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El fin del mundo y cómo reinicia por Ghost princess Perona

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Notas del capitulo:

Espero que les guste...

“¡Caravana! ¡Abran las puertas!” gritó alguien dentro de lo que parecía ser un fuerte de concreto, rodeado por un anillo de zombies muy grueso que intentaban entrar. Los soldados sacaron sus cuchillos, haciendo un heroico esfuerzo por evitar que los muertos los detuvieran en su avance. Dedos fueron cortados, algunos cráneos destruidos y otras cosas también. Finalmente estuvieron lo suficientemente cerca de la puerta como para entrar. Se abrió el portón y ellos y los muertos entraron. Todas las escotillas se cerraron en ese momento, en preparación para la lluvia de balas que siguió.

“¿Tienen tecnología suficiente para investigar la inmunidad y no pueden hacer un maldito portón eléctrico?” preguntó el japonés, escuchando los chirridos de la puerta mientras alguien la cerraba.

“Toda la tecnología y recursos están destinados a los soportes vitales básicos e investigación” respondió Glenn en voz baja, sujetando su espada. “Ya nos cuesta demasiado mantener nuestro nivel de tecnología aceptable para buscar una vacuna, no podemos gastar material en comodidades sin sentido” miró de reojo a su alrededor “¿Han contactado a su barco? El puerto estará enterado de su llegada pronto. Y si tienen suficientes cosas para intercambiar, estarán más que contentos de reabastecerlos.”

“Sí, tenemos cosas más que suficiente, dattebayo” era una suerte que hubieran venido preparados para una emergencia. Trajeron materiales extraños de África y manufacturas de Europa, telas, instrumentos variados que entregar si era necesario. “Sasuke, llama al barco. Que se preparen para hacer contacto amistoso.”

“¿Contacto amistoso?” dudaba que los ingleses estuvieran dispuestos a algo como eso, más aún así sacó su comunicador y los dio las direcciones a los del barco para llegar. Mientras tanto, Naruto observó su alrededor. El fuerte portuario Delaware era una construcción bastante nueva, de menos de cuarenta años. Sus paredes de piedra y concreto debieron haber costado bastante, tanto en recursos como en vidas, pero era completamente funcional. Incluso tenía cientos de botes anclados a lo largo de lo que parecía una bulliciosa ciudad costera.

“No es lo que esperabas, ¿verdad?” preguntó el Uchiha, tomándolo de la mano para llevarlo al lugar donde atracaría el barco. Glenn los acompañó, silbando cuando vio el gran barco de los extranjeros… medianamente oxidado y sucio por su viaje de meses a través del mar. Los supervivientes del ataque en la playa se les unieron pronto, hablando de las extrañas marcas en el cuerpo de los estadounidenses. Su nuevo compañero se quitó la casaca para mostrarles las suyas. “¿Cuál es su historia?”

“Hummm… ¿te refieres a las mordidas o a la de nuestra gente?” preguntó a pesar de que ya sabía la respuesta. “Pues… es un poco difícil de explicar… y tampoco es mi lugar hacerlo” se cubrió los brazos, observando con aprehensión la insignia cosida en el brazo. “¿Van a cambiar algo? ¿Tienen productos que dar?”

“¿Esto será suficiente?” un africano alto y musculoso preguntó, arrastrando un gran fardo de algún material. “Es metal de nuestro país. Se utilizaba en el pasado para hacer computadoras…”

“No me digan que es…” no importaba lo que fuera. Litio, boro, oro… cualquier cosa que se pudiera utilizar para fabricar equipo científico era altamente requerido. “¡Esto cuesta una fortuna! Podrían venderlo por meses de comida o ropa o…”

“Whatever it is, you should probably exchange it now and go” la capitana apareció de repente, frunciendo el ceño a todos. Le habló por unos minutos al oído a su subordinado antes de desaparecer hacia el mercado. Naruto aprovechó ese momento y se acercó a ella, tratando de llamar su atención. Ella simplemente lo ignoró, acariciando el pomo de la espada que tenía en la parte derecha de su cintura.

“Ese usuratonkachi… esperemos que tenga éxito” Sasuke, por su parte, se acercó a uno de los stands. Ofrecía frutas de diferentes tamaños, muy diferentes a las que acostumbraba comer en casa. Por detrás, uno de los enviados ingleses se acercó, aparentemente con la misma intención. El Uchiha, por desgracia, era demasiado listo para caer. “¿Y bien, sir Pentrose? ¿Qué mensaje va a mandarle a su majestad?”

“Hablas como si los reyes no fueran algo común en este tiempo… o los shogunes, más bien” el otro le dirigió una mala mirada. Sabía que los ingleses pensaban en su familia como una especie de reemplazo del emperador del Japón porque se habían colocado al frente de la alianza entre aldeas y porque el puesto de kage siempre lo había ocupado alguien con su sangre… incluso Kakashi tenía un ancestro y un esposo parientes suyos. “Cada país necesita sus líderes y símbolos, ¿no?”

