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Empecemos por un final. por 07Elizz

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Notas del capitulo:

Se les anuncia que tenemos ¡Beta!

Así es señoritas, señoras y señores. Reduciendo las faltas ortográficas para que no les sangren los ojos. :D

 

Bueno, antes que nada, aprovechando el espacio para desearles un muy feliz año nuevo, que disfruten mucho lo que queda de este año y alentarles a hacer cualquier locura que tengan pendiente siempre y cuando lo hagan de forma responsable. Jajaja Que consejo más malo. 

 

En fin, mil Gracias a la querida Canela por revisar el documento, otro par de miles de gracia a Josefa por seguir apoyando desde siempre. 

 

Sin más, les dejo leer en paz. 

♣III.

♠Ace♠

Era mentira, era una maldita mentira… no. Sabo y Luffy juntos. Eso era mucho… demasiado para mí. Mi familia y mis amigos aguardaban en silencio, ellos sabían ¡Los malditos sabían! Y no hacían nada más que esperar a que yo hiciera algo, pero me costaba pensar y mucho más actuar; me sentía el centro de atención y realmente no quiero ese tipo de atención la mayoría de los presentes sabía que estaba pasando y tal vez con excepción de Luffy y el otro rubio serían los únicos  que no supieran la causa de mí angustia y dolor pero los demás sabían la clase de relación tenemos Sabo y yo.

O más bien teníamos.

Las lágrimas se me escaparon traicioneras y me aferre al dolor de la cerámica incrustada en mi palma para simular mis lágrimas con ellas como excusa.  Já que irónico, Law siempre me dijo que Sabo estaba escondiendo algo nunca quise creer que fuera su relación con otro, nunca quise creerlo porque pensé que realmente lo nuestro era amor y lo único que faltaba era volver a encender esa chispa que al principios nos unió. Que iluso.

Si alguno tuvo la culpa de esto, juro que ahora mismo no lo sé y francamente no me importa ¡No me importa!

No es hora de ser patético Ace, es hora de ser valiente y tratar se salir con algo de dignidad –Lo siento, snif no esperaba eso… jaja –mi risa suena amarga, todos lo notan, siento sus miradas de comprensión y piedad sobre mí pero quiero ignóralas. –Escoges el peor momento para decir las cosas, ¿he Luffy? ¡Por poco y me matas de un infarto!- comento aun recogiendo los pedazos rotos de lo que fue un tazón con puré de papas.

-Ace… ¡Me asustaste! ¿Estás bien? ¿El puré está bien? – claro, la inocencia de Luffy. No tenía forma de competir contra él, mi morenito es pura inocencia.

-Buuuuenooo… yo me corte un poco y el puré no vivirá. –sonreí tragándome mi corazón roto y las miles de espinitas que se me atoran en la garganta y las trago para seguir en pie.

Incluso sentía nauseas, horribles nauseas. –Me iré a lavarme la mano y haré más. ¿Te parece?- necesitaba salir de ahí lo más pronto posible antes de caerme a pedazos. –Por cierto espero que superen la barrera de los dos años. –le dije con amargura mirando con tristeza a Sabo.- Nosotros no la superamos.- murmure amargamente al entrar en la cocina.

Por poco y corrí hasta estar en la seguridad de cocina pero no me detuve y la pase de largo; fingí lo mejor que pude para Luffy el no merecía mi odio, solo tenía que ser mi culpa, mía y de mis fallos a mi ahora ex –novio, porque aunque tal vez sea mí culpa, pero yo no soy juguete de nadie.

Pude escuchar a Kid el novio de mi primo Law gritar sobre la estúpida nobleza y a Law disculpase por su novio y luego solo el portazo de Kid seguramente esperando a Trafalgar para poder irse a despotricar tranquilo.  Por suerte mi padre podía con los otros tres presentes y animo un poco la situación para Luffy y Marco ¿ese era su nombre? No lo recuerdo pero lo primero que me viene a la mente, aun podía escuchar un par de indirectas que seguro Luffy no pescaría al vuelo pero seguro Sabo sí. Mí Sa--- Nunca más--- me dije a mi mismo, nunca más será mío, nunca más.

¿Cómo podía siquiera pensar en decirle la verdad a Luffy? Se notaba tan contento…no podía destruir su ilusión como ellos destruyeron las mías. Sorbí un poco los mocos que se aguaron a causa del llanto ¿Cuándo empecé a llorar? Toque mis lágrimas y luego mire mi mano manchada de sangre. Realmente soy estúpido.

