado una correa rosa y varios moños monstruosamente llamativos y un día en que estaban molestos lo llevamos al veterinario a que le dieran un corte de pelo, el pobre Sirius salió temblando y en casa le dijo a Remus que "no lo volvería a hacer" así que por favor no lo vuelva a llevar a ningún otro veterinario. No pregunté el motivo de su pelea pero su manera de arreglarlo me entretuvo mucho.  

Con Cedric hemos ido a algunos juegos de Quidditch y aprovecha para hablarme de sus dudas con respecto a su cargo en el ministerio y de su progreso con mi hermana, sigue creyendo que bromeo cuando le digo que si en ese mismo momento le propusiera matrimonio ella aceptaría encantada, lo que más le preocupa es la reacción de su familia, al parecer no están de acuerdo en que contraiga nupcias con la hija de quienes fueron "pandilleros" en sus años en Hogwarts, que emparentara con un hombre lobo o con alguien que repudió a su familia y fue el pasatiempo del ministro. 

Claro que lo escucho y trato de dar algunos consejos, nos hicimos buenos amigos aunque él admite verme como un hermano, me sentí contento de saberlo y traté de hablarte sobre mí cosas que no suelo contar ni a Charly, Sirius, Remus o James.  

Tampoco niego que me duele el recordar un poco a Gaunt... supongo que la distancia y el tiempo es lo que sanará cualquier cosa que duele con solo su recuerdo. A veces me atacan recuerdos y suelo quedarme callado, otras reí por lo abrupto del cómo terminó y aunque ha preguntado Cedric también aprendió a no mencionar al ministro durante nuestras pláticas. No estaba listo para hablar de él. Cada vez que intentaba hacerlo surgían dudas sobre lo que teníamos, temía encontrar respuestas, era una espacie de foco rojo lo que me impedía seguir.    

 

 

"*´"*´"*´     "*´"*´"*´     "*´"*´"*´  

 

 

Perdí la oportunidad de comprar el edificio y adueñarme de la tienda de antigüedades, el señor Sinclair y yo quedamos como buenos conocidos y acepté el reembolso por la renta adelantada, dije que alguien iría por mis cosas; Sirius se encargaría de empacar todo y trasladarlo a una villa en Amsterdan que supuestamente ya se encuentra a mi nombre como herencia de parte de la familia Black. Ya hablaría con él. Por el momento tengo algo más en lo que mi atención debe estar, uno de los compañeros con los que asistía a clases de cocina tuvo un accidente y perdió parte de su memoria. Claro, eso no tendría mucha relevancia directamente conmigo, su familia y amigos eran quienes lo ayudarían a recuperar un poco de lo que fue su vida, sin embargo, en su mente él y yo éramos muy cercanos.  

Es algo complicado.  

Tras una semana de la ausencia de Scott en la clase fue que se nos informó de su accidente y que se encontraba en recuperación. Seguimos con las clases normales. Una semana más y en la clase una camioneta se atravesó en mi camino hacia clases, un señor muy elegante salió y se presentó conmigo como alguien muy cercano a Scott, dijo que solicitaba mi presencia y expliqué que no era tan cercano como un amigo, que casi no nos conocíamos... el señor elegante me dijo que era extraño ya que Scott preguntaba por mí a cada momento; si lo había llamado, si lo había visitado, si me habían comunicado de su accidente, si lo visitaría pronto; básicamente me comunicó el señor que Scott hablaba de mí como si estuviera enamorado. Eso me dejó muy confundido. Fui al hospital con la intención de "aclarar" las cosas con Scott y su familia.  

Era algo más complicado de lo que pensé. La mamá de Scott estaba hasta planeando una boda, había dos niñas de catorce años que cuidaban tanto a Scott y se parecían tanto que sin duda eran sus hermanas, al verme entrar la mirada de mi compañero de clase fue tan luminosa y llena de afecto que me congelé por completo. Estaba en problemas, lo que diría no sería nada bonito. Luego que aclaré las cosas, la mirada adolorida de Scott me hizo pensar que debí tener más tacto, lesiones en la cabeza no siempre son sencillas, le expliqué no es de mí de quien está enamorado sino de una idea o probablemente de otra persona que sí conozca y que sea quien esté esperando un mensaje suyo.  