“Absolutamente” él asintió, cerrando un poco los ojos. “¿Debo interpretarlo como que Arthur Alfred George Montbatten-Windsor ya había tomado su decisión desde antes?”

“No… y no se preocupe, el potencial militar que he visto aquí es suficiente para disuadirlo. Además, él ya tenía sus ojos puestos en la ciudad de Glasgow” la mano del pelinegro se detuvo en seco muy cerca de una de las frutas. Glasgow… Glasgow era una ciudad Z en ese momento. Una ciudad… completamente habitada por los muertos. Como Tokio. Como Frankfurt. Como Nueva York… como muchas. “Es una amenaza contra nuestros asentamientos escoceses.”

“¿Va a tomar este riesgo? ¿De verdad lo va a hacer?” esto le parecía increíble. Sobre todo de una persona que había quedado huérfana en la recuperación de Londres, cuando la reina Luisa galopó al frente de sus tropas y terminó cayendo tras erradicar a los Z. Arthur ascendió al trono y fue el primer rey coronado en la abadía de Westminster en toda la edad zombie. Pero de nuevo… Arthur había sido capaz de recuperar York teniendo diecisiete años.

“Logramos disuadirlo al menos hasta que los exploradores de América regresaran con respuestas, pero los partidarios de la princesa Eleanor han hecho presión para que lo haga. Argumentan que su posición se debe a la presión territorial en nuestro creciente pueblo, pero…”

“No es necesario que digan más” a veces, mientras estaba en misiones, Sasuke se olvidaba de cuanto odiaba ese juego de tronos que todos a su alrededor parecían tan adictos a jugar. Aquellos que deseaban un gobernante en algún trono, los que no les convenía, los que deseaban ocupar esa posición de una forma u otra. Incluso en Konoha, esos juegos de poder que lo enfermaban no faltaban en ninguna parte. Aún así… a su país le convenía que él siguiera en el trono. “No puedo hablar por todo Japón, más Konoha y sus satélites están con su majestad.”

“Es más que suficiente” asintió el caballero. “Personalmente, preferiría que la princesa Mary sucediera a su majestad si este fuera a morir sin descendencia, más desafortunadamente es la tercera hija de la bien amada reina Luisa y la sucesión está clara.”

“Entiendo a la perfección sus sentimientos” suspirando, cambió de tema rápidamente. “¿Cree que los americanos tendrán las respuestas que buscamos?”

“No todas… sino esta pesadilla ya habría terminado” sir Robert Pentrose, primo del rey por parte de la hermana menor de Luisa, ya había perdido a tres hermanos en la batalla de York. Tenía muchas razones para odiar a esos pedazos de carne putrefacta que andaban libres por las ciudades. “La inmunidad de algunos llama la atención.”

“Pues sí, seguro que…”

“¡Todos al barco, dattebayo!” gritó Naruto, interrumpiéndolos mientras se acercaba a toda velocidad. Ellos dos voltearon justo antes de que unas sirenas de alarma sonaran por la ciudad brevemente, haciendo que los comerciantes empacaran sus cosas. “¡Un zombinamie proveniente de Nueva York viene hacia acá! ¡Deberá alcanzarnos en pocas horas!”

“¿Qué…?” en un segundo, todos estaban siendo arrastrados al enorme barco, que se apartó ligeramente de la playa para que no entraran esas cosas. Sorpresivamente, Glenn se quedó con ellos en la nave.

“Por si necesitan ayuda” explicó. “Ninguno de ustedes es inmune ni tiene una de estas” sacó de su bolsillo lo que parecían una pequeña pistola. “Son bengalas de emergencia. Se disparan cada cierto tiempo para que los equipos sepan que estamos bien. Si hay alguna emergencia se disparan de un color distinto y vendrán a ayudarnos… si pueden” se dejó caer en el suelo. “La Legión siempre se encarga de manejar la situación.”

“Bonita manera de llamar a prácticamente sacrificarse” todos se sentaron. En estos casos, lo mejor es esperar a que el desastre pasara de largo. Poco antes del ocaso, comenzaron a escuchar los gemidos de los muertos, que marchaban sobre la ciudad. las puertas fueron abiertas y los dejaron pasar. En ese momento, el soldado disparó la primera bengala. Muchas verdes se pudieron ver alrededor de la ciudad, desde los distintos refugios. Algunos muertos se vieron atraídos por ellas, más pronto las dejaron. Una última disparó seis veces más.