Corría al baño para lavar bien la herida y llorara a gusto.

No recuerdo si cerré la puerta, solo hice el aseo de la herida de forma tan mecánica que apenas terminé de lavarla me escondí en el hueco de la escalera que daba al segundo piso, no se qué duele más si el punzante dolor en mi mano o el que tengo en la cabeza y el corazón me resulta bastante físico, quiero gritar, golpear algo… verlo arder en llamas, pero no puedo, no puedo; porque las lágrimas no me dejan ver, la respiración se ahoga con la angustia y solo avanza tambaleante para dejarme caer sobre la pared y deslizarme hasta el frío piso pulido. Recogí mis rodillas y crucé mis brazos sobre ellas para poder enterrar mi cara y no ser visto, odiaba que me vieran llorar, casi tanto como odiaba que me vieran la cara de tonto.

Dolía, maldición como dolía, sentía que me habían arrancado el corazón y jugado con él como si fuera un pelota de amasar para el estrés, así de estrujado sentía el corazón. ¿Por qué demonios tenía que doler tanto?

Sé que no fui perfecto, pero él tampoco lo fue yo le daba su espacio así como el me daba el mío.

Entre más lo pienso más deseo culparlo de mi desdicha y poder odiarlo como se debe, pero bien dijo Eustass, yo y mi estúpida nobleza nos empeñamos en buscar mis fallos y obviar los de él ¿tanto así llegue a amarte Sabo? ¿Tanto que no puedo ni siquiera encontrar a otro culpable que no sea yo?

-¿Qué hice mal Sabo? ¿Qué hice… para que me cambies así? ¿No hubiera sido mejor terminarme en vez de hacerme esto? ¿No fue esa tu promesa? - me hacía solo, sabía que Roger no iba a dejar a nadie irme a buscar y en un momento como este la extrañe –Mamá… ¿Qué hice mal?- justo frente a mí estaba un cuadro que mi padre pinto de ella.

La miraba buscando alguna respuesta a mi pesar, pero solo sentí como unos brazos me tomaban del suelo y me levantaban. Tomando mi mano lastimada, sé que la envolvieron con una tela y luego me abrazaron fue tan sofocante como tranquilizante–Tranquilo… todo estará bien, yoi. – me sentí, ligero y cargado de dolor, luego todo se apagó.

 

*Sabo*

Todo paso tan rápido, ese ambiente pesado e incómodo estallo después de que Eustass por fin explotara, gritando improperios sobre personas estúpidas que no valoran lo que tiene y nobles cabezas huecas que deberían pensar más en sí mismos que en los demás.

 Luffy se había quedado pegado a la silla cuando el enorme pelirrojo le miro con odio nada disimulado igual que a mí, incluso Marco se ganó una de esas miradas. Se levantó sin tocar bocado haciendo que Law tomara un plato y lo llenara con carne para luego disculparse clavándome una mirada de odio exclusivamente mí persona. No me quedo de otra más que tragar saliva y rogar a todos los Dioses disponibles que quitara su metálica mirada de mí. Joder como le pesa la mirada, sentí como si me asfixiara sin ponerme un dedo encima, todos los síntomas: garganta seca, problemas para tragar, falta de oxígeno y un mareo nada conveniente.

Luego de su partida Roger no dejaba de tirarme indirectas y de amenazarme sin que Luffy se enterara y no puedo decir lo mismo de Marco que a cada palabra que salía de la boca del mayor de los morenos parecía entender mejor la situación y fruncir más el entrecejo como si empezara a molestarse también y eso que él nada tiene que ver en esto. Hubo otro silencio asfixiante que mi monito inocentemente lleno su tierna voz-¿Ace estará bien? Se está demorando mucho- su mirada llena de preocupación solo lograba agrandaba mi culpa.

-Tranquilo Luffy, estará bien sabes que no es bueno curando heridas… aunque algunas le tomaran más tiempo en sanar que otras, seguro lo lograra.   –dijo el hombre del gran bigote sin quitarme la mirada acusadora de encima.

-¿Seguro? Parecía dolerle mucho….- su vos temblaba. Se notaba angustiado por Ace.

-Si quieres puedo ir a verlo.- la voz de Marco me molesto mucho ¿Por qué tan servicial de repente? Total eso no es algo que le incumba y no lo conoce así que por mi parte no lo dejaría ir.

–No, iré yo. –pero un golpe sobre la mesa hiso sobre saltar. La palma de Roger estaba sobre la mesa y no se miraba nada complacido con la idea.