Scott se vio confundido, algunos aparatos empezaron a sonar y entraron enfermeras y un médico. Hubo una crisis. La mamá de Scott me pidió que le comprendiera, me pidió que estuviera al lado de su hijo y de ser posible encontrar aquella persona de la que probablemente le corresponda. No pude negarme. No después de dos horas de intervención médica por mi causa.  

--Pasaré tiempo contigo, hablaremos y nos conoceremos, podríamos ser amigos. --dije luego que pude entrar a su cuarto muchas horas después.  

--¿Por qué? ¿Lástima? ¿Culpa? --decía con un hilo de voz, sus medicamentos estaban haciendo efecto.  

--Porque quiero ayudarte a encontrar a la persona que te está esperando. --dije con honestidad --No es justo que sea yo quien reciba lo que es solo suyo.  

--Eres cruel. --dijo con los ojos cerrados --Es cruel querer estar cerca por lo que hay en mi cabeza pero que no me vas a dar. --suspiró --Y yo soy tan patético que no puedo pensar en otra manera de retenerte a mi lado. --Se quedó dormido.  

Escuché a su mamá llorar y vi a sus hermanas mirarme con molestia. Scott tenía razón, era cruel lo que le ofrecía pero no podía ignorar esta sensación de querer ayudar. Tampoco creí que fuera patético, tan solo vi a un Romeo que buscaba su Julieta o una Julieta en el limbo en espera de su Romeo exiliado, ya, debo parar con estas comparaciones.  

Visité a Scott varias veces, platicamos y cada que nos conocíamos mejor él se daba cuenta que la persona que tenía en su mente con mi cara no concordaba con mi verdadero ser. No concebía el que a mi no me gustaran las nueces, que mi color favorito no fuera turquesa, que no tuviera un hámster como mascota o que no portara un llavero de pokebola metálica con la que frustré un asalto. Era devastador ver que el brillo en su mirada menguaba con cada hecho que discrepaba de su ilusión.   

Aceptó buscar entre sus cosas indicios de la identidad de quien le ha entregado su corazón, aceptó dejar de tratarme como sus supuestas memorias, dejó de sonrojarse cuando centraba mi atención en él y conseguimos una pista en uno de sus cuadernos de recetas, una carta estaba escondida entre las hojas gruesas además que tenía como firma un dibujo de una extraña flor... entre las líneas de la carta había tantos nombres de flores, como describiendo un ramo. Era tan tierno. Ver que hasta tenían un tipo de lenguaje secreto, ese lenguaje que no muchos sabían y que a veces era confuso para los mismos expertos por lo que pude observar.   

Nos la vimos complicado al no reconocer la flor, Scott se le quedaba mirando con intensidad como si de pronto recordaría su nombre, eran pétalos alargados violetas, tenía tres pistilos amarillos y otras tres protuberancias rojas; su madre y hermanas también investigaban y al descubrirlo, casi me abro la frente al chocar con mi pupitre en la clase de cocina; era Azafrán. Algo tan esencial en la cocina que estábamos expuestos tan seguido y no lo reconocimos.  

La otra mitad de Scott firmaba con un azafrán, o como lo conocen también "La reina del Otoño", un nuevo episodio nos hizo suspender la investigación, no hubo necesidad de otra operación pero los médicos indicaron que lo dejemos descansar. Era divertido resolver este misterio, los amantes secretos, sus propio lenguaje y hermosas firmas con un significado interno... casi suspiro con el deseo de ver el día en que se puedan reunir. Pero Scott no podría tener tanto tiempo. Con la carta escondida entre las páginas de un recetario usé un hechizo de localización... el remitente me hizo llorar un poco. Era injusto. La dirección era Cimitero de Corleone, bajo en níspero sur.  

 

 

"*´"*´"*´     "*´"*´"*´     "*´"*´"*´
 

 

Fui a ese lugar sin decirle a nadie. Era un lugar hermosamente desolador. Llegué al único níspero del lugar, en efecto había una lápida no tan gastada como las que lograba ver cerca, estaba grabada la flor de azafrán que había como firma en la carta, "Para mi reina de otoño, único en mi corazón -- Albert Hadrian Saffron".   