“Es un enjambre realmente grande esta vez” comentó Kirchstein, saliendo de la bóveda con unas botellas de agua de la reserva. El agua estaba muy guardada, con un sabor extraño, aunque era mejor que quedarse con sed. “Normalmente pasan tres días y se va, pero ahora… esos últimos disparos significan que durará seis días” silbó, asombrado. “Justo a la altura de Nueva York”

“En nuestro país suelen ser bastante grandes también” comentó el Uzumaki, sacando de su bolsillo una barra de trigo con miel que le pasó a Sasuke. “¿Nos puedes decir cómo es el lugar dónde vives? Hemos estado rondando las costas por un tiempo y no hemos visto ninguna ciudad hasta ahora.”

“Está en el interior… es lo único que les puedo decir” bajó la cabeza. “¿Vieron… vieron la estatua de la libertad mientras estaban en el mar? He tenido ocasión de ver dibujos hechos de fotografías antiguas, pero no sé si… aún está ahí.”

“Tuvimos ocasión de verla, sí” aseguró Sasuke, que había hecho un dibujo de la isla cuando se acercaron. “Es algo bonita, aunque la isla estaba llena de zombies. Tuvimos que disparar desde el barco para deshacernos de la horda” lo miró. “¿Acaso nunca la has visto?”

“No… ha sido uno de mis mayores sueños desde pequeño, más Nueva York cerca del mar es prácticamente inaccesible” se encogió sobre sí mismo. “Que aún esté ahí es... una dicha para nosotros. Hace tiempo esa estatua era un orgullo, ¿saben?” apretó los dedos. “También quería ver el Big Ben en algún momento.”

“Oh, esa cosa también está ahí… lo que queda de ella, su alteza ha estado muy ocupado tratando de repararlo prácticamente desde su coronación, dice que pronto estará restaurado a su antigua gloria. Al igual que el palacio de Buckinham” Glenn parecía un niño escuchando cuentos de hagas ahora. “Londres está preciosa, York también. Son el orgullo de la princesa Mary y del mismísimo rey Arthur.”

“No… no sabía que Londres seguía viva” se acercó al caballero, aún más ilusionado. “Cuando las fuerzas militares perdieron contacto con Inglaterra se dio a la ciudad por muerta. Pensábamos que…”

“Sí, estaba completamente muerta hasta hace poco, la recuperamos en el reinado de la su majestad la reina Luisa. Fue un trabajo arduo, pero ha dado sus frutos. Incluso el presidente Fountain la visitó cuando íbamos a salir…”

“Díganme más”

-Unas horas más tarde-

“… Y de pronto nos encontramos paseando por los jardines de Versalles entre los cuerpos de nuestras víctimas dattebayo. Chouji preguntó cómo diablos llegaron tantos ahí y un francés le respondió algo indescifrable que luego supimos que era por la cantidad de paseos turísticos que se hacían al lugar antes del brote” Naruto contó alegremente su experiencia en París al entusiasta norteamericano. “Pero resultó ser una maravilla el lugar. Cubierto de oro, pinturas, espejos... los franceses sí que sabían de lujos en esa época.”

“¿Y lograron salir?” preguntó Glenn, observando los dibujos que la tripulación le ofrecía para ver. Habían bosquejos de los salones del rey sol, la torre eifel, el Big Ben, la catedral de Koln… todo lo que pudieras pedir de un viaje alrededor del mundo.

“Nah, nos tuvimos que quedar toda la noche en ese lugar, ttebayo” el rubio siguió con su historia. “Fue increíble, Sasuke y yo incluso dormimos en las habitaciones de la realeza. Era muy incómodo, pero qué le vamos a hacer” se encogió de hombros. “Hemos dormido en sitios peores que ese, empezando por este barco.”

“Sí, el barco” comentó, tocando las paredes medio oxidadas del destructor. “Tiene que ser el más grande que he visto en mi vida. Y eso que he estado en Hawaii una vez.”

“¿Hawaii?” cuando pasaron no se habían acercado mucho. Claro que se habían visto tentados a hacerlo, más la cantidad de muertos en sus playas los disuadió al instante. “Cuando lo avistamos, todo estaba muerto.”

“Sí… nosotros tampoco logramos desembarcar. Lo que quería decir es que dimos una vuelta en uno de nuestros barcos, tratando de determinar si era recuperable” movió la cabeza un poco. “Fue en una de esas misiones extrañas del comandante que ni siquiera él puede explicar. Salvo cuando dice que tuvo una corazonada.”

“¿Y ustedes lo siguen?”

“Es el único que quiere ver mundo, ¿a quién si no seguiríamos?” se pasó una mano por el pelo, sonriendo. “Además, a pesar de su excentricidad, el tipo es un genio táctico sin igual que nos ha ayudado a reducir el número de muertes por misión, incluso cuando transportamos no inmunes. Créanme, no hay mejor comandante en todo el ejército.”