-Ni se te ocurra, solo déjenlo estar… ya regresara.-

-¡PERO!-

-Sin peros Luffy. A tu hermano no le gusta verse vulnerable. Ya deberías saberlo.-

El tono que empleaba Roger era tan firme que era difícil de refutar y fue cuando supe que Ace realmente estaba lastimado y no solo por el corte en su mano, sus ojos llorosos me vinieron a la mente de golpe y la culpa solo aumentaba. ¿Realmente había dejado que pasara esto? No entendía cómo que esto sucediera.

-Tío Roger, deberías dejar a Marco ver su herida… estudia medicina. ¿Qué tal si no vuelve a cocinar? O A tocar el violín o, o, o tantas cosas… ¿y si le cae la mano?- sentí una gota de sudor resbalar sobre mi frente, Luffy se estaba pensando en drama. Y me asustaba un poco la reacción que fuera a tener el Señor Gold.

-He dicho que no. -gruño nuevamente antes de tomar un sonoro y cansado respiro. -Además en todo caso sería Law el que cuide de él. No esté…-

La pregunta se perdió en el aire junto al gesto despectivo que se perdió en el camino, busqué la mirada de Roger a ver porque dejaba de hablar y solo encontré un puesto vacío en que antes había estado Marco. ¿En qué momento se había ido? ¿Acaso fue cuando estábamos discutiendo quien iría a ver como se encontraba el pecoso? Me levante para ir tras él pero Luffy me tomo de la ropa haciendo que me sentara. Le mire interrogante pero el solo negó.

-Déjalos Tío Roger, Marco es muy bueno con ese tipo de curaciones. El siempre curas mis heridas, es buenísimo en ello- aseguro Luffy que se miraba tan adulto en ese momento. Como si realmente supiera lo que estaba pasando, aquella seriedad con la que hizo el comentario me dejo quieto en mi lugar mirándolo atontado.

¿Realmente Luffy podía estar serio? ¿Porque yo no lo sabía? ¿Qué más me estaba ocultando? O mejor dicho ¿Qué otras cosas yo ignoraba sobre él?

-Haaa… bueno, confiaremos en el chico. ¿No es como me quedara de otra? ¿O sí? Pero más le vale que no haga nada innecesario.- gruño molesto con las circunstancias, seguro el patriarca de los Gold debía saber lo mucho que Ace odiaba que lo vieran llorar, ni a mí me lo permitía.

Después de eso Luffy comenzó a comer. La mirada de Roger apenas me dejaba probar bocado, ese hombre me iba a despellejar vivo antes de que nuestra estadía aquí termine y eso que su mirada pose casi la misma intensidad que la de Law. Pasaron cinco minutos más y solo estaban los platos de Ace y Marco tapados por lo demás Roger y Luffy comían todo lo que podía en una especie de competencia. Cuando el sonido de la botas del pecoso nos hicieron dejar de comer,  bueno los morenos dejaron de hacerlo yo solo levante la vista; ellos entraron como si nada Marco cargando un bol de puré de papas y Ace sonriente a un lado del otro rubio y una punzada de celos me hizo recordar que también amaba al pecoso, pero baje la mirada a mi plato y me centre en comer.

-¿Todo bien Ace? – pregunto Roger con cautela.

La sonrisa de Ace daba algo de miedo –Todas las heridas sanan papá. Además Marco prometió que esta cerraría perfectamente. –Ladeo el rostro con una sonrisa que si fuera hallowen no necesitaría disfraz –¿Quién se comió mi carne? – pregunto cambiando de tema y los otros dos pelinegros se miraron con terror en la cara, ellos habían devorado más de lo que les correspondía y yo quería reírme pero la idea de que me saltaran encima me mantenía riéndome por dentro mientras buscaba disimuladamente más signos de dolor en el pecoso.

Tragaron duro los dos pelinegros casi al mismo tiempo y sobre todo el mayor que sería quien tendría que lidiar con Ace cuando la cena acabara, porque si hay algo importante para los tres morenos es la comida y sobre todo si tienen carne de por medio. Me hubiera reído pero yo era el que peor estaba, así que guarde silencio.

-ejm, pues veras Ace, como te demoraste tanto nos tenías muy preocupados…- comenzó el mayor.

-… y por ¿ansiedad? No nos dimos cuenta de que comimos tu parte… ¡aunque tu padre comió más que yo!- señalo el más pequeño de los D.

Notas finales:

Bueno. Opiniones... 

¿Enserio siguen leyendo? Me conmueven. 

 

 

MIl GRACIAS por su tiempo. 

Nos leemos la próxima. 


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