Como en transe, escuché la voz de alguien que me contaba su historia de amor: alguien cuyo pasado era de lo más normal que puede haber en la vida, una familia amorosa, hermanas entrometidas y mandonas, aunque era un chico siempre me vi como una chica, mis padres se enteraron y mi padre me negó su comprensión o cariño además que me envió a un colegio militar, mala elección pues eran solo chicos con los que conviví, no niego que me fue mal por mi aparente fragilidad y dócil actitud, aun así fui entrenado y preparado, me enviaron a la base de Sicilia y al fin pude respirar... incluso conocí a alguien que no le importaba si me refería como ella o como él. Me dijo que era lindo. Le gustaban mis ojos verdes y mi sonrisa, no dejaba de repetirlo que empecé a creer esos eran también mis rasgos favoritos. Le enseñé el lenguaje de las flores y él me enseñó a cocinar, usó una traducción de mi apellido como nombre propio, como apodo cariñoso, como un constante recuerdo que me aceptaba tal como soy, me llamaba azafrán y yo me enamoré más de esta persona que me decía "reina de otoño", que me llamaba "única". Yo le puse otro nombre, si me llamaba reina yo le llamaría Roi, mi propio rey y su firma en sus cartas porque era un romántico a la antigua era una corona elaborada con solo trazos, la tatué en mi muñeca, viviríamos juntos y tan vez llegaríamos a casarnos. Fue un accidente lo que me separó de su lado. De todas las cartas que envié sólo se quedó con una, la carta en la que le decía lo mucho que le amaba y lo que significaba para mí, también iba la promesa que le propondría matrimonio la próxima vez que lo viera. Ahora otro accidente me ha borrado de su memoria, si no me recuerda está bien, lo veré de este lado cuando llegue su momento... mientras lo seguiré amando, le protegeré, lo llevaré hacia alguien que pueda amar sin esconderse. Mi rey merece ser feliz en vida, cuando llegue a mi lado lo será aún más, mientras, mientras esperaré tranquilo. Que alivio que alguien sepa sobre mí.  

Abrí mis ojos y mi vi vista estaba muy borrosa. Estaba llorando por lo que escuché en susurros del viento. Tan bella historia. Un amor así de grande no merecía ser olvidado. Pero tampoco sé cómo reaccionará Scott al enterarse. Volví a llorar un poco más por todas esas promesas que no se cumplieron, por esos momentos que fueron inolvidables para ambos pero que fueron arrebatados, por ese amor que no podrá avanzar más en este mundo... por la devoción de aquél que ya ha partido y que vela por el que se ha quedado.       

 

 

"*´"*´"*´     "*´"*´"*´     "*´"*´"*´
 

 

 

Llamé a Cedric, necesitaba hablar con alguien y aunque no supe explicar lo de los "susurros en el viento"... me escuchó y me vio llorar un poco más. Compartió mi tristeza y también me dijo que no esperaría más para proponerle matrimonio a mi hermana, aceptó que el tiempo no está medido a la perfección y que por otras razones podríamos no terminar lo que tenemos planeado. Lo felicité, le aseguré que lo ayudaría y luego le pedí consejo en cuanto decirle a Scott lo que descubrí o mantener el silencio. Tampoco supo darme una respuesta más allá de ponerme en el lugar de Scott, ¿me gustaría saber, a pesar del posible daño mental al que ya tengo? ¿me gustaría seguir con la ilusión que hay alguien esperándome aunque no pueda recordarla?   

Tal vez en mi rostro se notaba el conflicto, la mamá de Scott preguntó por lo que me sucedía, un nudo en mi garganta me impedía decirlo pero, tal vez por ese instinto que tienen las mujeres, ella se llevó las manos a su boca. Me dijo que había contratado un detective privado que encontró una tumba con la flor que estábamos investigando, con sus ojos llorosos me preguntó por lo que le diría a Scott y no pude mentirle, en ese punto era mentir o alejarme, huir otra vez, con un gran suspiro de parte de la señora me dijo que entrara. Por un momento creí que me pediría que no le "arrebatara a su hijo", me equivoqué, Scott debió obtener su fuerza de ella, ahora yo espero poder tener un poco de esa fuerza. Recordando a Cedric, si fuera yo en busca del amor de mi vida, cualquier noticia sobre él o ella, sería tan preciado... la certeza de hallarlo así fuera en otra ciudad o en otro mundo, el solo saber su residencia sería todo un regalo... incluso si fuera un lugar fijo donde llevarle flores.  