“¿Ha recuperado algún territorio?”

“Digamos que una pequeña vía por tierra para cruzar Nueva York antes de que las hordas devoren a la mitad de nosotros… y prácticamente todo el estado de Kansas” se levantó para asomarse por la ventana. Todavía se podían ver los cuerpos putrefactos caminando por las calles del fuerte. “Me pregunto si estarán bien”

“¿Hace cuánto que no estás en casa, ttebayo?” no contestó, simplemente disparó la cosa verde por la ventana. Una negra se alzó entre las demás, señalando que había una gran conglomeración cerca del edificio que servía de refugio a un grupo de refugiados. Estaba muy cerca del mercado. Los extranjeros también lo notaron. “¿Estarán seguros ahí? Si los muertos entran, no hay nada que podamos hacer.”

“Se salvarán, los soldados del puerto están para eso” señaló los torreones y los cables que conectaban por lo alto los diferentes edificios del fuerte. “Nuestros francotiradores son capaces de darle a una mosca entre los ojos” se sentó en el piso de nuevo, aceptando el pan duro que le ofrecían para comer. “Cuénteme de nuevo cómo es Europa”

“Quizás deberías volver con nosotros para verlo por ti mismo” durante un segundo, el soldado pareció entretener la idea, más luego se dio cuenta de que era imposible. No se lo permitirían… “Veo que no es tan sencillo, dattebayo”

“Es… complicado” levantó el dibujo del salón de los espejos de Versalles, contento de al menos haberlo visto. “No sé… si cambiarán de opinión…”

“Quizás debamos hablar con sus líderes personalmente”

“No…” entonces una bengala negra fue disparada, seguida por una segunda casi inmediatamente. Glenn se puso de pie en un instante, observando consternado por la ventana. En seguida supieron que las cosas acababan de ponerse peor. “Oh, no. Esto no se ve para nada bien”

“¿Qué sucede?” Sasuke inquirió, asomándose para ver los restos de la señal.

“Lo peor, emergencia médica” respondió, retrocediendo un paso. “Es sorprendente, después de todo no siempre podemos encargarnos de los enfermos. Si una persona está muy grave… bueno, significa que no le queda mucho. Se hace lo que se puede para calmarlos en su agonía, nada más.”

“¿Y qué pasa con los que nacen estando enfermos?”

“Tratamos de darles la mayor calidad de vida que podemos, pero muchos terminan muriendo antes de cumplir el año” los japoneses se miraron. La verdad es que era una situación muy común, ni siquiera sus aldeas podían permitirse cuidar de un paciente terminal. Y muchas veces, aunque la enfermedad fuera curable, terminaba venciéndolos. “Se dice… que hace mucho tiempo, todas estas complicaciones no existían. Que los enfermos se curaban, las medicinas ayudaban y las personas vivían hasta los cien años.”

“Era el pasado” Naruto se puso al volante del barco, acercándose a la costa para tener una buena vista del lugar. Alguien se estaba descolgando de uno de los techos con un paquete a la espalda. Con un equilibrio inhumano, el acróbata avanzó rápidamente hacia el edificio rodeado. “Lo hace muy bien… ¿Quién es?”

“¿El portador del botiquín? No sé, tiene que ser uno de los que…” entonces la persona hizo una pirueta que los demás creían era imposible. “Missy…”

“¿Missy?”

-Afuera-

“Cerca” susurró ella para sí misma, suspendida en el aire sólo por dos cables gruesos bajo sus pies. Continuó con su avance sobre los muertos mientras estos caminaban por debajo, alzando sus manos de vez en cuando para atraparla. No lo lograban, ni se quedaban mucho tiempo. Seguían con su infinito mar de cabezas, algunas más listas que otras, esperando conseguir un pedazo de ella.

La muchacha siguió con su espectáculo, tratando de olvidar lo que tenía abajo para mantener el equilibrio. Por desgracia, una de las uniones de uno de los soportes no estaba bien mantenido, por lo que cayó algunos pisos más abajo… justo a las manos de los zombies. Bueno, casi al alcance de los muertos, que se congregaron alrededor de ella. Intentó escapar, más su tobillo le dolía demasiado…

“No…” desesperadamente buscó una salida, sin encontrar ninguna. Sólo entonces se permitió un poco de desesperación. ¿Qué podía hacer? Y tenía que pensar rápida, porque esas cosas se encontraban cada vez más cerca. Oh, no ¿Qué sería de ella? Desenvainó sus espadas, negándose a rendirse. Esta sin duda iba a ser una misión difícil.

Notas finales:

¿Les gustó? Bueno, ahora tenemos a nuestra querida capitana atrapada en un buen lío. Bueno, al menos tendrá una oportunidad, no voy a dejarla morir pronto. Reviews!!!


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