--Hola Harry. --saludó en cuanto me vio entrar a la habitación.  

--Hola Scott. --dije con suavidad.  

--No viniste ayer o el día anterior. --constató, se acomodó en su cama para quedar sentado completamente y pensé que pronto podría salir del hospital, también pensé que si Scott hubiera sido un mago o un Squib ya estaría recuperado físicamente.  

--No lo hice, creí que necesitarías el descanso demás... --titubé, no sabía qué tan directo debería ser.  

--¿...además? --repetía curioso.  

--Encontré algo acerca de Azafrán. --lo dije. A partir de este hecho y de sus preguntas es como avanzaría.  

--Me asusta tu mirada Harry. --suspiró --Me recuerda a un sueño que tuve en estos días, justo cuando me sacaron de Cuidado Intensivo y que se fuera el efecto de la anestesia. --entre sus puños las sábanas de su cama se arrugaban --Soñé con un chico que se parece a ti, con ojos verdes y pelo negro, solo que sin lentes y un poco más alto, incluso algo fornido. --cerró sus ojos para concentrarse mejor en su relato --Tenía una sonrisa hermosa, me tendía su mano y decía mi nombre de una manera tan dulce que no pude evitar sonreír con ternura. Me llevaba por un camino de piedra al borde de una colina, pasamos una playa, árboles enormes y una montaña con forma de mujer dormida... incluso se hizo de noche y vi una galáctea enorme y planetas cercanos, supongo que es así que Van Gogh pudo pintar su cuadro de una noche estrellada de otro planeta... este chico, caminaba a mi lado, y me sonreía seguido, nuestras manos siguieron entrelazadas y de pronto ya no pude verlo aunque sabía que no estaba caminando solo, seguí caminando y viendo todo tipo de lugares, con una sonrisa en el atardecer y una caricia a medio día. --en su rostro se dibujó una sonrisa muy linda, como cuando alguien recuerda lo mejor que le ha pasado.  

--Scott... --susurré.  

--Azfrán está en otro lugar donde no podré verlo, ¿no es así? --dijo mordiéndose el labio inferior, con su mirada en su regazo.     

--No podrás verlo, pero podrás sentirlo, cuando el sol toque tu piel, cuando el viento juegue con tu cabello, incluso cuando tropieces por ahí por no poner atención en el dónde pisas. --aseguré.  

--¿Su amor fue tan grande? --preguntaba maravillado.  

--Su amor, de Azafrán y tuyo, va más allá de este mundo. --dije con certeza.  

--En verdad quisiera recordarlo. --suspiró.  

--Yo quisiera haberlo conocido. --deseé --Albert Hadrian Saffron, era su nombre completo. 

--Saffron es Azafrán, sí que era único. La reina de Otoño. --volvía a cerrar sus ojos, como guardando este momento junto con toda la investigación acerca de la flor.  

--Y tú eras su Roi. --quise que él reconociera su otro nombre, aquél nombre con el que seguramente firmaba sus propias cartas dirigidas a Azafrán.  

--¿Un qué? --preguntó totalmente confundido.  

Le expliqué lo ocurrido en el cementerio, lo vi llorar, lo vi añorar a un chico que sonaba como la persona perfecta para él, lo vi desear porque sus recuerdos volvieran, no quería olvidar a una persona tan maravillosa como lo fue Azafrán. Le prometí llevarlo a su tumba, también le prometí conseguirle de esas flores solitarias e inigualables, hermosas y únicas, también le prometí conseguir algún retrato de aquél Romeo o Julieta de esta historia de amor.             

 

 

 

 

 

 

 

 

 

···Continuará....

 

 

Notas finales:

Nunca dije que sería uno de los protagonistas

XD

 

A pesar que un día dije que pasaría varios de mis fics en wattpad no lo he hecho, tampoco tengo cuenta en AO3 (pero sí leo muchos fics en esa página) en Fanfiction.net tengo cuenta pero solo para dejar rw o seguir una historia. Tienen muchas etiquetas y algunos raitings que no sabría catalogar mis historias, por eso esta pñagina es mi favorita. Por si se lo preguntaban. n.n 

 

 

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).